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TUTELA SUMINISTRO DE PAÑALES Y

PROCEDIMIENTO EN GENERAL –
AGENTE OFICIOSO
Señor

Juez del Circuito de Cúcuta (Reparto)

1. S. D.
 

Referencia:              Tutela

Demandante:          __________________

Demandado:           ___________________________

Derechos:                Salud

___________________________, identificada con cédula de ciudadanía No.


__________,actuando como agente oficiosa de ____________________ (Mi
esposo) identificado con cedula de ciudadanía Nº ___________, quien padece
de ENFERMEDAD MENTAL y PÁRKINSON por lo tanto no puede ejercer su
propia defensa;  me dirijo respetuosamente ante usted con base en lo consagrado
en el artículo 86 de la Constitución Política de Colombia, en los Decretos 2591 de
1991 y 206 de 1999, con el fin de interponer ACCIÓN DE
TUTELA contra _____________ _________________, como MEDIDA
TRANSITORIA para que dentro de un plazo prudencial se proteja mi derecho
fundamental a la SALUD Y LA DIGNIDAD HUMANA.

Con base en los siguientes hechos fundamento la presente acción.

1. HECHOS
PRIMERO. Desde hace aproximadamente 3 años, __________________  -mi
esposo- se encuentra en control por NEUROLOGIA en el HOSPITAL MENTAL
RUDESINDO SOTO debido al problema mental que padece producto de la
enfermedad de PARKINSON  que ocasionó serios daños cerebrales.

SEGUNDO. Es de tener en cuenta que esta enfermedad produce una reacción


psicológica – sobre el paciente y su familia – al hecho de ser una enfermedad
incurable, progresiva, “con molestos y humillantes síntomas
secundarios (dolores, diskinesias y temblores, incontinencia urinaria, caídas,
impotencia sexual, saliveo, disartria…)”[1]  que Se conocen como trastornos
reactivos o vivenciales y  como producto de la degeneración de estructuras
cerebrales varias (estriado, hipotálamo, lóbulo frontal)

TERCERO. El especialista neurólogo tratante del HOSPITAL MENTAL


RUDESINDO SOTO en la orden medica emitida el día 15 de abril de 2016 -ordena
en los insumos requeridos – PAÑAL TENIS AZUL TALLA S –con una cantidad de
noventa (90).  (Anexo 2- pág. 11)

CUARTO: La entidad encargada del el préstamo del servicio al señor _________


_____________ es  _________________ a la cual se encuentra afiliado y a la que
se acudido en reiteradas ocasiones solicitando los insumos establecidos en la
orden medica de 15/04/2016 realizada por el neurólogo tratante. A lo anterior, la
entidad __________- a través de sus funcionarios solo responde que esos
implemento (los pañales) “No se lo dan, debido  a que estos no están cubiertos en
el POS”

QUINTO: La  Entidad accionada al negar la solicitud hace caso omiso la reiterada


línea jurisprudencial de la Corte Constitucional que establece un Acceso sin
obstáculos al suministro de pañales y otros implementos NO cubiertos por el Plan
Obligatorio de Salud –POS-, incluso aun cuando no exista orden médica,
establece unas reglas generales para el acceso sin obstáculos, pues lo que se
pretende proteger en este tipo de casos es la posibilidad de llevar una vida en
condiciones de dignidad.

SEXTO: A su vez, la entidad – _______________________- ignora el ESTADO


NECESIDAD Y PRECARIEDAD ECONOMICA EN QUE SE ENCUENTRA LA
FAMILIA, Pues señor _______________ era el  jefe de hogar  que trabajaba y
conseguía lo del sustento para la familia,   al complicarse más su enfermedad –
únicamente quedo su hijo – _______________ –  que trabajaba y contribuía con el
hogar – pero este falleció aproximadamente hace un mes;   y otro hijo que
tenemos padece la misma enfermedad de su padre – _________________- .

 
Así, como se puede deducir nos encontramos en un estado de extrema necesidad
y sin dineros suficiente para sufragar los gastos de tratamientos y demás insumos
que requiere esta enfermedad degenerativa y sin cura.

1. PETICION
 

Solicito ante usted señor  juez respetuosamente que se proteja mis derechos y en
consecuencia ordene:

PRIMERO. Se me tutele de manera inmediata mis derechos fundamentales a:


la SALUD y  DIGNIDAD HUMANA.

SEGUNDO: ORDENE a ______________________ que como garantía


fundamental a la continuidad e integralidad en el tratamiento médico, autorice,
ordene, remita y facilite todos y cada uno de los procedimientos médicos,
exámenes, intervenciones y valoraciones que sean necesarias para lograr sobre
llevar la enfermedad – Parkinson- que padece mi esposo- ______________ –y
que está en tratamiento por más de  tres (3) años, que por trámites administrativos
ha omitido su atención.  Y  que en adelante, preste, atienda y suministre de
manera integral, continua, suficiente, oportuna todos y cada uno de los
procedimientos, medicamentos e insumos necesarios  para la atención de la
enfermedad, en especial el suministro de los PAÑALES que necesita de manera
permanente.

1. CONCEPTO DE VIOLACIÓN
4.1 El derecho a la salud

1. Contenido general del derecho


 

La jurisprudencia constitucional ha estatuido como derecho fundamental


independiente el derecho a la salud, otorgándole una connotación bifronte, es
decir que a la vez de ser un derecho de rango fundamental –constitucionalmente
considerado- goza de la calidad de ser servicio público[2].

El artículo 49 de la Constitución Nacional prevé el derecho a la salud y al


saneamiento ambiental, como servicios públicos a cargo del Estado, por los cuales
el Estado propendería su especial protección y vigilancia sobre la calidad de la
prestación. Indicó el marco normativo constitucional que los servicios médicos y
sanitarios tienen como principal función la promoción, protección y la
recuperación de la salud, sujetándose a los principios de eficacia,
universalidad y solidaridad.

Por su lado, la Ley 100 de 1993, introdujo en el ordenamiento jurídico una serie de
principios rectores a los cuales tienen que sujetarse todas las entidades que
participen o hagan parte del Sistema General de Seguridad Social en Salud.

El artículo 153 de la norma en cita señala que el Sistema de Seguridad Social en


Salud actuaria bajo los principios de Universalidad, calidad, eficiencia,
progresividad, corresponsabilidad, prevención y continuidad, entre otros.

Del marco normativo descrito, se concluye que el concepto del derecho a la salud
constitucionalmente considerado, involucra desde su núcleo esencial, el derecho
que tiene el paciente de acceder a los servicios médicos requeridos para la
promoción, prevención y tratamiento de la patología que le aqueja hasta que
se logre la recuperación o rehabilitación definitiva, en condiciones de
inmediatez, eficiencia, suficiencia y universalidad; es decir que, la atención
debe provocar un restablecimiento y una recuperación real y efectiva. Sobre
ello señaló la Corte Constitucional:

“La salud como derecho integral, implica que la atención deba brindarse en la
cantidad, oportunidad, calidad y eficiencia requeridas, lo cual conlleva ofrecer, de
acuerdo con la ley y la jurisprudencia, todo cuidado, medicamento, intervención
quirúrgica, rehabilitación, diagnóstico, tratamiento y procedimiento necesarios
para restablecer la salud, con prevalencia al tratarse de menores de edad.”[3]
 

Por tanto, no puede limitarse la órbita de protección del derecho a la salud ante
una patología clara detectada por el profesional de la salud, cuando sean
circunstancias eminentemente administrativas las que impidan el acceso a los
servicios[4], sin que dicho amparo desconozca los postulados fundamentales
sobre los que se edifica la procedencia de la protección constitucional[5].

En ese sentido, la garantía del derecho a la salud exige que el mismo se sujete a
la existencia de i) un dictamen médico a través del cual se diagnostique la
presencia de una patología en la paciente, ii) una orden para la realización de un
procedimiento o un medicamento, para que el juez de tutela evalué las
condiciones de vulneración del mismo frente al incumplimiento de las entidades
que administran el Sistema General de Seguridad Social en Salud, de prestar y
facilitar el acceso en condiciones de suficiencia, universalidad, integralidad, a los
servicios de salud.

Y respecto a este último, es decir, la integralidad, la Jurisprudencia


Constitucional ha señalado en reiteradas oportunidades que este principio-
deber debe aplicarse en el entendido que se proteja la realización de un
tratamiento completo y necesario[6].

Es así que, tal como lo ha indicado la jurisprudencia Constitucional, la atención


del tratamiento médico en condiciones de integralidad y atendido por el
médico tratante se agota en el momento en que se logre la rehabilitación o la
recuperación definitiva del estado de salud.

1. Tratamiento integral de salud


La jurisprudencia constitucional ha señalado que el derecho a recibir la
rehabilitación a través de un tratamiento integral de salud proporcionado por
la EPS o la EPS-S a la cual esté vinculada la persona, es componente
indispensable del derecho a la salud, ya que a partir de la posibilidad de
rehabilitación se materializa el ejercicio pleno, consciente y suficiente del derecho
en mención.

Sobre este tema, la jurisprudencia de la Corte Constitucional señaló que:

 
“La atención a la salud debe ser integral y comprender el cuidado, el suministro de
medicamentos, las intervenciones quirúrgicas, las prácticas de rehabilitación, la
realización de exámenes de diagnóstico y seguimiento, así como todo otro
componente que el médico tratante valore como necesario para el
restablecimiento de la salud del paciente. El reconocimiento de la prestación
integral del servicio de salud debe ir acompañada de indicaciones precisas que
hagan determinable la orden del juez de tutela, la cual bajo ningún supuesto
puede recaer sobre cosas futuras. En concreto, este Tribunal ha entendido que el
principio de integralidad no puede entenderse de manera abstracta, es decir, una
orden de tutela que reconozca la atención integral en salud se encontrará sujeta a
los conceptos que emita el personal médico, y no, por ejemplo, a lo que estime el
paciente.”[7]

De la citación jurisprudencia anterior, se desprende con absoluta claridad que el


derecho a la salud de una persona comporta o involucra la acción –ejecución de
actos positivos- de la entidad prestadora del servicio de salud, que se materializan
en diferentes aspectos o facetas.

Por un lado, en la coordinación y asignación de citas con los médicos que sean
idóneos para la prestación del servicio de salud requerido por persona, así
también como en el suministro de los medicamentos ordenados o prescritos por el
médico tratante. Por otro lado, el derecho a la salud también comporta la
posibilidad de recibir los procedimientos quirúrgicos y la realización de exámenes
que permitan trazar la ruta científica que debe seguir el médico tratante.

De ahí que para lograr la rehabilitación de la o las patologías que puedan aquejar
la salud de una persona, resulta indispensable que el médico cuente con los
instrumentos suficientes que le permitan (i) elaborar un diagnóstico claro sobre la
afección, (ii) ofrecer información al paciente sobre el posible tratamiento, (iii)
descartar tratamientos que no resulten útiles para la patología presente, (iv) aplicar
el tratamiento idóneo y (v) lograr la rehabilitación del paciente.

Así pues, es imperativo que en asuntos en los cuales se debata la prestación del
servicio de salud, las entidades promotoras de salud –EPS- entiendan que la
posibilidad de rehabilitación o no del paciente, pende de la aplicación del
procedimiento médico y del suministro de los insumos necesarios que ordene el
médico tratante.
De manera que, conforme a las posturas jurisprudenciales transcritas se
desprende que el derecho a la salud se integra de diversos factores que confluyen
en la recuperación, rehabilitación y restablecimiento de la condición saludable que
se ha visto diezmada y deteriorada por el curso de una patología. Pero, para que
el conocimiento del profesional de la salud resulte benéfico a los intereses del
usuario, es indispensable que la entidad prestadora del servicio de salud se
encargue de cubrir coberturas como los pañales, los cuales se constituyen como
insumos necesarios para la atención de la patología presente en el paciente.

Sobre lo último, la Corte ha dicho:

 “Esto llevo a la Corte a disponer que el suministro de pañales es posible 


establecerlo a partir de los hechos de un caso concreto, es decir que, de las
enfermedades que padece una persona, de sus consecuencias o cuando se
manifiesta expresamente que no controla esfínteres, se puede colegir de manera
razonable la necesidad de los mismos, sin que medie el conocimiento científico
que así lo acredite. Es así que, si de los hechos se infiere una condición de salud
que en si misma muestra la necesidad del suministro de pañales, no basta que no
haya orden médica para negar el servicio, pues lo que se pretende proteger en
este tipo de casos es la posibilidad de llevar una vida en condiciones de dignidad. 

5.1.4. Debido a lo expuesto, la Corte al recoger la jurisprudencia pacífica y


unánime en la materia, estableció la regla general de acceso sin obstáculos al
suministro de pañales, en la cual, las personas que requieren dicho servicio para
garantizar el goce efectivo de su derecho a la vida en condiciones dignas, son
individuos que:

“(i) sufren enfermedades congénitas, accidentales o como consecuencia del


deterioro en su salud por su avanzada;

(ii) no controlan sus esfínteres, y la falta de control es secuela permanente de sus


afectaciones en salud;

(iii) dependen de una tercero de forma parcial o permanente, para moverse,


alimentarse y realizar sus necesidades fisiológicas; y,

(iv) Finalmente, no cuentan con la capacidad económica, ni su familia en forma


subsidiaria, para sufragar el costo del servicio de forma particular” [8].

1. Del análisis del caso particular


 

En el presente caso, es claro que _________________ está vulnerando de


manera flagrante los derechos fundamentales a la salud y vida en condiciones
dignas de mi esposo, señor ___________________________,  rompiendo con la
atención integral que debe suministrársele a la paciente, por los siguientes
motivos:

 El señor ____________________________ es un sujeto de especial


protección, como quiera que padece una patología de salud mental.
 El médico tratante le ordenó el suministro de unos insumos, de
medicamentos y de pañales, los cuales, a la fecha, no han sido suministrados por
la
 Los recursos económicos que disponemos, tanto mi cónyuge, señor _____
______________________, como yo, resultan insuficientes para sufragar los
gastos de los pañales y en la actualidad, tampoco cuento con empleo que me
permita subvencionarlos directamente.
Lo anterior, encuentra soporte probatorio en los documentos que se aportan a la
presente acción de tutela, en virtud de los cuales y sin mayores elucubraciones
puede advertir su Honorable Despacho que __________________no ha cumplido
con las obligaciones derivadas de las ordenes proferidas por el médico tratante,
quien es el profesional capacitado para ordenar y considerar la atención requerida.

En el caso concreto sub examine se puede evidenciar que el cumplimiento de las


reglas generales establecidas por la corte para el acceso sin obstáculos al
suministro de pañales – como el sufrimiento de la enfermedad de PARKINSON –
que le impide  controlar a voluntad sus esfínteres y por último y de gran
importancia, no contar con la capacidad económica para solventar el suministro de
los pañales – tal como se clarifico en el numeral 5 de los hechos.

De manera que, señor Juez, la negativa de suministrar los insumos ordenados por
el médico tratante, en los términos enunciados, los derechos fundamentales de mi
esposo, señor _____________________________, se encuentran lesionados y se
requiere de la intervención del Juez de tutela para obtener la protección de los
derechos fundamentales de mi agenciada.

 
Así las cosas, Honorable Juez Constitucional, le ruego acceder a las súplicas de
esta acción de tutela.

1. PRUEBAS
Se aportan como pruebas documentales a la presente solicitud:

 Copia de la cédula de ciudadanía. – ___________________.


 Copia de la cédula de ciudadanía – _____________________.
 Orden Medica de 15/04/2016 especialista en neurología – Hospital Mental
Rudesindo Soto.
 

1. COMPETENCIA
En el presente asunto es competente el señor Juez de Cúcuta, teniendo en cuenta
que la vulneración de derechos se da en el lugar de territorio de competencia del
Juez, además de ser la misma localidad de habitación del demandante.

VII. DECLARACION

Manifiesto señor juez de conocimiento bajo gravedad de juramento que no he


interpuesto otra acción de tutela por los mismos hechos ante la autoridad
competente

VII. ANEXOS

Copia de la presente acción de tutela, para el archivo y juzgado junto con las
pruebas
VIII. NOTIFICACIONES

Recibo notificaciones en la ____________________________________- Cúcuta,


teléfono ___________________; o en la Avenida
________________________________________.

No. 5-49 Palacio Municipal Barrio: Centro

La entidad demandada, __________________ recibe notificaciones en la


_____________________________, Cúcuta, Norte de Santander

__________________________

Cédula de Ciudadanía N° _________________

[1] LOS  TRASTORNOS MENTALES EN LA ENFERMEDAD DE PARKINSON


(PARTE II): ASPECTOS CLÍNICOS Y TRATAMIENTOS DIFERENCIALES. –
Documento PDF.

http://www.psiquiatria.com/revistas/index.php/psiquiatriacom/article/viewFile/349/3
32/ {Consultado Ultima Vez – 26-04-2016}

[2] Cfr Corte Constitucional, Sentencia T-1024 del 10 de diciembre de 2010,


Radicado: T-2791435, Magistrado Ponente: Humberto Sierra Porto.

[3] Corte Constitucional, Sentencia T-817 del 2009, Magistrado Ponente: Nilson


Pinilla Pinilla.

[4] Cfr. “En este contexto, debe entenderse que la prestación es limitada así como
la garantía por medio de la acción de tutela, toda vez que se ampara “el derecho a
la salud en su dimensión de acceso a los servicios médicos que se requieren con
necesidad, es decir, protege la garantía básica con la que cuentan todas las
personas de tener acceso efectivo a los “servicios indispensables para conservar
su salud, cuando se encuentre comprometida gravemente su vida, su integridad,
personal o su dignidad”(…)” Corte Constitucional, Sentencia T-757 de 2010,
Magistrado Ponente: Jorge Ivan Palacio Palacio.

[5] “la jurisprudencia de la Corte Constitucional ha establecido que el amparo por


vía de tutela del derecho constitucional fundamental a la salud procede cuando se
trata de: (i) falta de reconocimiento de prestaciones incluidas en los planes
obligatorios, siempre que su negativa no se haya fundamentado en un criterio
estrictamente médico y, (ii) falta de reconocimiento de prestaciones excluidas de
los planes obligatorios, en situaciones en que pese a la necesidad de garantizarlas
de manera urgente, las personas no acceden a ellas a causa de la incapacidad
económica para asumirlas. En estos eventos, el contenido del derecho a la salud
no puede ser identificado con las prestaciones de los planes obligatorios” Ibidem.

[6] Corte Constitucional, Sentencia T-1024 del 10 de diciembre de 2010, Radicado:


T-2791435, Magistrado Ponente: Humberto Sierra Porto.

[7] Corte Constitucional, Sentencia T-266 del 2014.

 Sentencia T-383 de 2013.


[8]

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