COMUNICACIÓN ESCRITA II

Microrrelato

Grupo: 8
Katherin Johanna Muñoz Fernandez
Ruth María Rosales Campanella
Nicolás Santana Mishima
Christopher Hijar Pun

Docente: Aquino Ramírez, Marlon Ytalo

Lima-Perú
2021-2
 Una cancha, miles de corazones

La emoción salía por los poros de cada una de las personas que coreaban con
todas sus fuerzas el himno nacional, tanto en la tribuna como en el campo, se
podía sentir el orgullo de ver a esos once representantes de un país entero.

Con el sonido del silbato se daba comienzo a lo que serían los noventa minutos
más tensos de aquel estadio.

Y así, uno a uno, los jugadores corrían, dejando sudor y esfuerzo a cada metro
que avanzaban, meses de entrenamiento que rendirían frutos y serían definitivos
para ellos.

Entre estrategias, golpes, saltos y gritos, los jugadores nacionales se sentían

derrotados, el marcador no era favorable. Faltando pocos minutos y con el
corazón en la mano, se escuchó el primer coro. Cada una de las personas que
vestían de rojo y blanco gritaron con júbilo y fuerza, mientras veían con orgullo la
pelota dentro del arco rival.

Fue así como el triunfo llegó a manos de nuestro país.

Getaway car

Al atardecer, Don Fernando terminaba su jornada de trabajo. A sus 65 años,

estaba tan acostumbrado a su rutina que parecía una máquina, ya no sentía nada,
lo único que lo motivaba a levantarse cada mañana, era manejar el hermoso carro
amarillo que le obsequió la que alguna vez fue el amor de su vida.

Camino a su solitaria vivienda, un joven detuvo su vehículo. Fernando dudó en

parar su ruta, pero pensó que unas monedas extra no le vendrían mal. Cuando el
muchacho abordó el automóvil solo dijo, “Llévame al banco y espérame tres
minutos”.
El taxista condujo y acató las indicaciones. Una vez pasado el tiempo que dispuso
el joven, este salió corriendo al compás de fuertes alarmas que sonaban dentro
del lugar. Con un arma apuntó al conductor, gritando que arranque el vehículo.

Don Fernando vio que no había vuelta atrás, pero no sintió miedo; para él, ese
momento fue el más emocionante de toda su vida.