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Segundo Parcial

Poder, Estado y Dominación

Jorge Andrés Restrepo

El Deseo Americano de Paz. Reformismo de López Pumarejo

La revista del Banco de la República publicó el 20 de abril de 1936 una correspondencia que
denominaron, de largo alcance internacional1, intercambio de cartas entre Franklin D. Roosevelt
y Alfonso López Pumarejo, quien fuera presidente de Colombia en dos periodos (1934-1938 y
1942-1945). En la correspondencia mencionada se ve claramente una interacción entre posturas
que contribuyeron a una necesidad del establecimiento de relaciones y de una conferencia
Interamericana para sentar la paz entre los países del hemisferio y de esa manera una pretensión
de mayor estabilidad económica, urbana e industrial del país. A esto se le acompaña un anhelo
por parte de López Pumarejo por ejecutar transformaciones en distintos ámbitos sociales,
laborales y de propiedad, por lo que su gobierno fue conocido como “La Revolución en
Marcha”.

Ahora bien, se deben considerar tres momentos importantes para poder leer esta correspondencia
no solo como un intercambio de cartas, sino en torno a la realidad transformadora que estaba
ocurriendo en Colombia. En este sentido, es válido saber cuál es el primer momento, este atiende
a observar a López Pumarejo como un reformador y cómo se plasma eso en la correspondencia
usada para este trabajo. Un segundo momento se aproxima al problema de la tierra como un
factor que permite dinamizar el periodo de la Violencia en el país. En tercer lugar, se debe
considerar en tanto el segundo periodo de López como una etapa de consolidación de las
reformas que no hizo, teniendo en cuenta lo que le iba a servir de base a Alberto Lleras,
presidente entre 1945 a 1946 y 1958 a 1962.

En la carta de contestación, López Pumarejo advierte a Roosevelt acerca de una estabilidad


económica e industrial para la paz, por supuesto, su primer periodo presidencial estuvo marcado
1
Por considerar que la carta dirigida por el Presidente Roosevelt a los gobernantes de los países americanos sobre la
reunión de una Conferencia Interamericana en Buenos Aires y que la respuesta dada a dicha carta por el Presidente
de Colombia, doctor Alfonso López, constituyen dos documentos de especial trascendencia y que están llamados a
alcanzar una vasta significación histórica, queremos dejarlos consignados en las páginas de esta Revista, a tiempo en
que se han publicado en Washington todas las respuestas de los Presidentes americanos, entre las cuales se ha
concedido a la del presidente López, según lo informa el cable un largo alcance internacional. (Revista del Banco de
la República, 1936 Pág. 122)
por fuertes aproximaciones reformistas que se planteaban en un periodo de tiempo corto,
haciendo así alusión al nombre de “Revolución en Marcha” 2. Empero, tal como se evidencia en
la presente edición de la Revista del Banco de la República, había un afecto por las políticas
reformistas del New Deal, cuestión que se evidenciará con mayor ahínco en el tercer punto,
causando así una relación directa de dependencia, Ianni lo expondría de manera muy acertada 3.
Los efectos que esta relación cercana traen para el primer gobierno de López Pumarejo hacen
que su gabinete esté compuesto por gente relativamente joven y liberales de una facción similar a
la suya es así como Toscano lo expresa al decir que:

“El proceso vivido entre 1934 y 1938 en Colombia no fue una revolución en el sentido literal de la
palabra, y tal como lo indicaba el nombre dado al mismo. En efecto, no era éste el objetivo principal que
buscaban sus principales promotores, Alfonso López Pumarejo, Alberto Lleras Camargo y Darío
Echandía.” (Toscano, 2010, pp.156)

También es interesante decir que las operaciones de Roosevelt no serían apenas lejanas de un
deseo de inmiscuirse en Colombia, los deseos norteamericanos aludían a ver el país como un
centro de extracción fuerte de materias primas, por lo que sus conversaciones no se presentaron
de manera única con López Pumarejo, sino que también se hicieron sentir en el partido
conservador y una marcada reticencia a la colaboración con Laureano Gómez, Caballero, un
ilustre escritor develaría que:

"Pero el presidente norteamericano Franklin Roosevelt inventó la Política del Buen Vecino para pastorear
las repúblicas americanas contra la posible tentación germanófila, cuyo influyente representante en

2
“El gobierno de Alfonso López, elegido en 1934, asumió de forma inmediata el propósito de reformar la carta
constitucional, y desde septiembre presentó al Congreso diversos proyectos en esta dirección. Él mismo bautizó su
primer gobierno como el de la “La Revolución en Marcha”. (Toscano, 2010, pp.156)
3

"En varios aspectos, el populismo latinoamericano parece corresponder a una etapa específica en la evolución de las
contradicciones entre la sociedad nacional y la economía dependiente. La naturaleza del gobierno populista (que es
donde se expresa más concretamente el carácter del populismo) está en la búsqueda de una nueva combinación entre
las tendencias del sistema social y las determinaciones de la dependencia económica. En ese contexto, las masas
asalariadas aparecen como un elemento político dinámico y creador. Las masas populistas (por sus acciones, tanto
como por la forma como son manipuladas) hacen posible la reelaboración de la estructura y las atribuciones del
Estado. Según las determinaciones de las propias relaciones sociales y económicas, en la época del populismo el
Estado revela una nueva combinación de los grupos y clases sociales, en el ámbito nacional y en las relaciones
externas. El colapso de las oligarquías liberales o autoritarias constituidas en el siglo XIX, junto con las crisis del
imperialismo europeo y norteamericano, abren nuevas posibilidades para la reorganización del aparato estatal, esto
es, del Estado como una sociedad nacional. Así las masas aparecen como un elemento político importante y a veces
decisivo." (Ianni, 1975, pp. 110)
Colombia era Laureano Gómez, jefe casi indiscutido del Partido Conservador: sus únicos competidores
eran los llamados “Leopardos”, más fascistas que nazis." (Caballero, 2018, pp. 7)

Un segundo momento tendría al problema de la propiedad de la tierra como un catalizador de la


Violencia en el país, no solo por su condición de privatización de la misma y de los grandes
latifundios, sino por las problemáticas a nivel de jerarquías comerciales e industriales que se iban
a presentar por las reformas de López Pumarejo. En este sentido, la paz que era solicitada por
Roosevelt y que el presidente colombiano planteaba para el resto de países de América, era un
establecimiento de la estabilidad en tanto que promotores de reformas donde se evidenciaran los
puntos centrales de los problemas locales, es por ello que López es insistente en su respuesta al
decir que sí quiere que se realice la conferencia Interamericana.

La ley 200 de 1936 sería vista por muchos hacendatarios y terratenientes como una amenaza por
su acumulación de grandes extensiones de tierra, problema que se traduciría en discordias contra
López y parte de su gabinete. Sin embargo, en la correspondencia vista -donde las fechas develan
la anterioridad a la ley de tierras- se observa un diálogo que propone López en torno a la
colaboración por parte de Estados Unidos con respecto a la estabilidad económica y a la ayuda
para el pequeño propietario, entendiendo que hay unas lógicas distintas que obedecieron y aún
siguen obedeciendo al contexto colombiano, dinámicas que López Pumarejo diría en la carta
cuando menciona que: “La desigualdad de nuestras condiciones en lo geográfico, como en lo
económico y en lo político, no llevarían a estas repúblicas a sentarse cómodamente a una mesa
redonda.”(Revista del Banco de la República, 1936 Pág. 123)

Para darle una finalización a este segundo punto, es menester entender una naturaleza de la
Violencia en tanto que periodo histórico comprendiendo uno de sus puntos como lo fue el
problema que la ley 200 ejemplifica, la coyuntura radicaría en una nueva manera de entender lo
que el presidente estadounidense dejaría por sentado en su correspondencia como un
restablecimiento de la paz en todo el continente 4. En aras de entender ese entramado de problema
de la Violencia, Guzmán y otros autores entienden esta relación como un deseo del propietario
de no perder su condición de tal5.

4
Ibid Pág. 122
5
Pero ocurre que en Colombia durante la "violencia" el propietario sin perder su condición de tal, muchas veces
dejó de serlo en la práctica; mientras que los arrendatarios y mayordomos se convirtieron, sin llegar a ser
propietarios, en verdaderos usufructuarios de la propiedad, más la de otros. Esta confusión y deformación de roles es
una de las características del tipo de disfunción a que nos venimos refiriendo. La conducta de estas personas
El tercer y último punto a desarrollar es el que precisa a una posible herencia a Alberto Lleras,
quien sería una especie de continuador de López Pumarejo debido a las contiendas de tipo
partidistas vividas en 1945, segundo periodo del hondano donde quería materializar las reformas
que no hizo en su primer gobierno. Es por ello que Tirado Mejía establecería una cierta relación
con el New Deal y el deseo reformista al decir que:

“En muchos aspectos su política se inspiró en el New Deal, de Franklin D. Roosevelt, con quien cultivó
amistad y vino a ser un socio privilegiado de la política del Buen Vecino preconizada por Roosevelt. En
1945 dio las instrucciones que sirvieron de base a la brillante participación de su ministro, Alberto Lleras,
en la Conferencia de Chapultepec y en la de San Francisco, en la que se constituyó la ONU.” (Tirado
Mejía, 1969)

Las aproximaciones reformistas de López serían la clave para pensar las palabras que le entrega
a Roosevelt, ya que allí, queda muy bien expresado este último punto, donde hay una influencia
directa de Estados Unidos, principalmente en las políticas de tipo social y liberal, además,
establecería la apertura para una novedosa morfología de las ciudades cuyas pretensiones eran
industriales, así como el máximo aprovechamiento de la tierra. Además de esto, una marcada
tendencia al deseo de reformar la industria en favor de acabar con las guerras civiles que de
antaño habían perjudicado a la nación colombiana, esta situación se vislumbra a manera de
escala ejemplar, tal como se puede relacionar con Anderson:

“En esta fase el acento ideológico recayó sobre la exaltación de los valores de la nación en cuanto tales.
Sin embargo, la característica fundamental de esta fase consiste en que, durante la misma, se
desarrollaron las nuevas fuerzas económicas del modo de producción capitalista. Ahora existía de verdad
una industria moderna, con todo su poder de autopropagación y de expansión a través del mercado
mundial y con todas las ventajas de la mecanización de los medios de coerción y de comunicación, de los
que podían disponer los vértices de comando tanto de las fuerzas armadas como del Estado. Gracias al
desarrollo de esta moderna industria capitalista ya no era necesario acudir, como en el primer ciclo de

encontró legitimación y estímulo en grupos colocados a diversos niveles de integración, pero con vínculos
sistémicos más o menos efectivos. Sus fines no eran los formales de buscar el lucro "democráticamente" o
respetando el derecho de los demás; por el contrario, sus fines eran derivados hacia la acumulación descarada de
riquezas y de poder en perjuicio de determinados grupos y personas, muchas veces por consignas impartidas, como
la de la homogeneización y polaridad políticas. Todo ello alcanzado dentro de los lineamientos formales de la
institución económica.
Estos son casos intra-institucionales de disfunción. Pero esta ocurre también en las relaciones inter institucionales y
en los vínculos sistémicos de diversos niveles de integración. (Guzmán y otros, 1962, pp. 403)
revoluciones, a la movilización de las energías populares ni a la violenta lucha política contra el viejo
orden.” (Anderson, 1983, pp. 11)

Aproximaciones Finales

Para concluir, resulta importante observar que la correspondencia entre López y Roosevelt
significó una conversación guiada por un deseo americano de paz, que se ve constantemente
direccionado a una necesidad de establecer políticas y reformas al interior de los países
latinoamericanos para concretar un dialogo constante con los Estados Unidos, no es en vano la
ocupación del gabinete de López Pumarejo por personas que a los ojos del tradicional partido
liberal nacional se vieran como figuras que amenazaban las bases del partido y el poder de
propiedad de muchas tierras.

Por último, es interesante visualizar las perspectivas de López Pumarejo en tanto que una de las
grandes figuras de la política colombiana del siglo XX. Esto hace repercutir, por ejemplo, en un
autor como Eastman6 quien se ha dedicado a su biografía, investigación que hace problematizar
aún más la figura del presidente liberal. En este orden de ideas, es válido mencionar que las
pretensiones reformistas de López no solo podrían establecerse en el marco de un ascenso del
liberalismo al poder colombiano, sino que representaba toda una serie de pensamientos de fuera
del país y a su vez estaban en el marco de una rápida industrialización, urbanización y
reivindicación de los sindicatos, entre otros deseos reformadores.

Fuentes Primarias

Revista del Banco de la República (1936) “Las proyecciones de la Conferencia Interamericana.


La carta del Presidente de los Estados Unidos de América y la respuesta del Presidente de
Colombia.” (pp. 122-124) En REVISTA DEL BANCO DE LA REPÚBLICA. Año IX Bogotá,
abril 20 de 1936 No. 102

6
Eastman Vélez, Jorge Mario (2004) “Alfonso López Pumarejo 1886-1959” Boletín de historia y antigüedades,
ISSN 0006-6303, Vol. 91, Nº 824 (pp.129-142). En Academia Colombiana de Historia
Bibliografía

Toscano Mora, Óliver (2010) “Los dos gobiernos de Alfonso López Pumarejo: estado y reformas
económicas y sociales en Colombia (1934-1938, 1942-1945)” (pp. 151-171) En Apuntes del
CENES ISSN 0120-3053 Vol. XXIX - Nº. 50, II Semestre de 2010

Guzmán, Fals Borda y Umaña (1962) CAPITULO XIII “El Conflicto, la Violencia y la
Estructura Social Colombiana” (pp. 399-421) En MONS. GERMAN GUZMAN CAMPOS,
ORLANDO FALS BORDA, EDUARDO UMAÑA LUNA. LA VIOLENCIA EN COLOMBIA
Estudio de un Proceso Social. TOMO I, Segunda edición. EDICIONES TERCER MUNDO 456
p.

Eastman Vélez, Jorge Mario (2004) “Alfonso López Pumarejo 1886-1959” Boletín de historia y
antigüedades, ISSN 0006-6303, Vol. 91, Nº 824 (pp.129-142). En Academia Colombiana de
Historia

Santos Calderón, Enrique (2001) Palabras pendientes, Alfonso López Michelsen. En El Áncora
Editores 193 p. Bogotá, Colombia.

Ianni, Octavio (1975) "El Estado populista" (pp. 109-132) La formación del Estado populista en
América Latina (177 p.)

Anderson, Perry (1983) LA NOCION DE REVOLUCION BURGUESA EN MARX (pp. 1-12)


En, ponencia presentada al encuentro internacional «Marx e la storia»

Caballero, Antonio (2018) Capítulo X "La República Liberal" (17 p.) En, Historia de Colombia y
sus oligarquías (1498 - 2017)
La Globalización y sus vacíos7

Para entender cuáles son las principales características de la globalización como lo mencionaría
Artola y Pérez (2005), sería pertinente entender que existen toda una amalgama de
consideraciones y salvedades que habría que hacer con especial cuidado a la era cuasi que
contemporánea de la globalización, en primer lugar porque no es un concepto que brinde, en tano
que funcionalidad, una igualdad equitativa de flujo de la información, intercambio cultural o
crecimiento económico, aunado a unos factores propios de un avance tecnológico y la
masificación de la información. Es por esto que con “La globalización y los problemas del
mundo actual” (Capítulo XII, 2005) los autores aludidos muestran cuáles son los factores que
mientras generan una acción globalizante e imperante, crean unas brechas específicas, puntos
negros que han sido históricamente considerados y que ahora se sienten con mayor fuerza debido
a la intercomunicación mundial.

Miguel Artola (1923-2020) y Manuel Pérez Ledesma (1944-2018) fueron un par de historiadores
españoles cuya obra característica se fundamentó en los estudios acerca de la Historia
Contemporánea y con mayor razón, su visión historiadora del mundo reciente evoca unas
particularidades que, en el oficio de la Historia observarán con bastante proximidad, cuestión que
les hizo interesarse por entender cómo la temporalidad reciente y presente haría sucumbir y
trascender -también- las bases del mundo conocido y razón fundamental tendrían, los nuevos
foros/reuniones/cumbres donde el abordaje particular era y es, definir el futuro próximo del
mundo en tanto que pretensiones culturales, ambientales, políticas y en su mayoría económicas.

En cuanto al campo de estudio principal de este capítulo, es interesante observar una


funcionalidad ambivalente de la globalización propiamente dicha y atender a que los márgenes
de riqueza y pobreza no solo han agudizado las condiciones de pobreza a nivel económico, sino
que ahora se vislumbran con mayor ahínco en las repercusiones de la misma. Esto se traduce en
la falta de saneamiento y el surgimiento de movimientos sociales, religiosos y culturales, por lo
tanto, esta funcionalidad ambivalente sería el telón de fondo para pensar en la Historia
Contemporánea como lo plantearían estos Historiadores españoles, de allí la importancia de
mirar en los vacíos que paulatinamente deja la globalización como la definición de una nueva
situación mundial (pp. 531).
7
Artola, Miguel y Pérez Ledesma, Manuel (2005) Capítulo XII “La globalización y los problemas del mundo
actual” (pp. 531-558) En Contemporánea. La historia desde 1776. Madrid, Alianza Editorial, 2005.
Ahora bien, los líos que se empezarían a tejer estarían no solo guiados por una globalización
desigual, sino que el tema geográfico jugaría un papel determinante en tanto que eso posicional y
espacial se vería convertido en un actor geopolítico y geoeconómico. Es por ello que siendo este
un factor transversal a lo largo del presente capítulo, son dos aspectos que constantemente
señalan la gran imposibilidad de generar una globalización a nivel general, ya que, existen toda
una mezcolanza de particularidades por territorios, de allí que el texto resalte la importancia de
zonas como Europa del Este y los países que recientemente integraron a la Unión Europea (de
los 15 a los 25)8. Además de ello, zonas de remota importancia para la Historiografía como áfrica
Subsahariana o países de Centroamérica.

Es en este sentido donde el capítulo ofrecería una división alentando a la comprensión de los
diferentes fenómenos principales, observando una relación fuerte entre tres factores que no se
desligan porque se complementan, el primero descansa en la mirada hacia la localización
geográfica y el trato que ha tenido esta con el pasado -entendiéndose, por ejemplo, la
preponderancia de Europa o Estados Unidos-, el segundo devela las especificidades culturales,
religiosas y económicas de cada zona donde la globalización ha impactado. Y, por último, la
creación y formación de distintos movimientos que han surgido en contra de los países
cosmopolitas que detentan el curso político y económico de grandes y amplias zonas del mundo.

Es por ello que el primer subcapítulo a observar alude a las tecnologías de la información y la
nueva economía globalizada (pp. 531-534), donde se evidencian claramente cuáles son los
aspectos propios de la masificación de la comunicación en orden de bombardeos de información,
es decir, se empieza a generar una especie de unificación mundial que gira en torno a la
información accesible para muchas personas, en este sentido el punto más característico es la
vinculación de las redes con respecto a lo económico. Esto último permitiría vislumbrar que
quien tenga en su poder el flujo de la información, así como el flujo de la tecnología (la
fabricación y distribución de esta) tiene en sus manos un poder adquisitivo enorme, lo cual, a
nivel económico, haría cambiar una forma tradicional de acenso social.

Un segundo subcapítulo, se denomina, Globalización, pobreza y desigualdad (pp. 534-536) y allí


se observa de una manera específica que es a partir de la globalización no que se creen nuevos
pobres o que la desigualdad es una cosa de la Historia Contemporánea, sino que por vía de la

8
Ibid. pp. 548-550
globalización, diversas zonas del mundo (aludiendo a la geopolítica y geoeconomía) han
quedado rezagadas y han tenido que empezar a ser las damnificadas de este proceso conector en
muchas otras partes del mundo, situación particular porque alimenta uno de los vacíos más
marcados que permite entender este capítulo, ya que no estaría directamente ligado a una
condición económica en términos de salarios o de producción de bienes, por el contrario,
tomarían una denominación de “atraso” o un país de “tercer” y hasta “cuarto” mundo9.

El tercer subcapítulo hablaría acerca de la salud y la enfermedad (pp. 536-538) mencionando


alusiones fundamentales como la clonación o la elevación de la esperanza de vida, atendiendo a
que son avances significativos en el área de la medicina. Empero, en el campo de la enfermedad,
agudizaciones como el Sida, serían afectaciones directas con mayor repercusión en los países
más pobres y donde la desigualdad es muy marcada.

Un cuarto momento observaría los problemas ambientales (pp.538-539) como un factor diciente
de la globalización en la época contemporánea, es bastante explícito porque cambiaría las formas
históricas de subsistencia ambientales, por la densidad urbana y la instauración de industrias y
grandes transnacionales (por ejemplo, en países en desarrollo). Mientras que en un quinto
subcapítulo, cultura, ocio y globalización (pp. 539-541), las formas de entretenimiento brindarían
una conectividad que parece no tener límites, para ello, la intervención al ambiente con antenas
parabólicas, para tener una señal televisiva, con ello, pareciera ser como si la información la
transmitiera “el dueño del aviso” y no existiese una diversidad cultural o social, en estricto
sentido, espacial de las comunicaciones.

El sexto subcapítulo, las formas de la resistencia: del zapatismo al movimiento antiglobalización


(pp. 541-543) normaría las nuevas formas de asociación en favor de una retaguardia en contra de
estos procesos globalizantes direccionados por el neoliberalismo, es por ello que se da el ejemplo
del EZLN10. El siguiente apartado (pp. 543-545) sería dejado para hablar acerca del terrorismo
naciente, y no se puede pensar si no es por medio de estas nuevas formas de resistencia, ya que,
se conjugan los elementos políticos, históricos y religiosos en favor de la defensa de un territorio
velando por los intereses culturales y una marcada tendencia hacia la lucha en contra de las
grandes potencias mundiales.

9
Ibid. pp. 535
10
Ibid. pp. 541
Un octavo subcapítulo estaría orientado hacia las guerras del siglo XXI: Afganistán, Irak (pp.
545- 548), allí se vislumbraría que a partir de estos atentados terroristas es donde nacería un
conflicto regional con ciertas alusiones a lo político, pero, exaltando la defensa de lo religioso.
Así como también, se entraría a juzgar la participación de países como Estado Unidos o España
en esta contienda, lo que enmarcaría las pretensiones transnacionales y comerciales. El noveno
(pp. 548-550) momento es en el que Europa pasa de tener 15 países a 25, albergando territorios
que habían tenido un pasado soviético o colonial, es allí donde se ven de manera cruda las
desigualdades sociales y económicas, además la Unión Europea debe evaluar las condiciones en
las que llegan, analizando la fortaleza de su moneda y del comercio interno y externo de estos
países. Por último, un décimo subcapítulo, denominado, América Latina: las nuevas esperanzas
del continente (pp. 550- 551). En este apartado sería fundamental observar cómo los diversos
países latinoamericanos serían objeto de disensiones políticas, donde el discurso de la
erradicación de la pobreza y la promesa del trabajo y ocupación, se observarían como un pilar de
bastante significación. Esto llevaría a golpes políticos como Fujimori en Perú o votaciones para
la continuidad de un presidente como Chávez en Venezuela.

A modo de una evaluación propositiva, baste decir que el texto es bastante significativo en tanto
que reúne los elementos necesarios para entender una realidad desde lo estadístico como en lo
social, que reflexione acerca de la Historia Contemporánea como el análisis de estos vacíos que
de manera paulatina va dejando la globalización, por lo tanto, estas brechas se ven enmarcadas
en el devenir del tiempo presente y de la Historia reciente, por lo que es un estudio que motiva a
la investigación respectiva de los nuevos conflictos y las nuevas querellas, que, parecieran nunca
acabar.

Ahora bien, como apreciación final, se considera pertinente acotar que las dislocaciones que se
pueden analizar en el texto son apenas unas referencias que evalúan de manera somera los
nuevos recrudecimientos de aspectos como la pobreza, las condiciones de salubridad o las
pugnas religiosas. En aras de poder crear un buen aparato de erudición para entender estas
abismales problemáticas, se deben tener presentes los datos a nivel estadístico que presentan
Artola y Pérez (2005), partiendo desde allí, sería factible evocar problemáticas aisladas de una
manera específica y con mayor detenimiento.

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