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Artículo:
El cultivo de las Humanidades y las Emociones: Reflexiones en torno a la Educación Moral
y Política
Publicado por:
Universidad de Valencia
Publicada en:
Revista Pensamiento - VOL 72 (2016)
ISSN: 0031-4749
Autora:
Marta Gil Blasco
marta.gil@uv.es
PRESENTACIÓN
Clase:
Artículo Investigativo. Aprobada su publicación en: Noviembre del 2014 por la
Universidad de Valencia. Elaborado por la Doctora en Ética y Democracia Marta Gil
Blasco. Egresada de la misma universidad con la tesis doctoral en: La Teoría de las
Emociones de Martha Nussbaum: El Papel de la Emociones en la Vida Pública.
Contenido
1: El papel de la literatura en el cultivo de la imaginación
2. Ciudadanía universal, relativismo y políticas de identidad
3. Las artes y las humanidades en la formación de una ciudadanía democrática
4. Sobre la educación de las emociones
5. Bibliografía.
Expone en este apartado que la educación está a la deriva por el crecimiento económico,
mutilando de sus programas de estudio las artes y las humanidades.
Desmiente la falacia de que el crecimiento económico va de la mano con el aumento de la
calidad de vida, poniendo como ejemplo a la República Popular de China, donde aplaude el
crecimiento económico que ha tenido en los últimos años, pero a cambio de precarias
condiciones de vida de sus habitantes. Es así que afirma: “el crecimiento económico, no es
un indicador de prosperidad de un país”.
Argumenta que las humanidades y las artes son la base de la ciudadanía, porque estimulan
el pensamiento critico, autónomo y los medios para cuestionar las tradiciones irracionales o
las presiones que generan los pares.
Culpa a los padres también porque son quienes transmiten la visión errónea de la educación
a sus hijos, en la que simplemente es vista como la herramienta para conseguir un trabajo
estable o tener éxito en el mercado laboral, llevando a los jóvenes a escoger carreras mal
llamada: con futuro. No conciben la educación como la forma de comprender su mundo
interior, o las cuestiones sociales en común.
Proponen junto con el economista Amartya Sen que: para tener una democracia saludable
es necesario la redistribución y la igualdad de oportunidades, así como 7 aptitudes
indispensables, en acciones concretas como: la reflexión sobre asuntos que afectan la
nación, el reconocer los derechos igualitarios, en interesarse por el bien de los demás, el
imaginar la trama de vida y comprenderla más allá de un conjunto de datos, el emitir juicios
o críticas, el pensar en el bien común, y concebir la nación como parte de un orden
mundial.
En este apartado final se hace un barrido de las diferentes emociones que se adquieren a lo
largo del desarrollo humano, haciendo énfasis en la edad temprana, donde a los 8 años ya se
siente: amor, odio, envidia, vergüenza, culpa y voluntad de reparación del mal, y lo expone
como un poderoso vehículo de enseñanza.
Demuestra como en los experimentos del norteamericano Stanley Milgram, donde se
demostró como las personas pueden llegar a hacer cosas horribles que alguien con un poco
de autoridad le encomienda hacer. También el estudio del polaco Solomon Asch, quien
mostró como la presión de los pares puede deformar el juicio.
Concluye que las emociones no son buenas ni malas, sino que son poderosas en el
desarrollo humano. Es así que: si el ser humano se desprende la concepción errada de las
emociones, esto será la solución para problemáticas actuales como el racismo o desprecio
por algunos grupos sociales, pero desalienta cuando asegura que: “asegurar que esta
reparación no garantiza tener éxito en este proceso”.
En este trabajo realizado por la Doctora en Ética y Democracia Marta Gil Blasco, vemos
cómo la Filósofa Martha Nussbaum expone y argumenta que la filosofía, las artes y las
humanidades son el camino a una sociedad democrática saludable, basada en sus propios
pensamientos, ya que no deja ver ejemplos contundentes que demuestren la credibilidad de
su tesis.
Sin argumentos verídicos o evidencia científica que deje ver la realidad de una comunidad
exitosa como la que plantea en el artículo, únicamente los apartados desglosados
previamente se esboza un estudio filosófico cerio, pero, al fin y al cabo, únicamente un
imaginario de como se podría mejorar la democracia o la sociedad con el fortalecimiento de
la filosofía, las humanidades y las artes.
Entre líneas pareciera que se olvidara de otros factores humanos importantes como: la
economía, la ingeniería, los idiomas y el deporte, entre muchos otros. Se expone casi que
de manera utópica los arreglos de la conducta humana, dando por echo que el
comportamiento impredecible de la humanidad es mezquino y sin sentido, que la búsqueda
del crecimiento financiero es errada y es mejor apoyar las artes que las ciencias.
De este modo; como aspecto positivo, no desconozco la importancia de las artes en la
sociedad y empatizo con su pensamiento frente a la poca relevancia que se le ha dado en el
sistema educativo, pero no solamente a las humanidades y a las artes, sino a todos los focos
de estudio en general, ya que es verídico que el sistema educativo busca un bien financiero,
o garantizar competencias que les ayuden a afrontar los retos del mercado laborar a sus
estudiantes, no les dan herramientas para pensar. Creo que este debería ser el ideal de la
autora, no demostrar que las artes y las humanidades son un todo en la sociedad, como se
deja ver en el trabajo de Marta Gil.
Las humanidades y las artes hacen parte vital de la identidad nuestra como individuos, y un
libro puede sacar lo mejor de nosotros, pero también esta visto que puede descubrir lo más
oscuro, como es bien conocido en muchos casos, cuando se quiere imitar el
comportamiento errado de un personaje en alguna de nuestras historias favoritas. Por esto;
las humanidades y las artes no son el problema o la solución, sino; cómo pensamos,
reflexionamos o comprendemos nuestro mundo, ahí está el ideal, en que quienes tienen la
autoridad de departir a la humanidad habilidades propias del pensamiento
(Establecimientos educativos), solo se quedan en el intelecto y ya, no retan al estudiante
más allá, pareciera que el intelecto lo es todo, desconociendo el poder las demás
habilidades del pensamiento como: el literal, crítico, inferencial o reflexivo.
Es así que para concluir: el artículo de la Doctora Marta es una mirada filosófica de cómo
aumentando la empatía, el pensamiento crítico y la reflexión; podríamos tener una
democracia justa y buena, en un supuesto sin pruebas o bases palpables más allá del
pensamiento.
BIBLIOGRAFÍA
Martha Gil. 2016. El cultivo de las Humanidades y las Emociones: Reflexiones en torno a
la Educación Moral y Política. Universidad de Valencia.
StudyLib. 2014. Tésis Doctoral Martha Gil Blasco. Universidad de Valencia. Facultad de
Filosofía y Ciencias de la Educación.