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Fueron felices y comieron perdices ...

¿Y luego qué? *
Josefina Roma**

Los cuentos son modelos de ac- del cuento con los instrumentos pro-
ción que hablan a la profundidad de porcionados por una única estrate-
la persona, haciendo que vibre algo gia, y pretender haber encontrado la
muy íntimo. Ésta es la razón de su verdadera y única clave de su natu-
eficacia, ya que el cuento nos habla raleza y de la sabiduría que encierra.
de estructuras vitales, universales, Efectivamente, esta misma multiplici-
con las que tenemos la capacidad dad de respuestas e interpretaciones
de conectar de forma inmediata. nos debería poner en guardia para
Ocurre como si a nivel neurofisioló- no creernos en posesión del único
gico, los humanos tuviéramos confi- método para obtener la explicación
gurado un recipiente adecuado para correcta cuando no podemos abar-
asimilar y producir este tipo de na- car todo su caudal de significados.
rraciones para explicarnos el mun- Por esto, todo camino que quera-
do, la muerte y la vida. mos indicar para llegar al corazón
Precisamente, esta cualidad tan ín- mismo del cuento, sólo puede pre-
tima y universal hace que el cuento tender ser uno de tantos caminos
participe en muchas de las estructu- que bordean su laberinto, sin ningu-
ras humanas y esto explica también la na seguridad de ser el primero en
influencia que ejerce en la formación encontrar la salida, ni siquiera de al-
de los miembros de una sociedad y canzarla. De lo que sí estoy segura
en que éstos vayan comprendiéndola. es que de mi reflexión como de cual-
No es nada extraño, pues, que quiera de las muchas existentes, sal-
cuantos especialistas han investigado dremos con algún fruto valioso para
este género, han conseguido alguna nuestras vidas.
explicación y enseñanza relevantes. La eficacia que el cuento tiene
Tanto lingüistas y literatos, como psi- para mostrar caminos, para señalar
coanalista y pedagogos, como estu- actitudes con las que encontrar solu-
diosos de la religión, mitólogos, histo- ciones en el curso de las grandes
riadores y antropólogos, han salido decisiones que hemos de afrontar
enriquecidos de su investigación. durante nuestra existencia, hace del
Ahora bien, lo que no es posible, cuento, un género tremendamente
es abarcar toda la riqueza explicativa formativo. Y éste es el aspecto en el

* Conferencia dictada en la IV CruÍlla del Género, Violencia y Subordinación SIMS-U.B.,


1999.
** Profesora Titular de Antropología. Universitat de Barcelona (UB).

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que se corre y donde subyace el pe- adeptos en todas las generaciones
ligro de su manipulación por parte posteriores, que quizá llegaron a su
del poder. culm inación en las recreaciones
No pasó desapercibida esta posi- edulcoradas de Walt Disney.
bilidad a los recolectores de cuentos, Por otra parte, el éxito extraordina-
desde muy antiguo. Perrault, a fines rio de las colecciones de los herma-
del siglo XVII , quiso convertir los per- nos Grimm, ejerció otro efecto adver-
sonajes de los cuentos tradicionales, so. Efectivamente, por toda Europa, y
que había oído contar desde su in- de aquí, por todo el mundo, circularon
fancia, en gente de la corte real, y versiones de cuentos muy presentes
banalizó las enseñanzas profundas, en áreas extensísimas, que tenían
que iban directas al corazón de la sus propias variantes locales, con un
persona, convirtiéndolas en morale- tejido de transformaciones y cristali-
jas versificadas, dedicadas a difun- zaciones, que aportaban luz a los di-
dir los valores de la ideología oficial. versos itinerarios culturales de cada
Los hermanos Grimm, medio si- pueblo. Los detalles de las descrip-
glo después, recogieron cuentos por ciones, las soluciones propias a las
todo el territorio de habla alemana, disfunciones provocadas por la evo-
pero en sus publicaciones, se basa- lución de la cultura, las fórmulas na-
ron sobretodo en los conocimientos rrativas y la forma particular de unir
de sus antiguas ayas, y de las de los bloques narrativos para confor-
sus amigas, cosa que complica las mar un cuento, así como la imbrica-
versiones de los cuentos, ya que las ción de una narración en la explica-
informantes habían pasado ya por el ción legendaria local. Todo ello, fue
filtro de la ideología de sus dueños. desprestigiado frente a las versiones
Por otra parte, y tal como demostró escritas y editadas, de las grandes
Jack Zipes, las primeras versiones colecciones de los hermanos Grimm
de sus cuentos, fueron corregidas y o de Perrault y otros folkloristas, de
suavizadas en las ediciones poste- modo que su versión de un tema muy
riores, para acomodarse más a la difundido, pasó a convertirse en la
ideología que se quería difundir para versión internacional, borrando, mini-
que la aprendieran los niños, recor- mizando y escondiendo las variantes
tando episodios y silenciando fina- locales, consideradas vulgares y bas-
les que resultaban demasiado cru- tas ante el prestigio de la lengua im-
dos para su escala de valores. presa.
Encerrando los cuentos en la ha- Muchos folkloristas ejercieron una
bitación de los niños, se minimizó y autocensura en sus escritos, con
empequeñeció el abanico de aplica- una púdica mirada desde su conoci-
ciones de la narración popular, vien- miento de las versiones internacio-
do en ella solamente una función nalizadas, que ya llevaban el sello
moral y pedagógica inmediata, a la de haber sufrido múltiples manipula-
que había que vigilar para que difun- ciones, a fin de ofrecer el producto
diese exactamente los valores de la que la ideología dominante reclama-
clase social dominante. ba como material pedagógico para
Esta tendencia ha encontrado la infancia.

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Así, Thos i Codina, igual como creados sobre base tradicional , de
Maspons i Labros, ambos folkloris- Andersen, etc. Lo cual haría excla-
tas catalanes de final del s.XIX, die- mar al estudioso mejicano Herminio
ron a sus colecciones de cuentos, Almendros: En otros pueblos, en los
un repaso manipulador para que no que no se conoce el cuento de la Ca-
parecieran groseros, para que no perucita, viven tranquilas las gentes
oliesen a pueblo llano, haciendo ha- sin él y las cuestiones que suscita ... 2
blar a pastores y vagabundos como En tercer lugar, la manipulación
si hubieran salido de una glorieta ro- ha mutilado el corpus de cuentos,
cocó, o de una égloga de Garcilaso, dando publicidad solamente a los
lo cual resultaba chocante, como mí- cuentos que se ajustaban a sus inte-
nimo. Mn. Cinto Verdaguer, el gran reses, ¿Qué ocurre cuando se ha-
poeta del s. XIX, cuando era estu- bla de incestos, por ejem plo? o
diante, escribió una carta a Thos i cuando los papeles asignados a los
Codina, en la que se maravillaba, no sexos no son los esperados?
sabemos si sincera o irónicamente, Una fórmula muy clara de manipu-
del lenguaje refinado de los protago- lación, ha sido la de silenciar los cuen-
nistas populares de los cuentos re- tos en los que la protagonista no cum-
cogidos por el maestro folklorista 1. plía el papel socialmente asignado por
Esta censu,ra, se ejercía pues, la ideología dominante y no era la per-
desde dos ámbitos. Por una parte, sona indefensa y sumisa que espera-
se intentaba ofrecer una visión que ba, tal como decía Jack Zipes: Sorne
no hiriera la sensibilidad de una edu- day the Prince wi/1 come 3.
cación correcta, y por otra, las ver- Una de las primeras lecciones que
siones internacionales ya habían ac- nos dan las colecciones de primera
tuado en este sentido, y su influencia mano, derivadas de un trabajo serio y
no hizo más que ampliar este efecto. exhaustivo sobre el terreno es, que
Las manipulaciones dirigistas han nos encontramos a los protagonistas,
actuado en cuatro direcciones con- hombres y mujeres, haciendo toda
cretas. Hemos enumerado las dos clase de papeles, porque no se trata
primeras: Primero, la eliminación de tanto de hablar de cuestiones que
situaciones y lenguajes no correctos sólo afectan a mujeres o bien hom-
para los oídos de los niños a los que bres, sino que a menudo la narración
iban destinados, en segundo lugar, la se dirige a la persona, independiente-
eliminación de las variedades loca- mente del sexo del personaje. Así, en
les, desprestigiadas ante el éxito de la colección efectuada por la folkloris-
las versiones internacionalizadas por ta Sara Llorens en la comarca del Ma-
las publicaciones de los hermanos resme, en Cataluña, desde 1902, en-
Grimm , de Perrault, de los cuentos contramos tres versiones del modelo

1. Pus si tos veritat lo que diuhen que l'aprengué entre el poble, jo que'n so f/11...hauria
trobat lo trau de parlar/o tan bonic... Carta d e Verdaguer a Terenci Thos. 14-V-1866. Epis-
tolari de Jacint Verdaguer. vol. l. Ed. Barcino 1959. Barcelona. pag. 40.
2. Citado por Hugo Cerdá en pag. 100 de Literatura Infantil y Clases Sociales. Akal. Ma-
drid. 1982.
3. Zipes. Jack. Fairy Tales and the art ot subversion. Heinemann. London. 1983, pag. 170.

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de La Cenicienta ( Cu/ d'O/la, Venta- gonistas activas en multitud de cuen-
focs, El Gat Cendrós) en que la prota- tos, como en el caso de la mucha-
gonista es efectivamente una mucha- cha que corta la mano del asesino
cha, pero encontramos otra versión que quería matar a toda su familia, o
(Les noies tirades al pou) en que, la que huye del reino del medio-
quien desempeña el papel de Ceni- hombre-medio-pez, y éste muere de
cienta (en este caso, el Tinyós) es un añoranza 5 •
muchacho. En esta versión, podemos En tercer lugar, la manipulación
ver muchas de las características de ejercida sobre las versiones de los
la Cenicienta, interpretadas por el pro- cuentos, nos ha hecho creer que la
tagonista, como son: la de vivir es- boda era siempre el final feliz, y esto
condido de la gente, con un nombre no es cierto. En la mayoría de los ca-
vergonzante (tinyós ), la de verse trai- sos, es el final del proceso de inicia-
cionado y suplantado por sus herma- ción, el que permite la felicidad de la
nos o compañeros, la posesión de un persona y hasta que no se consigue
objeto mágico del inframundo, que le la madurez, no se produce el final.
cambia la apariencia y le proporcio- Lo mismo podríamos decir de cier-
na vestidos y caballos, su aparición y tos finales en que la justicia con los
desaparición rápida delante de la cor- malvados mancha la mirada edulco-
te y de la princesa, por tres veces 4 • rada de los lectores u oyentes a los
Esto quiere decir, que si conocié- que se quiere manipular. Bruno Bet-
semos el corpus de cuentos comple- telheim ya se había quejado del si-
to de un pueblo, veríamos más va- lencio sobre el final de la madrastra
riedad de roles y situaciones , en de Blancanieves, que en las versio-
hombres y en mujeres, pero sobre nes tradicionales, asiste a las bodas
todo, llenando todas las necesida- del príncipe, sin saber que la novia
des de explicaciones y patrones para era Blancanieves, y es condenada a
la acción, de aquel pueblo. En cam- bailar con unos zapatos de hierro al
bio, si se manipula y silencia lo que rojo vivo hasta que muera 6 •
no se cree correcto, no sólo se resta El final de una de las versiones de
eficacia en el universo de los siste- La Cenicienta recogidas por Sara
mas de valores, sino que los mode- Llorens en El Maresme, hace que-
los quedan cojos. mar a la madrastra y a la hermanas-
Esta situación se hace evidente tra, que habían usurpado el lugar de
sobretodo en los roles asignados a la cenicienta al lado del rey.
los sexos y, en el caso de las muje- Pero quizás lo más aleccionador
res, porque éstas son silenciadas del cuento popular y más silenciado
cuando, en realidad, son las prota- a través de las múltiples manipula-

4. Les noies tirades al pou. Recogido por Sara Llorens a Sisó de la Costa. 1903.
I.M.H. Barcelona. carpeta nº 1. Transcripción Purificación Cabezas.
5. La ma. de goma, y El Mig-home-mig-peix, cuentos recogidos por Sara Llorens en Pi-
neda, 1902 a Rita Bagó y a Uu'isa Ferrer. Ms. I.M.H. Barcelona. carpeta nº 1 en proceso de
publicación.
6. Bettelheim, Bruno. Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Ed. Crítica. Barcelona
1986. pag. 288.

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ciones y censuras, es que el cuento En las versiones locales que re-
no acaba siempre en el banquete de cogió de La Cenicienta, el final no
bodas o con el encuentro de la hero- acostumbra a ser el reconocimiento
ína y el príncipe. A menudo existe de la protagonista por el príncipe,
una segunda parte en la que se nos al probarle el zapato perdido. En la
cuentan muchas cosas, que no pue- primera versión titulada Ventafocs 8 ,
den silenciarse si no se quiere muti- una vez el rey la reconoce, se va a
lar y alterar profundamente las en- comprarle vestidos, y mientras, la
señanzas de la narración. madrastra la obliga a lavar con lejía
La misma Bella Durmiente del para que se le estropeen las ma-
Bosque, tiene una segunda parte en nos, los trabajos que le manda la
las versiones antiguas, en que la hacen enfermar, y empeorar por-
protagonista ha de defenderse, a ella que la madrastra no quiere llamar al
y a sus hijos de la suegra-ogresa. médico. Todos estos obstáculos no
Esta segunda parte, en cambio, es llegan a impedir su boda con el rey,
poco conocida y no ha sido recono- y la pareja tiene una hija. Pero un
cida a lo largo de las sucesivas ver- día, la madrastra le mezcla una
siones oficiales, que prefieren el sustancia mágica en el agua del
beso de amor que despierta a la baño que hace disminuir de tamaño
princesa, como final feliz. a la Ventafocs hasta el extremo de
Vamos a mirar, con más deteni- desaparecer de la vista de los hu-
miento, las versiones mencionadas manos. La madrastra coloca a su
de La Cenicienta, recogidas por Sara propia hija en el lugar de la Venta-
Llorens a principios de siglo. Sara focs. Nuestra heroína sólo recobre
Llorens fue una pionera en el análisis su estatura por las noches, como
de la cultura popular. Fue discípula las legendarias dones d'aigua, o los
del folklorista Rossend Serra i Pages, difuntos en la mitología popular, y lo
siendo una de sus mejores alumnas, aprovecha para cuidar a su hijita.
de las primeras promociones en sus Pero una noche, el rey la ve y le
clases de Folklore, que impartía en la pregunta quien es y que hace en la
Escuela de Institutrices de Barcelona, habitación. Ella le descubre todas
desde 1901. De salud muy delicada, las maquinaciones de la madrastra,
acometió sin embargo el trabajo de que acabará quemada en la plaza,
campo en El Maresme, la comarca junto con su hija, mientras que el
de sus mayores, con una eficacia y padre de Ventafocs, que a lo largo
una dedicación, que hacen de su de la narración tiene un papel pasi-
obra un verdadero tesoro para el es- vo, limitándose a no delatar a su
tudio de nuestro corpus de cuentos y hija por sus transformaciones mági-
leyendas, así como de danzas popu- cas para asistir al baile, es admitido
lares 7 • en el palacio.

7. Vid. Romeu i Figueras, Josep. Prólogo a la reedición de Les Danses de Pineda. Alta
Fulla. Barcelona 1993.
8. Ventafocs significa la tarea de avivar el fuego de los fogones de leña, con un soplillo.
Ms. de Sara Llorens, recogido a Rita Bagó. 1902. carpeta 1. Instituto Municipal de Historia
(Barcelona} transcripción de lrma Martínez.

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En la segunda versión, que lleva unas semillas de jazmín para la Gat
por título Cut d'Olla 9 , cuando la pro- Cendrós, pero ésta recibe la ayuda
tagonista es reconocida por el hijo de una viejecita con la que había
del rey al probarse el zapato, recibe compartido su paga. La viejecita le
la promesa del príncipe de volver dio entonces un bulbo de tulipán que
para casarse con ella: yo guardaré había encontrado en el estercolero.
la palabra, le dice. Pero la madrastra Con este conjunto de plantas, Gat
tiene tiempo de maltratarla e incluso, Cendrós, gana el premio. En este
de sacarle los ojos. Así que ciega y punto, el rey convoca el baile y el
abandonada vaga perdida por los cuento sigue por los modelos más
bosques, haciendo flores de papel y conocidos.
vendiéndolas, hasta que se encuen- Con estas tres versiones pode-
tra con la viejecita que le había ayu- mos hacernos ya una idea de la
dado en la etapa anterior y con una complejidad de este tipo de cuen-
varita mágica le devuelve los ojos. tos, de los cuales, la versión oficial,
La viejecita le hace don de esta vari- potenciada por sucesivas ediciones
ta mágica, que le servirá para curar y films, es una versión reducida y
a quien se lo pide. Todo ello llega a mutilada ante las variantes locales,
oídos del hijo del rey, que la manda que enfatizan un camino iniciático
a buscar, y en este punto reconoce a que es preciso atravesar como una
su prometida y se casan. ida al terreno marginal de la muerte:
En la versión de El Gat Cendrós 10 , lavar con lejía, enfermar, volverse
el final es el conocido, de la boda diminuta y no recobrar la estatura
después del reconocimiento de la más que por la noche, es decir, ha-
protagonista, encerrada donde se al- cerse invisible, quizá lo más signifi-
macena la ceniza, mientras iba aler- cativo, quedarse ciega y perdida, es
tando a los servidores del rey que la decir, no ver ni ser vista, hasta que
buscaban, diciendo: Marramiu-ma- se adquiere una sabiduría que viene
rrameu/ a la cendrera em troba- de aquel mundo, limínal y peligroso,
reu.(marramiu-marramiau/ en el de- en contacto con el más allá (que
pósito de ceniza me encontraréis ). constituye la esencia de todo rito de
Pero esta versión coloca el baile y paso y de toda iniciación). Con esta
las transformaciones de indumentaria sabiduría ya puede volver a su mun-
de la heroína, en un segundo episo- do, donde será reconocida mostran-
dio, ya que el cuento se inicia con do la madurez y plenitud que ha
un concurso de flores convocado por conseguido.
el rey. La madrastra compra buenas En las versiones internacionaliza-
simientes para su propia hija y sólo das, se adelgaza el contenido real y

9. Cul d'Olla significa literalmente la parte inferior externa de la olla, que popularmente
es un insulto, ya que se refiere a la parte más sucia y negra del recipiente.
1o. Gat Cendrós, o gato ceniciento, hace referencia a la ceniza, lugar del hogar, donde
se calientan los gatos. La ceniza y el mismo lugar donde se almacenaba es muchas veces
la puerta al más allá, por donde circulan las almas y los antepasados. La conexión de la ce-
nicienta y el inframundo es constante. Recogido por Sara Llorens a Matilde Clarabuch.
1902. I.M.H. carpeta n2 1. transcripción lrma Martínez.

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se sustituyen los episodios iniciáti- va a buscar a sus compañeros,
cos con la imaginación que quiere atranca la puerta y, a medida que
dar gusto al público, poniendo en pe- los bandidos intentan entrar por un
ligro el verdadero mensaje de la na- agujero que logran abrir, ella les va
rración tradicional que nos llega in- cortando la cabeza, hasta que el jefe
completo y p ie rde por tanto , su de los bandidos pasa también la
eficacia orientadora en la acción. mano y ella se la corta. El tiempo
En otros ejemplos de esta mis- pasa y este bandido vuelve para pe-
ma colección de Sara Llorens, dir la muchacha en matrimonio, y su
como /'home mig-peix, ya nombra- padre no hace caso de las protes-
do, la historia no termina con el ma- tas de la muchacha que le ha reco-
t rimonio, en este caso con su rap- nocido por su mano postiza. Así que,
tor, el hombre del fondo del mar, es una vez celebrada la boda, el bandi-
decir, de otro mundo, sino que el do se la lleva a una casa para ma-
reclamo de la familia de orientación tarla, pero ella puede escaparse ur-
le llama en todas las circunstancias diendo un engaño gracias a la
alegres o tristes, como la boda de colaboración de la casera del ban-
una hermana o la muerte del pa- dido. Huye y se esconde en un carro
dre, permitiéndosele la vuelta a su de carbón de unos arrieros que la
casa, hasta que el caballo (y el ca- llevan con sus padres.
ballo tiene una larga y ancha histo- En este caso, las estrategias para
ria como transportador de las al- sobrevivir y escapar del peligro, pa-
mas) mensajero del marido marino san por la angustia de la incompren-
la reclama. En dos ocasiones, ella sión de los suyos, que no ven el pe-
vuelve al fondo del mar, pero a la ligro. Ni las hermanas, que dejan
tercera, no acude a la playa y ve entrar al bandido y menos aún, el
desde la azotea el desespero del padre, que llega a casarla con él, a
marido abandonado. Aquí, el equili- pesar de las protestas de la joven.
brio se restablece con el retorno de Cómo podría ser el matrimonio el fi-
la muchacha a tierra, a su pueblo, nal feliz de esta enseñanza?. Ya ve-
rehusando los palacios y riquezas mos que el final feliz consiste en se-
de otro mundo. guir viv iendo y liberarse de tos
En La ma de goma, también ante- peligros, avanzándose siempre a las
riormente nombrado, la protagonista intenciones del bandido. En este
se da cuenta que la anciana que contexto, la boda no supone pleni-
pide refugio en su casa, de noche, tud sino un peligro más, el peor, que
cuando sus padres están ausentes, debe sortear la heroína frente a la
y está sola con sus dos hermanas, estrategia legal del bandido para po-
es un malhechor disfrazado, que las derse vengar impunemente, aleján-
duerme con un somnífero, con el fin dola de los suyos.
de abrir la puerta a sus compañeros Quisiera, como final , transcribir
y robar y matar a todos los de la por primera vez, un ejemplo más
casa. La heroína disimula su recelo, complej o de itinerario iniciático,
no toma el alimento donde hay el donde la boda tampoco puede ser
somnífero, y apenas el bandido se el final. Es el cuento de Blanca-

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f/or 11 , la novia del más allá, que ha -Lo que es por mí, no lo sé
de luchar para ser aceptada como -dijo el rey- pero ahora viene la
esposa en el mundo de su marido. grulla y se lo preguntaremos.
La historia dice así: Efectivamente, la grulla lo sabía.
Cuando el muchacho llegó, Pedro
Una vez, dicen que había un mu- de la Magia le dijo:
chacho de una casa muy pobre, que -Estoy contento de que me ha-
siempre pensaba como podría tener yas obedecido. Me has de obede-
dinero. Se llamaba Juan: Un día se cer en todo, porque sinó te pasará
le presentó un señor muy bien vesti- como a éstos. Y le llevó a unas ha-
do y le dijo: bitaciones llenas de hombres jóve-
-Si me prometes una cosa, te nes colgados por la barba.
daré todo el d;nero que quieras. Que Después le mandó que fuera al
cuando cumplas 20 años, vayas a lavadero, donde encontraría tres
mi castillo de Irás y no volverás. Yo montones de plumas blancas, de
soy Pedro de Ja Magia. tres palomas, para que le llevara
- Hecho, yo cumpliré! uno de los montones.
- Pues mira, siempre que quieras Pero mientras estaba cogiendo
dinero, sólo has de tocar con un palo las plumas, oyó la voz de una de las
aquel árbol y del tronco saldrán tan- palomas que le dijo que aquello era
tas monedas como quieras. su vestido y le explicó:
Dicho esto, desapareció. El mu- -Nosotras somos las tres hijas
chacho lo probó enseguida y les sa- de Pedro de la Magia, que siempre
lieron monedas hasta que dijo basta! que nos venimos a bañar nos con-
Los llevó a su madre y ya nunca vertimos en palomas. No te lleves
más sufrieron hambre. Cuando se las plumas y no hagas nunca nada
les acababan los dineros, volvía al de lo que te mande mi padre sin
tronco y siempre encontraba. Bien consultármelo. Yo soy la hija menor
que su madre le preguntaba por el y me llamo Blancaflor.
origen del dinero, pero el no se lo Juan la obedeció y cuando Pedro
explicó hasta que le llegó el día en de la Magia le preguntó por las plu-
que tenía que marchar. Ella, muy mas él le dijo que le habían pedido
triste le dijo: que no las tocara.
-Hombre, más habría valido ser Para el día siguiente, le mandó
pobres toda la vida y tenerte a mi que separara una mezcla de grano
lado! en tres montones. Juan fue a en-
Pero había que partir y se fue. contrar a Blancaflor que le dijo:
Caminando, caminando, al cabo de -Esta noche te quedas detrás de
muchos días, llegó al castillo del rey la puerta y oirás una voz que dirá:
de los pájaros. Un grano por semilla, un grano por
- ¿Sabríais decirme donde está semilla, y tu le respondes: Un grano,
el castillo de Irás y no volverás? no, todos sí. Un grano no, todos, sí.

11. Blancaflor. Ms. de Sara Llorens. Recogida a Joan masovero de Ca'n Martorell.
1902. carpeta nº 24. I.M.H. transcripción de Joana M1 Colomar.

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Y todos los granos irán hacia su pro- escupía en el suelo, ya que su saliva
pio montón. Al día siguiente, Pedro tenía la virtud de hablar en su lugar.
de La Magia le díó otro trabajo. Te- Juan se equivocó y ensilló el ca-
nía que domar un caballo salvaje, y ballo que corría como el viento.
también en esto le ayudó 8/ancaflor, Mientras, en el castillo, el padre iba
diciéndole que había de pegar tanto preguntando a Blancaf/or sí ya dor-
como pudiera al caballo, que era su mía, pero la saliva contestaba por
padre. El trabajo siguiente fue el de ella hasta que se secó. Entonces el
arancar los olivos de un campo, padre soltó una viga con la que cre-
ararlo, sembrarlo, segarlo, moler el yó que los había aplastado en la
grano y hacer una torta para el de- cama.
sayuno. 8/ancaflor le dijo: A la mañana siguiente, cuando vió
-Coge un hacha y córtame en que habían escapado, mandó a un
trozos muy pequeños y ponlos en cr iado, con el caballo que corre
una botella, después los tiras por el como el pensamiento, para que los
campo y por la mañana yo misma alcanzara. Como aquel caballo co-
te traeré la torta. rría más que el que habían cogido
Esto le costó mucho a Juan, por- los muchachos, enseguida les al-
que se resistía a trocear a 8/anca- canzó.
flor, y cuando finalmente lo hizo, Juan, espantado, dijo:
dejó entero el dedo meñique de la - Ay! Pobres de nosotros, ahora
mano derecha. si que nos matan!
Cuando Juan llevó la coca a Pe- - No te espantes, hombre, que yo
dro de la Magia, éste sospechó que sé un punto más que mi padre. Por
había una confabulación con su hija. mucho que haga no nos alcanzará.
Entonces le dijo que como premio a Y lanzó tras de sí un cuadro, que
su obediencia le concedería la mano se convirtió en un altar, y Juan se
de una de sus hijas, la que él esco- convirtió en un sacerdote a punto de
giera entre las manos que asomarí- empezar la misa, y aunque el criado
an por una ventana. He aquí que re- de Pedro de la Magia le preguntaba
conoció a Blancaflor por el dedo una y otra vez si había visto a la pa-
meñique, que ahora había quedado reja cabalgando, siempre le contes-
vacío, y siguiendo los consejos de taba:
8/ancaf/or, no soltó la mano, hasta -Pronto empezaré la misa.
que la muchacha salió de detrás de Cuando el criado volvió al castillo
la ventana, porque sinó, Pedro de la Pedro de la Magia le dijo:
Mafia la habría cambiado por otra -Ay, borrico! Si eran ellos! Vuel-
de las hijas. ve ahora mismo y tráemelos.
Se casaron pues, y cuando se re- Cuando volvía a alcanzar/os, la
tiraron a dormir, Blancaflor advirtió muchacha echó un peine al suelo, y
a Juan de las intenciones de su pa- ella se quedó convertida en huerta, y
dre, que quería matarlos mientras Juan en hortelano, que solo contes-
durmiesen. Así que envió al mucha- taba a las preguntas del criado:
cho a preparar al caballo que corría -Escoge lo que quieras, coles,
como el pensamiento, mientras ella coliflor, escarola, ... lo que quieras.

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Cuando el criado lo explicó a Pe- Al dia siguiente, por la noche, se
dro de la Magia, éste mandó a otro le presentó el siguiente. Cuando ya
criado a perseguirlos, pero cuando subían por las escaleras de la habi-
se acercaba, la muchacha tiró un tación, la muchacha dijo:
cuchillo al suelo y surgió un bosque - Me he olvidado de regar las flo-
de cuchillos y pinchos, imposible de res y se me morirán. Voy a regar-
atravesar. las.
Cuando Pedro de la Magia lo -No vayáis, Blancaf/or, ya iré yo-
supo, cogió el mismo el caballo y fué dijo el muchacho. Y bajó al jardín,
tras ellos. pero cuando una planta se reaviva-
Así que le vió llegar, Blancaflor tiró ba, otra se marchitaba, y así estuvo
detrás de sí un espejo que se trans- toda la noche.
formó en un ancho mar, y claro, Pe- La tercera noche le tocó el turno a
dro de la Magia no lo pudo pasar, Juan. Él no tuvo que cerrar puertas
pero gritó a su hija desde la otra orilla: ni regar flores. Durmió con Blanca-
- Ay Blancaflor, Blancaflor! Tanto f/or, pero no la reconoció.
que has hecho por Juan y ya verás Al cabo de un tiempo, Juan pre-
como te lo pagará!. Cuando llegue a paró su boda con otra chica del pue-
su pueblo, abrazará a su madre y blo, pero cuando estaban a punto de
no se acordará más de ti. casarse, se puso muy enfermo. Tan
Y aunque él le prometió que esto mal estaba que el médico dijo que
no pasaría, no hizo más que llegar a no tenía cura. Entonces Blancaflor
su casa y ya no se acordó más de se presentó y pidió permiso para
ella. verlo.
8/ancaflor apiló unas cuantas pie- -Ya puedes subir-dijo la madre-
dras y del montón salió una casa, y De hecho ya está muerto.
se quedó a vivir allí. Todos los que Ella subió. Hizo que toda la gente
veían a la muchacha se querían ca- saliera, cogió un palo y empezó a
sar con ella, pero ella los rehusaba a preguntarle si se acordaba de las
todos. tres palomas que se bañaban en el
Un dia, fueron tres jóvenes a ron- lavadero. Cuando él le decía que no,
darla, y uno de ellos era Juan, que le pegaba con el palo. Le volvía a
no la reconocía. Le pidieron que les preguntar si se acordaba de las
dejase dormir con ella, una noche pruebas que tuvo que pasar y como
cada uno, y ella accedió. La primera ella le había ayudado. Cuando él le
noche le tocó a uno de los otros, y contestaba que no, ella le volvía a
cuando ya subían a la escalera para golpear con el palo. Así se lo fué
ir a la cama, Blancaflor dijo: preguntando todo hasta llegar al
-He de ir a cerrar las puertas punto en que su padre le advirtió
que las he dejado abiertas. que él la olvidaría en cuanto llegase
-No bajéis vos, que ya iré yo a su pueblo. En este momento, Juan
-dijo el chico. Pero por mucho que empezó a recordar y cayó en la
intentó cerrarlas, cuando una se ce- cuenta.
rraba, la otra se abría, y así pasó -Si tu eres mi mujer! -dijo con
toda la noche. alegría. Y se quiso levantar en seguí-

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da diciendo que estaba curado y que esto se requiere la segunda boda en
se quería casar con Blancaf/or. En el mundo de los vivos.
seguida se casaron y fueron felices. Si tenemos en cuenta esta ense-
(contado a Sara Llorens, por Joan, ñanza, podemos ver que la boda pri-
masovero de Can Martorell. 1902). mera no fue la solución a los proble-
Este cuento , que recuerda, por su mas del héroe, bien al contrario, con
complejidad, los cuentos recogidos ella se desencadena la persecución,
por Afanasiev, en Rusia, nos mues- que se complementará por el olvido
tra el camino iniciático del héroe, cru- en la otra orilla. Ninguno de los dos
zando los dominios de la muerte, del mundos admite un intruso. Sólo la
más allá, del cual no puede volver maduración y la sabiduría pueden
sin la ayuda de alguien del mismo retornar la memoria, haciendo visi-
más allá, ya que la lógica de los vi- bles las dos partes.
vos no puede servirle allí. El viaje de Como vemos, todos estos ejem-
ida, ya nos hace pensar en los di- plos nos muestran que el itinerario
funtos, puesto que la grulla, que le seguido por los cuentos es mucho
informa sobre la situación del casti- más largo y complejo que el que ter-
llo, es, con la cigüeña, una antigua mina en las bodas, por sí mismas.
transportadora de almas. El viaje de Detrás de ellas, hay el camino ini-
vuelta, repasa todos las etapas se- ciático, sembrado de obstáculos, y
guidas por los difuntos en muchas la adquisición de la sabiduría, que
culturas, en sus escatologías: las ce- es el verdadero final feliz, y no las
remonias religiosas, el entierro, el perdices o los confites del banquete,
bosque intransitable, y el mar, que que las versiones edulcoradas e in-
separa a los vivos de los muertos. ternacionalizadas nos hacen tomar
Todos estos pasos los sigue la pare- demasiado pronto, mutilando el ver-
ja, inversamente al proceso de la dadero significado del cuento.
muerte. Hacerlo, comporta el olvido, Porque cometemos una injusticia
y si se olvida lo que se ha aprendido, con los cuentos si los encerramos
no se puede pasar a la etapa si- en la habitación de los niños. Los
guiente de la vida adulta y plena. La cuentos son modelos para la acción,
construcción de la casa de Blanca- que deberían acompañarnos siem-
flor, con un montón de piedras, no pre, porque siempre encontraremos
puede ser más significativa, ya que en ellos una respuesta adecuada si
las piedras amontonadas en un pun- sabemos preguntarles. Pero las ide-
to, indican una entrada y comunica- ologías dominantes, han escogido el
ción con el inframundo. La vida del camino fácil, el de mutilar la narra-
protagonista corre peligro, porque no ción para ajustarla a la moraleja que
ha superado el paso iniciático. Re- les convenía, confiando en el atracti-
tornar, pasar, significa haber adquiri- vo pedagógico de los cuentos, igual
do la sabiduría , que es la propia como la publicidad se aprovechó de
Blancafor. Ésta, debe valerse de una la fuerza de los refranes para fabri-
estrategia que deriva de la lógica del car sus slogans.
más allá (los garrotazos, como re- Las mutilaciones de los cuentos
medio paradójico para curar) . Por no dejan pues ver el verdadero suje-

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to y objetivo de los mismos, la per- - Blancaflor. Ms. Carpeta n. 24.
sona, como un todo. El corpus de I.M.H. Transcripció. Joana Mª Co-
los cuentos de los pueblos nos ha- lomar. En curso de publicación,
blará a nuestro interior, siempre que toda la obra de Cuentos y Leyen-
los respetemos como un todo, por- das recogidas por Sara Llorens.
que es como un todo, que trata de la Obra dirigida por la autora de este
persona humana y de los momentos artículo.
importantes en que hemos de tomar Maspons i Labros, Francesc. Con-
decisiones para la vida. tes Populars Catalans. Barcino.
Barcelona. 1952.
Bibliografía Pedrosa, José Manuel. Las dos sire-
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