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LA PALABRA DE DIOS ES EL EVANGELIO DE

}
CRISTO

Por José Rubén Arango©2014

INTRODUCCIÓN

A propósito de los eventos que venimos abordando del evangelio de Cristo, ya en Génesis y el Éxodo se nos
presentan pasajes interesantes que, para cualquier estudioso “bereano” de las Escrituras, debería registrar en
su agenda de trabajo, en página aparte, y con un asunto que señale la imperiosa necesidad de inquirir,
indagar y escudriñar acerca del decreto y voluntad de Dios, a fin de dar una respuesta concordante con la
doctrina total de la Palabra. Algunos de los textos, expresiones o vocablos que deberían aparecer en tu
cuaderno de notas, son:

“En el principio creó Dios…” Berishith: principio de comienzo de la ejecución del programa de Dios, en el que, a su vez, se
Gn 1:1; cf. 2:4 implica que tal principio deviene de un inicio sin límites en tiempo, que provocó ese comienzo; es
decir, la eternidad, que ni tiene principio ni tiene fin, un siempre presente en quien suscitó el tiempo:
Elohim. Por otro lado, evidencia que en esencia existe una intención de propósito y un plan
perfecto, excelso, sin sucesiones y ya pensado en la mente sempiterna e ilimitada del Creador que
se ponía en marcha.
“Hagamos al hombre a Elohim (Dios triuno), lleva a cabo lo tocante a la creación del género humano, así como ya había
nuestra imagen, conforme a creado el mundo angélico, y el hábitat para los seres humanos. Su proyecto es uno y se ejecutó
nuestra semejanza” Gn 1:26- programáticamente, a partir del “principio”. El hombre era la máxima expresión creativa, formado
31 por Dios, por razón de la superabundancia de su gracia y la plétora de su amor, porque quería
compartir de Sí mismo, con el objeto de su afecto. Ahora bien, debemos observar que se añaden
Toda palabra tiene un dos expresiones que en nada son sinónimas, tampoco una refuerza la otra. “A nuestra imagen”,
sentido positivo y otro implica que el hombre llevaría en su esencia la impronta, el sello de su Creador, Formador y
negativo. Expresa unos Hacedor; en su naturaleza podría expresar rasgos de Elohim, por supuesto, en modo limitado,
significados, pero puede propio de su condición creada: tripartito, señorío, santidad, eviternidad, perfección, conocimiento,
implicar, interna o sabiduría, justicia, amor, compasión, misericordia, etc. “Conforme a nuestra semejanza”, envuelve
externamente, otras un elemento más complejo, no tanto en su esencia, sino en su quehacer: llegaría a tener la
connotaciones. Puede,
capacidad de discernir entre el bien y el mal, tener conocimiento de sí, de su entorno y del mundo
asimismo, ser
realización de algo que,
espiritual, de hacer pleno uso de su libre albedrío, de su conciencia, de su raciocinio y de su
aunque no se dice capacidad para tomar determinaciones y realizar juicio. ¡Inescrutables son las riquezas y
directamente, que profundidad de su revelación! Dios sabía que su creación fallaría, que introduciría el pecado al
antecede o sucede. mundo, con todas las consecuencias y efectos que conocemos por su divina revelación y lo que
pertenece al fuero de su secreto (Ro 8:28-30).
“acabó” Su decreto, tocante al hombre, estaba terminado con eficacia y eficiencia, en el concurso de su
eterna determinación. Al programa de Dios nada le faltaba ni nada se le había olvidado. Era
perfecto en la naturaleza de su hechura y en la esencia de sus futuras acciones y actuaciones. No
habría lugar para “reprogramaciones”, “ajustes” o “modificaciones”. He 4:3
“reposó” Es un modismo hebraico antropomórfico, para señalar que Dios triuno, no requería adelantar nada
más a su obra perfectísima. Correspondía al diseño eterno que estaba en su Mente infinita y como
Él lo había planeado. Los procesos que se requirieran, en la sucesión de los tiempos, era
potestativo de su creación, no de su obra en sí misma: la historia del hombre, del pecado y de la
salvación serían resultado de las acciones de seres que fueron creados con el pleno uso de su libre
albedrío. No porque el decreto divino se esté dando. Ya fue dado, ya fue pronunciado y puesto en
marcha de manera excelente.
“el séptimo día” El séptimo, siete y cualquier múltiplo de este número es una representación en lenguaje metafórico
que resume un mensaje concreto. Dios es perfecto. Dios no se equivoca. Toda su obra, todo lo que
diseñó y ha ejecutado es, igualmente, perfecto: “Dios es bueno”, “vio que era bueno en gran
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manera”. Dios santificó su obra. En esta acción estaba concertando que Dios llevaría a su creación
al pleno conocimiento de su gloria, 2 Co 3:18,
“del árbol de la ciencia del Dios, en su decreto eterno, como ya se ha puntualizado en otros parágrafos de estas notas, sabía
bien y del mal no comerás; que su creación fallaría al propósito de su obra y de su santo llamamiento. Sabía que Satanás
porque el día que de él incitaría al hombre para pecar y que el pecado sería introducido en su creación, con todos los
comieres, ciertamente efectos que nos señala la Escritura (Ro 5:12,3:22-26). El hombre se rebelaría contra su Creador,
morirás” Gn 2:17 + cap. 3 desobedecería al pacto de creación y actuaría contra la santidad de Dios: “el día que comieres”, no
alegaba una posibilidad, sino que abiertamente declaraba una realidad. Satanás intentaría destruir
Plan de la gracia la obra de Dios, pero lo que jamás podría alcanzar a comprender ni conocer, era que en el diseño
Desde antes de la fundación de Dios, ya estaba comprometida la redención del hombre; ya Dios triuno, se había propuesto en
del mundo, ahora en acción su perfecto y anticipado consejo, salvar al hombre mediante su Hijo, sin escatimar ni reparar
(„túnicas de piel‟) absolutamente en nada, entregándolo a la condenación, quien fue crucificado desde antes de la
Is 55:6-11 fundación del mundo por todos los hombres, 1 Pe 1:18-20, Ef 1:3-14; Col 1:15-23; Jn 12:27; Is 53.
La operación de su gracia, que fue decretada, estaba en acción ahora y el Dios Santo llevará a
cabo la restauración de todas las cosas, para la alabanza de su nombre. Satanás ya está vencido.
La salvación está asegurada. Solo depende del hombre acogerse a su plan, recibir la gracia y ser
salvo (Ef 2:8-9).
“¿Dónde estás tú?”; “me Dios permitió la entrada del pecado y este seguirá su curso hasta el final, cuando Dios reestablezca
escondí” todas las cosas. La muerte, el Hades, Satanás serán sujetos y lanzados al lago de fuego y azufre.
(cf. Is 29:15-16) Habrá cielos nuevos y tierra nueva. El hombre permanecerá en comunión eterna con Dios en
santidad, dando adoración a su Creador. El pecado ha causado todo el daño posible: la
depravación, condenación, muerte en todas las esferas y extensiones, daño a la creación,
sufrimiento y dolor, vergüenza, maldiciones, separación de Dios, sentimientos de culpa, apartados
de la gloria celestial…”tuve miedo”, ““me escondí”, “desnudo” (= conciencia de pecado,
conocimiento del bien y del mal, inversión de valores) = cf. Gn 4:7
“Jehová maldijo”, Gn 5:29 Dios es santo y perfecto. En Dios solo es posible la bendición, el bienestar, el bien del hombre (Jer
(a causa de la tierra que fue 29:11). Así este es un giro antropomórfico que habla de su voluntad permisiva, en la cual Él,
maldecida, en permisión soberanamente, ha decretado dar curso al pecado y sus efectos letales (Hch 14:16), pero al mismo
soberana de Dios) tiempo ha decretado que abomina y aborrece el pecado porque ofende su santidad, su gloria y su
majestad. Si hay maldición, es una consecuencia del pecado en el mundo y de la libre, pero pésima
determinación („comió del fruto del árbol, ella y su marido‟).
La contención de Dios Es el recurso eterno de Dios por atraer al hombre hacia su bondad infinita, en una desmedida y
Sal 33:11 amorosa intensión, a fin de que vuelva en amistad con el Señor y sea salvo. Dios ha generado
Gn 6:3,6.7,12-13 estrategias para que el hombre venga a su conocimiento, para que se arrepienta y sea salvo por Él.
Serán sus días 120 años (= 30 x 4). La gracia activada a favor del hombre. Para ello, Dios anticipó
todas las formas como se acercaría al hombre: „habiendo hablado muchas veces y de muchas
maneras‟. Tampoco aquí hay contingencia. Dios, en su infinita misericordia, bondad y gracia,
decretó los medios, las estrategias y la manera de salvar al ser humano. El hombre está en pleno
uso de su capacidad responsiva y responsable, de aceptar o rechazar el beneplácito de la
abundancia de su gracia. El deseo de Dios es su redención, por ello decretó la acción permanente
de su kairós, la actividad imparable de su gracia. Ez 18:23-32; 2 Pe 3:9.
„Se arrepintió‟ Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta, declara
taxativamente la sagrada Escritura. El arrepentimiento aquí y en otros pasajes, es un
antropomorfismo que pretende recalcar la dirección soberana de Dios en el ejercicio de su voluntad
sobre las acciones del hombre, con el fin de anunciar la promesa contenida en el evangelio de la
gracia y de su amor, que Él se había propuesto en Cristo salvar al mundo. Es, pues, su amorosa
misericordia, su compasión activa que busca afanosamente poner mojones de luz para que el
hombre recuerde que Dios no quiere que nadie perezca sino que proceda al arrepentimiento. El
hombre determina aceptar o rechazar ese kairós de Dios.
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“y Jehová cerró la puerta” En su programa eterno, está preordenado el tiempo cuando su gracia cesará y vendrá el juicio final.
Adicionalmente, en el proceso de la sucesión de los eventos humanos1, Dios ha cerrado la puerta
muchas veces a quienes, en su contumacia y rebeldía, han persistido en su dureza de corazón y se
han apartado de Dios con determinación… Y esto también está en el decreto de Dios. La soberanía
de Dios no contradice el libre albedrío, sino por el contrario, reafirma esa soberanía y el contexto de
cada atributo de Dios, siempre santo y siempre perfecto, deseando que el hombre retorne a Él para
extender su infinita gracia. Le fue cerrada a Caín y su generación, al mundo prediluviano, a
Sodoma y Gomorra, al Faraón del éxodo y los egipcios, etc. Y todo esto ha ocurrido para que no
caigamos en semejante ejemplo de desobediencia, señala la Escritura.
El pacto con Noé Debemos ser reiterativos sobre el hecho que en Dios no hay arbitrariedades ni caprichos ni
8:21-22; 9:11-13 arrebatos ni azares. Su plan es único. Como fue pensado por Él en el escenario de su eternidad,
así se hizo, se realiza y se culminará. El lenguaje es metafórico y obedece a una pedagogía
visosensorial de Dios para que podamos acercarnos a la comprensión del misterio de su gracia, de
su propósito y cómo ejerce el control pleno de todo lo que sucede en el universo y con sus
(Cf. Gn 11:5-8, donde el Dios criaturas. Dios es inabarcable en su ser y en su acción. Y esta verdad no puede ser olvidada: Dios
triuno desciende a confundir las es pedagogo, maestro, educador. Ahora bien, en la voluntad de Dios se usa este lenguaje
lenguas. El pasaje muestra a
metafórico y alegórico, en parábolas, para que solamente los elegidos puedan entender, pues Dios
Dios yendo a ver la obra de la
torre, y determinando confundir sabe quiénes rechazarán su mensaje. Razón que no disculpa la tarea evangelística ni el trabajo de
las lenguas. Dios sabía que esto anunciar el evangelio de Cristo. Por el contrario, lo que en su presciencia está, lo que en su
sucedería y sabía lo que haría. anticipado conocimiento se verifica, involucra todo este proceso. Los reprobados han tenido todas
Es solo un antropomorfismo para las oportunidades y llamamientos para aceptar el mensaje, como lo han hecho los elegidos. Por
que comprendamos su soberanía ejemplo, Jesús sabía que Judas le iba a traicionar; sin embargo, lo llamó, lo eligió entre los doce y
sobre todas las acciones le dio la oportunidad de estar con Él. Judas amó más el dinero. Traslapó la falsa gloria de mamón
humanas. Es Señor de las por encima de la gloria de Dios, de su beneplácito y su gracia. Judas sintió un remordimiento por su
circunstancias. acto abominable y se ahorcó. Y Dios sabía lo que sucedería con él. Fue instrumento de su padre el
diablo para intentar impedir que Cristo salvara al mundo (Jn 13:21-30, 17:12; Sal 41:9; Hch 1:16-20;
Lc 22:22; Mr 14:18-21). Pero la muerte no retuvo al Señor de gloria. Cristo tenía el poder para
poner su vida y volverla a tomar (Jn 10:14-18).
“Ten por cierto que…” Gn Dios descorre el velo de su programa eterno para Israel y le revela lo que sucedería a sus
15:13-16 descendientes, de los que “son la adopción, la gloria, el pacto, , la promulgación de la ley, el culto y
las promesas” (Ro 9:4). Ya le venía manifestando rasgos importantes en sueños, visiones y palabra
directa: que saldría de un hijo suyo con Sara, se multiplicaría, ocuparía las tierras de los cananeos
y otros nueve pueblos, se fortalecerían y serían un pueblo innumerable que tendría el propósito de
ser luz entre los pueblo, santo y único para Dios. Este pueblo inmenso serviría a Dios. Ahora le
enseña que antes de recibir lo prometido debería pasar por una fase de prueba importante en
términos del determinado consejo y del propósito divino para con ellos. Le muestra su bondad
determinada para con los elegidos y lo que sucedería con la nación que sometería a opresión a su
pueblo. Nada está suelto en Dios. Su voluntad soberana en lo que respecta a lo perceptivo, lo
permisivo y lo secreto de su plan, como un todo, es armónica. Es un tejido, cuyas tramas están
perfectamente elaboradas. Cada detalle está milimétricamente atendido y protegido en su plan
eternal (Lc 12:25).
Ismael El cuadro donde Sara da su sierva egipcia Agar, para poder tener el hijo de la promesa. Su
„Jehová escucha‟ nacimiento, cuando Abram contaba con 86 años, y todos los eventos con respecto a él: cuando
( Dios siempre presta atención a

1
Gr. Oikonomía = dispensación. Es el gobierno de una familia, de los asuntos familiares, de una propiedad, mayordomía o
administración. Pablo lo aplica a la responsabilidad que le fue encomendada de anunciar el evangelio (comisión, 1 Co 9:17; 1 Tm
1:4), la administración que le fue asignada (administración, Col 1:25, Ef 3:2) y como la disposición de Dios de reunir todas las cosas
en Cristo (Ef 1:10, 3:9). «Una dispensación no es un período ni una época (uso común, pero erróneo de la palabra), sino un modo de
tratar, una disposición o administración de los asuntos. Cf. oikonomos, mayordomo; y oikonomeo, ser mayordomo, administrar. No
obstante, sí es cierto que las diversas épocas del pasado han visto diversos modos de gobierno, y han quedado marcadas en sus
características por el modo de administrar Dios sus tratos con los hombres en el curso del tiempo»
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cada evento de sus criatura) Agar huyó al desierto, la circuncisión a los 13 años, el conflicto entre Agar y Sara que llevó a
despedirla, la visión en el desierto, la promesa de los doce príncipes que saldrían de sus lomos y la
Una historia que tipifica
bendición para Ismael, ilustran el ejercicio de la voluntad permisiva de Dios, en el marco de su
la permisión soberana de decreto soberano. Dios sabía que esto acontecería y sabía que pasaría con Ismael. Sin embargo,
Dios no fue estorbado su decreto con respecto a los descendientes de Isaac y Jacob, el pueblo de Dios.
Su plan estaba firme y lo sucedido por permisión, podía tener la seguridad que no estaba fuera de
la administración de su señorío sempiterno. Todo estaba cubierto con la bendición de su
intervención munificente y magnánima.
Nacimiento de Isaac La información detallada alrededor del nacimiento de Isaac, nos comunica que el decreto de Dios
(Abraham, 100 años; Sara, 90 es incondicional, sobrenatural, no es compatible con las circunstancias ni leyes naturales, sino con
años) su soberanía. Los imposibles del hombre, son siempre los posibles de Dios, que, además, nunca
serán absurdos, sino consecuentes con las leyes físicas del universo, muchas de las cuales hasta
ahora la ciencia empieza a descubrir. El principio aquí, pues, es: lo que Dios ha decretado, es
indefectible; su plan eterno, se realiza en el tiempo, propiedad física de la creación finita, sin ningún
contratiempo, inexorable, inexpugnable, inalterablemente, de modo inmutable, porque es
impertérrito y es exacto en el andamiaje del decurso.
“encubriré yo”, Gn 18:17-18 Sus designios inescrutables los ha revelado en su Palabra. La base de toda profecía es su
(cf. Jer 33:3) propósito eterno, su infinita voluntad para el mundo (Jer 29:19; Am 3:7). Dios, en su gobierno
sempiterno, ha determinado comunicar su plan a sus siervos los profetas, en lo que ha decidido
revelar. Es potestativo del Señor, delimitar qué revela y qué no. Hay asuntos que permanecen
ocultos y temas que son incomprensibles para el hombre. Dios reveló a Abraham lo que sucedería
a Sodoma y tres ciudades más por causa de su impiedad. Este mismo método empleó, por
ejemplo, con Noé, Daniel y Jonás.
“nada podré hacer hasta que” Zoar fue librada de ser destruida por mediación de Lot. Y Dios solo decretó su juicio cuando Lot se
(cf. Jer 17:15; 2 Pe 3:8-9; Hab puso a salvo en esa ciudad. En la determinación divina está la participación del hombre como
2:1-3) intercesor para aplazar o posponer ciertos juicios, como una dinámica de su misericordia. Pero
sabe que no siempre el hombre será responsable de este privilegio, y que muchos juicios se
realizarán sin pasar por este filtro. Por ello, ha decretado el llamado como una obligación humana y
el juicio de obras para sus elegidos a fin de que respondan por la misión asignada en su programa
eterno. Cf. Ez 22:30; Is 64:7; 1 Co 3. Sea como sea, es claro que su voluntad, su programa, se
cumplirá tal como fue propuesto, y logrará los propósitos esperados por Dios y que han sido
determinados por Él, Is 55:10-11. Ni una jota („yod‟) ni una tilde (ápice o cuernecillo que distingue
una letra de otra en el alfabeto hebreo), es decir, ni el más mínimo detalle, dejarán de cumplirse en
el marco de su voluntad, expresada en su Palabra (Mt 5:18
La mujer de Lot, Gn 19:17,26 Dios ha promulgado su verdad con una intención de salvación. La multiforme gracia del Salvador es
que nos pongamos bajo las alas de su amor para ser redimidos: “no mires tras ti”. Salir de toda la
esfera de perdición, destrucción y juicio, para mirar la luz de la esperanza y la misericordia. Implica
un acto de fe, un compromiso sencillo de confiar en su palabra de vida. Sin embargo, la mujer de
Lot, no creyó, desobedeció el anuncio y persistió con obstinación en continuar mirando su mundo,
el territorio de su seguridad, el mundo vacío y determinar perderse por amar ese mundo. Quedó
convertida en un monumento que recogía la razón del juicio y el juicio mismo. Sería el mojón que
señalaría la frontera entre la muerte y la vida, la fe y la incredulidad. Pero al mismo tiempo,
tipificaría que la determinación de aceptar o no la oportunidad de salvación está en manos del
hombre, y esa determinación comienza a andar una vez hayamos tomado la decisión. La mujer de
Lot determinó mirar atrás y de inmediato fue convertida en estatua de sal, señalando que ella
rechazó el pacto de sal, el pacto de gracia y resolvió por la condenación. Dios decretó su proyecto
de salvación, pero también dio la libertad al hombre para hacer uso de su libre albedrio, como
criatura formada conforme a su semejanza. Dios respeta nuestra resolución, Jn 3:16-21.
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“es mi hermana” La Providencia de Dios entra una vez más en acción, con una mirada misericordiosa y la
manifestación de su compasión. Dos veces Abram y una su hijo Isaac, por miedo a la impiedad de
los reyes paganos, en Egipto o entre la comunidad amalecita, que podría costarles la vida por
causa de sus esposas, decidieron mentir y arriesgar la integridad de sus mujeres, con tal de salvar
sus vidas. Pese a este pecado, el Señor preservó la vida de ellos, bendijo a sus esposas y detuvo a
los reyes de cometer vileza, a través del justo juicio. Dios les perdonó el conato, restauró y
multiplicó la nación. Dios se ha glorificado en vasos frágiles y débiles, vasos poco honrosos,
mostrando que la majestad determinante de su plan está en sus manos.
Gn 26:4-5,24 Él es omnímodo, omnisciente y presciente. Nada está fuera de su capacidad infinita e intemporal
(cf. Gn 12, 15, 17,18,22,28,35) para la administración excelente de la inspección de todos los eventos y de todas las criaturas, la
prevención de todos los sucesos y el cumplimiento de su providencia. Desde la temporalidad, los
eventos son vistos de distintas formas, incluido lo causal y lo casual, lo fortuito y lo previsto. Los
vemos en sucesos, en dispensaciones, en edades… Pero en Dios, su programa de salvación es
uno y el mismo en todos los tiempos: El hombre fue creado perfecto, pero fallaría a la respuesta de
la superabundancia de la gracia de Dios, quien, a su vez, se propondría restaurar y restablecer su
creación y salvar al hombre. Para ello, vendría su Amado Hijo, “en quien tiene toda complacencia”.
Kénosis (autorenuncia, Flp 2:5-8), Hipóstasis (unión de su naturaleza divina y su naturaleza
humana: verdadero Dios, verdadero hombre), Encarnación (nació de una virgen), Hijo de Hombre,
Juicio y sentencia, Crucifixión, Muerte, Resurrección, Ascensión y Parusía (Segunda Venida), son
términos que nos recuerdan que desde antes de la fundación del mundo, Dios había fijado un plan,
el cual es seguro y estable. Nada dejó de abarcarse en el programa de su gracia. Las
dispensaciones son solo los momentos como se va traduciendo, en nuestro lenguaje, el reloj de su
gracia, en el cumplimiento del tiempo. Tanto antes, como durante el tiempo de la ley, como
después que fue cumplida en Cristo, siempre ha estado en acción la gracia de Dios, de distintas
maneras y en distintos escenarios, desde que Dios determinó “vestir con túnicas de pieles” al
hombre en lugar de las “hojas de higuera” con las que se vistió el hombre. Y para ejecutar su plan,
determinó llamar al mismo hombre como portavoz de su mensaje. Aquí Dios comienza a gestar el
nacimiento de un pueblo, restaurando, llamando, santificando y glorificando, a hombres idóneos
que crean a la bondad y generosidad de su gracia. Baste recordar la historia pasada de hombres
llamados por el Señor que respondieron con fe, creyeron y les fue contado por justicia (He 11):
Abel, Set, Enoc, Noé y Sem. Luego vendría la promesa de una nación numerosa, fuerte y próspera,
que sería santa para el Señor, apartada para mostrar las maravillas de Dios a los pueblos y
comunicar bendición a las naciones. Y Dios lo hizo así con Abraham, Isaac, Jacob y sus hijos.
Gn 40:8; 41:16,32 Una vez más, Dios enseña que Él tiene una pedagogía perfecta para comunicar su propósito eterno
y direccionar su voluntad, siempre por amor de sus elegidos y en favor de su creación.
Gn 45:5,7-8; 50:19-20 La soberanía de Dios es infinitamente abundante y sorprendente, pues aun el mal que procuran
algunos contra los elegidos de Dios, las penurias y los sucesos “desgraciados” o “infortunados”
(como pudieran ser vistos), tienen un propósito en Dios. Él conduce todo acontecimiento para bien
de los herederos de la gracia, los escogidos, los llamados a ser hijos de Dios.
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MICRODOCTRINA: LA VOLUNTAD DE DIOS

VOLUNTAD DE DIOS2
(VOLICIÓN DIVINA)
¿Qué es?
“El evangelio eterno se predicará hasta el fin de la historia. Todo este Plan Divino de Salvación está bajo el control de
Dios. Nada de lo que pueda hacer el enemigo de las almas, Satanás o sus demonios lo impedirán, ya que él mismo y
sus huestes de maldad se encuentran bajo la potestad del Señor y no pueden hacer absolutamente nada si el Señor no
le permite (Job 1:6-12)”
“Este aspecto reconoce que, aun cuando Dios permite pasivamente que las cosas sucedan, Él debe elegir permitirlas,
porque siempre tiene el poder y el derecho a intervenir. Dios siempre puede optar por autorizar o detener las acciones y
eventos de este mundo. Por lo tanto, al permitir que sucedan estas cosas, son Su „voluntad‟, en este sentido de la
palabra”.
La voluntad de Dios se nos manifiesta de cinco maneras: (1) Haciendo algo directamente y por sí mismo: “Dios siempre
quiere positivamente lo que hace por sí mismo, porque siempre se refiere al bien y siempre está ordenado a su mayor
gloria”: Operación; (2) Indirectamente, o sea, no impidiendo que otros lo hagan: “Dios nunca quiere positivamente lo
que permite, porque se refiere a un mal, y Dios no puede querer el mal”: Permisión; (3) Imponiendo su voluntad por
un precepto propio o de otros: Precepto; (4) Prohibiendo en igual forma lo contrario: Prohibición; (5 ) Persuadiendo
la realización u omisión de algo: Consejo. (Tomás de Aquino).
En la propia volición soberana de Dios, determinó dar el libre albedrío en los ángeles y en la humanidad. Estas dos clases pueden
elegir para Dios o en contra de Él. No obstante, las dos categorías de criaturas fueron creadas para la gloria de Dios (Ap 4:11)
Y como consecuencia del acto volitivo de Dios, fuimos creados, existimos, vivimos y somos. También, por esa voluntad de Dios,
poseemos nuestro propio libre albedrío (Pr 16:4) Esto significa que, al final, Dios será glorificado por la volición positiva o negativa de
Sus criaturas. Jamás Él hizo que los inicuos sean malvados, que los pecadores sean transgresores, que los hombres se condenen…
El Señor de toda bendición (Ro 11:36).
Características (a) Buena, Jer 29:11; (b)
Medios para (a) la conciencia, Ro 2:15; (b) la P.D., Sal 143:10 (c) El Espíritu Santo; (d)
conocerla
Comprobación A través de una vida santa y en transformación constante, se evidencia la naturaleza y el propósito de
su voluntad perfecta; Ro 12:2
FACETAS o ASPECTOS DE LA VOLUNTAD DE DIOS
perceptiva o (Ro 12:1-2). Él ha elegido revelar su voluntad en la Biblia; está declarada sobre lo que debemos o no
revelada debemos hacer. Se manifiesta tanto en su Palabra, como en nuestra conciencia. Somos responsables
Es la pauta de obedecerla. Corresponde a esta voluntad todos sus mandamientos, leyes, ordenanzas y principios.
para nuestras «Su voluntad revelada nos da nuestro programa de acuerdo con el cual nosotros debemos obrar». Es
acciones. absoluta, inmutable, incondicional, soberana y en armonía con su plan y su naturaleza divina. No
contradice ninguno de sus atributos. Es para el hombre, la cual se revela a través de su Palabra: lo que
Dios quiere y desea del hombre. En síntesis, que se arrepienta, sea santo, ejerza la fe y viva en amor.
Ro 12:2; Dn 2:21; Ez 33:11; 1Tm 2:3-4; Éx 20:1-17; Job 23:13; Sal 33:11; Is 14:24, 46:10; Hch
17:24,30; 1 Pe 1:16; Ef 6:6; 1 Ts 4:3-6; Lm 3:37; Mt 24:35Dt 5:29
Permisiva3 Esta expresión se revela en la Escritura, indicando lo que le complace a Dios o no (1 Tm 2:4) Describe
la actitud de Dios y define lo que es agradable a Dios. Dios nunca ha suscitado activa y eficazmente los

2
Un predicador dijo: “el hombre de éxito es el que descubre lo que Dios quiere que haga con su vida y lo hace”.
3
“El pecado, el bien humano, y el mal no son el deseo de Dios, pero están en los decretos porque son ejecutados por nuestro libre albedrío. Dios
desea Su voluntad y soberanía perfectas, pero las criaturas angélicas y las criaturas humanas usan su libre albedrío y su autodeterminación, dadas
por Dios, para violar los deseos de Dios. Entonces, todos los deseos de Dios son parte de los decretos divinos, pero nosotros podemos rechazar
esos deseos para nuestra vida personal” Robert R. McLaughlin. Un ejemplo claro está registrado en el libro de Éxodo: Dios endureció el corazón de
Faraón, trayendo circunstancias y situaciones que harían que el rey de Egipto se obstinara en no dejar ir al pueblo de Israel, que causarían que
Faraón porfiadamente rechazara las advertencias del Dios Todopoderoso, con el único propósito de manifestar plenamente la demostración del
poder, la gloria y la benevolencia de Dios, así como la fidelidad a su pacto y sus promesas (8:15,32; 9:7, 12, 34-35; 10:20,27) La actitud pertinaz y
tozuda de Faraón, y los eventos que esa testarudez conllevaron, fueron un portafolio del poder de Dios que pudieron leer los egipcios (8:19; 10:1-2;
Éx 14:4; Jos 2:10; Ro 9:17-18; Cf. 2 Co 13:8; Is 6:8-13; )
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decretos de este modo señalados, pero permite que el hombre se revele contra Él, para alabanza de su
majestad y su gloria, Hch 14:16; Sal 78:29b. «Dios determina no estorbar el curso de acción que sus
criaturas persiguen; pero Él determina regular y controlar las fronteras y los resultados de tales
acciones» (Chafer: 1974). «La voluntad permisiva de Dios es su voluntad de permitir cuanto Él piensa o dispone permitir, o,
no impedir; mientras que lo que así quiere o determina permitir, Él también se propone regular, y (…) disponer todos aquellos
permisos hacia fines grandes y sabios que le son propios» (Howe). Baste hacer memoria: Las naciones que fueron
instrumento para disciplinar a Israel; el apóstol Judas Iscariote; Herodes y todos los que llevaron a la cruz a Cristo; la muerte
de Esteban. A pesar de que, en su soberana voluntad, Dios permite la entrada y manifestación del
pecado en todas sus expresiones, su proceder subsiguiente y curso en la historia humana hasta el final
de los tiempos cuando sea que suceda el pecado, somos responsables ante Él por el pecado. Y, por
otra parte, fija que aborrece y abomina el pecado; decreta la encarnación, muerte y resurrección de Su
Amado Hijo. (Jer 19:5, Lc 8:32, Ro 1:22-23). “El pecado es la voluntad permisiva de Dios; la cruz es la
voluntad directiva”.
Soberana o [Oculta para el hombre y los ángeles hasta antes de que suceda]; es "irreversible", estriba en el
secreta hecho de que Dios soberanamente ordena todo lo que sucede (Job 28:26; Ef 2:10, 4:24). No hay nada
Canon para fuera del gobierno de Dios, nada está más allá de su control (Ef 1:11, y Job 42:2). No implica que
sus acciones. Dios cause todo lo que suceda. Judas estaba cumpliendo la voluntad soberana de Dios en traicionar a
Cristo; sin embargo, eso no justifica sus pecados. (Hch 4:27-28; Jn 19:10-11; Ro 13:1-2). A esta
voluntad corresponde su decreto, Dt 29:29. «La voluntad secreta de Dios es Su programa, Su plan de
acuerdo al cual todas las cosas ocurrirán»; Soberana vs. Permisiva: Is 48:17-19; Sal 81:11-16
La perfecta voluntad de Dios para Israel, era establecer una teocracia. La voluntad permisiva de Dios para Israel, fue
permitir que tuvieran un gobierno monárquico como las demás naciones ( 1Sam. 8:7, 19-22)
Aprender sobre los decretos divinos es ojear la historia estrictamente desde la perspectiva divina. Muchas veces Dios usa “los vasos
de ira” para su gloria. El motivo fundamental es proteger a la raza humana para la perpetuación de la historia. Muchas veces, no
vemos lo que ve Dios. La voluntad humana es una creación y un instrumento de Dios, por el cual Él puede cumplir Su propósito
soberano.

VOLUNTAD DE DIOS
El NT formula de otra manera el pensamiento de la preordenación divina, al decirnos que lo que motiva y determina las acciones de
Dios en su mundo, y entre ellas, la suerte y el destino que asigna a los hombres, es su propia voluntad. La Biblia considera que el
propósito de Dios para los hombres está expresado tanto en los mandamientos que les ha revelado (ley), como en el ordenamiento
de sus circunstancias (plan), lo que antecede es el plan de Dios para los acontecimientos
 Hch. 2.23; 4.28; Ef. 1.11; He. 6.17; Lc. 7.30
 Ro. 9.19
 Ef. 1.5, 9, 11; 1 Ts. 4.3; 5.18
 He. 2.4
 He. 6.17; Stg 1.18; 2 P. 3.9
 Ro. 9.18, 22; Col. 1.27
 el puro afecto de su voluntad, beneplácito Ef. 1.5, 9; Mt. 11.26
 su propia y deliberada resolución previa Lc. 12.32; 1 Co. 1.21; Gá. 1.15; Col. 1.19
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CRISTO

MICRODOCTRINA: DECRETO DE DIOS4


Efesios 1:3-14

Es el plan eterno del Señor, en propósito y determinación, la preordenación de todos los eventos de una sola
vez, simultáneamente, en el marco de su presciencia, ejecutado en la sucesión del tiempo, por medio del
cual todo cuanto existe y ocurre, procede de Él y tiene lugar en Él, excepto lo tocante a Sí Mismo. Todo llega
Decreto de Dios
a ocurrir conforme a un propósito divino y no como fruto del destino, la suerte, la casualidad o el capricho. Sal
(Sal 2:7a)
139:16-17, „en tu libro‟. En otras palabras, es la comprensión de todos los acontecimientos y todas las cosas,
sus causas, sus efectos, sus interacciones y conexiones con otros eventos, a la par, juntamente, a la vez,
tanto las que han existido como las que existirán.
(a) uno: no los decretos, sino el decreto, porque es la mirada simultánea de Dios frente a un propósito que se
ejecuta en la historia.
(b) inclusivo: Ha ocurrido dentro de Sí Mismo, por Autodeterminación, para su propia Gloria y Satisfacción,
en favor de su Creación, la cual es objeto de su Gracia, de su Amor y de su Misericordia.
(c) sabio, Ro 11:33;
(d) libérrimo, Is 40:13-14: está en armonía con la libre expresión y el libre ejercicio de Dios. Nada ni nadie le
ha dicho qué hacer o cómo hacer algo. Por tanto, es soberano y desprovisto de cualquier influencia.
(e) inalterable e inmutable: no hay nada que pudiera o pueda ocurrir que Dios no haya sabido, que no haya
conocido previamente; no hay nada que requiera algún cambio o demande un ajuste. Su decreto, su plan, su
voluntad, su propósito es segurísimo.
(f) incondicional, Is 46:9-11;
(g) comprensivo: contiene todo lo que Él determino desde siempre, sin ninguna contingencia.
(h) eterno y eviterno (la Biblia emplea expresiones que deben comprenderse desde el tenor de la eternidad:
“desde el siglo”, “desde el principio”, “desde antiguo”, “desde antes de la fundación del mundo, de los tiempos
o de los siglos”), Hch 15:18. Es eterno porque Él es eterno (Jehová Olam, Dios eterno, Anciano de días) y es
eviterno porque comenzó a desarrollarse en la historia humana, a ejecutarse en el tiempo de la humanidad.
(i) no están dirigidos a los hombres, y no tienen nada que ver con la responsabilidad humana.
Características
(j) determina las acciones libres de los seres humanos, pero no por necesariedad (no como resultado
forzoso, determinado e inevitable del programa eterno de Dios. «Dios decretó la muerte de Su Hijo; pero esto
no hizo que fuera el deber de los hombres el crucificarle. […] El decreto de Dios hizo de la muerte de Cristo un
evento seguro, pero no impuso necesidad sobre ninguno de los hombres involucrados. Ninguno de los
hombres mencionados fue obligado a realizar tal acto impío. En la crucifixión del Señor de gloria, cada uno de
ellos dio libre expresión a los sentimientos y pensamientos que tenían hacia Él. Ellos cumplieron la Escritura y
ejecutaron el eterno propósito de Dios (su decreto) sin conocerlo; "porque si la hubieran conocido, nunca
hubieran crucificado al Señor de gloria" (1 Co. 2:8)» (I. Emanuel). El hombre peca, no como resultado del
decreto de Dios, sino como un acto del libre albedrío. El decreto de Dios solo reconoció la función de la
volición humana en relación con el pecado.
(k) perfecto: porque Él es perfecto. No querrá jamás indicar que el mal, el pecado y el fracaso, incluidos en su
decreto, sean perfectos. No es perfecto el plan, porque su autor es perfecto, pero no es responsable de
ninguna de las decisiones y consecuencias humanas, que corresponden al libre albedrío. Pero Dios sí sabe
del libre albedrío humano y de su usanza. Dt 32:4
(l) fiel (Flp 1:6): habiendo decretado algo, Él está obligado por Su fidelidad y Su verdad infinita a completar lo
que Él ha comenzado.
(m) pleno: el plan adoptado y escogido por Dios, se aplica para todas sus obras.
Expresa su voluntad perfecta respecto a todos los sucesos presentes, pasados y futuros, en el orden
como ocurrirán y su realidad existencial, en la historia angélica y humana.
Contienen la voluntad de Dios y los deseos de Dios.
Orientaciones Es la sumatoria total del plan y propósito de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo
(notas y

4
“Es un estudio muy técnico, pero es muy importante entenderlo porque es un recordatorio que antes que existiera el hombre, Dios nos tuvo en
mente personalmente [Efesios 1:3-11+” (Robert R. McLaughlin).
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CRISTO

principios Está centrado en la Persona de Jesucristo (Efesios 1)


importantes Él también decretó que nuestras decisiones ciertamente ocurrieran, hasta las que son contrarias a Sus
sobre el decreto, deseos porque los decretos incluyen todas las cosas que pensamos, decimos o hacemos: incluso el mal,
que deben ser las maldiciones, la muerte, el pecado… como resultados del uso del libre albedrío y la volición negativa
considerados) del hombre que se opone a la perfecta voluntad de Dios. Todo está incluido en su plan. Fue decretado.
“Dios no desea arrojar a Sus criaturas al lago de fuego eternamente, pero así fue decretado bajo el
impreso de retribución para los que expresan la volición negativa en el momento de estar consciente de
Dios y en el momento de escuchar el Evangelio. Dios no desea disciplinar a los creyentes, pero está
decretado para toda la carnalidad, la apostasía y el reversionismo”.
Es su plan eterno, santo, sabio e inmutable para su creación y todas sus obras, conforme a su
omnisciencia y su presciencia, y, por tanto, es su propósito eterno elegido por Sí Mismo, concertado,
aprobado y adoptado según su propio consejo y su propia determinación, sin que escapara nada a ese
plan y sin que su santa voluntad no hubiese previsto una salida, una dirección, un pacto, una propuesta y
un fin para cada evento, según corresponda a su perfecta voluntad (Is 43:7; Pr 16:4; 2 Ti 1:8-9)
Todos los acontecimientos en la vida de cada persona son inextricablemente unidos e interdependientes.
Cada parte de la vida es una cadena de acontecimientos de causa y efecto. Nada está suelto, nada es
azar: Toda nuestra vida está armonizada en Dios. Nacimos en el tiempo justo, en la época correcta y para
el momento oportuno preciso: “todo lo que uno piensa, la razón por la cual lo piensa, y el ambiente en el
cual lo piensa, fueron conocidos por Dios en la eternidad”. Lc 12: 6-7
Son el conocimiento eterno y simultáneo de la omnisciencia, expresando la voluntad de Dios; por la cual
todas las cosas son creadas y controladas, y son sometidas a Su deseo divino, y resulta en Su gloria
eterna.
En los decretos de Dios, la soberanía de Dios y el libre albedrío del hombre coexisten en la historia
humana.
Dios leyó nuestra vida, todas las decisiones (buenas o malas) que tomaríamos, cada dato en relación con
la función del libre albedrío, y quedó contenido en su decreto divino. Dios supo de antemano todos los
rechazos y todas las aceptaciones a su gracia.
Él decretó que el pecado existiera desde el libre albedrío del Sus criaturas, y luego Él convirtió la
maldición a una bendición (Ro 5:18-20). La libertad y la volición humana, el libre albedrío debe enfrentar
el asunto de la cruz y únicamente la provisión de la fe en Cristo formaliza el libre acceso al plan de la
gracia bendita. “La base por la cual se juntan (la soberanía divina y la libre voluntad del hombre) es la
justicia de Dios. Bajo la política divina de gracia, la obra de salvación es cumplida por Dios mientras el
hombre gana los beneficios aparte del mérito o la habilidad humana (…) las obras humanas se dejan a un
lado en cada fase del plan de gracia”.
No ejerce ninguna potencia ni influencia sobre nuestra voluntad, y, mientras asegura el futuro de los
acontecimientos, deja que sean cumplidos en el ejercicio de nuestra libertad.
Dios ha decretado que el hombre debería actuar libremente y de acuerdo a su naturaleza racional.
Determinó la acción y predestinó que ciertas acciones indubitablemente ocurrirían, en determinadas
circunstancias, siendo aún el hombre responsable porque actúa voluntariamente y él es responsable por
sus acciones, las cuales son de él. La libertad consiste en el actuar o no, desde la opción, la que, a su
vez, está determinada por algo que la causa, logrando que la acción sea libre, y el agente responsable.
Por ende, es posible reconciliar la libertad de la voluntad con los decretos absolutos.
Dios trazó un programa para las generaciones (Dt 30:1-10; Dn 2:31-45, 7:1-28, 9:24-27; Os 3:4-5; Mt
23:37-39, 24:1-51, 25:1-46; Hch 15:13-18; Ro 11:13-29; 2 Ts 2:1-12; Ap 2-22).
Es coherente y guarda una cohesión integral, porque la integridad del total y de cada anillo del plan
responden a la misma integridad de Dios. El diseño incluye todos los acontecimientos y sus diversas
conexiones y acciones, sin faltar nada y sin haber alguna falencia conectiva entre sus partes y el todo. Es
una totalidad integrada en torno a su gracia y haciendo que todos los eventos cooperen para bien, en
términos de su propósito y sus planes para sus criaturas.
Es, igualmente, un plan de acción que involucra la participación ecuánime de sus actores en la medida
justa y perfecta. Así, ha decretado realizar algunas obras directamente como la creación y la salvación;
otras, a través de sus escogidos (Israel o la Iglesia) y algunas más por medio de sus siervos, profetas y
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CRISTO

de cada creyente, como el anuncio del Evangelio.

Amplían el marco del concepto y señalan la extensión del decreto divino: (a) „beneplácito‟ (εύδοκία =
Términos buena voluntad; aprobación o permiso), Ef 1:9; (b) „propósito eterno‟, Ef 3:11, Ro 9:11; (c) „determinado
consejo y anticipado conocimiento‟, Hch 2:23; (d) „elección‟, 1 Ts 1:4; (e) „presciencia‟, 1 Pe 1:2; (f)
„predestinación‟, Ro 8:28-30, Ef 1:11; „voluntad‟, Flp 2:13
Se refiere a la doctrina del decreto divino desde el punto la perspectiva de la caída del hombre. Esta cuestión
provee el orden y el ambiente lógico del decreto divino. Además, proporciona “el lugar para la inserción de
las bendiciones en plica para cada creyente en su portafolio de activos invisibles”. El decreto total es un único
pensamiento que acontece a un tiempo en la mente de Dios, pero por la percepción y comprensión humana,
es necesario poner en un orden racional los activos invisibles, y establecer la conexión que tienen con el
programa prediseñado por Dios para cada creyente. Existen cuatro corrientes de interpretación en el orden y
la disposición de los cinco decretos electivos.

Orden de los
Supralapsarios o
Sublapsarios o Lapsarianismo decretos electivos
Hipercalvinistas Infralapsarios
calvinistas arminiano En Dios, suceden
Teodoro Beza
moderados Richard Watson simultáneamente en
(1519-1605)
su plan prediseñado
Lapsarianismo DIOS DECRETÓ
(5 decretos
electivos) Elegir algunos y Crear al ser humano Crear al ser humano Crear al ser humano
1
reprobar a los demás
Crear al ser humano Permitir la caída Permitir la caída Permitir la caída 2
Permitir la caída Elegir a que creen y Proveer salvación Proveer salvación
dejar en condenación para la humanidad para la humanidad
3
justa a los que no (expiación ilimitada) (expiación ilimitada)
creen
Proveer salvación Proveer salvación Elegir a que creen y Decretar la salvación
para los elegidos para los elegidos dejar en condenación por medio de la
(expiación limitada) (expiación limitada) justa a los que no virtud, fe y obediencia 4
creen humanas y previstas
(por obras)
Aplicar salvación a Aplicar salvación a Aplicar salvación a Elección en el tiempo
los elegidos los elegidos los que creen (fe en presente (= la misma 5
Cristo) santificación)
El orden lógico, solo corresponde al principio de causa-efecto. Decretó, pues, (a) la creación; (b) permitir la
caída; (c) proveer la salvación eterna para toda la humanidad (2 Co 5:14-15, 19; 1 Tm 2:6, 4:10; Tt 2:11, He
Dios decretó 2:9, 2 Pe 2:1, 1 Jn 2:2); (d) dejar el réprobo a su justa condenación; (e) y, en la eternidad, a la vez la elección
(Ef 1:3-14; 3:4-11) y la predestinación solo para los creyentes. Aunque Dios el Padre supo desde siempre quien iba a creer y
quien no, el hombre no puede ser salvado hasta que cree, y no puede creer hasta que haya una caída que
exige la fe en Cristo.
Son todos los actos positivos, causados efectivamente, en los cuales Dios está obrando (Flp 2:13). Dios
actúa en conformidad a su naturaleza y sus atributos. Algunos teólogos hablan de decretos eficaces, porque
Decreto positivo
determinan directamente los asuntos de la vida por causas físicas o por fuerzas espirituales (Job 28:24-27; Ef
2:8-10)
Es el que permite todo lo contrario a su naturaleza y realidad, donde el Señor no participa en promover la
ejecución de tales decretos, aunque sí ha determinado que ocurrirían. «El mal solo es permitido, dirigido y
Decreto
gobernado para Su gloria. Los actos pecaminosos de los hombres, los cuales Dios decretó permisivamente,
permisivo
serán con toda certidumbre realizados; no obstante, al efectuarlos los hombres estarán expresando su propia
e inherente depravación» (Sal 76:10; cf. 2 Sm 12:1-23, Sal 78:29, 106:15; Hch 14:16).
«En tiempos de aflicción, difamación y persecución, la iglesia ha encontrado en los decretos de Dios, y en las
Valor
profecías en las cuales estos decretos son anunciados, una fuerte consolación. Es solamente sobre la base
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de los decretos que podemos creer que "a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien", Ro. 8:28
y es en base a ellos que podemos orar "Sea hecha tu voluntad", Mt. 6:10» (August Strong).
Es la libre y soberana predeterminación del destino de los ángeles (Col 1:16: He 12:22-24; Mt 25:41; Jds 6; Ap
20:10) y del hombre, en términos de elección y retribución. Expresa su soberanía en la historia humana, en los
acontecimientos, lugares, episodios temporales, las circunstancias, las vicisitudes y los individuos, creyentes o
incrédulos (Mt 17:25-28, 26:18; Lc 22:22; Hch 4:27, 9:10-12, 17:26-32; Is 42:1-13; Ro 9:10-13), para cumplir
plenamente los designios en la naturaleza y en todo el género humano (Sal 115:3; Dn 4:34-35); para lograr la
Predestinación redención, reconciliación, propiciación, justificación y regeneración nuestra y de todos aquellos ordenados
para vida eterna, para lograr la libertad y liberación de todos los individuos (Is 61:1-4); y para dar gloria, honor
y honra a su nombre que es sobre todo lo nombrado en el universo (Is 42:8-13). Dios jamás predestinó al
infierno o a condenación eterna (Ro 8:29-30, 1 Co 2:7, Ef 1:5) esta condición es el resultado de la volición
negativa del propio hombre (2 Pe 3:9; Jn 3:18,36  “no ha creído” = pisteuon = voz activo = que ha
rechazado creer en Cristo reiteradamente, una y otra vez).
Es el favor de Dios acordado para todos aquellos que serán salvos, y están escritos en el libro de la
vida; un término expreso de su gracia, aparte de las obras, en el concierto de su gobierno en infinita
sabiduría, amor, misericordia, justicia y santidad (cf. Ro 8:29, 9:23, 16:13; Ef 1:4-5; 2 Ts 1:9, 2:13; 1
Pe 1:2). Dios ha escogido a su pueblo Israel, para mantener una relación especial con él y para que
Elección5
(hebreo, bakhir) cumplieran una tarea específica en el marco de su propósito de salvación (Dt 7:6-9, 10:15-22; Ro
11:28-36). Hay también elecciones de tipo personal (1 Sm 10; Hch 1:23-25, 9:15-16; Ef 1:4-14) y
para tareas específicas como el rey Ciro (Is 45). La elección está basada en el decreto divino, no en las
acciones humanas. Dios elige a ciertos hombres para salvación a causa de Su soberanía y Su voluntad, no a
causa de los hombres. Es lo mismo que leemos en Romanos 9: 10-13.
«Ambos conceptos (predestinación y elección) son mucho más amplios de lo que tradicionalmente se ha
creído; su horizonte de referencia es siempre el plan redentor de Dios en toda su envergadura; su contexto
vital es siempre el pueblo de Dios; y su centro y corazón es Jesucristo, electo y predestinado para ser el
Salvador conforme al pacto eterno de Dios» (Diccionario Bíblico Nelson).
Es la prederminación de todos aquellos que son rechazados, destinados para condenación eterna, con el
propósito de la alabanza de su gloria, Sal 76:10; Is 63:14. (cf. Ro 9:22, 11:7; 1 Pe 2:7-8; Jds 4; Ap 13:8). Es
un acto soberano que armoniza las verdades de la aceptabilidad e indiscriminación (Dios no hace acepción
de personas, no rechaza a sus criaturas), y el amor infinito (Dios ama a todos los hombres, quiere el bien de
todos, desea que todos procedan al arrepentimiento, que ninguno perezca), las cuales son indisputables e
incuestionables, con la realidad de la condenación eterna para todos los que han rechazado el evangelio de
Retribución6 Jesús, desde antes de la fundación del mundo. Los no elegidos cosechan la justa recompensa de su estado
de perdición, y esta realidad ha permanecido en la mente divina “y se convierten en objetos de su
determinación (elegidos y no elegidos)” Chafer. La Escritura es contundente respecto a este acto determinado
por Dios: „vasos de ira preparados para destrucción‟; no están escritos en el libro de la vida; „ya han sido
condenados‟; „destinados para condenación‟. El amor de Dios no diluye su justicia y la promesa de vida eterna
para quienes reciben su mensaje, no excluye el castigo eterno para quienes se oponen al evangelio de la
gracia (cf. Sal 2:12; Hch 13:40-49;
Es el medio a través del cual Dios direcciona el progreso de su plan, en todas sus obras, causando
infaliblemente todas las acciones y eventos para que sucedan en conformidad al sempiterno propósito
Providencia
contenido en su decreto perfecto, inmutable e inamovible.
Es su amor en acción, mediante el cual previene, supervisa, sustenta, interviene y direcciona cada detalle

5
He Bajar; gr, Eklegein = escoger, elegir, hacer una opción; gr. Ekloge = lo que es elegido; sacar de entre, selección (1 Ts 1:4; 2 Pe 1:10; Hch 9:15;
Ro 9:11) > adjetivo, eklektos y verbo, eklegomai.
6
“El término fatalismo puede significar que todas las cosas están tan predeterminadas por Dios que no es posible ninguna escogencia humana o
que todos los eventos, incluso la escogencia humana, están absolutamente determinados en una forma mecánica por sus causas físicas
antecedentes; determinismo físico” (Nuevo Diccionario Estándar). Este criterio es producto de la exclusión forzada del libre albedrío en el cuerpo
de la soberanía de Dios, o cuando se interpretan los acontecimientos como resultados de fuerzas ciegas: destino, azar, casualidad [v. Teología
Propia, Los Decretos Divinos, Chafer].
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de su decreto eterno (Lm 3:37-38; Dn 4:35; Ro 9:20).


Afirma que tiene el control absoluto de todas las cosas, el gobierno de su obra ex nihilo, de su creación y
todos los eventos que tienen relación con ella y su fluir en el curso de los tiempos (Gá 1:15; Sal 103:19;
Mt 5:45).
La operación de su Providencia ocurre en el flujo de la historia con un propósito y se conduce hacia un fin
específico: llevar a cabo su voluntad.
La Providencia divina no destruye la libertad humana en ningún caso, sino por el contrario, permite su uso
correcto, cuando se pone bajo su dirección. En el caso de José, los acontecimientos en su vida, llevaron
a la preservación del pueblo de la promesa; los episodios vividos por el profeta Jonás, tenían la finalidad
que él anunciara el mensaje dado por Dios a los ninivitas; Pedro sería zarandeado por el diablo, pero
luego confirmaría a sus hermanos, etc.
Es opuesta al azar y contradice los criterios humanos del destino. Dios gobierna todos los asuntos, las
decisiones del ser humano y por medio del orden natural y sus leyes, o por medio de leyes
sobrenaturales (los milagros7).
“Dios desde la eternidad, por el sabio y santo consejo de su voluntad, ordenó libre e inalterablemente
todo lo que sucede. Sin embargo, lo hizo de tal manera, que Dios ni es autor del pecado (Ro 5:12), ni
hace violencia al libre albedrío de sus criaturas, ni quita la libertad ni contingencia de las causas
secundarias, sino más bien las establece.” (CFW, 3.1).
Para los creyentes, su providencia viene a significar que todas las cosas ayudan a bien, conspiran a su
favor (Dt 4:37-38; Ro 8:28-32; 2 Co 4:15-18); que somos salvos y llamados de acuerdo a su designio, a
su consejo eterno (2 Tm 1:9; Ro 9:10-11,22-29)
Es comprendida en cuatro modos:
Preventiva: Dios soberanamente puede utilizar cualquier medio para evitar algo en particular: los padres, las
leyes, los gobiernos, las costumbres, la opinión pública, la consciencia, la Escritura y el Espíritu Santo (Gn
20:6);
Permisiva (Dt 8:2; 2 Cr 32:31; Os 4:17; Ro 1:24-28; Hch 2:22-23) = incluye lo que Dios no limita
Directiva (Gn 50:20; Sal 76:10; Is 10:5; Jn 13:27; Hch 4:27-28) = la acción de Dios que guía al hombre
Determinativa (Sal135:6) = Dios decide y ejecuta todo su plan conforme al propio consejo de su voluntad
Es el anticipado conocimiento de Dios de todas las cosas, porque así lo ha decretado desde toda la
Presciencia
eternidad (Hch 2:23; Ro 8:28-29; 1 Pe 1:1-2; 2 Tm 2:25). “Dios conoce a quienes creerán o tendrán fe en
Jesucristo y se arrepentirán de sus pecados precisamente porque Él decretó otorgarles o concederles la fe y
el arrepentimiento para salvación (Juan 6: 37, 44)”. Jamás se basa en las acciones humanas.

PREDESTINACIÓN
Este vocabulario tan variado bien sugiere las diferentes facetas de la idea expresada.
“Esta doctrina plantea que Dios ha ordenado todo lo que ha de ocurrir, afirmando empero, que Él no es el autor del
pecado. Según la doctrina de la Predestinación, es Dios el que decide quien ha de salvarse (Romanos 9:16) y ello no
depende de los deseos de cada persona (Juan 1:13). Es Dios quien dispone al cristiano para salvación (Jeremías 1: 5;
Romanos 8:29:30; Romanos 9; Efesios 1:4, 5,11)”.
En el AT, expresa la idea de que Dios se propone, determina, u ordena ciertas cosas, en contextos que llaman la atención sobre la absoluta prioridad e
independencia de sus propósitos en relación con la existencia o la realización de lo que se propone (cf. Sal. 139.16; Is. 14.24–27; 19.17; 46.10s; Jer.
49.20; Dn. 4.24s). El conjunto de términos empleados en la Escritura sugiere que la predestinación se define en función del propósito de Dios y las
circunstancias en torno al destino del hombre.

7
«Lo que en el mundo físico sobrepasa todo conocimiento humano o poderes morales y por tanto se adscribe a agencias sobrenaturales… Es un
poder suficiente actuando fuera de la línea natural de causas y efectos. Pero los milagros no indican que Dios haya introducido algo imprevisto en
su eterno propósito, porque el milagro, como todo lo demás, está incluido en su plan eterno. Los milagros son tales solo a la vista del hombre; para
Dios son solo eventos extraordinarios en la providencia divina *…+ su verdadero propósito es de una señal » Chafer. (Hch 2:19; Mt 12:38; Jn 2:18).
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 Predestinar, Ro. 8.29–30; 1 Co. 2.7; Ef. 1.5, 12; solamente con Dios como sujeto, expresa la idea de establecer de
Determinar, Hch. 4.28 antemano (pro-) una situación para una persona, o una persona
para una situación
 arreglar de antemano, prefijar: Hch. 17.26
 proponer Ef. 1.9; para una propuesta humana, Ro. 1.13
 propósito Ro. 8.28; 9.11; Ef. 1.11; 3.11; 2 Ti. 1.9
 preparar de antemano‟ Ro. 9.23; Ef. 2.10
 anunciar, escoger de antemano Hch. 3.20; 22.14
 ordenar de antemano Hch. 10.41
, prever, comunica el sentido del preordenamiento Gá. 3.8; He. 11.40 (por contexto)
efectivo de Dios
 conocer de antemano Ro. 8.29; 11.2; 1 P. 1.20
 1 P. 1.2; Hch. 2.238
 indica una precisa colocación en orden Hch. 13.48; 22.10
 señalamiento preciso Lc. 22.22; Hch. 2.23

LA ELECCIÓN9
“Es el acto por el cual Dios, desde antes de la creación del universo, en Su eternidad, ha escogido para Sí un pueblo o una Persona
individual. La base de esta es la presciencia de Dios (1ª Pedro 1:2)”.
La Biblia indica que el elegido y el no elegido están removidos de un grupo de seres que existe, Jn 15: 16-19. El verbo para
“escoger” es la palabra griega eklegomai, voz media, que dice que Dios no nos escogió con base en su volición y de nuestra
respuesta a Su iniciación. Esto quiere decir que nuestro Señor no nos eligió desde la eternidad antigua, sino que desde el tiempo.
Entonces, elegido es una terminología que se aplica únicamente a los creyentes. No puede haber los elegidos hasta que haya
creyentes. Para que existan los creyentes, debe haber la creación, seguido por la caída, y luego la salvación debe ser ofrecida. La
soberanía de Dios y el libre albedrío del hombre coexisten en la historia humana por medio del decreto divino.
Antiguo Testamento
El Dios Creador (Elohim), es un ser personal, con un poder ilimitado, que nos da la garantía que sus metas Sal 33:10-11; Is 14:27; 43:13; Job 9:12; 23:13; Dn
concretas se cumplirán indefectiblemente. 4:35
Él es Señor en todas las situaciones, que ordena y encamina todas las cosas hacia el fin para el cual han sido Pr 16:4
creadas.
Dios determina todos los acontecimientos, desde diversas realidades e imaginarios. Nada de lo que se Cf. Pr 21:1; 16:1, 9:33 / Gn 18:14; Jer 32:17
propone le es difícil en ninguna categoría. ‗la idea de que la oposición organizada del hombre de alguna
manera podría torcer sus planes es simplemente absurda (Sal. 2:1–4)‘.
El profeta Isaías desarrolla a profundidad el concepto del plan de Dios como factor determinante en la Is 22:11; 37:26; 44:6–8, 24–45:25; 46:10-11; 14:24–
historia: los propósitos de Dios son eternos y organiza todos los eventos, conforme a su naturaleza, y nada 27; 48:12–14; cf. 1 Re 22:17–38; Sal 33:10-11; Pr
ni nadie puede evitar que ocurra lo que ha predicho. La capacidad predictiva prueba su pleno control del 19:21; 21:30
fluir en la historia.
El uso antropomorfismos, haría ver a Dios reaccionando ‗ante ciertas situaciones, como si no las hubiera Gn 6:5; Jer 18:8-10; 26:3, 13; Jl 2:13; Jon 4:2
previsto‘. Pero el objetivo central es señalar que Dios ‗es realmente personal, que preordena y rige los
asuntos humanos‘.
Dios ‗gobierna teleológicamente la historia humana‘ con la finalidad de conducir sus propios propósitos, Gn 3.15; 12:3
‗predestinados para el bienestar de la humanidad‘.
El tema se va desentrañando y desplegando a través de las promesas expresadas desde Adán hasta Israel, y Dt 28:1–14; Is 9:1-6; 11.1-7; Jer 23:5ss; Ez 34:20ss;
«en los cuadros proféticos de la gloria mesiánica que sucedería a la obra divina de juzgamiento [’] No 37:21ss; Os 3:4s, etc. cf. Dn 7; 2:31–45
sería posible proponer con alguna seriedad una escatología global de este orden, salvo que se adopte como
presuposición el que Dios sea Señor absoluto de la historia, que prevé y preordena todo su curso».

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La frase de Hechos 2: 23 es una construcción griega que se rige por una regla gramatical llamada La Regla Granville-Sharp: “cuando dos
sustantivos están unidos por la conjunción y (kai), y el primer sustantivo lleva el artículo precediéndole, y el segundo sustantivo no lo lleva, ambos
se refieren a la misma cosa”: el anticipado conocimiento [prognosei] se refiere al mismo acto, el determinado consejo. Dios sabía de antemano que
Cristo sería crucificado de la manera en la que ocurrió no por mera observación del futuro, sino porque Él así lo había decretado en la eternidad.
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Con notas y expresiones entrecomilladas tomadas de: Douglas, J. D., Nuevo Diccionario Bíblico Certeza, (Barcelona: Ediciones Certeza), 2000
LA PALABRA DE DIOS ES EL EVANGELIO DE
}
CRISTO

El AT describe la elección divina de Israel como pueblo de su pacto, inmerecida, con un propósito, Dt 7:6s; Ez 16:1ss; Sal 67; Is 2:2–4; 11:9ss; 60; Zac
exclusiva [por el momento] y objeto e instrumento de su obra de salvación, ‗en función de la relación entre 8:20ss; 14:16ss
Dios y la historia de la humanidad‘.
Israel recibió un destino: ser bendecida,
Israel recibió una comisión: convertirse en bendición para las demás naciones.
«La selección de Israel significaba que las otras naciones habían sido deliberadamente dejadas de lado. Dt 7:6; Sal 147:19s; Am 3:2; cf. Ro 9:4; Ef 2:11s
Durante más de un milenio Dios los mantuvo fuera del pacto, y solamente fueron objeto de sus juicios
punitorios por sus crímenes nacionales (Am 1:3–2:3) y las naciones, por su mala disposición para con el
pueblo elegido (cf. Is 13–19)».
Nuevo Testamento
«Los escritores neotestamentarios aceptan sin reservas el testimonio veterotestamentario de que Dios
es el soberano Señor de los acontecimientos, que dirige la historia para dar cumplimiento a sus
propósitos».
Se registra en todo el NT, de modo concluyente y con bastante persistencia, el tema de que el Mt 1:22; 2:15, 23; 4:14; 8:17; 12:17-21; Jn 12:38-41;
‗ministerio de Cristo y la dispensación cristiana representaban el cumplimiento de las profecías 19:24, 28, 36; Hch 2:16-39; 3:22-26; 4:24-28; 8:30-35;
bíblicas, pronunciadas siglos antes‘ 10:43; 13:27-41; 15:15-18; Gá 3:8; He 5:6; 8:8—10:23; 1
Pe 1:10-12
También se resalta la verdad sobre el objetivo final de Dios al inspirar las Escrituras: aleccionar a los Ro 15:4; 1 Co 10:11; 2 Ti 3:15-17; cf. Lc 18:31-34; 24:25-
creyentes cristianos sobre la realidad de su voluntad perfecta y agradable, la cual existe desde antes 35, 44-49; Jn 5:39
de la fundación de los tiempos.
Talante nuevo: la elección se aplica ahora, no solo al Israel nacional, como pueblo, sino a los cf. Sal 65:4
creyentes cristianos, y se individualiza en forma equilibrada, con una asignación referencial
pretemporal.
La elección es relacionada con el llamamiento histórico de Dios a su pueblo. El NT diferencia Neh 9:7-33
claramente la elección como el acto soberano de Dios de predestinar, determinar anticipadamente, Ef 1:4; cf. Mt. 25.34; 2 Ti. 1.9;
desde la eternidad, a los pecadores a la salvación en Cristo, y la elección como acto progresivo y 1 Pe 1:20
correlativo con su preconocimiento de Cristo ‗desde antes de la fundación del mundo‘.
El criterio inmutable del NT es que «toda la gracia salvadora dada a los hombres en el tiempo
(conocimiento, comprensión y capacidad para responder al evangelio, preservación y gloria final)
proviene de la elección divina en la eternidad».
En Hechos se puntualiza que la salvación es fruto de una gracia preventiva, otorgada de acuerdo con Hch 2:47; 11:18, 21–23; 14:27; 15:7-19; 16:14; 18:27;
la preordenación del Señor, y no simplemente que Cristo fue predestinado a morir, resucitar, y 13:48; 18:10; 2:23, 30-32; 3:20-21; 4:27-28
reinar.
El Evangelio teológico de Juan, señala: Cristo fue enviado para salvar a todos aquellos que su Padre Mt 11:27; Jn 5:21; 6:37-40; 17:1-26; 18:9; cf. 10:1-18, 26-
le había ‗dado‘. Por ‗sus ovejas‘ oró en forma específica; se ocupó de ‗atraerlas‘ hacia sí mismo por 30; 13:1; 12:32; cf. 6:44; 10:16, 27; 16.8-15; 14:2-14
medio de su Espíritu; de darles vida eterna, en comunión consigo y con el Padre; de mantenerlas, sin
perder ni una sola; de llevarlas a su gloria y de levantar sus cuerpos en el día final. ‗Aquí se hace
explícito el principio de que los que disfrutan de la salvación lo hacen gracias a la predestinación
divina‘.
En los escritos de Pablo: Dios tiene preparado un plan desde la eternidad, para salvar también a los Ef 3:3–11; 4:13; Ro 8:29
gentiles, pues el propósito del designio eterno ‗es que los hombres sean adoptados como hijos por
Dios y sean renovados a la imagen de Cristo, y que la iglesia, el grupo de los así renovados, crezca
hasta alcanzar la plenitud de Cristo‘.
«Los creyentes pueden regocijarse en la certeza de que, como parte de su plan, Dios los predestinó Ro 8:28-39; Ef 1:3-14; 2 Ts 2:13; 2 Ti 1:9; cf. 1 Pe 1:1-12
personalmente para compartir dicho destino»
La elección fue enteramente por gracia, y de ninguna manera se relaciona con obras, méritos o Ro 4, 9:11, 11.6; 2 Ti 1:9; Ef 2:1-10; Tit 3:5 cf. Jn 15:19
autorrealizaciones; ‗excluye toda consideración de lo que hace el hombre por sí mismo‘ para
procurarse la salvación. ‗En realidad se hizo contrariando el merecido castigo previsto‘.
Como Dios es soberano, su elección predestinada es garantía de salvación. «De aquí surge un Ro 8:28-39; cf. 9:23-29; 1 Co 1:26-31; Ef 1:13; 2 Ts 2:13-
―llamamiento‖ efectivo, que despierta la respuesta de fe requerida; la justificación; la santificación; y 14; 1 Ts 2:13
la glorificación. «Los ―elegidos‖, a quienes y sobre quienes se habla en cada epístola paulina, son él
mismo y/o los creyentes a quienes escribe (―vosotros‖, ―nosotros‖)».
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CRISTO

OTROS CONCEPTOS IMPORTANTES10


Es un acto del favor de Dios, por el cual un creyente Ro 8:14-17, 23; 9:4; Gá 4:5; Ef
justificado, habiendo nacido de nuevo por el Espíritu, al ser 1:5
ADOPCIÓN
engendrado de Dios, es colocado en la gloriosa posición de
hijo y hecho heredero de las promesas celestiales.
Indica la acción de volverse del mal hacia Dios. Dios Hch 21:19, 26:20; Ro 10:14; 1ª
convierte a los perdidos en salvos, a los no regenerados en Co 15:1-4; 2ª Co 5:17; Gá 5:22-
regenerados. Esto se produce por la predicación del 23
Evangelio y resulta en arrepentimiento y una nueva
CONVERSIÓN creación. La conversión tiene dos elementos sustanciales:
arrepentimiento (elementos intelectual, emocional y
práctico) y Fe (elementos intelectual, emocional y volitivo
o de apropiación). Hay una lista de frutos de la conversión
como evidencia de su realidad.
Un favor inmerecido, que Dios otorga libre y 1ª Tim 2:4-6
soberanamente al ser humano. Existe una Gracia Común, Hch 16:14, 29-34; 17:34; 1ª Co
que es la que Dios ha provisto para todos los seres 15:1
GRACIA humanos pero que, en su presciencia, vio que no hallaría
en el hombre la cooperación necesaria. También, existe la
gracia especial o eficaz, la cual hace que el sujeto se rinda
voluntariamente a la gracia (Ejemplos:)”.
Es el acto judicial de Dios, por el que, en virtud de la obra Ro 5:1-14; Is 53:5-6; 2ª Co 5:21
de Cristo, al que el pecador está unido por fe, Dios declara
que el pecador ya no está expuesto a la pena que la ley
sanciona, sino que lo restaura a su favor y amistad. En
JUSTIFICACIÓN
síntesis consiste el declarar justo al pecador imputándole la
justicia de Cristo.
Una invitación a servir a Dios con algún propósito. Con Ro 10:16,17; 2ª Tes 2:14
referencia a la salvación, Dios, en su gracia, invita a los Juan 16:8; Hebreos 3:7,8
pecadores a aceptar por fe la salvación provista por Mt 22:2-4; Ro 10:14,15
LLAMAMIENTO Jesucristo. Dios llama a los predestinados mediante Su Ro 2:4; Is 26:9
Palabra, los llama por su Espíritu, los llama por medio de
sus siervos, los llama mediante Su trato (Benignidad;
Juicio).
Es el acto divino mediante el cual se imparte la vida divina Jn 3:5; 1ª Jn 5:11,12; 2ª Co
al alma del creyente; es darle una nueva naturaleza. Esta 5:17; 2ª Pe 1:4; Ez 11:19
REGENERACIÓN O
nueva naturaleza capacita a la persona para vencer el Ro 8:4; Gál 5:16-18; Jn 3:5,6
NUEVO NACIMIENTO
pecado si ella anda en el Espíritu. Tiene estrecha relación Jeremías 31:33-34
con recibir el Espíritu Santo en el alma y es parte de la

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Berkhof, Louis. Teología Sistemática. Grand Rapids: Libros Desafío, 1999
Hoff, Pablo. Teología I y II. Santiago Instituto Bíblico Pentecostal de Chile, 1998
Lacueva, Francisco. Diccionario Teológico Ilustrado. Barcelona: Editorial CLIE, 2001
Packer, James I. Teología Concisa. Una Guía a las Creencias del Cristianismo Histórico. Miami: Editorial Unilit, 1998
Pearlman, Myer. Teología Bíblica y Sistemática. Deerfield: Editorial Vida, 1992
Slick, Matthew. Diccionario Teológico Ilustrado: www.maic.net
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CRISTO

gran bendición del nuevo Pacto.


La idea básica es rescatar y preservar de un peligro
inminente; implica dar salud y seguridad. En un sentido
más profundo, es el milagro divino de la emancipación del
SALVACIÓN
hombre del dominio de la culpa del pecado y la muerte, y
al goce de una vida eterna de comunión renovada con
Dios.
CALVINISMO ARMINIANISMO
Juan Calvino (1509-1564) Jacobo Arminio (1560-1609).
Todos son pecadores. Todos son pecadores.
Posturas importantes11 Gracia Irresistible. Gracia Resistible.
Salvación por Gracia. Salvación por Gracia.
La salvación alcanza a los elegidos. La salvación es una oportunidad para todos.
Énfasis en la soberanía Divina. Énfasis en el libre albedrío del hombre.
Es la obra de la gracia inmerecida de Dios, por medio de la Hch 20:28; He 10:10; 1ª Tes 4:3
cual somos renovados en todo el hombre, según la imagen He 10:14; 1ª Co 1:30; 2ª Co 7:1;
de Dios, y se nos capacita cada vez más a morir al pecado y 2ª Pe 3:18;
SANTIFICACIÓN
vivir para la justicia. Es la voluntad de Dios para el 1ª Jn 3:2; Flp 3:20-21
creyente. Es un estado y, a la vez, es un proceso. Este
proceso culmina con la Segunda Venida de Cristo.

11
Luis Rodrigo Pino Moyano, Iglesia Pentecostal

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