En el teatro africano, la danza, la música, el diálogo, las máscaras y el vestuario son
parte de la misma representación, y no existe separación entre escenario y público,
por el hecho de tener origen ritual en su mayoría, con alguna influencia europea, debido a la presencia colonial, y de representar sus propias luchas y su reafirmación cultural, además de promover la convivencia con los participantes quienes no funcionan como espectadores sino precisamente como participantes que aplauden, gritan e interrogan al que está en el escenario. El escenario lo marca el público que las rodea, los focos son la luz del día, su vestuario, la ropa de calle, y el guion, su vida. También dependiendo del país y las raíces tribales del mismo se utiliza como vestuario la vestimenta ritual habitual. El africano tiene una capacidad teatral que en mayor o menor medida viene de cuna, de su misma cultura y durante las luchas anticoloniales el teatro fue duramente reprimido por las autoridades europeas porque se trataba de un vehículo de movilización y toma de conciencia altamente eficaz. Ante esta situación se crearon representaciones teatrales donde se combinaban arengas políticas con el entretenimiento y el teatro se convirtió en un medio de resolución de estas problemáticas internas. Es por esto que el teatro en África es popular y los escenarios son las calles y espacios abiertos. Actualmente existen algunos escenarios convencionales en África donde se desarrollan diferentes festivales de teatro y las representaciones teatrales que se exportan del país africano se adaptan a los escenarios convencionales, sin cambiar la esencia de exponer la cultura y las tradiciones propias.