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Propuestas para la fijación del precio de los combustibles para vehículos y

el pago del subsidio respectivo.


1. El precio de venta de los combustibles en las estaciones de servicio, debe ser equivalente
al precio de exportación más los gastos de transporte, almacenamiento, salario de
personal de las estaciones y cualquier otro derivado del manejo del combustible. De esta
forma no habría ningún inconveniente de que nuestros combustibles sean llevados a
otros países, esto no le causaría ningún inconveniente a PDVSA, ni a la economía
venezolana, simplemente estaríamos exportando combustible por un medio no
tradicional.
2. El usuario debe pagar en la estación de servicio el monto total en Bs.S del costo del
combustible despachado, determinado según el numeral anterior.
3. El subsidio debe ser una cantidad fija en Bs.S, independiente de la cantidad de litros
consumidos, pagada periódicamente a través del carnet de la patria. Esta cantidad será
determinada solamente mediante un baremo elaborado por PDVSA y el Ministerio del
Poder Popular para el Transporte, donde se tomara en cuenta, el uso del vehículo
(Particular, Taxi, Transporte Colectivo, según el número de pasajeros, Transporte de Carga,
según las toneladas, etc.).
4. Es Innecesario, gastar dinero adquiriendo equipos para controlar la cantidad de
combustible servido, estos equipos además de tener un costo muy alto, su instalación
retrasaría la entrada en vigencia de esta medida. Además dependen de la verificación que
el personal de la estación de servicio debe hacer de que el carnet de la patria corresponda
a la persona que lo porta y que las placas del vehículo correspondan a las del vehículo a
ser servido. Este personal podría convertirse en cómplice, de cualquier fraude que se
hiciese para cobrar el subsidio indebidamente, como efectivamente ha ocurrido en los
municipios fronterizos, donde han contribuido con el contrabando de combustibles.
Los equipos, mostrados en el video presentado en televisión, de una estación de servicio
“inteligente” son muy similares, a los utilizados en las actuales Estaciones de Servicio
Automatizadas con el SISCCOMBF (Sistema de Control de Combustible Fronterizo). Si bien
el sistema permite, como su nombre lo indica, controlar la cantidad de combustible
dispensado a cada vehículo, mediante la utilización de un dispositivo colocado en el
parabrisas del vehículo, no ha logrado eliminar el contrabando de extracción de
combustible, en las localidades donde ha sido implementado. Actualmente este sistema se
encuentra activo, en la totalidad del Estado Táchira, algunos municipios del Estado Mérida
y el Estado Apure, así como en los Municipios Fronterizos del Estado Zulia y la ciudad de
Maracaibo.
Este sistema trabaja con una base de datos, donde se encuentran entre otros los datos
referentes al límite diario y mensual a consumir por el vehículo, según su capacidad y uso.
Cada surtidor de la Estación de servicio, debe contar un gabinete de control y 2 antenas
RFID, las cuales hacen lectura del dispositivo de identificación adherido al parabrisas del
vehículo, popularmente conocido como el chip. Una vez que el controlador, identifica el
vehículo, debe comunicarse con un servidor ubicado en la Estación de Servicio, el cual
debe contar con la información, del volumen máximo a dispensar diario, así como el
volumen disponible, según sus consumos anteriores diarios y/o mensuales. Este servidor a
su vez, actualiza dicha información descargando y enviando los datos a un servidor
regional, el cual cuenta con la información de todos los vehículos registrados en el
sistema.
Actualmente el sistema se limita a identificar el vehículo según el chip y surtir combustible,
acorde a la información suministrada (la cual puede estar desactualizada o inclusive
viciada), mostrando en pantalla la placa del vehículo, que se supone es corroborada por el
operador del expendio de combustible, siendo este individuo el único garante de esta
verificación. Sin embargo, como es conocido por muchos usuarios, en la mayor parte de
las oportunidades el operador ni siquiera se molesta en mirar la placa del vehículo en
cuestión. Adicionalmente existen contrabandistas que poseen más de un chip, en mano,
los cuales son alquilados y/o vendidos para permitir extraer más combustible del asignado
a un vehículo, y en su lugar llenar varios tanques o pimpinas, para luego extraer este
combustible hacia territorio colombiano.
Lamentablemente, además de las limitantes naturales del sistema, los problemas en las
telecomunicaciones, que hace meses se experimentan en distintas áreas del país, debido
al saboteo y robo de cables que ocasionan, pérdida de capacidad de CANTV, para la
prestación del servicio, también han constituido un flagelo, para la efectividad del
sistema. Esto debido a que el mismo requiere constante comunicación (Más o menos,
cada 15 minutos) entre el servidor regional y las estaciones de servicio para funcionar
correctamente. Existen estaciones de servicio, en la ciudad de Maracaibo, que han perdido
comunicación por periodos mayores a un año, situación aún más común, en las Estaciones
ubicadas en municipios rurales. La falta de esta comunicación permite que los vehículos,
surtan al día en varias Estaciones de servicio consumiendo 2, 3 o más veces el total de su
cupo diario y vulnerando completamente el objetivo del sistema.
Debido a lo anteriormente expuesto, se considera que ningún sistema, que trabaje con la
misma premisa de identificar al vehículo y surtir un volumen límite acorde a esta
identificación, va a generar mejores resultados que los ya obtenidos por el sistema actual.
Adicionalmente la inversión necesaria en tecnología para el funcionamiento del mismo es
bastante alta.
Por un lado, el gabinete de control utilizado en cada surtidor puede tener un costo mayor
a los 3000 dólares, dado a que ellos requieren de 1 a 3 tarjetas controladoras cuya
patente, pertenece a una empresa privada, quien las vende a PDVSA por 1000 dólares
cada una. Esto a razón de un gabinete por surtidor, para un promedio de 3 surtidores por
estación, para las más de 8000 estaciones de servicio ubicadas en el territorio venezolano.
Adicionalmente, para el correcto funcionamiento del sistema, se requiere de una gran
inversión en una red de telecomunicaciones dedicada, dependiente de CANTV o no, que
cuente con la rapidez, seguridad y robustez necesarias para manejar los datos referentes a
todo el parque automotor de la República Bolivariana de Venezuela y mantener
comunicadas a todas las Estaciones y servidores entre sí, así como transmitir con una
frecuencia pertinente todas las transacciones realizadas.
El mantenimiento de la plataforma actual, ya es un problema difícil de manejar para
PDVSA, ya que es requerido con frecuencia y sólo puede ser realizado por personal
especializado en esos equipos. Este personal puede ser entrenado, sin embargo no se
cuenta tampoco con el suficiente recurso humano activo en la empresa para manejar el
mantenimiento de las estaciones automatizadas hasta la fecha.
De allí la propuesta del numeral 3. Es más barato asignar como subsidio, una cantidad fija
de Bs.S por usuario, dependiendo del uso que de a su vehículo, que la instalación de estos
equipos.
Tampoco se recomienda, que en la determinación del baremo se tome en cuenta el tipo
de vehículo, motor, etc. Porque terminaríamos premiando a los que tienen vehículos más
ineficientes en cuanto al consumo de combustible, por ejemplo un vehículo de uso
particular, compacto de 4 cilindros, debe recibir el mismo subsidio que una camioneta
lujosa de 8 cilindros. En el sistema actual, implementado en los municipios fronterizos al
vehículo grande de 8 cilindros, se le asigna un cupo mayor de combustible, subsidiándole
de esta manera una cantidad mayor de combustible.

Ing. Rafic Souki Rincón.

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