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Balantidiasis
Agente Etiológico
el protozoario ciliado Balantidium coli,
Breve Historia
En 1857, el médico suizo Malmsten describió por primera vez este parásito, al encontrarlo en las
heces disentéricas de dos pacientes, y lo clasificó dentro del grupo de Paramecium otorgándole
el nombre de Paramecium coli.
Poco después, en 1862, el médico suizo Stein clasificó a los dos microorganismos, tanto al
observado en heces humanas como al de origen porcino dentro del mismo género: Balantidum
(del griego balanto = bolsa), y desde entonces se denomina Balantidum coli.
Taxonomía (Clasificación)
Balantidum coli es el protozoario más grande que produce enfermedad al humano.
Entre los animales que pueden infectarse con Balantidium coli se encuentran
chimpancés, primates, ratas, cobayos y, desde luego, el cerdo.
Los lugares que se han reconocido con mayor parasitación son Filipinas, Bolivia y Papúa,
Nueva Guinea. En México, se ha informado de casos de infección en niños.
En relación con el ser humano, se ha presentado en sujetos positivos al VIH y con problemas
dentales. También se ha identificado en hospitales psiquiátricos.
Factores que conducen a la balantidiosis humanos
El contacto entre cerdos y humanos.
Una mala infraestructura sanitaria en una comunidad, influyendo la deposición
adecuada del excremento de cerdos y humanos que puedan contaminar el ambiente,
sobre todo fuente de agua y cultivos agrícolas.
Climas tropicales y subtropicales donde hay suficiente calor, lo que favorece la
sobrevivencia de los quistes.
La fase infectante de B. coli al humano, es el quiste e infecta cuando éste ingiere alimentos y
bebidas contaminadas; cuando el parásito llega al estómago, la pared quística se destruye pero
emerge el trofozoíto. Éste se desplaza con gran movilidad debido a la presencia de los cilios
hasta alcanzar el intestino grueso; en la luz intestinal, se divide por fisión binaria o por
conjugación en repetidas ocasiones.
Gracias al peristaltismo, el quiste se expulsa junto con las heces. Si las evacuaciones son
diarreicas, la fase del parásito expulsado es el trofozoíto, debido a que un ambiente hidratado
favorece su presencia y no alcanza a enquistarse.
3) A continuación, cada célula tiene dos núcleos y uno de ellos se intercambia con la otra célula
perdiendo uno.
La conjugación le sirve al parásito para generar progenie con mayor diversidad genética y mayor
capacidad de supervivencia.
Mecanismos de Transmisión
La transmisión puede ocurrir cuando animales como el cerdo, chimpancé, rata u otros, eliminan
al parásito, lo diseminan en el ambiente y contaminan al ser humano. el quiste infecta cuando
éste ingiere alimentos y bebidas contaminadas. (mano-ano-boca,)
Balantidium coli ulcera la mucosa intestinal de manera intensa. Las úlceras son planas y
redondas con aspecto aftoso y tamaño variable. Esto se explica porque, a diferencia de
Entamoeba histolytica, el ciliado es muy grande y no penetra con facilidad los vasos sanguíneos,
pero causa sangrado.
Además de ser de cuello ancho y con bordes, las hemorragias se deben a la invasión vascular,
con bordes edematizados. En la lesión hay escasa infiltración de neutrófilos, linfocitos y
eosinófilos.
El parásito permanece de manera indefinida, puesto que hay gran cantidad de bacterias para
alimentarse.
Se ha demostrado que los trofozoítos de cepas, se adaptan y reproducen con mayor rapidez y
generan más síntomas.
Desde luego, el huésped tiene función importante para que se manifieste la balantidiosis. Entre
las condiciones del ser humano que promueven la parasitación, se encuentran hipocondrio o
aclorhidria gástrica, infección crónica, desnutrición, alcoholismo y dieta del huésped rica en
carbohidratos y pobre en proteínas.
Anatomía Patológica (hallazgos microscópicos observados en los tejidos
en donde se encuentran).
En los lugares donde existe más balantidiosis predominan las formas asintomática y crónica.
En ocasiones se informa abdomen agudo quirúrgico por perforación, o apendicitis aguda que
produce la muerte del paciente.
También se han observado colitis crónica y poliposis inflamatoria de recto y sigmoides, y una
masa intrapulmonar (Ladas, 1989).
El patógeno se ha aislado de las vías urinarias de pacientes que padecían uretritis, cistitis y
pielonefritis, e infectados por citología cervicovaginal.
La disentería puede ocasionar choque y muerte. Las condiciones que hacen más vulnerable al
paciente infectado son alcoholismo, desnutrición, enfermedades crónicas e inmunodeficiencias.
Muchas de estas manifestaciones están acompañadas por pérdida de peso, tenesmo y heces
con sangre.
En el intestino se presenta hemorragia y perforación, debido a una enzima proteolítica que está
presente en el parásito.
Se ha demostrado que secreta cisteína, serina, ácido aspártico, y metalo-proteasas, las cuales
penetran en las paredes y tejidos subyacentes del intestino.
Las perforaciones y las hemorragias de B. coli son consideradas con consecuencias fulminantes,
pues estadísticamente tienen una tasa de defunción del 30%; estos casos fatales se han
asociado a sepsis secundaria por infección del intestino. Cabe mencionar que B. coli, puede
encontrarse en sitios extraintestinales como es el apéndice y, en raras ocasiones, en el hígado,
tracto genitourinario, produciendo infecciones en vagina, útero, vejiga, y la extensión directa del
área recto-vaginal. Las infecciones de los pulmones pueden llegar a producir necrosis.
Los medicamentos más suministrados se presentan en el cuadro 11–1, siendo las tetraciclinas el
antiparasitario de elección (El uso de tetraciclinas se contraindica en embarazo y en niños
menores a ocho años, se recomienda administrar las tetraciclinas una hora antes o dos horas
después de comidas)
Asimismo, es conveniente lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño, pero sobre
todo después de la manipulación de animales, principalmente cerdos, primates y roedores.
Debe omitirse al máximo el contacto con animales (cerdo y primates), para lo cual los
trabajadores de los rastros y zoológicos deben usar el equipo necesario para protegerse, tales
como batas, guantes, cubrebocas, cofias o gorros.
Es importante la eliminación adecuada de las heces y evitar la defecación a ras del suelo.
es importante mencionar que al estar presente el parásito en aguas residuales, puede
encontrarse en los lodos en forma de quistes.
Cabe recordar que este parásito puede causar disentería, problema que puede tornarse grave.