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Libro de Etica 1
Libro de Etica 1
LOS PROBLEMAS
SOCIALES
NOS INTERPELAN
LIBRO
Eta
Asunción, Paraguay
2015
6ta. Edición - SERVI LIBRO, 2014
© SERVILIBRO
Pabellón "Serafina Dávalos-
25 de Mayo v México - Plaza Uruguaya
LIBRO Telefax: (595-21) 444 770 - 451 105
Elkal E-mail: servilibro@gmail.com
Web: www.servilibro.cotn.py
Asunción, Paraguay
Septima Edición
Introducción 9
Capítulo I
Qué hacer ante los problemas sociales de nuestro tiempo 11
Capítulo II
La Palabra de Dios y de los Padres de la Iglesia ante los males
sociales el dolor de los oprimidos 37
Capítulo ni
La Doctrina Social: Un servicio y un compromiso de la Iglesia
con la realidad de nuestro tiempo. 63
Capítulo IV
Fuentes documentales de la Doctrina Social de la Iglesia y
propuesta de periodificación. 83
Capítulo V
Principios y valores permanentes de la Doctrina Social de la
Iglesia 117
Capítulo VI
La Iglesia de América Latina frente a la realidad social de
nuestro continente 163
Capítulo VII
La actividad política: espacio privilegiado del compromiso
cristiano 211
Capítulo VIII
Algunas cuestiones particulares de la realidad política: el
Estado y la democracia. 24I
Capítulo IX
La economía y los nuevos desafíos de la humanidad. 271
Capítulo X
El trabajo, clave de la cuestión social. 295
Capítulo XI
La globalización: un problema social de nuestra época 323
Capítulo XII
Hacia una nueva sociedad, objeto del compromiso creyente ...359
Siglas 379
Bibliografía 381
9
INTRODUCCIÓN
Capítulo I
QUE HACER ANTE LOS PROBLEMAS
SOCIALES DE NUESTRO TIEMPO
13
, 14
4, 16
czn, D 71\ YO
Entre todos los temas que a nuestro parecer requieren
cambios rápidos vamos a enfatizar los siguientes:
7 ,
18
, 20
/Th
••. .
•,
"Th
--e 22
a. Miedo e impotencia
b. Indiferencia y huida
c. Individualismo oportunista
e. Espiritualismo
24
f. Compromiso crítico
La ecología: (169)
La tierra (174-175)
El trabajo (183-184)
31 „
a) Segunda historia
34
35 .
3 AA.VV.: "Una nueva voz para nuestra época- , U. Comillas, Madrid, 2000, p.
XXIV.
Capítulo II
- Fraternidad e igualdad
- Solidaridad y servicio
39
41
42
2 Bigo, o.c., p. 19
43
, 44
3
E. Hamel:"L'usage de l'Escriture Sainte en theologie morale", Gregorianum 47,
1966, p. 80-81.
45
, 48
o La fraternidad y la igualdad
49
n La solidaridad y el servicio
51 ,
52
8 0.c. p. 184-185
9
En la teología cristiana se llama "Padres de la Iglesia" a los escritores de los
primeros siglos cristianos. En Occidente hasta Gregorio Magna (604) o Isidoro
de Svilla (636) y en Oriente hasta Juan Damasceno (749); siempre que reunan
estas cuatro condiciones: ortodoxia de doctrina, santidad de vida y aprobación
eclesiástica. En sentido amplio se extendería hasta el comienzo de la edad media,
considerandose a San Bernardo de Claraval (1090-1153) como al último de los
Padres de la Iglesia.
54
io
Homilía 6 contra la riqueza, 6, P.G.. 31, 276.
Y en otro lugar:
"El que despoja a un hombre de su vestimenta es un
ladrón. El que no viste la desnudez del indigente, cuando
puede hacerlo, ¿merecerá otro nombre?. El pan que
guardas pertenece al hambriento. Al desnudo el abrigo que
escondes en tus cofres. Al descalzo el zapato que se pudre
en tu casa. Al mísero la plata que escondes""
14
San Basilio: Reglas breves. P.G. 31, 1145.
- A quienes se debe dar limosna: hay que darla a todos los que
necesitan pero, sobre todo a los cristianos y a los santos;
- Cuando hay que distribuir limosnas: su fuente debe manar
continuamente; pero hay que honrar especialmente el domingo,
socorriendo con mano larga a los pobres:
- Eficacia en orden al perdón de los pecados: los padres insisten
de modo abrumador en presentar la limosna como una de las
formas de obtener el perdón de los pecados.
58
17 0.c. p. 63.
59
60
62
19
J. 1. Gonzalez Faus: "Vicarios de Cristo", Trotta. Madrid, 1991, p. 24.
Capítulo III
oi/LiPii15
1. Claves para comprender la Doctrina Social de la Iglesia
s o os,
»aparte de un pro ema
gravísimo de la ocial de su tiempo: de la situación de la
clase proletaria n v"ddbla a Irailaue había
comenzado unas deca as anteriores. Desde entonces, hasta la última
encíclica social, la Centesimus Annus (1991) de Juan Pablo II, la
Iglesia partirá de los grandes problemas sociales de nuestro tiempo.
Si nos ponemos en contacto con la misma veremos desfilar ante
nuestra vista los grandes temas políticos, económicos, sociales y
culturales que han preocupado a nuestros contemporáneos.
67
68
69
, 70
Niveles de Amplitud y
Dimensiones obligatoriedad
actuación
76
78
79
, 80
Capítulo IV
1.
2_ 5 e FIQ\C\UV/3\.
1968. Crecimiento
- demográfico. Éxodo
Documentos de Aplicación del Concilio de población del
Medellín. II Conferencia Vaticano II a América campo a las ciudades.
General del Episcopado Latina Crecimiento de
Latinoamericano la marginalidad.
(CELAM) Movimientos
guerrilleros en varios
paises de la región.
1979, Gobiernos militares
en Brasil, Uruguay,
Documento de Puebla Doctrina social de la Paraguay, Chile,
Iglesia. ideologías. Argentina, Bolivia,
III Conferencia General liberación cristiana, el etc. Subsistencia de
del CELAM poder politica, uso de los algunos movimientos
bienes guerrilleros.
Crecimiento de
la deuda externa.
Violación de los
derechos humanos.
1992, Nueva evangelización. Gobiernos
democráticos en
Conclusiones de Promoción humana. casi todos los piases
latinoamericanos.
Santo Domingo Cultura cristiana. Planes de ajuste
IV Conferencia General económico.
del CELAM Situaciones de extrema
pobreza. Narcotráfico.
Corrupción
administrativa.
2007 Proceso de
globalización a
Conclusiones de Análisis de la realidad de nivel mundial y de
A. Latina y el Caribe integración en América
Aparecida
y el Caribe. Gobiernos
El Cap. 8: Reino de democráticos y
V Conferencia General Dios y promoción de la
del CELAM algunos de tendencias
dignidad humana.
nacionalistas,
populistas y socialistas.
Crecimiento
económico y niveles
altos de pobreza y
desigualdad.
P 1WccoYVIkr,Byall
Pedro Velasco Rodríguez, O.P.
1
9I
a) Sínodos
4, 92
Tomo esta periodización de Rafael Ma sanz de Diego en: "Manual de DSI", BAC,
Madrid, 1993 pp. 5-57.
98
99
106
107
109
b) "Laboremexercens" (14-9-1981)
b) "Sollicitudoreisocialis" (1987)
, 112
"Centesimusannus" (1-5-1991)
13 ,
117 ,
Capítulo V
3. El bien común
6. La participación social
119
Fundamentación filosófica
La excelencia, grandeza y respeto que corresponde a todo ser
humano (su dignidad) provienen de su misma realidad, de su mismo
ser. Al hombre y a la mujer el hecho de estar dotados de inteligencia,
voluntad, libertad, conciencia y ser capaces de proyectar su vida
y de apropiársela en cada momento les hacen poseedores de una
grandeza inconmensuble ante los demás seres del universo, ante sí
mismos y ante los demás.
La persona es un ser inteligente capaz de analizar el mundo,
comprenderlo y transformarlo. Tiene también la capacidad de amar, de
salir de sí mismo, crear comunidad y entregarse desinteresadamente
a los demás. Tiene conciencia por la que reflexiona sobre sí mismo
y sobre sus actos y se hace dueño de su realidad y de sus metas
y proyectos. El hombre es persona que consciente y libremente se
posee. Por lo tanto está objetivamente referido a sí mismo, y por
ello no tiene antológicamente carácter de medio, sino de fin; posee,
no obstante una orientación hacia personas. Por ello le compete un
valor absoluto y, por tanto, una dignidad absoluta.
Por todo ello, la persona humana tiene una característica muy
peculiar: entre todos los seres del universo, hay uno —el hombre- que
exige ante sí y ante los demás estima (amor). custodia (respeto) y
Fundamentación teológica
23
124
25 ,
126
para valorar a un hombre que ese hombre tenga algunas cosas más
—un buen traje, unas condecoraciones colgando, un saldo elevado en
la cuenta corriente, un carnet en el bolsillo, etc.- quiere decir que al
hombre no se le respeta realmente como hombre.
Los derechos humanos son:
Naturales, porque brotan de la misma naturaleza del hombre.
Esto es tanto como decir que son anteriores y superiores al
derecho positivo. "No puede aceptarse por tanto —decía Juan
XXIII-, la doctrina de quienes afirman que la voluntad de cada
individuo o de ciertos grupos es la fuente primaria y única de
donde brotan los derechos y deberes del ciudadano" PP 78).
Inviolables; es decir, que no es lícito privar a nadie de ellos.
No son, sin embargo, ilimitados, porque el ejercicio del propio
derecho termina donde comienza el derecho objetivo de los
demás. Una persona que atentara contra los derechos de otros
podrá ser temporalmente privada de los suyos; pero sólo en la
medida en que lo exija la protección de los demás. El penado,
por ejemplo pierde temporalmente los derechos expresamente
mencionados en la sentencia y los que jurídicamente se deriven
de la misma, pero conserva, ahora casi con más razón por
encontrarse más desvalido, los restantes derechos humanos.
Inalienables; es decir, no sólo los demás no pueden privar a un
individuo de sus derechos fundamentales, sino que él mismo
no puede enajenarlos, porque sería tanto como renunciar a la
condición humana. Es legítimo renunciar al ejercicio de un
determinado derecho, pero no a la titularidad (por ejemplo, yo
puedo renunciar a contraer matrimonio, pero no puedo renunciar
al derecho a contraer matrimonio).
Universales; es decir, son válidos para todos los seres humanos,
sin excepción alguna. Recuerdo ahora unas polémicas
declaraciones que hizo en 1991 Joaquín Ortega, embajador
español en Marruecos, sobre la situación de aquel país magrebí:
"Lo que los observadores europeos consideran una violación
grave de los derechos humanos no es sino la aplicación de
128
3. EL BIEN COMÚN
3.1. TEXTOS DEL MAGISTERIO
3 Mons. Gianpaolo Crepaldi. Secretario del pontifico Consejo "Justicia y Paz": "El
Compendio de la DSI al servicio del hombre de nuestro tiempo", UNIVERS1TAS,
revista del Instituto Tomás Moro de la UCA, u° 8, 2007. Asunción, pag. 54.
130
5 Vida', Marciano: "Moral social" T. 111, Edit. PS, Madrid. 1995. p. 130.
134
135 ,
9
Ricardo Petrella: El bien común. Elogio de la solidaridad", Madrid 1997,
pag. 13-14
137 ,
Se trata de un derecho:
144
h. Intervención estatal
Conclusión
5. SOLIDARIDAD Y SUBSIDIARIEDAD
147
148
o Definición de la solidaridad
153 ,
156
6. LA PARTICIPACIÓN SOCIAL
, 160
13
lbanez Langlois, José M.: -Doctrina Social de la lelesial Edic. U.C. Chile,
Santiago de Chile 1986. p. 86.
161 ,
Capítulo VI
Introducción
1. 1 Conferencia General de Río de Janeiro (1955)
2. 11 Conferencia General de Medellín (1968)
2.1. Contexto eclesial y sociopolítico
2.2. Metodología y documentos
2.3. Principales aportes
2.3.1. Lectura teológica pastoral de la realidad social
2.3.2. Liberación y desarrollo
2.3.3. La justicia, la paz y la violencia
3. 111 Conferencia General de Puebla (1979)
3.1. Contexto eclesial y sociopolítico
3.2. Lectura ética de la realidad
Motivación de esta lectura
Descripción y causas de la realidad
3.3. Cuestiones relevantes de ética social
3.3.1. La dignidad de la persona y los derechos humanos
3.3.2. Las ideologías
3.3.3. La política
3.3.4. La liberación y el desarrollo integral
4. IV Conferencia General de Santo Domingo (1992)
164
165 ,
Hasta 1965, fin del Concilio Vaticano II, por indicar una fecha
significativa, ya seria interesantísimo rastrear las orientaciones,
enseñanzas y emprendimientos de la Jerarquía en el orden de lo
social.
166
2 0. e., p. 401
167
2. I I CONFERENCIA GENERAL
DE MEDELLÍN (1968)
3
O. e., p. 402-403
168
169
5 Ver también: Introducción, 5; Justicia, 4,6: Paz, 24: Liturgia, 3,4,7; Catequesis,
6,17.
173 „
La justicia
Para Medellín la injusticia tiene unas causas y consecuencias
bien concretas y no solamente esto, hace también una lectura
teológica de esa realidad e indica que constituye una situación de
pecado: «Al hablar de una situación de injusticia nos referirnos a
aquellas realidades que expresan una situación de pecado» (Paz, 1).
La paz y la violencia
Medellín señala tres notas que caracterizan la concepción
cristiana de la paz:
c. «La paz es fruto del amor, expresión de una real fraternidad entre
los hombres: fraternidad aportada por Cristo, Príncipe de la Paz,
al reconciliar a todos los hombres con el Padre» (Paz, 14).
d. Donde no hay condiciones de paz hay rechazo de Dios. «Donde
se encuentran injustas desigualdades sociales, económicas y
culturales, hay un rechazo del don de la paz del Señor; más aún,
un rechazo del Señor mismo» (Paz, 14).
175
más la distancia entre los muchos que tienen poco y los pocos que
tienen mucho (Mensaje, 2).
178
180
181 ,
3.3.3. La política
Sentido de lo político
182
3.3.4. La liberación
Características de la liberación
"Es una liberación que se va realizando en la historia, la de
nuestros pueblos y la nuestra personal y que abarca las diferentes
dimensiones de la existencia: lo social, lo político, lo económico, lo
cultural y el conjunto de sus relaciones. En todo esto ha de circular
la riqueza transformadora del Evangelio, con su aporte propio y
específico, el cual hay que salvaguardar" (483).
"Debe ponerse en claro que esta liberación se funda en
los tres grandes pilares que el Papa Juan Pablo II nos trazó como
definida orientación: la verdad sobre Jesucristo, la verdad sobre la
Iglesia, la verdad sobre el hombre (484).
"Así, si no llegamos a la liberación del pecado con todas sus
seducciones e idolatrías; si no ayudamos a concretar la liberación
que Cristo conquistó en la Cruz, mutilamos la liberación de
modo irreparable, también la mutilamos si olvidamos el eje de la
evangelización liberadora, que es la que transforma al hombre en
sujeto de su propio desarrollo, individua I y comunitario. La mutilamos
igualmente, si olvidamos la dependencia y las esclavitudes que
hieren derechos fundamentales que no son otorgados por gobiernos
o instituciones por poderosas que sean sino que tienen como autor al
propio Creador y Padre (485).
184
186
187
188
189 „
191
e) La emigración (73).
, 192
, 194
196
198
a. Fundamentación
El n° 7 del documento sobre «Pobreza de la Iglesia»
fundamenta el compromiso de la Iglesia por el pobre en tres razones:
02
La carrera armamentista.
205
206
207
Frente a un mundo que nos impone una mirada desde los que
más tienen, desde los poderosos, desde una economía individualista
y consumista la opción por los pobres es imposible si no se comparte
su vida, sus intereses, sus sufrimientos y sus esperanzas. Esta opción,
como Cristo nos muestra, o se hace compartiendo la vida o no se
hace.
X 08
209 ,
6.4 CONCLUSIÓN
Capítulo VII
LA ACTIVIDAD POLÍTICA: ESPACIO PRIVILEGIADO DEL
COMPROMISO CRISTIANO
3. ¿Qué es la política?
5. Patologías de la política
213
214
León XIII
216
3. ¿QUÉ ES LA POLÍTICA?
217 ,
incaico; en las monarquías absolutas del siglo VII que en los estados
modernos actuales. Toda descripción del fenómeno político ha de
tener en cuenta esta dimensión de su historicidad.
221
La verdad
La justicia
El amor
6Agustín de hipona: "La ciudad de Dios-. IA, c.4, en Obras completas de San
Agustín, t. 16 (BAC 171, Madrid 1964). 195.
La libertad
7
Pio XII: "Dans la tradition" (7-7-1952)5 en DPDS, 1036.
Igualdad, participación
La igualdad
226
La participación
en la vida pública" (GS 31c). Más tarde Juan Pablo 11 dirá que "la
salud de una comunidad política... se expresa mediante la libre
participación y responsabilidad de todos los ciudadanos en la gestión
pública, la seguridad del derecho, el respeto y la promoción de los
derechos humanos" (SRS 44e). De ahí las constantes exhortaciones
de la DSI hace a los cristianos a "participar activamente en la vida
pública" (PT 146).
Si dejamos solamente en manos de los políticos y
especialistas la gestión de la cosa pública es muy posible que se
caiga en grandes desaciertos e injusticias. La sociedad necesita, por
tanto, defenderse de la tiranía de los expertos. Como escribió Pablo
VI, "para hacer frente a una tecnocracia creciente, hay que inventar
formas de democracia moderna" (OA 47).
Por todo ello concluía el Papa que. si bien la necesidad
de participación conducen hacia la democracia, todavía no parece
que la humanidad haya encontrado la fórmula de una democracia
auténticamente participativa: "La doble aspiración hacia la igualdad
y la participación trata de promover un tipo de sociedad democrática.
Diversos modelos han sido propuestos; algunos han sido ya
experimentados; ninguno satisface completamente, y la búsqueda
queda abierta" (OA 24).
Derechos humanos
sonreír, firmó los papeles que le tendían sus asesores. "Sus hombres
se miraron consternados. Me perdona, coronel —dijo suavemente el
coronel Gerineldo Marquez-, pero esto es tina traición". Y "dos días
después el coronel Gerineldo Marquez, acusado de alta traición, fue
condenado a muerte"".
Es fácil comprender por qué el poder embriaga a los
hombres: tienen la sensación de estar haciendo historia, todo el
mundo se pliega a sus órdenes, etc. En cambio, no resulta tan fácil
señalar en que momento preciso la vocación política se transforma
en simple ambición"2.
La corrupción generalizada
La corrupción es, quizás, la peor enfermedad de la política.
Cuando va unida a la impunidad produce la descomposición,
debilitamiento y descreimiento más peligroso de la misma. En todo
el mundo se habla hoy de la corrupción en la política. Grandes
escándalos han saltado en piases ricos y pobres, en piases del Norte
y del Sur.
Garcia Marquez, Gabriel: "Cien años de soledad", Plaza & Janés, Barcelona
1978, pp. 155-158.
231
233 „
234
17
Gonzalez Carvajal. o.e. p. 220.
18
Pablo VI, Octogesima Adveniens, 50.
20L. J. Lebre O.P.: "Acción, marcha hacia Dios", Estela, Barcelona, 1967. p.
116-117.
239 ,
Capítulo VIII
ALGUNAS CUESTIONES PARTICULARES DE LA REALIDAD
POLITICA: EL ESTADO Y LA DEMOCRACIA.
José Luis Gutierrez: Estado, en: Conceptos fundamentales en la DSI”, II, Madrid,
1971. 109- 130
244
249
2. NECESIDAD Y CARACTERÍSTICAS DE LA
AUTORIDAD POLÍTICA
7 54
255
2
Rousseau, J-1.. Contrato social". Espasa Calpe, Madrid, 1990, p. 125.
256
¿Tiranía de la mayoría?
El demócrata trata de resolver las controversias no
suprimiendo al adversario, sino convenciéndolo. Es necesario
reconocer, sin embargo que la práctica no se corresponde demasiado
con la teoría. Una profesora de ética que fue diputada en España
escribe: "Los parlamentos democráticos son un simulacro de
comunicación: escenarios de insultos y descalificaciones, más que
lugares de debate interesante y productivo'". Como nadie espera
convencer ni ser convencido en los debates, los representantes del
pueblo suelen ausentarse del Parlamento a la hora de discutir y
razonar, y acuden sólo a la hora de votar. Eso pone de manifiesto que
no votan según la fuerza de las razones —como pediría la obediencia
al pueblo-, sino por obediencia al Partido.
4
Lord Aeton: "Ensayos sobre la libertad y el poder", Instituto de Estudios Políticos,
Madrid, 1959. p. 487.
259
261 ,
1996, por poner algunos ejemplos, nos indican hasta que grado de
desorientación y de engaño pueden conducir unas elecciones.
a) La democracia en la Biblia
Jesús dirá más tarde que entre nosotros no caben los títulos
honoríficos, porque somos todos iguales: "No se dejen llamar
"Rabbí", porque uno sólo es su Maestro: y ustedes son todos
b) La democracia en la escolástica
9
Tomás de Aquino: "Summa Theologiea 1-2, q. 105, a. 1 (T. II, BAC, Madrid,
1989, p. 864).
10
G'onzalez-Carvajal, Luis: "Entre la utopia y la realidad", sal Terrae. Santander,
1998. p. 245-247.
9 65 ,
268
269 ,
271
CAPITULO IX
LA ECONOMÍA Y LOS NUEVOS DESAFÍOS DE LA
HUMANIDAD.
3. Finalidad de la economía
273
PNUD: "Informe sobre desarrollo humano 1999", Mundi Prensa, Madrid 1999,
p. 22.
2
Francisco Mochón: "Economía básica", McGraw-Hill, Madrid 1999, p. 2 .
ciencia empírica instrumental que nada tiene que ver con la moral
que habla de valores y de fines. Incluso se ha distinguido entre
economía positiva que se refiere a lo que es, a los hechos, sus causas
y sus leyes en el campo económico y la economía normativa que
trataría de lo que debe ser lo cual depende de la valoración subjetiva
y por lo tanto no tiene rango de ciencia ni de validez universal. La
actividad económica sería, para esta corriente, independiente de la
ética, porque los hechos se pueden y deben explicar sin conexión
alguna con los juicios de valor.
4 Conill Sancho, lesas: "Horizontes de economía ética". Tecnos, Madrid 2004. pp.
282.
278
279 ,
5 Calleja,
J. I "Moral social samaritana 1" PPC, Madrid 2004. p. 99-100.
3. FINALIDAD DE LA ECONOMÍA
9 82
783
285 „
286
287
, 288
292
293
295
CAPITULO X
EL TRABAJO, CLAVE DE LA CUESTIÓN SOCIAL
4.2. El paro
297 „
Múltiples publicaciones actuales se hacen eco de esta realidad. Por citar algunas:
Rifkin, Jeremy: "El fin del trabajo", Paidos, Barcelona 1996. Castel, Robert:
"La metamorfosis de la cuestión social-, Barcelona, Paidos 1997. Tezanos, J.
F.: "El trabajo perdido" Biblioteca Nueva, Madrid 2001. Diaz-Salazar, Rafael:
"Trabajadores precarios. El proletariado del siglo XXI", Ed. FIOAC, Madrid 2003.
304
Desde León XIII en 1891 hasta Juan Pablo II, que dedicará
su primera encíclica social íntegramente al trabajo, el magisterio de
la Iglesia no ha cesado de profundizar y desarrollar su doctrina sobre
el mismo. Hasta tal punto lo considera importante que en sus últimos
documentos lo propone como la "clave de la cuestión social".
—,, 306
307 „
308
310
312
313 ,
314
317
• la situación de la empresa;
318
4.2. EL PAROS
322
CAPITULO XI
LA GLOBALIZACIÓN: UN PROBLEMA SOCIAL DE
NUESTRA ÉPOCA
325
326
327
1.2.1. Hasta el s. XV
, 328
331 ,
d) La ideología neoliberal
2
Luis de Sebastián: "Neol iberal ismo. en "Diez palabras claves sobre globalización".
Verbo Divino, Pamplona 2002, p. 53 .
335
337
6 Ulrich Beck: ¿Que es la globalización?. Paidos, Buenos Aires, 1997, pp. 27-30
7
leremy Rificin: "El fin del trabajo"Paidos, Buenos Aires, 1996.
Centralidad de la persona
J5 I
Principio de la solidaridad
353 ,
9
L.J. Lebret: "Principios para la acción". Edit. Popular Madrid, 1968, p. 28.
359
CAPITULO XII
HACIA UNA NUEVA SOCIEDAD, OBJETIVO DEL
COMPROMISO CREYENTE
i) El armamentismo
AA.VV.: Una voz para nuestra época". Universidad de Comillas, Madrid, 2.000,
p. 620.
2 F. Houtart y F. Polet: "El otro Davoc, Edit. Popular, Madrid 2001, pp. 191-197.
seres humanos. Estas son las razones por las cuales los firmantes
de esta declaración apoyan la creación del Foro Mundial de las
Alternativas.
SIGLAS
BIBLIOGRAFÍA