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DERECHO POSITIVO VIGENTE CONTRA PROTOCOLOS ESCOLARES

INSALUBRES Y DESHUMANIZANTES

Específicamente con relación a los derechos violados de nuestros hijos menores de


edad, los cuales no han sido derogados por el Congreso de la Nación Argentina, citaremos
algunos solo a modo informativo, pese a que Uds, como Institución deberían tenerlos
presentes para evitar denuncias y mayores inconvenientes legales.

Tomando en consideración la grave violación a los derechos de nuestros hijos menores,


a los cuales se les imponen para poder concurrir a clases presenciales protocolos
anticientíficos, insalubres y atentatorios contra la dignidad humana y la salud mental de
nuestros niños, tomamos los recaudos de juntar la documentación tanto como los derechos
contenidos en leyes nacionales, Constitución Nacional y Tratados Internacionales con
rango constitucional en que nos amparamos, sin que ningún protocolo pueda OPONERSE
EN JERARQUÍA A ESTA NORMATIVA, sin ser pasibles de ser denunciados civil y
penalmente por los daños y perjuicios a la salud integral, educación, bienestar y desarrollo
general tanto como por los delitos en los que pudieran encuadrarse la conducta
antidemocrática de imponer a niños y adolescentes por la fuerza un conjunto de protocolos
que no siendo mas que MERAS RECOMENDACIONES operan como obligaciones so
pena de exclusión de la educación que constituye un derecho humano básico para el pleno
desarrollo de las capacidades sociales, culturales y desenvolvimiento en nuestra sociedad.

El Código Civil y Comercial de la Nación en sus arts. 26, 51, 52, 54, 100, 101
resguarda los derechos de los menores de edad, su dignidad humana como sujetos de
derechos y la representación de sus padres como quienes son responsables de resguardar y
exigir fielmente el cumplimiento y ejercicio de sus plenas facultades.

Así el art. 26 de Cód. Civil y Comercial de la Nación establece: “Ejercicio de los


derechos por la persona menor de edad. La persona menor de edad ejerce sus derechos a
través de sus representantes legales. No obstante, la que cuenta con edad y grado de
madurez suficiente puede ejercer por sí los actos que le son permitidos por el
ordenamiento jurídico. En situaciones de conflicto de intereses con sus representantes
legales, puede intervenir con asistencia letrada. La persona menor de edad tiene derecho a
ser oída en todo proceso judicial que le concierne así como a participar en las decisiones
sobre su persona. Se presume que el adolescente entre trece y dieciséis años tiene aptitud
para decidir por sí respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos, ni
comprometen su estado de salud o provocan un riesgo grave en su vida o integridad física.
Si se trata de tratamientos invasivos que comprometen su estado de salud o está en riesgo
la integridad o la vida, el adolescente debe prestar su consentimiento con la asistencia de
sus progenitores; el conflicto entre ambos se resuelve teniendo en cuenta su interés
superior, sobre la base de la opinión médica respecto a las consecuencias de la realización
o no del acto médico. A partir de los dieciséis años el adolescente es considerado como un
adulto para las decisiones atinentes al cuidado de su propio cuerpo.”

ARTICULO 51.Cod. civil y Comercial “ Inviolabilidad de la persona humana. La


persona humana es inviolable y en cualquier circunstancia tiene derecho al
reconocimiento y respeto de su dignidad.”

ARTICULO 52. Cod. Civil y Comercial “Afectaciones a la dignidad. La persona


humana lesionada en su intimidad personal o familiar, honra o reputación, imagen o
identidad, o que de cualquier modo resulte menoscabada en su dignidad personal, puede
reclamar la prevención y reparación de los daños sufridos, conforme a lo dispuesto en el
Libro Tercero, Título V, Capítulo 1.”

ARTICULO 54 Cod. Civil y Comercial. “Actos peligrosos. No es exigible el


cumplimiento del contrato que tiene por objeto la realización de actos peligrosos para la
vida o la integridad de una persona, excepto que correspondan a su actividad habitual y
que se adopten las medidas de prevención y seguridad adecuadas a las circunstancias.”

Con respecto a la representación de las personas menores de edad el propio Codigo


civil establece que son representantes legales de éstas, sus padres y tutores, así lo establecen
los arts. 100 y 101 que citamos:

ARTICULO 100 “Regla general. Las personas incapaces ejercen por medio de sus
representantes los derechos que no pueden ejercer por sí.”
ARTICULO 101 “ Enumeración. Son representantes: a) de las personas por nacer,
sus padres; b) de las personas menores de edad no emancipadas, sus padres. Si faltan los
padres, o ambos son incapaces, o están privados de la responsabilidad parental, o
suspendidos en su ejercicio, el tutor que se les designe…”

Considerando que los PROTOCOLOS ESCOLARES NO PUEDEN SER USADOS


PARA VEJAR, DISCRIMINAR NI EXCLUIR A NINGÚN ESTUDIANTE, que no pueda
o no desee cumplirlos CON RECOMENDACIÓN MÉDICA Y PSICOLÓGICA de los
profesionales de la salud que los tratan, SE EXIJE QUE SE DEPONGA ESTA ACTITUD
DISCRIMINATORIA, ANTIDEMOCRÁTICA pues VIOLA LA LEY DE EDUCACIÓN
NACIONAL N° 26.206, que en sus arts. 2, 3, 6,7 y 8 declara a la educación un derecho
personal garantizando a todos los ciudadanos el acceso a la información y al conocimiento
como instrumentos centrales de la participación en un proceso de desarrollo con
crecimiento económico y justicia social BASADO EN LOS VALORES DE LIBERTAD,
PAZ, SOLIDARIDAD, IGUALDAD, RESPETO A LA DIVERSIDAD, JUSTICIA,
RESPONSABILIDAD Y BIEN COMÚN.

Incluso la propia Ley de Educación en el art. 11 Incisos e), f) y g) establece que los
fines y objetivos de la política educativa nacional son: “ e) Garantizar la inclusión
educativa a través de políticas universales y de estrategias pedagógicas y de asignación de
recursos que otorguen prioridad a los sectores más desfavorecidos de la sociedad. f)
Asegurar condiciones de igualdad, respetando las diferencias entre las personas sin
admitir discriminación de género ni de ningún otro tipo. g) Garantizar, en el ámbito
educativo, el respeto a los derechos de los/as niños/as y adolescentes establecidos en la
Ley Nº 26.061.”

Con respecto a las obligaciones de los DOCENTES, ningún maestro, docente ni


educador del nivel que sea puede desconocer que SUS OBLIGACIONES SON
RESPETAR Y HACER RESPETAR LOS PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES y toda
normativa que NO VAYA EN CONTRA DE LA LEY SUPREMA DE LA NACIÓN NI
LA CONTRADIGA, VULNERE NI CONCULQUE DERECHOS HUMANOS
FUNDAMENTALES, así como a la vez proteger los derechos de los niños y adolescentes,
respetando su libertad de conciencia, su dignidad humana e integridad, la Ley 26.206 en su
art. 67 regula que son OBLIGACIONES DE TODOS LOS EDUCADORES LOS
SIGUIENTES, citamos texrtual:

“a) A respetar y hacer respetar los principios constitucionales, las disposiciones de la


presente ley, la normativa institucional y la que regula la tarea docente.

b) A cumplir con los lineamientos de la política educativa de la Nación y de la


respectiva jurisdicción y con los diseños curriculares de cada uno de los niveles y
modalidades.

c) A capacitarse y actualizarse en forma permanente.

d) A ejercer su trabajo de manera idónea y responsable.

e) A proteger y garantizar los derechos de los/as niños/as y adolescentes que se


encuentren bajo su responsabilidad, en concordancia con lo dispuesto en la Ley Nº 26.061.

f) A respetar la libertad de conciencia, la dignidad, integridad e intimidad de todos los


miembros de la comunidad educativa.”

Como si todo esto no bastara para dejar de manifiesto la gravedad de los abusos
perpetrados en contra de los niños y adolescentes que ven sus derechos conculcados,
derecho a la salud integral, a respirar y oxigenarse adecuadamente, derecho a SER OIDOS
Y QUE SU OPINIÓN SEA TENIDA EN CUENTA, derecho a su libertad de conciencia, a
su integridad y a que se respete la diversidad, evitando TODO ACTO
DISCRIMINATORIO POR CUALQUIER INDOLE QUE SEA, y a que se respete su
dignidad humana, encontramos que la EDUCACIÓN A DISTANCIA SE HALLA
EXPRESAMENTE CONTEMPLADA EN EL SUPUESTO DE SER DECLARADO UN
PERÍODO DE EPIDEMIA O PANDEMIA, así lo estipula la ley de educación en el art.
109 Segundo párrafo que citamos: “…Excepcionalmente, previa declaración fundada del
Ministerio de Educación en acuerdo con el Consejo Federal de Educación, o con la
jurisdicción según corresponda, cuando la escolaridad presencial - total o parcial - sea
inviable, y únicamente en caso de epidemias, pandemias, catástrofes o razones de fuerza
mayor que impidan la concurrencia a los establecimientos educativos, sólo en esos casos
será permitido transitoriamente el desarrollo de trayectorias educativas a distancia para
los niveles y las modalidades de la educación obligatoria para menores de dieciocho (18)
años de edad.

En tal excepcionalidad deberán adoptarse disposiciones para la reorganización:


pedagógica - de acuerdo a los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios- e institucional, del
régimen académico y de la capacitación docente. Del mismo modo deberá atenderse la
provisión de recursos tecnológicos y conectividad que promuevan la igualdad educativa
con condiciones de calidad según lo establecen los artículos 80 y 84 de la presente ley; y
la adopción de las condiciones de salud y seguridad en el trabajo que se requieran
conforme lo establezcan las negociaciones colectivas correspondientes.”

Recordemos que el art. 105 define la educación a distancia como “ARTICULO 105. —
A los efectos de esta ley, la educación a distancia se define como la opción pedagógica y
didáctica donde la relación docente-alumno se encuentra separada en el tiempo y/o en el
espacio, durante todo o gran parte del proceso educativo, en el marco de una estrategia
pedagógica integral que utiliza soportes materiales y recursos tecnológicos diseñados
especialmente para que los/ as alumnos/as alcancen los objetivos de la propuesta
educativa.”

La Ley de Educación hace especial énfasis en LOS PRINCIPIOS DE NO


DISCRIMINACIÓN, INTEGRACIÓN Y DINÁMICAS DEMOCRÁTICAS,
estableciendo en su art. 123 incs. B) y c) que: “ el Consejo Federal de Educación fijará las
disposiciones necesarias para que las distintas jurisdicciones dispongan la organización
de las instituciones educativas de acuerdo a los siguientes criterios generales, que se
adecuarán a los niveles y modalidades:…

b) Promover modos de organización institucional que garanticen dinámicas


democráticas de convocatoria y participación de los/as alumnos/as en la experiencia
escolar.

c) Adoptar el principio de no discriminación en el acceso y trayectoria educativa de


los/as alumnos/ as…”
Como si todo este bagaje normativo resultara escaso, con respecto a la participación de
los padres la ley de educación establece que los padres, madres y tutores son reconocidos
como agentes naturales y primarios de la educación y tienen el derecho de “Participar en
las actividades de los establecimientos educativos en forma individual o a través de las
cooperadoras escolares y los órganos colegiados representativos, en el marco del proyecto
educativo institucional”, conforme el art. 128, Inc. b). Y haciendo uso de estos derechos
como padres y responsables legales de nuestros hijos es que reclamamos se cese
inmediatamente en la IMPOSICIÓN ILEGAL E INCONSTITUCIONAL DE
PROTOCOLOS LESIVOS A LA SALUD INTEGRAL Y BIENESTAR EN HORARIO
ESCOLAR de nuestros tutelados.

La Ley N° 26.061 DE PROTECCION INTEGRAL DE LOS DERECHOS DE


LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES da el marco normativo relacionado a las
garantías y facultades que COMO SUJETOS DE DERECHO QUE SON tienen las
personas menores de edad en nuestro país. (“Los derechos aquí reconocidos están
asegurados por su máxima exigibilidad y sustentados en el principio DEL INTERÉS
SUPERIOR DEL NIÑO.” Art. 1 Segundo párrafo)

Con relación a la obligatoriedad de los derechos reconocidos a los niños con rango
constitucional, la ley establece la obligatoriedad de todo derecho fundado en la Convención
sobre los derechos del niño y que tales derechos son no solo irrenunciables sino que frente a
otros derechos SERÁN LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS LOS QUE
PREVALERCERÁN EN TODO TIEMPO Y CIRCUNSTANCIA. Así lo regulan los arts. 2
y 3 de la Ley 26.061 a saber:

“ARTICULO 2° — APLICACION OBLIGATORIA. La Convención sobre los


Derechos del Niño es de aplicación obligatoria en las condiciones de su vigencia, en todo
acto, decisión o medida administrativa, judicial o de cualquier naturaleza que se adopte
respecto de las personas hasta los dieciocho años de edad. Las niñas, niños o adolescentes
tienen derecho a ser oídos y atendidos cualquiera sea la forma en que se manifiesten, en
todos los ámbitos.
Los derechos y las garantías de los sujetos de esta ley son de orden público,
irrenunciables, interdependientes, indivisibles e intransigibles.

ARTICULO 3° — INTERES SUPERIOR. A los efectos de la presente ley se entiende


por interés superior de la niña, niño y adolescente la máxima satisfacción, integral y
simultánea de los derechos y garantías reconocidos en esta ley.

Debiéndose respetar:

a) Su condición de sujeto de derecho;

b) El derecho de las niñas, niños y adolescentes a ser oídos y que su opinión sea
tenida en cuenta;

c) El respeto al pleno desarrollo personal de sus derechos en su medio familiar, social


y cultural;

d) Su edad, grado de madurez, capacidad de discernimiento y demás condiciones


personales;

e) El equilibrio entre los derechos y garantías de las niñas, niños y adolescentes y las
exigencias del bien común;

f) Su centro de vida. Se entiende por centro de vida el lugar donde las niñas, niños y
adolescentes hubiesen transcurrido en condiciones legítimas la mayor parte de su
existencia.

Este principio rige en materia de patria potestad, pautas a las que se ajustarán el
ejercicio de la misma, filiación, restitución del niño, la niña o el adolescente, adopción,
emancipación y toda circunstancia vinculada a las anteriores cualquiera sea el ámbito
donde deba desempeñarse.

CUANDO EXISTA CONFLICTO ENTRE LOS DERECHOS E INTERESES DE


LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES FRENTE A OTROS DERECHOS E
INTERESES IGUALMENTE LEGÍTIMOS, PREVALECERÁN LOS PRIMEROS.”
Surge del texto completo de la norma que tiene carácter protectora de todos los
derechos de los niños a que sin excepción PUEDAN SER OIDOS, A QUE SU OPINIÓN
SEA TENIDA EN CUENTA EN TODA SITUACIÓN QUE LOS AFECTE, A SER
EDUCADOS EN UN AMBIENTE DE RESPETO, NO DISCRIMINACIÓN POR
NINGUNA CAUSA Y A QUE SE RESPETE SU CONDICIÓN HUMANA EN UN
MARCO DE PROMOCIÓN DEMOCRÁTICA DONDE SE RESPETE, VALIDE,
TOLERE Y RESGUARDE TODA DIVERSIDAD SIN DISTINCIÓN. (arts. 8,9, 10, 11,
14, 15, 16, 17, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 27, 28, 30, 31,

Toda esta legislación está sostenida por la Constitución Nacional en cuyos arts. 14,
19, 28, 33 y 75 Inciso 22, avalan la libertad de todos los ciudadanos sin distinción de edad
de enseñar y aprender, a no ser obligado a hacer lo que no manda la ley ni privado de lo que
ella no prohíbe, a que los principios, garantías y derechos reconocidos en la Constitución no
sean alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio y a que todos estos derechos no
sean entendidos como negación de otros derechos y garantías no enumerados pero que
surgen del principio de la soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno.

Queremos hacer la salvedad de que la imposición compulsiva de protocolos dañinos a


la salud de nuestros hijos bajo amenaza de no poder concurrir al establecimiento educativo
negándoseles el DERECHO INALIENABLE a la educación constituye delito de coaccion
conforme art. 149 bis segundo párrafo del Codigo Penal de la Nación que establece que
“será reprimido con prisión de dos a cuatro años el que hiciere uso de amenazas con el
propósito de OBLIGAR A OTRO A HACER, NO HACER O TOLERAR ALGO CONTRA
SU VOLUNTAD”. Ante no solo la vulneración del derecho de respirar y oxigenarse de
forma natural de nuestros hijos, y de educarse en un ambiente saludable, respetuoso, apto
para el desarrollo de las aptitudes humanas y de CONVIVENCIA PACÍFICA Y
DEMOCRÁTICA, dejamos sentada nuestra posición para caso de continuar violentando
nuestros derechos humanos fundamentales, realizar las denuncias civiles y penales que
correspondan en resguardo de la vida, salud, educación, integridad y libertad de nuestros
hijos y de nosotros como familia.

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