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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA


R.N. 5013-2006, LIMA

Lima, quince de abril de dos mil ocho.-

VISTOS; el recurso de nulidad interpuesto por el representante de


la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria y la defensa del
procesado Vladimiro Montesinos Torres, contra la sentencia condenatoria
de fecha veintisiete de septiembre de dos mil seis, de fojas seiscientos
cuarenta y dos; interviniendo como ponente el señor Vocal
Supremo Rodríguez Tineo, de conformidad con lo dictaminado por el señor
Fiscal Supremo en lo Penal.

CONSIDERANDO:

Primero: Que, el representante de la Superintendencia Nacional de


Administración Tributaria, en su recurso de nulidad de fojas seiscientos
setenta y dos, cuestiona el extremo que el Colegiado Superior lo excluye de
su calidad de agraviado en el proceso, señala que la conducta del
encausado Montesinos Torres les ocasionó perjuicio, al materializarse con
la utilización irregular de documentos y mecanismo de dicha institución,
afectando gravemente la confiabilidad, transparencia y la operatividad de
los procedimientos internos y ocasionando un deterioro a la imagen y
proyección de recaudación de la entidad.

Por su parte la defensa del procesado Montesinos Torres en su recurso de


nulidad de fojas veintisiete del cuadernillo formado por esta Sala Suprema,
cuestiona el extremo de la pena impuesta, toda vez que el colegiado
superior no ha tenido en cuenta la admisión de responsabilidad y su
confesión sincera, la misma que terminó en la conclusión anticipada del
proceso; asimismo, cuestiona el monto de la reparación civil, debido a una
supuesta conexidad con los hechos, por lo que el procesado fue condenado
mediante sentencia anticipada en otro proceso judicial recaído en el
Expediente número cero cero uno guión dos mil uno ante la Sexta Sala Penal
Especial por la comisión del delito de enriquecimiento indebido, en donde se
fijó el monto de la reparación civil en la suma de cincuenta millones de
nuevos soles.

Lea también: Competencia funcional del autor del delito de peculado (caso
Diarios Chicha) [R.N. 615-2015, Lima]

Segundo: Que, se imputa al procesado Montesinos Torres que con fecha


seis de mayo de mil novecientos noventa y siete, solicitó a
la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria – Sunat, una
fiscalización integral respecto de sus periodos fiscales comprendidos entre
los años mil novecientos noventa y dos y mil novecientos noventa y tres,
posteriormente, con fecha diecisiete de junio de mil novecientos noventa y
nueve, diciembre de mil novecientos noventa y nueve y abril del dos mil
solicitó nuevas “fiscalizaciones integrales” de sus sucesivos periodos
fiscales; todas estas solicitudes fueron admitidas por los entonces
Superintendentes de Administración Tributaria, Jorge Baca
Campodónico (mil novecientos noventa y siete) y Jaime Ibérico Ibérico (mil
novecientos noventa y nueve y dos mil), quienes en coordinación con el
propio Montesinos Torres y diversos funcionarios de las áreas de control y
fiscalización de la Sunat, elaboraron informes concluyendo que no existían
reparos, observaciones o infracciones tributarias en la percepción y reportes
de sus tributos, habiéndose determinado que estas acciones de control
fueron totalmente irregulares, pues se obviaron los procedimientos de
verificación y contraste de las declaraciones juradas proporcionadas por
Montesinos Torres, dando validez a documentación que contenía
información falsa, como fue el caso de la declaración jurada de impuestos a
la renta correspondientes al periodo mil novecientos noventa y siete, en el
que se incluye supuestos pagos del agraviado Rodrigo Urea Meruendano,
hasta por ciento cincuenta nuevos soles, por servicios profesionales que
nunca se realizaron.
Lea también: ¿Es el alcalde culpable de peculado culposo por la sustracción
de bienes de la municipalidad? [RN 765-2014, Pasco]

Tercero: Que, si bien la defensa del representante de la Superintendencia


Nacional de Administración Tributaria, cuestiona el extremo que el
Colegiado Superior lo excluye como agraviado en los procesos que se le
sigue por el delito de corrupción activa de funcionarios y de falsedad
ideológica, sin embargo, tratándose que en ambos delitos el titular de los
bienes jurídicos protegidos o de las expectativas normativas garantizadas
resulta ser el Estado en general, este entendido como uno e indivisible,
como lo señala el segundo acápite del artículo cuarenta y tres de la
Constitución Política del Estado, resulta adecuado restringir el perjuicio
ocasionado al ámbito de una sola entidad del Estado, esto es a la Sunat,
cuando la gravedad de los hechos cometidos trascienden a ella, afectando
en sí a la administración estatal en su conjunto, por lo que no resulta
aplicable la Ley número veinticuatro mil ochocientos veintinueve, mediante
la cual se crea dicha institución, reconociéndola como “institución pública
descentralizada del sector economía y finanzas” con autonomía funcional, en
consecuencia lo resuelto por el Colegiado Superior se encuentra conforme a
ley.

Cuarto: Que, la sentencia recurrida se expidió al amparo del artículo quinto


de la Ley número veintiocho mil ciento veintidós que regula el instituto
procesal de la “conclusión anticipada del juicio oral”, dicha norma solo exige
la aceptación del imputado de ser autor o partícipe del delito materia de la
acusación y responsable de la reparación civil, así como la conformidad del
abogado defensor, siendo así, en el caso de autos, se ha cumplido con dicha
exigencia como es de verse a fojas seiscientos veinticuatro, donde el
acusado admitió su responsabilidad, expresando su conformidad el
abogado defensor.

Quinto: Que, si el delito es un injusto culpable y como consecuencia se


impone una sanción penal, el acto de determinación judicial de la pena
como concreción de contenido delictivo el hecho implica, a la vez, el
establecimiento del quantum de su merecimiento y necesidad, político-
criminal, de pena; en efecto, dicho acto se configura esencialmente como
aquel en virtud de que el injusto y culpabilidad, así como punibilidad,
constituyen magnitudes materiales graduables, dado que estos cumplen
una función cualitativa y cuantitativa [ver, Silva Sánchez, Jesús-María, La
teoría de la determinación de la pena como sistema (dogmático). Un primer
esbozo, en Revista para el Análisis del Derecho, Indret, Barcelona, abril de
dos mil siete, página seis]; que, si bien la defensa alega que el colegiado
superior al sancionarlo no ha considerado su sometimiento a la conclusión
anticipada del juicio oral, sin embargo, la aplicación de dicha institución solo
exige la aceptación del imputado de ser autor o partícipe del delito materia
de la acusación y responsable de la reparación civil, así como la
conformidad del abogado defensor, para posibilitar la inmediata expedición
de la sentencia, mas no obliga al juzgador a imponer una pena benigna;
asimismo, respecto a que la sala superior no ha tenido en cuenta su
confesión sincera, empero, es de precisar que las versiones que ha brindado
ese procesado ha buscado la exención de su responsabilidad penal, toda
vez que, si bien en su declaración instructiva de fojas doscientos setenta
aceptó parcialmente los cargos imputados e incluso entrando en
contradicciones, para luego en sus demás declaraciones de fojas
doscientos ochenta y uno, doscientos ochenta y seis y doscientos noventa y
siete, se negó a declarar evidenciándose su falta de intención para contribuir
con el esclarecimiento de los hechos delictivos, no advirtiéndose que haya
tenido el propósito de confesar la verdad, en tanto en cuanto, el hecho
confesado no es verosímil, por tanto, no procede rebajar la sanción
impuesta, aún más cuando dada las circunstancias que exigen más que
nunca a este Tribunal Supremo a dar una respuesta punitiva dentro del
marco legal establecido por la propia ley, en concordancia con los fines de
prevención general.

Lea también: El delito de peculado y sus modalidades. Entrevista a James


Reátegui Sánchez
Sexto: Que, en cuanto a la exclusión de la reparación civil que alega el
procesado Montesinos Torres, si bien, de autos se advierte la sentencia de
fecha doce de mayo de dos mil seis, de fojas cuarenta y cinco que obra en
este cuadernillo formado por esta Sala Suprema, que lo condenó por el
delito de enriquecimiento ilícito, fijándose el monto de reparación civil en la
suma de cincuenta millones de nuevos soles a favor del Estado, como
consecuencia de la obtención de comisiones ilegales pagadas por los
representantes de empresas vinculadas, para ser favorecidas con la buena
pro en los procesos de adquisición de diversos bienes para distintas
instituciones estatales, entre ellas las Fuerzas Armadas y la Policía
Nacional, así como la adjudicación de la buena pro en las licitaciones
convocadas por la Caja de Pensiones Militar y Policial para la construcción
de inmuebles, sin embargo, los hechos que se le imputan en el presente
caso es por haberse aprovechado en su condición de asesor de Servicio de
Inteligencia Nacional para conseguir ilícitamente que los funcionarios de
la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria incumplieran
sus deberes, evidenciándose que los hechos y delitos atribuidos en la causa
seguida ante la Sexta Sala Pena Especial son totalmente distintos a los que
fueron materia de imputación de la presente causa, no existiendo conexión
más que la simple participación del procesado Montesinos Torres en
ambas causas, por lo que, la afectación a los distintos bienes jurídicos, la
reparación civil por el daño ocasionado no puede ser subsumido en un solo
monto, en consecuencia la determinación de la reparación civil fijada por la
Sala con la independencia de los montos fijados en otros procesos
judiciales, se encuentra conforme a ley.

Lea también: CNM: Preguntas de derecho penal y procesal penal tomadas


en las convocatorias 2016 y 2017

Por estos fundamentos:

Declararon NO HABER NULIDAD en la sentencia de fecha veintisiete de


septiembre de dos mil seis, de fojas seiscientos cuarenta y dos, que
condena a Vladimiro Montesinos Torres por el delito de contra la
Administración Pública en la modalidad de corrupción activa de
funcionarios y contra la fe pública en la modalidad de falsedad ideológica,
en agravio del Estado, excluyéndose de la condición de agraviado a la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria y contra la fe
pública, falsedad material en agravio de Rodrigo Urea Meruendano, que le
impone seis años de pena privativa de libertad, fija como monto de la
reparación civil en la suma un millón quinientos mil nuevos soles que deberá
abonar a favor del Estado y en la suma de diez mil nuevos soles el monto de
la reparación civil que deberá a abonar a favor del agraviado Rodrigo Urea
Meruendano; con lo demás que contiene, y los devolvieron.

S.S.
VILLA STEIN
RODRÍGUEZ TINEO
SANTOS PEÑA
ROJAS MARAVÍ
CALDERÓN CASTILLO

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