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MÉXICO
Facultad de Estudios Superiores Acatlán
CALCULO 2
ENSAYO
TALENTOS OCULTOS
TELENTOS OCULTOS
Todos han oído hablar de las misiones Apolo. Todos podríamos nombrar de inmediato los
osados astronautas que dieron los primeros y grandes pasos para la humanidad en el espacio:
John Glenn, Alan Shepard y Neil Armstrong. Pero, por increíble que parezca, Katherine G.
Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson son nombres que no son repasados en las
escuelas o que incluso sean conocidos por la mayoría de la gente —a pesar de que sus roles
audaces, inteligentes y poderosos como las ingeniosas “computadoras humanas” fueron
indispensables para los avances que le permitieron a los humanos viajar hacia el espacio.
Así, finalmente llega a la pantalla la historia de un trío visionario de mujeres que superó las
fronteras del género, de la raza y del mundo laboral en su camino a ser pionero de los viajes
espaciales. La película es protagonizada por la nominada al Oscar® Taraji P. Henson
(Empire, Benjamin Button, Hustle And Flow), la ganadora del Premio de la Academia®
Octavia Spencer (Allegiant, Fruitvale Station, The Help), la cantante Janelle Monáe, en lo
que representa su debut cinematográfico, y el ganador en dos ocasiones del Oscar® Kevin
Costner (Black Or White, Field Of Dreams, Dancing With Wolves).
El director Theodore Melfi (St. Vincent) le da vida al ascenso de las mujeres a los rangos más
elevados del mundo aeroespacial durante los primeros y emocionantes días de la NASA, a
través de un entretenimiento dinámico, lleno de humor e inspirador, que ilustra tanto la
misión intrépida por lograr el primer, pero aparentemente imposible, viaje orbital de la Tierra,
como los principios poderosos que pueden surgir cuando las mujeres se unen.
Por todas sus alegrías y triunfos,
Talentos Ocultos es también un filme que se lleva a cabo en la encrucijada de las luchas más
relevantes en la historia de los Estados Unidos: la batalla creciente por los Derechos Civiles;
la pelea por ganar la peligrosa Guerra Fría sin provocar una guerra nuclear y ser la primera
superpotencia en establecer presencia humana afuera del planeta Tierra; y la determinación
constante por mostrar cómo los extraordinarios hitos tecnológicos que forjaron el futuro del
mundo no tuvieron nada que ver con el género o el origen de la gente.
Melfi comenta: “Esta historia se desarrolla en medio del conflicto de la Guerra Fría, la carrera
espacial, las leyes de Jim Crow y el nacimiento del movimiento de los Derechos Civiles. Es
un territorio increíble para una historia espléndida y poderosa que muy poca gente conoce en
su totalidad”.
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TELENTOS OCULTOS
Taraji P. Henson añade: “Ahora sabemos que había mujeres asombrosas detrás de cómo John
Glenn llegó a orbitar la tierra en el espacio —finalmente tenemos la oportunidad de escuchar
su historia”.
En cuanto a lo que le aconseja a la gente que enfrenta retos en la actualidad, Johnson dice:
“No lo dejes. Sin importar cuál sea el problema, éste puede ser resuelto. Una mujer lo puede
resolver —y también un hombre, si le das mucho tiempo”.
Pocos logros en la historia estadounidense han sido tan celebrados como el programa espacial
del país y aquellos primeros viajes desorbitados e idealistas por llevar a la humanidad al
cosmos, que hemos contemplado desde los albores de nuestra historia. El presidente Kennedy
fue elogiado por estimular al país a soñar en grande; los astronautas que volaron los primeros
vuelos peligrosos hacia lo desconocido se convirtieron en iconos; y los ingenieros
meticulosos de la NASA en el centro de control fueron alabados por su determinación y
tenacidad al operar bajo presión.
Era una época en el país cuando las oportunidades podían parecer injustas y limitadas —eso
era verdad si eras mujer y si eras afroamericano, y especialmente si eras una mujer
afroamericana. Y, aún así, estas mujeres de la NASA con una inteligencia deslumbrante
ignoraron las limitaciones sin hacer espectáculo de ello, y redefinieron la idea de lo que era
posible —y quién era vital para la nación— al probarse a sí mismas ser absolutamente
esenciales para el futuro de los Estados Unidos.
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masculinos, y con nuevas leyes que prohibían la discriminación racial, los contratistas de
defensa y agencias federales comenzaron a buscar mujeres y afroamericanos con las
habilidades requeridas para seguir adelante con sus importantes investigaciones.
El director Theodore Melfi explica: “Para la NASA, en aquella época, la inteligencia era más
importante que la raza o el sexo. Estas eran mujeres brillantes que podían hacer las
matemáticas que necesitaban, que estaban hambrientas por una oportunidad, que querían
realmente cambiar sus vidas —así que, ¿a quién más iban a recurrir?”.
Los riesgos eran elevados para todos los estadounidenses. En 1958, la Unión Soviética lanzó
su vanguardista satélite Sputnik con bombo y platillo —y, así, afirmar que ahora llevaban la
ventaja superior en la aguda Guerra Fría entre las dos naciones. Esto hizo que la carrera
espacial se volviera prioridad y preocupación número uno de los EE UU. Millones de
personas vieron la carrera desarrollarse, con la esperanza de que Estados Unidos pudiera ser
capaz de probar su fuerza como sociedad al derrotar a los rusos en la órbita y en todo el
trayecto hasta llegar a la luna. En una época cuando el miedo por una guerra nuclear
descarnada que fuera a acabar con la humanidad estaba en su punto más álgido, la carrera
espacial se convirtió en un camino alterno para que la USSR y los EE UU pudieran competir
sin restricciones.
Ambas naciones la vieron como una oportunidad para probar que su sistema tenía el mayor
potencial, así como para cosechar nuevos beneficios militares y de espionaje, y convertirse en
el primer país en establecer una esfera de influencia más allá de nuestro planeta.
Para 1960, John F. Kennedy se estaba postulando como presidente con una plataforma
inspiradora que postulaba cerrar la brecha en la carrera especial y tomar el liderazgo con el
ingenio norteamericano.
Resumiendo, en esta historia las protagonistas son tres mujeres negras que se enfrentan no
sólo a las dificultades que trae consigo su género sino a también a las de clase y raza.
Katherine es la mejor para realizar los cálculos que definen las trayectorias espaciales, pero
nadie quiere trabajar con ella por el color de su piel; Dorothy tiene madera de líder y siempre
está dispuesta a aprender, pero no quieren otorgarle el ascenso que se merece; Mary es la
ingeniera que necesita la NASA, pero parece imposible que certifique su carrera.
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No es lo mismo lo que pasan las mujeres blancas que las negras ni son los mismos problemas
los de las ricas que los de las pobres. Mientras las mujeres blancas temen que sus hijos las
decepcionen, las negras temen que un policía les dispare a los suyos.
Los puntos más débiles de la película son su aire nacionalista (aunque era obvio por el
contexto) y la existencia de dos grandes conflictos en la trama, que no dejan muy claro
cuándo será el fin de la historia. Sin embargo, no resulta lenta ni aburrida.
El discurso alrededor del amor también es poco usual pues sus maridos tienen dificultad para
ponerse en sus zapatos a pesar de que también se encuentran oprimidos. Lo mismo sucede
con las mujeres blancas, que discriminan a otras minorías, aunque pertenecen a un grupo
vulnerable.
Talentos Ocultos es una película que todos deberíamos ver para aprender más sobre la
historia que nunca nos contaron y sobre la empatía que le debemos a los otros.