movimientos
y epocas
:
B
Las Vanguardias
y la Generacion del 27
Tae Wei coeE \aTa Pra ANA)
EDITORIAL
SINTESISProyecto editorial:
HISTORIA DE LA LITERATURA UNIVERSAL
Directo: Evangelina Rodriguez Cuadros
(CooRDINADORES DE AREAS:
Evangelina Rodriguez Cuadros | Area de Literatura Espaola
Jose Carls Rovira | reade Litera Hispanoameicans
Elena Real | Area de Literatura Francesa y Francéfona
Maria delas Niews Mute Miz | Aven de tite ein
Jaime Siles | _Areas de Literatura Alemana y Latina
Félix Martin | Aga de Lier en Lengua tgs
Antonio Melero Bellido | Area de Literatura Griega
Pareto Cuadrado | Area de Literatura Galego Ponoguest
Josep Lluis Sirera | rea de Literatura Catalana
‘ihn soya Pre) Samat toes
‘penser er dara esLas vanguarciasy In Generac del 27
156
de numerosas escrtares de nuesto tiempo. Algunos libros recogen estos ensa-
yos: Poetas espaiiolescontempordneos, cuya primera edicién es de 1952 y reco
pila trabajos sobre Béeques, Manuel y Antonio Machado, Gabriel Miré, su gene=
racién, Salinas, Guillén, Gerardo Diego, etc.; Menéndes Pelayo critica lterario
las palinodias de Don Marcelino, de 1956; Antologia de poeta inglses modernos,
de 1962, con tradueciones de Hopkins, Yeats y Lawrence; Cuatro poetas espa-
foles, de 1962, con estudios sobre Maragall y Antonio Machado (también sobre
Garcilaso y Géngora), ete
Dos vollimenes misceléneos, que recogen estudias sobre autores espatio-
les, se destacan por su amenidad y variedad: De ls siglos oscuras al de Oro, de
1958, y Del Siglo de Oro a este siglo de sigls, de 1962, en cuyo conjunto se lle-
va cabo una larga revisién de la extensa trayectoria de la literarura espafiola
detenida en aspectos puntuales sobresalientes.
Son también numerosos los estudlios lingifstics y filol6gicos, entre los
que cabe destacar Primavera temprana dele literatura europea. Linca,épica, nove-
la, de 1961, y Temas y problemas dela fragmentacién lingiistica peninsular, de
1982
Alcontrario de lo que sucede con otros poetas de su generacién, en Déma-
so Alonso la aportacién mas importante a la cultura espanola la constituye su
cobra flolégia, sin desmerecer por ello la significacién de su poesia, y muy espe-
cialmente el hito hist6rico y lterario que supusso Hijos de la ira. Pero en Alon-
so se constituye su obra filolégica en la mas sobresaliente de todo el siglo Xx,
cuya trascendencia para nuestra historia literaria habria que situarla a la altura
de Menéndez Pelayo y Meriéndez Pidal, F] imponente conjunto de su obra cxi-
tica se distingue por su rigor documenta, su solidez metodol6gica y su efecti-
vidad critica y literaria,
3.5. Rafael Alberti !
3.5.1. El poeta
Nacié Rafael Alberti en Puerto de Santa Maria (Cédiz) en 1902. En 1917 se
traslada a Madrid, en 1925 obstiene el Premio Nacional de Literatura y se inte-
gra en la “joven literatura”: colabora en sus revista, al tiempo que va publi
cando sus primeros libros y atravesando etapas estéticas, entre ellas una inter-
pretacién personal del surrealismo. A partir de 1930 cultivaré una poesia
revolucionaria comprometida politicamente y fundard El Mono Azul y Octubre
Biliado en Argentina y, en los ttimos ats, en Italia, regesa a Espafa en 1976,
afo a partir del cual desarollaré una gran actividad literara y cultural, Murié
en Puerto de Santa Marfa en. 1999.
‘Son numerosas sus obras poéticas: Marinero en tierra (Madd, Biblioteca
‘Nueva, 1925), La amante (Mélaga, Litoral, 1925), Falla del alell (Santander,
Edie. privada de J. M. de Cossfo, 1927), Cal y canto (Madi, Revista de Occi-
dente, 1929), Sobre os éngeles (Madrid, CLAP, 1929), Yo era un tonto y lo que he
visto me ha hecho dos tontos (1929, en Poesia; Madtid, Cruz y Raya, 1935), Ser
‘mones.y moradas (1930, en Poesia; Madrid, Cruz y Raya, 1935), De wn momen-
toa otro (Madrid, Ediciones Europa América, 1935), Entre el cave y la espada
Buenos Aires, Losada, 1941), Pleamar (Buenos Aires, Losada, 1944), Baladas
+ canciones del Parand (Buenos Aires, Losada, 1954), Roma, peligro para carni-
nantes (México, Joaquin Mortiz, 1968), Fustigada luz (Barcelona, Seix Barral
1980), Versos sults de cada dia (Barcelona, Seix Baral, 1982), Los hijos del dra-
‘go otros poemas (Granada, Maillot Amarillo, 1986), Golfo de sombras (Madrid,
Villamonte, 1986) y Canciones para Altair (Madrid, Hiperién, 1989),
1La poesia de Albert, vista en su conjunto, oftece la lang trayectoria de un
poeta fecunda, autor de mumerosas libros, entre los que se suelen sefialar como
‘obras maestras Marinero en tierra, Sobre as dngetesy Ala pintura, pero cuyo desa-
rrollo asistir ala constante bisqueda de una expresién poética personal que,
siguiendo el sino de otras poetas de su generacién, le hard atravesar una serie
de exapas sucesivas y hasta contradictorias desde el punto de vista estético:
neotradicionalismo, gongorismo, surrealismo, poesta social y politica, poesta
el destiero, neottadicionalismo de nuevo, hasta Hegar a la etapa de senectud,
tan peculiar en este poeta como en otros de su generacion,
Ls primeros pasos en el campo de la expresi6n artstica de Alberti no fxe-
ron poétics, sino plisticos, ya que la vocacién pritnera del poeta fue la de pin-
tor. Cuando se traslada a Madrid en 1917 con su familia, desarrolla esta voca-
ién inicial que, por otra parte, no abandonand jams e incluso acentuaré en la
‘tapa romana y en su regreso a Espafia, pero de manera especial en los tlkimos
afios de su vida. De ah que los estudiosas de Albert hayan dado mucha impor-
tancia ala elacién poesia y pincura a Io largo de roda su obra y que culminard
en el libro A la pintura, dedicado en su cotaiclad a tecoger esta pasiém, cons-
{ante en toda su trayectoria.
3.5.2. Poesia neopopular
La tayectoria poética de Rate! Alberti se inicia, en efecto, con un libro de nota-
ble madurez estética, Marinero en tera, con el que obtiene el Premio Nacional
Loe posts del 27
157as Vanguares ya Generacibn de 27
de Literatura en 1924. Supone su consagracién como poeta en los medios
‘madrilefios, en los que Albert, a partir de ese momento, se integra. Aunque en
sus inivios participa en las wevistas de vanguardia won poeta alludes por los
ultmistas y los creacionistas, su. comienzo en la poesta surge tras lalectura de
los cancioneras de los silos XV y v1 y de Gil Vicente, que determinaron la for-
‘ma tanto de Marinero en tierra como de La amante o El alba de alhelt, Su segun-
do libro, vinculedo a paisajes casellanos conocidos en viajes de negocios fami-
lire, aparece en Litora, en Malaga, con lo que Albert, ya rlacionado en Maid
con Salinas, Diego, Guillén o Lorca, se integra plenamente en los medios de
difusin de los poeras de su generacién, al publicar en la editorial de Prados y
‘Altolaguitre,
Antes, en 1925, cuyo inviemo To habia pasacio en la Serranfa de Rute, en
Céatloba, habia escrito otto libro que no vera la luz hasta mucho después, El
cuaderno de Rute, publicado en 1978.
Desde 1969 se conace la poesta anterior a Marinero en tierra, Se tata de
tuna serie de composiciones publicadas en revistas de vanguardia en los pri-
rmeros afios vente, que suponen unos ejercicis poéticos primerizos en los que
el poeta se inicia en el cultivo del verso, de manera que cuando realiza los poe-
mas de Marinera en tera, estamos ya ante un poeta experimentado. Su interés
radica en que se descubre el taller del poeta en formacion que tantea las dife-
rentes maneras expresivas del momento, vesos creacionistas, versas con influen-
cia de la lirica tradicional, poemas de ascendencia becqueriana y poemas que
ya denotan los que serfan los modos personales de Rafzel Alberti. El poeta ale-
Jado ya de las primeras experiencias vanguardistas, pone de relieve en estas
poems ms personales su admiracién hacia la poesia de ipa tradicional que
asume y renueva con impetu y orginal.
Peto es en Marinero en tera donde Alberti realiza la gran recuperacién de
la poesfa de tipo tradicional a través de numerosas canciones, que tienen como
motivos lterarias el mar y que recuperan con un ritmo interno muy popular
los ares de la cancién antigua perfectamente asumida y renovada con singular
originalidad. La presencia de los cancioneros del siglo xv1 contribuye podero-
samente a forjar una estética muy sélida, vinculada a la tradicién y basada en
la recuperacién de locuciones, ritmos, estribillos, formas repetidas, que reve-
lan ante todo espontancidad, sencillez y cohesi6n vinculada a um ritmo deter-
‘minado, propio de la cancién.
Los sonetos que forman parte de Marinero en tierra representan en Rafael
Alberti una de las primeras contribuciones, y de las mas sdidas, ala recupera-
ci6n de la lirica culta del Siglo de Oro, previa a las reivindicaciones gongorinas.
No sélo por los aspectos estrictamente formales, sino también por el lenguaje
neobartoco ya iniciado, basado en un cultivo muy original de la metafora rena-
centista y barroca, poseen estos sonetos un valor y una importancia de gran
tuuscendencia. Cn Marinero en tiem Alberti establece la que seré su impecable
técnica metaférica que se constitu en una expresin permanente més all de
‘su primer libro, en el que revela excepcional maestia, complejidad significati-
va que no impide la emocién ante la naturaleza,vivida con temura infantil como
rellejo de la inocencia perdida
(Otros sentimientos se unen a éste, especialmente la nostalgia del mar, de
la libertad y el sentimiento del amor imposible, que se expresa por medio de
este tipo de canciones, cuya misién, conseguida con toda clase de aciertos for
rales, revela su implicaci6n personal, su emocién ante el mar, la nostalgia de
‘su presencia cuando el poeta se encuentra tierra adentro, De esta forma el mar
se converte, al mismo tiempo, en un gran simbolo como paraiso temporal y
espacial perdido o cuando menos lejano, lo que dota alos poematias de ser
timientos draméticos dulcficados por el aire postivo de la inusicalidad de las
canciones. La realidad vital del joven Alberti se advierte del mismo modo en
Jas notas de paisaje: mar, viento, luz, pinos, barca, ete, adquieren configurs-
cidn simbélica y representacién de sentimientos de tristeza y de busqueda de
s{ mismo y de su razén de existir en el mundo, aspectas éstos que serdn per-
Tanentes en toda la obra albertiana que ahora se inicia con esta tlogia de can-
ciones de tipo tradicional y sonetos de factura clasicista
3.5.3. Del neobarroquismo al surrealismo
Cerrado el ciclo inicial en 1927, el poeta participa en las conmemoraciones
gongorinas y su fervor hacia el poeta cordobés determinaré las caracterfsticas
de su cuanto libro, Galy canto, que desarollar uno de los ms intetesantes pro-
cesos de actualizacién del lenguaje poético culterano en la poesia de su gene-
racin, Se trata de una nueva representacion de las superacin de un lengusje
cotidiano que no sélo no es una imitacién servil de Gongora, sino que ademas
se produce una nueva acufiacién de a metiforay la imagen barroco. Tales expe-
riencias culminardn en la escricura de una insdita "Soledad tercera’, que coro-
na un proceso ce recuperacién de formas clsicas (sonetos, tercetos) con un
Jenguaje metaférico neobarroco de gran originalidad, al que se incorporan las
cexperiencias adquiridas: mundo marino, transformado y degradado, elemen-
105 de la vida modema, conectables con el futurismo y el mundo de la mecé-
nica, cielo, feria, ciudad, paisaje polar, toros, mitos clisicos transformados y
actualizados, y primeros temas angélicos, con lo que ya en Cal_y canto se avan-
Lae pooas del 27Las vanguarsis yin Ganerecin ol 27
160
zalo que va a ser el motivo central de la gran transformacién que se opera en,
estos afi de criss
La etapa sunealista de Albert se inicia con Sobre las angeles, libro en el que
el poeta wuelea los efectos de una tremenda crisis espiritual que va desde la per
dlida de la fe en relacién con las vivencias infantiles en el colegio de los jesui-
tas del Puerto ce Santa Marfa a la expresin de cuatro temas fundamenitales:
amor, ira, fracaso y desconcierto, El poeta desciende bajo la superficie y pro
duce una poesia que surge de los temibles misterios de la vida y la muerte, una
poesia de lucha, de angustia y de aspiraciones hacia la luz
‘Cuando en el afio 1929 Rafael Alberti publica Sobre lo dngele, sin propo-
néaselo o proponiéndoselo daba a conocer el libro més complicado y mas dif.
cil de todos los suyos, cuya clave puede hallarse en la cuestién amorosa, con
desengafo incluido, la insatisfaceién con la obra ancerior ~muy tipica de los
poetas de su tiempo y especialmente de Federico Garcia Lorca, que experi-
‘menta también en esa misma fecha similar reaccién— y la pérdida de la fe relic
josa ~en la que coincide también con el Federico Gateia Lorca que abraza el
surrealismo en 1929 y produce Poeta en Nueva York. Parece ser que, de las tres
posibilidades planteadas, la que tiene mas visos de realidad es la cuestién amo-
rosa, en la que se ha querido ver la explicacin cl viaje.
Es muy interesante observar la evolucién del lenguaje y de los medios
expresivos en Sobre las dngeles, que va desde tuna sencillez relativa inicial, vin-
culada atin al neogongorismo y més remotamente a la lirica de tipo tradicio-
nal de los primeros libros, a una complejidad muy acusada, con imagenes y
procedimientos surrealistas bastante notorios. Se produce un ensanchamien-
to 0 un engrandecimiento de ese lenguaje que se tevela en la realidad fisca del
verso, pero mas ain en la extensiGn de los campos del contenido, Es decir, la
reflexién pottica se hace sino mas arbitraria, por lo menos més amplia, més,
abierta a mundos diversos.
Alberti comienza Sobre los dngeles cuidando con exquisitez la forma y uti-
lizando imagenes con cierta cautela. Los versos son breves y todavia mantie~
nen el espirtu caracteristico, por lo menos en lo formal, de los libros anterio-
res, En los poemas finales se libera en una escritura distendida Los versos
sobrepasan ladinea habitual y continitan en la siguiente. Las imagenes adquie-
ren una cierta descompesicién y producen rupturas en los sistemas légicos pro-
vocando situaciones de aparente incomprensién, que revelan, como hemos
adelantado, acentuacién de la crits
Sobre tos éngeles permanece con su leccién de poesta vital e inquietante,
reveladora no ya de una crisis personal, sino de la crisis de todo um tiempo de
Espatia, Alberti, intéxprete seguro como en ninggin otro momento de un clima
angustiado, el suyo personal, fue capaa de crear una estética peculiar para un
momento dificil, fue capaz de formula un lenguaje complejo para expresat, con
acentos de indudahle autenticidad, la verdad de um sentimient.
(Todo el espléndido mundo refulgente de Sobre los dngeles tendré su conti-
nnuacin en Sermones y moradas, en el que la critica ha entrevisto valiasas apor:
taciones, més que un mero apéndice. Escrito entre 1929 y 1930, no se publi-
caria hasta 1935, El libro se compone de extensos poemas escrtos en largos
versiculos, que, en ocasiones, contienen exptesivos elementos ritmicos. Las
lineas son ms larga, las imfgenes son ms negras y surtealisas,y el tono mis
agro. El libro ha pasado a la historia como una agudlizacién del mundo del
libro anterior, ya que el poeta profundiza en el lengua surreal que muestra
‘una vez mas la crisis espiritual evocada en Sobre los dngeles. Es evidente la rele-
rencia al mundo de la religién (Sermnones) y més concretamente al de la mist-
cca (moradas), pero Alberti utiliza estos espacios para acentuar su desolacién,
para mostrar unas moradas sin aire y unos sermones que rebotan contra un
muro sin réplica posible, como el propio Alberti exp. Se procede'a un pro-
fando andlisis de la condicién humana y para ello se utiliza un lengsaje torren-
cial, desbordado, propiciado por el extenso versfculo imparable. La sucesin
de imgenes oniticas revela un acceso dramético al mundo del subconsciente
que intenta mostrar con multitud de imagenes presididas por la irracionalidacl
sds sistemdtica y mantenida,
‘Sermones y moradas no se publicé como libro exento ¥ apatecié por primera
vez en la edicin de Poesia (1924-1930), suerte que corrié igualmente el origi-
ral libro de Albert Yo era un tonto lo que he visto me ha hecho dos tontas, con el
{que se cierra su etapa surrealista, Los primeros poemas del libro fueron dados
‘a conocer por Alberti en La Gaceta Literaria, en 1929, como adelanto de un
libro que no llegé a publicar munca de forma exenta. Dos poemas del ibrofigu-
raron en Caly canto, El volumen, en su conformacién definitiva, esté formado
por una serie de composiciones inspitadas en los héroes del cine mudo edmi-
o, desde Charlot a Harold Lloyd, desde Harry Langdon a Buster Keaton,
Con una expresion absolutamente surrealista, mnuestran el lado kidico del
arte de vanguard, aunque todas las evocaciones estén dominadas por la melan-
colia y la tristeza, el absurdo y la caricatura que no oculta el trasfondo trigico
de ls bufonadas del cine. Indudablemente son testimonio de tna époc y del
‘entusiasmo que desperté el cine mudo. La expresin burlesca y estralalaria de
‘su pasion por el cine revela nuevos incereses en la particular ret6tica del poeta
que deja sentir la influencia del nuevo arte en su propia crisis espiritual y en el
desencanto que produce el mundo de lo racional, de lo establecido, Por ello,
Jos heroes del cine mud, con su poética incoherencia, se conviercen en las
criaturas ideales para representat el sinsentido del mundo circundante que el
Loe poeta de 27Lae Vanguarcisy la Goneraién do 27
poeta analiza con escepticismo. En el fondo, lo que Alberti muestra es la incom:
prensién y el absurdo de los comportamientos sociales de muchos, que como
estos héroes del cine mudo, no entienden muy bien el papel que les corres
ponde desempetiaren este mundo. Un trasfondo de decepcién y amargura of
siente tas estas burlescas y nada candorasas representaciones.
3.5.4, Poesia social y politica |
Cuando Rafael Alberti escribe en 1930 su poema “Con los zapatos puestas ten-
‘go que morir’, que subsitula “Elega cfvica, inicia su etapa més personal y tint
caen el panorama poético de su generacién, la que el propio autor denomina
poesfa civil o de “poeta en la calle”, que coincidird y se coresponderé con las
actividades politicas del poeta, unido a partir de entonces a Maria Teresa Leén, |
Sus viajes a la Unin Soviética y su participacién en congresos y actividade3~
Titerarias de signo revolucionario culminarsin en esta etapa en la fundacién de
Ia revista Octubre, en 1934. |
‘Aparece en las colecciones de libros de la revista Cruzy Raya, en 1935,el |
volumen Poesias 1924-1930, recopilacién de todos sus libras publicados jun- |
to a algunos inéditos (como es el caso de Sermones y moradas 0 de Yo era un |
tonto toque he isto me ha hecho des tndss), mientras que sigue uabyjandoen |
nuevas colecciones de poemas, como 13 bandas y 48 estrellas. Poema del mar
Caribe (1936), Hl poeta en la cle (1931-1936) 0 Dewn momento aotre. Pesta |
e historia (1925-1937), ademés de una elega a Ignacio Sanchez Mejas, con el
titulo de Vertey no verte (1935). La editorial Signo recogeria toda esta pro-
duccién en una nueva edicin del sltimo libro de Alberti que aparece en Espa-
sha antes de la Guerra Civil Poesfa 1924-1937, apatecido en Madhid en plena
contienda,
Es en electo laelegia cviea “Con los zapatos puestos tengo que morir” la
‘que marca el inicio de la actividad del “poeta en la calle”, que se abre con este
poera de transicién entre la poesia anterior. Todavia no se agudizado su pen-
ssamiento social, atin no se ha producido la ruptura total con el mundo post
‘co anterior, pero ya se sienten los nuevos intereses politicos que marcarén la
ideologia predominante en la nueva poesia, presente ya de forma clara en un
poema de 1933: “Un fantasma recore Europa’, titulado con palabras prove-
dentes del Manifesto Comunista. Su verso ya esti presidido por un tono clara
rence imprecatoria, combativo, duro y agresivo para expresar su desacuerdo
con hechos coneretos de la vida politica del momento como las agresiones sufi-
das por el campesinado desde el Gobiemo de la Repiiblica
El complicadlo acontecer de la vida social politica de la Espafia republi-
cana se convertitd en tema concreto de muchos de estos poemas surgidos,
‘como “Un fantasma recor Europa”, tras la decisiva¢ influyente vista del poc-
taa la Unidn Sovidtica ya Alemania, donde presencia el incendio del Reichstag,
El poeta se dirige a los obreros, a los campesinos, a las tripulaciones de los
barcos, a los encarcelados, para transmitiles las consignas del movimiento
comunista
a condicién de Alberti como poeta de la revoluctén queda confirmada a
pattir de 1934, cuando sus composiciones poéticas, difundidas a través de
revistas comprometidas o de folletos de breve extensién, ejercen poderosa
influencia sobre sus lectores y sepuidores, mientras peranecen vinculadas a
la propia biografa del poeta. El conjunto titulado De un memento a otra. Poesta
historia es el més representativo de laacttud de Albert en este momento his-
térico. En él se combinan arengas a obreros y colectivos oprimidos socialmen-
te que tratan de desenmascarar la explotacién de la burguesfa y el capitalismo
‘con ataques directos a las potencias extranjeras,reunidas en 1936 con el titu-
lo de 13 bandasy 48 estrellas. Poema del mar Canbe
En todo este tiempo Alberti se aparta en muy contadas ocasiones de la Linea
social y politica emprendida, movido por el sentimiento de solidaridad ante
Ja muerte de amigos entrafables. Una de elas, la del torero Ignacio Sénchez
Mejias, determina la escricura de su poema “Verte y no verte”, que supone un
regreso a formas anteriores, en especial el tratamiento mitico de la figura del
toro, que representa del mismo modo wn tetomo al mundo de la infancia per
dida. Otra elegfa, ya escrta durante la Guerra Civil, la dedlcada a Federico Gar
ca Lore, ttulada “Elegia a un poeta que no tuvo sui muerte”, univ los senti-
imientos de dolor por la pérdida del amigo ales referencias sociales y politicas
{que determinaron el crtmen,
1a poesia del Alberti durante la Guerra Civil fie muy abundante y reviste
la condicién de poesia de urgencia, escrita en el lugar de los acontecimientos
y determinada por la proximidad de los hechos, vista desde la ciudad de Madi,
donde Alberti reside con importantes responsabilidades polities, El conjunto
titulado Capital de la gloria (1936-1938) recoge muchos de estos poemas, sur-
zidos de los impulsos cotidianos y de les circunstancias de la contienda. La
sitira, la ionia, la censura y el panfleto, con cierto tono de mitin y de sollama,
ddeterminan la construccién formal de estas poemas, entre los que algunos han
sido especialmente valorados por los crticos, como es el caso de un significat-
vo ejemplo: “Canto al héroe colectivo”, Poema antimilitarsta, canta alos héroes
‘andnimos, als trabajadores que han abandonado sus puestos de trabajo en las
fbricas, a los campesinos que han tenido que dejar sus pueblos para luchar por
recuperar la tiera que les pertenece y que les ha sido arrebatada.
Les poets del 27
163Las Vangardis yf Generacion del 27
e
3.5.5. Poesia del destierro
Al inalizar la Cucrsa Civil y comenzar Alberti su exilio, primero en Paris y 9
partir de 1940 en Buenas Aires, contin el poeta trabajando en algunas ob
comenzadas en Europa, en particular La arboleda perdida, que seguirs redac®
tando para sucesivas ediciones ampliadas hasta sus ihimos afhos de lucidez.
Da fin también alos que son sus primeros libros de exilio: Entre el dlavel ya
cspada y Vida bilingie de un refugiado espaol en Francia, que serén publicados
en los primeros afios cuarenta ya en Buenos Aires, Argentina, Estas edicio-
nes se simultanean con coleeciones de obras y antologias, que siguen el tipo
de recopilacién de 1938. En 1940 aparece Poesia 1924-1938; en 1942, Anto-
logia postica 1924-1940; en 1945, Antologia poética 1942-1944; en 1946, Poe-
sia 1924-1944, etc. Entre el cavely la espada habia aparecido en 1941 y Plea-
mar, en 1944.
‘Una de las primeras imagenes de Alberti en su poesta del exlio queda sita-
bolizada por a figura del Cid caminando hacia el desiero con los suyos “como
feles vasallos”, en una de las secciones de Entre el clave y la espada, que con-
tiene poemas escritos entre 1930 y 1940, en la que incluye Rafael Alberti una
suite completa titulada “Como leales vasalls", dedicada al Cid y a su sigifi-
cacién como desterrado, Se trata de una serie de ocho poemas breves, comen-
zados y acabados todos ellos por versos muy significativos del Poema de Mio
Gd. La vivencia poética de los momentos ciianos son recordados con una téc-
nica de collage. Asi, en el primer poema aparecen los gallos y con ellos el ama-
necer, simbolo del comienzo, del comienzo en este caso del deste Los aires,
de cancién popular, la métrica breve y los paralelismos crean un ambiente de
emocién nada'contenida
Hay un episodio en el Poema ce Mio Cd especialmente emotivo, cuando el
Campeacior, de rodillas en el campo, en el momento de su reencuentro con
Alfonso VI, muesta su gozo por la presencia del rey, ante quien se postra Alber-
tirealiza una espléndida interpretacién de la escena, y de los versos del Foema
‘extrae sensaciones muy poderosas de amangura fijadas al sentido del gusto y
diseminadas en una serie de simbolos del destierro, modificando, con autor
dad poética, el significado de los versos iniciales, haciéndolos acordes ahora
con el verso final reproducido, Espafia aparece en el trasfondo de los versos en
tuna configuracién que se irtintensificando en los poemas siguientes. El toro,
el leén y el mar son imagenes suficientemente explicitas en un contexto de
especial crudeza. El timo poema, el 8, contiene la esperanza del retomo, como
se canta en el Foema de Mio Cid, cuando se asegura que se regresard con hon-
aa Castilla. La esperanza de Alberti esté en el mar, cuya imagen se reitera en
«asi todos los versos de la cancién, con recuperacién de algiin motivo prefer
do por el poeta, como lo es “la otra orila”. La cita final da titulo a toda la cole:
cién: “Como leales vasallos”, con su leccién de fidelidad a un ideal por enci-
ma de todo: e1 ejemplo del Cid adquiere de esta forma un importance conte-
nido ético,
Los primeros poemas de posguerra de Alberti, recogidos en Vida bilingtie
de un reugiado espal en Franca y, sobre todo, en Entre el davelylaespada, rele
Jn la hondura del sentimiento del destierro, con la inmediata impresién del
‘sabor de la guerra amargo e indeleble en cuya consideracidn se aftade la sen-
sacién patética de haber sido vencidos, de ser perdedores en una contienda
desigual ¢injusta
Ambos sentimientos (guerra perdida y exilio desentrafiado) determinan
toda la retrica de los primeros libros de exlio, en los que aparecen otras sen-
saciones como las producidas por la situacién cotidiana dll desterrado. Entre
el. cavely la espada se erige asi en una gran elegia, melancélica y patética, en la
que se aiora la patra, la tierra perdi, los amigos y la vida daa, que se desa-
rrolla en los poemas siguientes con diferentes aportaciones y matices,
‘Aun asi, la mas conseguida obra poética de esta etapa no es estrictamente
un libro de exilio, ya que Ala pintura se ofrece como un gran espacio de gozo
de bienes mantenidos en la memoria, que, en cierto modo, se integran dentro
del undo inmenso de las afioranzas de los bienes perdidos, A la pintura apa-
rece por primera vez en 1945, aunque su edicién definitiva no legaré hasta
1948,
Ala pintura es considerado la cumbre poética de toda la etapa del exilio en
Rafael Alberti, Ademés de haber logrado un retablo completo y complejo de
cexaltacidn del arte de la pintura, de sus formas y géneros, y a través sus egre-
los cteadores y maestros, consigue el poeta plasmar en sus paginas un inten-
so canto de afioranza, de nostalgia por un paraiso artstico evocado desde el
recuerdo y la distancia, mediatizado por el sentimiento agudo de la separacién
y el exilio. Consigue, ademas, Albert renovar sustancialmente el género de exal
tacién de la pintura, de origen pamasiano y cultivado en la literatura espafio-
Ia, entie otros por Manuel Machado. Y lo hace integrando en la exaltacién de
la representacién artistica implicaciones personales de carécter realista y memo-
tial, al ser el poeta también cultivador del arte de la pintura, uno de los medios
de expresién de su condicién de creador, poeta y pintot As, pintura y poesta
se funden en un mismo mensaje de exaltacién vitalista, Fundir dos vocaciones,
plenamente asumidas desde la juventud, y al mismo tiempo plasmar en un
mismo conjunto arquitectonicamente construido la técnica de la pintura y su
historia, evocadas desde la impresi6n personal, es sin duda la méxima aporta-
‘i6n de este libro singular en la historia dela poesia espafiola del siglo xx
Les poets det 27
165Ls Vanguard y la Generoién do 27
166
Pero tales cualidades no serfan tan brillantes si no estuviesen presididas
por una intensa corriente sentimental y espritual en la que se fanden amor por
ta pintura, pasion creadoray sentimiento de afioranza y de nostalgia conect-
bles biogralicamente en Alberti con el cbligado zislamiento cultural que vivié
en su exlio ameticano, junto al recuerdo de la pintura europea retenida en la
‘memoria de su retina, Linea y color, formas, construcciones y evocaciones de.
pintuas y pintores hacen, con su presencia, que la iqueza del lenguaje poét-
to albertiano se intensifique con nuevas € innovadoras metiforase imagenes,
sinestesias evocadloras de mundlos cteados por otros artistas en el pasado, Todo
ello evocacdo con la pasién del artista pleno en el que vida, poesia y pintura se
‘lian para evocar toda un representacin plena de sentimiento yespitcuaidad.
in rece, en Montevideo, el primer libro de sus Coplas de Juan
catia ios eee ee
Retornos de lo vivo leno, de 1952, Ora maritima, de 1952, y Baladas ycancio-
nes del Porand, de 1954 Sonrfe China, de 1958, cierra una etapa que culmina
ten la edicién de Poestas completas, que aparece en Buenos Aires en 1961. Via~
jesala Unién Sovitica y a China en 1957 enriquecen con nuevas experienclas
tl mundo pottico de Albert. En 1963, el poeta y su familia se trasladarfan a
Roma dando por finalizada la etapa sudamericana de su exilio, En la Ciudad
FFterna iniciarfa un nuevo perfodo creativo, en el que el arte de la pintura y la
poesfa compartirén las horas del poeta.
Retornos de lo vivo lejano es una obra muy especial, ya que se trata de un
libro de memoria en verso que esté escrito en los mismos afios que La arbole-
da perdida, su libro de memoria en prosa. Estamos ante una obra de recuerdos
aque van desde los més fntimos a los compartidos con otros, y valiéndose de
tun verso extenso y brilante, ce gran poema y de alta ambicién estétca, Alber-
ti repasa paginas de su vida a uavés de los recuerdos de un espatiolen el ex
Io. Retoros es posiblemente la obra més emotiva de las escritas en América, y
de las mejores, Si la pintura sera como un tratado de estética unido a la pro
pia impresin del poeta, Retornas es un tratado de vida vinculado a una exis-
tencia que hicha por volver, con sus momentos, con sus paisajes, con sus per-
ssonas, Cada poema es un mundo y sus versos nos traen un determinado
recuerdo: infancia,juventud, crisis, amor, amigos, poesia,
Muy bien estructutado, el libro se compone de tres partes y un apéndice
aque ecogen elyo, el iy ls otros. Seguremente la parte més emotiva esl seu
daen la que Albert fabrica unos “retomos de amor” que reviven foda su pasién
pasada y presente por Maria Teresa Letmn, protagonista indiscutible de estos
retomos en su parte central. Interesan por su vitalidad y por la epresentacién
del amor estos poemas, en los que la palabra “amor” se retera en los ttulos de
todos y cada uno de ellos, En la primera edicin, esta parte central del poe
mario estaba compuesta por sélo ocho extensos poemas. En la definitva, los
‘ocho poetas se convirtieron en veinte poemas ce amor, como el famoso poe-
mano de similar titulo de Pablo Neruda, del ano 1924; poemario por cierto en
cel que el poeta chileno hace un verdadero alarde de erotismo, muy novedaso
en lengua espariola en ese momento; erotismo y vitalidad que podemes rela-
cionar con el representado por el poeta exliado en sus recreos en el amor y en
Iaamada, que en Retornos defo vivo Iejano figuran, y cuyo antecedente inme
lato son los “Sonetos corporates” de Entre el clavely la espada, libro este iti-
‘mo dedicado justamente a Pablo Neruda.
(Ora marftima lleva el titulo del tratado del ge6grafo latino Avieno, de quien
Alberti lo toma prestado para crear su libro de nostalgia y de recuerdos de la
bahia de Cadiz, su mar, st litoral, sus habitantes. La nostalgia de la tierra per
ida se une ahora a la protesta por el destierro, le manera que mito, poesta,
historia y pintura crean un libro que revive la antigua Gadir efsiea para dejar
ala vista la actual imagen de Cédiz evocada por un nostélgico transterrado.
En 1964, Rafael Alberti publica su libro Abierto todas horas, libro en el
que el poeta inicia un tipo de poesfavinculada a la realidad dara, en forma de
anotaciones sobre elrranscurso vital cotidiano. Se ponen de relieve ya en este
libro ciertas preocupaciones propias de la edad que integran ya a Alberti bien
pronto en la poesia de senectud, preocupada por el discurir del tiempo evi-
denciado en las mutaciones de la naturaleza y en la pérdida de la juventud.
La vida de Albert en la etapa romana de su exilio es de una gran actividad.
como pintor y grabador, cuyos resultados muestra en diferentes exposiciones
y carpetas de arte, mientras continia su obra poética con los X sonetos roma-
nos, de 1964, que suponen un avance de los que serd su gran exaltacién del
ciudad del Tiber, Roma, peligro para caminantes, cuya primera edicién aparece
en 1968. Se trata del libro més importante de la etapa romana de Albert, en el
que junto a un extenso retablo de exaltacién de la urbe, se refleja el enfienta-
rmiento entre poeta y espiritu de la ciudad por tantas razones ererna,y, en efec-
to, en esta vision no estdn ausentes algunas referencias a su deshumanizacién
o ala tergiversacién y pérdida de aquellos valores que precisamente la hacen
“etema”, pero el resultado es positivo. Roma tiene muchos lugares, espacios y
recuerdos que hacen que el poeta la cante con entusiasmo y con pasién, De
‘muevo, arte, historia, literatura y poesfa se unen en el recuerdo evocativo del
Alberti memotialista poético
Los ocho nombres de Picasso y no digo mds de lo que no digo, aparecidos en
1970, y Canciones del Alto Valle del Aniene, publicado en 1972, suponen las tht-
‘mas aportaciones del poeta desde su exilio italiano. En el primero de estos libros
regresa el poeta a su poesta pléstica o pictérica, y es Picasso el objeto de aque-
lla nueva evocacién entusiasta. El segundo libro, reunido en forma de cancio-
Los poeta dt 27
167