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SEÑOR PRESIDENTE

Fíjese, señor presidente:


que nunca ha sido
mi deseo más ambicioso
salir a protestar.
"Allá afuera matan",
me dijo el otro día
la abuela de un amigo.
Yo por supuesto me asusté
y casi me vuelvo.
Pero si supiera, señor presidente,
que si me quedo quieto
me da más miedo.
Aunque acá afuera maten
allá adentro tampoco
se está tranquilo,
a uno se lo comen los gusanos
de la muerte de los otros.
CUANDO NOS BESAMOS
Como digo, pudo haber sonado Schubert, Mozart o Beethoven
o incluso Johann Sebastian Bach
con un preludio de melodías apasionado.
Tal vez una sinfonía fantástica donde confluyera el amor.
Una sonata, una flauta, tal vez un piano.
La ciudad pudo quedar iluminada de sonidos susceptibles.
Alguna canción vehemente de alegría,
con el ímpetu radiante y jubiloso de la primavera
o pudieron temblar las cuerdas de una guitarra,
el arco de un violín o cantar la voz de una muchacha.
Pero no, vos sabes lo que digo: sonaron los disparos,
la gente salió corriendo y todo sonó a que nos están matando.
NOTA PLEGADA EN MITAD DE UN LIBRO
Vendré cansado de gritarle cosas al gobierno
Lo siento mucho, señor Huidobro
Esta noche no podré cantar la rosa
Ni mucho menos hacerla florecer en el poema
PD: Si voy preso, por favor escríbame
uno de esos versos que son como una llave.
EL JOVEN S. Y LA SEÑORITA A.

El joven S. y la señorita A.
se enamoraron
en medio de los gases que lanzó la fuerza pública
el 21 de noviembre del 2019

Se enamoraron
Es decir, se atrevieron a todo

Ahora andan encapuchados


y continúan atreviéndose a todo

Se aman tanto
que después de dos años
el gobierno no se atreve a negociar con ellos.
POEMA-PROBLEMA MEDIÁTICO CON RESPUESTA

Bueno, ahora que se acabó la película


y La primera línea, protagonizada por las guerrillas
financiada por el Foro de Sao Paulo
haciendo uso eficiente
del conocimiento armamentísco
impartido por ejército de la República Bolivariana de Venezuela
atacó a la fuerza pública
y la gente de bien de nuestro bueno país
en una espectacular oleada de terrorismo
y piedras volando por las calles de Colombia
al nuevo estilo de la Revolución Molecular Disipada
o al viejo estilo de la Revolución Cubana
amenazando la normalidad y estabilidad de la nación
mientras por el cielo sobrevuelan aviones Rusos
enviados por el comunismo Ruso
y mandados a pedir por el Castrochavismo Nacional
con el único fin de perturbar la paz nuestra pulcra democracia.
Ahora, que esta película ha acabado, ¿Dónde puedo ver las noticias?
COHESIÓN Y COHERENCIA

Pobres hombrecillos corazón de Aquiles


Acostumbrados a la prosa mala de los libros de historia
y a los peores versículos de la biblia

Jamás habían visto un poema libre por las calles


el poema hijo de nada hijo de nadie
nacido en tierra de todos
se les venía encima

Cuando intentaron responderle


quisieron firmar un decreto de su puño y letra

Y vaya sorpresa, solo encontraron su puño y las faltó la letra.


HORIZONTE CONSTANTE
MÁS ALLÁ DEL CERROJO

No conformes con la dureza


de mantener muriendo de hambre y sed
a los pájaros enjaulados

Decidieron ocultar la jaula


y matar la esperanza de los que aún volaban

Como si al infierno
de esta resistencia le faltaran llamas.
LUNA DE SANGRE

Aunque la BBC anunció


el eclipse total de luna
Ninguno de nosotros sabía
que este 26 de mayo
iba a producirse este fenómeno

Que la tierra, el sol y la luna


estarían perfectamente alineados
en completa conjunción
en un hermoso eclipse

O quizás sí lo sabíamos
y lo comentamos, pero se nos olvidó
entre la multitud alborotada
y las pancartas destruidas

En el mismo instante
en que una granada le eclipsó
la boca a una compañera que gritaba:
“Abajo los de arriba”.
ANAFORA DE LA GUERRA EN EL POEMA DE MI VIDA

Nunca fui a la guerra


pero he visto en la calle morir de hambre.

Nunca fui a la guerra, jamás las balas,


la trinchera o la pregunta
o mejor dicho: el remordimiento
de haber usado mi pistola.

Nunca fui a la guerra


pero la he escuchado en el sonido del güiro
de una jovencita en la plaza
pidiendo limosna.

Nunca fui a la guerra


y sin embargo mis ojos se han posado
como cuervos en el árbol seco
de un bazuquero desplazado.

Nunca fui a la guerra


pero mis manos la han tocado
—al azar y con descredito—
en dos o mil saludos
a lo largo de mi vida.

Nunca fui a la guerra,


esa cosa inútil
como la Cólera de Aquiles
o el reloj en la muñeca de Jesús Santrich

Nunca fui a la guerra,


aunque aprendí a matar por televisión,
aunque aprendí a descuartizar por frecuencias de radio,
aunque aprendí a detonar carros bomba con un periódico.

Nunca fui a la guerra y jamás iría;


este, el mejor de sus mercenarios, decidió escribir poemas.

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