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TEXTO 2-INFORME SOBRE LA LEY AGRARIA DE JOVELLANOS

Pregunta 1:
Naturaleza:
Este texto es, por su naturaleza, de fuente histórica, ya que nos refleja el dictamen
u opinión de una institución como la Real Sociedad Económica de Amigos del País de
Madrid a la petición del rey Carlos III. Por su contenido es un texto de tema económico, ya
que refleja la situación de la agricultura así como algunas trabas que impiden su
desarrollo en el siglo XVIII.

El autor fue Gaspar Melchor de Jovellanos, miembro de la Sociedad Económica


de Amigos del País de Madrid, y uno de los políticos ilustrados de Carlos III y de Carlos
IV, que desempeñó cargos en la administración de los dos monarcas. Cuando estalla la
Guerra de la Independencia en 1808, pese su posición cercana al ideal revolucionario
francés no dudó en oponerse a Napoleón, llegando a formar parte la Junta Suprema
Central que gobernó en nombre de Fernando VII hasta que se convocaron las Cortes
de Cádiz. Entre sus obras de diversa índole destacan este Informe sobre la ley agraria que
escribió en una primera versión en 1784 pero que no envió hasta 1787 a la Sociedad
Económica Matritense, quien la remitió al Consejo de Castilla y que se publicó en
1795.

El destinatario del documento es en primera instancia el Consejo de Castilla,


institución que desde las reformas centralizadoras de Felipe V constituía el Consejo de
Gobierno del rey, y por extensión el informe va destinado al rey. Fue inicialmente
Carlos III quien impulsó dentro del espíritu reformistas de sus ministros el deseo de
resolver los males de la economía española. Su sucesor Carlos IV, frenó muchos de
esos impulsos, y en el campo de la reforma agraria, los intereses de poderosas
instituciones como la nobleza terrateniente o la Mesta impedirán que se realice
reforma alguna.

Ideas principales:
En este fragmento del documento dos son las ideas a destacar.

La primera recoge una reflexión sobre la importancia de la agricultura en la


riqueza de una nación, y el deber que tiene que tener esta nación en mejorar y
obtener mayores rendimientos productivos. Se cuestiona Jovellanos, cómo y por qué
España, no sale del atraso en el terreno agrícola, técnicas de cultivo, Jovellanos hace
la reflexión en clave de preguntas, pero en realidad es una pregunta que lanza a los
gobernantes y a los responsables de que la agricultura y la economía española esté
así. La posición critica de Jovellanos, no es nueva, ya en el siglo XVII, los arbitristas
habían llamado la atención sobre los males de la agricultura y lo urgente de su
reforma.

El segundo fragmento del texto hace referencia a la crítica que se hace de una
institución que está impidiendo el desarrollo de la agricultura: el “Honrado Concejo de
la Mesta”. Esta institución de origen medieval reunía y defendía los intereses de los
grandes propietarios de ganado, es decir, nobleza y clero, que ejercía sus privilegios
sobre los derechos de paso, con jurisdicción particular sobre determinados asuntos
(había disputas y pleitos que se solventaban en tribunales especiales controlados por
la propia Mesta). Jovellanos critica todos esos privilegios y exhorta al rey a que
disuelva dicha institución. Pretende una defensa de los intereses de los agricultores,
fundamentalmente pequeños propietarios y arrendatarios de tierras de labor frente a
la riqueza ganadera. La ganadería enriquece solo a los grandes propietarios, mientras
que la agricultura da cobijo y sustento a un mayor número de habitantes, necesario
además en un momento de crecimiento de la población, de manera que una mejora
de la agricultura evitaría crisis de subsistencia, hambrunas etc..
Pregunta 2: El reformismo político de los Borbones
La Ilustración es la corriente de pensamiento que se difundió por Europa en el siglo XVIII. En el
caso de España, constituyó la base intelectual de las reformas llevadas a cabo por los primeros Borbones,
especialmente por Carlos III. La Ilustración pretendía reformar el sistema económico, social y político del
Antiguo Régimen.

La Guerra de Sucesión supuso el fortalecimiento de la monarquía absoluta. La nueva dinastía


reinante en España era francesa y como consecuencia se impuso el modelo del absolutismo francés. Se llevó
cabo la corriente de pensamiento conocida como Ilustración.
Felipe V (1700-1746) empleó validos, pero tras sus fracasos los sustituyó por una burocracia
española absolutista y reformista, entre cuyos miembros cabe destacar a Melchor de Macanaz y a José
Patiño. Tras la muerte de Felipe V, su hijo y sucesor Fernando VI (1746-1759) tampoco intervino en el
Gobierno, sino que tuvo a burócratas como José de Carvajal y al marqués de la Ensenada. Carlos III (1759-
1788) es el rey más importante del siglo XVIII por su actividad reformadora. El último rey de este siglo es
Carlos IV (1788-1808), que vuelve al sistema de gobierno a través de validos.
La finalidad de estos políticos fue consolidar el poder absoluto de la monarquía a través de una
política centralizadora, el control de la Iglesia y el intervencionismo en la economía.

La reforma del Gobierno se realizó sobre dos principios: la centralización y la uniformidad. La


centralización implicaba que las medidas de gobierno debían proceder del rey y de sus ministros, mientras
que la uniformidad suponía que dichas medidas debían aplicarse a todos los súbditos por igual. Ambos
principios tenían como objetivo evitar privilegios locales y forales. El sistema tradicional de gobierno basado
en los consejos fue relegado, aunque no suprimido. El Consejo de Castilla pasó a serlo de todo el reino y se
convirtió en el más importante; su presidente solía ser laico. Los secretarios se convirtieron en funcionarios,
imprescindibles en el Gobierno de los Borbones.

Se aplicó los Decretos de Nueva Planta que significó la imposición de la organización política-
administrativa de Castilla a los territorios de la Corona de Aragón en los reinos de Valencia y Aragón (1707),
Mallorca (1715) y Cataluña (1716).

Supresión de las Cortes de los distintos reinos. Se establecieron unas Cortes únicas con funciones
más limitadas y solo se convocaron en tres ocasiones, siempre con motivo de la jura del heredero al trono.

Se suprimieron todos los Consejos, manteniéndose una Consejo Real de castilla que pasó a ser el
órgano esencial del gobierno del país con función legislativa y judicial. El rey gobernará con las
“Secretarías” que sustituyen a los distintos consejos y son un antecedente de los ministerios.

Se produce la abolición de los reinos y virreinatos y España queda dividida en provincias. También
se crearon nuevas figuras políticas y administrativas, los intendentes y los capitanes generales. Los
intendentes tenían poderes administrativos, fiscales y judiciales y eran nombrados por el secretario de
Estado. Los capitanes generales tenían funciones militares y judiciales y generalmente presidían la Audiencia
territorial.

El objetivo de la monarquía absoluta era crear un Ejército permanente para la defensa de España y
para ello reclutó soldados que eran voluntarios, por otra parte levas obligatorias de vagos y maleantes. Y
finalmente recurrió a la quinta o quintas para el reclutamiento, que consistía en un reemplazo por sorteo de
varones no exentos, aportado por cada pueblo. De esta manera se creó la Guardia Real y una Armada
poderosa.

Los reyes pretendían limitar el poder de la Iglesia y para ello aplicaron el regalismo, culminado con
la firma del concordato con la Santa Sede (1753) en la que se le concedía a la Corona el derecho de patronato
universal: el rey presentaba al Papa sus candidatos a obispos y a casi todos los cargos eclesiásticos. También
se expulsó a los jesuitas en 1767.

El pensamiento económico en España fue el mercantilismo, que concedía al Estado un significativo


papel como impulsor de la economía. El objetivo de la política económica de los Borbones fue la mejora del
binestar de sus súbditos y el incremento de recursos, especialmente fiscales, para lograr sus propósitos.

Todas estas reformas llegan al culmen con Carlos III (1759-1788) gracias al despotismo ilustrado, un
sistema dirigido por equipos reformistas, era racional y antitradicionalista, es decir, ilustrado, por un lado, e
inmovilista y antidemocrático por otro, ya que no pretendía cambiar la estructura jerárquica de la sociedad ni
alterar el sistema político absolutista. Para llevar a cabo su política, el monarca se rodeó de un equipo de
secretarios, que en esta época comenzaron a llamarse ministros. Entre estos ministros destacan el marqués de
Esquilache y el marqués de Grimaldi.

El hecho de que la política de reformas fuera impulsada por un gobierno dirigido por extranjeros
hacía que las reformas se percibieran como medidas de importación que alteraban costumbres tradicionales
de la sociedad española. En este contexto, el incremento de los impuestos y del precio del trigo dio como
consecuencia que en 1766 estallara una revuelta popular en Madrid, conocida como motín de Esquilache.
Las consecuencias más importantes del motín de Esquilache fueron las siguientes:
-El rey cesó a Esquilache; además llevó a cabo una dura represión y mantuvo la política de reformas, pero
aplicadas con más prudencia. Los principales beneficiados por el motín fueron Campomanes y
Floridablanca. Este último desempeñó un carago similar al de omnipotente primer ministro (1777-1792) y
creó la Junta Suprema de Estado (1787), precedente del Consejo de Ministros.
-En los ayuntamientos fueron instituidos tres nuevos cargos elegidos por los ciudadanos para que los
protegieran y velaran por sus intereses.
-Se mantuvo la política regalista iniciada por Esquilache aunque se aplicó gradualmente. A los jesuitas se les
acusó de organizar el motín y fueron expulsados en 1767. Fueron reformadas las universidades controladas
por los jesuitas y también se limitó la actuación de la Inquisición, aunque conservó su poder.
-Se mantuvieron los privilegios de la nobleza y los derechos señoriales. La única medida relevante fue la que
limitaba el número de hidalgos, conocida como el desmoche de hidalgos. También se aumentó el número de
títulos nobiliarios, así se abría la nobleza al talento y al dinero.
Pregunta 3: El reformismo económico de los Borbones

El pensamiento económico en España fue el mercantilismo, que concedía al Estado un significativo


papel como impulsor de la economía.
El objetivo de la política económica de los Borbones fue la mejora del bienestar de sus súbditos y el
incremento de recursos especialmente fiscales, para lograr sus propósitos.
Los gastos estatales más importantes eran los militares, que no pudieron recortarse hasta el reinado
de Fernando VI, coincidiendo con una época de paz. A los gastos militares les seguía el coste de la
burocracia y el mantenimiento de la corte. Para incrementar sus finanzas, los gobiernos de los Borbones
llevaron a cabo reformas fiscales, crearon manufacturas estatales y promovieron la construcción de obras
públicas.
-Reformas fiscales:
Se adoptaron medidas para solucionar el problema del déficit estatal. Además del impuesto único establecido
en los reinos orientales, Ensenada intentó crear una única contribución sobre la renta aplicable a todos los
estamentos en Castilla. Con este fin se elaboró un censo, conocido como el Catastro de Ensenada. No
obstante, la oposición de los privilegiados y la caída en desgracia de Ensenada impidió el desarrollo del
catastro. Otro proyecto de Ensenada fue la recuperación para el Estado de los impuestos arrrendados a
particulares; esta medida proporcionó ingresos a la Hacienda estatal.
-Creación de manufacturas estatales:
También llamadas reales fábricas, eran grandes talleres que estaban exentos de impuestos y de derechos de
aduana. Las manufacturas estatales pretendían constituir un modelo de negocio rentable, cuyos productos
pudieran exportarse. Para lograr este objetivo se trajeron artesanos extranjeros que utilizaron sus técnicas y
formaron a la mano de obra. Estre estas fábricas se encuentran la Real Fábrica de San Idelfonso y la Real
Fábrica de Santa Bárbara. Otras manufacturas se dedicaban a productos que eran monopolio del Estado,
como la Real Fábrica de Tabacos o de interés militar, como la Real Fábrica de Cañones de La Cavada.
-Construcción de obras públicas:
Ensenada es también el primer promotor de las obras públicasen la historia moderna de España. Su objetivo
era fomentar el comercio y la industria con el fin de mejorar los transportes y la comunicación de la periferia
con el interior de Castilla. Para ello inició tres grandes construcciones: El Canal de Castilla, para facilitar el
transporte fluvial y el regadío; la carretera de Guadarrama y el camino de Reinosa.

Durante el reinado de Carlos III, se abordaron cuestiones económicas y sociales que apenas habían
sido afrontadas por los gobiernos anteriores. El impulso de la agricultura fue prioritario, ya que desde ella se
pretendia potenciar la economía del país. Por este motivo, se debatió la necesidad de emprender una reforma
agraria cuyo objetivo era triple:
-Aumentar la producción agraria y lograr un mercado libre de trabas institucionales que incrementaran los
beneficios de los agricultores.
-Fomentar la estabilidad social, creando un sector de propietarios rurales que trabajaran para aumentar sus
ganancias. Este sector daría su apoyo al Gobierno.
-Elevar los ingresos del Estado procedentes de la agricultura, estableciendo una contribución sobre la renta
agraria.
Para conseguir estos objetivos se propusieron las siguientes medidas:
-La modificación de la estructura de la propiedad: las tierras vinculadas a señoríos y mayorazgos o en manos
de la Iglesia debían ser objeto de compraventa. Sin embargo esta medida no se llevó a cabo.
-El libre comercio de cereales: hasta 1765, el Estado controlaba los precios mediante tasas. La liberación del
mercado provocó fuertes subidas de precios, pero solo se beneficiaron los propietarios (nobleza y clero).
-La limitación de los intereses ganaderos de la Mesta: la Mesta se vio afectada por las medidas
liberalizadoras, ya que los propietarios prefirieron invertir en cultivos y no en ganado.
-La colonización de nuevas tierras en Sierra Morena y el valle del Guadalquivir.
-Continuó la construcción de obras públicas y se diseñó un plan radial de carreteras, así como puentes y una
red de posadas.
-Para solucionar las deudas generadas por las guerras se creó el Banco Nacional de San Carlos (1782). Pero
aún así los impuestos apenas se modificaron.

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