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Qué es Sexualidad:

La sexualidad es un conjunto de comportamientos y estrategias que los individuos usan


para atraer físicamente a otro individuo
Leer Génesis 1:27-2:25

El sexo es a menudo un tema tabú, rodeado de silencio y negación. Como cristianos


debemos preguntarnos: ‘¿Cuál es el plan de Dios para la sexualidad humana?’ La Biblia
no permanece callada en cuanto al tema del sexo, más bien resalta algunos aspectos
importantes sobre el tema:

El sexo es creación de Dios. Fue idea de Dios crear personas tanto masculinas como
femeninas, y unirlas por medio del sexo (Génesis 2:24). Tanto el hombre como la mujer
son creados con deseo sexual.

El sexo es bueno. El sexo fue parte de la buena creación de Dios (Génesis 1:31). El sexo
está diseñado para proveer placer y satisfacción (Cantares 4:10). Tanto al hombre como a
la mujer se les ha dado el regalo de poder experimentar el placer y el disfrute dentro del
matrimonio. Esto enriquece y profundiza la relación de amor de la pareja. Sin embargo, en
algunas culturas no se espera que la mujer obtenga placer de las relaciones sexuales.

El sexo está diseñado para el matrimonio. El propósito de Dios para los seres humanos es
que los hombres y las mujeres deben experimentar una relación de toda la vida, de
fidelidad, permanente y responsable. Estas condiciones se satisfacen dentro del contexto
del matrimonio. Es ahí donde Dios bendice y aprueba esta unión. En Génesis 1:28 el
mandamiento ‘sean fructíferos y multiplíquense’ se obedece por medio de la
relación sexual.

 ¿Qué dice nuestra sociedad sobre el sexo? ¿Cómo este versículo desafía estas
creencias?
 ¿Qué mensajes da la iglesia a la gente sobre el sexo?

Desafortunadamente la gente no siempre escoge seguir el plan de Dios. En nuestro


mundo quebrantado hay muchos problemas como las infecciones de transmisión sexual
(ITS), la violencia sexual, las familias rotas y las relaciones dañinas. La iglesia no debe
esconderse ante esta realidad. Su responsabilidad es ser la sal y la luz para el mundo, y
hablar la verdad con amor, para poder animar la salud sexual en las comunidades de todo
el mundo.

Leer Juan 8:1-12

Cada vez más personas están viviendo vidas lejos del plan de Dios. Nosotros podemos
mostrarles a las personas el plan de Dios para la sexualidad, el matrimonio y la familia.
Sin embargo, no debemos perder la actitud compasiva de Jesús. Él nos mostró cómo vivir
por medio de su ejemplo. Él mostró amor y gracia a la mujer culpable de adulterio al decir:
‘Yo no te condeno’. Él desafíó las actitudes de crítica de las personas. Criticar y
discriminar a los demás también es un pecado. Luego Jesús utiliza su autoridad para
decirle a la mujer: ‘Vete y no peques más’. Al igual que la iglesia nosotros debemos
mostrar gracia, pero no debemos quedarnos callados cuando se trata de la justicia. No se
trata de condenar. Justicia significa desafiar prácticas y actitudes tradicionales dañinas,
para asegurar que toda persona sea valorada a la imagen de Dios.

 ¿Cómo podemos nosotros, la iglesia, ser la sal y la luz en nuestra comunidad en


cuanto a estos problemas?
 ¿Nuestras actitudes como iglesia son inclusivas o exclusivas?
 Solamente fue condenada la mujer encontrada en adulterio, no el hombre que
estaba con ella. ¿Cómo refleja esto la manera injusta en que son tratadas las mujeres en
esta área del sexo?

 La respuesta que da la Biblia


 No. Las Escrituras indican que el placer sexual es un regalo que Dios otorga a las
parejas casadas. Enseñan que él mismo creó dos géneros: “macho y hembra”, y
que todo cuanto había creado llegó a ser “muy bueno” a su vista (Génesis 1:
27, 31). Cuando unió en matrimonio a la primera pareja, les dijo que tendrían que
“llegar a ser una sola carne” (Génesis 2:24). Eso significaba que todo matrimonio
podría disfrutar de intimidad sexual y que estaría unido por un fuerte vínculo
emocional.
 La Biblia describe así el placer que el matrimonio concede al esposo: “Regocíjate
con la esposa de tu juventud [...]. Que sus propios pechos te embriaguen a todo
tiempo. Con su amor estés en un éxtasis constantemente” (Proverbios 5:18, 19).
Dios también desea que las esposas disfruten de las relaciones sexuales,
pues 1 Corintios 7:3 dice: “El esposo debe satisfacer las necesidades sexuales de
su esposa” (Nueva Traducción Viviente).
 Un regalo para los casados
 Dios ha dejado claro que solo las parejas casadas pueden tener relaciones
sexuales. La Biblia dice: “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho
conyugal sea sin contaminación, porque Dios juzgará a los fornicadores y a los
adúlteros” (Hebreos 13:4). Por tanto, los esposos deben ser fieles el uno al otro
y fortalecer su sentido de compromiso. Para disfrutar a plenitud del matrimonio lo
más importante no es satisfacer los deseos propios, sino los del cónyuge. Ya lo
dice la Biblia: “Hay más felicidad en dar que en recibir” (Hechos 20:35).

La inmoralidad sexual es la lucha de todo joven

pornografía
Descripción o representación de escenas de actividad sexual.

INMORALIDAD
La inmoralidad es la violación de leyes, normas o estándares morales. Se refiere a un agente
que hace o piensa algo que sabe o cree que está mal. La inmoralidad se aplica normalmente
a personas o acciones, o en un sentido más amplio,
SINONIMOS
Indecencia deshonestidad obscenidad impudicia iniquidad injusticia
¿Que qué es la moral?
La moral es un conjunto de normas, valores y creencias existentes y aceptadas
en una sociedad que sirven de modelo de conducta y valoración para establecer
lo que está bien o está mal. ... De un modo coloquial y
genérico, moral indica que algo es correcto, aceptable o bueno en relación a la
conducta de la persona.

¿Qué es un acto inmoral?


Como inmoral denominamos todas aquellas acciones, conductas y
comportamientos que se oponen a la moral. La palabra, como tal, se forma con el
prefijo in-, que indica negación, y la palabra moral. ... Inmoral es también la
persona que practica actos inmorales
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios?” (1
Corintios 6:9). 
En el Nuevo Testamento, la palabra que más se traduce como "inmoralidad sexual" es
porneia. Esta palabra también se traduce como "prostitución", "fornicación" e "idolatría".
Significa "una renuncia a la pureza sexual" y se utiliza principalmente para las relaciones
sexuales prematrimoniales. De esta palabra griega obtenemos la palabra en español
pornografía, que proviene del concepto de "vender". La inmoralidad sexual es la "venta" de
la pureza sexual e implica cualquier tipo de expresión sexual fuera de los límites de una
relación matrimonial bíblicamente definida (Mateo 19:4-5).

La conexión entre la inmoralidad sexual y la idolatría se entiende mejor en el contexto de 1


Corintios 6:18, que dice: "Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre
cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca". Los
cuerpos de los creyentes son el "templo del Espíritu Santo" (1 Corintios 6:19-20). La
adoración de ídolos paganos a menudo implicaba actos sexuales perversos e inmorales
realizados en el templo de un dios falso. Cuando usamos nuestros cuerpos físicos para
fines inmorales, estamos imitando la adoración pagana al profanar el santo templo de Dios
con actos que Él llama detestables (1 Corintios 6:9-11).
Las prohibiciones bíblicas contra la inmoralidad sexual suelen ir acompañadas de
advertencias contra la "impureza" (Romanos 1:24; Gálatas 5:19; Efesios 4:19). Esta palabra
en el griego es akatharsia, que significa "contaminado, sucio, ceremonialmente
inadecuado". Connota acciones que hacen que una persona no sea apta para entrar en la
presencia de Dios. Los que persisten en la inmoralidad e impureza sin arrepentirse no
pueden entrar en la presencia de Dios. Jesús dijo: "Bienaventurados los de limpio corazón,
porque ellos verán a Dios" (Mateo 5:8; cf. Salmo 24:3-4). Es imposible mantener una sana
intimidad con Dios cuando nuestros cuerpos y almas se entregan a impurezas de cualquier
índole.

La sexualidad es un diseño de Dios. Sólo Él puede definir los parámetros para su uso. La
Biblia es clara en cuanto a que el sexo fue creado para ser disfrutado entre un hombre y
una mujer que están en un pacto matrimonial hasta que uno de ellos muera (Mateo 19:6).
La sexualidad es el sagrado regalo de bodas de Dios a los seres humanos. Cualquier
expresión de la misma fuera de esos parámetros constituye un abuso del don de Dios. El
abuso es el uso de personas o cosas de maneras que no fueron diseñadas para ser usadas.
La Biblia llama a esto pecado. El adulterio, el sexo prematrimonial, la pornografía y las
relaciones homosexuales están fuera del diseño de Dios, y esto los convierte en pecado.

Las siguientes son algunas objeciones comunes a los mandatos de Dios contra la
inmoralidad sexual:

1. No es malo si nos amamos. La Biblia no hace ninguna distinción entre relaciones


sexuales "amorosas" y "no amorosas". La única distinción bíblica es entre personas casadas
y no casadas. El sexo dentro del matrimonio es bendito (Génesis 1:28); el sexo fuera del
matrimonio es "fornicación" o "inmoralidad sexual" (1 Corintios 7:2-5).

2. Los tiempos han cambiado, y lo que era malo en los tiempos bíblicos ya no se considera
pecado. La mayoría de los pasajes que condenan la inmoralidad sexual también incluyen
pecados como la codicia, la lujuria, el robo, etc. (1 Corintios 6:9-10; Gálatas 5:19-21). No
tenemos problema en entender que estas otras cosas siguen siendo pecado. El carácter de
Dios no cambia con la opinión de la cultura (Malaquías 3:6; Números 23:19; Hebreos 13:8).

3. Estamos casados a los ojos de Dios. Este argumento implica que Dios es bizco. La falacia
de esta idea es que el Dios que creó el matrimonio en primer lugar se retractaría de Su
propio mandato para acomodar lo que Él ha llamado pecado. Dios declaró que el
matrimonio es un hombre y una mujer unidos de por vida (Marcos 10:6-9). A menudo, la
Biblia utiliza la imagen de una boda y un pacto matrimonial como metáfora para enseñar
una verdad espiritual (Mateo 22:2; Apocalipsis 19:9). Dios se toma el matrimonio muy en
serio, y Sus "ojos" ven la inmoralidad por lo que es, independientemente de lo
astutamente que la hayamos redefinido.
4. Todavía puedo tener una buena relación con Dios porque Él entiende. Proverbios 28:9
dice: "El que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominable". Nos
engañamos a nosotros mismos cuando pensamos que podemos elegir obstinadamente el
pecado y que a Dios no le importa. Primera Juan 2:3-4 presenta un serio desafío para
aquellos que persisten en esta línea de pensamiento: "Y en esto sabemos que nosotros le
conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus
mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él".

Hebreos 13:4 deja muy claro lo que Dios espera de sus hijos: "Honroso sea en todos el
matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará
Dios". La inmoralidad sexual es incorrecta. La sangre de Jesús puede limpiarnos de todo
tipo de impureza cuando nos arrepentimos y recibimos Su perdón (1 Juan 1:7-9). Ahora
bien, esa limpieza significa que nuestra vieja naturaleza, incluida la inmoralidad sexual, ha
muerto (Romanos 6:12-14; 8:13). Efesios 5:3 dice: "Pero fornicación y toda inmundicia, o
avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos".

El apóstol Pablo les escribió a los tesalonicenses: “Por esta razón,


cuando ya no pude más, envié a Timoteo para averiguar si la fe de
ustedes seguía firme. Tenía miedo de que el tentador los hubiera vencido
y que nuestro trabajo hubiera sido en vano” (1 Tesalonicenses 3:5).

La inmoralidad sexual es el plato del día en todo el mundo, pero sobre


todo en los países occidentales. Basta con encender la televisión o
cualquier dispositivo para encontrarse de forma rápida y gratis con
lujuria, sexo y provocación sexual. Pero, ¿qué incluye exactamente la
inmoralidad sexual? Incluye: (1) fornicación, cualquier tipo de relación
sexual que un individuo no casado pueda tener con una persona que no
sea su cónyuge (1 Corintios 6:18-20); (2) adulterio, tener sexo, estando
ya casado, con cualquier persona que no sea tu cónyuge (Éxodo 20:14);
(3) pedofilia y pederastia, atracción y prácticas sexuales ilícitas que se
dirigen hacia los niños (Mateo 18:2-10); (4) incesto, relaciones sexuales
con familiares directos, como padre, madre, hermano, hermana, suegro,
suegra, nuera, yerno, etcétera (Levítico 18:1-20; 1 Corintios 5:1-5);
(5) homosexualidad, relaciones sexuales practicadas con una persona
del mismo sexo y cualquier cambio de orientación sexual en general
(Levítico 18:22; 1 Corintios 6:9-10); (6) zoofilia, tener sexo con animales
(Levítico 18:23); (7) prostitución, tener sexo con personas por dinero,
placer, fama, explotación y demás (1 Corintios 6:9-10); y (8) lujuria, la
cual en el contexto bíblico tiene que ver con la inmoralidad en nuestro
interior y Jesús equiparó el adulterio con una mirada lujuriosa (Mateo
5:27-28).

Conclusión:

La inmoralidad sexual es condenada en las Escrituras por el hecho de


tratarse de algo que va en contra de la santidad, la pureza, el amor y la
ley divina. Dios ha creado el sexo y lo ha diseñado únicamente para que
disfruten de él un hombre y una mujer casados.

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