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DESARROLLO HUMANO

Tema
Objetivos Del Desarrollo Del Milenio

Docente
MORELA IVONNE HERNANDEZ

Estudiante
DAYANA PAOLA FUENTES CASTRO

UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA
EXTENSION – MAICAO
8 SEMESTRE
2021
Objetivos de Desarrollo del Milenio

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) fijaron metas generales para el desarrollo
humano que tuvieron profundas
consecuencias para la Región de las
Américas. La aprobación de la Declaración
del Milenio por las Naciones Unidas en
septiembre del 2000 reafirmó el compromiso
de la comunidad internacional con los
principios universales de la Carta de las
Naciones Unidas e instituyó la paz, la
justicia y la prosperidad como elementos
prioritarios en la búsqueda deliberada y
colectiva de un futuro digno, incluyente y
equitativo para la humanidad en toda su
diversidad. Al centrarse en las necesidades de
las personas más pobres y desfavorecidas del
mundo, los ODM fijaron un nuevo esquema
para concebir el desarrollo y, dentro de este,
la salud. En este marco universal para el
desarrollo, la salud ocupaba un lugar
explícito y privilegiado. Los ODM se
convirtieron en fuente de inspiración y punto de referencia para innumerables iniciativas
que dieron forma e ímpetu al programa de acción sanitaria mundial del 2000 al 2015. Desde
el punto de vista de la salud pública, los ODM claramente heredaron y al mismo tiempo
renovaron el compromiso visionario de la Declaración de Alma-Ata de garantizar la “salud
para todos”, principio profundamente valorado en la Región de las Américas. La principal
enseñanza que deriva de los ODM radica en este nuevo paradigma de salud: tenemos que
reducir las desigualdades sociales en materia de salud, no solo fijarnos en los promedios
estadísticos. Por ende, la toma de medidas dirigidas a influir en los determinantes sociales
de la salud debe ser un aspecto fundamental de nuestros esfuerzos de orden técnico y
político por lograr los ODS, tanto como organización como desde cada uno de los países
que integran la Región. Esto implicará, sin despreciar la importancia de la inversión en
salud, desarrollar y fortalecer nuestra capacidad para tomar decisiones respaldadas por la
evidencia. Así cumpliremos nuestro compromiso de mantener y ampliar la función vital
que ejerce la salud en el desarrollo sostenible, sentando con ello las bases para la justicia
social, la universalidad, la inclusión, la buena gobernanza y la democracia. Los Objetivos
de Desarrollo del Milenio (ODM) de las Naciones Unidas son ocho objetivos de desarrollo
internacional que los 192 miembros de las Naciones Unidas y una serie de organizaciones
internacionales acordaron alcanzar para el año 2015 con el fin de acabar con la pobreza.
Entre ellos figuran los siguientes: reducir la pobreza extrema, reducir las tasas de
mortalidad infantil, luchar contra epidemias de enfermedades, como el VIH/SIDA, y
fomentar una alianza mundial para el desarrollo.

OBJETIVO 1: ERRADICAR LA POBREZA EXTREMA Y EL HAMBRE


El primer Objetivo planteado en la Cumbre del Milenio refleja el compromiso de la
comunidad internacional por disminuir considerablemente la extrema pobreza, lograr el
empleo pleno y productivo y reducir el hambre para el año 2015. Este es el objetivo
central de los ODM ya que refleja más
directamente las intenciones plasmadas en la
Declaración del Milenio. La primera meta del
Milenio (Meta 1A), "reducir a la mitad, entre
1990 y 2015, el porcentaje de personas cuyos
ingresos sean inferiores a 1 dólar por día",
busca dar cuenta de las privaciones extremas
que afectan la capacidad básica de las
personas para desenvolverse
adecuadamente en la sociedad. Dicha meta
ocupa un lugar central en el conjunto de los
objetivos de desarrollo del Milenio, por
cuanto la pobreza extrema guarda estrecha
relación con carencias como la desnutrición,
la mortalidad, la falta de educación y de acceso a agua y saneamiento, entre otras, que se
encuentran reflejadas en las demás metas. Asimismo, las metas formuladas en el Objetivo
8 dan lugar a políticas que conducirían a aliviar la incidencia de la pobreza extrema a
través de una mayor participación de la región en la Asistencia Oficial para el Desarrollo y
un acceso mayor y más equitativo a los mercados internacionales. La segunda meta del
Milenio (Meta 1B) "lograr empleo pleno y productivo, y trabajo decente para todos,
incluyendo mujeres y jóvenes" pretende evidenciar la estrecha relación que existe entre el
mercado de trabajo y el mejoramiento de los aspectos materiales del bienestar de las
personas y reconoce la importancia del empleo como mecanismo potenciador del
progreso en los restantes ODM. Esta meta reconoce además la relevancia de las mujeres y
los jóvenes en el aporte económico y productivo, y su situación de desventaja en el
mundo del trabajo. La tercera meta del Milenio (Meta 1C) "reducir a la mitad, entre 1990
y 2015, el porcentaje de personas que padece hambre" no sólo es parte de los ODM, sino
que también ha sido reiterada en varios foros internacionales, consagrando así la
importancia que tiene este problema para los países y la urgencia que demanda su
solución. El hambre es la resultante de la inseguridad alimentaria y nutricional, la que se
expresa, por un lado, en el consumo insuficiente de alimentos para satisfacer los
requerimientos energéticos, y por otro, en la desnutrición. de allí que el progreso hacia su
erradicación deba examinarse tanto en relación con la subnutrición asociada a la
insuficiencia de alimentos para el conjunto de la población, como en su manifestación
entre la población infantil, expresada como bajo peso y baja talla de niños y niñas
menores de 5 años de edad.

OBJETIVO 2: LOGRAR LA ENSEÑANZA PRIMARIA UNIVERSAL


El segundo Objetivo (ODM 2) establecido en la Cumbre del Milenio plantea a la educación
como un eje clave para el desarrollo. El
aumento del nivel educativo alcanzado
por la población se asocia al
mejoramiento de otros factores claves
de desarrollo y bienestar, como la
productividad, la movilidad social, la
reducción de la pobreza, la construcción
de la ciudadanía y la identidad social. La
educación juega un papel central en el
crecimiento de las economías, ya que es
una inversión con alta tasa de retorno y
es un factor que dinamiza la creación de valor. Por otro lado, la educación es uno de los
principales campos de reducción de desigualdades a futuro y una de las vías privilegiadas
para superar la pobreza. El derecho a la educación, y su exigibilidad ante la justicia, se ha
logrado plasmar en el último tiempo en grandes tratados, pactos y acuerdos mundiales y
regionales con los cuales los países se comprometen y ratifican constitucionalmente.
Debido al carácter jurídicamente vinculante de muchos de los pactos, se ha logrado
reconocer la educación como un derecho no menos importante que los civiles y políticos.
El ODM 2 posee una única Meta 2A la cual plantea que para el año 2015, todos los niños
deben terminar un ciclo completo de educación primaria. La educación primaria ha sido
considerada históricamente como un factor clave para el futuro de los niños, porque en
esta etapa del desarrollo es posible actuar positivamente y de manera eficaz en la
formación de las personas. No es casualidad entonces que todos los acuerdos mundiales
sobre educación propongan la universalización de la educación primaria de calidad,
definida no sólo en términos de cobertura, sino también como el acceso equitativo a ésta.
Se espera que ello repercuta en una eficaz retención y debida conclusión del ciclo
completo de educación primaria y trampolín exitoso hacia la secundaria, nivel que
también se hace cada vez más necesario completar para el logro de una ciudadanía plena.
El monitoreo en el avance en cuanto a acceso y conclusión de la educación primaria, se
mide en los ODM a través de tres indicadores: la tasa neta de matrícula en la enseñanza
primaria, la proporción de alumnos que comienzan el primer grado y llegan al último
grado de la enseñanza primaria, y la tasa de alfabetización de las personas de entre 15 y
24 años. Aunque no existe consenso entre los expertos en que estos sean los indicadores
ideales para medir la conclusión de la educación primaria, la disponibilidad generalizada
de los indicadores listados ha permitido utilizarlos para el examen de los avances en todo
el mundo. Adicionalmente, CEPAL ha propuesto una serie de indicadores
complementarios que podrían ser de utilidad para darle seguimiento a esta meta en los
países de América Latina y el Caribe, considerando los nuevos desafíos que enfrenta la
región en esta materia. Los temas cubiertos por los indicadores adicionales y
complementarios propuestos incluyen la alfabetización en los adultos, la educación
preescolar y la educación secundaria, y medidas más precisas de la conclusión de estudios
primarios.
OBJETIVO 3: PROMOVER LA IGUALDAD ENTRE LOS SEXOS Y EL
EMPODERAMIENTO DE LA MUJER.

La igualdad de género es un medio y un fin en sí mismo: es un objetivo por derecho


propio, y todo avance en su cumplimiento promueve el de otros objetivos, en particular la
erradicación de la pobreza. Siendo un tema transversal, las implicaciones de la igualdad de
género lo son para la realidad
socioeconómica de la región y
para las políticas públicas de
los gobiernos. En el análisis del
tercer Objetivo de Desarrollo
del Milenio, las Agencias y
particularmente la CEPAL
consideran que la igualdad de
género se ancla en el concepto
de que la autonomía de las
mujeres en la vida privada y
pública es fundamental para
garantizar el ejercicio de sus
derechos humanos. Desde esta
perspectiva, los tres pilares de
la igualdad de género y de una
ciudadanía paritaria son: la capacidad para generar ingresos propios y controlar activos y
recursos (autonomía económica), el control sobre su cuerpo (autonomía física), y su plena
participación en las decisiones que afectan a sus vidas y a su colectividad, es decir, la
autonomía en la toma de decisiones. Por lo anterior, el examen del progreso hacia la
autonomía y el empoderamiento de las mujeres supone analizar las diferencias de género
en relación con varias de las metas e indicadores del Milenio que forman parte de las tres
dimensiones antes mencionadas, remitiéndose no sólo a la evaluación de los indicadores
contenidos en el ODM 3. En esa línea, Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL) ha avanzado en la identificación de áreas consideradas críticas que no son
captadas por los indicadores oficiales y que motivaron el desarrollo de una serie de
indicadores que se conocen como "complementarios" y "adicionales" y que contribuyen a
profundizar la mirada respecto de la situación de las mujeres de la región y buscan reflejar
el efecto de las desigualdades de género en la pobreza, su incidencia según el género, y el
acceso desigual a los recursos monetarios y productivos. Este desarrollo se fundamenta en
la necesidad de medir y cuantificar las disparidades de género en distintas áreas y va en
línea con el cumplimiento de la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial
sobre la Mujer (Beijing, 1995), específicamente en lo que respecta a la producción de
datos e indicadores.
OBJETIVO 4 REDUCIR LA MORTALIDAD DE LOS NIÑOS

Proteger la vida y la salud de los niños es una exigencia que ha quedado plasmada en
diversos instrumentos internacionales, por medio de los cuales se establece como
obligación del Estado hacer todo lo que
sea inmediatamente posible para
proteger a los niños y niñas de una
muerte prevenible.

El Pacto Internacional de Derechos


Civiles y Políticos, que entró en vigor en
1976, establece en su artículo 6 que el
derecho a la vida es inherente a la
persona humana, y que se encuentra
protegido por ley. Esto implica, según
lo señala el Comité de los Derechos
Humanos, exigir al Estado que adopte
las medidas posibles para reducir la
mortalidad infantil y para incrementar
la esperanza de vida, especialmente
para eliminar la malnutrición y las
epidemias. En ese mismo año, entra en
vigor el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, el que en su artículo 12 exige a los Estados Partes adoptar medidas para
reducir la tasa de mortinatalidad y de mortalidad infantil como parte del derecho a la
salud. Más tarde, en 1990, la Convención sobre los Derechos del Niño obliga a los Estados
Partes a "garantizar en la máxima medida posible la supervivencia y el desarrollo del
niño", y en su artículo 24 presenta todas las exigencias relativas a la salud del niño y la
madre, entre las que se encuentra exigir al Estado adoptar medidas apropiadas para
"reducir la mortalidad infantil y en la niñez". Los Objetivos de Desarrollo del Milenio
también han relevado la salud en la niñez como un tema fundamental dentro del
desarrollo de las naciones. El Objetivo 4 del Milenio cuenta con una meta única y tres
indicadores para monitorear sus progresos. La mortalidad en la niñez es un indicador
importante del nivel de desarrollo social y de la disponibilidad, utilización y acceso a los
sistemas de salud por parte de la población y especialmente de los niños, y también de su
situación nutricional. Evidencia el grado en que se ejerce en una sociedad el derecho
humano más fundamental, como es el derecho a la vida y a la salud concomitante. Por su
parte el indicador sobre porcentaje de niños vacunados contra el sarampión, permite
medir la cobertura y la calidad del sistema de atención de salud en los países, siendo la
inmunización un componente esencial para reducir la mortalidad de niños menores de 5
años.
OBJETIVO 5: MEJORAR LA SALUD MATERNA

El Objetivo 5 de Desarrollo del Milenio busca reducir la mortalidad materna y lograr


el acceso universal a la salud reproductiva. La mortalidad materna, así como la
morbilidad asociada a sus factores
determinantes, son graves
problemas de salud pública que
manifiestan algunas de las más
profundas desigualdades en las
condiciones de vida. Reflejan el
estado de salud de las mujeres en
edad reproductiva y los servicios de
salud y la calidad de la atención a
que tienen acceso, tales como
anticonceptivos, control prenatal,
atención calificada al parto y
atención de emergencias obstétricas,
cuya ausencia acarrea defunciones y daños a la salud y que podrían evitarse
mediante un adecuado control prenatal y una atención de calidad del parto, del
puerperio o de las complicaciones que aparezcan posteriormente. Además de la
mortalidad, el daño a la salud materna tiene otras consecuencias, entre las cuales
la Organización Mundial de la Salud ha destacado la alta incidencia de la morbilidad
y la discapacidad resultantes del inadecuado control y atención de los embarazos y
partos, incluidas la infertilidad, las enfermedades de transmisión sexual o, en otras
etapas del ciclo de vida, las distopías genitales (prolapsos) y la incontinencia
urinaria.

Por medio de este Objetivo 5, los ODM plasman las exigencias que diversos
instrumentos internacionales han señalado respecto de la necesidad de proteger la
salud de todas las madres sin distinción. El Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales ha indicado que la no adopción de medidas adecuadas para
reducir las tasas de mortalidad materna puede constituir una violación de los
derechos humanos; por lo que la meta 5A y el derecho a la salud se refuerzan
mutuamente.
OBJETIVO 6: COMBATIR EL VIH/SIDA, LA MALARIA Y OTRAS
ENFERMEDADES

El objetivo 6 apunta a la prevención y tratamiento de enfermedades infecciosas,


que son posibles de reducir mediante acciones de detección y control eficaces. Las
metas 6.A y 6.B se orientan a la detención de la propagación y tratamiento del
VIH/SIDA, mientras la meta 6.C considera la reducción de la malaria y otras
enfermedades graves como la
tuberculosis. ¿La relación entre
el VIH y los otros Objetivos de
Desarrollo del Milenio es
biunívoca? la detención y
reducción del VIH/SIDA
depende estrechamente del
cumplimiento de otras metas,
incluyendo la de reducción de
la pobreza y del hambre, del
acceso a la educación, a
igualdad de género y salud
materna, especialmente el
acceso universal a la salud
sexual y reproductiva. Las
desigualdades socio-
económicas y de género, la
violencia, las brechas en el ejercicio de los derechos humanos, la falta de
protección social y judicial, el bajo nivel educativo y el acceso inequitativo a
servicios de salud crean situaciones de vulnerabilidad que promueven o exacerban
comportamientos de riesgo que a su vez aumentan las posibilidades de contraer el
VIH. Por esto y por la capacidad de la respuesta al VIH de contribuir al desarrollo
integral de los países hacia el logro de las demás metas del milenio, es que este
Objetivo requiere especial atención. El movimiento hacia el Acceso Universal a
tratamiento, prevención, atención y apoyo en VIH/SIDA ha sido guiado por metas
ambiciosas establecidas en la mayoría de los países contra resultados claves, y ha
convocado a un compromiso global para incrementar el acceso a intervenciones
efectivas relacionadas al VIH. Las interacciones entre socios, incluyendo gobiernos,
sociedad civil, asociaciones de personas viviendo con el VIH, sector académico, y
cooperación internacional, entre otros, han sido fortalecidas en este proceso, y han
planteado un enfoque multisectorial en la repuesta al VIH, más allá del sector
salud. El año 2010 y el movimiento hacia el Acceso Universal ofrecen un punto intermedio
de reflexión y análisis de progresos y desafíos hacia el Objetivo seis de Desarrollo del
Milenio.

OBJETIVO 7: GARANTIZAR LA SOSTENIBILIDAD DEL MEDIO AMBIENTE

El séptimo Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM7) busca "garantizar la sostenibilidad


del medio ambiente". La sostenibilidad ambiental se refiere al aspecto ambiental,
indisociable pero distinguible, del desarrollo
sostenible: responder a las necesidades
humanas presentes sin destruir la capacidad
del medio ambiente para atender estas
necesidades en el largo plazo. El ODM 7 se
destaca en relación a los demás ODM por los
efectos globales que tiene la acción local en
relación a algunas de sus metas. En cuanto a
esto, América Latina y el Caribe tiene un
papel notable en el mundo: la región presta
importantes servicios eco sistémicos globales
como el mantenimiento de la biodiversidad y
el almacenamiento de anhídrido carbónico,
lo que debe tenerse en cuenta en las
negociaciones relativas al cambio climático.
La biodiversidad provee servicios eco sistémicos como la regulación de la contaminación
atmosférica, la regulación de los ciclos hidrológicos y climatológicos, la regeneración de la
fertilidad de los suelos, la descomposición de residuos, la absorción de contaminantes y la
polinización de cultivos. La biodiversidad brinda además recursos de valor económico
directo, como la madera, los productos no maderables, las bases de la medicina
tradicional y moderna y el germoplasma --fuente de variedades para la agricultura--, así
como recursos de valor cultural, escénico y turístico. De este modo, los beneficios de
asegurar la sostenibilidad ambiental en América Latina y el Caribe transcienden al
bienestar de los habitantes de la región y tienen relevancia global. En el compromiso del
séptimo Objetivo del Milenio se contemplan cuatro metas que fueron revisadas y
actualizadas en 2007. Meta 7a: Incorporar los principios del desarrollo sostenible en las
políticas y los programas nacionales y reducir la pérdida de recursos del medio ambiente
Meta 7b: Haber reducido y haber ralentizado considerablemente la pérdida de diversidad
biológica en 2010
Meta 7c: Reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso sostenible al agua
potable y a servicios básicos de saneamiento
Meta 7d: Haber mejorado considerablemente, en 2020, la vida de al menos 100 millones
de habitantes de barrios marginales La primera de ellas (meta 7A) se puede entender a
partir de dos componentes plenamente diferenciables: la integración de los principios del
desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales, y la reversión de la
pérdida de recursos del medio ambiente. Las otras tres metas se refieren,
respectivamente, a la reducción de la pérdida de biodiversidad para 2010 (meta 7B); la
reducción a la mitad para 2015 del porcentaje de personas que en 1990 no tenían acceso
sostenible al agua potable y a los servicios básicos de saneamiento (meta 7C), y la mejora
de las condiciones de vida, para 2020, de por lo menos 100 millones de habitantes de
tugurios en el mundo (meta 7D).

OBJETIVO 8: FOMENTAR UNA ALIANZA MUNDIAL PARA EL DESARROLLO

En la Declaración del Milenio los países en desarrollo se comprometieron a mantener unas


economías saneadas, velar por su propio desarrollo y atender a las necesidades humanas
y sociales. Por su parte, los países desarrollados se comprometieron a apoyar a los países
más pobres en los ámbitos de la
prestación de ayuda, el comercio y el
alivio de la deuda. En toda alianza
verdaderamente significativa entre
ricos y pobres también debe tenerse
en cuenta la necesidad que tienen los
países en desarrollo de contar con
tecnología, medicamentos y puestos
de trabajo para sus habitantes, en
particular para los jóvenes, que
representan una proporción cada vez
mayor de la población.
Particularmente el Objetivo 8 del
Milenio se centra en fomentar una
asociación mundial para el desarrollo.
Para medir el progreso de los países
en la materia, este Objetivo
contempla 6 metas y 16 indicadores.

Meta 8a: Desarrollar aún más un sistema comercial y financiero abierto, basado en


normas, previsible y no discriminatorio
Meta 8b: Atender las necesidades especiales de los países menos adelantados
Meta 8c: Atender las necesidades especiales de los países sin litoral y de los pequeños
Estados insulares en desarrollo
Meta 8d: Encarar de manera general los problemas de la deuda de los países en desarrollo
Meta 8e: En cooperación con las empresas farmacéuticas, proporcionar acceso a los
medicamentos Las cuatro primeras metas del ODM 8 (8A, 8B, 8C y 8D) buscan que esta
asociación permita que los países menos desarrollados accedan a condiciones más justas y
equitativas por parte de los países desarrollados en los temas de comercio internacional,
tratamiento de la deuda externa y acceso a la cooperación internacional. La meta 8.E
busca mejorar el acceso a medicamentos esenciales, y la meta 8.F pretende poner al
alcance de toda la población los beneficios de las tecnologías de información y
comunicación. En este último caso se trata de evaluar las condiciones particulares en que
los países transitan hacia la Sociedad de la Información, esto es, los avances, dificultades y
desafíos que presentan en el proceso de incorporación plena en esta sociedad a partir de
la difusión de los beneficios productivos y sociales asociados al acceso y utilización de las
tecnologías características de la llamada "revolución digital" .

ENLACE DE BUSQUEDAS

 https://www1.undp.org/content/undp/es/home/sdgoverview/mdg_goals.html
 https://www.cepal.org/es/temas/objetivos-de-desarrollo-del-milenio-
odm/objetivos-desarrollo-milenio
 https://www.wto.org/spanish/thewto_s/coher_s/mdg_s/mdgs_s.htm

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