El desarrollo de la investigación en el país es de gran importancia para ciertos
sectores en dónde la inversión en tecnologías extranjeras no resulta tan rentable
debido a los procesos que se implementan; es el caso del sector agrícola, minero y farmacéutico en especial cuando se habla de control de plagas, química del carbón, conservación de productos agrícolas, la clasificación e inventario de especies prometedoras agrícolas o animales, los estudios sobre las condiciones de manejo, cría, etc., de especies animales o vegetales, el análisis químico de productos naturales de posible utilización química o farmacéutica, el desarrollo de drogas contra enfermedades de alta prioridad tropical y baja prioridad en los países avanzados. La falta de inversión para investigación por parte del sector productivo es un condicionante que obliga a instituciones como Colciencias financiar una pequeña parte de los proyectos de investigación que llegan a la entidad De allí que la tecnología como factor decisivo en el desarrollo de cualquier organización, constituye un elemento de interacción que afecta positiva o negativamente a las organizaciones, las cuales están en la obligación de adquirir las capacidades y habilidades suficientes que les permita responder a los retos que se les demanda, entre ellos la producción y comercialización, así como prever y asimilar el impacto de la ciencia y la tecnología en los eventos presentes y futuros. Estos elementos han sido considerados en los países desarrollados, por lo cual éstos realizan mayores inversiones en investigación y desarrollo con un promedio del 2.38% del producto interno bruto (PIB) en los países de la OECD y países como Corea del Sur y Israel con inversiones superiores al 4% del PIB, cifras que evidencian que estos países han fortalecido sus habilidades para crear, distribuir y explotar el conocimiento que trae como consecuencia una mayor ventaja competitiva, creación de riqueza y mejoras en el bienestar de la población. En el caso de Colombia, se encontró que la inversión en investigación y desarrollo es baja con respecto a los referentes internacionales e incluso regionales: De acuerdo con el Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología (OCyT) en el año 2016 estuvo alrededor del 0.27% del PIB, evidenciando que todavía el país se encuentra rezagado en este tipo de inversión, fundamental para la generación de nuevo conocimiento, lo que le que permitiría agregar valor a los recursos del país, mayores exportaciones y cambiar la dependencia tecnológica por una tecnología propia, acorde a los requerimientos nacionales del sector productivo y la sociedad.