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Pregunta 1:
Naturaleza:
Este texto es, por su naturaleza, de fuente histórica, ya que nos refleja el dictamen
u opinión de una institución como la Real Sociedad Económica de Amigos del País de
Madrid a la petición del rey Carlos III. Por su contenido es un texto de tema económico, ya
que refleja la situación de la agricultura así como algunas trabas que impiden su
desarrollo en el siglo XVIII.
Ideas principales:
En este fragmento del documento dos son las ideas a destacar.
El segundo fragmento del texto hace referencia a la crítica que se hace de una
institución que está impidiendo el desarrollo de la agricultura: el “Honrado Concejo de
la Mesta”. Esta institución de origen medieval reunía y defendía los intereses de los
grandes propietarios de ganado, es decir, nobleza y clero, que ejercía sus privilegios
sobre los derechos de paso, con jurisdicción particular sobre determinados asuntos
(había disputas y pleitos que se solventaban en tribunales especiales controlados por
la propia Mesta). Jovellanos critica todos esos privilegios y exhorta al rey a que
disuelva dicha institución. Pretende una defensa de los intereses de los agricultores,
fundamentalmente pequeños propietarios y arrendatarios de tierras de labor frente a
la riqueza ganadera. La ganadería enriquece solo a los grandes propietarios, mientras
que la agricultura da cobijo y sustento a un mayor número de habitantes, necesario
además en un momento de crecimiento de la población, de manera que una mejora
de la agricultura evitaría crisis de subsistencia, hambrunas etc..
Pregunta 2: El reformismo político de los Borbones
La Ilustración es la corriente de pensamiento que se difundió por Europa en el siglo XVIII. En el
caso de España, constituyó la base intelectual de las reformas llevadas a cabo por los primeros Borbones,
especialmente por Carlos III. La Ilustración pretendía reformar el sistema económico, social y político del
Antiguo Régimen.
Se aplicó los Decretos de Nueva Planta que significó la imposición de la organización política-
administrativa de Castilla a los territorios de la Corona de Aragón en los reinos de Valencia y Aragón (1707),
Mallorca (1715) y Cataluña (1716).
Supresión de las Cortes de los distintos reinos. Se establecieron unas Cortes únicas con funciones
más limitadas y solo se convocaron en tres ocasiones, siempre con motivo de la jura del heredero al trono.
Se suprimieron todos los Consejos, manteniéndose una Consejo Real de castilla que pasó a ser el
órgano esencial del gobierno del país con función legislativa y judicial. El rey gobernará con las
“Secretarías” que sustituyen a los distintos consejos y son un antecedente de los ministerios.
Se produce la abolición de los reinos y virreinatos y España queda dividida en provincias. También
se crearon nuevas figuras políticas y administrativas, los intendentes y los capitanes generales. Los
intendentes tenían poderes administrativos, fiscales y judiciales y eran nombrados por el secretario de
Estado. Los capitanes generales tenían funciones militares y judiciales y generalmente presidían la Audiencia
territorial.
El objetivo de la monarquía absoluta era crear un Ejército permanente para la defensa de España y
para ello reclutó soldados que eran voluntarios, por otra parte levas obligatorias de vagos y maleantes. Y
finalmente recurrió a la quinta o quintas para el reclutamiento, que consistía en un reemplazo por sorteo de
varones no exentos, aportado por cada pueblo. De esta manera se creó la Guardia Real y una Armada
poderosa.
Los reyes pretendían limitar el poder de la Iglesia y para ello aplicaron el regalismo, culminado con
la firma del concordato con la Santa Sede (1753) en la que se le concedía a la Corona el derecho de patronato
universal: el rey presentaba al Papa sus candidatos a obispos y a casi todos los cargos eclesiásticos. También
se expulsó a los jesuitas en 1767.
Todas estas reformas llegan al culmen con Carlos III (1759-1788) gracias al despotismo ilustrado, un
sistema dirigido por equipos reformistas, era racional y antitradicionalista, es decir, ilustrado, por un lado, e
inmovilista y antidemocrático por otro, ya que no pretendía cambiar la estructura jerárquica de la sociedad ni
alterar el sistema político absolutista. Para llevar a cabo su política, el monarca se rodeó de un equipo de
secretarios, que en esta época comenzaron a llamarse ministros. Entre estos ministros destacan el marqués de
Esquilache y el marqués de Grimaldi.
El hecho de que la política de reformas fuera impulsada por un gobierno dirigido por extranjeros
hacía que las reformas se percibieran como medidas de importación que alteraban costumbres tradicionales
de la sociedad española. En este contexto, el incremento de los impuestos y del precio del trigo dio como
consecuencia que en 1766 estallara una revuelta popular en Madrid, conocida como motín de Esquilache.
Las consecuencias más importantes del motín de Esquilache fueron las siguientes:
-El rey cesó a Esquilache; además llevó a cabo una dura represión y mantuvo la política de reformas, pero
aplicadas con más prudencia. Los principales beneficiados por el motín fueron Campomanes y
Floridablanca. Este último desempeñó un carago similar al de omnipotente primer ministro (1777-1792) y
creó la Junta Suprema de Estado (1787), precedente del Consejo de Ministros.
-En los ayuntamientos fueron instituidos tres nuevos cargos elegidos por los ciudadanos para que los
protegieran y velaran por sus intereses.
-Se mantuvo la política regalista iniciada por Esquilache aunque se aplicó gradualmente. A los jesuitas se les
acusó de organizar el motín y fueron expulsados en 1767. Fueron reformadas las universidades controladas
por los jesuitas y también se limitó la actuación de la Inquisición, aunque conservó su poder.
-Se mantuvieron los privilegios de la nobleza y los derechos señoriales. La única medida relevante fue la que
limitaba el número de hidalgos, conocida como el desmoche de hidalgos. También se aumentó el número de
títulos nobiliarios, así se abría la nobleza al talento y al dinero.
Pregunta 3: El reformismo económico de los Borbones
Durante el reinado de Carlos III, se abordaron cuestiones económicas y sociales que apenas habían
sido afrontadas por los gobiernos anteriores. El impulso de la agricultura fue prioritario, ya que desde ella se
pretendia potenciar la economía del país. Por este motivo, se debatió la necesidad de emprender una reforma
agraria cuyo objetivo era triple:
-Aumentar la producción agraria y lograr un mercado libre de trabas institucionales que incrementaran los
beneficios de los agricultores.
-Fomentar la estabilidad social, creando un sector de propietarios rurales que trabajaran para aumentar sus
ganancias. Este sector daría su apoyo al Gobierno.
-Elevar los ingresos del Estado procedentes de la agricultura, estableciendo una contribución sobre la renta
agraria.
Para conseguir estos objetivos se propusieron las siguientes medidas:
-La modificación de la estructura de la propiedad: las tierras vinculadas a señoríos y mayorazgos o en manos
de la Iglesia debían ser objeto de compraventa. Sin embargo esta medida no se llevó a cabo.
-El libre comercio de cereales: hasta 1765, el Estado controlaba los precios mediante tasas. La liberación del
mercado provocó fuertes subidas de precios, pero solo se beneficiaron los propietarios (nobleza y clero).
-La limitación de los intereses ganaderos de la Mesta: la Mesta se vio afectada por las medidas
liberalizadoras, ya que los propietarios prefirieron invertir en cultivos y no en ganado.
-La colonización de nuevas tierras en Sierra Morena y el valle del Guadalquivir.
-Continuó la construcción de obras públicas y se diseñó un plan radial de carreteras, así como puentes y una
red de posadas.
-Para solucionar las deudas generadas por las guerras se creó el Banco Nacional de San Carlos (1782). Pero
aún así los impuestos apenas se modificaron.