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¿Qué beneficio ¿Qué beneficios


tiene el juego con material no
estructurado o piezas sueltas?
s tiene el juego con material no
estructurado o piezas sueltas?
 17 MIN.
 1 JULIO, 2020

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¿Por qué nos empeñamos en que los niños utilicen juguetes elaborados? ¿Por
qué les decimos cómo y con qué deben jugar? O mejor, dicho, ¿por qué no
permitimos que lo hagan de manera ilimitada, sin guiar o coartar su
imaginación?
Recuperando la cita de Francesco Tonucci de que «un buen juguete es aquel
que, sin ser nada en concreto, puede ser todo», hemos querido hablar con
Priscilla Vela, escritora del magnífico libro ‘Piezas sueltas: el juego infinito
de crear’ del que es coautora junto a la fotógrafa Mercedes Herrán y que puedes
conseguir haciendo clic aquí.

Su investigación sobre la teoría de las piezas sueltas -iniciada por Simon


Nicholson en 1971- nos ha influido muchísimo para crear Inspira, nuestro
programa para la etapa Infantil basado en la pedagogía verde y la creatividad.

¡En el vídeo que encontrarás a continuación tienes más detalles sobre los


materiales que utilizamos en Inspira!

Con Priscilla Vela (y otras tres especialistas en juego y educación


emocional) pudimos hablar en el webinar sobre juego y apoyo emocional
que podrás ver de nuevo un poco más abajo, pero ahora hemos vuelto a
contactar con ella para que nos arroje un poco más de luz sobre este tema tan
interesante que es el juego con material no estructurado o piezas
sueltas. Estamos seguros de que lo que Priscilla tiene que explicarnos te será
de gran inspiración. ¡Vamos allá!

Beneficios del juego con piezas sueltas o material no


estructurado para los niños
¿Qué beneficios tiene el juego desestructurado para los niños? 

Para responderte primero tengo que puntualizar que, personalmente, no me


gusta nada la denominación “desestructurado” porque da la sensación de que
le falte algo para estar completo (estructura) y esto automáticamente es
interpretado por el inconsciente de forma negativa. Me parece más
apropiado llamarlo juego con material no estructurado o juego con Piezas
Sueltas, que de hecho es el título de mi libro y mi línea de investigación y
divulgación. “Piezas Sueltas” es una denominación que me encanta porque
además de dar sensación de ser algo único y completo, lleva implícita la idea
de que se pueden asociar entre sí en infinidad de formas no convencionales.

Volviendo a la pregunta, los beneficios suceden justamente al prescindir de


la estructura porque liberamos al material de juego de nuestros límites,
creencias, expectativas y etiquetas. Al quitarle ese peso de encima, les
damos a los niños libertad para ser, crear y experimentar de forma natural,
orgánica y en consonancia con sus tiempos y necesidades evolutivas. Les
permitimos investigar, inventar y testar sus propias estructuras. Esto, a la
larga, se traduce en que al no interrumpir ni modificar la conexión del niño
con su creatividad y habilidades innatas, le permitimos ser el artífice de su
propio aprendizaje y tejer sus propios mapas neuronales de información. 

¿Qué rol tiene el docente o los padres en el juego con Piezas Sueltas? 

Volviendo a sintetizar muchísimo, el rol del adulto respecto al juego es el


gran cambio de perspectiva que propongo desde la filosofía de Piezas
Sueltas. En mi libro explico en detalle un acompañamiento desde varios
planos simultáneos que se van alternando de acuerdo a las necesidades que se
observan en el niño y en el juego. Algunos de estos roles serían: proveer,
supervisar, preparar y presentar los materiales, jugar (por supuesto) y
encargarse de mantener el juego vivo. Y muy importante: observar,
registrar, documentar y ¡aprender de los niños todo lo que podamos!

Pero quizás el papel más esencial de todos se da con uno mismo: es necesario
reencontrarse y volver a dar voz a nuestro niño interno, hacer un trabajo
de reconexión con quienes éramos y a qué jugábamos. Si no recordamos cómo
jugar, no podremos comunicarnos en el lenguaje de la infancia.

¿Qué capacidades desarrollan los niños y niñas con el juego con material
no estructurado? 

Cualquier capacidad que deseen trabajar, porque la versatilidad del material


no estructurado hace posible lo imposible. Las Piezas Sueltas ayudan sobre
todo en sacar a la luz las habilidades innatas de cada niño que de otra
forma quizás no tendrían el espacio ni el lugar de ser vistas.

De hecho, el juego con material no estructurado está estrechamente


relacionado con la teoría de las inteligencias múltiples: cada niño se va a
sentir atraído justamente por los elementos y los usos que necesita desarrollar
en ese preciso momento. 

¿Por qué necesitan las escuelas cambiar los objetivos y apostar por juegos
menos definidos? 

Porque ya hemos visto que nuestro sistema educativo está obsoleto y


responde a las necesidades de una época pasada basada en la
industria. Estamos enfrentando un cambio de era con herramientas de hace
más de un siglo y ya estamos comprobando hace décadas que el sacar buenas
notas y seguir el camino indicado hasta la universidad no es garantía de éxito.
Parece que nos hayamos topado con un muro, pero curiosamente, por otro
lado, estamos viendo que quienes se salen del camino y se inventan sus
profesiones, quienes se dedican a desarrollar su pasión de forma creativa no
solamente obtienen éxito sino que nos abren puertas a universos inexplorados
con potenciales infinitos.

Al romper las (viejas) estructuras de las que hablábamos al principio del


todo, nos volvemos libres para crear una (nueva) realidad. Y precisamente
el juego con Piezas Sueltas es la herramienta multidimensional que nos
prepara desde pequeños para desenvolvernos en ese aparente caos, en esa
sobredosis de información constante, permitiendo que nuestras verdaderos
talentos emerjan.

¿Qué materiales son idóneos para el juego no estructurado? 


Pues… ¡todos y ninguno! Esta filosofía propone un cambio radical en nuestro
paradigma del juego, donde el foco deja de ser el objeto externo -el juguete-
y se convierte en el proceso interno y completísimo que es jugar, poniendo
al niño en el centro y priorizando la experiencia holística -jugar, experimentar,
crear, ser… junto con la red de aprendizajes que ésta genera- por encima de lo
material y del resultado final.

En nuestro libro Piezas Sueltas, la fotógrafa Mercedes Herrán y yo hacemos


una gran catalogación de materiales de fin abierto de origen natural, comercial
y reciclado para dar ideas a familias y maestros, pero lo cierto es que el
material es secundario; lo verdaderamente importante no es el objeto en sí
sino cómo se utiliza.

¿Tienes algún ejemplo para que lo entendamos mejor?

A lo largo de la historia vemos cómo diversas civilizaciones han resuelto las


mismas cuestiones de formas distintas, con todo tipo de materiales y
desarrollando técnicas propias, dando lugar a las diferentes culturas. Una casa
tradicional puede ser de madera, de piedra, de barro, de paja, de hielo, de tela,
de metal, etc… y puede estar construida sobre la tierra, encima de un árbol,
excavada en una cueva o flotando en el agua… Todas estas soluciones
responden a la misma necesidad básica de refugio, materializándose con lo
que había disponible en el entorno.

Con el juego sucede exactamente lo mismo. Si el niño está en una etapa


evolutiva en que necesita fabricar cabañas o casitas, va a utilizar lo que
encuentre para hacerlo. Si solamente tiene a su alcance mantas y almohadas
lo hará con eso. Pero la magia verdadera viene cuando el adulto observa esa
necesidad conscientemente y empieza a ofrecer de forma más o menos obvia
diferentes elementos y situaciones que permiten al niño explorar y desarrollar
a fondo ese impulso creativo.

Estas variables que ofrece el adulto no son solamente objetos, sino que pueden
incluir ambientes, fenómenos intangibles (como el viento o el magnetismo),
experiencias sensoriales, técnicas, herramientas e incluso ideas abstractas. Las
conexiones son infinitas. Y esto es justamente lo que nos dice la Teoría de
Piezas Sueltas de Simon Nicholson: “en cualquier entorno, tanto el grado de
inventiva y creatividad como la posibilidad de descubrimiento, son
directamente proporcionales al número y tipo de variables que haya”.
¿Qué se debe tener en cuenta para sacar el máximo provecho de este tipo
de juegos?

El juego verdadero es un bien extremadamente frágil y cada vez


desaparece a una edad más temprana. Esta es en parte una de las
consecuencias de esta sociedad adultocentrista. Por eso es vital visibilizarlo,
preservarlo, enriquecerlo, aportarle el valor que merece y dedicarle tiempo,
energía y espacios que lo hagan accesible a todos los niños de la sociedad
independientemente de sus circunstancias.
Pero sobre todo, hay que liberarlo de las expectativas adultas que suelen ser
bastante tóxicas. Nos hace mucha falta volver a confiar en el niño y en su
sabiduría instintiva. 

¿Cuán importante crees que es que se apueste por programas así?

Pienso que el cambio en la educación debe darse desde la raíz, y programas


como el vuestro pueden ser una muy buena provocación para iniciar esa
metamorfosis. Además veo que cada vez más docentes se reinventan para ser
generadores de esta transformación, por lo que un programa que abogue por
otra perspectiva del aprendizaje seguro que es muy interesante también para
ellos. Aún no conozco Inspira y tengo mucha curiosidad.

¿Te ha parecido interesante la entrevista? Si quieres saber más sobre Priscilla


Vela no dejes de seguir su cuenta de Instagram LaPieza, además de su blog Mama
Extraterrestre.

Como te decíamos al principio de la entrevista, el trabajo de Priscilla nos ha


servido de inspiración para crear Inspira. A diferencia de los objetos
prefabricados, los materiales de Inspira posibilitan una gran diversidad
sensorial con el objetivo de respetar la creatividad innata de los niños para
que jueguen de manera ilimitada sin guiar o coartar la imaginación. Si tienes
curiosidad por saber más sobre los materiales de Inspira haz clic en la imagen
que encontrarás a continuación… ¡y descubre el mundo mágico de Inspira!

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