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DANIEL FLASCHAR

28 Mente y cerebro 16/2006


Anosmia
A nuestro sentido del olfato le prestamos muy poca atención,
siempre que funcione. Sólo quien lo pierde se percata
de inmediato de cuánto le debe.
¿Puede recuperarse?

Eleonore von Bothmer

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Dudosa sensación olfativa

H
ospital clínico de la Universi- Se percató de su falta mientras pa-
dad de Dresde.”Debe decir- Una batería de frascos, pipetas y pulve- seaba por el bosque. Acostumbrada a
me cuál de las tres varillas rizador, con las tres partes del “Sniffin’ distinguir entre los olores que despiden
es la que huele”, le explica Stick Set”: tal es todo el armamentario la hierba, las flores o las resinas se dio
la estudiante de medicina a Magdalena necesario para saber si una nariz desem- cuenta de que no podía oler ninguno.
Flügge. La paciente, sentada, se cubre peña bien sus funciones. Con las varillas Inquieta, aplastó musgo y hierba sobre
los ojos con una venda. De una paleta mencionadas el servicio universitario de la palma de la mano y se lo llevó a la
extrae la joven tres varillas de un dedo otorrinolaringología viene diagnostican- nariz; no sintió nada. Para corroborarlo
de grosor. “¿Uno, dos o tres?”, pregunta do con éxito desde hace años los tras- se reunió con gente fumando; no perci-
mientras pasa dos varillas neutras prime- tornos olfativos. Las primeras pruebas bió tampoco el olor a tabaco.
ro y luego otra aromatizada con olor a se centran en el grado de intensidad Así recaló en el hospital clínico, en
rosas ante la nariz de Flügge. “No está aromática que debe poseer una sustan- cuyo departamento de otorrinolaringo-
muy claro”, responde ésta. “Pues debe cia para ser percibida. Se aborda luego logía acometieron en el año 2004 un
decidirse”, insta la alumna. la capacidad olfativa del paciente, su estudio que podría conducirles a la de-
“Dos”, repone Flügge, dubitante. Inco- merma o su ausencia total. terminación final de si las personas con
rrecto. La estudiante introduce el número “Uno, dos o tres. Unos dos o tres”, trastornos olfatorios recuperan, a través
en el ordenador. Toma la siguiente varilla sigue contando la joven incansablemen- de ciertos ejercicios, el sentido perdido.
de la paleta y pregunta de nuevo: “¿uno, te. Incorrecto, correcto. Así, hasta que En el caso de nuestra paciente, los apa-
dos o tres?”. La paciente levanta la na- las 45 varillas del test han pasado ante ratos de entrenamiento constan de cuatro
riz como si así pudiera olfatear mejor la nariz de Flügge. No es la primera frasquitos en cuyo interior hay trozos de
y reconocer las especies volátiles que vez que se somete al test. Desde hace gasa empapados con distintos aromas.
pasan frente a ella. “Tres”. Incorrecto. ya meses, esta paciente de 53 años Dos veces al día, por la mañana y por
Nueva entrada en el ordenador. Otra vez acude con regularidad al laboratorio la tarde, Flügge debe dejar libre el genio
la alumna: “¿Uno, dos o tres?”. “Dos”, hospitalario para las pruebas. Perdió el de la botella e identificar su presencia
asevera sin convicción la paciente. Pero sentido del olfato en un accidente de con la sola ayuda de su nariz. Sigue,
esta vez ha acertado. ¿Casualidad? No es bicicleta. Se golpeó en la nuca y sufrió además, un protocolo para ejercicios
fenómeno infrecuente en la realización una conmoción cerebral. La conmoción complementarios. Cada seis semanas,
del “Sniffin’ Stick Test”, que venimos remitió, pero las sensaciones olfativas Thomas Hummel, jefe del servicio, con
exponiendo. desaparecieron. su equipo de adjuntos y alumnos, exa-
mina si la nariz de Flügge ha aprendido
o no algo con los ejercicios. La ciencia
1. EN EL DIAGNOSTICO DE LOS TRASTORNOS olfativos se utilizan distintas varillas reconoce que no existe todavía ningún
de fieltro aromáticas, cuyo olor tienen que reconocer los pacientes con los ojos vendados.

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2. ¿MELOCOTON, MANZANA, LIMON O UVAS? A la paciente “hipósmica”


Magdalena Flügge le resulta muy difícil decidirse por uno de ellos. a las fosas nasales. Las células olfativas
de la mucosa nasal, dotadas de cilios,
absorben las partículas de gasolina, de
tratamiento eficaz e indiscutido para la De forma paradigmática, Flügge re- rosa o de hierba fresca. Las prolonga-
mayoría de los trastornos del olfato. vela la importancia de los olores en la ciones de estas células conforman el
vida de una persona: los olores y el nervio olfatorio, que se dirige al bulbo
La necesidad de oler mejor recuerdo de momentos asociados a ellos; olfatorio. Desde allí, la información ol-
El sentido del olfato posee una caracte- la inseguridad que produce su privación. fativa alcanza el centro olfativo cerebral,
rística especial: las células olfativas se Los anósmicos constituyen algo más del estrechamente conectado con el sistema
regeneran por completo transcurridas de cinco por ciento de la población total. límbico, que identifica y clasifica los
cuatro a seis semanas. No suceda nada Una de cada cuatro personas por encima olores. Ningún otro sentido establece
igual con ningún otro órgano sensorial, de los sesenta años ha debido renunciar una relación tan directa con el cerebro
ni con la vista ni con el oído. Se tra- a la percepción del olor. como el del olfato.
ta, además, de un órgano que puede En condiciones normales, con cada El hombre está capacitado para distin-
educarse. Los perfumeros y los cata- respiración llegan moléculas aromáticas guir entre más de 10.000 olores. Cada
dores de vinos constituyen excelentes
ejemplos de cómo adquirir finura en la
percepción de determinados aromas. Se 3. EN EL LABORATORIO DEL OLFATO del hospital clínico de la Universidad
ha comprobado, asimismo, que la expo- de Dresde las personas con trastornos olfativos y gustativos pueden encontrar
sición regular a ciertos olores potencia ayuda profesional.
la sensibilidad a los mismos.

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Sobre esos datos, trabaja el equipo de
Dresde. Los ejercicios continuados se
proponen que las células olfativas de los
pacientes se renueven, adquieran sensibi-
lidad y mejore la elaboración cerebral de
la información olfativa. No se subestima
siquiera la posibilidad de una curación
espontánea. Entre un 10 y un 20 por
ciento de los afectados recuperan antes
o después el sentido del olfato.
Se atribuye a Coco Chanel la frase
“Lo más misterioso, lo más específi-
camente humano es el olfato”. Más
críptico se mostró Friedrich Nietzsche
cuando afirmó que su genio se asentaba,
por entero, sobre sus fosas nasales. Lo
que sí aparece manifiesto es que, con
el olfato, nos hallamos ante un sentido
social. De él depende que dos personas
congenien o no en el primer encuentro.
Es también el sentido que guía al lac-
tante hacia el pecho materno.

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4. MEDIANTE EL OLFATOMETRO, Johannes Frasnelli puede controlar si la


señal deja su propia huella en el cerebro concentración de moléculas odoríferas es la adecuada antes de que se insuflen en la
y cada marca, su propio modelo. La nariz de Flügge. La medición simultánea de las corrientes cerebrales permite extraer
mayoría de las impresiones olfativas las conclusiones objetivas acerca de la calidad del estímulo olfativo en su cerebro.
recopilamos durante los tres primeros
años de vida. Pero seguimos desde en-
tonces aprendiendo nuevos olores. de diagnósticos fallidos alcanza en el Desgarro del nervio olfatorio
Parkinson alrededor del 20 por ciento El sentido del olfato humano se basa
Continúa el ejercicio de los casos, la anosmia se convierte en dos nervios. Cumple al nervio olfa-
Empieza la segunda parte del Sniffin’ en un importante indicador. torio ocuparse del sentido del olfato en
Sticks. De nuevo, se venda a la pa- Según la causa, así la terapia. A la sentido estricto. El trigémino es un ner-
ciente. Pero ahora las reglas han cam- manera de la administración de insulina vio sensitivo y receptor de sensaciones
biado. Debe reconocer cuál de las tres en la diabetes, de la extirpación de póli- dolorosas con el que percibimos olores
varillas huele de forma distinta de las pos o de la corrección de la desviación penetrantes, como el del amoníaco o el
otras dos. Habrá que ensayar con 48 de un tabique nasal, en nuestro caso se de la cebolla. Este segundo nervio per-
varillas, lo que supone 16 elecciones. recurre a un entrenamiento olfativo. No manece intacto en muchos anósmicos.
La nariz de Flügge no responde mejor es frecuente que nos hallemos ante un En la mayoría de los pacientes acciden-
que antes. Plagada de fallos, termina la defecto hereditario; cuando tal ocurre, tados con trastornos olfativos sólo apare-
segunda ronda. entre los anósmicos de nacimiento pre- ce desgarrado o contusionado el nervio
En la tercera parte Flügge tiene la dominan las mujeres. Otras veces la olfatorio, lo que entraña el corte de la
oportunidad de demostrar si puede re- incapacidad olfativa tiene un origen comunicación entre la mucosa nasal y
conocer un aroma determinado entre vírico, que podemos ejemplificar en el el bulbo olfatorio. (El bulbo olfatorio,
varios distintos. Se trata de una elección virus de la gripe. Finalmente, al lado una estructura muy vulnerable, se halla
múltiple. Se le presentan hierba seca, de casos no aclarados, hay otros sujetos conectado directamente al cerebro.)
cuero de zapato, goma de mascar, pi- que padecen de “anosmia traumática” A esas alturas del ejercicio de percep-
mienta, regaliz y menta. La hierba y o, como en Flügge, de una hiposmia ción aromática, Flügge muestra señales
el cuero de zapatos despiden un olor traumática, afección que consiste en de cansancio. Ni siquiera responde al
tan postizo, que resulta difícil, incluso una insensibilidad olfativa parcial pro- penetrante olor a canela que la estudian-
para una nariz normal, diferenciarlos vocada por un golpe en la cabeza o te le ha acercado a la nariz y que ha
el uno del otro. una caída sobre ella. impregnado la estancia. De repente, un
Aproximadamente el ocho por ciento atisbo de esperanza. Acaba de reconocer
Causas de los trastornos del olfato se deben a el olor del limón. Percibe también el
La desaparición de la capacidad olfativa accidentes, siendo prototípico el gol- olor a pescado podrido. Torna a vacilar
puede obedecer a causas diversas. Por pe en la nuca. A raíz del golpe por en la prueba siguiente: ¿Trementina o
eso, conviene discernir de entrada la retroceso, la corteza olfativa, situada café? “¿Podría ser café?”, quizá. Tras
enfermedad de base. Antes de la apa- en el lóbulo frontal, se desplaza hacia acertar con el clavo aromático, aumen-
rición de algunas enfermedades degene- delante y choca con los huesos cranea- ta la seguridad en sí misma. El clavo
rativas —Alzheimer o Parkinson—, los les de ese nivel. No es raro que, como constituye uno de los olores críticos
sujetos afectados acostumbran perder consecuencia del golpe, se desgarre el en el entrenamiento olfativo. Sirve de
la capacidad olfativa. Dado que la tasa nervio olfatorio. discriminante frente a otros.

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La elaboración informática de los del olfato la cereza sólo sabría dulce hasta deterioros psíquicos importantes.
datos introducidos en el ordenador re- o ácida, pero no a cereza. En la pos- Y todas esas alteraciones se experimen-
vela cierta mejora de la paciente. Pero terior elaboración del estímulo olfativo tan como relacionadas con la pérdida
el maratón olfativo no ha terminado. intervienen la amígdala o el hipocampo, del sentido del olfato
Un adjunto del grupo, Johannes Fras- que también desempeñan un importante Volvamos a Magdalena Flügge. Le
nelli, se encarga de la etapa siguiente. papel en el procesamiento de las emo- queda el postrer test, el del olfatómetro.
Tras examinar el nervio olfatorio se ciones y de los recuerdos. A través de un largo tubo flexible de
pasa a la exploración del trigémino, Desde un punto de vista filogenéti- goma se insuflan distintos olores en la
el nervio sensitivo, le explica el joven co, el sentido del olfato es uno de los nariz de la paciente. La actividad cere-
médico. El ejercicio se desarrolla en la más antiguos. Se halla asociado de una bral suscitada se recoge mediante unos
prensa. El adjunto coloca dos frascos forma más intensa que cualquier otro a electrodos que registran los “potencia-
de plástico en un dispositivo metálico las emociones y menos que los demás les evocados”, esto es, las respuestas
de unos 10 centímetros de alto: en una a la elaboración racional. Sentimientos eléctricas del cerebro a los estímulos
hay eucalipto; la otra está vacía. y recuerdos pertenecen al olfato, de la olfativos. La prueba dura otra hora y
Frasnelli introduce en las fosas nasales misma manera que la música al oído. media; en su transcurso se examina si
de la paciente (que porta los ojos venda- Marcel Proust describió en su famosa no- las señales odoríferas que se producen
dos) sendas cánulas. Presiona la prensa e vela En busca del tiempo perdido cómo en la mucosa nasal alcanzan el cerebro
insufla en la nariz de Flügge el aire que el aroma de una magdalena mojada en y si se elaboran allí con la suficiente
contienen los frascos. Debe ésta adivinar una infusión de tila le devolvió de pronto intensidad. El tubo de goma comien-
por dónde entra el aroma de eucalipto. a su infancia. En su honor, se denomina za a hincharse. Unas pequeñas cruces
El ejercicio se itera cuarenta veces. La “efecto magdalena” al fenómeno que sobre una escala indican el grado de
paciente ha acertado con casi todos los consiste en el súbito desencadenamiento intensidad con el que percibe el ácido
olores. El trigémino se encuentra rela- del pasado mediante un aroma efímero, carbónico que se le está insuflando en
tivamente indemne, lo que le permite pasado que se recuerda con un grado tal la nariz. “Hay esperanzas fundadas de
percibir olores mordientes, como el del de intensidad, que se diría que estamos que en algún momento pueda volver a
amoníaco o el de la cebolla. ahora asistiendo a su desarrollo. oler”, le anima Frasnelli.
Los olores despiertan recuerdos. Sin
Gusto y olfato ellos perdemos capacidad de recuperar
En ocasiones aparecen pacientes que nuestra propia historia. En un trabajo ELEONORE VON BOTHMER es psicóloga.
afirman percibir sólo lo dulce, lo salado realizado por el grupo de Bettina Pause,
o lo amargo, pero no el típico sabor de la Universidad de Kiel, en 2001, Bibliografía complementaria
de una rosquilla. Su problema real no llegaba a la conclusión de que las per- SOZIOLOGIE DES GERUCHS. J. Raab. Univer-
estriba, sin embargo, en el sentido del sonas depresivas poseían una capacidad sitätsverlag; Konstanz, 2001.
gusto sino en el del olfato. La mayoría olfativa inferior a la de los sanos. Se
de las funciones que atribuimos al gusto, ignora todavía si esa alteración olfativa DIE SCHÖNE WELT DER SINNE. D. Ackerman.
las desempeña el olfato. El sabor de es causa o efecto de la depresión. De Europa Verlag; Hamburgo, 2002.
una cereza, por ejemplo, se produce cualquier modo, los hechos hablan por EL OLFATO. Hanns Hatt en Mente y cerebro,
mediante el funcionamiento conjunto sí mismos. Más de la mitad de los pa- n.o 11, págs. 24-27; 2005.
del gusto y el olfato. Sin el sentido cientes sufren desde ligeras depresiones

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