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“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y

creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás


salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la
boca se confiesa para salvación” Romanos 10: 9-10

Jesús vino a esta tierra a darnos salvación, cada uno de los castigos
que recibió fueron por amor a ti y a mí. Sin duda Jesús pensó en ti
desde antes de la fundación de la tierra y decidió darte salvación si tú
la aceptas.
Una cosa si tienes que tener claro: La salvación que Jesús te ofrece
no es obligatoria, no tienes que sentirte obligado a entregarle tu vida si
dentro de ti no existe esa intención, porque sería un fracaso.
Pero de lo que sí puedo estar seguro es que Dios ya ha tocado tu
corazón en más de algún momento, pero El es caballero y no te obliga
a hacer nada de lo que no quieras o no estés dispuesto a hacer. Por
esa razón en esta ocasión te quiero mostrar cómo obtener salvación.
Primero, “Si confesares con tu boca”, tienes que entender que, para
obtener salvación, tienes que confesar con tu boca, muchos pueden
decir: “no es necesario, yo creo en Dios y eso basta”. Pues quiero
decirte que la Biblia habla de confesar con tu boca “que Jesús es el
Señor”, pero el confesar o entregarle tu vida al Señor no es solo de un
momento, el confesar va más allá de unos minutos, es llevar una vida
que con su boca confiese cada día el Poder de Dios, la Soberanía de
Dios y el cambio que Cristo puede hacerles a las vidas más destruidas
que puedan haber. Confesar con tu boca tiene que ser constante, a
través de las palabras que de ella salgan, en pocas palabras tienes
que tener una vida llena de palabras de Fe, palabras que alienten a las
personas y palabras que te alienten a ti mismo.
La segunda parte es “Creyeres en tu corazón”, creer tiene que ver con
Fe, la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve,
puesto que, aunque no hemos visto en persona a Jesús, creemos en
El y aunque aún no estamos en el cielo sabemos que estaremos ahí.
Creer también tiene que ver con llevar una vida que demuestre sus
creencias, es decir “un buen testimonio”, cuando yo doy un buen
testimonio o mantengo una buena manera de vivir, estoy demostrando
en quien creo, mis pasos en la vida demostraran en quien he creído.
Estos versículos tan universalmente conocidos, van más allá de un
pequeño momento, son versículos que tendríamos que vivir cada día
de nuestro existir, para confesar de Cristo y para Creer en El a través
de una vida santa y que demuestre el cambio que Jesús hizo en
nosotros.
Nunca te olvides de confesar y demostrar en quien has creído.
Y si aún no has confesado con tu boca que Jesús es el Señor y creído
en tu corazón que Dios lo levanto de los muertos, te invito a que lo
hagas, que en el lugar donde estés hagas una pequeña oración como
esta:
“Señor Jesús te pido perdón por mis pecados, reconozco que soy pecador
y que tu moriste por mis pecados y resucitaste al tercer día, te entrego mi
vida para que hagas de ella lo que bien te parezca, a partir de este día te
prometo esforzarme para vivir para ti, cambia mi vida, amen y amen”
Felicidades ya eres un hijo de Dios, ahora no te detengas, comienza a
vivir una vida que agrade a Dios, a través de confesar cada día sus
maravillas y vivir para El a través de un testimonio intachable.

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