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4 Cosas que no sabías sobre tu madre y son clave para tu felicidad: [por Mónica

Giraldo] 

 Tu éxito es tu madre
 Tu cuerpo es tu madre
 El dinero es tu madre
 La pareja la encuentras en tu madre.

Introducción

Estas comprensiones las saca la psicóloga, microbióloga [Mónica Giraldo] de Bert Hellinger,
su trabajo como consteladora y su crecimiento personal a lo largo de 15 años de trabajo con
distintas metodologías y orientaciones.

La importancia de la madre y de lo que él [Bert Hellinger] llama “tomar a la madre” son


elementos fundamentales en la felicidad de todo ser humano.

¿Qué significa y qué implica esto? ¿Y qué debemos hacer a nivel práctico para
lograrlo?

La respuesta a cómo tomar a la madre es menos un “hacer” y más un cambio en cómo verla
a ella y de ver a la vida misma, que tiene un efecto práctico positivo que para muchos genera
cambios en su vida, en su bienestar, en sus relaciones, en su prosperidad.

El 1er. elemento que hay que tomar en cuenta, aquí, es abrirse a ver las cosas de una nueva
forma.

El 2do. elemento: meter en una cajita todas las ideas que tienes respecto a tu madre y a la
vida. Respecto como todo debió haber sido, cómo tu historia debió transcurrir. Por este
momento, deja de lado tu historia, tus peros, tus reclamos, respecto a tu vida y a tu madre. La
idea no es que niegues esto o negar lo que fue, sino que nos abramos a incluir nueva
información. El propósito de Mónica no es cambiar nuestras ideas, sino que introduzcamos
nuevas ideas que sumadas a las anteriores nos permitan ver de forma más amplia y vivir
mejor.

Las 4 Cosas:

 Tu éxito es tu madre
 Tu cuerpo es tu madre
 El dinero es tu madre
 La pareja la encuentras en tu madre
1. En el contexto más amplio de la vida misma el éxito es sobrevivir y pasar la vida a la
siguiente generación. Esto es lo único que ha permitido que estemos aquí hoy participando
de cada minuto de nuestra vida. En ese sentido tu madre ya es exitosa, pues ella logró pasar
la vida y tú eres literalmente el éxito de tu madre. O sea que todos, sin excepción, ya somos
exitosos, somos el éxito de nuestras madres en lo que a la vida se refiere. Mónica nos invita
a reflexionar si hay algo más grande y más importante que la vida. Si mañana supieras que
ya no vas a estar vivo/a “¿qué sería lo más importante que tienes hoy?”… la vida o lo que
hayas aportado a la vida. Todo lo demás desaparece, pierde relevancia. Soy exitosa/o por el
hecho de haber nacido y de estar viva/o. Cuando puedas reconocer que el éxito ya eres tú
mismo/a, el éxito de tu madre y por lo tanto de la vida misma, vas a poder expresar ese
mismo éxito en lo que sea que quieras ser, hacer o tener, sin excepción, sin posibilidades de
perder o fracasar. Si tus sentimientos y tu historia con tu madre te impiden hacer este
reconocimiento, por lo menos por ahora, sólo enfócate en este aspecto biológico previamente
explicado.

Propuesta: Hacer un ejercicio de priorización. Haz una lista de las cosas más importantes
que te hayan sucedido en la vida, las que tú consideras que son más relevantes. Mínimo diez
eventos que tú consideres los más importantes y significativos. Cuando tengas la lista,
organiza los eventos por orden de importancia; desde el más importante hasta el menos
importante de todos. Encima del primero que hayas escogido escribe: “El evento más
importante de mi vida es que mi madre hubiera tenido un embarazo exitoso, que me sostuvo
en su vientre y logró que yo naciera vivo/a y sobreviviera, hasta hoy”. Escribiendo esto de
primero compara este hecho con cualquiera de los otros de la lista y reconoce cómo ese es el
éxito más grande de tu vida y sin ese los demás, simplemente, no existirían. Además, es
curioso, porque es tu éxito, pero no hiciste nada para tenerlo. Simplemente tu mamá lo logró
por ti. Tú eres la encarnación de ese suceso. También puedes usar esta idea cuando estés
pasando por algún momento difícil en el que no te sientes tan optimista. Recuerda que eres
el éxito de tu madre, recuerda que estás vivo/a y agradece.

2. La segunda cosa que no sabías sobre tu madre y es clave para tu felicidad es que tu
cuerpo es tu madre. La vida que pulsa en cada célula de tu cuerpo y tu capacidad de
conectar con ella y sentirte cómodo en tu cuerpo tiene relación directa con el vínculo con tu
madre, tu incomodidad o disgusto con tu cuerpo o la forma en que luces tiene relación con
aspectos de tu madre con los que estás en pelea o desacuerdo. A medida que te sientes más
cómodo con la madre que te tocó, te puedes acomodar en tu cuerpo e inclusive verte y lucir
mejor. La desconexión del vínculo con la madre se presenta en los procesos de salud y de
enfermedad. En la enfermedad te encuentras en desconexión con el vínculo materno y por lo
tanto en desconexión con la vida. “Tomar la madre” es sinónimo de salud y de vitalidad.
Lo femenino se relaciona con tu capacidad de ser y estar sin necesariamente hacer. La
fortaleza que te acompaña cuando simplemente estás siendo en un espacio vacío donde no
se requiere que hagas nada; eso es pura fuerza femenina. Para poder experimentar esa
sensación necesitas poder entrar en tu cuerpo, sentir las sensaciones y las emociones que se
mueven ahí y que cambian constantemente. ¿Es difícil para ti practicar el no hacer, el estar?
Puede ser un gran reto, pero a la vez un gran descubrimiento.  Tu incomodidad con el cuerpo
es un reflejo de tu incomodidad con otros aspectos de tu vida, también, porque la madre es la
vida. Cuando comienzas a estar más cómodo y menos de pelea con tu madre, estar con tu
cuerpo y contigo mismo se vuelve más sencillo, entonces puedes estar más en relación con
el momento presente y darle verdadera relevancia a tus decisiones basándote en lo que
sientes aquí y ahora y lo que es cómodo para ti. Puedes confiar en la sabiduría de lo que te
transmite tu cuerpo, que no es más que la sabiduría de la vida misma, que llego a través de
tu madre mediante el proceso de gestación. Tu vida sucede en tu cuerpo y en el cuerpo de tu
madre llegaste a la vida. Este es un hecho no sólo trascedente sino tan físico como cada
célula que te da forma. Para anclar esta idea puedes antes de irte a dormir por las noches,
permitirte sentir todas las sensaciones albergadas en tu cuerpo. Lleva tu atención a todas
ellas. Poco a poco siente cómo te vuelves más pequeño y más pequeño, hasta que eres un
feto en el vientre de tu madre. Imagina cómo fue el momento en que sólo eras una célula, un
óvulo fecundado por un espermatozoide y cómo ésta célula viene del cuerpo de tu madre.
Reconoce cómo tu cuerpo y el cuerpo de tu madre eran uno sólo y en esa consciencia
permítete quedarte dormido/a y si lo sientes tal vez puedas sentir gratitud por tu cuerpo y de
dónde viene.

3. La tercera idea es, el dinero es tu madre. Bert Hellinger dice que la relación que tienes con
el dinero refleja la relación que tienes con tu madre. Que puedes observar tus diálogos sobre
dinero y extrapolarles a diálogos sobre tu relación con ella. Por ejemplo: cuando dices “ no
tengo dinero” estás diciendo “no tengo mamá”. Cuando dices “el dinero no es suficiente”
estás diciendo: “mi mamá no es suficiente”. El dinero es una representación física, tangible
de la abundancia y la prosperidad, es el medio por el cual, en la actualidad, puedes acceder a
todo lo que satisface tus necesidades básicas y de todo nivel. O sea que de lo que hablas
cuando hablas de dinero es de dicha y abundancia. Y la madre es la representación perfecta
de lo que es un estado pleno y de abundancia & tu desconexión de ella te lleva a
experimentar escasez, es decir, abundancia de escasez, a todo nivel. Desde que eras una
célula empezaste a tomar de mamá, tomaste nutrientes, oxígeno, agua, calor, la protección
del entorno. Y, desde ese instante, tuviste acceso a todo lo que necesitabas para vivir. Por 9
meses, más o menos, tomaste a cada segundo y siempre hubo más que suficiente para
satisfacer tus necesidades, así evolucionó la gestación. Fue suficiente todo lo que recibiste
sino no estarías vivo/a. Si es suficiente en el vientre materno, es suficiente fuera de él.
Reconocer lo que tu madre te dio y que fue suficiente, no malo, bueno, inadecuado es lo más
importante para empezar a sentirte lleno, completo y satisfecho. Si estás en el modo niño/a
sigues esperando de tu madre que algo venga, por lo tanto, de la vida. Si estás en modo
adulto, estás consciente de que la vida ya te lo dio todo y que te corresponde a ti decidir qué
haces con eso. Si comienzas reconociendo ese hecho, que lo que mamá te dio fue suficiente,
no necesitas mucho más para que empieces a experimentar que en la vida lo que tienes es
más que suficiente, mucho más que suficiente.

Propuesta: como ejercicio escribe sobre un papel todas las ideas que tienes sobre el dinero.
Sé honesto/a y reconoce todo aquello que dices y te dices al respecto y escríbelo tal cual
como sale de ti en tus peores momentos. Que no hay dinero, no hay plata, la vida es escasa,
el dinero es para los ricos, lo que sea. Cuando ya lo hayas hecho, cambia todas las palabras
“dinero” o “plata” por “madre” o “mamá”, como le digas. Luego reconoce la relación que estas
frases van teniendo con tu vida, la historia y los diálogos que tienes en relación a ella. A
veces la redacción no te va a salir perfecta o a veces no entiendes lo que significa una frase.
En ese caso particular es importante que prestes atención, porque cuándo sientes que no
entiendes o no puedes ver es más que evidente que hay algo ahí que puedes encontrar. Vas
a ver que los diálogos que tienes sobre dinero son realmente diálogos que tienes con tu
madre. Puedes empezar a reconocerlo, a aceptar que fue suficiente, más que suficiente y por
lo tanto es más que suficiente en tu vida cotidiana.

4.  La pareja la encuentras en tu madre. Tu madre acogió lo masculino en ella para poderte
dar la vida y sostenerla en su vientre. El primer paso, entonces, es reconocer el acto de
mamá. El movimiento de apertura y toma de tu padre; si asientas a esa toma de tu padre,
estás haciéndolo por ti también. Así podrías acceder a la posibilidad de vivir en pareja. No
importa si eres hombre o mujer, el movimiento es el mismo. Así como tu madre se abrió al
semen de tu padre para crearte, así tu puedes abrirte a tomar a tu padre. Esto te abre a tener
pareja. Cuando te pones en contra de este movimiento de tu madre, esto se ve reflejado en
tus relaciones de pareja, inmediatamente. Si estás en desacuerdo con las relaciones de tus
padres, si te pones de parte de uno o te crees mejor que ellos, si crees que tu mamá escogió
mal o que uno de ellos se porta mal con el otro; esto se refleja inmediatamente en tu relación
de pareja. En cualquiera de estos casos estás negando el movimiento que te dio la vida y por
lo tanto te estás negando a ti misma este movimiento.

El movimiento relevante es el de la madre, considerar el movimiento de tu madre.  Para que la


vida suceda lo femenino tiene que acoger a lo masculino completo.  Si algo falta, no hay vida.
El movimiento que lleva a la vida de pareja es, entonces, el acoger al otro completo sin
excepciones, excusas, condiciones, tal y como es; este movimiento lleva a la vida de pareja.
Cualquier movimiento parcial va a tener un efecto. Cuando no hay movimiento la pareja
simplemente no aparece.
Propuesta de ejercicio: Haz una lista de todo aquello que no toleras en una pareja y todo lo
que consideras que debería tener una pareja. Es una especie de lista de requisitos. Si
comparas tu lista con tu pareja o ex parejas notarás que si te costaba aceptar totalmente a
tus parejas es porque esperabas que se ajustara a un parámetro, a una expectativa o a un
deseo tuyo.

Toma a tu pareja tal y como es. Es importante llevar a la gente al corazón tal cual y como ella
es. Inclusive si no te gusta su forma de ser o si consideras que debería ser de otra manera.
¿Puedes tomarla cómo es? Tomar a otra persona cómo es no significa que te vas a
relacionar con ella o reconciliar con ella, no es a nivel de la relación externa, es a nivel de tu
relación interna con esa persona. Es una forma de dejar estar de pelea con cómo esa
persona es y aceptarla totalmente a la persona como sí es. Sólo reconoce tu nivel de
dificultad con esto en cada relación. No hace falta que hagas nada con esto, con que te des
cuenta es suficiente.

Y ya para cerrar puedes intentar hacer el ejercicio con tu madre. Tomar a mamá en el
corazón tal cual, y cómo ella es, sin cambiar nada de ella y de su historia
contigo. Dependiendo del nivel de dificultad que tengas con esto se notará el nivel de
dificultad que tienes para relacionarte con la vida, por lo tanto, con el éxito y la felicidad.

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