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La lectura compartida del libro “Secretos de familia” de Graciela Cabal fue muy

agradable , en el sentido del contenido que transmite , nada más y nada menos
que la menstruación, un tema que hasta hoy cuesta charlar abiertamente
,siendo que es sinónimo de tabúes para mujeres y hombres, aunque, quizá los
nuevos adolescentes toman estos temas de una manera más relajada.

En mi experiencia, con el tema de la primer menstruación ni siquiera me permití


contárselo a mi madre, que tampoco me había hablado abiertamente del tema,
y como medianamente era grande (me desarrolle a los 14 años) me arregle
sola, ese día me bañé y como opción de emergencia use algodón y gasas y
me fui a comprar toallitas higiénicas. Recuerdo que mientras iba me
preguntaba a mí misma, “¿Por qué a mí? ,“Que mala suerte”, compartí con una
amiga lo que me había pasado, ella ya se había desarrollado y me conto lo que
sabía del tema. Días después le “avise” a mi mama a modo telegrama tampoco
sin darle oportunidad de que me diga nada, sinceramente no estaba
acostumbrada a que me hable de temas tan íntimos y empezar en ese
momento ,yo particularmente, lo sentí tarde. Recuerdo oportunidades que me
haya dicho “no te bañes” o “no tomes aspirinas”, mi carácter rebelde hacia lo
contrario, jugaba al básquet y hacia gimnasia, mi mama se horrorizaba pero no
me decía nada.

Aprendí sobre sexualidad y sobre la reproducción con un cachetazo de la


realidad a través de la ignorancia , cuando tuve mi primera relación sexual , a
los 17 años, después de ello el periodo no me venía y entre en pánico, no fui
corriendo a mi mamá si no, que a una amiga la misma con la que compartimos
el tema de la menstruación, me acompañó a realizarme un análisis de sangre
para saber si estaba o no embarazada ,como dio negativo sacamos juntas un
turno con un medico que nos explicó, que el periodo podía tener cambios ante
la primera relación sexual, cómo se reproduce el ser humano y los cuidados
que debíamos tener si no queríamos un embarazo. Esto quedo entre nosotras
nunca les contamos a nuestras madres.

2- Puede que el propósito de esta clase sea, desde la mirada de la propia


experiencia con la sexualidad, entender y des contracturar el tema,
comprender que la sexualidad es parte de la formación de las personas, de sus
derechos reproductivos y sexuales.

No hablar de la sexualidad es también una manera de educar, de educar en el


tabú, en el prejuicio, en los estereotipos que también implican un modelo de
vínculo frente a los derechos de las personas.

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