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CIUDADANA

JUEZ DEL TRIBUNAL MILITAR DECIMO SÉPTIMO DE CONTROL

CON SEDE EN CIUDAD BOLÍVAR. ESTADO BOLIVAR.

SU DESPACHO.-

Nosotros, Elba Leonor Molina M. y Carlos Hernández V.; Abogados en


ejercicio, domiciliados en Puerto Ordaz, Municipio Caroní del Estado Bolívar,
debidamente inscritos en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo los
Números 69.222 y 219.409, respectivamente, con domicilio procesal en el
Centro Comercial Venezuela, piso 1, Oficina Nº 10, Villa Colombia, Puerto
Ordaz, teléfono 0414-8963342, actuando como defensores de confianza de los
ciudadanos S/1 MORENO VILLASANA ALFREDO JOSÉ, S/2 MARCANO
NATERA JESÚS LEONARDO, S/2 LEAL ZAMBRANO FRANCISCO JAVIER,
S/1 ARRAIZ QUERALES DANIEL ALEXANDER, S/2 CHAUREN HERNÁNDEZ
ABRAHAM MOISÉS y S/2 LIPORACHI ARÉVALO JOSÉ ÁNGEL, titulares de
las Cédulas de Identidad Nros. V- 24.378.854, V- 26.243.959, V- 28.299.265,
24.141.664, V- 25.930.574 Y V- 25.005.549, respectivamente, Imputados en la
presente causa FM41-81-2019 (nomenclatura de la Fiscalía Militar 41 de Puerto
Ordaz), ante Usted ocurrimos para exponer:

Al amparo del contenido de los Artículos 26 y 51 de la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela y estando dentro del lapso previsto en el
Artículo 439 numeral 5 del Código Orgánico Procesal Penal, procedemos a
presentar formal APELACIÓN en contra de la decisión dictada en la AUDIENCIA
FORMAL DE IMPUTACIÓN realizada por ante este digno Tribunal Militar 17 de
Control en fecha 17-03-1019, en contra de nuestros defendidos. La presente
averiguación penal se inicia en contra de nuestros patrocinados por instrucciones del
ciudadano Capitán (GNBV) FRANKLIN MURO ZAMBRANO, Comandante de la
Segunda Compañía del Destacamento Nº 622 del Comando de Zona Nº 62, ubicada
en la Central Hidroeléctrica Antonio José de Sucre-Macagua, en fecha 13-03-2019,
en razón de que dicho Oficial Subalterno, en compañía de una Comisión
Presidencial, se presentó en dos puestos de dicha compañía, con la finalidad de
realizar Inspección, específicamente en los puestos ubicados en las Sub-Estaciones
de Distribución III y I, Patios KVA Nuevo y Viejo, donde según su dicho, encontró a
los funcionarios sin estar desempeñando el servicio para el cual fueron nombrados
(durmiendo), lo que originó que se comunicara vía radio con el comando de la
compañía, a fin de que enviaran el relevo para llevar a los funcionarios hasta la sede
de la compañía e informarles que se encontraban detenidos, procediendo a leerles
sus derechos e informar a la Fiscalía Militar 41, a cargo de la Teniente Doraima
Carrasco. Luego de estos hechos, el Capitán Muro inicia de motus propio una serie
de diligencias de investigación, tales como comisionar y designar al Sargento
Supervisor Freddy Martínez, para que practicara Inspección, Fijaciones Fotográficas,
Cadena de Custodia de Evidencias y Experticia a las armas orgánicas que portaban
los funcionarios detenidos, supuestos elementos de interés criminalístico,
cometiendo con dichos actos una arbitrariedad y violentando el Debido Proceso,
toda vez que invade el ámbito de competencia de la representación Fiscal, quien es
la encargada de regir cualquier investigación de tipo penal. Luego de realizadas
estas acciones, envía al Sargento Supervisor Freddy Martínez a la Fiscalía 41 Militar,
sin haber permitido que los detenidos se comunicaran con persona alguna, ni
familiar, ni Abogado, continuando con las violaciones a la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela. De igual manera, en fecha 15-03-2019, en
horas de la mañana, el Sargento Freddy Martínez, en compañía de la Fiscal 41
Militar Teniente Doraima Carrasco, se trasladan a Ciudad Bolívar, para consignar por
el Alguacilazgo del Tribunal Militar 17 de Control, las correspondientes actuaciones,
a fin de poner a los detenidos a la orden de dicho Tribunal, pero si trasladar a los
detenidos, ni haberles permitido comunicarse con nadie. Simultáneamente, los
detenidos habían logrado comunicarse con un familiar vía telefónica y es éste quien
nos convocó para ejercer la defensa, por lo cual llegamos a la sede del Tribunal a
pocos minutos de haberse presentado el Sargento Supervisor Martínez con la Fiscal
41 Militar y pudimos constatar la ausencia de los detenidos a quienes íbamos a
defender, lo cual constituye que se estaba violentando flagrantemente, con la
anuencia de la representación Fiscal, el Debido Proceso y el Derecho a la Defensa
para los detenidos, pretendiendo imponerles una Defensa Pública Militar. En la
Audiencia de Presentación, la defensa alegó en primer término la NULIDAD
ABSOLUTA establecida en los Artículos 174 y 175 del Código Orgánico Procesal
Penal, por la flagrante violación del contenido de los Artículos 44 numeral primero de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en virtud de que nuestros
defendidos al momento de ser aprehendidos NO ESTABAN COMETIENDO DELITO
ALGUNO, sino tal vez una falta leve y porque se habían violentado las 48 horas
establecidas en el Código Orgánico Procesal Penal para presentarlos ante el
Tribunal. De igual manera la violación del Artículo 44 numeral segundo, porque no se
les permitió tener comunicación alguna con familiar o Abogado de su confianza,
antes de haber enviado las actuaciones al Tribunal, pretendiendo imponerles una
Defensa Pública. Asimismo la violación del contenido del Artículo 46 numerales 1 y
2, por el trato cruel que se les infringió a los funcionarios y el irrespeto a su dignidad,
al ser detenidos sin decirles por qué motivo, cuando se encontraban desempeñando
un servicio en un puesto que funciona en condiciones infrahumanas. Fue violentado
además el contenido del Artículo 49 numerales primero y segundo, referidos al
Debido Proceso, al Derecho a la Defensa y a la Presunción de Inocencia. Alegó la
defensa lo exagerado e inadecuado de los calificativos contenido en el Escrito
presentado por la representante de la Fiscalía 41 Militar, es decir, ULTRAJE A LAS
FUERZAS ARMADAS, previsto y sancionado en el Artículo 505; DESOBEDIENCIA,
previsto y sancionado en los Artículos 519 y 520 y CONTRA LA SEGURIDAD DE
LAS FUERZAS ARMADAS NACIONALES, previsto y sancionado en el Artículo 551
numeral 3, todos del Código Orgánico de Justicia Militar, toda vez que ninguno de los
elementos de convicción consignados por la Fiscalía, hacían presumir que nuestros
defendidos tuviesen su conducta comprometida en la comisión de tales delitos. Los
elementos de Convicción que acompañó la Fiscalía, como actuaciones de
investigación realizadas para sustentar las imputaciones a nuestros patrocinados
estuvieron constituidos por el Acta Policial, Derechos del Imputado, Actas de No
Vejación, Copia Certificada del Libro de Parque, Revista de Servicio de los días 13 y
14 de Marzo, POV de los Servicios, Inspección Ocular del Sitio, Experticia de
Reconocimiento de Armas y Municiones, Entrevista a dos testigos referenciales y
Cadena de Custodia, elementos estos que NO SIRVEN para establecer indicios de
que nuestros patrocinados pudiesen tener su conducta comprometida en la comisión
de ningún hecho punible. Honorable Juez Militar, un delito  o hecho punible es un
comportamiento que, ya sea por propia voluntad o por imprudencia, resulta contrario
a lo establecido por la ley. El delito o hecho punible por lo tanto, implica una violación
de las normas vigentes, lo que hace que merezca un castigo o pena. La conducta es
el primer elemento básico del delito, y se define como el comportamiento humano
voluntario, positivo o negativo, encaminado a un propósito y que para demostrar este
comportamiento, se requiere que el Ministerio Público cuente con elementos que
vinculen la conducta desplegada por el sujeto activo, con lo establecido en la norma
y que se cuente con pruebas suficientes para que se pueda presumir o demostrar la
posible participación del encausado en los hechos que se le pretendan acreditar. En
el caso de marras, ninguno de los elementos aportados por la representante Fiscal,
establecen vinculación de nuestros defendidos con la comisión de los delitos traídos
al presente proceso. A saber, para que haya Ultraje a las Fuerzas Armadas, según
lo pautado en el Artículo 505 del Código Orgánico de Justicia Militar, es necesario
que el militar injurie, ofenda o menosprecie a las Fuerzas Armadas o a alguna de sus
unidades, lo cual no se desprende de las actuaciones, donde sólo contamos con el
dicho del Capitán Muro Peñaloza, plasmado en el Acta Policial que el mismo levantó
y para demostrar tal actuación tampoco cuenta el Ministerio Público con elemento
alguno en las actuaciones traídas al Tribunal. En relación al delito de Desobediencia,
tipificado en el Artículo 519, debe haber dejado el militar de ejecutar una orden, cosa
que tampoco se desprende de las actuaciones, toda vez que nuestros defendidos
fueron aprehendidos cumpliendo el servicio, con sus armas de reglamento, en el sitio
en el cual se les había ordenado permanecer, aún sin contar con las más mínimas
condiciones para la permanencia humana, un lugar donde no existe ni siquiera una
instalación militar, sino que es una instalación eléctrica, es decir, un patio de 115
KVA, donde no hay dormitorio, ni sanitario, ni agua potable, ni mucho menos un lugar
adecuado para descansar o guarnecerse del sol o la lluvia. En cuanto al delito Contra
la Seguridad de la Fuerzas Armadas Nacionales, fundamentado en el numeral 3 del
Artículo 551, es decir, el centinela que viole o quebrante la consigna, abandone el
puesto o se embriague, estableciendo la Fiscalía que el hecho ocurrió en
cualesquiera otras circunstancias, sin señalar expresamente cuáles eran las
circunstancias en este caso particular o de qué manera violaron nuestros defendidos
alguna consigna, puesto que de las actuaciones, específicamente de la propia Acta
Policial levantada por el Capitán Franklin Muro Peñaloza, Comandante de la
Segunda Compañía, a la cual estaban adscritos en ese momento todos nuestros
patrocinados, se desprende que los mismos estaban en su lugar de servicio,
cumpliendo con su guardia indefinida en el tiempo, uniformados y en sus cabales, no
contando la representante Fiscal, con ningún elemento que pudiera dar fe de que
existiera para el momento otra circunstancia diferente a la mala gestión y a la maldad
del Capitán, quien no solamente demostró negligencia en el desempeño de su
función de comando, sino absoluta deslealtad al mentir sólo para tratar de ganar
prebendas luciéndose ante una comisión presidencial y evadiendo la responsabilidad
directa que tiene en la precaria forma de cumplir con ese servicia en dichos puestos.

Ciudadana Juez Militar, Usted misma es testigo del desacato por parte del Sargento
Freddy Martínez y del Capitán Franklin Muro Peñaloza, quienes estuvieron renuentes
a trasladar a nuestros defendidos al Tribunal, de viva voz de los mismos Usted
escuchó la forma en la cual estaban siendo presionados para dejar que fuese un
Defensor Público Militar quien los defendiera, así como que se les estaban haciendo
falsas promesas de no ser imputados, si aceptaban ser cambiados para otro Estado.
Ante todas estas irregularidades, sorprendió a quienes aquí defendemos, el hecho
de que sin elementos suficientes y sin tomar en consideración las exposiciones
coincidentes de nuestros defendidos, referidas a que no tenían conocimiento de que
iría esa comisión presidencial, de que estaban en sus puestos de servicio y
uniformados cuando la misma llegó a los puestos, omite el pronunciamiento sobre la
nulidad alegada por la defensa y declara la aprehensión en flagrancia, admite los
tipos penales inventados por la representación fiscal y dicta una medida privativa de
libertad, razón por la cual formulamos el presente recurso, a fin de que sea la Corte
Marcial que conozca de nuestra solicitud de NULIDAD ABSOLUTA de todo el
procedimiento, así como sobre la inexistencia de hechos que revistan carácter penal
en el presente caso. Por los razonamientos precedentemente expuestos,
APELAMOS de la decisión dictada en fecha 17 de Marzo de 2019, al finalizar la
audiencia de presentación de nuestros defendidos, ya que todo el procedimiento
aplicado en el presente asunto está viciado de nulidad absoluta y en las actuaciones
los elementos de convicción, no guardan relación con los delitos supuestamente
cometidos por nuestros patrocinados, sumado al hecho de que la supuesta conducta
desplegada por nuestros defendidos, no reviste carácter penal, sino que constituye,
tal vez, una falta de índole meramente Administrativo, que pudo haberse ventilado a
través de un procedimiento administrativo y no como comisión de hechos delictivos,
lo cual deviene en una errónea interpretación de la Ley y por ende en una errada
aplicación de la norma jurídica, ya que se pretende encuadrar la supuesta conducta
que se les atribuye a nuestros representados, todos funcionarios de la Guardia
Nacional Bolivariana de Venezuela, en delitos cuyos supuestos no se corresponden
con los hechos narrados en el Acta levantada por el Capitán (GNBV) Franklin Muro
Peñaloza.

Solicitamos que el presente recurso sea tramitado conforme a derecho, jurando no


proceder falsa, ni maliciosamente. Es Justicia, en Ciudad Bolívar, a los diecinueve
(19) días del mes de Marzo de 2.019.

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