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El galeón es un ejemplo de cómo se transportaba oro y plata, a la vez las más diversas
especias: desde condimentos, telas, seda y porcelana. Esta conectividad que otorgaba el
comercio se logra evidenciar en la siguiente cita:
“Podemos redefinir bajo otra óptica estas anotaciones breves. El flujo de
importaciones revela en el espacio peruano las distintas presencias continentales; de Europa
las manufacturas textiles de Italia, España, Inglaterra, Francia, los Países Bajos; el hierro,
de Vizcaya, Alemania y Suecia; las especias y sedas, de Asia; (…)” (Sempat, p. 144)
Ante esto, podemos ver que ayudaron a la refinación de la cultura con los elementos
distintos a los que se encontraban dentro del nuevo continente.
Todo esto era distribuido en una primera instancia por los puertos que se encontraban en la
Nueva España, para luego ser comercializados hacia los puertos del sur, como por ejemplo,
el puerto de El Callao en Perú. En las múltiples zonas de comercio se constituyeron
verdaderos emporios, esto nos lleva a la composición de espacios sociales, de relaciones
interculturales, evidenciando uno de los aspectos positivos, ya que ,como consecuencia del
apogeo y de la aceptación de esto nuevos productos y sus diversos usos, se establecieron,
industrias que se dedicaron al trabajo de las innovaciones que llegaron a américa a partir de
las nuevas comercializaciones, por ejemplo el trabajo textil hacia 1585, en Córdoba, lugar
en el cual se comenzó a invertir en telas para desarrollar la industria textilera, como se
ejemplifica en la siguiente cita: “En Córdoba, la producción textil comienza a desarrollarse
hacia 1585/1590 mediante una actividad doméstica urbana y el trabajo aún no claramente
especializado en los pueblos de indios. Muy pronto tenemos la instalación de varias
empresas especializadas, los obrajes, en el medio rural…”(Sempat pag 23) la cual, por un
lado hizo necesario el aumento de mano de obra, que en un principio era ejercido solamente
por indígenas, como también,“ los contratos refieren la instalación de telares, tornos,
peines, usos y herramientas varias” requirió de procedimientos de industriales europeos, lo
que da cuenta de una confección de nuevos espacios sociales sincretizados en torno a un fin
económico de crecimiento y expansión, producto de una economía internacional en
crecimiento.
"hasta 1540-1560 las operaciones fueron muy abiertas, participando prácticamente todo el
vecindario a muy diversas escalas, con escasa o nula monetarización (metal vendido al
peso), pagos ejecutados en metal, adquiriendo las mercancías en un rebujo de productos, los
llamados fardos, que contenían porciones de mil y una mercaderías: telas (bastas y finas),
herramientas, aperos, zapatos y sombreros..." (página 291), se puede evidenciar que hacía
esta temporalidad, o como se dice en el capítulo 15 de M y G la primera fase del
crecimiento económico colonial, el apogeo en cuanto a la utilización y producción de las
especias traídas desde los distintos lugares del mundo, produjo en América un proceso de
especialización de las materias.