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Los Ajolotes (Ambystoma Mexicanum)

Los Embaimas vs Macondo

30 de septiembre 2020
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Índice
Listado de abreviaturas 3
Introducción 4
Sobre la hoja de coca como medio de cambio 5
Sobre la consulta previa 9
Sobre las creencias y cosmovisión 14
Sobre la nocividad a la salud y a la fertilidad del suelo 18
Bibliografía 22
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Listado de Abreviaturas
Art. Artículo
C. Ciudadano, Ciudadana
Cn. Constitución
DDFF Derechos Fundamentales
DDHH Derechos Humanos
H. Honorable
MRM Movimiento Revolucionario Macondiano
NN.UU. Naciones Unidas
OIT Organización Internacional del Trabajo
OMS Organización Mundial de la Salud
SC Suprema Corte
TCN Tribunal Constitucional Nacional
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Introducción

En aras de la situación que acontece en el Estado macondiano se hace uso de la


intervención a la cual se incitó a participar de parte del TCN tras el recibimiento del recurso
de amparo interpuesto por la comunidad indígena de los Embaimas.
En primera instancia se toma como principal referente la vulnerabilidad notoria y
persistente en las comunidades indígenas a lo largo y ancho de América Latina. Es a través de
esta herida abierta que se le da perspectiva y enfoque prioritario a estas mismas sin dejar de
lado la participación crucial obligatoria del Estado, resaltando así el deber simbiótico entre
uno y otro, puesto que la subsistencia de los pueblos originarios depende completamente del
apoyo por parte de la Nación y esta otra se beneficia de los cuidados medioambientales,
culturales e históricos que aportan las comunidades indígenas a la sociedad.
Como antecedente al caso al que refiere se hablará también de la relación comunitaria
de los Embaimas con sus tradiciones y costumbres como lo es el arbusto de coca, su
representación espiritual y su identidad cultural conforme a su estatuto admirable de grandes
agricultores quienes aportan de manera altamente positiva al medio ambiente y a su entorno
social. Tomando en cuenta que la hoja de coca es utilitaria para las jornadas de trabajo
especialmente las horas productivas de cultivo, e incluyendo también el símbolo palpitante del
corazón de la comunidad como un regalo de la madre naturaleza.
Específicamente en miras del caso del soldado Tupac, queriendo resaltar su condición
humanitaria y por lo tanto su derecho de creencia como individuo en un Estado de supuesta
laicidad se discute la obligación del Estado a no solo respetar pero defender las religiones
minoritarias que se encuentran principalmente en las comunidades vulnerables.
El MRM notó la vulnerabilidad que tenían las zonas marginadas y en el
aprovechamiento de su distancia exacerbada conforme a la capital se hicieron de un soporte
abusivo a la situación desmejorada de la colectividad. La guerra, por definición, es amiga de
la pérdida de distintas categorías de recursos, como lo son económicos, culturales pero sobre
todo medioambientales, además de las pérdidas humanas, definiendo la batalla como enemiga
principal del desarrollo social. Ahora bien, hablando sobre la visión de narcóticos dentro de
un Estado es importante observar la perspectiva del camino que toma la industria creadora de
la decadencia humana y la contraparte, que terminaría siendo la lucha de defensa contra este
sistema. Finalmente la ineficiencia de las partes, del Estado por proteger a los suyos, y del
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MRM al abusar de las comunidades vulnerables y contribuir al debilitamiento de los


diferentes sectores macondianos.
El caso sometido a análisis por parte del ente universitario refiere, inicialmente a la
violación de los derechos fundamentales de salud, ignorando los constantes informes de la
Secretaría para Pueblos Indígenas de la oficina del Ombudsman, señalando la severa situación
en la que se encuentran los niños, niñas y adolescentes de la comunidad de los Embaimas,
esto debido a la endeble situación que existe en el tópico de la sanidad y el acceso a agua
potable, ocasionando una alta tasa en la mortandad en edades tempranas dentro de la
comunidad; al sano medio ambiente arrojar herbicidas sobre los cultivos de la comunidad, al
punto que han tenido que trasladar de urgencia a la lideresa de la comunidad, Maláca; a una
consulta previa para tratar el asunto de los herbicidas antes de rociarlos; al respeto, cuidado y
protección de la cultura, religión y bienes de la comunidad, pues la hoja de coca es de suma
importancia para los Embaimas; y finalmente el problema de objeción de conciencia del
militar Tupac, quien se negó a arrancar

Sobre la hoja de coca como medio de cambio.

La República Independiente de Macondo es reconocida como un Estado laico en el


que, como en la generalidad de América Latina, destaca la religión católica. Sin embargo,
teniendo en cuenta la coexistencia de 115 pueblos indígenas, la Carta Política busca garantizar
la libertad de cultos presentes a lo largo de toda la Nación. En este caso en particular se tendrá
un enfoque personal a la comunidad de los Embaimas, que tiene como principal característica
la rendición de culto a los cosmos, dioses y antepasados.

Como ya se mencionó anteriormente, esta comunidad además se reconoce por destacar


en la agricultura, esto formando la identidad cultural que se relaciona con la creencia de que a
través de la madre naturaleza se revelan los astros. La planta en cuestión se trata de la hoja de
coca, la cual es una de las primeras en ser plantadas en la comunidad y la que obtuvo un
mayor nivel de importancia en la misma por su papel como herramienta en la cotidianidad de
los pobladores.
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El uso de la hoja de coca como medio de cambio para obtener bienes y servicios
comenzó en agosto de 2016 con el interés del MRM en ella junto con la necesidad de los
Embaimas de obtener medicamentos e insumos para subsistencia de la comunidad causada
principalmente el posicionamiento geográfico en el que se encuentra, puesto que ocho meses
al año sufre de obstáculos naturales, principalmente inundaciones, que traen consigo
consecuencias económicas, ya que no es posible comerciar por la falta de transporte, y
extrema vulnerabilidad a diferentes sectores de la población, especialmente el sector salud. La
grave situación de sanidad, servicios médicos limitados e insuficiente acceso a agua potable a
niños, niñas y adolescentes trae consigo una alta tasa de mortalidad en edades tempranas.

El término coca deriva del quechua «kuka» o «koka», comienza con «ku» o «ko» que
significa la parte principal de algo y se complementa con «ka» o «kau», que da vida, vigorosa
y fuerte. La evidencia de la existencia de la hoja de coca data desde hace más de 4,000 años
en las costas peruanas. En Colombia, la forma común de consumo consiste en mantener las
hojas de coca en la boca, enteras o molidas, por algunas horas. Esta forma de consumo tiene
evidencia de causar una transferencia de calor reducida de la contracción de los músculos a la
piel y de la piel al ambiente, facilitando las jornadas de trabajo en la selva y en puntos
geográficos con temperaturas complicadas.

Autores europeos como Nicolás de Monarnes (1695), Unanueen (1794) y Paolo


Mantegazza (1794) comenzaron a promover el uso de la hoja de coca con investigaciones
desde diferentes puntos de vista, como enfoque en sus propiedades medicinales, cualidades
psicoativas y facultades terapéuticas. Gracias a estos estudios, se descubrieron y comprobaron
otras formas de uso; un ejemplo es la anestesia raquídea. Años después, aislando el principio
activo de ellas, nace la denominación de la cocaína, la cual es la principal razón por la que el
uso de la hoja de coca tiene una gran estigmatización a lo largo de toda América Latina, sin
embargo, esta misma ha creado un movimiento social que busca un cambio en esta misma por
medio de la promoción de su uso medicinal.

Investigadores del Instituto Interregional de las NN.UU. y la OMS ejecutaron el


Proyecto Cocaína desde 1900 hasta 2017, donde se definieron los atributos de las hojas de
coca como los siguientes:
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● Mejora la productividad en el trabajo manual e intelectual ya que funciona como un


suave energizante.
● Trata enfermedades culturales y problemas cotidianos en la salud como cefalea, dolor
estomacal y reumático.
● Mejora el rendimiento para problemas de salud mental como estrés, depresión y
agotamiento.
● Fuente de micronutrientes y vitaminas (A, B1, B2 y C).
● Facilita las relaciones sociales y la solidaridad en comunidad.
● Instrumento religioso de la trascendencia espiritual.
● Enlace con la naturaleza.

Estas atribuciones les permiten a las comunidades indígenas soportar tareas pesadas en
los campos, además de que se probó que la masticación diaria de 100 gramos de hoja de coca
logra satisfacer la ración alimentaria y 60 gramos cubre la necesidad del cuerpo de calcio. Los
avances en investigación respecto a las hojas de coca no han avanzado como deberían ya que
han acuñado erróneamente el término de estupefaciente.

Para la respuesta de la interrogante se tuvo como base al Convenio 169 de la OIT, el


Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales 1976 y la Declaración de
las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, de los cuales se enfatizó en
los arts. siguientes:

Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas

Artículo 31. 1. Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener, controlar, proteger y
desarrollar su patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales, sus expresiones
culturales tradicionales y las manifestaciones de sus ciencias, tecnologías y culturas,
comprendidos los recursos humanos y genéticos, las semillas, las medicinas, el
conocimiento de las propiedades de la fauna y la flora, las tradiciones orales, las
literaturas, los diseños, los deportes y juegos tradicionales, y las artes visuales e
interpretativas. También tienen derecho a mantener, controlar, proteger y desarrollar su
propiedad intelectual de dicho patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales y
sus expresiones culturales tradicionales
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Art. 32. 1. “Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar y elaborar las
prioridades y estrategias para el desarrollo o la utilización de sus tierras o territorios y otros
recursos.”

La mención de los arts. 31.1 y 32.1 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas tiene como objeto reconocer a la comunidad como la
encargada de la toma de decisiones sobre el territorio y la utilización de las tierras. Las hojas
de coca forman un papel crucial en la economía en el desarrollo de la Nación Macondiana, a
pesar de tener la misma importancia en la religión.

Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales 1976

Art. 7. Derecho a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo. Establece el


salario mínimo y el goce del mismo salario por trabajo igual; medidas de seguridad e
higiene; igualdad de oportunidades en promociones por capacidad y tiempo de
servicio; el límite del horario laboral y la remuneración de días festivos, entre otras.

Art. 12. Derecho al más alto nivel posible de salud. Establece la obligación de adoptar
medidas para reducir la mortinatalidad y la mortalidad infantil; asegurar el sano
desarrollo de los niños; mejorar la higiene del trabajo y del medio ambiente; prevenir
y tratar enfermedades epidémicas, endémicas y profesionales, así como asegurar la
asistencia médica a todos.

La mención de los arts. 7 y 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos,


Sociales y Culturales recuerda la existencia de los derechos a condiciones dignas de trabajo y
al más alto nivel posible de salud, los cuales serían violados si la comunidad se viera en la
necesidad de prohibir la hoja de coca como medio de cambio con razón de no perder su
reconocimiento como planta sagrada, la comercialización de ella ha sido con el objetivo de
cubrir las necesidades del sector salud que el Estado ha fallado cubrir, además de que su uso
ayuda a la República a facilitar e incrementar el desempeño de los trabajadores.

Todas las atribuciones de la hoja de coca junto con las aportaciones económicas y
sociales de la comercialización de ella en el Estado de Macondo, demuestran que su papel en
la comunidad es mucho más que solo religioso.
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Convenio 169 de la OIT

Art. 2.1. Los gobiernos deberán asumir la responsabilidad de desarrollar, con la


participación de los pueblos interesados, una acción coordinada y sistemática con
miras a proteger los derechos de esos pueblos y a garantizar el respeto de su
integridad.

Art. 31. 1. Deberá reconocerse a los pueblos interesados el derecho de propiedad y de


posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan. Además, en los casos
apropiados, deberán tomarse medidas para salvaguardar el derecho 36 I Convenio No
169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes de los pueblos
interesados a utilizar tierras que no estén exclusivamente ocupadas por ellos, pero a las
que hayan tenido tradicionalmente acceso para sus actividades tradicionales y de
subsistencia. A este respecto, deberá prestarse particular atención a la situación de los
pueblos nómadas y de los agricultores itinerantes.

El art. 2, fracción 1 del Convenio 169 de la OIT busca recordar que el Estado
Macondiano tiene la responsabilidad de desarrollar un plan a nivel gubernamental que
garantice el cumplimiento de los derechos de la comunidad, resaltando en los derechos dentro
de los arts. anteriormente mencionados dadas las circunstancias y necesidades en las que se
encuentra Macondo.

Todas las atribuciones de la hoja de coca junto con las aportaciones económicas y
sociales de la comercialización de ella en el Estado de Macondo, demuestran que su papel en
la comunidad es mucho más que solo religioso, es decir, el uso de la planta de la hoja de coca
como medio de cambio es uno de los muchos usos que se le da en la comunidad. Sin
embargo, es necesario establecer su valor equivalente a moneda para evitar malentendidos en
el futuro y aprovechamiento de la vulnerabilidad de la Nación.

Sobre la consulta previa

El mecanismo de consulta previa es un derecho de los Embaimas estipulado en los


diversos documentos de índole internacional que tienen como objetivo la protección de la
cultura, identidad, tradiciones y la integridad de los pueblos tribales y evitar de esta manera
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decisiones que puedan afectarles; es la forma de diálogo existente entre el Estado y la


comunidad con el fin erradicando las decisiones unilaterales que pueden perjudicarlos de
manera directa o indirecta.
La omisión de la consulta previa resulta totalmente violatorio a los DD.HH. y
fundamentales de la comunidad Embaima. Como un notorio antecedente podemos señalar un
ejemplo en el Juicio de Amparo 1144/2019 del Estado mexicano, donde se demandó el
amparo y protección de la Justicia Federal contra las autoridades, la H. Cámara de Diputados;
H. Cámara de Senadores y el H. Congreso de la Unión ante la omisión absoluta del Poder
Legislativo Federal de crear la Ley General de la Consulta, Previa, Libre, Informada,
adecuada culturalmente y de Buena Fe, reclamando:

Las consecuencias de las omisiones que se traducen en afectaciones al ejercicio de los


derechos indígenas de los integrantes de los pueblos indígenas de México pues todas
las leyes que el legislativo federal ha elaborado desde 2001 hasta la fecha y todas las
decisiones administrativas del Ejecutivo Federal se han realizado sin escuchar las
opiniones de los pueblos y comunidades indígenas a través de las consultas.

siendo amparada finalmente “por la omisión legislativa del Congreso de la Unión,


conformado por las Cámaras de Diputados y Senadores, con sede en la Ciudad de México,
para emitir la ley que reglamente la consulta previa, libre, informada y de buena fe”,
esclareciendo específicamente que es “con base en la obligación que deriva del art. 6 del
Convenio 169 de la OIT”. Con este caso del Estado mexicano es notoria la violación a los
DD.HH. ejercida a la comunidad Embaima al disponer de una ley en su Cn., además de la
obligación adquirida por parte del Convenio 169 de la OIT que demanda la ejecución de una
consulta previa a las comunidades.

El Estado de Macondo, al formar parte del Convenio 169 de la OIT, está obligado a
promover y asegurar el cumplimiento de los arts. establecidos en el mismo; en este caso
particular se hace referencia al art. 6º, punto 1, inciso a, donde se menciona: “consultar a los
pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a través de sus
instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas
susceptibles de afectarles directamente”. Al tomar una decisión unilateral en cuanto al rocío
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de los herbicidas, se está violando directamente al art. mencionado. Además de aquellos arts.
violados, se encuentran más violaciones a otros arts. y principios de tratados internacionales,
acuerdos, pactos, convenios y declaraciones a las que pertenece Macondo, tales como:
El art. 7º del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación
Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, que
declara que “cada Parte deberá asegurar el derecho de participación del público y, para ello, se
compromete a implementar una participación abierta e inclusiva en los procesos de toma de
decisiones ambientales, sobre la base de los marcos normativos interno e internacional”;
El principio 10º de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo,
donde “… toda persona deberá tener … la oportunidad de participar en los procesos de
adopción de decisiones. Los Estados deberán facilitar y fomentar la sensibilización y la
participación de la población…”;
El art. 19º de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas, que establece que “los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con
los pueblos indígenas … antes de adoptar y aplicar medidas legislativas o administrativas que
los afecten, a fin de obtener su consentimiento libre, previo e informado”;
El art. 38º de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas: “Los Estados, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas, adoptarán las
medidas apropiadas, incluidas medidas legislativas, para alcanzar los fines de la presente
Declaración”;
Y finalmente el art. 2º del Convenio Núm. 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y
Tribales, que decreta que “los gobiernos deberán asumir la responsabilidad de desarrollar, con
la participación de los pueblos interesados, una acción coordinada y sistemática con miras a
proteger los derechos de esos pueblos y a garantizar el respeto de su integridad”.
Cabe declarar que los Embaimas no están lucrando con la hoja, están intentando
obtener el mínimo vital que el Estado estaría obligado a asegurar y no hace; teniendo así que
recurrir a otros medios para su subsistencia, realizando un trueque de hoja de coca a cambio
de los insumos necesarios para su bienestar. El verdadero problema surge cuando el Estado no
es capaz de afianzar los derechos de la comunidad Embaima, y busca eliminar los arbustos de
coca, alegando que se está buscando erradicar el problema del narcotráfico, pues son los
Embaimas quienes realizan el intercambio de la materia prima del clorhidrato de cocaína con
el MRM, destruyendo el patrimonio cultural del pueblo, la fertilidad del suelo, el único bien
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que tienen para obtener recursos, los demás cultivos que tienen en la zona y además
desatendiendo los problemas que ya han sido reportados por la comunidad ante las
autoridades correspondientes.
En primera instancia el Estado ya violó el derecho de consulta previa que tenían los
Embaimas, otorgado en los diversos tratados internacionales firmados por Macondo expuestos
previamente; pero además sigue violando varios otros arts. de los tratados; en el tópico de la
salud y el medio ambiente sano está el art. 4º del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la
Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en
América Latina y el Caribe, donde “cada Parte garantizará el derecho de toda persona a vivir
en un medio ambiente sano, así como cualquier otro derecho humano universalmente
reconocido que esté relacionado con el presente Acuerdo”;
Principio 1 de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo: “los
seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo
sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza”.
En cuanto a la vida digna encontramos arts. como el 25º de la Declaración Universal
de los DD.HH.: “… derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su
familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la
asistencia médica y los servicios sociales necesarios”;
El art. 12º del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales:
“los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al disfrute del
más alto nivel posible de salud física y mental”, con especial énfasis en el número 2, fracción
a, que busca “la reducción de la mortinatalidad y de la mortalidad infantil, y el sano desarrollo
de los niños”, recordando que se expuso el hecho que la tasa de mortalidad infantil se ha
elevado radicalmente por el complejo acceso a agua potable y saneamiento y la fracción d,
con “la creación de condiciones que aseguren a todos asistencia médica y servicios médicos
en caso de enfermedad”, que también es importante mencionar que deben existir
circunstancias extraordinarias para garantizar este derecho a los miembros de la comunidad
Embaima; como mejor ilustración está la visita de urgencia de Malaca a un hospital capitalino
después de la constante exposición al herbicida;
Y el art. 29 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Pueblos Indígenas, en
el primer y segundo punto, teniendo derecho a la “conservación y protección del medio
ambiente y de la capacidad productiva de sus tierras o territorios y recursos. Los Estados
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deberán establecer y ejecutar programas de asistencia a los pueblos indígenas para asegurar
esa conservación y protección, sin discriminación”, y para findes de esto, “los Estados
adoptarán medidas eficaces para asegurar que no se almacenen ni eliminen materiales
peligrosos en las tierras o territorios de los pueblos indígenas sin su consentimiento libre,
previo e informado”.
El Estado no puede someter a una consulta si son ellos mismos quienes no están
protegiendo el derecho del mínimo vital. Es importante destacar que el art. 53º Constitucional
manifiesta que “corresponde a la Nación demarcar, titular y proteger el territorio ancestral y
comunitario indígena, así como los demás bienes que integran su patrimonio cultural y
tradicional”, esto teniendo como antecedente que la hoja de coca es un elemento totalmente
arraigado a su cultura y que los acompañó desde sus orígenes, adicional a su uso para soportar
los extensos horarios laborales y la exhaustividad en la que se someten; ahora tomando en
cuenta el art. mencionado, el Estado en su propia Cn. establece que es de su competencia
proteger el territorio indígena, así como su patrimonio; ¿por qué debería realizarse una
consulta para rociar herbicidas, alegando que se busca erradicar un cultivo que contribuye a la
industria del narcotráfico, si el Estado no cumple las obligaciones marcadas en su propia Cn.
y todos los Tratados Internacionales de los que es parte?
Ya mencionados los arts. que protegen su derecho a la salud y a un entorno sano;
encontramos además violación a otros arts. que velan por la protección a las costumbres de
los pueblos, sus recursos, territorios y bienes, como lo estipula:
El art. 5º de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Pueblos Indígenas,
debiendo “reconocerse y protegerse los valores y prácticas sociales, culturales, religiosos y
espirituales propios de dichos pueblos y deberá tomarse debidamente en consideración la
índole de los problemas que se les plantean tanto colectiva como individualmente”;
El art. 8º del Convenio No 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países
Independientes: “Al aplicar la legislación nacional a los pueblos interesados deberán tomarse
debidamente en consideración sus costumbres o su derecho consuetudinario. Dichos pueblos
deberán tener el derecho de conservar sus costumbres …”;
Y el art. 15º del mismo Convenio: “Los derechos de los pueblos interesados a los
recursos naturales existentes en sus tierras deberán protegerse especialmente. Estos derechos
comprenden el derecho de esos pueblos a participar en la utilización, administración y
conservación de dichos recursos”.;
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Asimismo, el art. 1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y


Culturales establece claramente que “Para el logro de sus fines, todos los pueblos pueden
disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales, ... En ningún caso podrá privarse a
un pueblo de sus propios medios de subsistencia”; y se ha declarado que a los Embaimas se le
ha quitado la planta de coca, uno de sus únicos medios de subsistencia.
Por último, se hace mención al art. 3º, número 1, inciso a, punto ii, donde se encuentra
que es ilegal “el cultivo de la adormidera, el arbusto de coca o la planta de cannabis con
objeto de producir estupefacientes”, y se hace la declaración pertinente que los Embaimas no
cultivan la mata para elaborar narcóticos, por lo que no hay ilicitud frente a la Convención de
las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas.
Finalmente se asevera que aún en la búsqueda de erradicar el arbusto de coca no debe
llegarse al extremo de rociar los herbicidas, se está dañando a toda la comunidad, desde daños
directos a la salud de los habitantes a la exposición prolongada de los herbicidas, así como
indirectos al dañar los demás cultivos que se encuentran en la zona, el agua (que de primera
instancia no era apta para el consumo humano); y arrebatando el único sustento que tienen
para la supervivencia del pueblo, el elemento que tenían para poder obtener los insumos que
no ha garantizado el Estado.

Sobre las creencias y cosmovisión

Cosmovisión es la forma individual de interpretar el mundo, las creencias son los


principios ideológicos y objetar de conciencia es oponerse a seguir una orden por razones de
principios, ideas, creencias. También, es un derecho.

Primero, se mencionan los siguientes arts.;

Art. 2. Supremacía Constitucional. La Cn. es la ley suprema de la República. Los


derechos y garantías constitucionales vinculan a todos los poderes del Estado como
derecho directamente aplicable.

La interpretación que de la norma fundamental hagan la SC y el TCN, en el ejercicio


de la función de administrar justicia, es derecho para todos los efectos;
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Art. 115. Tratados Internacionales. Los tratados internacionales sobre DD.HH.


ratificados por el Estado y que prohíben su limitación en estados de sitio, tienen rango
constitucional. En todo caso, las normas en esta Carta consagradas deberán
interpretarse de manera armónica y coherente con los compromisos internacionales
asumidos por el Estado macondiano. El principio pro personae definirá las tensiones
normativas que resultarán de su aplicación;

Arts. 78. Marco normativo judicial. Los jueces en sus decisiones están sometidos al
imperio de la Cn., el precedente judicial y la ley. En caso de contradicción entre una
disposición constitucional y otra norma jurídica, prevalecerá la constitucional. La
costumbre, los principios generales del derecho y la equidad serán criterios
hermenéuticos supletorios;

Art. 53. Territorio ancestral y comunitario indígena. La República reconoce el


dominio ancestral de los pueblos indígenas sobre el territorio tradicionalmente
habitado. El territorio indígena es inalienable, indisponible e imprescriptible;

Art. 225. Régimen de las fuerzas militares macondianas. El militar debe tener siempre
presente que es cuestión de dignidad y ética profesional no incurrir en hechos que lo
desprestigian ante la institución militar y la sociedad. Por tanto, considerará que es un
asunto de verdadero compromiso el evitar pacíficamente, la comisión de actos que
desdigan de su condición profesional y lo hagan merecedor de medidas disciplinarias;
el valor, la buena fe, la rectitud y el decoro constituyen las más altas virtudes para el
personal militar en situación de actividad de las Fuerzas Militares de la República
Independiente de Macondo. En este sentido, no puede ser militar el cobarde, el que
carezca de dignidad, pundonor y el de la relajada conducta pues mal puede ser
guardián de la libertad, honra o dependencia de su patria, quien tema al sacrificio y
ultraje sus armas con fines vicios.

Como en cualquier situación, los DDHH están sobre todo. Aún más si estos son
protegidos por la ley suprema, la cual es la Cn., donde se cuidan y protegen en todo sentido
los derechos fundamentales de los habitantes del lugar de referencia.
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Como bien se menciona, dentro de los derechos fundamentales internacionales, uno de


los principales es la no discriminación. En este sentido, la postura va hacia que este mismo se
es dañado al no respetar que un militar prefiera sus creencias y cosmovisión. Hablando de la
problemática que vive Tupac en su país. Al no respetarse, está en toda su libertad el exponer
su caso y buscar la defensa y ayuda necesaria para que su cargo como militar no le sea
removido.

¿Cómo es que el Estado no va a proteger a un habitante de una injusticia? Al final, es


el fin que se tiene; proteger a todas y todos de las injusticias que pueden llegarse a presentar y
buscar la forma de que no se vean perjudicados.

Las creencias se deben respetar. Es parecido a la común discusión de que a las


personas con distinta orientación sexual a la heterosexual, no se le pueden negar sus derechos
fundamentales por preferir distinto. No se cuida ni respeta la libertad.

En este caso en concreto, no pueden permitir que en la milicia se discrimine por creer
distinto. No podemos juzgar por qué para uno de sus militares es importante la hoja de
cocaína. Al final, su educación y vivencia fue rendirle culto y respetarla. Agradeciéndole a la
madre naturaleza por brindarsela a él y su comunidad indígena. El no cuidar todo lo ya
mencionado, sería vivir un retroceso enorme de los DD.HH. y de todo lo que se ha venido
trabajando a lo largo de los años.

En el caso de Tupac, para el agente acusador resulta poco creíble que un integrante de
los Embaimas alegue que erradicar cultivos de hoja de coca atente contra sus principios y
cosmovisión, sabiendo que esta comunidad se ha dedicado a fortalecer las redes del
narcotráfico. También tomando en cuenta que una de las luchas más importantes para los
militares es la que va contra el narcotráfico.

Pero parece un argumento muy poco relevante, ya que independientemente de que


Maláca (líder principal de los Embaimas) haya aceptado el cultivo de la hoja de coca, a
cambio de los servicios que el Estado no le brinda a la comunidad, no quiere decir que Tupac
esté o no de acuerdo con esto. Son temas separados y no están en lo más mínimo ligados, lo
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que su comunidad haga por necesidad, no lo define. Al final, es parte de su educación y


tradición.

Al contrario, el Estado debería poner más atención ante la problemática real, que es
toda la red que se hizo gracias a la necesidad y cómo se puede solucionar. No quitarle un
puesto a una persona que no ha hecho nada más que intentar proteger a su país.

¿En verdad la desobediencia lo define como militar? Se debe poner sobre la mesa el
esfuerzo que hizo para poder llegar ahí, los sacrificios que tuvo con tal de poder ser militar. Al
final, también deben de dar crédito al hecho de que su «desobediencia» no fue de mala fe que
se menciona explícitamente en uno de los arts. mencionados;

… El militar debe tener siempre presente que es cuestión de dignidad y ética


profesional no incurrir en hechos que lo desprestigian ante la institución militar y la
sociedad. Por tanto, considerará que es un asunto de verdadero compromiso el evitar
pacíficamente, la comisión de actos que desdigan de su condición profesional y lo
hagan merecedor de medidas disciplinarias; el valor, la buena fe, la rectitud y el
decoro constituyen las más altas virtudes para el personal militar.

No actuó de mala fe, ni se rehusó a ir a la guerra o a cumplir un deber que desde el inicio sabe
que es su responsabilidad. Simplemente respetó su cosmovisión.

Se debe poner a pensar en que también, está muy claro y estipulado que la lucha del
ejército va en contra de los narcotraficantes, eso es con lo que quiere terminar. No hacer
guerra interna (que también es injusta) contra una comunidad que lo único que busca es
sobrevivir. Las problemáticas se arrancan de raíz, no debería haber distracción del verdadero
enemigo y real objetivo. Se considera que habla más de la poca ética, moral y empatía el
hecho de perjudicar (sabiéndolo) a una comunidad de su país. A los que deberían proteger.

El derecho de objeción de conciencia es humano, fundamental. Está protegido por las


leyes superiores y se debe no sólo respetar, sino procurar. ¿Cómo quedaría el Estado al no
hacerlo? De esa preocupación de retroceso se habla. No es moral, justo y mucho menos
permisible.
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En conclusión, puede un militar activo del ejército nacional, objetar de conciencia al


momento de tener que emprender misión de erradicación de cultivos alegando que esta va en
contra de sus creencias y cosmovisión. Está en sus derechos fundamentales y en su libertad
como persona. Que no se olvide que independiente de ser un militar, es una persona y c. de
Macondo.

Sobre la nocividad a la salud y a la fertilidad del suelo

En primera instancia, se comenta la relación existente dentro de la comunidad con sus


tierras y territorio y estas a su vez la relación que llevan con su sustento, siendo las llevaderas
de la fertilidad en el suelo que más tarde se convierte en alimento; contribuyendo también a la
salud del colectivo y su bienestar. Es entonces cuando surge la pregunta sobre la licitud en los
proyectos de erradicación del uso ilícito de la hoja de coca como lo es el uso de herbicidas en
los territorios indígenas.

Es basado en los derechos fundamentales donde se quiere comenzar a visualizar los


efectos y consecuencias de las acciones tomadas por parte del Estado, las cuales se mencionan
una vez más con afán de tomar curso dentro de la perspectiva de visión de los tratados
internacionales firmados por este mismo, estos respaldando y resaltando las incidencias
durante la toma y planificación de las acciones para la erradicación de la hoja de coca,
accidentalmente perjudicando de manera permanente el sustento de la comunidad indígena de
las Embaimas.

Aquellos derechos fundamentales en los que se basará la respuesta a la cuarta pregunta


será el derecho a la salud y al medioambiente sano, siendo estos no sólo precisos para la
colectividad, pero particularmente esenciales en aquellas comunidades vulnerables y aisladas
de la capital de su Nación como lo es la comunidad indígena a la que se refiere.

Recalcando por otra parte convenios tales como el Convenio 169 de la OIT 1989, la
Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas aprobada el 13
de septiembre de 2007 por la Asamblea General, la Convención de las Naciones Unidas
contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas 1988, Declaración de Río
1992 y el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) 1992.
19

Sirviéndose del art. cuarto, en el apartado primero que discute la política general del
Convenio de la OIT el cual refiere a las medidas especiales que deberá tomar el Estado de
Macondo en las preservaciones de los pueblos interesados, igualmente destaca el efecto
prioritario que se responsabiliza observar como parte del desarrollo social en el que se
unifican toda colectividad y por las cuales se velan tanto materias de salud como de medio
ambiente, esta última siendo clara en la presentación del art. 7 del mismo y por el cual se cita
parte:

Artículo 7

2. El mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo y del nivel de salud y


educación de los pueblos interesados, con su participación y cooperación, deberá ser
prioritario en los planes de desarrollo económico global de las regiones donde habitan.
[…]

4. Los gobiernos deberán tomar medidas, en cooperación con los pueblos interesados,
para proteger y preservar el medio ambiente de los territorios que habitan.

Ahora bien, no sólo se discute la supuesta intención que deberá tener el Estado
conforme a sus planes de desarrollo, pero también se habla de la toma de medidas, fuera de
cualquier otra visualización al campo de mejora en el interés de la conservación de los
ecosistemas ya existentes, entendiendo también al conocimiento por parte de las Embaimas
como el más antiguo en la materia de su territorio, convirtiéndose estos en los expertos de la
zona y siendo los más aptos para la opinión en cuanto a su preservación.

Aludiendo también a la intencionalidad representada por varios países en América


Latina como lo es en tribunales en Colombia, la India, Sudáfrica y Canadá dentro del proceso
de justicia dialógica que hace guiño a la representación histórica compuesta por los eruditos
del tema y la fuerza del pueblo representada en el poder legislativo de este.

Por otro lado, haciendo contraste con la Convención de las Naciones Unidas contra el
Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas 1988, quienes aportarán a la
discusión del método ideal contra la lucha del uso ilícito del arbusto de coca. Conforme a la
temática se menciona en el art. 14:
20

2. Cada una de las Partes adoptará medidas adecuadas para evitar el cultivo ilícito de
las plantas que contengan estupefacientes o sustancias sicotrópicas, tales como las
plantas de adormidera, los arbustos de coca y las plantas de cannabis, así como para
erradicar aquellas que se cultiven ilícitamente en su territorio. Las medidas que se
adopten deberán respetar los derechos humanos y fundamentales y tendrán
debidamente en cuenta los usos tradicionales lícitos, donde al respecto exista la
evidencia histórica, así como la protección del medio ambiente.

Ya adentrado en el ámbito ambiental participa la mención a la Declaración de Río


1992 por la cual se fomenta con sus principios las continuaciones a la discusión
medioambiental, si bien en el principio 10 y 17 se hace la doble mención de la necesidad de la
participación ciudadana y la evaluación de impacto ambiental requerida en cualquier
preparación para actividades propuestas, y estas a su vez atenerse a las autoridades
competentes, quienes en este caso por tratarse de materia relevante a nivel Nación se le
adjudica a su misma resolución y seguimiento del suceso. E incluso se hace notar en el
primero de estos principios la responsabilidad por parte de las autoridades a ofrecer la
información necesaria y alentar el desarrollo de la personalidad jurídica.

Lo anterior tomando soporte con el Convenio de la OIT en su categoría II: Tierras,


donde se aplica, en el comprendido del aspecto colectivo relación comunidad-valor espiritual,
por supuesto validando sus recursos de tierra y territorio. Aquello que se cita en protección
especial e inalienable: “Artículo 15 Los derechos de los pueblos interesados a los recursos
naturales existentes en sus tierras deberán protegerse especialmente. Estos derechos
comprenden el derecho de esos pueblos a participar en la utilización, administración y
conservación de dichos recursos.”

Visto desde otra perspectiva, la salud, se menciona en el art. 24 de la Declaración de


Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas aprobada el 13 de septiembre de
2007 por la Asamblea General, adoptada por la resolución 61/295 donde claramente menciona
el derecho indígena a mantener sus prácticas de salud, particularmente aludiendo a la
conservación de sus plantas medicinales y su derecho al acceso a todos los servicios de salud,
igualitarios al resto de la sociedad conformante del Estado.
21

Es por aquí que se observan tres vías de acceso por donde la Nación deja de hacer
valer estas legalidades. Por el primer lado se falta en la ayuda para la conservación de la
planta medicinal principal de las Embaimas, adicional a ello existe la deficiencia del Estado
por brindar las atenciones de salud requeridas por la comunidad y finalmente, el tema que
atañe en respuesta al suelo del que se consume, siendo este dañado irreparablemente por los
herbicidas, tierra que más tarde podría haber sido de utilidad en la obtención de sustento tal
como el maíz.

Mientras que en el art. antes mencionado se hace presente la idea del Estado aportando
de manera progresiva la situación hace claro el retroceso para alcanzar la meta del apoyo
equitativo.

Finalmente, citando en aras de esclarecer la opinión del procedimiento a la


consecuencia causada se cita, de la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los
pueblos indígenas aprobada el 13 de septiembre de 2007 el Art. 11:

1. Los Estados proporcionarán reparación por medio de mecanismos eficaces, que


podrán incluir la restitución, establecidos conjuntamente con los pueblos indígenas,
respecto de los bienes culturales, intelectuales, religiosos y espirituales de que hayan
sido privados sin su consentimiento libre, previo e informado o en violación de sus
leyes, tradiciones y costumbres.

Esclareciendo la opinión definitiva se hace resonar el último art. citado, por el cual
queda claro el paso a tomar por parte del Estado en su resarcimiento por las acciones
equívocas que fueron tomadas, aún cuando la intención era ayudar al bien común y en la
extensa lucha contra el narcotráfico en el país. Mencionando también a la Sociedad
Internacional para la Restauración Ecológica quienes respaldan la restauración ecológica
como un medio para mejorar la conservación de la biodiversidad, mejorar los medios de vida
del hombre, facultar a los pueblos locales y mejorar la productividad de un ecosistema, es así
como la comunidad puede renovar oportunidades económicas, reanudar prácticas culturales
tradicionales y reenfocar las aspiraciones de la comunidad.
22

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23

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