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movimientos y epocas : B Las Vanguardias y la Generacion del 27 Tae Wei coeE \aTa Pra ANA) EDITORIAL SINTESIS Proyecto editorial: HISTORIA DE LA LITERATURA UNIVERSAL Directo: Evangelina Rodriguez Cuadros (CooRDINADORES DE AREAS: Evangelina Rodriguez Cuadros | Area de Literatura Espaola Jose Carls Rovira | reade Litera Hispanoameicans Elena Real | Area de Literatura Francesa y Francéfona Maria delas Niews Mute Miz | Aven de tite ein Jaime Siles | _Areas de Literatura Alemana y Latina Félix Martin | Aga de Lier en Lengua tgs Antonio Melero Bellido | Area de Literatura Griega Pareto Cuadrado | Area de Literatura Galego Ponoguest Josep Lluis Sirera | rea de Literatura Catalana ‘ihn soya Pre) Samat toes ‘penser er dara es Las vanguarciasy In Generac del 27 156 de numerosas escrtares de nuesto tiempo. Algunos libros recogen estos ensa- yos: Poetas espaiiolescontempordneos, cuya primera edicién es de 1952 y reco pila trabajos sobre Béeques, Manuel y Antonio Machado, Gabriel Miré, su gene= racién, Salinas, Guillén, Gerardo Diego, etc.; Menéndes Pelayo critica lterario las palinodias de Don Marcelino, de 1956; Antologia de poeta inglses modernos, de 1962, con tradueciones de Hopkins, Yeats y Lawrence; Cuatro poetas espa- foles, de 1962, con estudios sobre Maragall y Antonio Machado (también sobre Garcilaso y Géngora), ete Dos vollimenes misceléneos, que recogen estudias sobre autores espatio- les, se destacan por su amenidad y variedad: De ls siglos oscuras al de Oro, de 1958, y Del Siglo de Oro a este siglo de sigls, de 1962, en cuyo conjunto se lle- va cabo una larga revisién de la extensa trayectoria de la literarura espafiola detenida en aspectos puntuales sobresalientes. Son también numerosos los estudlios lingifstics y filol6gicos, entre los que cabe destacar Primavera temprana dele literatura europea. Linca,épica, nove- la, de 1961, y Temas y problemas dela fragmentacién lingiistica peninsular, de 1982 Alcontrario de lo que sucede con otros poetas de su generacién, en Déma- so Alonso la aportacién mas importante a la cultura espanola la constituye su cobra flolégia, sin desmerecer por ello la significacién de su poesia, y muy espe- cialmente el hito hist6rico y lterario que supusso Hijos de la ira. Pero en Alon- so se constituye su obra filolégica en la mas sobresaliente de todo el siglo Xx, cuya trascendencia para nuestra historia literaria habria que situarla a la altura de Menéndez Pelayo y Meriéndez Pidal, F] imponente conjunto de su obra cxi- tica se distingue por su rigor documenta, su solidez metodol6gica y su efecti- vidad critica y literaria, 3.5. Rafael Alberti ! 3.5.1. El poeta Nacié Rafael Alberti en Puerto de Santa Maria (Cédiz) en 1902. En 1917 se traslada a Madrid, en 1925 obstiene el Premio Nacional de Literatura y se inte- gra en la “joven literatura”: colabora en sus revista, al tiempo que va publi cando sus primeros libros y atravesando etapas estéticas, entre ellas una inter- pretacién personal del surrealismo. A partir de 1930 cultivaré una poesia revolucionaria comprometida politicamente y fundard El Mono Azul y Octubre Biliado en Argentina y, en los ttimos ats, en Italia, regesa a Espafa en 1976, afo a partir del cual desarollaré una gran actividad literara y cultural, Murié en Puerto de Santa Marfa en. 1999. ‘Son numerosas sus obras poéticas: Marinero en tierra (Madd, Biblioteca ‘Nueva, 1925), La amante (Mélaga, Litoral, 1925), Falla del alell (Santander, Edie. privada de J. M. de Cossfo, 1927), Cal y canto (Madi, Revista de Occi- dente, 1929), Sobre os éngeles (Madrid, CLAP, 1929), Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos (1929, en Poesia; Madtid, Cruz y Raya, 1935), Ser ‘mones.y moradas (1930, en Poesia; Madrid, Cruz y Raya, 1935), De wn momen- toa otro (Madrid, Ediciones Europa América, 1935), Entre el cave y la espada Buenos Aires, Losada, 1941), Pleamar (Buenos Aires, Losada, 1944), Baladas + canciones del Parand (Buenos Aires, Losada, 1954), Roma, peligro para carni- nantes (México, Joaquin Mortiz, 1968), Fustigada luz (Barcelona, Seix Barral 1980), Versos sults de cada dia (Barcelona, Seix Baral, 1982), Los hijos del dra- ‘go otros poemas (Granada, Maillot Amarillo, 1986), Golfo de sombras (Madrid, Villamonte, 1986) y Canciones para Altair (Madrid, Hiperién, 1989), 1La poesia de Albert, vista en su conjunto, oftece la lang trayectoria de un poeta fecunda, autor de mumerosas libros, entre los que se suelen sefialar como ‘obras maestras Marinero en tierra, Sobre as dngetesy Ala pintura, pero cuyo desa- rrollo asistir ala constante bisqueda de una expresién poética personal que, siguiendo el sino de otras poetas de su generacién, le hard atravesar una serie de exapas sucesivas y hasta contradictorias desde el punto de vista estético: neotradicionalismo, gongorismo, surrealismo, poesta social y politica, poesta el destiero, neottadicionalismo de nuevo, hasta Hegar a la etapa de senectud, tan peculiar en este poeta como en otros de su generacion, Ls primeros pasos en el campo de la expresi6n artstica de Alberti no fxe- ron poétics, sino plisticos, ya que la vocacién pritnera del poeta fue la de pin- tor. Cuando se traslada a Madrid en 1917 con su familia, desarrolla esta voca- ién inicial que, por otra parte, no abandonand jams e incluso acentuaré en la ‘tapa romana y en su regreso a Espafia, pero de manera especial en los tlkimos afios de su vida. De ah que los estudiosas de Albert hayan dado mucha impor- tancia ala elacién poesia y pincura a Io largo de roda su obra y que culminard en el libro A la pintura, dedicado en su cotaiclad a tecoger esta pasiém, cons- {ante en toda su trayectoria. 3.5.2. Poesia neopopular La tayectoria poética de Rate! Alberti se inicia, en efecto, con un libro de nota- ble madurez estética, Marinero en tera, con el que obtiene el Premio Nacional Loe posts del 27 157 as Vanguares ya Generacibn de 27 de Literatura en 1924. Supone su consagracién como poeta en los medios ‘madrilefios, en los que Albert, a partir de ese momento, se integra. Aunque en sus inivios participa en las wevistas de vanguardia won poeta alludes por los ultmistas y los creacionistas, su. comienzo en la poesta surge tras lalectura de los cancioneras de los silos XV y v1 y de Gil Vicente, que determinaron la for- ‘ma tanto de Marinero en tierra como de La amante o El alba de alhelt, Su segun- do libro, vinculedo a paisajes casellanos conocidos en viajes de negocios fami- lire, aparece en Litora, en Malaga, con lo que Albert, ya rlacionado en Maid con Salinas, Diego, Guillén o Lorca, se integra plenamente en los medios de difusin de los poeras de su generacién, al publicar en la editorial de Prados y ‘Altolaguitre, Antes, en 1925, cuyo inviemo To habia pasacio en la Serranfa de Rute, en Céatloba, habia escrito otto libro que no vera la luz hasta mucho después, El cuaderno de Rute, publicado en 1978. Desde 1969 se conace la poesta anterior a Marinero en tierra, Se tata de tuna serie de composiciones publicadas en revistas de vanguardia en los pri- rmeros afios vente, que suponen unos ejercicis poéticos primerizos en los que el poeta se inicia en el cultivo del verso, de manera que cuando realiza los poe- mas de Marinera en tera, estamos ya ante un poeta experimentado. Su interés radica en que se descubre el taller del poeta en formacion que tantea las dife- rentes maneras expresivas del momento, vesos creacionistas, versas con influen- cia de la lirica tradicional, poemas de ascendencia becqueriana y poemas que ya denotan los que serfan los modos personales de Rafzel Alberti. El poeta ale- Jado ya de las primeras experiencias vanguardistas, pone de relieve en estas poems ms personales su admiracién hacia la poesia de ipa tradicional que asume y renueva con impetu y orginal. Peto es en Marinero en tera donde Alberti realiza la gran recuperacién de la poesfa de tipo tradicional a través de numerosas canciones, que tienen como motivos lterarias el mar y que recuperan con un ritmo interno muy popular los ares de la cancién antigua perfectamente asumida y renovada con singular originalidad. La presencia de los cancioneros del siglo xv1 contribuye podero- samente a forjar una estética muy sélida, vinculada a la tradicién y basada en la recuperacién de locuciones, ritmos, estribillos, formas repetidas, que reve- lan ante todo espontancidad, sencillez y cohesi6n vinculada a um ritmo deter- ‘minado, propio de la cancién. Los sonetos que forman parte de Marinero en tierra representan en Rafael Alberti una de las primeras contribuciones, y de las mas sdidas, ala recupera- ci6n de la lirica culta del Siglo de Oro, previa a las reivindicaciones gongorinas. No sélo por los aspectos estrictamente formales, sino también por el lenguaje neobartoco ya iniciado, basado en un cultivo muy original de la metafora rena- centista y barroca, poseen estos sonetos un valor y una importancia de gran tuuscendencia. Cn Marinero en tiem Alberti establece la que seré su impecable técnica metaférica que se constitu en una expresin permanente més all de ‘su primer libro, en el que revela excepcional maestia, complejidad significati- va que no impide la emocién ante la naturaleza,vivida con temura infantil como rellejo de la inocencia perdida (Otros sentimientos se unen a éste, especialmente la nostalgia del mar, de la libertad y el sentimiento del amor imposible, que se expresa por medio de este tipo de canciones, cuya misién, conseguida con toda clase de aciertos for rales, revela su implicaci6n personal, su emocién ante el mar, la nostalgia de ‘su presencia cuando el poeta se encuentra tierra adentro, De esta forma el mar se converte, al mismo tiempo, en un gran simbolo como paraiso temporal y espacial perdido o cuando menos lejano, lo que dota alos poematias de ser timientos draméticos dulcficados por el aire postivo de la inusicalidad de las canciones. La realidad vital del joven Alberti se advierte del mismo modo en Jas notas de paisaje: mar, viento, luz, pinos, barca, ete, adquieren configurs- cidn simbélica y representacién de sentimientos de tristeza y de busqueda de s{ mismo y de su razén de existir en el mundo, aspectas éstos que serdn per- Tanentes en toda la obra albertiana que ahora se inicia con esta tlogia de can- ciones de tipo tradicional y sonetos de factura clasicista 3.5.3. Del neobarroquismo al surrealismo Cerrado el ciclo inicial en 1927, el poeta participa en las conmemoraciones gongorinas y su fervor hacia el poeta cordobés determinaré las caracterfsticas de su cuanto libro, Galy canto, que desarollar uno de los ms intetesantes pro- cesos de actualizacién del lenguaje poético culterano en la poesia de su gene- racin, Se trata de una nueva representacion de las superacin de un lengusje cotidiano que no sélo no es una imitacién servil de Gongora, sino que ademas se produce una nueva acufiacién de a metiforay la imagen barroco. Tales expe- riencias culminardn en la escricura de una insdita "Soledad tercera’, que coro- na un proceso ce recuperacién de formas clsicas (sonetos, tercetos) con un Jenguaje metaférico neobarroco de gran originalidad, al que se incorporan las cexperiencias adquiridas: mundo marino, transformado y degradado, elemen- 105 de la vida modema, conectables con el futurismo y el mundo de la mecé- nica, cielo, feria, ciudad, paisaje polar, toros, mitos clisicos transformados y actualizados, y primeros temas angélicos, con lo que ya en Cal_y canto se avan- Lae pooas del 27 Las vanguarsis yin Ganerecin ol 27 160 zalo que va a ser el motivo central de la gran transformacién que se opera en, estos afi de criss La etapa sunealista de Albert se inicia con Sobre las angeles, libro en el que el poeta wuelea los efectos de una tremenda crisis espiritual que va desde la per dlida de la fe en relacién con las vivencias infantiles en el colegio de los jesui- tas del Puerto ce Santa Marfa a la expresin de cuatro temas fundamenitales: amor, ira, fracaso y desconcierto, El poeta desciende bajo la superficie y pro duce una poesia que surge de los temibles misterios de la vida y la muerte, una poesia de lucha, de angustia y de aspiraciones hacia la luz ‘Cuando en el afio 1929 Rafael Alberti publica Sobre lo dngele, sin propo- néaselo o proponiéndoselo daba a conocer el libro més complicado y mas dif. cil de todos los suyos, cuya clave puede hallarse en la cuestién amorosa, con desengafo incluido, la insatisfaceién con la obra ancerior ~muy tipica de los poetas de su tiempo y especialmente de Federico Garcia Lorca, que experi- ‘menta también en esa misma fecha similar reaccién— y la pérdida de la fe relic josa ~en la que coincide también con el Federico Gateia Lorca que abraza el surrealismo en 1929 y produce Poeta en Nueva York. Parece ser que, de las tres posibilidades planteadas, la que tiene mas visos de realidad es la cuestién amo- rosa, en la que se ha querido ver la explicacin cl viaje. Es muy interesante observar la evolucién del lenguaje y de los medios expresivos en Sobre las dngeles, que va desde tuna sencillez relativa inicial, vin- culada atin al neogongorismo y més remotamente a la lirica de tipo tradicio- nal de los primeros libros, a una complejidad muy acusada, con imagenes y procedimientos surrealistas bastante notorios. Se produce un ensanchamien- to 0 un engrandecimiento de ese lenguaje que se tevela en la realidad fisca del verso, pero mas ain en la extensiGn de los campos del contenido, Es decir, la reflexién pottica se hace sino mas arbitraria, por lo menos més amplia, més, abierta a mundos diversos. Alberti comienza Sobre los dngeles cuidando con exquisitez la forma y uti- lizando imagenes con cierta cautela. Los versos son breves y todavia mantie~ nen el espirtu caracteristico, por lo menos en lo formal, de los libros anterio- res, En los poemas finales se libera en una escritura distendida Los versos sobrepasan ladinea habitual y continitan en la siguiente. Las imagenes adquie- ren una cierta descompesicién y producen rupturas en los sistemas légicos pro- vocando situaciones de aparente incomprensién, que revelan, como hemos adelantado, acentuacién de la crits Sobre tos éngeles permanece con su leccién de poesta vital e inquietante, reveladora no ya de una crisis personal, sino de la crisis de todo um tiempo de Espatia, Alberti, intéxprete seguro como en ninggin otro momento de un clima angustiado, el suyo personal, fue capaa de crear una estética peculiar para un momento dificil, fue capaz de formula un lenguaje complejo para expresat, con acentos de indudahle autenticidad, la verdad de um sentimient. (Todo el espléndido mundo refulgente de Sobre los dngeles tendré su conti- nnuacin en Sermones y moradas, en el que la critica ha entrevisto valiasas apor: taciones, més que un mero apéndice. Escrito entre 1929 y 1930, no se publi- caria hasta 1935, El libro se compone de extensos poemas escrtos en largos versiculos, que, en ocasiones, contienen exptesivos elementos ritmicos. Las lineas son ms larga, las imfgenes son ms negras y surtealisas,y el tono mis agro. El libro ha pasado a la historia como una agudlizacién del mundo del libro anterior, ya que el poeta profundiza en el lengua surreal que muestra ‘una vez mas la crisis espiritual evocada en Sobre los dngeles. Es evidente la rele- rencia al mundo de la religién (Sermnones) y més concretamente al de la mist- cca (moradas), pero Alberti utiliza estos espacios para acentuar su desolacién, para mostrar unas moradas sin aire y unos sermones que rebotan contra un muro sin réplica posible, como el propio Alberti exp. Se procede'a un pro- fando andlisis de la condicién humana y para ello se utiliza un lengsaje torren- cial, desbordado, propiciado por el extenso versfculo imparable. La sucesin de imgenes oniticas revela un acceso dramético al mundo del subconsciente que intenta mostrar con multitud de imagenes presididas por la irracionalidacl sds sistemdtica y mantenida, ‘Sermones y moradas no se publicé como libro exento ¥ apatecié por primera vez en la edicin de Poesia (1924-1930), suerte que corrié igualmente el origi- ral libro de Albert Yo era un tonto lo que he visto me ha hecho dos tontas, con el {que se cierra su etapa surrealista, Los primeros poemas del libro fueron dados ‘a conocer por Alberti en La Gaceta Literaria, en 1929, como adelanto de un libro que no llegé a publicar munca de forma exenta. Dos poemas del ibrofigu- raron en Caly canto, El volumen, en su conformacién definitiva, esté formado por una serie de composiciones inspitadas en los héroes del cine mudo edmi- o, desde Charlot a Harold Lloyd, desde Harry Langdon a Buster Keaton, Con una expresion absolutamente surrealista, mnuestran el lado kidico del arte de vanguard, aunque todas las evocaciones estén dominadas por la melan- colia y la tristeza, el absurdo y la caricatura que no oculta el trasfondo trigico de ls bufonadas del cine. Indudablemente son testimonio de tna époc y del ‘entusiasmo que desperté el cine mudo. La expresin burlesca y estralalaria de ‘su pasion por el cine revela nuevos incereses en la particular ret6tica del poeta que deja sentir la influencia del nuevo arte en su propia crisis espiritual y en el desencanto que produce el mundo de lo racional, de lo establecido, Por ello, Jos heroes del cine mud, con su poética incoherencia, se conviercen en las criaturas ideales para representat el sinsentido del mundo circundante que el Loe poeta de 27 Lae Vanguarcisy la Goneraién do 27 poeta analiza con escepticismo. En el fondo, lo que Alberti muestra es la incom: prensién y el absurdo de los comportamientos sociales de muchos, que como estos héroes del cine mudo, no entienden muy bien el papel que les corres ponde desempetiaren este mundo. Un trasfondo de decepcién y amargura of siente tas estas burlescas y nada candorasas representaciones. 3.5.4, Poesia social y politica | Cuando Rafael Alberti escribe en 1930 su poema “Con los zapatos puestas ten- ‘go que morir’, que subsitula “Elega cfvica, inicia su etapa més personal y tint caen el panorama poético de su generacién, la que el propio autor denomina poesfa civil o de “poeta en la calle”, que coincidird y se coresponderé con las actividades politicas del poeta, unido a partir de entonces a Maria Teresa Leén, | Sus viajes a la Unin Soviética y su participacién en congresos y actividade3~ Titerarias de signo revolucionario culminarsin en esta etapa en la fundacién de Ia revista Octubre, en 1934. | ‘Aparece en las colecciones de libros de la revista Cruzy Raya, en 1935,el | volumen Poesias 1924-1930, recopilacién de todos sus libras publicados jun- | to a algunos inéditos (como es el caso de Sermones y moradas 0 de Yo era un | tonto toque he isto me ha hecho des tndss), mientras que sigue uabyjandoen | nuevas colecciones de poemas, como 13 bandas y 48 estrellas. Poema del mar Caribe (1936), Hl poeta en la cle (1931-1936) 0 Dewn momento aotre. Pesta | e historia (1925-1937), ademés de una elega a Ignacio Sanchez Mejas, con el titulo de Vertey no verte (1935). La editorial Signo recogeria toda esta pro- duccién en una nueva edicin del sltimo libro de Alberti que aparece en Espa- sha antes de la Guerra Civil Poesfa 1924-1937, apatecido en Madhid en plena contienda, Es en electo laelegia cviea “Con los zapatos puestos tengo que morir” la ‘que marca el inicio de la actividad del “poeta en la calle”, que se abre con este poera de transicién entre la poesia anterior. Todavia no se agudizado su pen- ssamiento social, atin no se ha producido la ruptura total con el mundo post ‘co anterior, pero ya se sienten los nuevos intereses politicos que marcarén la ideologia predominante en la nueva poesia, presente ya de forma clara en un poema de 1933: “Un fantasma recore Europa’, titulado con palabras prove- dentes del Manifesto Comunista. Su verso ya esti presidido por un tono clara rence imprecatoria, combativo, duro y agresivo para expresar su desacuerdo con hechos coneretos de la vida politica del momento como las agresiones sufi- das por el campesinado desde el Gobiemo de la Repiiblica El complicadlo acontecer de la vida social politica de la Espafia republi- cana se convertitd en tema concreto de muchos de estos poemas surgidos, ‘como “Un fantasma recor Europa”, tras la decisiva¢ influyente vista del poc- taa la Unidn Sovidtica ya Alemania, donde presencia el incendio del Reichstag, El poeta se dirige a los obreros, a los campesinos, a las tripulaciones de los barcos, a los encarcelados, para transmitiles las consignas del movimiento comunista a condicién de Alberti como poeta de la revoluctén queda confirmada a pattir de 1934, cuando sus composiciones poéticas, difundidas a través de revistas comprometidas o de folletos de breve extensién, ejercen poderosa influencia sobre sus lectores y sepuidores, mientras peranecen vinculadas a la propia biografa del poeta. El conjunto titulado De un memento a otra. Poesta historia es el més representativo de laacttud de Albert en este momento his- térico. En él se combinan arengas a obreros y colectivos oprimidos socialmen- te que tratan de desenmascarar la explotacién de la burguesfa y el capitalismo ‘con ataques directos a las potencias extranjeras,reunidas en 1936 con el titu- lo de 13 bandasy 48 estrellas. Poema del mar Canbe En todo este tiempo Alberti se aparta en muy contadas ocasiones de la Linea social y politica emprendida, movido por el sentimiento de solidaridad ante Ja muerte de amigos entrafables. Una de elas, la del torero Ignacio Sénchez Mejias, determina la escricura de su poema “Verte y no verte”, que supone un regreso a formas anteriores, en especial el tratamiento mitico de la figura del toro, que representa del mismo modo wn tetomo al mundo de la infancia per dida. Otra elegfa, ya escrta durante la Guerra Civil, la dedlcada a Federico Gar ca Lore, ttulada “Elegia a un poeta que no tuvo sui muerte”, univ los senti- imientos de dolor por la pérdida del amigo ales referencias sociales y politicas {que determinaron el crtmen, 1a poesia del Alberti durante la Guerra Civil fie muy abundante y reviste la condicién de poesia de urgencia, escrita en el lugar de los acontecimientos y determinada por la proximidad de los hechos, vista desde la ciudad de Madi, donde Alberti reside con importantes responsabilidades polities, El conjunto titulado Capital de la gloria (1936-1938) recoge muchos de estos poemas, sur- zidos de los impulsos cotidianos y de les circunstancias de la contienda. La sitira, la ionia, la censura y el panfleto, con cierto tono de mitin y de sollama, ddeterminan la construccién formal de estas poemas, entre los que algunos han sido especialmente valorados por los crticos, como es el caso de un significat- vo ejemplo: “Canto al héroe colectivo”, Poema antimilitarsta, canta alos héroes ‘andnimos, als trabajadores que han abandonado sus puestos de trabajo en las fbricas, a los campesinos que han tenido que dejar sus pueblos para luchar por recuperar la tiera que les pertenece y que les ha sido arrebatada. Les poets del 27 163 Las Vangardis yf Generacion del 27 e 3.5.5. Poesia del destierro Al inalizar la Cucrsa Civil y comenzar Alberti su exilio, primero en Paris y 9 partir de 1940 en Buenas Aires, contin el poeta trabajando en algunas ob comenzadas en Europa, en particular La arboleda perdida, que seguirs redac® tando para sucesivas ediciones ampliadas hasta sus ihimos afhos de lucidez. Da fin también alos que son sus primeros libros de exilio: Entre el dlavel ya cspada y Vida bilingie de un refugiado espaol en Francia, que serén publicados en los primeros afios cuarenta ya en Buenos Aires, Argentina, Estas edicio- nes se simultanean con coleeciones de obras y antologias, que siguen el tipo de recopilacién de 1938. En 1940 aparece Poesia 1924-1938; en 1942, Anto- logia postica 1924-1940; en 1945, Antologia poética 1942-1944; en 1946, Poe- sia 1924-1944, etc. Entre el cavely la espada habia aparecido en 1941 y Plea- mar, en 1944. ‘Una de las primeras imagenes de Alberti en su poesta del exlio queda sita- bolizada por a figura del Cid caminando hacia el desiero con los suyos “como feles vasallos”, en una de las secciones de Entre el clave y la espada, que con- tiene poemas escritos entre 1930 y 1940, en la que incluye Rafael Alberti una suite completa titulada “Como leales vasalls", dedicada al Cid y a su sigifi- cacién como desterrado, Se trata de una serie de ocho poemas breves, comen- zados y acabados todos ellos por versos muy significativos del Poema de Mio Gd. La vivencia poética de los momentos ciianos son recordados con una téc- nica de collage. Asi, en el primer poema aparecen los gallos y con ellos el ama- necer, simbolo del comienzo, del comienzo en este caso del deste Los aires, de cancién popular, la métrica breve y los paralelismos crean un ambiente de emocién nada'contenida Hay un episodio en el Poema ce Mio Cd especialmente emotivo, cuando el Campeacior, de rodillas en el campo, en el momento de su reencuentro con Alfonso VI, muesta su gozo por la presencia del rey, ante quien se postra Alber- tirealiza una espléndida interpretacién de la escena, y de los versos del Foema ‘extrae sensaciones muy poderosas de amangura fijadas al sentido del gusto y diseminadas en una serie de simbolos del destierro, modificando, con autor dad poética, el significado de los versos iniciales, haciéndolos acordes ahora con el verso final reproducido, Espafia aparece en el trasfondo de los versos en tuna configuracién que se irtintensificando en los poemas siguientes. El toro, el leén y el mar son imagenes suficientemente explicitas en un contexto de especial crudeza. El timo poema, el 8, contiene la esperanza del retomo, como se canta en el Foema de Mio Cid, cuando se asegura que se regresard con hon- aa Castilla. La esperanza de Alberti esté en el mar, cuya imagen se reitera en «asi todos los versos de la cancién, con recuperacién de algiin motivo prefer do por el poeta, como lo es “la otra orila”. La cita final da titulo a toda la cole: cién: “Como leales vasallos”, con su leccién de fidelidad a un ideal por enci- ma de todo: e1 ejemplo del Cid adquiere de esta forma un importance conte- nido ético, Los primeros poemas de posguerra de Alberti, recogidos en Vida bilingtie de un reugiado espal en Franca y, sobre todo, en Entre el davelylaespada, rele Jn la hondura del sentimiento del destierro, con la inmediata impresién del ‘sabor de la guerra amargo e indeleble en cuya consideracidn se aftade la sen- sacién patética de haber sido vencidos, de ser perdedores en una contienda desigual ¢injusta Ambos sentimientos (guerra perdida y exilio desentrafiado) determinan toda la retrica de los primeros libros de exlio, en los que aparecen otras sen- saciones como las producidas por la situacién cotidiana dll desterrado. Entre el. cavely la espada se erige asi en una gran elegia, melancélica y patética, en la que se aiora la patra, la tierra perdi, los amigos y la vida daa, que se desa- rrolla en los poemas siguientes con diferentes aportaciones y matices, ‘Aun asi, la mas conseguida obra poética de esta etapa no es estrictamente un libro de exilio, ya que Ala pintura se ofrece como un gran espacio de gozo de bienes mantenidos en la memoria, que, en cierto modo, se integran dentro del undo inmenso de las afioranzas de los bienes perdidos, A la pintura apa- rece por primera vez en 1945, aunque su edicién definitiva no legaré hasta 1948, Ala pintura es considerado la cumbre poética de toda la etapa del exilio en Rafael Alberti, Ademés de haber logrado un retablo completo y complejo de cexaltacidn del arte de la pintura, de sus formas y géneros, y a través sus egre- los cteadores y maestros, consigue el poeta plasmar en sus paginas un inten- so canto de afioranza, de nostalgia por un paraiso artstico evocado desde el recuerdo y la distancia, mediatizado por el sentimiento agudo de la separacién y el exilio. Consigue, ademas, Albert renovar sustancialmente el género de exal tacién de la pintura, de origen pamasiano y cultivado en la literatura espafio- Ia, entie otros por Manuel Machado. Y lo hace integrando en la exaltacién de la representacién artistica implicaciones personales de carécter realista y memo- tial, al ser el poeta también cultivador del arte de la pintura, uno de los medios de expresién de su condicién de creador, poeta y pintot As, pintura y poesta se funden en un mismo mensaje de exaltacién vitalista, Fundir dos vocaciones, plenamente asumidas desde la juventud, y al mismo tiempo plasmar en un mismo conjunto arquitectonicamente construido la técnica de la pintura y su historia, evocadas desde la impresi6n personal, es sin duda la méxima aporta- ‘i6n de este libro singular en la historia dela poesia espafiola del siglo xx Les poets det 27 165 Ls Vanguard y la Generoién do 27 166 Pero tales cualidades no serfan tan brillantes si no estuviesen presididas por una intensa corriente sentimental y espritual en la que se fanden amor por ta pintura, pasion creadoray sentimiento de afioranza y de nostalgia conect- bles biogralicamente en Alberti con el cbligado zislamiento cultural que vivié en su exlio ameticano, junto al recuerdo de la pintura europea retenida en la ‘memoria de su retina, Linea y color, formas, construcciones y evocaciones de. pintuas y pintores hacen, con su presencia, que la iqueza del lenguaje poét- to albertiano se intensifique con nuevas € innovadoras metiforase imagenes, sinestesias evocadloras de mundlos cteados por otros artistas en el pasado, Todo ello evocacdo con la pasién del artista pleno en el que vida, poesia y pintura se ‘lian para evocar toda un representacin plena de sentimiento yespitcuaidad. in rece, en Montevideo, el primer libro de sus Coplas de Juan catia ios eee ee Retornos de lo vivo leno, de 1952, Ora maritima, de 1952, y Baladas ycancio- nes del Porand, de 1954 Sonrfe China, de 1958, cierra una etapa que culmina ten la edicién de Poestas completas, que aparece en Buenos Aires en 1961. Via~ jesala Unién Sovitica y a China en 1957 enriquecen con nuevas experienclas tl mundo pottico de Albert. En 1963, el poeta y su familia se trasladarfan a Roma dando por finalizada la etapa sudamericana de su exilio, En la Ciudad FFterna iniciarfa un nuevo perfodo creativo, en el que el arte de la pintura y la poesfa compartirén las horas del poeta. Retornos de lo vivo lejano es una obra muy especial, ya que se trata de un libro de memoria en verso que esté escrito en los mismos afios que La arbole- da perdida, su libro de memoria en prosa. Estamos ante una obra de recuerdos aque van desde los més fntimos a los compartidos con otros, y valiéndose de tun verso extenso y brilante, ce gran poema y de alta ambicién estétca, Alber- ti repasa paginas de su vida a uavés de los recuerdos de un espatiolen el ex Io. Retoros es posiblemente la obra més emotiva de las escritas en América, y de las mejores, Si la pintura sera como un tratado de estética unido a la pro pia impresin del poeta, Retornas es un tratado de vida vinculado a una exis- tencia que hicha por volver, con sus momentos, con sus paisajes, con sus per- ssonas, Cada poema es un mundo y sus versos nos traen un determinado recuerdo: infancia,juventud, crisis, amor, amigos, poesia, Muy bien estructutado, el libro se compone de tres partes y un apéndice aque ecogen elyo, el iy ls otros. Seguremente la parte més emotiva esl seu daen la que Albert fabrica unos “retomos de amor” que reviven foda su pasién pasada y presente por Maria Teresa Letmn, protagonista indiscutible de estos retomos en su parte central. Interesan por su vitalidad y por la epresentacién del amor estos poemas, en los que la palabra “amor” se retera en los ttulos de todos y cada uno de ellos, En la primera edicin, esta parte central del poe mario estaba compuesta por sélo ocho extensos poemas. En la definitva, los ‘ocho poetas se convirtieron en veinte poemas ce amor, como el famoso poe- mano de similar titulo de Pablo Neruda, del ano 1924; poemario por cierto en cel que el poeta chileno hace un verdadero alarde de erotismo, muy novedaso en lengua espariola en ese momento; erotismo y vitalidad que podemes rela- cionar con el representado por el poeta exliado en sus recreos en el amor y en Iaamada, que en Retornos defo vivo Iejano figuran, y cuyo antecedente inme lato son los “Sonetos corporates” de Entre el clavely la espada, libro este iti- ‘mo dedicado justamente a Pablo Neruda. (Ora marftima lleva el titulo del tratado del ge6grafo latino Avieno, de quien Alberti lo toma prestado para crear su libro de nostalgia y de recuerdos de la bahia de Cadiz, su mar, st litoral, sus habitantes. La nostalgia de la tierra per ida se une ahora a la protesta por el destierro, le manera que mito, poesta, historia y pintura crean un libro que revive la antigua Gadir efsiea para dejar ala vista la actual imagen de Cédiz evocada por un nostélgico transterrado. En 1964, Rafael Alberti publica su libro Abierto todas horas, libro en el que el poeta inicia un tipo de poesfavinculada a la realidad dara, en forma de anotaciones sobre elrranscurso vital cotidiano. Se ponen de relieve ya en este libro ciertas preocupaciones propias de la edad que integran ya a Alberti bien pronto en la poesia de senectud, preocupada por el discurir del tiempo evi- denciado en las mutaciones de la naturaleza y en la pérdida de la juventud. La vida de Albert en la etapa romana de su exilio es de una gran actividad. como pintor y grabador, cuyos resultados muestra en diferentes exposiciones y carpetas de arte, mientras continia su obra poética con los X sonetos roma- nos, de 1964, que suponen un avance de los que serd su gran exaltacién del ciudad del Tiber, Roma, peligro para caminantes, cuya primera edicién aparece en 1968. Se trata del libro més importante de la etapa romana de Albert, en el que junto a un extenso retablo de exaltacién de la urbe, se refleja el enfienta- rmiento entre poeta y espiritu de la ciudad por tantas razones ererna,y, en efec- to, en esta vision no estdn ausentes algunas referencias a su deshumanizacién o ala tergiversacién y pérdida de aquellos valores que precisamente la hacen “etema”, pero el resultado es positivo. Roma tiene muchos lugares, espacios y recuerdos que hacen que el poeta la cante con entusiasmo y con pasién, De ‘muevo, arte, historia, literatura y poesfa se unen en el recuerdo evocativo del Alberti memotialista poético Los ocho nombres de Picasso y no digo mds de lo que no digo, aparecidos en 1970, y Canciones del Alto Valle del Aniene, publicado en 1972, suponen las tht- ‘mas aportaciones del poeta desde su exilio italiano. En el primero de estos libros regresa el poeta a su poesta pléstica o pictérica, y es Picasso el objeto de aque- lla nueva evocacién entusiasta. El segundo libro, reunido en forma de cancio- Los poeta dt 27 167

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