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Antecedentes de la banca en Nicaragua.

A finales del siglo XIX (1888), aparecieron los primeros bancos comerciales en
Nicaragua, siendo éstos el Banco de Nicaragua y el Banco Agrícola Mercantil. El
primero fue transformado en el “Bank of Nicaragua Limited” con casa matriz en
Londres para luego incorporarse al “London Bank of Central América Limited” y
continuó operando como sucursal extranjera

A inicios del siglo XX, por medio del Decreto Presidencial de 6 de junio de 1911, el
Gobierno de Nicaragua autorizó una concesión bancaria a favor de los banqueros
Brown Brothers & Company de Nueva York, por la cual, se constituiría una
Corporación Bancaria con participación accionaria, tanto de la República de
Nicaragua, como de los banqueros norteamericanos, la que funcionaría bajo las
leyes de Estados Unidos de América. Este banco, surgió con el nombre de “Banco
Nacional de Nicaragua, Incorporado” o “National Bank of Nicaragua, Incorporated”,
dando inicio a sus operaciones en 1912 y la sede principal estaba en la ciudad de
Managua. Este Banco, además de realizar las actividades propias, contaba con
los derechos, franquicias, concesiones especiales y exclusivas que tenía el
“National Bank of Nicaragua”. Asimismo, fungía como Agente Fiscal y Pagador del
Gobierno de Nicaragua y depositario de sus fondos, encargándose además, de
poner en práctica el Plan Monetario y ser el emisor de billetes de bancos. Es decir,
desarrolló funciones de Banco Central.

Contando siempre con la colaboración de banqueros norteamericanos en su


administración, en 1924 el gobierno de Nicaragua compró la totalidad de las
acciones del “Banco Nacional de Nicaragua”, lo que provocó mucho temor en la
economía nicaragüense, creándose rumores de inflación y muchos depositantes
particulares comenzaron a retirar sus fondos. Sin embargo, la alarma cesó ante el
ofrecimiento de los banqueros norteamericanos de avisar con suficiente
anticipación, si llegaba el caso de la decisión de retirarse de los puestos y que
mientras tanto retendrían y garantizarían con dinero en efectivo el cien por ciento
del monto de los depósitos particulares. Además, el gobierno de Nicaragua
aseguró mantener la moneda nacional (Córdoba) a la par del dólar.

No obstante, fue hasta en el año 1940, cuando por medio de un Decreto-Ley, el


“Banco Nacional de Nicaragua” fue completamente nacionalizado. Es decir,
pasaba a ser patrimonio de la República de Nicaragua, como ente autónomo de
dominio comercial del Estado y con una Junta Directiva compuesta por
nicaragüenses residentes en Nicaragua. El Banco Nacional de Nicaragua tenía
funciones de: Banco Central, Banco Comercial, Banco Agrícola y Banco de
Comercio Exterior.

Sector Financiero de Nicaragua.-

Según Cárdenas y Mendieta (2011), a inicios de los 90´s el Sistema Financiero


Nicaragüense experimentó una expansión influenciada por el ingreso de la banca
privada, que resultó de cambios estructurales derivados de reformas en la
Constitución Política y la creación de la Superintendencia de Bancos y Otras
Instituciones Financieras (SIBOIF).

La expansión de la actividad bancaria, en Nicaragua, no fue acompañada por una


buena gestión de riesgos de parte de la Superintendencia de Bancos y Otras
Entidades Financieras, lo que provocó una crisis bancaria a finales de esa década.
El resultado fue la quiebra de 8 bancos, incluyendo tres bancos estatales.

Al finalizar 2010, después del cierre voluntario de HSBC y de la quiebra de Banex,


operaban en Nicaragua 6 bancos privados y dos financieras autorizadas por la
SIBOIF. La cartera de crédito de estas intermediarias representaba 35.3 por ciento
del PIB proyectado para ese año.

Actualmente, el Sistema Financiero Nacional, está integrado (6) Bancos privados,


entre ellos, Banpro, Lafise Bancentro, BAC, BDF, ProCredit y Citi Bank Nicaragua
(Miembro del Grupo Financiero Ficohsa en el caso de Nicaragua-), (3) Financieras
Reguladas; Fama, Fundeser y Finca Nicaragua y (1) Banco estatal, conocido como
Banco Produzcamos, que se encuentra en proceso de conversión a capital mixto.

Existen otros actores en el mercado financiero, conocidos como instituciones de


Microfinanzas (IMF´S), las cuales están orientadas a atender segmentos de
mercados muchos más informales que los clientes, generalmente, atendidos por la
Banca Comercial. Para este sector no se dispone de información oficial, más que
la generada por ASOMIF y CONAMI, la cual a su vez no tiene la rigidez regulatoria
como el marco normativo establecido por la Superintendencia de Bancos y otras
entidades financieras, por lo anterior, se excluyen las cifras de estas entidades del
presente estudio.

Según Cárdenas y Mendieta (2011), el Sistema Financiero Nicaragüense es el


más pequeño de la región, ya que a febrero de 2011 los activos representaban 4.8
por ciento de los activos totales del Sistema Bancario de la Región. La Banca
Nicaragüense al igual que el resto de la región, destina la mayor parte de sus
recursos al otorgamiento de créditos (la cartera de crédito representa cerca de
58% de los activos totales).

En Nicaragua, los bancos han optado por recomponer su portafolio de activos,


destinando en los últimos dos años un alto porcentaje de activos a inversiones en
valores (23.5% a marzo 2011), particularmente en los valores emitidos por el BCN
y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP), esto último permite
canalizar la liquidez excedente en inversiones temporales, con el fin de no afectar
la rentabilidad o margen de intermediación de los bancos, por el costo de capital
que suponen los depósitos (obligaciones con el público).

La evolución de la cartera de crédito neta, en los últimos 8 años, ha presentado


ciclos de expansión y contracción en el comportamiento de la colocación de
créditos netos. El crecimiento del crédito en la región (BIS Papers No. 33), se ha
caracterizado por ciclos de expansión y recesión, particularmente en los países
que cuentan con un nivel de crédito bancario bajo en relación con el PIB.

En lo que respecta, a créditos comerciales, el denominado movimiento no pago,


que surgió en Marzo 2008, genero un freno en la colocación de créditos
agropecuarios en la Banca Comercial, afectando así la morosidad de la cartera.
Para 2009, la situación del Sector Financiero, sugiere estabilidad y normalización
de la liquidez.

El Informe de Estabilidad Financiera, (BCN, Julio 2013), indica que se ha


registrado una reclasificación de los componentes del activo, en el cual los bancos
están deshaciéndose de inversiones y están des-acumulando disponibilidades,
para liberar recursos y colocarlos a través de créditos. Así, la relación crédito a
PIB, también está regresando a los niveles pre-crisis. La dinámica de crecimiento
interanual de la cartera de crédito neta, alcanza un comportamiento galopante de
17.63% con respecto a las cifras de 2010.
El Informe Monetario y Financiero (BCN, Diciembre 2010), expresa que la banca
canalizó recursos hacia el crédito de forma importante, caracterizando a Diciembre
como el mes más dinámico del año. De esta manera, se consolida el cambio en
tendencia observado desde Septiembre 2010, donde las entregas se hicieron
mayores a las recuperaciones. La entrega neta de crédito se concentró en el
sector comercial (C$907 millones), un comportamiento típico de la época
navideña. El crédito agropecuario también tuvo un impulso substancial. El único
sector que mostró una contracción fue el de tarjetas.

En 2012 el crecimiento fue de 28.20% con respecto a 2011. Según datos del
Informe Monetario y Financiero (BCN, Diciembre 2010), el ritmo de expansión del
crédito en 2012 se ha aminorado, al pasar de tasas de crecimiento de 32.8 por
ciento en su punto máximo, a tasas de 28.6 por ciento al cierre de Noviembre
según datos de balance. Las mayores entregas de crédito se observaron en el
sector de consumo (C$ 539.9 millones) y en el sector comercial (C$422 millones).

Los datos de la Evolución de la cartera de depósitos, demuestran que existe


confianza de parte de los agentes económicos, en la Banca Comercial, lo que ha
favorecido la tendencia creciente de las obligaciones con el público, en los últimos
8 años. Las obligaciones con el público constituyen la principal fuente de fondeo
de la Banca Comercial.

La brecha observada entre la cartera de crédito neta y las obligaciones con el


público, en cierta medida, pone en perspectiva las disponibilidades, en el sector
financiero, para movilizar dichos recursos a los sectores económicos del país. Sin
embargo, la profundidad del crédito sigue siendo baja, debido a que los
principales Bancos Comerciales, se enfocan en actividades y empresas de alta
productividad, desarrollo empresarial y capacidad de otorgar garantías reales.
Analizar el grado de concentración, permite identificar las fuentes de fondeo y uso
del crédito, con el objetivo de ampliar la oferta de crédito, ante una demanda de
financiamiento aún no cubierta, logrando así mayor profundidad crediticia.

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