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on muchos los mitos en torno a la coca.

Día tras día, los titulares de prensa de


todo el mundo utilizan la palabra coca cuando se refieren, en realidad, a la
cocaína. El equipo de Drogas y Democracia del TNI desvela los principales mitos y
realidades sobre la hoja de coca.

Traductores
Beatriz Martínez
Programmes
Drogas y Democracia
Contenido:

¿Qué es la coca?
¿Cuál es la relación entre coca y cocaína?
¿Por qué esta prohibida la hoja de coca?
¿Sigue prohibiendo la Convención de 1961 todos los usos de la coca?
¿Por qué convendría eliminar la coca de la lista de drogas prohibidas de la ONU?
¿Dónde se cultiva la coca?
¿Qué beneficios obtienen los cultivadores de coca del comercio de las drogas?
¿Qué métodos se utilizan para abordar el problema de la cocaína?
¿Por qué no está funcionando la erradicación de las drogas y de la cocaína?
¿Qué otras formas hay de abordar el consumo de cocaína?
¿Qué actividades está desarrollando el Transnational Institute en torno a la
cuestión de la coca?
1. ¿Qué es la coca?

La coca es una planta con un complejo conjunto de nutrientes minerales, aceites


esenciales y varios componentes con mayores o menores efectos farmacológicos, uno
de los cuales resulta ser el alcaloide cocaína, que, en su forma concentrada o
sintetizada es un estimulante con propiedades potencialmente adictivas.

Durante siglos, los pueblos indígenas de la región andina han masticado hoja de
coca y han bebido mate de coca. Se trata de una práctica que no provoca ningún daño
y es incluso beneficiosa para la salud humana.

Cuando se mastica, la hoja de coca actúa como un estimulante ligero y ayuda a


combatir el hambre, la sed, el dolor y el cansancio. También ayuda a superar el mal
de alturas. Cada día, millones de personas en los Andes mastican hoja de coca y
beben mate de coca sin experimentar ningún problema. De hecho, las culturas
indígenas consideran que se trata de una práctica sagrada. El mate de coca también
se utiliza fuera de la región andina. La coca, por ejemplo, se usa de manera
generalizada en dos provincias del norte de Argentina. Y cada vez se utiliza más la
harina de coca como complemento alimenticio.

Debido a su efecto estimulante, la hoja de coca se empleaba originalmente para


producir el refresco Coca Cola. En 1903, este ingrediente se eliminó de la receta y
ahora se utiliza sólo un extracto descocainizado como aromatizante.

Más sobre este tema en:

Los mitos de la coca - Drogas y Conflicto Nr. 17, Junio de 2009


Resumen de "Los mitos de la coca"
2. ¿Cuál es la relación entre coca y cocaína?

Aunque la hoja de coca en su forma natural es un estimulante ligero e inofensivo,


comparable al café, es indudable de que de ella se puede extraer cocaína. Sin coca,
no habría cocaína. De hecho, la ‘fácil extracción’ de la cocaína es actualmente el
principal argumento que se esgrime para justificar la ilegalidad de la hoja de coca
en la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961. El contenido del alcaloide
cocaína en la hoja de coca oscila entre el 0,5 y el 1,0 por ciento.
Especialmente preocupante es el uso de la pasta base de cocaína de forma inhalada
(PBC, paco, bazuco o crack en América Latina), a diferencia del crack sin base que
se fabrica a partir de la cocaína en los Estados Unidos y Europa. La pasta base de
cocaína inhalable es nociva y muy adictiva. Además, cuando se comparten pipas
caseras, que suele formar parte del ritual de fumar crack, los consumidores pueden
hacerse pequeñas heridas en los labios y las encías, a través de las que se pueden
contagiar afecciones como herpes, tuberculosis, hepatitis y VIH/SIDA.

Más sobre este tema en:

El Proyecto Cocaína de la OMS


El paco bajo la lupa- Drogas y Conflicto Nr. 14. Octubre de 2006
3. ¿Por qué esta prohibida la hoja de coca?

En 1961, la hoja de coca se incluyó en la Lista I de la Convención Única sobre


Estupefacientes de las Naciones Unidas, junto con la cocaína y la heroína, y está
sujeta a un estricto nivel de control con fines médicos y científicos.

La hoja de coca se incluyó en la Lista I con un doble propósito: acabar


paulatinamente con la masticación de la hoja de coca y evitar la fabricación de
cocaína. La Convención Única exigía la erradicación de los cultivos ilegales del
arbusto de coca (artículo 26) y la prohibición de la masticación de la hoja de coca
en un período de 25 años (artículo 49), es decir, para diciembre de 1989, un cuarto
de siglo después de la entrada en vigor del tratado.

La lógica que explica que la hoja de coca se incluyera en la Convención Única de


1961 se basa principalmente en un informe elaborado por la Comisión de Estudio de
las Hojas de Coca del ECOSOC en 1950, tras una breve misión a Bolivia y Perú en
1949.

La comisión llegó a la conclusión de que los efectos de la masticación eran


negativos, aunque “actualmente no parece que la masticación de la hoja de coca
pueda considerarse como una toxicomanía en el sentido médico del término”.
Posteriormente, el Comité de Expertos en Farmacodependencia de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) retiró este argumento y clasificó el consumo de coca como
una forma de cocainismo.

El informe del ECOSOC fue duramente criticado por sus integrantes, su


arbitrariedad, la mala metodología, la falta de precisión y sus connotaciones
racistas. Hoy en día, un estudio de este tipo no superaría las pruebas a las que se
suelen someter, de forma sistemática, todos los estudios científicos.

Más sobre este tema en:

Historia: la ONU y la coca


4. ¿Sigue prohibiendo la Convención de 1961 todos los usos de la coca?

En un intento por conseguir el reconocimiento legal de los usos tradicionales, Perú


y Bolivia negociaron el párrafo 2 del artículo 14 de la Convención contra el
tráfico ilícito de estupefacientes de 1988, que explicitaba que las medidas para
eliminar la demanda y el cultivo ilícitos de estupefacientes “tendrán debidamente
en cuenta los usos tradicionales lícitos, donde al respecto exista la evidencia
histórica”.

En 1994, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) –el


organismo que se encarga de supervisar la aplicación de las convenciones
internacionales de la ONU en materia de control de drogas– señaló que tomar mate de
coca “considerado inocuo y legal en diversos países de América del Sur, forma parte
de una actividad ilegal según lo estipulado en la Convención de 1961 y en la
Convención de 1988, aunque no era esa la intención de las conferencias
plenipotenciarias en que se adoptaron dichas convenciones”.

Sin embargo, en su informe anual de 2007, la JIFE se retractó de esta postura e


instó a todos los países a abolir o prohibir “la práctica de masticar hoja de coca
y la fabricación de mate de coca”.

5. ¿Por qué convendría eliminar la coca de la lista de drogas prohibidas de la ONU?

La inclusión de la coca en la Convención de 1961 ha causado mucho daño en la región


andina y hace mucho tiempo que se le debe una corrección histórica. La Convención
de 1961 consagró la visión tradicional de Occidente, que no distingue entre coca y
cocaína y, por tanto, las trata exactamente igual. Sin embargo, es necesario
diferenciar entre ambas.

Debería haber espacio para un enfoque con mayores matices culturales frente a
plantas con propiedades psicoactivas o ligeramente estimulantes, y marcar mejor las
diferencias entre los usos problemáticos, recreativos y tradicionales.

Las disposiciones de la Convención Única se oponen claramente a la Declaración de


la ONU sobre los Derechos Indígenas aprobada en 2007, que promete respetar y
proteger las prácticas culturales indígenas.

Para garantizar que la producción de cocaína siguiera bajo un control estricto,


bastaría con incluir ‘concentrado de hoja de coca’ (como término genérico para la
pasta de coca o la base de coca) en la Lista I, en lugar de la hoja de coca.

En marzo de 2009, el presidente boliviano, Evo Morales, envió una carta al


secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, solicitando la suspensión
de los párrafos 1c y 2e del artículo 49 de la Convención Única de 1961, que
prohíben la masticación tradicional de la hoja de coca. Las Partes de la Convención
disponen de 18 meses, hasta el 31 de enero de 2011, para expresar sus objeciones o
comentarios sobre la iniciativa boliviana.

Desde el punto de vista de Bolivia, la comunidad internacional tiene en sus manos


una oportunidad histórica para corregir un error con respecto al masticado de la
hoja de coca con la eliminación de los incisos de la Convención Única.

Al vencerse el 31 de enero de 2011 el plazo para oponerse a la enmienda de Bolivia


para eliminar la prohibición del masticado de hoja de coca de la Convención Única
de 1961, se registraron 17 objeciones: Estados Unidos, Reino Unido, Suecia, Canadá,
Dinamarca, Alemania, la Federación de Rusia, Japón, Singapur, Eslovaquia, Estonia,
Francia, Italia, Bulgaria, Letonia, Malasia y México. Esto significa que sólo 17 de
los 184 países que son Partes en el tratado han presentado una objeción. Les
hacemos un llamado a estos países para que reconsideren y retiren su objeción antes
de que el tema aparezca en la agenda de la ONU para ser decidido.

Mas sobre este tema:

El día-D para la enmienda de Bolivia sobre el masticado de la coca, Martin Jelsma,


31 de enero, 2011
Es hora de reparar un error histórico, International Drug Policy Consortium (IDPC),
enero de 2011
Ayuda memoria sobre la propuesta de enmienda boliviana al Artículo 49 de la
Convencion Unica sobre estupefacientes de 1961, Gobierno del Estado Plurinacional
de Bolivia
Desaparecera la masticacion de la coca de las convenciones? Martin Jelsma, 21 de
agosto, 2009
6. ¿Dónde se cultiva la coca?

La coca, tradicionalmente, se cultiva en las tierras bajas de los Andes o en zonas


montañosas, según las especies, especialmente en Bolivia, Colombia y Perú.

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No obstante, cultivar coca es relativamente sencillo. A fines del siglo XIX, las
potencias coloniales plantaron coca fuera de su hábitat natural. Así, en su día
hubo importantes plantaciones de coca en la isla de Java (que, en aquel momento,
formaba parte de las Indias Orientales Neerlandesas y hoy pertenece a Indonesia) y
Ceilán (Sri Lanka), así como en Formosa (por entonces, protectorado japonés y,
actualmente, Taiwán). En los años veinte, en Java se concentraba la mayor
producción de coca del mundo.

La coca podría salir fácilmente de los Andes y radicarse en otras regiones


tropicales si se ejerciera la presión suficiente para eliminar la planta. De vez en
cuando, surgen rumores de que se está cultivando coca en el Congo, pero, de
momento, no hay indicios sólidos que confirmen el traslado de la planta a otros
continentes.

7. ¿Qué beneficios obtienen los cultivadores de coca del comercio de las drogas?

En el caso de la cocaína, el coste de producción y refinamiento en los países de


origen varía entre el 1 y el 2 por ciento del precio al detalle en los países en
desarrollo o en transición. La gran mayoría de los actores que participan en el
mercado de las drogas tienen unas rentas muy modestas. Algunas personas del sector
del tráfico, el contrabando y la venta a gran escala hacen grandes fortunas, pero
eso representa, en realidad, un porcentaje menor de los beneficios totales.

8. ¿Qué métodos se utilizan para abordar el problema de la cocaína?

a) Erradicación forzosa

La principal estrategia para reducir el consumo de cocaína consiste en limitar la


demanda nacional y la oferta de otros países. Desde los años ochenta, se han
aplicado estrategias muy agresivas para erradicar el cultivo de coca en la región
andina, especialmente impulsadas por los Estados Unidos.

En Perú y Bolivia, la erradicación manual forzosa ha provocado choques entre los


productores de coca (los llamados ‘cocaleros’) y el ejército, que se han traducido
en muertes y violaciones de los derechos humanos. Colombia es el país donde la
erradicación forzosa de los cultivos ilícitos se desarrolla de forma más agresiva,
ya que se recurre a la fumigación aérea con herbicidas.

Las fumigaciones aéreas desencadenan un círculo vicioso de contaminación química,


destrucción de medios de vida, migraciones a zonas aún más vulnerables,
deforestación, desplazamientos y expansión de las zonas dedicadas al cultivo
ilícito (que después se fumigan, etcétera). Todo esto conduce a la erosión de la
legitimidad del Estado, la violación de los derechos humanos y el mayor apoyo de
los campesinos a los movimientos guerrilleros. Este círculo vicioso se debe romper
para defender a los campesinos que ven destruidos sus medios de vida, para proteger
el medio ambiente y para mejorar las perspectivas de hallar una solución al
conflicto.

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Mas sobre este tema:


El circulo vicioso. La guerra quimica y biologica a las drogas
b) Desarrollo alternativo

Otra estrategia consiste en ofrecer a los cocaleros proyectos de desarrollo


alternativo, mediante los que se sustituye la coca por otros cultivos viables. Los
niveles de éxito, sin embargo, son bastante cuestionables. Los principales
obstáculos pasan por cuestiones como la ‘condicionalidad’ y la ‘secuenciación’. El
término ‘condicionalidad’ alude al hecho de que la ayuda al desarrollo alternativo
se supedite a la erradicación previa de los cultivos de coca. ‘Secuenciación’ hace
referencia al orden correcto de las intervenciones, es decir, a garantizar que las
medidas de erradicación no se inicien antes de que los pequeños campesinos cuenten
con otros medios de vida viables y sostenibles.

El TNI aboga por que la ayuda al desarrollo no esté supeditada a la reducción de


cultivos ilícitos para garantizar que no se realicen actividades de erradicación
antes de que los pequeños campesinos dispongan de medios de vida viables y
sostenibles, y que las intervenciones estén secuenciadas de forma adecuada. Las
organizaciones de productores, además, deberían contar con el debido reconocimiento
y participar en los debates y la toma de decisiones en todos los ámbitos, ya sea
con sus propios Gobiernos, los donantes o la ONU.

c) Bolivia: erradicación voluntaria

Con la elección del ex cocalero Evo Morales como presidente de Bolivia, el Gobierno
cambió algunas políticas. La ley boliviana permite ahora cultivar cierta cantidad
de arbusto de coca para cubrir la demanda de usos tradicionales.

Los afiliados a los sindicatos cocaleros pueden cultivar una pequeña parcela,
conocida como ‘cato’ (0,16 hectáreas), para complementar su sustento. Esta política
ha pacificado la región cocalera, que anteriormente sufría violentos
enfrentamientos y abusos de los derechos humanos.

Los cultivos excedentarios, que irían a la fabricación de cocaína, se erradicarán.


No obstante, siguen surgiendo conflictos en torno a la designación de las áreas de
cultivo tradicional y las campañas de erradicación.

9. ¿Por qué no está funcionando la erradicación de las drogas y de la cocaína?

La fecha límite de 25 años para eliminar los cultivos de coca que se fijó con la
Convención Única de 1961 no se ha alcanzado. En 1998, ignorando la experiencia de
casi cuatro décadas de políticas fallidas en materia de cultivos ilícitos, el
período especial de sesiones de la Asamblea General de la ONU (UNGASS) sobre
estupefacientes volvió a marcar un plazo: eliminar o reducir considerablemente la
coca, el opio y el cannabis para 2008. Es evidente que este objetivo tampoco se ha
logrado.

Según el Informe sobre los mercados mundiales de drogas ilícitas 1998-2007,


encargado por la Comisión Europea, no hay pruebas de que el problema mundial de los
estupefacientes se haya reducido en esta década. De hecho, el número global de
consumidores de cocaína creció durante el período analizado. Los precios muestran
una tendencia a la baja y la pureza va en aumento, lo cual significa que el mercado
no da señales de escasez.

La premisa básica en la que se fundamenta la erradicación forzosa es que se puede


intervenir en el funcionamiento interno del mercado ilícito y, de ese modo, alterar
de forma sustancial la ecuación oferta/demanda reduciendo la oferta. En el plano
puramente hipotético, la premisa puede encerrar cierta verdad: si hay menos oferta
de droga, se puede consumir menos. En la práctica, sin embargo, la oferta se
autoajusta mientras siga existiendo dónde sembrar y gente dispuesta a hacerlo. Se
trataría del conocido como ‘efecto globo’, que alude a la tendencia de los cultivos
a desplazarse en respuesta a las campañas de erradicación (cuando se aprieta el
globo por un lado, sobresale por otro).

En el caso de Bolivia, Colombia y Perú, las regiones andina y amazónica son un área
de siembra de potencial inagotable, y en ellas hay una cantidad impresionante de
personas necesitadas y desplazadas internas lo bastante desesperadas como para
hacer casi cualquier cosa para sobrevivir.

Existe una sorprendente falta de argumentos sólidos sobre las consecuencias y el


impacto de las medidas políticas sobre el mercado ilícito. Aunque la evolución de
los precios y de la pureza representa un indicador fiable sobre la oferta de
drogas, no se dispone de datos que corroboren que las iniciativas de erradicación y
las numerosas incautaciones de envíos hayan reducido la oferta en los mercados de
consumo. Las medidas de control, de hecho, parecen haber contribuido a aumentar la
producción para compensar las posibles pérdidas.

10. ¿Qué otras formas hay de abordar el consumo de cocaína?

El consumo de cocaína se debería abordar proporcionando información exacta sobre


sus efectos para la salud y sus propiedades adictivas, no encarcelando a los
consumidores. Ante todo, se deberían priorizar los enfoques basados en la salud y
las evidencias empíricas por encima de la aplicación de la ley. Además, se debería
contar en todo momento con estrategias de tratamiento integral.

Es necesario establecer una distinción entre el consumo con fines recreativos y el


uso problemático de la cocaína. Las medidas de prevención, tratamiento y atención
sanitaria se deberían centrar en el uso problemático.

Se deberían desarrollar medidas de reducción de los daños adaptadas a las


circunstancias de cada lugar y destinadas a los usuarios más problemáticos,
especialmente a aquellos que consumen pasta base de cocaína inhalada (PBC, paco,
bazuco o crack en América Latina), que es muy nociva y adictiva.

Las medidas de reducción de daños deberían comprender, entre otras, la distribución


de preservativos, pipas, boquillas de pipa, pañuelos, vaselina y bálsamo de labios
para luchar contra las infecciones y las enfermedades transmitidas por contagio
sexual, además de facilitar información sobre cómo evitar los malos hábitos en el
consumo de crack. Las estrategias integrales, con la participación de la comunidad,
deberían crear mecanismos para la inclusión social.

Una posible estrategia pasa por la creación de salas de consumo con supervisión
médica, en las que se pueden desarrollar tratamientos de sustitución con marihuana
para aliviar los síntomas del síndrome de abstinencia. Estas estrategias,
combinadas con proyectos sociales para los sin techo, podrían ayudar a reducir los
altos índices de mortalidad entre los consumidores de crack y la violencia asociada
con su uso y tráfico.

11. ¿Qué actividades está desarrollando el Transnational Institute en torno a la


cuestión de la coca?

El TNI apoya una serie de iniciativas para disponer de información más moderna y
basada en evidencias científicas sobre este tema.
El TNI apoya al Gobierno boliviano en sus iniciativas para desclasificar la hoja de
coca y anular las disposiciones que prohíben su masticación tradicional.
El TNI plantea esta cuestión en los espacios de toma de decisiones pertinentes,
como la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (CND).
El TNI se muestra crítico con la JIFE cuando ésta insta a Bolivia y Perú a prohibir
la masticación de la hoja de coca.
El TNI difunde documentación sobre el tema que no es fácil de encontrar o que se ha
intentado suprimir.
El TNI publica informes que promueven la desclasificación de la hoja de coca y
explican las repercusiones de la erradicación forzosa (especialmente las
fumigaciones).

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