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La 

arqueología (del griego «ἀρχαίος» archaios, viejo o antiguo, y «λόγος» logos, ciencia o estudio) es


la ciencia que estudia los cambios que se producen en las sociedades, desde las primeras agrupaciones de
humanos hasta las actuales, a través de restos materiales dispersos en la geografía y conservados a través
del tiempo.1 La arqueología puede considerarse tanto una ciencia social como una rama de
las humanidades.23
En Estados Unidos, la arqueología es considerada un subcampo de la antropología,4 mientras que
en Europa la arqueología a menudo se considera una disciplina en sí misma o un subcampo de otras
disciplinas.
Los arqueólogos estudian la prehistoria y la historia humana, desde el desarrollo de las primeras
herramientas de piedra en Lomekwi en el África Oriental (Kenia) hace 3,3 millones de años hasta las últimas
décadas.
La arqueología es una mezcla de descubrimientos de restos materiales, su intervención con metodología
rigurosa, junto al paciente trabajo de analistas científicos, y junto a la etapa de interpretación, que permite
entender qué significaron los elementos descubiertos o explorados en la historia de la humanidad.5 En
consecuencia, la arqueología es tanto una actividad física de campo como una búsqueda y exploración
intelectual en el laboratorio.5
La mayoría de los primeros arqueólogos, que aplicaron la nueva disciplina a los estudios de los anticuarios,
definieron la arqueología como el «estudio sistemático de restos materiales de la vida humana ya
desaparecida». Otros arqueólogos enfatizaron aspectos psicológico-conductistas, y definieron la
arqueología como «la reconstrucción de la vida de los pueblos antiguos».
La disciplina implica topografía, excavación y, finalmente, el análisis post-excavación de los datos
recopilados para aprender más sobre el pasado. En un amplio alcance, la arqueología se basa en la
investigación interdisciplinaria. Se basa en Antropología, Historia, Historia del Arte, Estudios
Clásicos, Etnología, Geografía, Geología, Historia de la Literatura, Lingüística, Semiología, Crítica
Textual, física, Ciencia de la
Información, Química, Estadística, Paleoecología, Paleografía, Paleontología, Paleozoología y Paleobotánic
a.
En Estados Unidos e Inglaterra, la arqueología ha sido siempre considerada como una disciplina
perteneciente a la antropología. En efecto, mientras que la antropología se centra en el estudio de las
culturas humanas, la arqueología se dedica al estudio de las manifestaciones materiales de dichas culturas.
De este modo, en tanto que las antiguas generaciones de arqueólogos estudiaban un antiguo instrumento
de cerámica como un elemento cronológico que ayudaría a ponerle una fecha a la cultura que era objeto de
estudio, o simplemente como un objeto con un cierto valor estético, los antropólogos verían el mismo objeto
como un instrumento que les serviría para comprender el pensamiento, los valores y la cultura de quien lo
fabricó. Sin embargo, en la mayoría de los países, la arqueología ha estado más unida al estudio de la
historia; en un principio como ciencia auxiliar de la historia del arte, y luego de la historiografía en general.
Con el paso del tiempo se ha dejado de lado la tradicional visión de la arqueología como una de las ciencias
auxiliares de la historia. En la actualidad, la arqueología es considerada una ciencia histórica autónoma;6 es
decir sería una de las distintas disciplinas históricas.
La arqueología es una de las principales ciencias del karst objeto de la espeleología, ocupándose de los
yacimientos en cavidades subterráneas.7
Su principal objetivo es el estudio de los cambios en la organización social, así como la diversidad del
comportamiento humano (económico, político, ideológico) en el pasado. Esto normalmente se logra a través
del estudio de restos materiales en contextos espaciales y temporales definidos. Es por este motivo que la
arqueología tiene, en primer lugar, un particular interés en la definición clara de secuencias temporales
(divisiones diacrónicas), que se concretan en periodos; aunque hay arqueólogos que tienden a
especializarse en un periodo, también prestan atención a sucesos previos y posteriores a ese periodo; a
este patrón constituye una excepción la arqueología urbana, donde no resulta posible establecer divisiones
temporales o diacrónicas. En segundo lugar, la arqueología centra su atención en marcos espaciales
concretos (divisiones sincrónicas) tales como «regiones» o unidades políticas, «sub-regiones» o
comunidades, y «áreas locales-yacimientos» o unidades domésticas y sus restos asociados (lugares de
actividad, tumbas, entre otros). A diferencia de la Historia, secuencias temporales profundas y diversidad de
espacios la proveen de variadas y complementarias escalas de análisis, rasgos únicos que le permiten
reconstruir y dar explicaciones acerca de los cambios sociales y la diversidad de la organización social
humana.
La Arqueología ha cruzado un largo camino que inicia desde la búsqueda de ciudades antiguas o perdidas,
identificación de grupos humanos con características particulares, hasta encontrar y coleccionar objetos
desconocidos, permitiendo así la realización proyectos de investigación comprometidos con el entorno
social y político de un país, debido a que por legislación el patrimonio arqueológico es considerado como
una herencia del mismo, que se debe preservar y estudiar, generando modelos imaginarios que identifican
diversos aspectos del pasado que serán proyectados en el futuro.8
La investigación arqueológica ha estado relacionada fundamentalmente a la Prehistoria y a la Antigüedad;
sin embargo, durante las últimas décadas la metodología arqueológica se ha aplicado a etapas más
recientes, como la Edad Media (arqueología medieval), la Edad Moderna (arqueología postmedieval) o el
periodo industrial. En la actualidad, los arqueólogos dedican ocasionalmente su atención a materiales
actuales, investigan residuos urbanos, con lo que está naciendo la denominada arqueología industrial.
La arqueología se desarrolló a partir del Anticuario en Europa durante el siglo XIX, y desde entonces se ha
convertido en una disciplina que se práctica en todo el mundo. Desde su desarrollo temprano, varias
subdisciplinas específicas de la arqueología se han desarrollado, incluida la arqueología marítima,
la arqueología feminista y la arqueoastronomía, y se han desarrollado numerosas técnicas científicas
diferentes para ayudar a la investigación arqueológica. Sin embargo, hoy en día, los arqueólogos se
enfrentan a muchos problemas, como el manejo de la pseudoarqueología, el saqueo de artefactos, la falta
de interés público y la oposición a la excavación de restos humanos.

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