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100 Argentinos dicen es el gran éxito del año de El 13.

En un año con pocos puntos salientes, el


envío conducido por Darío Barassi alcanza los 10 puntos diarios, gana cómodamente su franja
y muchas veces es lo más visto del canal. El rol del conductor es central en el éxito.

Nadie pierde siempre, nadie falla siempre y nadie fracasa siempre. Estas frases podrían
encabezar un libro de autoayuda o un posteo de Ivana Nadal pero deben ser los pensamientos
de Adrián Suar cada vez que el reloj marca las 14:30 de lunes a viernes. En ese horario
comienza su único acierto del último año: Darío Barassi.

Hace un año, justo en agosto de 2020, El 13 decidió desempolvar un viejo programa de


entretenimientos perdido a comienzos de los años 2000: 100 argentinos dicen. Un envío de
entretenimientos centrado en la capacidad para acertar en la opinión mayoritaria de 100
encuestados. Una curiosidad en un canal que se supone que le repele al populismo.

No fue el único: tanto Telefé con Trato Hecho como el 9 con Super Super, recuperaron
programas o temáticas de hace algunos años para reinstalar programas de entretenimiento
por dinero, se sumaron a otros como Pasapalabra y Bienvenidos a bordo que desde hace años
juegan y entretenienen en la TV abierta.

Sin embargo, la temática del programa parece secundaria al lado del verdadero acierto del
programa: Darío Barassi encontró su espacio definitivo en la TV y el tono y modo de conectarse
con un público fiel que lo reivindica en las redes sociales. Conciente de la cuestión, el propio
Barassi bromea con los participantes y los amenaza con “convertirse en meme” si cometen
errores muy graves. Parte de su atractivo para por romper la convención del conductor que es
falsamente simpático con los participantes: si se equivocan son burlados como si no fuera el
conductor sino un televidente más.

Dario Barassi adquirió notoriedad como notero y humorista en el programa magazine AM en


las mañanas de Telefé. Luego de un paso por varias tiras juveniles de TV y algunos éxitos en el
teatro, fue designado como conductor en 100 argentinos dicen.

Suele hacer bromas sobre su propio cuerpo (en un programa anterior se presentaba como “el
gordo de AM”) y, conocedor de la mirada discriminatoria sobre su fisonomía, hace chistes
permanentes con el tema al punto de afirmar que no lo llaman para actuar porque un gordo
no puede hacer llorar”, algo parecido afirmaba Enrique Pinti: “me tuve que escribir mis propias
obras porque no me llamaba nadie”. Barassi rompe el chiste discriminatorio a partir de ser el
primero que se ríe de sí mismo.

El estilo de conducción de Barassi está alejado de los otros conductores del segmento
entretenimientos en Argentina: ni Guido Kazka, ni Iván de Pineda, ni Santiago del Moro, ni José
María Listorti se mueven en ese rol, no son el centro de la hilaridad, sino que son quienes
señalan donde está la hilaridad. Barassi, en cambio, es el núcleo de las gracias del programa.
Más que un conductor que lleva el programa es un performer que mientras conduce el
programa lleva al público de gracia a gracia como alguien que es a la vez clown y maestro de
ceremonias. Bill Cristal en las aperturas de los Oscar tenía momentos de impronta similar.
Mucho se está hablando del año de El 13 y de su conductor estrella, Marcelo Tinelli.
Silenciosamente, Darío Barassi es el único y mayor éxito del año del canal. Logra relegar al
segundo puesto al otrora invencible programa de Verónica Lozano (paradójicamente la
conductora de AM, el programa que lo hizo conocido). ¿Cómo hizo eso? De la misma manera
que Jey Mammon cambió las noches de América: hace algo distinto. Donde todos ponen
corrección, Barassi transgrede. Donde todos se ríen de otro, Barassi se ríe de él. Dónde todos
se enojan y juzgan, Barassi invita a sus televidentes a reírse de sí mismos. No es poco para un
programa cuyo punto central es la opinión de los argentinos.

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