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Las otras cuatro figuras de ética, por diversos y complicados motivos, No es posible hacer aquí un estudio comparativo sobre las ventajas y defectos
consideran que debe abandonarse el tema del bien de la vida humana de estas “figuras de ética”. Las éticas elaboradas desde el punto de vista de la
considerada como un todo (el bien supremo), y centran su atención sobre el tercera persona desembocan en insuperables aporías. También a la ética de las
problema de determinar cuál es la acción correcta (right) o incorrecta (wrong) y virtudes, tal como se entiende aquí, se le pueden dirigir, y de hecho se le dirigen,
después sobre el de determinar y fundamentar las normas para valorar la importantes objeciones. Teniendo en cuenta los pros y los contras, la ética de las
corrección de las acciones. Estas figuras de ética asumen, aunque de modos virtudes se adecua mucho mejor a lo que realmente es el funcionamiento de la
diversos, el punto de vista del observador externo o del juez de las acciones razón práctica y a la lógica que de hecho inspira la existencia moral humana. Es
ajenas: son éticas elaboradas desde el punto de vista de la tercera persona, que verdad que proponer una concepción del bien humano global es una tarea ardua
pierden de vista el dinamismo intencional (finalista) propio de la acción moral en para el filósofo. Pero si se considera con atención el problema, se acaba viendo
cuanto tal. Su planteamiento fundamental es el siguiente: tal persona ha que las éticas de la tercera persona también presuponen una visión del bien
realizado la acción “x”, ¿esa acción es lícita o ilícita, obligatoria o prohibida? La humano que la ética se propone como fin, con la desventaja que en este caso se
ética de la tercera persona es, tanto desde el punto de vista de la argumentación trata de una visión que sólo logra ser operante si se mantiene implícita, ya que si
como desde el de los contenidos, una ética de los actos y de las normas, que juzga fuese propuesta formalmente, además de tener que afrontar críticas muy difíciles
las acciones “desde afuera” y con independencia de las formas de la experiencia de superar, obligaría a modificar la estructura de todo el planteamiento ético de
práctica, por lo que se acaba considerándolas en sentido material, fisicista. El base.
juicio moral expresa el bien o mal de la acción según su correspondencia con la
norma en vista de la convivencia, de la colaboración social, etc., y no el valor del
4. Ética personal y ética política
tipo de vida que se ha elegido o de los principios reales del obrar. Interesa saber
qué es bueno hacer u omitir, pero no qué es bueno desear. Las éticas elaboradas
La vida privada, la vida profesional, económica y política, en cuanto
desde el punto de vista de la tercera persona no logran instituir una adecuada
actividades libres, son realidades igualmente morales. Junto a la ética personal,
relación con las tendencias y deseos humanos, por lo que no están en condiciones
existe también la ética profesional, la ética económica y la ética política. Aquí no
es posible examinar cada una de estas partes de la ética pero, a causa de la
notable incidencia que las cuestiones ético-políticas tienen hoy día sobre los de atribuir al Estado una función de fuente y de juez de la moralidad personal que
demás ámbitos de la ética, conviene aclarar cuanto antes cómo se distinguen y no le corresponde.
cómo se relacionan entre sí la ética personal y la ética política. Si la conducta
Otra solución inadecuada, actualmente muy extendida, es la que llamaremos
personal se regula en vista del bien supremo del hombre, surge la pregunta si la
“politización de la ética”.Representa el extremo opuesto de la concepción antes
ordenación ética de la vida y de las actividades de la sociedad política mira
descrita, e históricamente surgió como reacción ante ella. El fin principal que se
inmediatamente a ese mismo bien o no. Se advierte la importancia de la cuestión
propone esta segunda solución es vencer la intolerancia, es decir, excluir radical y
si se tiene en cuenta, por una parte, que la ética política regula, entre otras cosas,
definitivamente el peligro de que las valoraciones éticas se utilicen para justificar
el uso de la coacción por parte el Estado y, por otra, que el respeto de la libertad,
la extensión indebida del empleo de la coacción jurídico-política. El medio elegido
derecho fundamental e inalienable de la persona humana, es una de las
para lograr ese fin consiste en redefinir el objeto de la ética, afirmando que ésta
características esenciales del Estado justo. De estas dos consideraciones se
debe ocuparse solamente de las reglas de justicia estrictamente necesarias para
desprende que el uso del poder coactivo por parte del Estado constituye un
garantizar la vida social. La vida personal (o “privada”) la regularía cada uno de
problema muy delicado, que se debe resolver de acuerdo con criterios de justicia,
acuerdo a opciones puramente personales, de las que la ética no debería
de dignidad y de oportunidad rigurosamente establecidos y cuidadosamente
ocuparse. Por motivaciones de orden práctico-social, importantes pero mal
aplicados; de lo contrario, se originan grandes males, tanto desde el punto de
entendidas, se comete el error de expulsar de la reflexión filosófica todo lo que se
vista personal como desde el punto de vista político.
refiere a la verdad sobre el bien humano, que en la práctica se deshace en un
Un modo inadecuado de resolver el problema consiste en pensar que la ética conjunto de opciones privadas igualmente válidas, aunque muchas de ellas sean
política debe ser un calco exacto de la ética personal. Esto significa en la práctica entre sí contradictorias. A causa de los efectos que produce, esta solución acaba
que el Estado debería imponer el respeto de todas las normas de la ética volviéndose contra sí misma. El vacío ético resultante genera, en efecto, actitudes
personal, exigiendo todo lo que esta última considera obligatorio y prohibiendo y hábitos personales incompatibles con las exigencias mínimas de justicia, de
bajo sanción penal todo lo que constituye una culpa moral. No es difícil advertir colaboración y de imparcialidad que la “ética pública” considera con razón como
que una concepción de este tipo lesionaría la libertad de los ciudadanos (y con universalmente vinculantes. La ausencia de una motivación ética suficiente hace
ella la adecuada constitución de la conciencia moral personal), daría lugar a sentir las exigencias de la justicia como una fastidiosa coacción externa,
situaciones de vigilancia y de injerencia estatales insoportables e injustas, además produciéndose por consiguiente conflictos y situaciones de anomía casi
irresolubles.
Una solución adecuada del problema debería recorrer un camino bien diverso. congruencia con el bien común político depende la moralidad de la forma que
Vale la pena considerar con detenimiento una solución clásica que, por varios y bajo diversos aspectos la sociedad política se da a sí misma.
complicados motivos, ha pasado casi inadvertida. En las páginas iniciales de
Sin embargo, las acciones personales también pueden ser objeto de la ética
su Comentario de la Ética a Nicómaco, Tomás de Aquino considera que el saber
política, pero bajo el punto de vista de su legalidad (y no de su moralidad).
moral es una totalidad unitaria y coherente que contiene diversas partes, cada
Pertenece al recto ordenamiento de la vida colectiva el que los bienes y los
una de las cuales posee una especificidad formal [Tomás de Aquino, Comentario a
comportamientos personales que revisten un interés positivo para el bien común
la Ética a Nicómaco, I, 1, nn. 5-6].
(por ejemplo, la propiedad, la libertad de expresión) sean tutelados y promovidos
La distinción entre ética personal y ética política se fundamenta en el modo por el Estado, y que los comportamientos opuestos (el robo, obstaculizar la libre
particular en el que la sociedad política es un todo: existen acciones propias del expresión de los demás) sean prohibidos e impedidos. Corresponde a la ética
todo político en cuanto tal, que son el resultado de la colaboración de las partes política valorar, en vista del bien común y teniendo presentes todas las
en vista del fin específico de la sociedad política, llamado bien común político, circunstancias concretas, cuáles son los bienes que deben ser tutelados y cómo
pero los individuos y los grupos que la componen conservan un campo de deben ser tutelados, y cuáles son los comportamientos personales éticamente
acciones y de fines propios. La ética personal se ocupa de todas las acciones negativos que deben ser impedidos y de qué manera deben ser impedidos
realizadas por la persona individual en cuanto tal, también de aquéllas que se (mediante sanciones penales, administrativas, económicas, etc.). En definitiva: la
refieren a la sociedad política (por ejemplo, pagar los impuestos), valorando la ética política, además de determinar la moralidad o inmoralidad de las acciones
congruencia de esas acciones con el bien de la vida personal tomada como un de la comunidad política (por ejemplo: la moralidad o inmoralidad de una ley civil,
todo o, lo que es lo mismo, valorando su moralidad, que comprende también la de una actuación del gobierno, etc.), establece también la ilegalidad de aquellos
virtud de la justicia. La ética política se ocupa, en cambio, de las acciones comportamientos personales éticamente negativos que lesionan exigencias
realizadas por la sociedad política, es decir, la ética política dirige los actos a fundamentales del bien común político.
través de los cuales la sociedad política se da a sí misma una forma y una
A la distinción que acabamos de establecer se podría objetar que la ética es
organización, constitucional, jurídica, fiscal, administrativa, económica, sanitaria,
siempre personal, porque trata de las acciones libres, que siempre son acciones
etc., valorando esa estructuración desde el punto de vista del fin propio de la
de personas, mientras que la sociedad política nunca puede ser sujeto de
comunidad política en cuanto tal, que es el bien común político. De la
acciones morales. Y así morales o inmorales serían principalmente la persona o
las personas responsables, por ejemplo, de una ley o de un acto administrativo, y
sólo de forma análoga, secundaria y derivada la ley o el acto administrativo se Por otra parte, un órgano legislativo actúa colegialmente y según el principio
podría considerar moral o inmoral. de representación política, por lo que las leyes no son leyes de los miembros del
cuerpo legislativo, sino que son leyes del Estado, y como tales han de ser juzgadas
La distinción formal que aquí se propone no niega que las acciones libres son
con relación al bien común. A través del parlamento elegido por el sufragio
acciones de una persona o de un grupo de personas. Tampoco niega la
popular es la comunidad política la que se da a sí misma una ley (una forma de
culpabilidad personal de quien realiza un acto administrativo inicuo ni la de
ser, de vivir, de organizarse). Esta forma es el objeto de estudio de la ética
quienes conscientemente promulgan una ley injusta. Aquí se afirma que lo
política.
humano-libre-personal tiene una dimensión operativa política que se distingue
formalmente de la dimensión individual, y que identificar plenamente ambas De la distinción entre la ética personal y la ética política propuesta se siguen
dimensiones sería un error que podría tener un desenlace individualista o las siguientes consecuencias:
colectivista, según que la identidad se realice en favor de lo individual o de lo
1) Un mismo comportamiento no puede poseer una doble moralidad, una
político. Si un parlamento promulga una ley sobre los impuestos contraria al bien
para la ética personal y otra para la ética política. No cabe pensar que la mentira o
común, los parlamentarios que la votan serán moralmente culpables si advierten
el incumplimiento de la palabra dada sea ilícita para las personas y lícita para los
la injusticia de la ley que sostienen con su voto; podrían no ser personalmente
Estados o para sus gobiernos. Según la distinción antes propuesta no puede
culpables si la ley no les parece injusta, y sólo el paso del tiempo acaba
existir una doble moral, porque nunca un mismo fenómeno puede ser regulado a
demostrando que la ley es nociva para el bien común. Pero con independencia de
la vez, y bajo el mismo aspecto, por la ética personal y por la ética política. Cada
la moralidad personal de los parlamentarios, la ley promulgada tiene autonomía,
una de estas partes de la ética tiene un objeto formalmente diverso, es decir, esas
consistencia y efectos propios mientras está en vigor, que siguen existiendo, por
dos partes de la ética regulan dimensiones formalmente distintas de lo moral.
ejemplo, 150 años después de su promulgación, cuando todos los parlamentarios
que la votaron han fallecido. Si esa ley es nociva para el bien común, lo es aunque
2) En el ejercicio de su misión, la ética personal y la ética política mantienen
los que la votaron no lo hayan advertido y aunque hayan fallecido ya. Si cambian
una estrecha relación recíproca. La ética política no podría enjuiciar la moralidad
las circunstancias económicas y sociales, y esa ley sobre los impuestos pasa a ser
de una ley sobre el consumo de drogas sin tener en cuenta lo que la ética
conveniente para el bien común, la ley pasa a ser justa y no debe cambiarse, con
personal dice acerca de tal comportamiento. A su vez, la ética personal no puede
independencia de que en el momento en que se promulgó fuese injusta.
determinar concretamente las obligaciones de justicia sin conocer las leyes del
Estado a que cada persona pertenece, porque las leyes civiles justas crean una
obligación moral para la persona, y además existen comportamientos que son mejor proceder a una reforma fiscal profunda, y en este caso cuáles serían los
éticamente positivos o negativos sólo en virtud de las disposiciones de la ley civil. criterios que habrían de inspirarla, estamos ante un problema típico de la ética
política. Son igualmente cuestiones de ética política determinar cómo deben
3) En la misma medida en que la sociedad política se ordena al bien de todas
organizarse las diversas instituciones del Estado (gobierno, administración de
las personas que la integran, la ética política depende de la ética personal. Por
justicia, órganos legislativos, control de la constitucionalidad de las leyes, etc.) y
eso, la ética política nunca podrá considerar buena, desde un punto de vista
los servicios públicos: la enseñanza, la asistencia sanitaria, etc.
ético-político, una ley que aprueba una acción personal éticamente negativa y,
menos todavía podría admitir una ley civil que prohibiese un comportamiento El planteamiento expuesto exige que la ética política afronte en términos
éticamente obligatorio o que mandase una acción que no puede realizarse sin extremadamente concretos, y adecuados a las circunstancias y a la idiosincrasia
culpa moral. de cada país, el problema del bien común político, es decir, el problema del
deber-ser de la forma y de la organización que la sociedad política se da a sí
4) Para establecer que un comportamiento debe ser penalmente perseguido
misma con sus leyes y con los usos sociales generalmente aceptados. Mientras no
por el Estado no basta argüir que es éticamente negativo, pues se reconoce
se llegue a esto, venciendo la tendencia a refugiarse en los principios generales,
universalmente que no todas las culpas morales deben ser objeto de sanciones
no se roza ni siquiera el objeto formal específico de la ética política, lo que lleva
por parte de la comunidad política; será necesario argumentar que tal
consigo numerosas consecuencias negativas: los problemas políticos son con
comportamiento incide negativamente sobre el bien común, y que del mismo
facilidad mal planteados y peor resueltos; se pretende sostener soluciones
bien común no se desprende ninguna razón que aquí y ahora aconseje la
políticas con argumentos propios de la ética personal que sólo en ésta son
tolerancia. Por la misma razón, del hecho que un comportamiento no sea
válidos; prevalecen instancias e intereses que no resistirían a una discusión
perseguido penalmente por el Estado no se puede concluir que sea éticamente
pública y libre; se hace muy difícil la formación política de los ciudadanos, así
bueno ni que no sea éticamente malo.
como su participación activa y críticamente constructiva en las tareas comunes y,
al final, se provoca su alejamiento de todo lo público.
Algunos ejemplos pueden aclarar lo que se está diciendo. Cuando un individuo
se plantea si debe pagar total o parcialmente los impuestos, estamos ante un
La ética política debe preguntarse, además, en qué modo el bien común
problema de ética personal, que ésta enjuicia teniendo a la vista también lo que
político debe expresar el bien último personal (y también el bien común social en
disponen las leyes civiles justas; cuando se quiere valorar en cambio si el Estado
sentido amplio: el bien de instituciones sociales diversas del Estado, como la
debe continuar con el actual sistema de impuestos o si, por el contrario, no sería
familia, la universidad, etc.). Se trata de entender que ante los hombres se
plantea un doble problema: que han de vivir bien, y que han de vivir bien juntos:
vivir bien es más importante, vivir bien juntos es más fundamental, porque sólo
juntos los hombres pueden vivir y vivir bien, aunque el vivir bien comprende
dimensiones que trascienden el vivir juntos, y que por ello no pueden ser
obtenidas automáticamente ni coactivamente —sí, en cambio, facilitadas— a
través de la recta ordenación de la vida en común.