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El sexo es creación de Dios. Fue idea de Dios crear personas tanto masculinas como
femeninas, y unirlas por medio del sexo (Génesis 2:24). Tanto el hombre como la mujer
son creados con deseo sexual.
El sexo es bueno. El sexo fue parte de la buena creación de Dios (Génesis 1:31). El sexo
está diseñado para proveer placer y satisfacción (Cantares 4:10). Tanto al hombre como a
la mujer se les ha dado el regalo de poder experimentar el placer y el disfrute dentro del
matrimonio. Esto enriquece y profundiza la relación de amor de la pareja. Sin embargo, en
algunas culturas no se espera que la mujer obtenga placer de las relaciones sexuales.
El sexo está diseñado para el matrimonio. El propósito de Dios para los seres humanos es
que los hombres y las mujeres deben experimentar una relación de toda la vida, de
fidelidad, permanente y responsable. Estas condiciones se satisfacen dentro del contexto
del matrimonio. Es ahí donde Dios bendice y aprueba esta unión. En Génesis 1:28 el
mandamiento ‘sean fructíferos y multiplíquense’ se obedece por medio de la
relación sexual.
¿Qué dice nuestra sociedad sobre el sexo? ¿Cómo este versículo desafía estas
creencias?
¿Qué mensajes da la iglesia a la gente sobre el sexo?
Cada vez más personas están viviendo vidas lejos del plan de Dios. Nosotros podemos
mostrarles a las personas el plan de Dios para la sexualidad, el matrimonio y la familia.
Sin embargo, no debemos perder la actitud compasiva de Jesús. Él nos mostró cómo vivir
por medio de su ejemplo. Él mostró amor y gracia a la mujer culpable de adulterio al decir:
‘Yo no te condeno’. Él desafíó las actitudes de crítica de las personas. Criticar y
discriminar a los demás también es un pecado. Luego Jesús utiliza su autoridad para
decirle a la mujer: ‘Vete y no peques más’. Al igual que la iglesia nosotros debemos
mostrar gracia, pero no debemos quedarnos callados cuando se trata de la justicia. No se
trata de condenar. Justicia significa desafiar prácticas y actitudes tradicionales dañinas,
para asegurar que toda persona sea valorada a la imagen de Dios.
pornografía
Descripción o representación de escenas de actividad sexual.
INMORALIDAD
La inmoralidad es la violación de leyes, normas o estándares morales. Se refiere a un agente
que hace o piensa algo que sabe o cree que está mal. La inmoralidad se aplica normalmente
a personas o acciones, o en un sentido más amplio,
SINONIMOS
Indecencia deshonestidad obscenidad impudicia iniquidad injusticia
¿Que qué es la moral?
La moral es un conjunto de normas, valores y creencias existentes y aceptadas
en una sociedad que sirven de modelo de conducta y valoración para establecer
lo que está bien o está mal. ... De un modo coloquial y
genérico, moral indica que algo es correcto, aceptable o bueno en relación a la
conducta de la persona.
La sexualidad es un diseño de Dios. Sólo Él puede definir los parámetros para su uso. La
Biblia es clara en cuanto a que el sexo fue creado para ser disfrutado entre un hombre y
una mujer que están en un pacto matrimonial hasta que uno de ellos muera (Mateo 19:6).
La sexualidad es el sagrado regalo de bodas de Dios a los seres humanos. Cualquier
expresión de la misma fuera de esos parámetros constituye un abuso del don de Dios. El
abuso es el uso de personas o cosas de maneras que no fueron diseñadas para ser usadas.
La Biblia llama a esto pecado. El adulterio, el sexo prematrimonial, la pornografía y las
relaciones homosexuales están fuera del diseño de Dios, y esto los convierte en pecado.
Las siguientes son algunas objeciones comunes a los mandatos de Dios contra la
inmoralidad sexual:
2. Los tiempos han cambiado, y lo que era malo en los tiempos bíblicos ya no se considera
pecado. La mayoría de los pasajes que condenan la inmoralidad sexual también incluyen
pecados como la codicia, la lujuria, el robo, etc. (1 Corintios 6:9-10; Gálatas 5:19-21). No
tenemos problema en entender que estas otras cosas siguen siendo pecado. El carácter de
Dios no cambia con la opinión de la cultura (Malaquías 3:6; Números 23:19; Hebreos 13:8).
3. Estamos casados a los ojos de Dios. Este argumento implica que Dios es bizco. La falacia
de esta idea es que el Dios que creó el matrimonio en primer lugar se retractaría de Su
propio mandato para acomodar lo que Él ha llamado pecado. Dios declaró que el
matrimonio es un hombre y una mujer unidos de por vida (Marcos 10:6-9). A menudo, la
Biblia utiliza la imagen de una boda y un pacto matrimonial como metáfora para enseñar
una verdad espiritual (Mateo 22:2; Apocalipsis 19:9). Dios se toma el matrimonio muy en
serio, y Sus "ojos" ven la inmoralidad por lo que es, independientemente de lo
astutamente que la hayamos redefinido.
4. Todavía puedo tener una buena relación con Dios porque Él entiende. Proverbios 28:9
dice: "El que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominable". Nos
engañamos a nosotros mismos cuando pensamos que podemos elegir obstinadamente el
pecado y que a Dios no le importa. Primera Juan 2:3-4 presenta un serio desafío para
aquellos que persisten en esta línea de pensamiento: "Y en esto sabemos que nosotros le
conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus
mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él".
Hebreos 13:4 deja muy claro lo que Dios espera de sus hijos: "Honroso sea en todos el
matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará
Dios". La inmoralidad sexual es incorrecta. La sangre de Jesús puede limpiarnos de todo
tipo de impureza cuando nos arrepentimos y recibimos Su perdón (1 Juan 1:7-9). Ahora
bien, esa limpieza significa que nuestra vieja naturaleza, incluida la inmoralidad sexual, ha
muerto (Romanos 6:12-14; 8:13). Efesios 5:3 dice: "Pero fornicación y toda inmundicia, o
avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos".
Conclusión: