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   Las raíces del movimiento


Trabajador Católico

G. K. Chesterton y Dorothy Day sobre la economía:


distributismo en lugar de neoliberalismo
por Marcos y Luisa Zwick
La siguiente es una charla dada en la Conferencia anual de la Sociedad
Americana de
Chesterton en St. Pau,l Minnesota, en junio del 2001.

Dorothy Day y G.K. Chesterton fueron contemporáneos. Ambos ingresaron


al catolicismo
en los 1920's, Chesterton en 1922 a la edad de 48 y Dorothy
cinco años más tarde a la
edad de 30. Ambos invirtieron años
de lectura, estudio, oración y conversación sobre la fe
antes
de dar el paso. El entendimiento de Dorothy sobre el catolicismo y sus
consecuencias para la fe vivida en el mundo fue profundamente profundizado
por sus
reuniones con Peter Maurin, con quien fundó el movimiento
del Trabajador Católico.

Uno no puede discutir ni a Chesterton ni a Dorothy o Peter y sus ideas


sin darse cuenta de
que su catolicismo era el centro de su ser. Más
que descubrir nuevas verdades católicas,
como lo han dicho algunos
que hicieron después del Segundo Concilio Vaticano, ellos
solo explotaron
las verdades de la tradición, lo que los hace excitantes. Uno de
los
primeros Ensayos Fáciles que presentó Peter Maurin a Dorothy
cuando se conocieron y
fundaron el movimiento del Trabajador Católico
se llama "Explotando la Dinamita de la
Iglesia." Sobre un tema
similar Chesterton dijo, "ahora no tengo ninguna noción para
proponer un nuevo ideal. No hay ningún ideal nuevo inimaginable
por la locura de los
sofistas modernos, que sea nada tan llamativo como
el de completar cualquiera de los
antiguos."

Como dijo Chesterton, "En el mundo moderno estamos confrontados


principalmente con
el extraordinario espectáculo de la gente volteándose
hacia nuevos ideales por que no han
probado los antiguos." Uno de
los Ensayos Fáciles de Peter enunciaba la frase de
Chesterton de
su libro What's Wrong with the World (Que esta Mal en el Mundo)
que "los
hombres no se han cansado del cristianismo; ellos nunca
han encontrado suficiente
cristianismo como para cansarse de el." No todos los que enuncian esta cita recuerdan que
está seguida por
otra: "Los hombres nunca se han cansado de la justicia política,
ellos se
han cansado de esperar por ella."

Ambos Chesterton y el Trabajador Católico vieron al estado moderno,


amarrado al
monopolio capitalista, como una religión con doctrinas
estrictas, demandando obediencia
absoluta de todos sus miembros. Chesterton
(con Hilaire Belloc) hablaron de "la iglesia
del Estado Servil"
y Dorothy a menudo se refirió a la ironía de tanta gente otorgando
obediencia incondicional a lo que ella llamaba ironicamente la "Santa
Madre Estado"
mientras criticaba la idea de liderazgo de la Santa Madre
Iglesia.

Dorothy y Peter, buscando soluciones para confrontar los problemas del


capitalismo,
socialismo, industrialismo, y estatismo, fueron inspirados
por Chesterton y otros
disrtributistas ingleses. Dorothy frecuentemente
recomendaba dos libros de Chesterton:
The Outline of Sanity y What's
Wrong with the World (El delineamiento de la Cordura y
Que esta mal
en el Mundo).

Ambos Chesterton y el Trabajador Católico criticaban el monopolio


capitalista donde
unos pocos ricos capitalistas eran dueños del capital
y la mayoría, las masas, trabajaban
cada día en trabajos monótonos.
Chesterton y el Trabajador Católico insistían que toda la
gente había sido creada a imagen y semejanza de Dios y no debería
ser tratada como
piñones de una maquinaria u obligada a trabajar
12 horas diarias en trabajos forzados con
sueldos de esclavitud, mientras
que las grandes corporaciones y sus directores se hacían
fabulosamente
ricos. Sin embargo, Chesterton, Maurin y Day sabían que el socialismo
no
era la solución, y frecuentemente la criticaban también.

Distributismo
La filosofía económica de ambos del Trabajador Católico
y de Chesterton era
distributismo (a veces también llamado distributivismo)
y el corazón del distributismo es
la propiedad privada. La palabra
distributismo viene de la idea de que un orden social
justo puede ser logrado
a través de una muy difundida distribución de la propiedad.
Distributismo significa una sociedad de propietarios. Significa que la
propiedad pertenece
a la mayoría más que a los pocos. Está
relacionado a la idea de subsidiario, de la que se
hacen énfasis
en todas las encíclicas papales relacionadas a las enseñanzas
sociales y a la
economía. Subsidiario, en las palabras de Quadragesimo
Anno, significa que "Es una
injusticia y al mismo tiempo un gran
mal y un disturbio del orden correcto el asignar a una
asociación
más alta o más grande lo que las organizaciones menores o
subordinadas
pueden hacer. Pues cada actividad social debe en su propia
naturaleza proporcionar ayuda
a los miembros del cuerpo social y nunca destruirlos
o absorberlos."

Ud. puede actuar a primera vista como nuestros jóvenes visitantes


al Trabajador Católico
lo hacen a menudo con respecto al énfasis
en la propiedad privada como ser pro capitalista
o como defensa de la codicia
privada (especialmente sí han leído la teología de
la
liberación). Pero Dorothy y Chesterton no estaban hablando de
propiedad privada para los
pocos, sino de propiedad privada para todos.

Dorothy lo describió en esta forma: "La meta del distributismo


es la propiedad familiar de
tierra, talleres, tiendas, transportes, comercios,
profesiones, y así más. Propiedad familiar
es el medio de
producción tan ampliamente distribuido como para ser la marca de
la vida
económica de la comunidad - este es el deseo de la distribución.
Es también el deseo del
mundo (El Trabajador Católico,
junio de 1948.)

Chesterton contendió en Que Esta Mal en el Mundo que la


"propiedad es solamente el arte
de la democracia." Para él,
propiedad significaba, "todo hombre debe tener algo que pueda
darle
forma de su propia imagen, así como él es forma de la imagen
del cielo. Pero porque
no es Dios, sino solo una imagen grabada de Dios,
su autoexpresión debe tratar con
límites; propiedad con límites
que son estrictos y aun pequeños."

Él ilustraba la diferencia entre la idea de la propiedad privada


del distributismo y la de la
empresa privada del capitalismo: "Un
carterista es óbviamente un campeón de la empresa
privada
pero tal vez sería una exageración decir que el carterista
es un campeón de la
propiedad privada. Capitalismo y comercialismo
han tratado, en el mejor de los casos, de
disfrazar al carterista con algunas
de las virtudes del pirata. El punto sobre el comunismo
es que solo reforma
al carterista prohibiendo los bolsillos."

Chesterton dijo, "Está bien repetir distraídamente,


"¿a qué estamos llegando con todo este
bolchevismo?"
Es igualmente pertinente añadir, "¿a qué estamos
llegando aun sin
bolchevismo? La respuesta obvia es - monopolio. De seguro
no es empresa privada."

Bajo la dirección de Dorothy Day, El Trabajado Católico


criticó el capitalismo
desenfrenado que pone la mayoría
del dinero y los recursos en las manos de unas pocas
grandes corporaciones
e individuos. Al mismo tiempo Dorothy notó, que la gente que ella
llamaba Barones Bandoleros hablaban contra el socialismo y defendía
a la propiedad
privada.

Chesterton indicó la ironía de esto: "Uno pensaría,


al oír hablar de los Rothchilds y de los
Rockefellers, que ellos
estaban del lado de la propiedad. Pero óbviamente ellos son los
enemigos de la propiedad, pues son enemigos de sus propias limitaciones.
Ellos no
quieren su tierra propia, sino la de las otras personas. Es la
negación de la propiedad que
el Duque de Suderland sea dueño
de todas las granjas en un estado. Lo mismo que seria la
negación
del matrimonio si él que tuviéra todas nuestras mujeres en
un harén."

Para clarificar a sus lectores lo que él criticaba, él


primero describió la situación donde
unos pocos acumulan toda
la riqueza todos los demás luchan: "Cuando digo 'capitalismo,'
yo común-mente digo algo que se puede decir así: 'Esa condición
económica donde hay
una clase de capitalistas reconocible como relativamente
pequeña, en cuya posesión está
concentrada gran parte
del capital en cuanto a necesitar una gran mayoría de los
ciudadanos
sirviendo a esos capitalistas por un salario.'" El hizo énfasis
que otros tenían
algo muy diferente en mente cuando hablaban del
capitalismo: "La palabra es usada por
otras personas para indicar
otras cosas. Algunas personas parece que quieren significar
meramente propiedad
privada. Otros suponen que el capitalismo debe significar todo lo
relacionado
al uso del capital."

"Si el capitalismo significa propiedad privada, yo soy un capitalista.


Si capitalismo
significa capital, todo el mundo es capitalista. Pero si
el capitalismo significa esta
condición particular del capital, solo
pagado a las masas en la forma de salarios, entonces
significa algo, aunque
deba significar otra cosa."

"La verdad es que lo que llamamos capitalismo debería ser


llamado proletarianismo. El
punto no es que alguna gente tenga capital,
sino que la mayoría de la gente solo tenga
salarios por que no tiene
capital."

Cuando Chesterton escribió sobre las enormes discrepancias en


ingresos y riqueza de los
que tienen y de los que no tienen, parecería
que estuviera hablando del mundo de hoy: "Es
la negación de
la propiedad que el Duque de Suderland sea dueño de todas las granjas
en
un estado. Lo mismo que seria la negación del matrimonio si él
que tuviéra todas nuestras
mujeres en un harén."

Nadie mas que a Satán o Belcebú podría gustarle


el estado presente de la riqueza o
pobreza" (De El Delineamiento
de la Cordura).

Distributismo, Granjas y Cooperativas


En El Delineamiento de la Cordura Chesterton pidió voluntarios
heroicos para tomar la
responsabilidad de pequeñas granjas, aunque
fuese un sacrificio. El Trabajador Católico
recomendó establecer
granjas y en realidad las iniciaron. La experiencia de las familias en
las
granjas fue a menudo difícil, debido al poco conocimiento de la
agricultura, y falta de
dinero y equipo. Sin embargo, fueron un intento
importante para vivir los principios del
distributismo

En su autobiografía, La Larga Soledad, Dorothy deletreó


la forma en que el distributismo
estaba en el corazón del programa
del Trabajador Católico en su aspecto agrario: "Como
lo dijo
Peter, el nuestro es un programa de largo alcance, buscando la posesión
legítima
para los trabajadores de los medios de producción,
la abolición de la línea de ensamble,
fabricas decen-tralizadas,
la restauración de los oficios, y la posesión de la propiedad.
Esto
significó, por supuesto, un acento en los aspectos rurales y
agrarios de nuestra economía y
un cambio de énfasis de la
ciudad al campo. Sin embargo, Dorothy también notó varias
veces que uno no tiene que vivir en una granja para ser distributista.

Mientras Peter hacia énfasis en la meta de la posesión


de los métodos de producción, él
también habló
también fuertemente sobre la "aceptación de la respon-sabilidad
vinculada."

En La Larga Soledad, Dorothy informó que, "Cada charla


de Peter sobre el orden social
guiaba a la tierra. El hablaba siempre como
un campesino, pero un campesino práctico. El
conoció la ansiedad
del corazón humano para un poco de tierra, por una casa propia, pero
también sabía lo imposible que era obtenerlo excepto por medio
de comunidad." Por esto,
Peter sugirió comunidades de granjas,
uniones de crédito y cooperativas.

Chesterton también animaba a los métodos comunitarios.


El, como Peter Maurin,
describía a los monasterios como ejemplos
del comunismo cristiano. En su libro El
Delineamiento de la Cordura,
El, como Peter, abogaba algo como los gremios de la Edad
Media: "Deberíamos
dar la bien-venida a la oportunidad de permitir a los gremios o
grupos de
colorear su lugar proporcionado y apropiado en el estado; deberíamos
estar
siempre dis-puestos a marcar alguna parte de las tierras como tierra
común."

Al tiempo que Dorothy Day publicaba La Larga Soledad, Peter había


muerto. Ella explicó
sus ideas en su libro, siempre reconociéndolo
a él como teórico del movimiento: "El plan
de Peter
era que los grupos pidieran prestado de la ayuda mutua, uniones de crédito
en la
parroquia para iniciar lo que él primero llamaba las universidades
agrónomas, donde el
trabajador pudiera ser un académico y
el académico un trabajador. O él quería que la
gente
diera la tierra y el dinero. Siempre habló de dar. Aquellos que
tienen tierra y
herramientas deben dar. Aquellos que tienen capital deben
dar. Aquellos que tienen mano
de obra deben dar. El amor es un intercambio
de regalos, dijo San Ignacio."

La distribución de la tierra hoy día no es más de


lo que era cuando Dorothy y Peter
escribían sobre esto en los 1930s.
De hecho, más cantidades de tierra, más que nunca,
están
en las manos de los pocos. Enormes negocios agrícolas excluyen a
las granjas
familiares.
¿Cómo pasó históricamente que tan pocos fueran
dueños de casi todo?

En Inglaterra (con su posterior impacto en los E.E.U.U.), la restauración


de la ley romana,
la destrucción de los monasterios y el cierre
de las tierras comunales dejó a la persona
promedio con pocos recursos,
lo que incrementó enormemente él numero de los pobres.

Chesterton les contestó a aquellos que insistían en que


el "progreso" dependía de apoyo
del capitalismo monopolista
con su desarraigo de las pequeñas granjas y pequeños
negocios,
refiriéndose al tiempo desde la destrucción de los monasterios
a través de toda
Inglaterra durante el reino de Enrique VIII, cuando
los monasterios fueron arrasados hasta
la tierra y las propiedades confiscadas
por la corona y otorgadas a los poderosos nobles:
"El súbdito
ingles ordinario habia sido embaucado con sus antiguas posesiones, tales
como eran, y siempre en el nombre del progreso. Los destructores de las
abadías les
quitaron su pan y les dieron piedra, asegurándoles
que era una piedra preciosa, el guijarro
blanco de los "elegidos del
Señor." Les quitaron sus costumbres y su vida rural original
y
les prometieron en vez una Edad Dorada de Paz y Comercio inaugurada en
el Palacio de
Cristal."

Las Casas de Hospitalidad del Trabajador Católico están


basadas en el ideal monástico,
específicamente el ideal benedictino
de las casas de huéspedes, las abadías donde se daba
la bienvenida
a los pobres como el Señor mismo disfrazado, y donde aquellos en
necesidad podían acudir. El Trabajador Católico no cree,
con calvinismo y su desarrollo
de calvinismo, puritanismo, que los pobres
no valen nada y por lo tanto merecen lo que
reciben, sino más bien
que los pobres son los embajadores del Señor. Después de
la
destrucción de los monasterios, los pobres de Inglaterra no tenían
donde tornar para
ayuda. Había tantos pobres para el tiempo en que
Elizabeth fue reina que al principio la
idea fue matarlos. Eran tantos que
pareció impráctico y la idea después fue la de las
casas
de indigentes.

A. J. Penty, cuyo libro, A Guildsman's Interpretation of History,


era citado por Peter
Maurin, reimprimió un articulo del Museo Británico
de cómo los monasterios ingleses
eran casas de hospitalidad y ayudaban
a los pobres de los alrededores en tantas formas, no
solo con cosas como
comida cuando las necesitaban, sino también con semillas para
plantar.

Nosotros creemos en el ecumenismo, pero es importante reconocer realidades


históricas
que nos han traído a lo que somos. En esta edad
de expresión pública de los pecados de
uno y de reparación
por la destrucción, podríamos preguntarnos si el gobierno
ingles y la
Iglesia Anglicana puedan hacer reparación por la destrucción
y robo de los monasterios.
Pero fue hecho en la idea del progreso. Chesterton
describió lo que pasó: "Los ricos
literalmente privaron
a los pobres de la antigua casa de hospitalidad en el camino,
diciéndoles
brevemente que era el camino al progreso. Ellos literalmente los forzaron
a las
fábricas y a la moderna esclavitud salarial, asegurándoles
todo el tiempo que esta era el
único camino a riqueza y civilización.
En la misma forma en que sacaron al rústico de la
comida y bebida
de los conventos diciéndole que los caminos del cielo estaban
pavimentados
con oro, así ahora lo sacaron de la comida y bebida de las aldeas
diciéndole
que las calles de Londres estaban pavimentadas con oro.
Al entrar en el tenebroso
vestíbulo del puritanismo, así
entró en el tenebroso vestíbulo del industrialismo,
diciéndole
que cada uno era la puerta del futuro. Por lo tanto solo ha ido de prisión
en
prisión, hasta las más obscuras prisiones, pues calvinismo
abrió solo una pequeña ventana
al cielo. Y ahora es solicitado,
en el mismo tono educado y autoritario, que entre en otro
vestíbulo
sombrío en donde debe entregar a manos desconocidas, a sus hijos,
sus
pequeñas posesiones y todos los hábitos de sus padres."\

Distributismo criticado--¿pero quienes son los verdaderos


reaccionarios?
Los críticos desdeñan al distributismo diciendo que es
un sueño de regresar al pasado,
impráctica e imposible de
implantar. Chesterton respondió, criticando a sus críticos:
"Porque es uno de las más severas y aun espantosas bromas de
la situación que la misma
queja que ellos hacen de nosotros es especial-mente
y peculiarmente de ellos. Ellos dicen
siempre de nosotros que pensamos
que podemos recrear el pasado, o la bárbara
simplicidad de la superstición
del pasado; aparentemente bajo la impresión que queremos
regresar
al siglo XIX. Pero ellos verdaderamente piensan que pueden traer el siglo
XIX.
Ellos siempre nos dicen que tal o tal tradición se ha ido para
siempre, que este oficio o
credo se ha ido para siempre, pero no se atreven
a encarar el hecho que su propio tráfico y
vulgar comercio se ha
ido para siempre. Nos llaman reaccionarios si hablamos sobre
revivir la
fe o el renacimiento del catolicismo. Pero siguen calmada-mente pegando
sus
papeles con el encabezado del Renacimiento del Comercio. ¡Que
llamado del distante
pasado! ¡Que voz de la tumba!"

La economía del siglo XIX a la que se refería Chesterton


era llamada Liberalismo con L
mayúscula, o Comercio con C mayúscula,
especialmente el Libre Comercio. Sus
proponentes prometieron que nos llevaría
a la prosperidad y a la Riqueza de la Naciones.

Este liberalismo económico si nos llevó a la prosperidad


y a la riqueza - pero para los
pocos - y a la implantación del colonialismo,
que esclavizó a los trabajadores del mundo.
Hoy en día el
Renacimiento del Comercio (trayendo el pasado del siglo XIX) criticado
por
Chesterton es una realidad y su base es la misma. Como renacimiento se
le llama
neoliberalismo, o nuevo liberal-ismo, en casi todo el mundo. Aquí en los E.E.U.U. tiene
otros nombres - neoconservadurismo, Libre
Comercio. También ha regresado al
colonialismo, donde la masa de
gente alrededor del mundo labora en talleres de fatiga y
donde el trabajo
de la niñez abunda.

En El Delineamiento de la Cordura, construyendo el caso de distributismo,


Chesterton
arguyó, "Ellos dicen que es utopía; y están
en lo cierto. Ellos dicen que es idealista; y
están en lo cierto.
Ellos dicen que es Quijotesco; y están en lo correcto. Merece cada
nombre que indique que tan completamente han sacado a la justicia del mundo;
cada
nombre que mida que tan remota de ellos y de su alma está el
estándar de vida honorable;
cada nombre que haga énfasis
y repita el hecho que la propiedad y la libertad están
apartados
de ellos y los suyos, por un abismo entre el cielo y el infierno."

"El distributismo puede ser un sueño; tres acres y una vaca


pueden ser un chiste; las vacas
pueden ser animales fabulosos; la libertad
puede ser un nombre; empresa privada podría
ser la cacería
de un ganso salvaje en la que el mundo no puede seguir. Pero para la gente
que habla como si la propiedad y la empresa privada fueran los principios
activos ahora en
operación - esa gente está tan cegada y sorda
y muerta a todas las realidades de su propia
diaria existencia, que pueden
ser removidas del debate."
Dorothy Day criticada

Todavía nos sorprende cuando la gente comenta que Dorothy era


una socialista y una
comunista - y ellos no creen que fue solamente en su
vida antes de la conversión. Al no
comprender la economía
recomendada por el Trabajador Católico y por Chesterton, ellos
llegan
a la conclusión que cualquiera que critica el monopolio capitalista
es un comunista.

Esta es una forma fácil de desviar el criticismo. A nosotros


nos han llamado socialistas los
neoconservadores católicos, por-que
criticamos el estado presente de la economía
mundial. Nosotros,
como Dorothy, notamos que en el Padre Nuestro rezamos para que la
voluntad
del Señor se haga en la tierra como en el cielo - y creemos con
ella que Dios no
quiso que las cosas fueran tan difíciles para tanta
gente aquí en la tierra. En nuestras casas
del Trabajador Católico,
llamadas Casa Juan Diego, hablamos todos los días con gente
que
ha sido desarraigada por el mercado global, forzados a abandonar el hogar
y la familia
para poder trabajar en un país lejano para que sus familias
puedan comer y vivir y tal vez
obtener un pequeño hogar, el hogar
que Chesterton insistió que era tan importante para
cada ser humano.

Dorothy explicó porque, tal vez, otros católicos no comprendían


a los Trabajadores
Católicos cuando estos criticaban al capitalismo
y recomendaban distributismo, pues aun
los reportaban al Obispo: "Nosotros
no estábamos tomando la posición de la gran masa de
católicos
que estaban muy contentos con el presente en este mundo. Estaban muy
dispuestos
de dar a los pobres, pero no se sentían llamados a trabajar por las
cosas de esta
vida para otros que ellos mismos estimaban tan ligeras. Nuestra
insistencia en la
propiedad del trabajador, en el derecho a la propiedad
privada, en la necesidad de
desproletarizar al trabajador, todos los puntos
que se les había dado énfasis en las
encíclicas sociales
de los Papas, hizo pensar a muchos católicos que éramos comunistas
disfrazados, lobos disfrazados de ovejas."

Dorothy continuó, "El periódico del Vaticano nos previno


recientemente de considerar al
Americanismo o al Comunismo como las dos
únicas alternativas. Es difícil ver porque
nuestro criticismo
del capitalismo hubiera levantado tal protesta. (William Miller, Dorothy
Day: una Biografía, Harper and Row, 1982).
Dorothy citó a Joseph T. Nolan de Orate Frates en soporte
de los Papas en las encíclicas
sobre la posición del T.C.:
"Por mucho tiempo la palabra frívola ha identificado al
distributismo
como algo medieval o miope, como si cuatro modernos Papas estuvieran en
alguna forma estuvieran hablando sin sentido cuando dijeron: la ley debe
favorecer a la
difusión de la propiedad (León XIII); La tierra
es la forma más natural de propiedad (León
XIII y Pío
XII); la familia es más perfecta cuando está enraizada en
su propiedad (Pío
XII); la agricultura es la primera y más
importante de todas las artes y el labrador del
suelo todavía representa
el orden natural de las cosas ordenadas por Dios (Pío XII)
(Trabajador
Católico, julio-Agosto 1948)

Los valores de los evangelios volteados boca arriba


Chesterton presentó sus ideas económicas como algo muy
contrario a la cultura, con
repugnancia a la práctica corriente.

¿Cómo pusimos irnos tan lejos de este ideal? Calvinismo


tiene mucho que ver con esto.

Chesterton atacó al calvinismo como la raíz de la economía


que creó la gran brecha entre
la masa de los trabajadores y aquellos
que poseían casi todo.

Ambos Chesterton y el Trabajador Católico vieron usura, el préstamo


de dinero a interés,
que había sido condenado por los profetas
de Israel y los Padres de la Iglesia y por la
Iglesia por muchos siglos,
como equivocado y la fuente de muchas injusticias
económicas.

Peter Maurin, que tan a menudo habló de vivir de acuerdo con la


simplicidad de los
Evangelios, también habló de una filosofía
de trabajo. El recomendó esta filosofía a las
parejas jóvenes
casados relacionados al Trabajador Católico: "El hombre debe
ganar su
vida por el sudor de su frente y un caballero, hablando verdader-amente,
es uno que no
vive del sudor de la frente de otros". En estas palabras
Peter estaba hablando contra la
usura y la especulación.

Los distributistas han hecho énfasis con la Iglesia desde sus


inicios a través de la Edad
Media que la avaricia y la codicia son
pecados capitales. Ellos no aceptaron las
enseñanzas del calvinismo
ni de Adam Smith, que la acumulación de las riquezas,
mientras muchos
otros no tenían nada, podía ser una meta cristiana. Dorothy
Day y
Chesterton no solo creían que era posible encontrar gente que
desafien al calvinismo en
nuestra cultura, ambos inspiraban a la gente que
basaban sus vidas en otro conjunto de
valores. Chesterton notó que
"podría ser muy difícil para la gente moderna imaginar
un
mundo en que los hombres no son admirados generalmente por su codicia
y por aplastar a
sus vecinos; pero les aseguraba que esos extraños
parches de un paraíso terrenal todavía
existen en la tierra."

El Cardenal George de Chicago, mencionando esta tradición, dijo


que todos nosotros en
los E.E.U.U. somos calvinistas, incluyendo a los católicos.

En alguna forma la idea de que los elegidos son benditos por el Señor
y los no elegidos
son desposeídos del Reino aquí y ahora y
después ha tomado posesión aun en las mentes
seculares.

Recientemente, estábamos hablando con un líder de un grupo


de parroquias en Houston
que nos había pedido que nos dirigiéramos
a su grupo de estudio sobre la enseñanza social
católica.
Antes de empezar la reunión, conversamos con los lideres sobre
la opción
preferencial por los pobres. Presentados con la opción
de comprar una casa de ¼ de
millón de dólares o una
de un millón (¡esta es una parroquia rica!) ¿Por qué
el creyente
católico no podría quedarse en su casa de ¼
de millón y usar el dinero sobrante en
comprar casas (plural) para
los pobres en un vecindario de pocos ingresos? ¿O por qué
no
podrían otros católicos creyentes comprar un carro de 15
ó 20 mil dólares en vez de 30,
40, ó 50 mil dólares?

El líder se sorprendió por pensamientos tan simplistas.


¡Marcos, tú no comprendes! Tú
tienes que comprender
que esto es una virtud. Esta gente ha trabajado y orado mucho y ha
vivido
correctamente toda su vida. Ellos tienen el derecho de gozar del fruto
de sus
trabajos. Dios los esta premiando por su fidelidad.

¿Y para aquellos que no tienen la alternativa del ½ millón


de dólares - en este escenario la
clara deducción es que hay
algo malo con ellos. ¿Por qué no tienen ellos las mismas
bendiciones? ¿Qué mal hicieron?

Este pensamiento calvinista combinado con el de Adam Smith, es muy católico


el día de
hoy. La enseñanza de todos los siglos del bien común
es ignorada, excepto para endosar lo
que se ha llamado la superstición
de la "mano invisible del mercado" y como creará el
bien
para todos, levantando todas las naves. A través del mundo en países
pobres,
mientras que aquellos que miden con estadística dicen que
las economías están mejorando
a través del neoliberalismo,
a través del comercio, las vidas de los pobres empeoran y
cada día
las decisiones y los acuerdos internacionales a través del Banco
Mundial, el
Fondo Monetario Internacional, y la Organización Mundial
de Comercio favorecen a las
grandísimas corporaciones transnacionales.

La mano invisible del mercado tiene un puñal en la mano - o ¿es


una amenaza o es un
machete?

Nuestro Santo Padre actualmente ha condenado claramente el neoliberalismo


(nuevo
liberalismo) que se ha apoderado de la economía mundial y
la enseñanza de la economía
en todas nuestras universidades,
incluyendo las universidades católicas. Bajo el
encabezado de "Pecados
sociales que claman al cielo," Juan Pablo II dijo: "Más
y más, en
muchos países de América, prevalece un sistema
conocido como neoliberalismo; basado
en una concepción puramente
económica de la persona humana, este sistema considera a
la utilidad
y a la ley del mercado como sus únicos parámetros, para detrimento
de la
dignidad y el respeto debido a los individuos y a las personas. A
veces, este sistema se ha
convertido en la justificación económica
por ciertas actitudes y comportamientos en las
esferas sociales y políticas
que nos lleva al abandono de los miembros más débiles de la
sociedad. En verdad, los pobres se están volviendo cada ves más
numerosos, víctimas de
políticas específicas y estructuras
que son a menudo injustas." (Ecclesia in America, No.
56,
Informe del Sínodo de América).\

Grupos como el Instituto Acton, un grupo católico/calvinista


libertario/capitalista, se
defienden de la condenación del neoliberalismo
diciendo que ellos son los buenos - que
ellos están por el buen
capitalismo en ves del mal capitalismo y la condenación no puede
ser para ellos. P. Robert Sirico, el principal del Instituto, como Michael
Novak y P.
Richard Neuhaus, hablan de cómo Dios es el creador así
como el capitalista, que Dios
bendice los esfuerzos para crear. Estos hombres
abogan por la libertad para crear riqueza
sin estándar ni interferencia
del estado o de Dios - y ellos fundan y dan cursos a
seminaristas, sacerdotes
y ministros por todos lados, enseñando que estas son las éticas
mas elevadas.

Nosotros no nos atreveríamos a decir que esto es una blasfemia,


excepto que Dom Virgil
Michel OSB, de Minnesota, ya lo ha dicho.

El día de ayer en esta conferencia, George Marlin recontó


como había tomado la edición
de los la Colección de
Trabajos de G.K. Chesterton para la editorial Ignatius Press y la
cooperación
que había obtenido en ese trabajo de Michael Novak, y como él
va a
continuar involucrando a "Mike" junto con otros en la continuación
del proyecto. El
aparentemente es la persona que invitó a Michal
Novak a escribir la introducción de El
delineamiento de la cordura
en esa edición, el libro que es él más crítico
de todos los que
se han escrito sobre el capitalismo de Novak y compañía.
Lo que tenemos que decir al
saber que Michael Novak ha escrito la introducción
a Chesterton sería lo mismo que pedir
a Hugh Hefner de Playboy a
escribir la introducción a un libro sobre la santidad del
matrimonio.

Recomendaciones
Cuando cualquiera le preguntaba a Chesterton que podrían hacer
con el objeto de empezar
la transformación de la economía
del mundo, él dijo, Hagan cualquier cosa por pequeña
que
sea, que prevenga la terminación del trabajo de combinación
capitalista. Hagan
cualquier cosa que demore la terminación. Salve
una tienda de cien tiendas. Salve una
finca de cien fincas, mantenga abierta
una puerta de cien puertas; pues mientras esté
abierta una puerta,
no estamos aprisionados. Ahab no tendrá su reino mientras Naboth
tiene su viña. Haman no estará feliz en su palacio mientras
Mordecai esté sentado en la
puerta. Cien cuentos de historia humana
están ahí para enseñar que las tendencias se les
puede
hacer retroceder, y que un obstáculo puede ser el punto decisivo
del retroceso. Las
arenas del tiempo están simplemente dotadas de
premios aislados que han marcado el
cambio de la marea (de El Delineamiento
de la Cordura).

Chesterton tenia recomenda-ciones específicas para la legislación


que ayudarían a crear
una sociedad de dueños en vez de leyes
que crean monopolios. Algunas de estas fueron:

1.Los impuestos a contratos como para desalentar la venta de las pequeñas


propiedades a
los grandes propietarios y fomenten el quiebre de las grandes
propiedades entre pequeños
propietarios.

2.El establecimiento de una ley libre para los pobres, para que la pequeña
propiedad
siempre pueda ser defendida contra la grande. (Este es un criticismo,
por ejemplo, de la
adopción en Inglaterra al final de la Edad Media,
y luego en los E.E.U.U., de la ley
romana sobre el concepto del estatuto
de limitaciones, donde cuando una propiedad ha
sido robada, el dueño
tenía que ir a la corte dentro de un corto tiempo para tratar de
restablecer la propiedad, y pagar abogados etc.)

3.La protección deliberada de ciertos experimentos en pequeñas


propiedades, si es
necesario, por tarifas y aun por tarifas locales.

4.Subsidios para fomentar dichos experimentos.

Trabajador Católico de Houston, Vol. XXI, No. 6, noviembre


2001.

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