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c.

R- 35~

HOMENAJE AL 24T ANIVERSARIO DE LA Cl UDAD DE LOS ANGELES

TESORO S ~-16~~
DE LA ARAUCA NIA
Colección Raúl Morris von Bennewitz
Plata de la Araucanía

ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE LOS ANGELES


MUSEO REGIONAL DE LA ARAUCANIA
ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE LOS ANGELES
Alcalde Sr. VICTOR PEREZ VARELA

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MUSEO REGIONAL DE LA ARAUCANIA
DIRECCION DE BIBLIOTECAS, ARCHIVOS Y MUSEOS
Conservador Sr. MARCO SANCHEZ AGUILERA
TESOROS DE LA ARAUCANIA

Colección Raúl Morris von Bennewitz


Plata de la .Araucanía

COHPILADORES

Jorge Edo. Inostroza S.


Héctor Mora o.

COLABORAN

Raúl Morris von Bennewitz


Ziley Mora
Marco Sánchez
Héctor Mora
Jorge Edo. Inostroza

ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE LOS ANGELES


MUSEO REGIONAL DE LA ARAUCANIA
La Municipalidad de Los Angeles y el Museo Regional de la
Araucanía, agradecen a la Ilustre Municipalidad de Ternuco el haber
facilitado la infraestructura de vitrinas para la Exposición
TESOROS DE LA ARAUCANIA.
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"DESCRIPCION DE LA MUESTRA" 14
Jorge Edo. Inostroza, Raúl Morris
von B. y Héctor Mora O.

"LA PLATA Y SU VINCULACION AL UNIVERSO 34


FEMENINO DE LA MAGIA"
Ziley Mora
Departamento . de Letras, Pontif. Univ.
Católica de Chile, Ternuco

"EL ARTE DE TRABAJAR LOS METALES"


52
Héctor Mora O.
Departamento de Artes. Pontif. Univ.
Católica de Chile, Ternuco.

"LA PLATERIA EN LOS SITIOS ARQUEOLOGICOS"


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Jorge Edo. Inostroza y Marco Sánchez A.
Museo Regional de la Araucanía, T.ernuco.

"LOS PIMPINES COLGANTES DE PLATA EN LAS


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JOYAS MAPUCHES"
Raúl Morris von Bennewitz.

"GLOSARIO"
Impreso publicado para la Exposición "TESOROS DE LA ARAUCANIA"
en homenaje al 247° aniversario de la fundación de la ciudad
de Los Angeles.

Imprenta TELSTAB
Temuco, Chile ,

1986
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La tradición es uno de los elementos que


caracteriza a cada Nación en su acc1on cultural y por ende
en su proyección al futuro y respeto por el pasado.

En Chile, no sólo sentimos un gran respeto por


nuestro pasado, sino el se confunde con admiración por todos
aquellos que a lo largo de nuestra historia entregaran aporte
valioso a la formación de nuestra alma nacional. Nuestra historia
patria está constituída por una inmumerable serie de hechos,
acciones, pensamientos, en los cuales hombres y mujeres han dado
lo mejor de si para la construcción de nuestra sociedad, la cual
a travªs de esos. aportes busca incesantemente la luz que nos
muestra el camino del progreso, desarrollo y consolidación cultural.

En esta perspectiva, la Ilustre Municipalidad de


Los Angeles, en el 247° Aniversario de nuestra comuna, ha invitado
al Doctor Dn. Raúl Morris von Bennewitz, angelino, para que pre-
sente a la comunidad y público en general una muestra de la
cultura Mapuche, de su propiedad, que consiste en joyas de plata
y objetos artesanales del mismo metal y que datan del siglo XIX
y XX. Su valor cultural e histórico es inavaluable, pues ella nos
muestra la evolución de las costumbres, creencias religiosas y
artesanía de una raza Mapuche contada por los poetas y que tan
indómita resistencia ofreció por siglos a quien osara
conquistarlos.

Esta valiosa colección de 600 joyas labradas con


arte muy propio, se puede presentar gracias a la colaboración de
su propietario y del Museo Regional de la Araucanía, Temuco.

Hoy, cuando nuestra comuna está de aniversario,


queremos ofrecer a toda la ciudadanía como un sincero homenaje a
descendientes de ese pueblo Mapuche, cuya sangre se unió al
espa~ol para constituír a este pueblo chileno que nos enorgullece
formar parte.

VICTOR PEREZ VARELA


Alcalde
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SOBRE LA COLECCION ...

Desde hace muchos años, mi interés personal,


producto de directas motivaciones en el seno familiar, la perseve-
rancia constante de su búsqueda y una investigación intensa y
consecuente, me ha permitido hacer acopio, después de largo tiempo
y no menos esfuerzo y sacrificio, de una colección de adornos
araucanos, que en su gran mayoría son alhajas de plata usadas y
utilizadas por las mujeres araucanas para embellecer su atuendo.
Otros, sin embargo, son utesnsilios destinados al uso particular
de los hombres como los mates, anillos, escudillas para beber y
los arreos o atavíos de sus cabalgaduras a los que se incorporan
piezas de plata y otros elementos del mismo metal que complementa-
ban el equipo del jinete (espuelas, taleros, rastras,-etc.).

La colección consta de un número aproximado de


700 piezas, representando una importante muestra de .la joyería
araucana de los siglos XIX y XX. Faltan diseños que siempre fueron
escasos, por ser privativa su realización de muy pocos plateros;
algunos de ellos, de uso muy local, no tuvieron la difusión de los
modelos de la presente colección y otros ya han desaparecido o
bien fueron fundidos por los plateros para hacer nuevos diseños
acordes con la moda del momento, conducta modal que se mantuvo
entre los araucanos y que ha significado la desaparición total de
algunas alhajas, como es el caso, entre otras, de los aros cua -
drangulares de gran tamaño (CHAWAI CHAPEL) , que pesaban alrededor
de 200 gramos el par y que una vez fundidos, les permitía la
ejecución de varias joyas de menor peso.

Esta colección comenzó a formarse hacia los años


1880 y fue iniciada por mi bisabuelo al adquirir, mediante trueque,
un prendedor circular (CHALLTUWE) , que lleva incisa una hermosa
decoración floral. En el transcurso del tiempo, tuvo oportunidad
de realizar diversas operaciones comerciales con los araqcanos, lo
que le permitió formar un importante conjunto de joyas, cuyo núme-
ro se ignora, ya que posteriormente, fueron repartidas entre sus
descendientes, no pudiéndose evitar que muchas de ellas se extra-
viaran. No obstante, su jerarquía 1~ podemos valorar por las 126
piezas, que cedidas por miembros de mi familia integran en la
actualidad parte de esta colección.

Desde muy niño, conocí las joyas araucanas ----que


adornaban los trajes de las mapuches cuando acudían a los centros
urbanos a vender sus tejidos y comprar sus "faltas". Mi madre
guardaba ya algunas joyas con el valor de un recuerdo propio de
su niñez y adolescencia transcurrida en la Araucanía. Y, a veces,
nos contaba cuentos y relatos donde los araucanos aparecían como
protagonistas de una guerra centenaria, defendiendo con valentía
su tierra. La actitud de mi madre despertó en mí tal admiración
por los araucanos que ésta se ha mantenido con el tiempo, guiándo-
me en esta empresa de coleccionar, resguardando tan notable
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expresión de su cultura.

En 1956, atraído por dichos recuerdos, me


decidÍ a ejercer la profesión de médico en la ciudad de Angol,
donde vivía un hermano de mi madre, el Dr. Eduardo Bennewitz
Decher, quien había formado una colección de platería araucana.
Gracias a él me enteré de los prpcedimientos que me permitieron
adquirir numerosas piezas. El más usual era adquirirlos en una
casa de compra y venta de objetos' usados, ubicada en la Avenida
O'Higgins de esa ciudad y que es una de las vías de acceso al
pueblo. A ella acudían los araucanos cuando, apremiados po ~ las
malas cosechas y sin dinero para adquirir alimentos, se veían
obligados a empeñar sus joyas y en muchas ocasiones para continuar
sus fiestas. Si estas alhajas no eran retiradas en el pla·zo
convenido, la dueña de la casa quedaba liberada del compromiso y
las vendía a la gente que estaba enterada del procedimiento en
. cuestión.

Años más tarde, conocí el cacique Juan Chumai


Colipi, noble y digno amigo, prototipo de su raza, quien me
facilitó el contacto c'l.::.rect:o con los araucanos, lo que me permi ti-
ría incrementar mi colección con adquisiciones efectuadas directa-
mente con ellos, lo que es difícil de lograr para un extrayo, ya
que generalmente niegan la existencia de joyas, o si las venden.
lo hacen excepcionalmente en casos de extrema necesidad y a
vecinos que conocen.

Finalmente y dentro del contexto del origen de


esta colección, no se puede dejar de mencionar la importante ayuda
que he tenido de parte de la señorita Eloísa, una funcionaria de
la Galería Artesanal de Temuco, quien ha tenido la deferencia de
avisarme oportunamente cada vez que ha llegado a su poder alguna
pieza de calidad. También ha sido extremadamente útil la ayuda de
don Víctor Pérez y señora, dueños de un local comercial de Temuco,
donde exhiben y venden. artículos indígenas. Ellos, con su expe-
riencia, han hecho posible la adquisición de un seleccionado y
numeroso grupo de joyas de la provincia de Cautín.

Es difícil recordar el nombre de todas aquellas


personas que de una u otra manera posibilitaron la formación de
esta colección; sin embargo, no se puede dejar de agradecer su
colaboración sin la cual me habría sido imposible rescatar esta
valiosa muestra de nuestro patrimonio nacional.

Raúl Mo~ris von Bennewitz


T4

DESCRIPCIÓN DE LA MUESTRA

JORGE INOSTROZA S.
RAUL MORRIS VON BENNEWITZ
RECTOR MORA O.

A pesar de los esfuerzos desplegados por el Dr.


Morris, no se ha logrado recolectar la gran variedad de piezas con
las cuales contaba el ajuar de la mujer Mapuche durante el proceso
evolutivo de la Platería. Por esta razón, en esta publicación nos
remitiremop al estudio descriptivo de la variedad de prendas que
actualmente posee esta muestra. Fantan en ella algunas piezas que
siempre fueron escasas, a causa de su primitiva realización, de su
uso muy local o bien que muchas de ellas fueron f undidas por los
plateros para . confeccionar otras nuevas, adecuándose a las normas
de momento.

Actualmente la colección posee una cantidad de 500


piezas en exhibición. Para una mayor claridad en la descripción,
utilizaremos la siguiente metodología. En cada grupo de piezas se
hará una caracterización general de las formas básicas y sus varie-
dades. Para ello definiremos primero el significado etimológico de
las piezas, aspecto que se complementará con un glosario anexado
en otro capítulo de esta publicación.

Posteriormente, se analizarán sus características


general.es y específicas, describiendo las diferentes partes de la
forma, aspectos tecnológicos y, en lo posible, sus dimensiones
aproximadas.

ARREOS DE LA CALBALGADURA (Vitrinas 1 y 3)

Según Tomas Guevara (1911) las primeras prendas


de montar que tuvieron los indígenas fueron las espuelas y
estribos obtenidos en los encuentros sosten.idos con los españoles.
Se heredaban de padres a hijos por varias generaciones. Para su
confección se utilizaban diversos materiales y técnicas, las
cuales eran de difícil reproducción para los plateros Mapuches,
adaptando así las piezas a su propio estilo. Las cabezadas y
bridas de plata sin duda han sido introduc'ciones tardías (S. XIX).
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~
r'

La escasez de estas prendas se debe a que su


manufactura, de costo elevado, solamente podía ser encargada por
los miembros más ricos de su sociedad, entre ellos los caciques.

Complementa todo esta ajuar 7 el rebenque o talero ,


generalmente recubierto por una lámina de plata delgada y repujada .
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MATES Y PLATOS (Vitrina 2)

Mates : Es probable que muchos de ellos fueran confecci onados por


los plateros Mapuche s, ya que algunos modelos no requiere n una
tecnolog ía más avanzada que otras piezas confecci onadas por el
artesano (por: ej. el Punzón). Complem enta este eleme'nto una varie-
dad de bombilla s ricamen te adornada s.

Sin duda , muchos de los mates encontra dos en las


diferent es coleccio nes fueron introduc idos desde la Argentin a ,
porque demuestr an una ejecució n tecnológ ica avanzada , ajena al
platero indígena .

YIHUE (o LLUHUE)

Fuente o escudill a de plata utilizad a por los


Mapuche s para beber en las grandes ceremon ias, reunione s o para
agasajar a sus visitant es más importa ntes. Hoy día tan sólo se
encuentr an en coleccio nes . privadas y museos.

Su confecci ón suponía un metal de buena calidad


con la cual obtenían una placa uniform~ que luego,· por medio de
golpes de martillo , consegu ían darle l a, cOncavid ad y la forma de
una fuente o plato. Generalm ente complek enta este elemento un par
de asas con figuras muy estiliza das.
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SIKIL (Vitrina 4 y 7)

Es el adnrno pectoral Mapuche de mayores dimensio-


nes. Está formada por eslabones de diferente s tipos y se acompaña
generalme nte por el TRAPAPEL o el TUPU. Para su mejor comprensi ón
lo hemos dividido en tres grupos o variedade s:

SIKIL de tubos: está formado por dos o tres corridas superpues -


tas de tubos o canutillo s (RUNI), unidos por cuentas de diversas
formas. De su extremo inferior cuelga una placa ovoidal de tama-
ño variado. Esta placa inferior fu e trabajada mediante la
técnica del fundido.

La decoració n de la placa inferior consiste en perforaci ones,


calados o motivos en sobrerelie ve, obtenidos a través de un pro
ceso de moldeado. También se utiliza en ella la técnica de la -
incisión, mediante el grabado o cincelado .

Excepcion almente aparecen en su parte central, figuras antropo-


morfas obtenidas mediante el calado.

SIKIL de cadena de placas rectangul ares: estos ejemplare s son


de grandes dimension es. Están formadas por dos a seis placas
rectangul ares unidas por pequeños eslabones . La última placa
conserva la forma ovoidal, similar a la anterior. Las placas
superiore s tiene decoracio nes en su contorno, rectilíne as o
curvas. En el centro presenta decoracio nes circulare s o figuras
fitomorfa s.
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SIKIL de placas rectangulares paralelas: están formadas por dos


series de placas rectangulares paralelas separadas en el centro
por una placa transversal. Los extremos de la pieza están for-
mados por dos placas trapezoidales. Las uniones pueden ser
de alambre o de pequeñas plaquitas rectangulares. Como adorno
pueden llevar soldadas figuras de flores repujadas en su centro.

SIKIL de placas grandes: están formados por grandes planchas


laminadas por percusión (2 ó 3) unidas íntimamente mediante un
par; de eslabones. Su cuerpo adopta así una estructura pirami-
dal. La placa terminal de la prenda se caracteriza por su forma
siempre trapezoidal, de perfil recto o evertido.

Todas las variedades descritas tienen colgantes


pendientes de la placa inferior. Estos varían su número de tres a
catorce. Los más comunes están inspirados en motivos fitomorfos,
existiendo algunos ejemplares de motivos antropomorfos con varian-
tes estilizadas. En menor proporción se encuentran los colgantes
en forma de disco, generalmente decorado con incisiones en su con-
torno y en el centro.

AJU~R DE LA MUJER EN CAUTIN (Vitrina 5)

Entre los colgantes pectorales utilizados por la


mujer en Cautín, encontramos el SIKIL, el TRAPELAKUCHA, el KILKAI
y el prendedor AKUCHA. En la cabeza se utiliza el TRARILONKO y en
las trenzas, colgantes en la espalda, se enrolla el NITROWE ·y toma-
das con el KILKAICHAPETO.

AJUAR DE LA MUJER EN ARAUCO (Vitrina 6)

La forma de utilizar el CHAMAL y la manera de


enrollarse las trenzas parecen las diferencias más características
que determinan la adopción de otras prendas en la zona de Arauco.
Las trenzas, enrolladas con el NITROWE se acomodan sobre la cabeza,
sujetas a su vez con un TRARILONKO diferente al ya conocida y lla-
mado por sus características TRARILONKO de Arauco. El CHAMAL se
prende en ambos costados a la altura de los hombros, con una
prenda compuesta llamada TUPUTRARIPEL. Entre los colgantes destacan
en CHAPETO, especie de pechera confeccionada con LLANKAS o chaqui-
ras, el SIKIL y el prendedor AKUCHA, ambos con detalles que los
diferencia de los de Cautín.
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CHAWAY (Vitrina 8)

Nombre con el cual se designa a los aros o zarci-


llos mapuches. Es una de las prendas que presumiblemente tienen
su origen en un periodo prehispánico. Así lo relatan los primeros
cronistas llegados a la zona. A través de su evolución adquieren
diversas formas que corresponden a distintas denominaciones. El
proceso tecnológico utilizado primitivamente fue el martillado o
laminado por percusión, de -formas mun sencillas cuadrangulares o
rectangulares, en cuyo interior se aprecian algunas decoraciones
repujadas. En etapas posteriores se identifican procesos de
función, que permiten enriquecer las formas incluyendo espacios
vacíos en su interior.

Aparecen las formas campanuliformes y circulares


a las cuales se le agregan colgantes de diversas formas. Estos
pertenecen posiblemente al Último periodo evolutivo.

VARIEDADES

CHAWAI-CHAPEL

Aros de formas c uadrangulares o trapezoidales.


Probablemente. correspondan a las piezas más antiguas. Las hay de
q randes dimensiones, llegando incluso, a sobrepasar los 10 cms. de
ancho.
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CHAWAI-UPUL

Aros de forma campa nulifor me.

CHAWAITU

Aros de forma discoi dal o redond eada, alguno s con


colgan tes que penden de su parte -inferi or. Entre las varied ades de
con el borde
aros se encuen tran tambié n alguno s de forma circul ar
extern o aserra do.

RUNI (Vitri na 9)

Es, qu~zas, el más antigu o de los pector ales uti-


siglo pasado .
lizado s por los Mapuc hes durant e la primer a mitad del
de plata (RUNI)
Llamad o tambié n REGNI . REGNI, está formad o por tubos
pasan por su inte-
de divers as dimen siones , unidas por hebras que
LLANKA S, chaqu iras o
rior. Entre los tubos se encuen tran pequeñ as
corrid a de tubos
cuenta s de plata o bronce . Genera lmente , cada
en su forma
remata en un colgan te en forma de cruz que evoluc iona
omorfa o en motivo s fito-
hasta transf ormar se en una figura antrop
morfos .

Los RUNI se confec cionan realiza ndo primer o una


da median te
delgad a lamin illa rectan gular de plata muy fina, obteni
os martil lando
el proces o de percus ión. Luego se cierra n sus extrem
sólida de forma simila r al tubo . Su unión
sobre una estruc tura
por juntur as, ya que aún no se conocí a el proces o
estaba realiz ada
tecnol ógico para soldar las . .
1 •
21

Los colgantes eran muchas veces formas planas,


existiendo otras obtenidas mediante la fundición. En algunas formas
de colgantes antropomorfos aparecen en sus estremidades o partes
del cuerpo, pequeñas protuberancias macizas o repujadas.

Esta prenda podía fijarse al CHAMAL mediante un


TUPU o prendedor.

VARIEDADES

LLOL-LLOL

Alhaja pectoral formada por tubitos en cuyo extre


mo inferior se ubican colgantes en forma de campanitas o dedales.-

MAIMAITULLANKATU

Pectoral formado por millares de cuentas.

KILKAI (Vitrina lO)

Es una joya pectoral formada por una cadena con


una serie dé colgantes, muy similar al TRARILONKO. Esta prenda fija
sus extremos a la altura de las clavículas, unidos por una cinta de
cuero o de lana que la sujeta del cuello. La cadena de esta prenda
está formada por dos tipos de eslabones decor a tivos (variedad de
cadenas) que le confieren su característica particular. El primero
está estructurado por una forma compuesta, con una perforación en
cada extremo, que sirve para introducir el eslabón de enlace o
unión. El segundo es una plaquita cuadrangular, con doble enlace,
formado por pequenas láminas anulares.
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Los terminales de estas piezas están formados por


una placa plana, de forma romboidal. Los colgantes son siempre
discos planos y sólo en contadas ocasiones se han observado colgan-
tes antropomorfos.

Las pequeñas prendas de estas características


utilizadas para sujetar las trenzas se llaman KILKAICHAPERO.

TUPUS Y PUNZONES (Vitrina 11)

Ambas piezas son prendedores o alfileres que sir-


ven para fijar el CHAMAL de la mujer Mapuche. El TUPU y el
CHAWAI son las prendas más antiguas del ajuar. Ambas aparecen
mencionadas en las primeras crónicas de la época hispánica.

Los TUPU se caracterizan por llevar en su extremo


superior un disco de plata. Los más antiguos alcanzaban una dimen-
sión de hasta QO cms. de diámetro. Está decorada con círculos
concéntricos, formas citomorfas o cruce~ .simétricas obtenidas
mediante la técnica de repujado. De su cara dorsal se desprende
una aguja de diversas dimensiones. Este alfiler se encuentra en
la mayoría de los casos, remachado al disco y en algunos ejempla-
res nace del mismo disco.

El PUNZON, al igual que el TUPU, era un alfiler.


Está formado por una gran aguja rematada en una esfera de distin-
tas dime·nsiones, hueca o maciza. De su parte superior sobresale
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un apéndice plano o de perfil ondulado, de cuyo extremo cuelga una


cruz, chaucha y, en forma extraordinaria, una figura antropomorfa .

Esta prenda, además de servir de alfiler, se en-


cuentra unida por una cadena a un colgante pectoral (SIKIL o
TRAPELAKUCHA) .

VARIEDADES

TUPU-TRARIPEL

Prenda formada por dos TUPUS unidos por un collar


de cuentas llamado TRARIPEL, que en algunos casos incluy e tubitos
de plata. Esta pieza se utilizó para sujetar los extremos del _ ~
CHAMAL a la altura de los hombros.

Existe otra variedad de TUPUS c onsistentes en


pequeños alfileres coronados en su parte superior con figuras
zoomorfas (aves) en cuyo extremo se puede encontrar variedad de
colgantes.

TRAPELAKUCHA (Vitrina 12 y 13)

De TRAPEL = sarta y AKUCHA = ag~ja

Reciben este nombre las prendas confeccionadas


por una serie de placas o tubos de forma vari a da, cuyo terminal
inferior es siempre una cruz simétrica que adopta diferentes
estructuras de contorno. Su largo varía entre 27 y 45 c ms. y su
peso entre 8- a 230 grs. Esta prenda se complementó con un Punzón.
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VARIEDADES

Los tipos de cadenas determinan las variedades


de la pieza:

TRAPELAKUCHA de tubos : está formado por una cadena de tubos


similar a la descrita para el SIKIL de tubos. En su parte in-
ferior lleva la clásica cruz simétrica de esta piezas.

TRAPELAKICHA de placas: está formado por tres o cuatro placas


rectangulares lisas o ricamente decoradas con incisiones en
los bordes. La placa superior tiene forma piramidal con una
pequeña perforación para fijar la prenda mediante el PUNZON o
TUPU.

TRAPELAKUCHA de cadena de placas alargadas: en esta variedad,


la pieza está formada por planchas cuadrangulares pequeñas,
unidas entre sí por parejas de eslabones. Su decoración está
hecha por incisión y presenta comúnmente motivos formados por
líneas horizontales.

TRAPELAKUCHA de eslabones dobles: en estas piezas, el eslabón


de unión aumenta de tamaño pasando a tomar mayor importancia
como elemento decorativo. Su terminal superior, que lo une al
PUNZON, toma las características descritas para el terminal
del TRARILONKO. Esta forma de cadena se presenta en dos corri-
das verticales paralelas.

TREPELAKUCHA de cadena simple: nuevamente se puede observar


qie la ~nión de las peq~eña's pla~ui ta~ q~e componen la c~dena
de la p1e·z a toma mayor 1mportanci~ , d1sm1nuyendo de · tamano la
placa misma. El terminal superior ' es igual al descrito · en la
variedad anterior.
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Terminal inferior; La característica de esta pieza es su terminal


inferior que torna la forma de una cruz simétrica.

Básicamente, esta cruz adopta t:t:es variedades:

La primera está formada por una cruz simétrica inscrita en un


rombo. Los vértices de ella son lobulados. En el ex~~erno supe-
rior aparece en algunas ocasiones un rostro humano hecho en
sobrerelieve, con la técnica del fundido.

Una segunda variedad adopta la forma de una cruz latina, con


decoración marginal y central incisa.

La tercera variedad semeja la forma de una cruz griega, con


elementos barrocos, tanto en su estructura corno en su decoración.

A través de su evolución, la Platería Mapuche ha


pasado por distintas etapas caracterizadas por el uso de determina-
das prendas o la introducción de otras nuevas.

la. Etapa (Vitrina 14)

Continúa el uso de prendas antiguas corno el TUPU


y el CHAWAI. Se complementan con nuevas prendas corno el TRAPELAKU-
CHA, el SIKIL y el KILKAI. Es probable que al TRARILONKO, usado
antiguamente de lana, se le agregaran pequeños colgantes.

2a. Etapa (Vitrina 15)

El ajuar se enriquece enormemente, agregando a


las anteriores prendas, el NITROWE; sustituyendo el TUPU por el
PUNZON y apareciendo el TRARILONKO corno elemento común en los
ajuares, adornado muchas veces con cupulitas y placas de plata
(POLKU) . Los aros varían en su forma apareciendo el CHAWAI UPUL y
se agrega un hermoso collar formado por una placa de plata denomi-
nado TRAMAPEL.

3a. Etapa (Vitrina 16)

En ella comienza a simplificarse el ajuar femenino


uejando solo las prendas más representativas, corno el TRARILONKO
de cadenas y el TRAPELAKUCHA de cadenas. Los aros se modifican
usandó . rnás frecuentemente el CHAWAITU, circular con o sin colgan-
tes. Apq.rece por Último el prendedor de tres cadenas llamado
prendedor AKUCHA.
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PRENDEDOR AKUCHA (Vitrina 17 y 18)

AKUCHA = aguja. Prendedor con aguja.

Esta pieza se crea a finales del siglo XIX. En su


estructura general aparece como la pieza más completa en construcé16n.
Está formada por una placa superior y otra inferior, unidas por tres
cadenas paralelas, generalmente simples y excepcionalmente dobles.
En algunos casos estas cadenas están interrumpidas por una tercera
placa, orientada transversalmente, en la parte media de la pieza.
La placa superior lleva dos colgantes ubicados en los espacios dej~
dos por las cadenas. Estos pueden ser figuras antropomorfas, cruces
o discos. De la placa inferior penden cuatro o diez colgantes en

forma de disco, algunos con cruces y menos frecuente con motivos


fitomorfos .

La placa superior es una forma compuesta, simétri-


ca, que expresa . la idea de dos aves enfrentadas. Los modelos más
antiguos incluyen en sobrerelieve una figura biomorfa. Esta placa
se encuentra decorada con la figura de dos aves puestas una frente
a otra, y trabajados con la técnica de la incisión . Motivos
rectilíneos, ulizando la misma técnica y calados complementan la
decoración de ella .
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La placa inferior, en su forma más primitiva, se-


meja la del SIKIL, decorada también con un cincelado, grabado o
perforado o con una combinación de ellos. En las piezas de esté
siglo predomina la forma romboidal.

Se utiliza comunmente para sujetar la IKULLA en el


pecho de la mujer.

NITROWE (Vitrinas 19-22)

Cinta o faja larga de lana cubierta total o parcial-


mente, de pequeñas cupulitas de .plata (LLEF LLEF). El NITROWE sirve
para envolver las trenzas. Ellas se usan generalmente recogidas en
la cabeza, a manera de tocado, o li s as en el dorso. En el último
caso, las trenzas quedaban unidas por una prenda de plata similar
a un KILKAI corto llamado KILKAI-CHAPETU (Moesbach) .

Claude Joseph (1928) , señala que a esta prenda se


le daba el nombre de LLOVE-NITROWE, cuando se trataba de todo el
conjunto y de RUMI a la cinta lateral del NITROWE adornada comple-
tamente de cupulitas de plata. El tejido utilizado es de una trama
fina y compacta, de más o menos 5 cms. de ancho, un largo que
fluctúa entre dos y cuatro metros, generalmente de color rojo, ne-
gro o verde .. Primitivamente, en algunos casos fue confeccionado con
una cinta de cuero curtido y sobado.

Las cupulitas de plata son de un tamaño regular para


una misma pieza, forma semi·e sféric a y están confeccionadas con la
técnica del repujado. Para esto era necesario trabajar con plata de
alta ley, previamente laminada por percusión, de la cual se recor-
taban formas circulares. Estas se repujaban en un molde de madera
en el cual se labraba la forma deseada.
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con una nerramienta especial se golpeaban los


discos anteriormente cortados, produciendo así la forma requerida
(LLEF LLEF). Realizado este proceso, se le hacían a las cúpulas
dos perforaciones pequeñas enfrentadas. Estos orificios permitían
su unión al tejido mediante una costura casi imperceptible. La
colección muestra entre sus variedades una pieza confeccionada con
4.600 de dichas cupulitas.

VARIEDADES

PIRAN NGUTROE (Walter Reccius).

Prenda similar a la descrita anteriormente. En el


centro de ella tiene un paño rectangular de unos 15 por 25 cms.
aproximadamente, decorado en su contorno con dos o más hileras de
cupulitas. La superficie central presenta motivos triangulares
formados por varias corridas de LLEF LLEF, dejando el motivo sin
decorar.

TRAILONKO (Vitri~as 20 y 21)

TRARI y LONKO = cabeza

Adornos muy ~ntiguos con los cuales los Mapuches


c1nen sus cabezas a la altura de la ,frente. Los más antiguos eran
confeccionados con fibras vegetales, ·. entrelazadas con hojas, flores
y plumas. Posteriormente, se transfonman en una cinta tejida a la
cual se adosan monedas muy pulidas. Su evolución la transforma eñ
una cinta hecha de plata de la cual penden colgantes de variadas
formas.
29

Estas joyas se confeccionaban en base a una ~adena


de plata, compuesta por eslabones de formas variadas unidas con
planchitas rectangulares en posición horizontal o vertical. De
cada eslabón pendía uno o dos colgantes, de figuras antropomorfas,
discos o monedas. En ambos extremos la prenda está rematada por
un terminal de forma circular, en relieve, representando una valva
de molusco similar al ostión. Gran parte de la pieza se confeccio-
na con la técnica del fundido y laminado.

El. número de eslabones que conforman la cadena


oscila entre 30 y 45. El mismo número se repite para los colgan-
tes. Muchos de estos, sobre todo cuando son de forma plana, con-
tienen en su interiQr decoraciones realizadas mediante el cince-
lado o grabado. Los colgantes actuales de estas prendas son
generalmente lisos.

El largo de estas prendas varía entre 60 a 70 cms.


y su peso oscila entre 180 a 300 grs ..

VARIEDADES

El Dr. Raúl Morris opina que son cuatro las varie-


dades de TRARILONKO.

TRARILONKO de cadenas de plata con colgantes circulares.


TRARILONKO. formado por una cinta de lana tapizado con discos
de plata.
TRARILONKO formado por una cinta angosta de lana, tapizada con
casquetes de plata y colgantes que penden de su borde inferior.
TRARILONKO formado por una ancha, faja que a modo de tocado
circunda la cabeza, tapizada con cúpulas de plata.
30

TRARIKUG

TRARUN = atar y KUG = manos


Estas piezas son pulseras confecc ionadas con
LLANKAS, chaquiras cuentas de plata. Antiguame nte fueron muy uti-
lizadas aquellas confeccionadas con cuentas de piedra, de color
azul verdoso, llamadas LLANKAS; posteriormente, fueron sustituídas
por cuentas de loza o vidrio de origen hispánico.

En una terce ra etapa aún se sustituy eron 'por ·cuen-


tas de plata, en la cual incorporaban chaquiras de trecho en
trecho.

Su tecnología de ejecución requi e J.. e una paciente


labor y largas horas de trabajo para llegar a completar una pieza
que alcanzaba dimensione s de varios metros.

TRAMAPEL o TRAPAPEL

Collarín formado por una lámina rectangular de pla-


ta forrada en su interior con una pieza de cuero o lana que la
mujer mapuche se la ciñe al cuello. En la iconografía aparece esta
prenda utilizada en forma individual o formando parte de una
variedad de SIKIL.
31

Su proceso de elaboración se hacía en base al


laminado por percusión de una huincha rectangular de plata, en ' la
cual se hacen pequeñas perforaciones que se repiten en su contorno,
para ser fijada a una cinta de cuero o lana. Su decoración abarca
toda su superficie y consiste en formas geométricas realizadas
mediante la técnica del repujado.

Esta pieza tenía la dimensión de 5 cms. de ancho


aproximadamente y su largo dependía de las características anatómi-
cas de su portador.

VARIEDADES

TRARIPEL (o TRARUPEL)

Collar ceñido al cuello, formado por una cinta de


lana tejida, cubierta de innumerables cupulitas de plata (LLEF-LLEF)
ordenadas en hileras. Hay prendas de este tipo que tienen hasta
800 cupulitas. TRARUPEL-LLANKATU (Augusta), collar ceñido al cuello
formado por hileras de cuantas o LLANKAS.
32

RAGUAO (RAWAI)

Colgan te pector al conside rado como la Última crea-


Clan de la platerí a mapuch e. Se la conoce también con el nombre
rec-
onomat opéyico de TRALAL TRALAL. Está formado por tres placas
tangula res unidas por series de cadenas parale las (hasta doce).
De la placa inferio r se despren de a su vez igual número de cadenas
. En
en cuyo extremo se colocan una serie de campan itas o dedales
la placa superio r se une a un punzón median te una cadena similar
a las del cuerpo.

BIBLIO GRAFIA

AUGUS TA, Felix de "Diccio nario ~raucano - Espafio la y


Espafio l -Arauc ano".
Santiag o, Chile, Impren ta Univer sitaria
1916, 421 p.

GUEVA RA, Tomás "Folklo re Arauca no". En: Guevar a, Tomás


"Histo ria de la Civiliz ación de la
Arauca nía" ·'
Santiag o, Chile, Impren ta Cervan tes.
1911. Vol 5.
34

LA PLATA Y SU VINCULACION AL UNIVERSO FEMENINO DE LA MAGIA

I . LA PLATA: BRILLO FECUNDO DE LA NATURALEZA SUBLUNAR

ZILEY MORA PENROZ


Universidad Católica, Temuco

En la memoria sagrada del pueblo mapuche nos encontra-


mos con algunos indicios de la presencia de la plata vincula-
da a un contexto mítico arcaico, o al menos, presumiblemente
anterior al influjo hispánico. El profundo significado mágico-
existencial procedente de las capas más antiguas de la concien-
cia aborigen y ciertos datos históricos-lingüísticos apuntan
hacia ello.

Entre estos Últimos, figura el testimonio del misionero


y gramático jesuíta Bernardo Havestadt, quien alrededor de
1750 misionó- cerca del Bio-Bio. Recoge los vocablos "LIEN" y
"LIUN" para designar la plata en cuanto metal (argentum) . De
partida sorprende la nomenclatura autóctona específica, posible
evidencia de auténtica propiedad prehispanica. La palabra ex-
hibe vestigios procedentes del cuño tradicional al presentar-
se asociada a "LIHUEN", la mañana, (aurora) y a "LIHUE", áni-
mo vital (spiritus, vigor animi).

Alrededor del 1900, y en el sector del litoral araucano


(Budi), el P. Félix de Augusta apunta "LIGEN" , plata, y"LIWEN"
para la mañana. Por su parte E.Erize, en la década del 50, ~
el lado oriental de la Cordillera, registra el mismo término
que Havestadt : "LIEN", y aporta el sinónimo "LIGUEN" . Además
especifica que "LIGHEN" refiere a claridad, resplandor, lumino-
sidad; probable - contracción de "LIG NGUEN", ser blanco, blan-
cura.

Tenemos entonces que el contexto semántico de "LIEN"


involucra conceptos tales como "iluminación del espíritu",
asociado a la realidad de la alba luz matutina, la hora de la
"luz fría", luz que todavía no es rayo dorado y candente (me-
diodía) ni resplandor nacarado y crepuscular. El amanecer re -
sulta particularmente vital y trascendente para el posterior
descenlace del día en una mente mapuche antigua : es la hora
del final de las pesadillas, los brujos (KAL_!5U) retornan a sus
cuerpos, finalizan las "prmebas" astrales de los aprendices,
se procede a " despertar el cuerpo" con el baño ritual ("MUNEN-
TUN" ) en las aguas cristalinas de los "arroyos con virtud", y
es la hora mágica de la machi, donde ella recoge el rocío des-
de la neblina de las cascadas y desde las flores de sus "re -
medios" (LAHUEN). Quién otorga la propiedad celestial a estas
aguas lustradas, es el "WUNYELFE", el lucero matutino (Venus)
comunicando poder ( "NEWEN") y sabiduría ( "KUIMIN") a la persona
35
que participa plenamente de ellas.

Junto al WUNYELFE y su argent~do brillo, es también la


hora postrera de la Luna (KUYEN") , tOdavía . entreverando la pa-
lidez de su luz junto a la creciente claridad sol-r. Así, la
potente conjunción estelar de Sol-Luna-Venus que se manifiest.a
en la lumbre de la aurora, representa un momento Óptimo para
' la magia superior, vinculada a las gotas sútiles y a la mujer-
machi. Berta Koesler- Ilg'. (1962) recoge la expresión "lágrimas
de la luna" para designar la plata de ciertas joyas femen,inas .,
expresión ligada a un mito en torno al origen del metal. Todo
este sugestivo núcleo de vinculaciones se completa con los da-
tos de algunas leyendas y relatos como los de Lehman Niestche
(1919) que asignan un "palacio de plata" como morada ("LIENRUKA")
propia de la luna. Esta, " esposa del sol", junto con alumbrar
la senda nocturna de los mapuches, tiene la misión de impedir
que el espíritu de los muertos malos entre en el corral de los
muertos". El Sol, por su parte, habita en una "MILLARUKA" ( "pa-
lacio de oro" ) desde la cual envía a su mujer a la Tierra. pa-
ra compartir.su fuego. Este llega frío pues la lluvia le quita
el calor de entre sus blancas manos.

Diversos indicios en varios mitos del binomio conyugal


Sol-Luna, nos hacen suponer que un nivel de interpretación po-
dría corresponder a una especie de alegoría entre un principio
activo 1 masculino no-blemente fecundador ("espíritu del uni ver-
so") y un principio pasivo y mediador, que concibe, protege y
desarrolla lo germinado ("alma femenina de la naturaleza").
Y como cierta vez "cayó del cielo("WENUMAPU") una espada de
oro, un rayo muy fuerte que evaporó una laguna", la Luna "en
fría el ardor de su .marido "para cuidar el vientre de la Tierra:
"FANGAL" y ANTU decidieron sembrar maíz a la luz de la Luna.
Cosecharían piñones plateados y avellana$ rosadas" ..•• dejaban
regalos de toda clase, joyas de plata. y vasijas de leche ••• "(*)
Quizás sea útil señalar aquí la gran cercanía lingüística de
"LIEN" con "KIEN " (Luna) fonema que se prefiere graficar mejor
~"KUYEN" . (Augusta). Así podemos- a partir del nexo Sol-Luna-
inferir directamente los siguientes .pares de opuestos y mutuas
relaciones análogas:

SOL LUNA
esposo (WENTRU) esposa (CURE)
masculino femenino
fuego candente luz fría
rayo lluvia, laguna
espíritu del universo alma de la naturaleza
(espada) (leche)
ORO PLATA

(*) "Cuentos Araucanos", Alicia Morel, 1982.


36
Ahora bien, según la "Leyenda del "Cuyim manzano", reco-
gida en el sector cordillerano al sU:r de Neuquén, el Padre de las
creaturas con alas" (el SOL), luego de un robo perpetrado por Na-
cua," el señor de las criaturas con cuernos", escondió para siempre
de la humana vista su perdido décimo tercer rayo dorado. Lo enterró
en algún lugar del Valle del Encanto, la zona circunscrita por el
Rio Limay. La causa última de esta decisión es que " las creaturas
que están más abajo" ( las aladas, las con cuernos monteses, los
hombres ••••• ) no están todavía "preparados" para el oro de sus ra-
yos. Porque solamente El posee la "ruka deoro", sólo él monta
"el caballo de oro" , ( MILLAKAWELLU"): Nadie más 51ue el Señor
de las Cumbres Altas se le puede llamar "LONCOMILIA", Cabeza de
Oro. Haber escondido profundamente bajo la montaña el rayo dorado
está significando- para la conciencia mapuche- que el oro es abso-
lutamente una prerrogativa divina, celestial, inaccesible a los
humanos en vista de su precaria naturaleza animal no adaptada a la
luz. Sin embargo a éstos les quedan dos alternativas : o el guerre-
ro ("KONA") lo busca al interior de sus propias profundidades (An-
tes el sol era gente, no era el. sol que hoy está" ••.• " y también
las estrellas (sus hijas) eran gente" •••••. LEHMAN NIETSCHE, "La
Cosmogoniá " ••••••• ) o aprender y manejar- sobretodo si es mujer-
el "arte" de la plata. De nuevo surgiría la plata a modo de con-
suel~ de aquella inmensa pérdida. Tal cual antes la Luna, se torna
puente mediador y favorable para las gentes del valle. En suma,. es
la plata la imagen de la Naturaleza expuesta allí para ser abier-
tamente repujada

11
en la parte donde había la plata y el plomo se en-
contraba a flor de tierra como unpedregal y eran los
únicos metales que se . conocían entonces".(*)

Si hoy no es dable hallar tales yacimientos na-


turales ni claras trazas de antiguas minas sean éstas de oro o
de plata, el mapuche de la Araucanía chilena da cuenta de su de-
saparecimiento recurriendo a una razón mística :" se hundieron
cuatro codos por la codicia . de los huincas".

Esta información recogida por Mayo Calvo en 1968, en las


reducciones de Calafquén, se refuerza con ' la .de Claude Joseph
quien alrededor de la década del 20, testimonia que las minas
de plata " son beneficiadas por ellos con mucho secreto".,- Ubica-
das todas en los impenetrab.l es bosques cordilleranos, cercanos
a los volcanes Lanín y Pucón. La razón de tal sigilo no parece
mera protección de un patrimonio cUltural y económico ante el
voraz instinno comercial del huinca. El dato etnográfico de
Joseph evidencia otro motivo, motivo interno tan trascendente
como que está en juego la existencia misma del mapuche delator:
"no permiten que los extranjeros o ·huincas se acerquen a ellas
y castigan con la muerte a los indígenas que dan indicaciones
sobre estas minas " (C.Joseph, "PLATERIA ARAUCANA", pág. 124).
y si no es así la propia plata se encarga del mortal castigo.
Sucede con los "rigal plata" - los "entierros"- los cuales, cus-
todiados por un cancerbero que se manifiesta en un remolino, pro-

(*) Información dada a Gregorio Alvarez en el "TRONCO DE ORO" por


el connotado indígena PABLO PAILLALEF, quién a su vez la había
recibido de su padre anciano.
37
vaca la muerte antes del año a la persona que cuenta del hallaz-
go (T.GUEVARA, 1908, en la zona de Imperial). En otras ocasiones
el poder del rigal o "RUNGAL" (Augusta) es tan eficaz, asegura
Alvarez (1968), que el desenterrador se echa encima una muerte
inminente por el sólo hecho de haber " respirado el vapor de la
plata". En verdad, es muy notoria la cercanía entre los conjuros
de sello y protecciones mágicas de la plata de Arauco con el oro
y el lapislázuli de Egipto, ambas tradicionales de tesoros asocia-
dos a poderes de ultratumba, letales para los violadores profanos.

Tenemos , entonces, que todo pareciera apuntar a un ti-


po de "ciencia hermética" vinculada con este metal. Porque "codo"
por ejemplo, volviendo al dato de M~ Calvo, no es precisamente
unidad de medida subterránea, característica de la cultura mapu-
che, se prefiere "DOYEL", grado o "TREKAPRAWE", grada) y el núme-
ro cuatro ("MELI") es la cifra sagrada por antonomasia, el número
del Mundo Superior. .E l camino del oro ( el de los guerreros celes-
tiales arcaicos) resultaría más directo : basta encontrar la veta
en bruto y ya se poseería el dominio esencial de todo. En cambio,
el camino de la plata, implica un largo y paciente ejercicio, exi-
ge tiempo y método para labrar, modelar, pulir y grabar. Obliga a
un trabajo sabio¡ . a un arte especial, a una iniciación nocturna y
secreta. Semejante ·aprendizaje en la escuela de la plata estará,
por lo tanto, ligado nuevame.nte a los al tos · guerreros, como fue
el caso de Kilapán, el máximo jefe mapuche ganador de innumera-
bles batallas en la segunda mitad del siglo XIX: Tenía el gran
cacique el oficio de "ROTRAFE", platero. Pero la voluntad de for-
jar al fuego el metal es sólo el inicio de esta gran alquimia in-
dígena. La sabiduría de su uso, la inspiración de los diseños de
las joyas, los ideogramas y su ciencia, la disposición en la in-
dumentaria ritual pasará a ser dominio pleno de la mujer y espe-
cialmente de la machi. Es decir, entramos plenamente en el cora-
zón mismo de la magia.

Quizás no exista mejor ilustración del vínculo entre el


universo de la magia araucana, el significado mítico,-trascenden-
te de la plata y la realidad chamánica de la mujer, que el siguien
te relato procedente también del lago Calafquén. De paso, arroja -
luz para la comprensión del diseño central de la joya que ha ve-
nido a ser símbolo, en este siglo, del ajuar femenino : el "Pren-
dedor Acucha", impropiamente conocido como "TRAPELACUCHA". Asi-
mismo, para el diseño de la .p laca inferior de los siqueles:

"Hace muchos años vivía en Llancahue una machi muy que-


rmda, ella fue nombrada de chica, pues soñaba lo que iba
a suceder y conocía las yerbas con las que preparaba re-
medios. Era. tan buena curandera que venían mapuchadas
desde lejos a verla. Fue acreditada en toda la zona. Los
WINKAS en la última redada que hicieron a los mapuches
llegaron a casa de ella.

Esta era muy fiera, los insultó, les echó mal-


diciones. Ellos furiosos se vengaron, le cortaron los
38

brazos igual que a Galvarino. Creyéndola muerta la deja-


ron, pero se equivocaron, i no ve que ella ·era muy brava!
Hizo curar sus muñones con yerbas, y al poco tiempo esta~
ba medicinando, pero lo hacía con los pies, revo:rvía con
una · cuchara de madera sus brebajes y seguía sanando enfer-
mos.

La mapuchada agradecida la quería, pues continua-


ba haciendo bien a los de su raza, llegaban de todas las
reducciones a consultarla.

La llamaron Diosa Machi porque hacía milagros


con sus yerbas.

Vivía allí un platero, que ideó crear una pren-


da poniéndole una figura de mujer con los brazos cortados
en recuerdo de la Diosa Machi. La joya gustó tanto, que
los mapuches mandaron a hacerla y la llevaban como amule-
to, pues traía suerte ".

En verdad, en las placas inferiores de las men-


cionadas prendas, destacaba un rostro humano y bajo él una protu-
berancia semiesférica rodeada por dos calados en forma de media lu
na • Hasta la fecha, a este conjunto de rasgos antropomorfos, se le
atribuye la representación simbólica de la fertilidad, el vientre
grávido de una mujer, como podemos visualizar en la figura siguien-
te :
39
El diseño de este sequil, ajustaría perfectamente tanto
a lá interpretación antropológ{ca de los_ especialistas no ind,íge-
nas y .a la mencionada explicación nativa. con sus precisas claves y
señales. La ambigüedad "calados tle media luna" - "brazos cortados"
viene a resultarhondamente sugerente para la concienciamítica ar-
caica de la mujer mapuche. La solución de hacer ~resente "los bra-
zos fecundos y sanadores de la Luna " precisamente -manifestando una
ausencia, un desgarro a cincel, una privación, en vez de 'un puro
dibujo de muñones, no podía haber sido más feliz. Entre otros alcan-
ces, el · relato de la Diosa Machi, . nos pudiera servir además para ex-
plicarse la presencia de flores y hojas de plantas medicinales en
muchas placas, de preferencia en las formas redondeadas de las. jo-
yas pectorales. A la ya establecida conexión genérica LUNA-MUJER-
NATURALEZA-PLATA, se agregaría, por lo tanto, otra más específica,
que confirmaría la anterior: LUNA - MACHI- REMEDIOS - JOYA PE~TORAL
(particularmente, el sequil o sikil, prendido sobre el pecho iz-
qu.1er do-; en ei co razón). - Todo esto sin olvidar que el conjunto, el
todo orgánico de estas conexiones y analogías vi tales·, implica una
ciencia femenina concreta, la generación de una energía - arte res-
tauradora de la armonía corporal perdida,( la enfermedad mapuche es
un caos de energías extrañas y voluntades ajenas que "roban" la
energía rectora del yo del paciente: "le arrojaron el WEKUFE");
implica percibir en lo concreto de la joya, una fuerza protectora,
metálica y nocturna ( el MACHITUN, ritual terapéutico por excelencía,
se realiza siempre de noche) contra una fuerza negativa equivalente,
contra el . poder destructor de la brujería. Un prendedor-acucha o un
siquel termiria siendo, en definitiva, el escudo que neutraliza la ra-
diación magnética negativa de los "kalku" y un símbolo cifrado de có-
mo alcanzar · el "arte" de divinizarse a si misma, inmortalizándose
aunque sin brazos, irradiando salud con los pies, con pura "bravura".
Sobre este rico fondo de sabiduría, se comprende que las mujeres ma-
puches, todas potencialmente c_apaces- de iniciación al modo de la Dio-
sa Machi, portan la joya " como amuleto pues traía suerte". ,

La cósmica función que posee la plata de


proteger. el espacio telúrico sublunar del mapuche, en el microespa
ció cotidiano del hog'ar indígena, recae sobre la mujer y antes, par-
ticularmente en la esposa primera del cacique. Ella representa y ac-
tualiza aquella función. Es ella quien cuida de las variaciones ex-
trañas en la llama del fuego, quien lanza ritualmente las especies
aromáticas para purificar los males que "llegan por el .a ire y el
viento "• Junto con esparcir ceniza caliente y azufre en derredor
de la ruka, colocaba antiguamente encima de la entrada un fragante
a:tadito de frutillas ( "KELLEÑ," "LAWEÑ", especie at:Ítéctona) por
"creer que su olor( el de sus hojas) disgusta al demonio " , (AUGUS-
TA, 1910). Estos trabajos rituales, losprimeros a la llegada a su
nuevo hogar, los efectuaba la recién casada, luego de regalarle su
marido el completo ajuar de joyas de plata y cierta vajilla que él
oportunamente había ordenado confeccionar a su platero . Al respec-
to, resulta ilustrativo el testimonio de FRANCISCO MORENO, ingenie-
ro y perito en límites geográficos que el Gobierno argentino comi-
sionara para el sector indígena del sur, en la segunda mitad del
40
siglo pasado. Este personaje provocó profundas antipatías para los
intereses de autonomía mapuche-pehuenche de la zona del Neuquén. A
causa de su diplomacia falaz, basada en la profunda credibilidad
al verbo que otorgaban los ~ativos, pronto se le vió como la encar-
nación misma de lo maligno, de lo ambiguamente oscuro y torcido
(B.KOESSLER, 1962). Así llega un día, tres ardides de elegantes pa-
labras y promesas, a los dominios del cacique ÑAMCUCHEO, quien lo
recibe junto a sus mujeres:
" .... penetramos el gran toldo donde agasajado en ex-
tremo y regalado con frutillas, servidas en pequeñas
fuentes de plata, pasamos unas de las noches más agra-
dables de ese viaje." (1)

Es fácil apreciar la diferencia de dos uni-


versos mentales en un mismo siqno. Para el perito Moreno, el ~asa­
jo con tal vajilla y fruta era un homenaje a su nobleza. Para las
mujeres de ÑAMCUCHEO, el agasajado Moreno y sus intenciones ponían
a prueba la nobleza protectora ~e la vajilla ...

El vínculo de estas prendas con su dueña es


tan fuerte, se genera un campo de fuerzas recíproco tan estrecho y
sutil, que generalmente, las joyas, las fuentes y el mate de plata
son los primeros objetos que se depositan al interior del sarcófa -
go-~ canoa ("WAMPU"), iniciándose el tránsito hacia la Isla de.l
Mas Allá. Usar el ajuar de una mujer fallecida implicaba un gran
riesgo : impregnarse del mismo "AM" ( energía vital) de la difunta.
41

En la actualidad, en algunas reducciones cordilleran as y bajo cier-


tas circunstanc ias, el aj~ar puede ser heredado por la nieta mayor
si es que ese ha sido el deseo de la abuela. La afinidad plata-mu -
jer termina siendo mágicarnente impereceder a. Al punto que el w¡NKA
o cualquier violador de una tumba femenina que tenga " rigal plata",
una vez bien avanzada la excavación, . " si hay una mujer presente
ésta debe levantar sus faldas ... ", porque pronto" apal(~yerán las
almas celosas " y " lo mejor es dejarles que huyan ". En verdad,
ya sean éstas radiaciones fantasmales o aquel letal "vapor de la. pla-
ta", podrían encontrar en la campana que forma las faldas de una mu-
jer, una oportunidad de mágica -resurrecció n al nivel humano, el ni-
vel de su aventura.

(1) Moreno F.P. :"APUNTES PRELIMINARES SOBRE UNA. EX(::URSION A LOS TERRI
TORIOS DE NEUQUEN, RIO NEGRO, CHUBUT Y STA. CRUZ" 1 Vol. l80pp,
La Plata, 1897, p.l2.

(2) "MITOS Y SUPERSTICIO NES", /recogido de la tra<J4ción oral chilena


f-Or Julio Vicuña Cifuentes, (citado · por G.Alv'~rez, "El Tronco de
Oro", pág. 153).
42

II. LA PLATA FILO PERFORADOR DE LAS MEMBRANAS. QUE ABORTAN AL ESPI-


RITU.

Acabamos de señalar que la plata acompaña


el camino de la mujer hasta las postrimerías de su existencia e in-
cluso en los avatares del destino post mortem, donde continuaría
envolviendo. - cual transparente placenta del Otro Mundo- el fluido
sutil del alma en su infinita serie de ascenciones o degradaciones.
Ahora bien, el íntimo enlace que mancomuna los mutuos destinos, se
gesta muy temprano según la antigua tradición de los mapuches. Por-
que al cuinplir un año o un poco antes, con luna llena, la pequeña
indígena protagoniza su primer rito de promoción que la habilitará
para ser " señora de la plata "; el KATAN'KAWIN o ceremonia de
perforación de los lóbulos de las orejas. Aunque en algunas reduc-
ciones aisladas se usa un cuchillo de plata para el corte del cor-
dón umbilical, éste constituye el primer contacto entre la sangre
roja, palpitante y fecunda de la mujer con el aliento frío y lumi-
noso . del noble metal (Nótese que la hierba conocida como "Limpia-
platq" tiene la virtud de "purificar la sangre" y sirve a la mujer
india para una menstruación difícil, siendo uno de los remedios na-
turales favoritos · de la machi. Y ·menstruación es "KOYENTUN~ es de-
cir "acción de la Luna"). Wily A. Hassler (1979) investigador ar-
gentiho en las reducciones del Neuquén, en 1956 obtuvo de labios
de la anciana Luisa Torres de Payalef la siguiente descripción del
KATAN KAWIN, verdadero documento etnográfico toda vez que ya hay
muchas décadas que no se practica :

" Este acto es motivo para una fiesta que dura gene-
ralmente dos días, por tal motivo los padres invitan
a parientes y amistades. Se voltea un caballo * de
cualquier color con la cabeza siempre señalando al
Este (nacimiento del sol), se coloca una fila de
hombres a ambos lados, las muj~res quedpn al centro,
al lado del caballo. Se cubre éste con una matra
(alfombra) de especial labor y colorido, lugar donde
se sentará un hombre. La niña es pasada de brazo en
brazo por toda l~ QQDQUr~~ncia hasta llegar al hombre
ubicado sobre el caballo, él . la --tomar~ en hr3.ZOS mien- .
tras las mujeres cantan( otra persona que ha sido de-
signada oportunamente, con un instrumentó que previa-
mente labrÓ el platero le perfora los lÓbulos de las
orejas."

( *) El caballo, para los mapuches, símbo·lo de la potencia mística


domeñada por el guerrero ( "KONA") , ·• ambos invocados por la ma-
chi en su trance iniciático :tras la captura del poder ( "NEWEN ~·)
merecía también ser revestido con arreos de plata. Uno de sus
huesos, junto a la concavidad de\ la articulación correspondien-
te, servía para ahuecar l~s · deliq_adas esferitas.del NITROWE o
LLOVEN (adorno que envolv1a las t~enzas), trabaJo hecho por .
una mujer. Llegó a concebirse un ·~u KAHUELO o KAWELLO", es-
pecie de Nirvana o Walhalla mapuche, donde el,. BELLO ("espíritu")
de los valerosos héroes caídos en combate, ptoseguía su ruti -
lante_cabalgata.
43
Este singular rito, llamado también "CHILKEN
o KATAN PILUN'N , se completa · con"un corte sobre la rodilla al pa-
dre de la niña" con otro instrümento semejante, con un tajo pequeño
que le harán a la madre de la infante sobre uno de sus senos,y, so-
bre la muñeca para el resto de invitados de ambos sexos. Guinnard
(1947) en sus años de esclavitud entre los araucanos (1856-58) apre-
ció algunas variantes: "el presidente de la fiesta ..• hace a cada
uno de los asistentes una incisión en la piel, sea , en el nacimien-
to de la primera falange de la mano derecha o en la pantorrilla de-
recha". Culmina este ritual con la acción-sello por parte de la · mu7:
jer más anciana allí presente, cerrando temporalmente los dos pe- 1'
queños orificios y cerrando el secreto arte que vincula sólo a la
logia femenina de la tribu;

"Una viejita toma un hijo de guanaco( animal totémi-


co ligado a la magia superior de la Pareja Primige-
nia; influjo tehuelche), torcido, de una sola hebra,
lo introduce en ambos orificios y lo deja. Pasará
un tiempo pero cmando cicatrice la herida, la niña
podrá usar aros (CHAWAITU), y siendo más crecidita
estrenará UPUL que son aros grandes de plata.
En este cambio de adorno no existen fiestas. (HASSLER,
pág. 128-9)

La promoción de que es objeto la pequeña con


la punzante introducción de un alfiler sagrado, la separa y recorta
del común mundo de naturaleza viviente del que ~ra parte no indivi-
dualizada (Adviértase la analogía que se podría derivar homologando
lóbulo de la oreja= himen y punzón de plata= miembro viril). Con
todo, no es más que una condición preparatoria que potencialmente
la habilitaría para volver a recortarse- y ahora conscientemente- de
la naturaleza y de su mera categoría de "cría humana". Posteriormen-
te, el "yo" superficial podría apartarse de nuevo y así dejar emer-
ger niveles más profundos del ser interior. Tal oportunidad llega
cuando la joven logra percibi·r los signos del llamado a ser machi
("medicina men" , ·~shamans" ) • Lo experimenta como un deseo crecien-
te de apoderarse de la potencia clara de los espíritus (an~epasados),
a salir voluntariamente de la normal condición femenina en los roles
de la tribu y asumir los riesgos y angustias de la libertad. La-
puerta de acceso hacia este nuevo estado ya no lo podría proporcio-
nar un rito de promoción. Exige un rito mágico, personal, en -una
palabra, precisa de una iniciación.
44

La iniciación de la machi comenzará por


retomar la preparac1on de los lóbulos que la potencial e inconscien-
te candidata sufriera años atrás. A mi me "cultivaron" por las ore-
j~~ confiesa elusivamente una machi de Lanco:

" ..• se la soban y se la soplan( en este caso por


tratarse de un machi varón, circunstancia poco ha-
bitual, no excplicita detalles del KATAN KAWIN en
sus orejas); los ojos me los sobaron con una bocha .••
Es una piedra imán que acompaña al machi y _ayuda pa-
ra todos los trabajos, · después con un cuchillo (de
plata) me partieron la lengua ... Mi abuela era -matro-
na y machi ..• Cuando me hicieron machi estuve cuatro
días sin comer y no tuve hambre y desde ese día ..•
se me soltaron los oídos, los ojos y la lengua. Para
la fiesta yo estaba acompañado con cientos y más al-
mas, ellos revolvían sus caballos para que me dieran
fuerza ..• "
Todo esto se hace cerca del REHUE ( escalera sagrada
que conecta con el Mundo de Arriba) ... se hacen ora-
ciones al MAPU-CHAO ("Padre de la Tierra") y se ani-
man también los espíritus •... "(testimonio del machi
Eliseo Manquillán de LIKAN RAY a Mayo, 1968).

Preferimos esta experiencia iniciática-


aunque de machi c:varón- porque resume de un modo p aradigmático lo
que desde hace siglos es la oportunidad de trascendencia para la
mujer mapuche. Complementa TOMAS GUEVARA (fines del siglo XIX) tes-
tificando que, luego de la danza giratoria provocadora de la ilu -
minación en la joven i niciada, las otras machis le forman círculo,
una le toma la cabeza, Y:

" la que preside la ceremonia le tira la lengua con


un trapo colorado y la traspasa con el alfiler del
tupo (TUPU: prendedor de plata) o con un cuchillo pe-
queño (KATAHU:ij: agujereador) . "
45

Tenemos pues, que los instrumentos de ar-


gentado filo devienen en facilitadores de un . conocimiento . no ordi-
nario, que coloca a la iniciada araucana en las puertas de la c'o m-
prensión de otro lenguaje y en el dominio de otros poderes, el de
los espíritus. Vienen a revelarle los secretos de otro mundo. Le
abren la percepción de vibraciones y cnotas sutiles inaudibles para
el profano (rotura de las orejas) y la capacita para diagnosticar
las internas e invisibles fluctuaciones de la energía en la "músi-
ca" de los cuerpos opacos : "enfermos", cortezas vegetales, piedras
de virtud, etc. Mientras que ~ 1 tupu qUe le hizo sangrar la lengua
le "concede" ahora el dominio eficaz de esas mismas vibraciones.
Junto con enseñarle la manipulación de Útiles simbólicos, de signos
y de fórmulas mágicamente sanadoras, potencia las palabras que se
cuaj a·ron en su mente despertando estas- pronunciadas en el arcano
sonido del MAPUDUNGUN (1) - las energías ocultas bajo la apari.en-
cia de los objetos. Se produce el nacimiento de una "sintonía"
consciente entre el poder de su lengua y saliva Xsu particular mé-
todo de auscultar ) con las vibraciones aliadas de la naturaleza:
en concreto, con las hierbas medicinales.

El rif:.ual incluye un tercer corte tanto


en este como en los otros, Maestra y Discípulo operaban con los
ojos vendados), el corte del traspado del p~der, la comunicación
del fuego o virtud secreta

" tienta- la Machi consagrante- las yemas de los


dedos anular y corazón (mano izquierda) de la joven y
los saja profundamente; taja a continuación los su-
yos y juntan ambas sus manos, llaga con llaga, para
que la sangre de la vieja druidesa infunda en las
venas de la nueva los poderes y aptitudes deseados."
(RAFAEL EMILIO HOUSSE, "Une epopée indienne",l940).

Las tres sangrientas incisiones tienen un claro


simbolismo de hacer fluir las aptitudes de cono.cimiento superior,
bloqueadas por las gruesas membranas .anquilosádas por la suerte
cotidiana de la mujer no iniciada. Es preciso acelerar el movi-
miento de la sangre al ritmo de la velocidad de un metal noble.
La plata. señala a la machi en la suprema prueba de injciación,
donde ciega a la luz de las pupilas, cuan nuevo nacimiento, busca
de nuevo a tientas. el hueco de la iluminación interna, cabeceando
para zafarse de la placenta ignorante que le nubla . la transparen-
cia de los párpados. Estos tres orificios, no hechos por la
naturaleza ni por ella misma, intervenciones de un agente inicia-
dor, ·serán pronto las cicatrices que señalan una apertura. Nos
has::ell pensar que ellas constituyen la versión indígena americana

( 1) MAPUDUNGUN el idioma nativo de los mapuches de Chile.


46
de las tres "aberturas" simbólicas practicadas también ritualmente
por los caballeros Templarios; una de la altura de los labios,
otra, de la espina dorsal, la tercera a la altura del ombligo:
Comunicación de poder al Verbo 1labios-lengua), recepción ·de la
vibración esencial o "soplo de las osamentas" (espina dorsal-
lÓbulo de l~s orejas) y potenciación del . fluído energético en la
"voluntad de hacer" (ombligo-corte en los dedos). 2.

Si se ha establecido que la rotura de teji-


dos y membranas rompe y saja estructuras psíquicas ubicadas en otro
plano, quedaría pendiente- quizá hasta para una eventual investiga-
ción neurofisiológica- si habría un discreto pero eficaz influjo
entre las joyas de la cabeza ("TRARILONCO" por ejm.) y el cerebro
de la mujer mapuche, específicamente en su hemisferio derecho, la
zona de la comprensión global. El comportamiento radioactiva intrín-
sico y 1~ ~aptación.magnética de la plata, el ~ás .eximio conductor
de la electricidad de los metales, ¿ acaso no podría modificar de
algún modo la naturaleza electroquímica del impulso nervioso y alte-
rar específicos neurotransmisores propios del proceso sináptico ?
Quizás un día el antiguo aserto mapuche de "dormir con una prenda
de plata bajo el "MECHROL · (cabecf?ra) hace soñar bonito" no deje
indiferente al neurofisiólogo *. Ese día la ciencia ya no podría
despreciar la sabiduría de los pueblos antiguos, porque en las sen-
tencias cifradas y en los mitos de éstos, podrían estar las res-
puestas a los modernos enigmas que la desvelan. En el Arauco arcai-
co, MARICHANQUIN, el vidente de "fuerzas mayores", hijo de una ma-
chi salida de las brasas volcánicas, construye un puente de plata
en plena cordillera andina para que atraviesen los grandes invita-
dos al primer NGU!LLATUN ( ritual de conexión con las fuerzas na-
turales y sobrenaturales). La lógica interna de este discurso mí-
tico, irrelevante, supersticioso y fantástico para la razón cien-
tífica del hemisferio izquierdo, no ofrece dificultas al.g una para
el otro cerebro a la hora de fijar el descenlace; descenlace que
en sí mismo es todo un universo de " ciencia" y sabiduría:

" Pasaron los hombres y los caballos por el puerte de


piedra y las mujeres y niñas por el de plata<* .

2) "Las Sociedades Secretas", Lous Pauwels y Jacques Bergier, Edit.


sudamericana pág. 158.
* se~Eil la tradición alquímica de la Europa renacentista, el cerebro
hlli~ano posee un espíritu lunar" (PARACELS0,1534)
(*) Versión entregada por el indígena Felipe Curinao, el 8 de Mayo
de 1968, en "SECRETOS Y TRADICIONES• MAPUCHES", Mayo Calvo, 2°
ed. 1980. pág. 44.
47
Porque piedra y pl·a ta para el inagotable
colectivo indígena milenariamente arraigado en las tierras austra-
les de Améri-c a, representan - en último término- lo imperecedero
y esencial, el núcleo que permanece y vence al tiempo, -"EL .::: SI-
MISMO" que resiste el devenir. La plata y la multiplicidad de sus .
formas en el ajuar femenino, es homologable a la piedra (o al oro)
propia del ideal guerrero masculino : Ambos simbolizan la existen-
cia en sí. L¿-.. plata representaría para la mujer de Arauco como me-
tal noble que es, la estabilización y atemperamiento de la natura-
leza íntima de su "yo". En su equeilibrado ·brillo, la mujer visua-
liza el polo definitivo y acabado de su evolución. En su luz argen-
tada, percibe a la Naturaleza según su _estado de creación y "culti-
vo", capaz de transmutar los peores ácidos; sean éstos personales
o provenientes de una maligna intencionalidad externa!

La plata araucana es la antípoda de todo


lo que termina por destruir a una mujer : emociones, sentimientos
y fantasías sin conciencia. Asimismo los pensamientos discursivos
de una imaginación desbocada. En este sentido , simboliza lo que,
quizá es el acontecimiento diario más sencillo y profundo: la ex-
periencia de algo eterno que la mujer mapuche puede asir en esos
momentos en que se siente inmortal e inalterable.
48

BIBLIOGRAFIA

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Santiago. Edit. Andrés Bello 1982

UNIVERSIDAD DE CONCEPCION "Plata de la Araucanía"


Concepción. Dirección de Extensión.
Universidad de Concepción. 1984.
\
50

El arte de trabajar los metales se ha


considerado comúnmente como patrimonio de aquellos pueblos con
características culturales muy avanzadas. En América existieron
grupos aborígenes con un alto grado de desarrollo cultural que
nos muestran toda la belleza de este arte clásico. Así por
ejemplo, en la región andina central, en una época determinada,
gran cantidad de pueblos que en ella vivieron trabajaron preciosos
objetos de metal, especialmente confeccionados en oro. Dieron vida
de esta forma a una expresión cultural que se transformó en una
tarjeta de presentación para el resto del mundo. Esta expresión
artística del hombre ha motivado innumerables trabajos de
investigación.

Culturalmente, ellas representan las vivencias,


concepciones estéticas y tradiciones de generaciones de artesanos
que han legado sus conocimientos a la posteridad a traves de
verdaderas obras de arte. Para ellos, la clase de Tietal utilizado
no tiene importancia monetaria, sino cultural. La elección del oro
como materia prima fundamental debió hacerse en base a estos
parámetros.

En el extremo sur del continente, encontramos


un pueblo aborigen que, en uria época, trabajó los metales produ -
ciendo de esta manera un conjunto cultural que sólo, Últimamente,
adquirió la importancia que reviste. El Mapuche escogió la Plata
como materia prima y evolucionó su arte partiendo de algunas
piezas antiguas ya existentes a la llegada de los españoles a la
zona. Apoyados por la introducción de este metal en objetos
objetenidos como botín de guerra, intercambio y más tarde, en las
monedas circulantes en el país, el Mapuche comenzó a desarrollar
formas nuevas que se agregaron a las ya existentes, dando vida así
a un riquísimo ajuar, ~undamentalmente femenino, que pasó a ser
atuendo común entre sus mujeres. Más tarde . se fueron agregando
variadas prendas que formaban parte de los arreos llevados por
las cabalgaduras, principalmente de los caciques, se modificaron
pr~das antiguas y se crearon otras nuevas. Así hasta el siglo XIX,
fecha que se ha considerado como su época de mayor esplendor.

La dinámica poblacional del extremo sur de


nuestro continente, nos muestra numerosos movimientos de pequeños
grupos Mapuches hacia la vertiente oriental de la Cordillera de
los Andes. Estas pequeñas migraciones, probablemente sólo contactos
comerciales en un principio, se transformaron luego en importantes
moviTiientos de grandes masas Mapuches que, en tiempos tardíos. s .e
instalaban en el corazón de la pampa; con ellos viajaba la
Platería. Los continuos movimientos entre ambas vertientes cordi -
lleranas hacen que gran parte de las nuevas piezas, producto de la
51

evolución natural de este arte, viajen también al lado oriental.


Por otra parte, su propia evolución fue creando prendas nuevas que
se adecuaron a las necesidades del medio. Es así como gran parte
de este arte se vuelca aquí -hacia la cabalgadura, enriqueciendo
sus arreos de una manera extraordinaria y creando~sí un área
particular de evolución con piezas que son características. También
se desarrolla este arte- en l ~c~nfección de elementos utilitarios
como los mates, bombillas, escudil~~E.

La adopción de la Platería trae aparejada


también la creación de especialistas que trabajaron este metal:
nacen así los Plateros, denominación aceptada para estos artesanos
y utilizada aún hoy día para designar a las escasas personas que
aún practican este oficio. En su época de may or esplendor, cada
cacique importante mantenía uno o más plateros a quienes encargaba
la construcción de las piezas deseadas. En algunos casos, estos
artesanos no correspondían a la raza y eran reclutados entre los
huincas, quienes pasaban a convivir en los terrenos indígenas
adoptando sus costumbres.

La Platería se transformó así en un oficio, en


cierto modo, modificador de las estructuras sociales y culturales
del Mapuche, introduciendo objetos que enriquecieron su atuendo,
creando una función social ocupada por los artesanos o plateros e
influyendo en gran medida en su sisteta de intercambio de bienes.
Este Último se refleja claramente en diversas situaciones de la
vida del Mapuche; el pago por las mujeres , el rescate de cautivas
o el pago de su propia libertad, el botín de guerra, etc .. En todos
estos casos vemos la gran importancia de la Platería .

Finalmente, este arte entra en franco proceso de


decadencia. Las causas no han sido bien estudiadas aunque pueden
aceptarse una serie de razones de orden socio-econÓQico. Entre
ellas, al parecer, tuvo gran incidencia la falta de materia prima
y la carencia de la demanda de prendas . Ambas causa s, e strechame nt e
vinculadas, provocaron la paulatina desapari c ión de los artes a nos .
Actualmente se registran no más de tres plateros que, teniendo e l
oficio, sólo eventualmente lo desarrollan . Tampoco hay i nce ntiv o
para los más jóvenes en aprender el oficio, perdiéndose entonces l a
tradición. En las últimas décadas, la mayoría de las piezas han
sido vendidas o cambiadas por bienes de consumo.

Hoy sólo podemos apreciar este a rte e n v a liosas


colecciones expuestas en Museos o guardadas c elosamente por
esforzados particulares. Las colecciones del Museo de Arte Popular
Americano, la colección Reccius del Museo de Arte Precolombino y ,
con más propiedad, la colección Morris van Bennewitz, son el
testimonio gráfico de lo que fue en esta parte de América, e l a r te
de la Platería. Sin lugar a dudas existen aún muchas c olecciones
formadas por particulares, en su mayoría extranjeros que han
emigrado a otros países, restando posibilidad de efe c tuar un re a l
y verdadero estudio de todas las manifestaciones en la Platería
Mapuche.
52

EL ARTE DE TRABAJAR LOS METALES

. HE.CTOR HORA O.

PROCESOS TECNOLOGICOS DE PLATERIA A TRAVES DE LA HISTORIA:

INTRODUCCION

Para referirnos a los aspectos tecnológicos utilizados


por los artífices mapuches, no podemos dejar de mencionar el origen
de esta expresión cultural. Frente a este problema existen diversas
teorías, como también el hecho de no tener claro la procedencia de
este grupo étnico. La mayoría apunta que es posterior a la llegada
de los españoles; otros sostienen que algunos adornos ya eran usa-
dos por los araucanos- hombres y mujeres- mucho antes de la llegada
de los conquistadores al territorio nacional.

Al respecto algunos cronistas como Jerónimo de Vivar,


Alonso de Ercilla, Alonso de Góngora Marmolejo, Pedro Meriño de Lo
vera, relatan la presencia de adornos hechos en distintos materiales
(plumas , piedras y metales) destacando la presencia de algunas jo-
yas como los chaway y prendedores o alfileres.

Aunque poco se conoce de la actividad minera de ellos,


es necesario destacar que conocían la existencia de algunos, como
el cobre, la plata y el oro, junto a esto se supone que lo trabaj~
ban en forma rudimentaria.

Es así como la plata aparece poco a poco entre los ador-


nos, distintivos de los caciques y de sus mujeres, extendiéndose rá
pidamente entre la población, dando así, obligatoriamente, origen~
la profesión de platero. Los jefes más ricos se preocuparon de rec~
lecta! las materias primas, ya sea en las minas, en las batallas,
en los malones y, con mucha astucia, en las transacciones comercia-
les.

Este hermoso arte desarrollado por este grupo cultural,


tendrá su mayor auge en las postrimerías del siglo XVII. Los orfe-
bres crearon una enorme variedad de objetos con características es-
tructurales similares, aunque sin lugar a dudas, el aspecto creati-
vo del platero nos ha permitido gozar de los diversos estilos exi~
tentes dentro de una misma pieza y buscar una interpretación de ellas
que sea relevante más allá de lo meramente utilitario.
53

El panorama de la platería en el pueblo mapuche ~odría


contemplar varios siglos de duración, aw1que nos queda por v~ifi­
car su fecha inicial, avalado por los cronistas, esta manifestación
tendría un origen prehispánico, desarrollándos e en forma muy inci -
piente en el siglo XVI. Durante el siglo XVII aparecerían los pla -
teros bajo la tutela de los caciques en franca producción. En el si-
glo XVIII diríamos que es el auge de la platería; aparecen una varie-
dad extraordinaria de prendas, no sólo con un significado utilita -
rio, y en el transcurso del siglo XIX, el ajuar tanto de la mujer
como del hombre y su corcel, serán la admiración de todas las per-
sonas. Esto durará hasta las primeras décadas del siglo XX. Desde
esa fecha sobrevino una decadencia paulatina de esta manifestación,
que ha hecho crisis notoria en nuestra época.

Actualmente podemos observar que son muy pocas las mu-


jeres mapuches que lucen .estos ricos atavíos de plata. Los plate-
ros que aún quedan, han tenido que, paulatinamente, abandonar es -
ta expresión porque el poder comprador dentro del pueblo mapuche
es prácticamente nulo. Esta gente que con tanto orgullo lucía sus
joyas, hoy deben venderlas para poder subsistir . .Todo el esfuerzo
por mantener una tradición cultural ha sido en vano. Primero cabe
señalar la donación del pueblo mexicano de 8.000 onzas de plata
para que sus hermanos mapuches pudieran continuar esta labor pro-
ductiva (año 1962) . Dado que el hecho nunca llegó a concretarse
no podemos dejarnos de preguntar ¿ Qué pasó con esta materia pri-
ma?
54
Posteriormente otras instituciones como CERCOTEC y U.
Católica, Sede Temuco, quisieron impulsar programas tendientes a
la preservación de esta manifestación. Sin duda han logrado algún
o b jetivo , pero aún así, este arte ha decaído notablemente y es muy
posible que en una década Ilfás, ya no podremos sentir el tintinear
d e una j oya utilizada por una mujer mapuche. Tendremos para enton-
ces q ue remitirnos a los museos o colecciones particulares para
sentir 'y revivir todo el significado que tuvo esta manifestación
en la historia de un pueblo.

TECNOLOGIA DE LA PLATERIA:

INTRODUCCION

Al hablar de la tecnología de la platería nos referire-


mos a la evolución de los procesos de ejecución de las piezas de
orfebrería que · el platero mantuvo.

No pretendamos señalar épocas o períodos porque no exis-


ten separaciones tecnológicas de esta índole; más bien existe un de
sarrollo lógicos en los procedimientos para ejecutar un determinad;
trabajo, que mucha veces requiere una o más técnicas.

Así como algunos autores señalan períodos evolutivos de


la platería, se podría intentar una clasificación de los períodos
tecnológicos . de trabajo artístico. Platería .•

Al enfrentarnos a toda la variedad de antecedentes tanto


bibliográficas, iconográficas y reales de las piezas que existieron
o existen en colecciones, podemos notar tres períodos tecnológicos
de la platería.

l. Técnica del martillado o planchado.


2. Técnica de la fundición.
3. T&cnica del laminado.

l. PROCESO DEL MARTILLADO O PLANCHADO.

Muchos cronistas establecen que los mapuches, antes de


la llegada de los conquistadores, usaban algunas prendas oonfeccio
nadas rudimentariamente. Tales prendas serían el TUPU, PUNZON y -
los CHAWAY. En cambio, otros relatan: 11 Aprendieron de los .españo-
les el arte de trabajar los metales y se hicieron pronto hábiles
en esta clase de trabajos.Tratar0n con mucha consideración los pri
sioneros de guerra que ejercían I ,a profesión herreros por las ven::
tajas que sacaban de ellos •.• ( c.~oseph 11 • 11 La Platería Araq_cana 11
P. 120. 1928).
55
En relación a esta problemát ica sobre el origen, debemos
aceptar ' cualquier teoría al respecto, pero es important e reconocer
que las primeras prendas confeccio nadas fueron los TUPU y CHAWAY,
para ello utilizaro n en principio el cobre y posteriorm ente la pla-
ta.

El material (plata) era extraído de las minas. "Las mi-


nas son beneficia das por ellos con mucho secreto y de las cuales
extraen pequeñas cantidade s. Se hallan especialm ente en las reser-
vas forestale s de Villarric a, Pucón, Palguín, '!'rencura y Volcán
Lanín; no permiten que los extranjer os o huincas se acerquen a
ellas y castigan con la muerte a los indígenas que dan indicacio -
nes sobre las minas" ( C.Joseph. "Platería Araucana" , pág. 124).
En otros casos, era obtenida de los objetos que en sus batallas
con los españoles lograban como botines de lucha.

si ·nosotros observamo s los TUPUS más antiguos que se


han encontrad o, sin ser lego en la materia, podemos deducir que
la técnica para su ejecución fue mediante el ma~tillado o plancha-
do, como lo llaman los plateros. De un trozo de objeto de plata,
(platos, copas, cáliz, etc.) se daba comienzo al trabajo estiran-
do el material a golpe de martillo, dando forma a la estructur a
pensada . . Por ello es fácil observar en estas piezas pequeñas fi-
suras o grietas que aparecen cuando el material es golpeado sin to
mar las medidas necesaria s o los procesos tecnológi cos adecuado s,-
para que ello no suceda, hemos dicho anteriorm ente que es~s pie-
zas adolecían de un conocimie nto técnico apropiado , pero no por
ello dejan de ser hermosas y valiosas para nuestro tiempo.

Las prendas más antiguas no tenían decoració n. Su for-


ma discoidal estaba interrump ida por una forma de aguja, que mu -
chas veces nace recortada de la misma forma y en otras, como un
elemento adicional sobrepues to.

VARIEDADES DE TUPUS SIN DECORACION


56
En ambas partes se nota claramente el proceso de marti-
llado y más aún en la solución para unir el disco con la aguja me-

diante un remache confeccionado con el mismo material.

Nos ha correspondido observar algunas de estas piezas


arqueológicas en que sólo se encuentra la parte discoidal, reali-
zada en plata. Suponemos que la aguja hecha de otro material su -
cumbió con los años, así lo demuestra un par de piezas encontradas
en que la aguja es de cobre.

La mayoría de estas piezas tienen en su parte discoidal


algunas decoraciones realizadas mediante la técnica del repujado
y en otros casos se combina con algunos calados hechos con cince-
les.

..···· ·<>······
'
..·.

· . .... 6.. . . . .

VARIEDADES DE TUPUS DECORADOS


57

Otra pieza que nos parece muy antigua y confecciona da


con la misma técnica de la pieza anterior, son los llamados CHAWAY
CHAPEL (aros en forma cuadrada).

Las piezas más antiguas son hechas de cobre y con la


técnica del martillado. Al igual que el TUPU en un principio fue-
.ron formas muy simples, regulares y sin decoración.

Posteriorme nte, su forma cuadrada se transforma en tra-


pezoidal, junto a estas aparecen nuevas estructuras geométricas
como los CHAWAITO (aros en forma circular) , se incluyen en la de -
coración en relieve mediante · e.l sistema de repujado, eso sí conser
vando la tecnología primaria.

NOTA: Una visión más detallada podemos encontrarla en la descrip -


ción de las piezas.

VARIEDADES TRAPEZOIDALES DE CHAWAY CHAPEL


58

CHAWAYTU SIN DECORACIONES

CHAWAYTU DECORADO, TECNICA DEL REPUJADO


59
TECÑICA DEL FUNDIDO.

Es fácil comprender esta evolución tecnológica, "el hom-


bre forma parte del sistema cultural, en este sentido la platería
debe ser explicada dentro de los términos de cambios estructurales
ocurridos en el mencionado nivel de la sociedad indígena " (C. Al-
dunate, "Platería Araucana". 1983).

Entonces podemos decir que hay un surgimiento de dife-


renciación de status dentro de la sociedad mapuche. Dn. Carlos Al-
dunate al respecto señala que esto se debería entre otras razones
a:
Una mayor tranqulidad po lítica militar
Relación fructífera entre indÍgenas y españoles
A un control del comercio por los líd eres

Como consecuencia de ésto, la platería tiene un gran


apogeo y si la mujer hasta ese momento no utilizaba más que las
prendas necesarias para su ajuar, e l TUPU que abrochaba el chamal
y los CHAWAY que adornaban su cabeza. Ahora, el uso de otras pren-
das constituirá la representación material de este nuevo status y
además facilitará el intercambio come rcial con el país fronterizo,
pe rmitiendo así grandes transacciones comerciales.

Por una parte las joyas eran cambiadas por an i males y


estos vendidos exclusivamente a quienes pagan monedas o artículos
de plata.

El General argentino Lucio Mansilla nos señala algunas


descripciones al respecto:

"Los aucas borovanos de Chile y los aucas moluches, pehuenches o


pampas de este lado de los Andes, mezclado s aquellos con chilenos,
comerciaban activamente. De aquel lado venían palos de lanza
fierro puntiagudo y moharras, cuchillos, frenos, telas, abalorios,
baratijas de toda especie y sobre todo t abaco y aguardiente
proveniente de Valparaíso y 'de Concepción.
El tráfico no podía ser más lucrativo. Todo eso se permutaba por
ganado y carne humana argentinos. Un caballo, una vaca, valían
más que un cautivo muchas veces ... La corriente de este intercam-
bio era: antes de las primeras nieves se cruzaban los Andes,
dirigiéndose los indios y los cristianos chilenos, éstos en poco
número, hacia Nahuel Mapu y las Sierras de la Ventana y del Tandil;
la cruzaban durante dos meses más o menos ...
Lo demás es bien sabido, como que era robo permanente y la guerra".
(Mansilla 1877) .

Smith, A. en su libro "Los Araucanos", relata una pec u-


liar negociación de un cacique mapuche.
60

"Todo el grupo rodeaba un poncho extendido en el suelo, en el cual


vimos nlimerosos pesos fuertes y espuelas de plata, cebo tentador
para el dueño de grandes ganados. Pero el viejo cacique era
incrédulo y prudente. Examinó cada artículo con el mayor cuidado,
oliéndolo y probándolo con la lengua, haciéndolo sonar para
constatar la pureza del metal.
Por fin sacó de su cinturón una pequeña balanza de cuña con
platillos de cuero y procedió a pesar los artículos uno por uno,
usando como norma unos pesos fuertes que llevaba sobre su persona.
El sobrino (del cacique) no era menos cauteloso y ambos parecían
conocer a fondo las maulas del negocio". (ob. cit.)

Las razones aludidas determinan que los caciques contra-


taran mestizos o mapuches que dominaron el trabajo de la platería.
La demanda es tal que estos artesanos tenían que aprender nuevas
técnicas que les permitan agilizar el trabajo o la producción.

Joseph, en su trabajo sobre la platería nos señala,


"algunos plateros han modernizado sus métodos de trabajo. No por
ello poseen herramientas muy perfeccionadas ".

Esta modernización que nos señala el autor se refiere


a que este nuevo proceso tecnológico de la función introducida en
la producción, requiere de una implementación básica.

IMPLEMENTACION DEL TALLER:

- Fragua para producir la temperatura necesaria para el fundido.


- Crisol hecho por artesanos ceramistas de un material refractario.
- - Molde, especie de caja con doble compartimento donde se producían
las piezas.
- Herramientas para el pulido.
- Plantillas. Formas básicas que el platero debía confeccionar pa-
ra la ejecución de una prenda.

Esta tecnología,por los antecedentes bibliográficos que


se tienen, aparecería en el siglo XVIII y lo notable es que en nues-
tros días aún podemos verificar todo este proceso realizado por pla-
teros mapuches, que pese a la si.t uación actual de su arte, conser-
van su taller y esporádicamente realizan un encargo. Es notable el
hecho de un HUINCA que vive en Temuco. Este pseudo platero ha vi -
sualizado con mucha inteligencia el problema existente en la pla -
tería mapuche. Aprendió en forma autodidacta la confección de pie-
zas y hoy se dedica a la reproducción de objetos que muchas veces
son vendidas por comerciantes inescrupulosos, como piezas antiguas,
sobre todo a los turistas extranjeros que no saben mayormente so -
bre su procedencia.
61

ETAPAS DE PROCESO DE FUNDICION.

l. CONFECCION DE PLANTILLAS:

Para realizar este trabajo es necesario confeccionar


plantillas de todas las partes de la pieza que se desea ejecu-
tar, vale decir, que éstas serían los moldes, son realizadas de
cualquier material. Se han encontrado de aluminio, estaño, bron-
ce, cobre, etc.

LA GRAFICA CORRESPONDE AL DESPIECE DE UN TRAPELAKUCHA


UTILIZADO POR UN PLATERO COMO PLANTILLAS

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~ CJ
62
2. PREPARACION DE LA CAJA DE FUNDICION:

Paralelo a la elección de la pieza a trabajar, se pre-


para la caja llamada por alguno el molde, se compone de dos
marcos, dimensiones aproximadas 40x25 cms. Estas -ajustan per
fectamente cuando se las pone una sobre otra. El platero selec-
ciona tirras arenosas muy finas a orilla del río, que junto a
una buen a calidad de arcilla y un poco de cenizas constituyen
los elementos esenciales para amasar una pasta que permita mol-
dear la(s) pieza(s) que se fundirá(n).

Esta es colocada en los marcos, hasta completar el mol-


de y quede a idéntico nivel con él. Acto seguido, por presión,
se marca el objeto a fundir en uno de los marcos. Es necesario
realizar un pequeño canal hacia el borde del marco para que pu~
da escurrir la materia prima derretida~ Se aplica la otra cara
del molde para obtener una segunda impresión ; se retira la
plantilla, retocando las imperfecciones del moldeado. Es nece-
sario dejarlo secar por un tiempo; cuando el platero cree que
ésto ya está listo para la fundición, coloca una parte sobre
la otra y amarra firmemente la caja.

3. FUNDICION.

En ·la fragua, accionada por un fuelle hecho con un cue-


ro de vacuno, se prepara la materia prima. Provisto de un cri-
sol, el platero recorta el material en pequeños pedazos para -
que el proceso sea más rápido . Una vez fundido el material rá-
pidamente _es vertido en el molde, luego se deja enfriar unos
momentos 1 se abre la caja y se retira la pieza que muchas ve -
ces deberá ser recortada de los excesos de la fundición.

Finalmente, todas las partes son sometidas a un pulimen-


to.

Estas partes obtenidas mediante la técnica de fundición


es complementada con algunas procesadas -con la técnica del lami-
nado, sobre todo las llamadas amarras o uniones, que pueden ser
de planchitas planas o redondas. Estas Últimas permiten una me-
jor flexibilidad a la pieza en los colgantes o PUN-PUN.

AMARRAS O UNIONES HECHAS DE PLANCHAS


63

Debemos señalar que las decoraciones que pueda tener la


pieza podr~1 ser logradas en el mismo proceso o bien cinc ela-
das posteriormente.

DECORACIONES MEDIANTE TECNICAS DE PERFORACION Y CINCELADO

A. Técnicas del laminado:

Queremos hacer una distinción de lo que es martillado


y laminado.

Ya decíamos que el martillado permitía estirar el mate-


rial produciendo formas planas, de una dimensión determinada,
de ahí que esta técnica sólo permite realizar objetos más bie n
pequeños, como también objetos sencillos.

Los avances tecnológicos de la cultura permiten grandes


adelantos en la implementación de su taller, surge la laminado-
ra y trefiladora, que permitirán con menos esfuerzo y con mucha
rapidez trabajar este material u otro. Hoy algunos plateros la
utilizan como parte de su proceso tecnológico en la realización
de algunos objetos.'

B. Proceso del laminado:

Se toma la materia prima, plata pura y se· mezcla con un


10% de cobre electrolítico, el bajar la ley de fino del mat e rial
permite trabajar con mayor facilidad.
64

Este material es colocado en un crisol y con un soplete


rápidamente se procede a fundir. Una vez que está bastante licua-
do , se vierte en una chaponera donde quedará confeccionado un pe-
que ño lingote del espesor que el artesano lo desee. Este se tra-
baja en la laminadora ~ue después de sucesivas pasadas va toman-
do forma de una lámina, cuyo grosor dependerá del trabajo que se
t e nga que ejecutar.

Obtenemos así la materia prima. Con el sistema de planti..,-


lla, se marcan las formas que se desean confeccionar, se recorta
ésto para posteriormente pulirlas, calarlas si . fuese necesario y
fina lmente hacer las de·córaciones que puedan ser cinceladas o
grabadas. De este modo quedan confeccionadas las partes, luego
se unen o soldan dando origen a la pieza previamente diseñada.

c___:J
r: t J

PLANTILLAS UTILiZADAS EN EL PROCESO DE TRABAJO POR


LAMINADO
65

UN PLATERO AUTENTICO DE NUESTRA REGION

Eduardo Gaminao F.
Edad : 70 años

En nuestros múltiples viajes, recorriendo la zona de la


Araucanía en busca de antecedentes de la cultura mapuche ~ nos en-
contramos con Dn. Eduardo Gaminao. Atraídos por el sonido del gol-
pe del martillo, nos acercamos a su hogar para encontrarlo bajo un
frutal, en plena labor. En esta oportunidad estiraba una moneda de
níquel del año 1933 de donde posteriormente saldría un CHAWAY.

Su casa está ubicada en la reducción Jacinta Millalán


vda. de Melinao, al noreste de Perquenco, provincia de Cautín.

Este humilde platero inició su oficio a la edad de 18


años, como lo dice él, " a fuerza de porrazos" y por un . interés
personal. Relata : " Ocurre que yo estaba enamorado y para estas
circunstancias era necesario poseer un trompe (instrumento musical)
para enamorar a mi niña. Junté la platita y fui donde un maestro
que los hacía con el afán de comprar uno. E1 anciano debió estar
agraviado por algo y en vez de venderme lo que yo le pedía me tra-
tó muy mal. Bueno, me fui muy triste, pero como buen mapuche me di
ánimo y juntando algunas herramientas que tenía mi padre, me puse
a fabricar uno, me costó como dos semanas hacerlo sonar, pero al
fin tenía mi trompe para lograr mi objetivo, es así como a este
desafío vinieron otros y ponerse a trabajar los metales sin nin-
gún profesor." (Comunicación personal: ..__,_ .. de Abril de 1986).

El material por él empleado, siempre ha sido monedas


antiguas u otro metal que sea apropiado y le permita desarrollar
su trabajo.

La mayoría de sus herramientas las ha confeccionado él


mismo. SÓlo tuvo que comprar un martillo, un par de limas, un a li-
cate, unas pinzas y con un ami~o conseguir u ~ pedazo de fierro que
les permitiese martillar el material. Para pulir sus trabajos em -
plea una aguja de acero, mediante frotación logra borrar las im -
perfecciones dejadas por sus herramientas.

PROCESO DE TRABAJO:

Hemos presentado su taller, corresponde relatar lo que


observamos en la confección de una prenda {CHAWAI). El primer paso
es preparar la plantilla (modelo). "Esta sale de aquí" (nos señala
su cabeza); recorta ésta en un material cualquiera (cartón o lata)
y lo que él ha realizado es el diseño de la pieza que trabajará.

Tomando una moneda, niquel de un peso del año 1933,


comienza a martillarla para conseguir un estiramiento o planchado
del material. Cuando los dibujos de ambas caras han desaparecido,
66

marca su modelo en el material preparado. Con pequeños cinceles


p lanos y curvos va cortando el material y obtiene así las distin-
tas partes de la pieza, para luego pulirlas. Finalmente correspon-
de unir mediante eslabones o soldadura las distintas formas.

La unión por soldadura, supone preparar material de pla-


ta con bronce y lámina muy fino. Este material es cortado en pe-
queñas partículas y colocadas en la parte que se quiere unir, jun-
to con una disolución de bórax con agua.

El objeto con el material es expuesto al fuego prepa-


rado previamente. Luego aviva éste con una "bombilla para soplar"
(PINGWAN), hasta obtener la unión de las partes. Con una lima re-
toca el objeto para luego pulirlo con una aguja de acero.

OBJETOS QUE CONFECCIONA.

Preferentemente CHAWAY de distintas formas, pulseras,


anillos, cintillos y por supuesto instrumentos musicales como la
KASKAWILLA y el TROMPE.

Eduardo Gaminao es uno de los pocos plateros que junto


a otros del área de dispersión mapuche, siguen luchando para que
esta tradición tan propia de ellos no desaparezca totalmente.

BIBLIOGRAFIA

ALDUNATE, CARLOS "Platería .i.l.raucana"


Museo Chileno de Arte Precolombino
Impr. Orgrama. 1983 - Santiago.

CASTRO, OMAR "Platería Araucana"


CIMPLA. Publicación N° 1
Pontif. Universidad Católica 2a. Edic.
1978

JOSEPH, CLAUDE "Platería Araucana"


En Anales de la Universidad de Chile
2a. serie. 1er. trimestre, 1928
68

LA PLATERIA EN LOS SITIOS ARQUEOLOGICOS

JORGE INOSTROZA S.
MARCO SANCHEZ A.

Entre los rasgos culturales más típicos de los


Mapuches, destaca claramente el uso de alhajas de gran hermosura,
hechas en su mayoría de Pl?ta. A este arte se le ha denominado
"Platería".

Originalmente confeccionadas en otros materiales


(Cu) , estas piezas de adorno se transforman luego en hermosas
alhajas de Plata. Esta situación se hace más patente durante los
siglos XVIII y XIX, especialmente en este último, debido probable-
mente al aumento de la materia prima producida por el intercambio
entre el Mapuche y la Winka.

Paulatinamente, se fueron creando una gran varie-


dad de piezas nacidas probablemente de antiguos modelos tomados de
adornos de cuentas o madera. Sin embargo, las primeras joyas cono-
cidas a través de los cronistas españoles de la primera época de
la conquista y luego de innumerables ~iajeros que visitaron la
región, son los aros (CHAWAI) y el (TUPU). De ellos se han documen-
tado una buena cantidad en los sitios arqueológico's excavados en
la zona.

En las siguientes líneas intentaremos efectuar una


recopilación de estas piezas encontradas en la~ excavaciones arqueo
lógicas, poniendo énfasis en su asociación cont,extual y en la-
decoración de las mismas. ·P ara ello, hemos considerado también
aquellas prendas hechas con otros materiales, puesto que ellas
podrían representar los inicios de este arte en la zona.
69

OBJETOS DE PLATERIA ENCONTRADO.S EN SITIOS ARQUEOLOGICOS

l. Sitio Quíllem 1 (alero el Teatro)

Se trata de un sitio habitacional localizado al


NW de Temuco. En él se encontró un aro (CHAWAI) de cobre, de forma
cuadrangular, con muesca ubicada al inicio del arco .

Tamaño: Alto 38 mm. Ancho: 27 mm. Alto cuerpo: 23 mm.

La pieza fue encontrada en un nivel superior del


sitio (10-20 cms.), asociada a fragmentos cerámicos en los cuales
se incluyen la cerámica Valdivia, lítico y restos de fauna.

2. Sitio Ralipitra 1 (Cementerio arqueológico)

En este sitio ubicado al sur del río Cautín, se


encontró un aro de cobre muy deteriorado. Probablemente, correspon-
de a una pieza de forma cuadrangular (CHAWAI CHAPEL) . Se encontraba
asociada a una sepultura de cistas - sarcófago confeccionado con
piedra laja - y a cerámica de tipo común en la zona y del tipo
Valdivia.

3. Sitio Pitraco 1 (Cementerio arqueológico)

Ubicado muy cerca del sitio Ralipitra I, al sur de


Nueva Imperial. Se trata de un cementerio en el cual se utilizaron
las canoas funerarias o WAMPU -tronco de árbol ahuecado en cuyo
interior se deposita el cadáver-, con abundante material cerámico.
En este sitio se localizaron varias piezas de adorno en diferentes
sepulturas.

a) Tumba N° 3 Aro cuadrangular de plata, con motivos geométricos


confeccionados por medio de un repujado muy fino.
Se encontraba en el interior de la canoa, asocia-
do al contexto cerámico de la sepu.l tura (una olla ,
un jarrito pequeñ6 y un jarro asimétrico).

b) Tumba N° 16: Once dedales metálicos, todos con una perforación


en su extremo. Estas piezas las hemos incluído,
aún cuando no son precisamente confeccionadas p or
los plateros Mapuches, puesto que está documenta-
do su uso como parte integrante de otras prendas .

Cinco tubos de plata, de diámetro muy pequeño (2


mm. o menos) de diferentes dimensiones (50 a 70
cms.). Corresponden a partes de un RUNI o LLOL
LLOL, u otras piezas como el TRAPELAKUCHA o el
SIKIL de tubos.
70

TUBO DE PLATA
DEDAL

Asociación cultural: los dedales se encontraban


asociados a textiles y chaquiras, puestas muy cer-
ca del cuello del individuo en el pecho. Los tubos
de plata se encontraban a la altura de la pelvis,
asociada también a cuentas de collar y tijeras, en
un conjunto que nos parece corresponde a una bolsa.

e) Tumba N° 18: En ella se encontró una gran cantidad de objetos


pertenecientes a un artesano platero. Ellos fueron
colocados a los pies de la sepultura y formaban
parte del ajuar del muerto. En ellos se pueden
encontrar pinzas para cortar metal, cinceles, ti-
jeras, moldes de aros y partes de un SIKIL. Junto
con ellos, es posible encontrar gran cantidad de
objetos de metal de los cuales, probablemente,
obtenía su materia prima. Esta sepultura es de
sumo interés, por cuanto documenta el entierro de
un artesano platero -el primero conocido arqueoló-
gicamente- de principios del siglo XX. Trataremos
de él más adelante.
71

HERRAMIENTAS UTILIZADAS
POR EL PLATERO

PLANTILLAS
72

PLANTILLAS DE ALGUNAS
PIEZAS

MATERIA PRIMA UTILIZADA POR EL ARTESANO


73

d) Tumba N° 20: Dos anillos (IHUELKUG) fueron encontrados en el


interior de esta sepultura. Ambos están confeccio-
nados con üna delgada lámina de plata en cuya par-
te superior se ha colocado una moneda martillada .
Se encontraba asociada a cerámica monocroma,
chaquiras y una tortera de greda.

oT ANILLOS (IHUELKUG)

4.
OT
Sitio Deuco 1 (Cementerio arqueológico)

Ubicado al NW del pueblo de Chol-Chol, éste


cementerio fue saqueado por coleccionistas, lográndose recuperar
algunas piezas cerámicas y prendas de plata.

Un par de aros cuadrangulares de plata fueron rescatados del


sitio. Su arco está rematado en un pequeño espiral formado por
la prolongación de su filamento.
Tamaño. Alto: 65 mm. Ancho: 55 mm.
Aro cicular con borde externo aserrado (Ag.)
Ambas piezas se encontraban asociadas a sepulturas en cista,
cerámica rojo engobado y tipo Valdivia .

5. Sitio El Membrillo (cementerio arqueológico)

Este sitio se encuentra ubicado al W del pueblo


de Chol~Chol y se trata de un cementerio en cistas funerarias. En
el se encontraron 7 campanitas -adornos cónicos- que son parte
integrante del LLOL LLOL o del RAWAI, pectorales de hermosa fa c tura
Estas se encontraban muy cerca del cráneo del individuo sepultado ,
al W de la tumba.

CHOLLOL
75

VARIEDADES DE TUPU (Sitio Gorbea 3)

c:;eeww NA A --.

ciA?i"<+; ;:44 a

La extensión de la cultura mapuche y sus rasgos


principales trasciende los límites nacionales, por lo cual hemos
incluído en esta descripción la única referencia encontrada en la
zona argentina. Corresponde a un cementerio arqueológico registrado
en la zona del Neuquén.
76
7. Cementerio Rebolledo (Región Aluminé - Maquehue)

En este sitio se encontró a un individuo joven,


de sexo femenino, sepultado en una canoa funeraria. Parte de su
'ajuar consistía en un TUPU de'Cu. con grabado repujado y aguja de
hierro; aros de Cu. con muesca y dos "cilindros de Cu". Estas
piezas fo:r;maban parte del ajuar funerario que era complementado
por cerámica y huesos de caballo.

DISCO DE TUPU
CHAWAY CHAPEL

Las evidencias arqueológicas nos muestra enton-


ces que, si bien es cierto, hay presencia de Platería en los
·.sitios arqueológicos, ésta no es porcentualmente relevante en los
yacimientos excavados. Además, es un hecho que la mayoría de estos
hallazgos se remiten a aros (CHAWAI) y anillos (IHUELKUG) , prendas
consideradas de uso común o diario en la mujer Mapuche, además de
TUPUS o prendedores.

Sin embargo, son escasas las pie·zas mayores


encontradas en las excavaciones, TRAPELAKUCHAS, SIKILES o TRARILON-
KOS, por mencionar algunos, no son detectados en los yacimientos
arqueológicos; por lo menos no completos. En verdad, algunas pocas
evidencias -tubos de plata y campanillas o dedales- podría hacernos
pensar que originalmente fueron partes de piezas mayores, pero la
ausencia total de otros elementos pone en duda esta afirmación.
Tal vez ellas formaban parte de alguna pieza de tejido, cuyos
restos no se conservan comúnmente, en vez de una verdadera pieza
de plata; o tal vez sencillamente constituyen elementos aislados
que son ofrendados al . individuo sepultado, como parte de sus
per~enencias. Esta posibilidad parece confirmarse en los hallazgos
del sitio Pitraco 1, en donde algunos elementos de plata -tubos,
campanitas y dedales- aparecen mezclados con chaquiras, en lo que
podrían ser bolsas tejidas colocadas allí como parte del ajuar
'funerario.
77
La ausen9ia de piezas mayores abre también una
important e interroga nte. ¿cuál es la causa por la cual ellas no
están allÍ?.

Ultimamen te se ha sugerido que las hermosas


piezas mayores de la Platería Mapuche tienen un gran significad o
simbólico , que se manifesta ría en su uso cotidiano , al interior
de toda una concepció n mítica de la vida y de su origen. (Mora,
Inostroza y Morris, 1986; Mora, Z., 1986 en esta publicaci ón).

Plenament e de acuerdo con estas interpreta ciones


podemos suponer entonces que las piezas mayores de la Platería
constituy en un bien de mayor importanc ia que el resto -aros, tupas
o anillos- que tendrían un carácter más funcional que mítico.
Siguiendo este razonamie nto, es entonces hasta cierto punto lógica
la ausencia de estas piezas en los enterrato rios Mapuches, puesto
que ellas quedarían tal vez en poder de una hija o nieta, heredera
de sus piezas y significad o.

Resulta interesan te sin embargo, y a la vez


contradic torio para nosotros, la cita de Ziley Mora (1986 en esta
publicació n) en cuanto a que "las joyas, las fuentes y el mate de
plata son los primeros objetos que se depositan al interior del
sarcófago - canoa (WAMPU)". Deberíamo s por tanto encontrar un mayor
porcentaj e de estas piezas en los enterrato rios Mapuches, cosa que
como ya hemos vi~.

La explicaci ón de este fenómeno especial sólo


podrá resolvers e con un mayor número de excavacio nes y un registro
más cuidadoso de la data. Mientras tanto sólo podemos sugerir
algunas hipótesis tentativa s sobre ello:

l. Es posible que esta tradición de cuenta de una práctica origi-


nal realizada en los orígenes de este arte y cuando otros
factores -económic os o socio-po líticos- aún no tenían gran
incidenci a en el grupo Mapuche.

2. O tal vez es posible que ella de cuenta de una práctica común


en grupos Mapuches ultracord illeranos , como parece sugerirlo
el lugar en donde se ha recopilad o la tradición (Quelhue =
Pucón) y su origen, relatado por ellos mismos, · argentino .
(Datos entregado s por el autor).

De cualquier forma, pensamos que esta tradición


debería ser investiga da más a fondo. Al respecto es interesan te
acotar diversas informaci ones recogidas por nosotros en las
excavacio nes realizada s en la zona de Ralipitra - Pitraco.
Comentari os realizado s por habitante s del lugar repiten con mucha
frecuenci a que "los muertos se enterraba n con todas sus joyas" o
que al momento de sepultarl os les "echaban todas sus prendas".
Curiosame nte esta tradición no es comprobad a a través de las ·
excavacio nes arqueológ icas.
78
Volviendo a estos hallazgos, consideramos de
gran relevancia la sepultación de un platero datado probablemente
a fines del siglo XIX o principios del siglo XX . La descripción
de su ajuar realizada por uno de los autores en el Boletín N° 2
del Museo Regional de la Araucanía (en prensa), nos muestra un
conjunto de artefactos utilizados por el artesano platero en la
confección de joyas.

Estas evidencias nos muestran también moldes de


aros y partes de piezas mayores, lo que sugiere la utilización de
la técnica del fundido . Otros elementos nos muestran también la
técnica del martillado.

La sepultura nos permite observar a este artesano


inserto en un momento de . fuertes contactos entre el grupo Mapuche y
el WINKA, en el cual la materia prima se torna escasa y difícii
de obtener.

Es intere.sante por otro lado , la observación de


su ajuar completo. Aunque sus herramientas son abundantes y
parecen s~gerir un artesano ajeno al grupo indígena , el resto de
su ajuar -cerámica típicamente Mapuche-; su posición dentro de la
sepultura y, po.r fin, la utilización del sarcófago de madera, canoa
o WAMPU, sugieren lo contrario. Estamos pues ante una fuerte
mezcla de tradiciones manifestada plenamente en el utilla j'e
absolutamente ajeno al grupo indígena, utilizado por un artesano·
para re~lizar una actividad social que fue considerada fundamental
durante una época, al interior de la sociedad Mapuche.

El arte de la Platería, como función relevante


pentro de la sociedad Mapuche, tuvo un proceso de desarrollo que,
en términos cronológicos y tecnológicos, aún se desconoce en su
totalidad . Un estudio sistemático de las piezas de plata encontra-
das en los sitios arqueolÓgicos nos ayudaría enormemente a
dilucidar estas interrogantes.

BIBLIOGRAFIA

BERDICHEWSKY, BERNARDO y CALVO, MAYO "Excavaciones en cemen-


terios indígenas de la región de
Calafquén". En: Actas del VI Congreso
de Arqueología Chilena. (Santiago,
, Chile). Octubre 1971. 1972-1973
pp. 529-558

GORDON,AMERICO, MADRID, JAQUELINE y MONLEON, JULIA


"Excavación del cementerio indígena
en Garbea (Sitio Go-3), Prov. de Cau-
tín, Chile". :C:n: Actas del VI Congreso
de Arqueología Chilena (Santiago,
Chile) . Octubre 1971 1972-1973 pp.
501- 514.
79
HADJUK, ADAN "Parte del avance del proyecto : En
torno a la cerámica arqueológic a de
las Provincias de Río Negro y Neuquén"
Algunas novedades para la arqueología
Nordpatagón ica . Breve discusión.
Diciembre 1986 (inédito).
INOSTROZA , JORGE EDO. y SANCHEZ, MARCO "Informe preliminar
de las excavacione s arqueológic as en
el cementerio Pitraco I, Comuna de
Nva. Imperial, IX Región, Chile. En:
"Actas del IX Congreso de Arqueología
Chilena". La Serena, Chile. Octubre
1982 (en prensa) ;
MORA'· HECTOR; INOSTROZA , JORGE y MORRI S RAUL "Ensayo de
interpretac ión del prendedor".
En : "Tesoros de la Araucanía", Temuco
Chile, Museo Regional de la Araucanía
1966 pp. 25 - 35.
RAYMOND, JAQUELINE "Cementerio araucano de Membrillo".
Boletín de Prehistoria . (Santiago,
Chile) 4: 87-107. 1971.

SANCHEZ, MARCO "Sepultura de un artesano Platero y


piezas de platería del cementerio
Pitraco I, Comuna de Nva. Imperial,
IX Región". Boletín del .t-1useo Regional
de la Araucanía (Temuco, Chile) 2
1985-1986.
SANCHEZ MARCO, INOSTROZA JORGE y MORA HECTOR. "Informes
de Investigacio nes Arqueológic as"
Convenio Pontificia Universidad
Católica de Chile, Sede Temuco -
Museo · Regional de la Araucanía. Bole-
tín del Museo Regional de la Arauca-
nía (Temuco, Chile) 2. 1985-1986
(en prensa ) .
VALDES, CONSUELO, SANCHEZ, MARCO e INOSTROZA , JORGE EDO.
"Excavacion es arqueológic as en el
cementerio de cistas y canoas de
Ralipitra I. Comuna de Nva. Imperial
Prov. de Cautín, IX Región, Chile".
En : "Actas del IX Congreso de Arqueo-
logía Chilena" . (La Serena, Chile).
Octubre 1982 (en prensa).
VALDES, CONSUELO et al t. "Excavacion es arqueológic as en el
Alero Quino l. Provincia de Cautín,
Chile". En: Actas del IX Congreso de
Arqueología Chilena (La Serena, Chi-
le.) Octubre 1982 (en prensa).
81

LOS PIMPINES COLGANTES DE PLATA DE LAS JOYAS MAPUCHES

RAUL MORRIS VON BENNEWITZ

INTRODUCCION

Un intento de establecer una relación, entre la forma


de los colgantes y las decoraciones incisas que llevan, con los
símbolos de la fertilidad.

No compartirnos la ' idea, que estos aderezos sean un


capricho del 'platero, o un elemento que sólo le presta a las joyas
un complemento artístico, creernos que cumplen una función expresi-
va muy valiosa ajena a su valor plástico. Pensarnos que cada forma
línea o figura es la materialización de un concepto, en Último
término un símbolo de carácter mágico favorecedor _ y c en este caso
íntimamente vinculado con las ideas de la fertilidad. Plantearnos,
entonces, la hipótesis que las formas de estos colgantes corres -
ponden a un signo expresivo de su mundo religioso y los caracteres
grabados en ellos no deben ser considerados grafisrnos ornamentales
sino representaciones de ideas comprensibles para la comunidad.

Hemos visto con sorpresa que muchas de estas formas y


motivos gráficos son comunes a los pueblos andinos, otros tienen
valor panamericano y algunos asombrosamente son patrimonio de toda
la humanidad .. Este espíritu universal de los símbolos es antiquí -
sirno, fue y ha sido una forma de comunicación entre los hombres y
las deidades, los que estaban enterados de la clave podían deducir
conclusiones, debernos considerarlo una especie de escritura ele -
mental, pero compleja, quizás el primer intento que se ha usado
para expresar ideas con un sistema diverso al oral.

Estarnos convencidos que existe una vinculación muy


especial y misteriosa, invisible al observador extraño o casual,
entre la mujer, las joyas y las ideas de la fertilidad.
82

SIMBOLOS COMUNE~ AL HOMBRE AMERICANO

UNIVERSALIDAD DEL SIMBOLO CRUCIFORME

Su forma es la estilización de la figura humana de


sexo femenino que adquiere rasgos cruciformes. Ambas formas mujer
y cruz tienen connotapiones relativas a la fecundidad, el hibri F __ _
dismo:~ ref~erza:, , y · acentúa eL concepto.

En otro extremo del mundo, en el Viejo Continente,


2.500 años A.C., en la etapa arcaica de su desarrollo, los griegos
representaron a la Diosa de la Fertilidad con un patrón semejante.

\
\
!
83

Los egipcios materializa ron el símbolo de la vida, del


Universo Y del hombre, en una forma cruciforme, el ANKH-FARAONICO.

LA CRUZ, colgante de plata, de las joyas mapuches


simboliza en los pueblos andinos el cielo, la lluvia y es la repre-
sentación gráfica de la concepción del mundo mapuche, es el diagrama
simbólico clave de . su cosmogonía. El espacio lo dividían en cuatro
sectores que tenían diferentes connotacion es benéficas o amenazadora s
y coincidían con los puntos cardinales. En esta rosa de los vientos
cada una de esas regiones tenía un color que la identificab a, el
blanco está asimilado al Este, asociación de color y punto cardinal
de .mucha importancia en la organizació n de su universo, morada de .
los espíritus de sus antepasados , de sus linajes y tiene atributos
positivos. El Oeste de color rojo y connotación negativa; al Norte,
le corresponde el color negro y también su connotación es negativa,
el Sur, identificado por el color azul, representa un principio
benéfico.

El concepto de la cosmovisión representado por la cruz


se repite tanto en las altas culturas de Mesoamérica y Andes Centra-
les como en las menores y periféricas , ejemplo de ellos son: las
pinturas que los Navajos hacen en la arena y su versión simbólica
del Mundo.
84
Los colgantes de tamaño pequeño cuya altura· varía
entre 2 a 3 centímetros son los más numerosos; los grandes que
sobrepasan los 3 cent·ímetros y alcanzan hasta los 5 centímetros,
los vemos en ias grandes joyas pectorales del Siglo XIX, en algu-
nos SIQUILES y RUNI.

TIPOS Y CLASIFICACION DE _LOS COLGANTES

Con el objeto de sistematizar el estudio de estos


"dijes", nos hemos valido de la caracterizaciÓn formal que les dio
el RETRAFE (platero) . Encontramos 6 formas básicas o tipos que hemos
denominado: discos, flores, conos, cruz, mujer-cruz y figura antro~
pomorfa.
85

En la platería mapuche predominan los colgantes que no


representan ~a figura humana, este porcentaje es alto pero tiene
variaciones de acuerdo al tipo de joyas.

Estos 6 modelos de colgantes se repiten invariablemen-


te en su lineamiento básico, en todas las épocas de la platería.
Las modificaciones de estos padrones están directamente relacionadas
con la mayor o menor habilidad del orfebre, como también de su valo-
ración estética.

Guiándonos por la variable del diseño, en relación con


la figura humana, formamos tres grupos: un primer grupo no antropo-
morfo, que comprende las formas: discos, flores y conos; un segundo
grupo que hemos denominado intermedio por considerar que las formas
incluídas en él, cruz y mujer representan estilizaciones máximas de
la figura humana. El tercer grupo antropomorfo incluyen los colgantes
que remedan la figura humana.

NOTA: En esta clasificación no están incluídos los colgantes fusi-


formes de los zarcillos. Se podría conformar un séptimo grupo
que incluyera . esta forma fusiforme y otras que excepcionalme~
te aparecen en algunas joyas.
86

NOMBRE DE LOS COLGANTES

En el diccionario de Augusta aparece la palabrq


PENPENEL, con el significado de monedita -o colgante circular- de
las joyas mapuches. (Augusta p.175). Esteban Erices emplea otra
ortografía para la misma voz, PuNPuNEL, conservando la acepcÚ)n,
"Círculo metálico, colgante del collar". (Erices p.343).

PINPIN deriva d.e esta voz mapuche, hoy día el signifi-


cado tradicional se ha perdido y el término Pinpin es usado para
referirse a cualquier tipo de colgante, pero no siempre ha sido así,
hay voces nativas y otras derivadas del español que identifican las·
diversas variedades de colgantes. Un ejemplo de esto es lo siguiente:

PENPENEL. Colgante con forma de disco.


CHOLLOL Colgante con . forma de campanita.
YUULLU Colgante con forma de cono truncado o dedal.
KRUSEL o KRUZ Colgante de cruz.
DIOSA MACHI (anotado por Mayo Calvo) El colgante Mujer-Cruz.
PILLAN
PILLANCITO
AUMENTO PLATA CHE (anotado por Eulogio Robles) 1 y
MONO CHELKE (anotado por Mayo Calvo)

Estas cuatro Últimas expresiones identifican a la


figura antropomorfa sin piernas.

Son numerosas las "prendas" mapuches que incluyen


es.t os adornos, su tamaño fluctúa entre 2 a 5 centímetros, pueden
ser un elemento único como ocurre en los punzones, joyas de las
que penden de un extremo una pequeña cruz, o múltiples formando
largas series de colgajos, en los TRARILONKOS y los grandes colla~
res de plata KILKAI.

-~~ .
·~~

EL PUNZON Y SU COLGANTE
LA CRUZ MAPUCHE

SEGMENTO DE TRARILONKO
CON COLGANTES DISCOIDALES
87
PRIMER GRUPO No Antropomorfo

a) Discos

b) Flores Variables del Diseño ~


WJ

e) Conos Campanitas y dedales


88

SEGUNDO GRUPO Intermedio

a) Cruz

b) Mujer-Cruz

Desarrollo de la estilización de la figura humana, hasta confundir-


se con la cruz. Este colgante combina el simbolismo trascendente
de la mujer y la cruz.
89
TERCER GRUPO : Antropomorfo

Guiados por las características anatómicas que presenta el qiseño


de estos colgantes, ausencia o présencia de extremidades inferio -
res, los hemos dividido en dos variedades que designarnos Apoda y
BÍpeda.

a) Variedad Apoda

La variedad Apoda es . un diseño . inalterable, nunca fue mvdi.ficado


en las . tres características que . lo distinguen y definen: sin
piernas, con el segmento inferior del tronco trapezoidal y . con
las extremidades superiores dirigidas hacia abajo sin tocar el
tronco ..

b) Variedad BÍpeda

Es una representación figurativa de las formas humanas, con to-


dos sus segmentos: cabeza, tronco y extremidades. Difiere del
modelo ápodo por su cualidad bípeda: tener el tronco rectangu -
lar y las extremidades superiores dirigidas en diversas posicio-
nes espaciales.
90

LA VARIEDAD BIPEDA Y SUS DIVERSAS POSIBILIDADES FORMALES

En la variedad BÍpeda reconocemos seis variables del


padrón en relación a la ubicación espacial de las extremidades
superiores que pueden estar dirigidas hacia arrib a, libres o tocán-
dose en los extremos, lateralizada, y dirigidas hacia abajo sin
tocar el tronco o insinuando apoyarse con los puños en · él.

ANALISIS DE LOS DIFERENTES TIPOS DE COLGANTES

TIPO N° 1 CON FORMA DE DISCO

A este tipo de colgante de plata plano y rédondeado,


los mapuches le llamaron PEÑPEÑEL o Medella, esta última voz deriva
del español medalla, resabio de las medallitas que les daban los
misioneros y usaron antiguamente para adornar sus vinchas y
pectorales.
91

Son una de las formas más frecuentes y comunes, Gene-


ralmente tienen en su periferia un lÓbulo de suspensión con una
perforación central que permite el paso de la argolla que une a la
joya. Los discos que no tienen este lúbulo, la perforación está en
posición excéntrica.

La cara de estos colgantes puede ser lisa o decorada,


la decoración la han hecho con dibujos incisos o cincelados que
tienen un evidente carácter simbólico, que trasciende el supuesto
fin decorativo que se le asigna, en calidad de grafismo ornamental.
En esta confusión es probable que influya la habilidad del orfebre
mapuche en aplicar en las joyas el conocimiento de la función
decorativa.

Pensamos que la forma de estos colgantes se inspira


en la luna nueva, siguiendo esta línea de pensamiento hemos encon-
trado que fue costumbre de la mujer mapuche para conjurar la este-
rilidad y pedirle a este astro el favor de la maternidad.

Además la luna era su calendario y le daba la fecha


propicia de siembras y cosechas, actividad en que la mujer de este
pueblo tiene un rol muy importante. Hay una relación infinitamente
compleja y valiosa entre la mujer y la luna a la que no se sustrajo
el pueblo mapuche.

Ejemplos de motivos que decoran la superficie de estos


colgantes, a los que atribuímos carácter simbólico por persistir
desde tiempos prehistóricos.

Los grafismos que se ven en esta serie son las repre-


sentaciones relacionadas con la fertilidad directa o incidental
mente.

Signos totémicos N° 1 y 2 de origen prehistórico que


sugieren una unión mística o espiritual entre el totem protector y
el ser humano.
92

l. SÍmbolo del. agua. CO.

2. SÍmbolo solar. ANTU.

Estos grafismos corresponden a antiguos totem del pueblo mapu-


che, son el origen de su linaje, forma parte de su nombre.

3.

Esfera en relieve, que hace eminencia, símbolo de la gravidez


en las joyas mapuches. (Ver ideograma del SIQUEL).

4.

símbolo cosmogon~co relacionado con la lluvia, el cielo, la


fertilidad. Los brazos de la cruz son "cotapos". Representan
la abundancia en los pueblos andinos.

Corresponde a una cavidad grávida.


5.
93

6.

Probable representación de los senos femeninos o duplicación


del signo del agua.

7.

Símbolo andino, relacionado con las fuerzas de la naturaleza.

B.

Insecto alado-moscardón. Representa el alma de los difuntos


en su residencia en la tierra.

Estas 8 representaciones son las básicas.

PREVALENCIA EN LAS JOYAS

El diseño discal es el colgante típico de las joyas


de cadena: TRARILONKO, KILKAI y KILKAI CHAPETU. Otro tipo de forma
de colgantes en estas alhajas es un hecho tan inusual que no debe-
mos considerarlo sino como una excepción rarísima. También es muy
frecuente el TRAPELAKUCHA y Prendedores de 3 cadenas.

La colección del Museo de Arte Popular Americano


(MAPA), tiene un ejemplar con 30 colgantes de antropomorfos ápodos.
Joya que es considerada pieza única, aunque hay referencias que
dicen de la existencia de otros 22 ejemplares con apéndices antro-
pomorfos.
94

TIPO N° 2 CON FORMA DE FLOR

La forma de estos colgantes es de inspiración floral,


son generalmente estilizaciones de las flores del Chilco y del
Canelo en diferentes estados de su floración. Son colgantes muy
hermosos, generalmente piezas fundidas y moldeadas, hechas cuidado-
damente . y artísticamente. Aderezos de los grandes SIQUILES del
Siglo XIX.

o
95

PREVALENCIA DEL DISEÑO EN LAS JOYAS

Es el diseño que con mayor frecuencia integraron los


plateros en los SIQUILES del Siglo XIX, son poco frecuentes en
otros pectorales.

Los colgantes florales del SIQUIL inciden en el con-


cepto de la fecundidad representada en la placa de esta joya. Esta
parte del Siquil es la más importante, puede ser de forma redondea-
da o trapecial. La primera lleva el ideograma relacionado con la
gravidez de la mujer y la forma trapecial del segundo diseño es la
materialización simbólica de la pelvis femenina, asiento de la
semilla que será fecundada. (Volveremos sobre esta hipótesis más
adelante) .

TIPO N° 3 CON FORMA DE CONO

El tercer tipo agrupa los únicos colgantes con


volumen. Los plateros les dieron la forma de cono simple o truncado.
Por estas características se les llama campanitas y dedales respec-
tivamente, por la similitud que tienen con esos objetos.

CHOLLOL

A ..
.
.
'
YUULLU

'
~

.
.
96
Estos colgantes tienen nombre mapuche, se les llama
CHOLLOL y YUULLU. También se les designa con el nombre onomatopéyi-
co de LLOL-LLOL, aunque esta vez se reserva actualmente para iden-
tificar a la joya pectoral que lleva colgantes de esta naturaleza.

PREVALENCIA

Las campanitas y dedales se ven en las joyas del Siglo


XIX, especialmente en los pectorales de tubos (LLOL-LLOL), en los
colgantes del NITROWE (TRAPEL NITROWE) largos y cortos (KILKIL y
TROLOL), en algunos chapetas y Meñaques, en los SIQUILES en propor-
ción menor que otros colgantes y también en la hermosa joya pecto-
ral creada en este siglo por el platero.

Durante el Siglo XVIII y XIX los comerciantes se


internaban en territorio indio libre de la araucanía, llevaban
entre otras especies destinadas al trueque, dedales de plata, bron-
ce y cuentas de vidrio. Ellos habían observado el afán que ponían
las mujeres mapuches en estos aderezos. Esta es la razón por la
cual frecuentemente se ven en algunas joyas mapuches estos artefac-
tos de origen europeo. Uno de los pocos elementos foráneos aceptados
por las mujeres en sus adornos.

TIPO N° 4 COLGANTES CON FORMA DE CRUZ

La cruz de brazos iguales es un símbolo complejo, tie-


ne difusión panamericana; su origen y significado está en la prehis-
toria del hombre de este Continente. Representa el cielo, la lluvia,
la vida, es un símbolo cosmogónico, una representación del mundo.

En nuestro país persiste desde hace siglos, en pinturas


rupestres, ceramios y textiles, posteriormente se inserta en la
platería.

PREVALENCIA

Estos colgantes de cruz son preponderantes, como


apéndice decorativo, en los TRAPELAKUCHAS (colgantes pectorales
que tienen un remate final con forma de cruz, de cuyos brazos penden
97

pequeñas crucecitas) . Situación que porcentualmente comparte con


los discos.

En el PUNZON, este colgante tiene su mayor expresión


porcentual, puesto que en esta joya son excepcionales los ejempla-
res que llevan colgantes que no sean de este diseño.

Nunca lo hemos visto en TRARILONKOS, KILKAI y KILKAI


CHEPETU. En los SIQUILES y placa inferior de los prendedores de
tres cadenas son excepcionales, en esta última joya predominan los
colgantes de disco en la placa inferior o terminal.

TIPO N° S COLGANTE DENOMINADO MUJER-CRUZ

Este colgante denominado Mujer-Cruz es una forma


híbrida con remendos de figura humana y con elemento de la cruz
mapuche. Su nombre responde a esa particularidad formal que conjuga
la representación humana estilizada y la cruz.

,,

PREVALENCIA

Colganté común en los pectorales antiguos, los RUNI


mayoritariament e llevan este tipo de colgajo (también los de inspi-
ración floral), en los SIQUILES son la segunda .posibilidad en
frecuencia.

Estas figuras no representa a seres de su mitología,


son la materialización de ideas, de símbolos relacionados con la
fecundidad.
98

IDEAS QUE PERMITEN PLANTEAR LA HIPOTESIS QUE LA FORMA


TRAPEZIAL EN LA PLATERIA MAPUCHE CORRESPONDE AL
SEXO FEMENINO

COLGANTE MUJER C.. RLJ3

COLGANTE ANTROPOMORFO APODO

LA FORMA TRAPEZOIDAL ES EL
SIMBOLO DE LA PELVIS FEMENINA

EL TRAPEC"Io CUBRE
LA ZONA REPRODUCTORA

La mujer en las culturas arcaicas se representa con


la zona reproductiva muy exagerada, son mujeres de pelvis anchas y
desarrollados muslos, lo que le da a ese segmento de la anatomía la
forma trapezial.

Nosotros interpretamos esta forma geométrica trape -


zial, en la platería mapuche, como una representación de la pelvis
femenina símbolo de la fecundación y reproducción, es la materiali-
zación de un símbolo que lleva implícito su sexo en el colgante.

Este planteamiento conceptual es válido también para


el segmento trapezoidal del colgante ant,r opomorfo ápodo, para la
99
plancha terminal trapezial del SIQUIL y del prendedor de tres cade-
nas, en esta última joya, esta pieza prácticamente es una estiliza-
ción de la figura humana, y su silueta es similar al colgante mujer-
cruz.
FORMA QUE IDENTIFICAMOS CON LA REGION REPRODUCTIVA
DE LA MUJER

TIPO N° 6 COLGANTES ANTROPOMORFOS

Son unos de los elementos más interesantes de la


·platería mapuche, se cree que podrían ser representaciones figura-
tivas de sus antepasados. No deben confundirse con fetiches; son un
símbolo, una forma donde reside una fuerza sobrenatural protectora.

FIGURAS PLANAS EN POSICION FRONTAL


100

Tipo A. Apodo: Figura sin piernas, con el segmento inferior del


tronco trapezial y con las extremidades superci.ooc-es
dirigidas siempre hacia. abajo, separadas del tronco.

Tipo B. BÍpedo: Figura con representación de sus extremidades infe-


riores, con el tronco rectangular y las extremida-
des superiores pueden estar dirigidas hacia arriba,
hacia abajo y lateralizadas.

NOMBRE

Se les ha denominado PILLANES, PILLANCITOS, MONO


CKELKE (anotado por Mayo Calvo) y AUMENTO PLATA CHE. "Pequeñas figu-
rillas de plata, que los chilenos denominaban PILLANES y que se
llaman en mapuche AUMENTO PLATA CHE, y que muchos -chilenos- llevan
como dije en las cadenas de sus relojes o como amule.t o". (E. Robles.
Costumbres y creencias araucanas, pág. 124, Edición 1906).

Son colgantes muy selectivos, aparecen en "prendas"


especiales, caracterizadas por la belleza como también por su tamaño
y peso. Las joyas con estos adornos siempre han sido muy estimadas,
valiosas y escasas.

NOTA: Las figuras están hechas de plata fundida, sobre la cabeza


tienen un lóbulo de suspensión perforado en el centro.
101
Como es habitual en la platería mapuche, estos son
colgantes planos en posición frontal, la técnica empleada para su
manufactura ha sido la fundición y vaciado de la plata. La figura
humana está tratada con sentido natural, presuntamente en actitud
estática. Del borde superior de la cabeza se desprende un lóbulo
aplanado con una perforación central por la que pasa la argolla
que lo cuelga de la joya. La cara está esquemáticamente represen-
tada con ojos, nariz y boca, rasgos que le confieren una expresión
rígida y reconcentrada. En la gran mayoría de estos PILLANCITOS el
platero ha omitido la representación de las extremidades inferio-
res, sin que el carácter hierático de la figurilla se vea despro-
vista de un sobrio valor estético. Este hecho curioso no puede
interpretarse como una solución por incapacidad para hacerle extre-
midades inferiores, sino que obedece a razones · que deben · ser
estudiadas. Podría estar relacionada con la inmaterialidad del
espíritu que representa. En ellas están claramente definidas las
manos y los ojos, esto puede ser una coincidencia o indica la
importancia que le dan a estos órganos para el conocimiento del
·mundo externo.

En este diseño de pendientes hemos considerado dos


variedades: Apoda y BÍpeda, la primera es la forma común, este
padrón tiene la particularidad de repetirse invariablemente sin
sufrir modificación, persistiendo la forma a . través de generacionés
de platero. En estos adornos no influyó el tiempo, la regionalidad
y la moda. El diseño no cambió con los años, estas figuritas y
muñequitos se ven idénticos, conservan la simplicidad del modelo
preestablecido, pensamos que es una exigencia del símbolo que
representan.

La creatividad del platero estaba en gran medida


limitado por la especial relación entre su arte y las ideas mágico-
religiosas de su pueblo. Esta forma no repr~senta a un ser humano,
no es un ser concreto, sino que está relacionado con las ideas
mágicas religiosas que lo concibieron y como éstas no variaron en
el tiempo, la forma se mantuvo inalterable.

La figura ápoda es la que comúnmente se ve en las


joyas que llevan colgantes antropomorf~s, la forma bÍpeda es
excepcional, mucho menos frecuente que la anterior, sólo la hemos
observado en los grandes SIQUILES del Siglo XIX, son colgantes
grandes de plata maciza, de 4 a 5 centímetros de alto en posición
frontal como se ha dicho.

PREVALENCIA

En las aihajas d~l Siglo XIX el colgante Apodo apare-


ce en los TRAPELAKUCHAS, ·SIQUILES y RUNIS, joyas hoy dÍa de
excepcional valor por el escaso número de ejemplares que se conocen.
Existe un TRARILONKO con colgantes de esta variedad, pieza muy
valiosa considerada único ejemplar conocido·. Museo de Arte Popular
Americano (M.A.P.A.)
102

También hemos visto la figura ápoda pender de


algunos punzones de . la centuria pasada, aunque en estas jo~as el
colgante que predomina es la cruz. Aparece con relativa frecuencia
en una joya creada a fines del Siglo XIX, el Prendedor de tres
cadenas, de la plancha superior penden unidos al borde . inferior
mediante una argolla el número de dos ejemplares, uno a cada lado
de la cadena central (en este lugar aparecen con mayor frecuencia,
discos, cruces y mujer cruz). Son excepcionales y rarísimos los
prendedores que llevan estos colgantes en la plancha inferior (en
esta colección hay una sola pieza con esta característica y es la
única que conozco).

Claude Joseph, tiene otra versión de los colgantes


antropomorfos ápodos, los menciona con la palabra PUN-PUN, así .lo
anota "de las joyas cuelgan personajes llamados Pun-Pun, hombres
barbudos de medio cuerpo. Estos tipos antropomorfos parecidos a
soldados colgados de la cabeza carecen de piernas" . (Platería
Araucana. Anales, 1926).

VARIEDAD APODA

CARACTERISTICAS:

Tamaño Generalmente 2,5 centímetros de alto


Peso S gramos

CARACTERISTICAS FORMALES:

a) Apoda
b) Terminación trapecial del tronco
e) Extremidades superiores dirigidas hacia abajo sin tocar el
tronco .

Es la variedad de colgante antropomorfo que se ve


mayoritariamente en las moyas. La forma bÍpeda es excepcional
103
-Es sorprendente opservar lo invariable que aparece,-
en las alhajas mapuches, este padrón ápodo . Es extraordinaria la
uniformidad del diseño (forma, tamaño y peso) como si todas\ hubie-
sen sido hechas por las manos del mismo platero y nos sugiere la
idea de un molde común, pero a pesar de esta semejanza-, el proceso
no fue así, fueron manufacturados en variadas localidades dentro
de la Araucanía, por diferentes plateros y en épocas no coindicen-
tes. Esta situación estático-temporal caracteriza a este colgante-.

Estos colgantes Apodos, además de su importancia


intrínseca, aumentan el valor material de la joya.

VARIEDAD BIPEDA

CARACTERISTICAS:

Tamaño De 4 a 5 centímetros
Peso
Posición Frontal
104

CARACTERISTICAS FORMALES:

a) BÍpeda
b) Tronco rectangular
e) Las extremidades superiores dirigidas hacia arriba, abajo y
lateralizadas.

En líneas generales se caracterizan por ser una


figura bÍpeda con el tronco rectangular, las extremidades superio-
res en diversas posiciones espaciales y a veces, excepcionalmente
representados con los caracteres sexuales primarios del hombre
(pene en erección en un ejemplar de esta colección que hace pareja
con otras figuras con características asimiladas al sexo femenino,
se trata de una estatuilla bípeda, pero con las características
formales de la variedad ápoda, esta pareja está amarrada colgando
de un _punzón por medio de una sarta de perlas de plata).
105

CONSIDERACIONES Y NOTAS COMFLEMENTARIAS


FINALES

Consideramos que la etnia mapuche está inserta en


el. grupo de los pueblos Andinos Meridionales, relación que conlleva
la participación de elementos culturales comunes, independientes de
la herencia biológica y social de cada etnia. Por lo tanto, no deRe
estimarse un azar las coincidencias que existen en la utilización
de signos y formas que revelan la espiritualidad de estos pueblos y
su particular forma de expresarlo en gráfica.

Analizando las formas y gráficas que ha utilizado


este conglomerado humano (P.A.M.), encontramos que desde tiempos
prehispánicos hay una reiteración compulsiva en la repetición de
estos elementos (grabados, incisos, pintados y tejidos en piedras,
metales, . ceramios y textiles) , cuyo empleo ha sido compartido por
todos ellos. Esta reiteración y la difusión que generalment~ rebalsa
el área geográfica meridional, nos lleva a la convicción que estas
formas y 9rafismos no son ornamentos o decoraciones, sino símbolos
o signos que expresan conceptos.

Los colgantes de plata de las joyas mapuches


comparten esta particularidad. La mayoría de las formas y de los
ignos inscritos en estos objetos, tienen un significado simbólico
cuyo concepto es semejante en estos pueblos. Expresan valores que
se relacionan con las ideas de la fecundación y fertilidad.

En el trabajo procuramos sistematizar el _ estudio


de estos colgantes analizando sus formas, ·apreciamos que éstas
podían ser clasificadas en seis grupos que denominamos: Discos -
Flores - Conos - Cruz - Mujer/Cruz y Figuras Antropomorfas.
(Deliberadamente no consideramos la variedad de colgante fusiforme
de los zarcillos mapuches, porque serán analizados en otro trabajo.
Adelantamos que estas formas, en nuestra opinión, incide en el
concepto de la fertilidad) . A estos seis grupos les dimos la
caracterización de un símbolo. De los diseños descritos como: q,isco
Cruz - Mujer/Cruz y Figuras Antropomorfas, encontramos antecedentes
que fundamentan el critero de estos colgantes, son la materializa-
ción de un símbolo:

Los tipos Flor y Cono sugieren el concepto, son


colgantes de estilo naturalista inspiradas en el reino vegetal,
recuerdan las flores y vainas de semillas de la floresta de Arauco.
106

Algunos de estos colgantes (Disco y Cruz y Mujer/


Cruz) además del símbolo expresado en su forma, llevan en una
importante decoración cuyo significado está involucrado en las
ideas de la fertilidad, por lo tanto resuminos que su objetivo es
reforzar el condepto de represengación en el colgante.

El colgante antropomorfo ápodo tiene una expresión


simbólica más definida que el tipo bípedo, es el colgante que
habitualmente se ve en las joyas y su diseño se reitera sin varia-
ción formal de la figura. Estos colgantes no son la repres~ntación
de un ser humano concreto, no son fetiches, ni ídolos, son la
materialización figurativa del espíritu de los antepasados . .

Las gráficas incisas en estos colgantes obedecen


a siete padrones básicos; cada uno de ellos sufre estilizaciones
que le dado los plateros, pero no al extremo que dificulte su
identificación. (No incluímos este signo que para nosotros es
indescifrable, no es común).

Estos dibujos son simbólicos, incluídos en un


objeto cuya forma es la materialización de un símbolo, configura
lo que se ha denominado redundancia simbólica.
107

EJEMPLOS DE REDUNDANCIA SIMBOLICA

El disco representa la luna llena. En relieve


una semiesfera, forma que en las joyas mapuches representa la
gravidez. Con este valor aparece en el idiograma de la placa.
(Informe del SIQUIL).

La cruz es un símbolo cosmogon1co. La circunsfe-


rencia con un punto central es el símbolo figurado del agua.
108

Mujer-Cruz. Este colgante, como lo hemos expresa-


do, combina el simbolismo trascendente de la mujer y la cruz .
Además lleva inciso en el lugar de las mamas, el síniliolo del agua
y de éstas se desprende una figura line~l que puede representar el
rayo o la serpiente.

Lleva incisas cruces solsticiales que e s un idiograma cósmico rela-


cionado con las estaciones y símbolos del agua, dos de ellos ocupan
la posición de las mamas.

Algunas de estas grafías son símbolos totémicos.


La Curz, el signo solar y el símbolo figurado del agua, se identi-
fican con las moces mapuches de: HUENU (cielo-firmamento); ANTU
(sol) y CO (agua). Estos fonemas son el origen de antiguos e
importantes linajes mapuches y son frecuentes además en nombres
propios y topónimos.

"Los individuos p~rtenecientes al tóten ANTU-


(anota Carlos Ramírez, Voces Mapuches,- Pág. 9) , rogaban al sol que
se escondiera o cubriese su rostro para dejar paso a las nubes. En
forma conjunta con los individuos del tótem Co y del Huenu, forma-
ban una trilogía que laboraba de común acuerdo.
109

En el caso de las aguas lluvias se retrasarán y


las siembras comenzarán a perderse por la carencia de agua. Todos
sentían los efectos y por ello hacían rogativas colectivamente para
contrarrest~ el mal ocasionado por la sequía prolongada. Los tres
tótemes, en su conjunto, asumían la dirección o los ritos destina-
dos a este efecto".

Esta cita nos confirma la íntima relación de estos


símbolos con las fuerzas generadoras de la vida.

La figura de insecto que aparece incisa en los


colgantes, tipo disco, es el símbolo figurado de la representación
del alma de los difuntos. Este símbolo se materializa en el Moscón
azul -PELLOMEf\1-. Tiene connotaciones benéficas y protectoras,
representa al alma en tránsito de algún pariente recientemente
fallecido.

En el trabajo habíamos desarrollado ya .algunas


ideas que nos permitían fundamentar nuestra opinión que la pelvis
femenina está representada en las joyas mapuches, por la figura
. trapezoidal.
Basándonos en esa apreciación concluímos, que el
colgante antropomorfo ápodo, corresponde a una estilización de la
figura humana de sexo femenina, puesto que en este colgante la
parte inferior del tronco adopta esta forma geométrica.

Esta forma de representar a la mujer la utilizan


los pueblos andinos desde tiempos prehistóricos. Fue una sorpresa
la que tuvimos cuando al revisar el libro de Créqui-Montfost y P.
Rivet "CONTRIBUTION A L'ETUDE DE ARCHEOLOGIE ET DE LA METALLURGIE
COLOMBIENNES", Edición 1919, en la plancha N° XIII, encontramos
7 fotos de estatuillas humanas precolombinas de Au y Ag. Tres de
ellas extraordinariamente semejantes a los colgantes antropomor-
fos Apodos y Bípedos Mapuches (manufacturados estos últimos, hace
más o menos 100 años). La única diferencia en dos de ellas está
en la posición de los brazos.

Estas piezas pertenecen a la colección "Frandin".


Los autores mencionan que la Figura N° 1 con tronco trapezoidal,
representa al sexo femenino y que es casi idéntica a otras dos
provenientes de Ecuador. Agregan que, los autores colombianos, las
llaman TUNGAS, se encuentran en sepulturas precolombinas, su tama-
ño es pequeño y algunos de ellos usados como colgantes.

Son considerados deidad~s protectoras de ~s


semillas.

/
110

Nuestra opinión final es que la hipótesis enuncia-


da por nosotros al inicio de este trabajo, "que estos adornos de
plata (colgantes) no son un capricho arbitrario del platero, sino
que obedecen a profundasmotivaciones derivadas de su Ethis
Cultural", es congruente, se puede sostener y fundamentar su
planteamiento recurriendo a la bibliografía a nuestro alcance,
especialmente aquella referente al estudio de su religiosidad,
tradiciones y. lo relativo a sus singulares conocimientos antronó-
micos.

Esperamos con gran interés una investigación en


terreno para evaluar el conocimiento y capacidad actual de los
mapuches, para entender el significado de los signos y formas de
la platería tradicional de su pueblo.

ALDUNATE, CARLOS CASAMIQUELA, RODOLFO


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112

GLOS ARl O

AKUCHA Aguja o alfiler grande. Los pequeños se denominan KAPUTIRA.


Sin. AKUDA (región de Panguipulli).
AIV IN Aderezo, adorno (E).
CATANPILUN (E) Perforar las orejas para colocar los aros o zarcillos (usado
en Chile).
Sin. CHILOUEN (sinónimo en Argentina).
CÓLOTUN (E) Usar afeites, pintarse.
CURAR! Chaquira grande de piedras usada como adorno.
CÜCHAN (E) Cintas adornadas con Chaquiras.
CÜDEHUE (E) Llanka.
CHAPELL (A) Aro de forma cuadrangular.
Sin. CHAPEO CHAGUAY: En la Costa de Huapi.
CHAOUIRA Perlas' de vidrio, cuentas.
CHAOUIRA TRARUKUVE : (Panguipulli) pulsera de Chaquiras.
CHAEAI (A) Colgante de la oreja.
CHAVAITU Variedad de CHAVAl.
CHAPE Trenzas de la cabellera, existían dos formas de llevarlas.
a) Colgado en la espalda, adornadas en los extremos con
cintas de colores o con una prenda llamada OUELTACHAPETO
o OUELTACHAPEHUE (KELTACHAPETO =augusta)
b) Enrrolladas en la cabeza como turbantes, sujeto ,con una
redecilla especial.
CHAPE-LONKO Trenzas en la cabeza.
CHAUCHA-TRARULONKO : Ceñidor de la cabeza para sujetar eL pelo formado con una
huincha de lana tapizada por una corrida de monedas de plata.
CHILLCHILLOUIAUN (E) : Sonido que se produce al chocar los dedales y campanitas
de los colgantes o de las prendas mapuches.
Sin. CHILLCHILLKIAVUN (A)
CHOLLOL (A) Dedales, cascabeles, campanitas usadas como colgantes en las
prendas.
113
Sin. MUDEN (E).

YUULLU (E).
CHELLTUVE (M) Prendedor de metal.
Sin. CHiilLTUVE (A).
CHALLTUWE (Museo de Arte Popular Americano).
CHULTUHUE (E).
CHULHUE (E) Broche, hebilla, todo lo que une, ata o liga.
CHRAPAI (E) Hebran que usaban para hilar cuentas. ·
Sin . HUIL, el hilo.
HUILPAI, ensartar las cuentas.
CHRAPELACUCHA (E): Ver TRAPELAKUCHA.
CHRARICUNOHUE (E): Cinturón de cuero con adornos de plata.
CHRARICHAMAL (E) : TRARIHUE, adornos con discos, cuentas, perlas y colgantes de
plata.
CHRARILIPAIG (E) Brazelete, pulsera.
Sin. TRARUKUO (A).
TRARUKUVE (Panguipulli).
CHRARILONCO (E) Cwñidor de la cabeza (ver TRARILOIKO).
CHRARINAMUI (E) Pulsera del tobillo.
CHRARIPEL (E) Collar (ver TRARUPEL).
CHRARIPEL llANKATU {E) : Collar de Llanckas.
ELCAU (E) Joyas alhajas .
ELCHA Collar (varios ~ diccionarios).
ELIS (Colipí) Tubos de plata.
IHUELCUO (E) Anillo o sortija.
Sin • . IYULCUG (Museo de Arte Popular Americano).
IHUEKUG (Claude Joseph).
IVELKUO (Augusta).
KAPUTIRA . Aguja o alfiler pequeño.
Sin. KAPUTIRA (Panguipulli), Las agujas grandes se llaman ACUCHA.
KATAVE (A) El punzón.
KELTACHAPEVUE Collar de plata que une los extremos de la trenza en el dorso.
Sin. KELKAI CHAPETU.
QUELTACHAPEVE (pequeño IILKAI).
QUELTACHAPETO.
114
KH TALONKO (M) Ver KONONITROHUE redecilla hecha de chaquiras utilizada para
mantener las trenzas enrolladas en la cabeza.
KH TAÑMAU (A) Parte de la alhaja que sirve para asegurar dos piezas entre
sí.
Prenda utilizada para anlazar el pelo en la nuca.
Sin. OUH TANMAU (A) •
KHTRANTUVE (A) Broche de plata de la faja que utilizaban las mujeres mapuches
para sujetar las trenzas en la cabeza o en la nuca.
Sin. OUELCHRANTUHUE (E).
OUELTANTUHUE (E).
KILKAI (A y M) El collar.
Sin. CULCAI (E).
OUHKAI (E).
KILKAI PLATA (M) Tomado de Coña.
Collar grande de plata.
KELKAI CHAPETU (M) : Collar que une los extremos de las ·trenzas en el dorso.
Sin. CULCHRALCHAPEHUE (E).
KILLKILL (A) Colgantes largo de plata formados por tubitos o cadenitas,
planchas, chaquiras y anillos de plata. Terminados en dedales
o campanitas u otros colgantes que se desprendían de los
tocados o cintas de la cabeza. El de menor tamaño se llama
TROLOL. Ambas cosas reciben el nombre de TRAPEL NITROVE.
KONONETROVE Semejante al KELTALONKO.
KRUS De cruz.
Sin. KRUSEL
KRUSELIS (A) Alhaja de plata que cuelga sobre el pecho.
Amarrada al TRARUPEL.
Pectoral formado por tres filas de tubitos de plata (ELIS).
(COLIPI).
Sin. KRUSELID.
KUKA (M) Faja para el pelo con cupulitas.
LLANKA Cuentas de piedras grandes, gruesas y verdes que los Mapuches
usaban para hacer collares. Estos antiguos adornos del pueblo
Mapuche son muy valiosos e importantes por las particulares
implicancias que tienen con variados aspectos de su cultura.
115
LLAUTO Voz de origen Quechua.
"Es un trocho o rodete redondo ancho de dos dedos, que ponen
ponen en la frente y le ciñen la cabeza, son labrados de oro y
chaquiras, con mucha piedra y dijes en ellos, en las cuales
asientan las plumas o penachos, de que ellos son muy amigos,
no lo s traen en la guerra , porque enton ces us an celada" (Erci-
lla, La Araucana).
Sin. YAUTO (E).
LLH LLH Cupuli tas o casquetes de plata de pequeño tamaño, pequeña s con
dos perforaciones para fijarlas a una cinta de cuero o de
lana.
llEF llEF-TRARUlONKO (A) Cinta que circunda la cabeza tapizada con cupuli ta s
de plata.
LlH LLEF-TRARUPH (A) : Ceñidor ancho utilizado en el cuello, tapizado con
cupulitas de plata.
llOl LLOl Campanitas. Alhaja pectoral que llevan en el extremo inferior
campanitas o dedales.
llOVEN Similar al POlKÜ.
llUHU[ (E y G) Fuente pequeña de plata.
Sin IHUE (E).
YUVE (A).
MAGU (E) Punzón de huesos y otros materiale s .
Sin. MAQ (A).
KATAHUL
PINCUHUL
MEÑAQU[ (término usado en Arauco). Pectoral o pechera de cha-
quiras.
MAIMAITU Adorno pectoral.
MAIMAITU llANKATU (M) : Adorno pectoral de llankas o chaquiras o cuentas de
metal.
MAIMAITU PlATA : Adornos pectorales de plata.
MAINA NHROVE (A) : Redecilla de hilos y chaquiras utilizadas en el siglo XIX
para m~ n tener las trenzas enrrolladas en la cabeza.
MAÑAHUE (E) Tocado hecho del pellejo de un animal con la cabeza de este
Sin. MAÑAGUA (Bascuñ~n).
116
MÜDEÑ Cascabeles en forma de cono. Los llevan unidos al IRUSELIS.'
Sin. CHOLLOL.
lAG LLANCA (E) Término que equivale a las doce pagas (sartas) por la muerte
de un cacique.
IUINUYEL SHAGUAITU (A) : Panguipulli.
Zarcillos o aros compuestos por una plancha de plata que
lleva colgantes en dos series. Una superior dentro del cuerpo
y una inferior.
Sin. IUINUIELSAVAITU (E).
NITROVE : Cinta de lana cubierta de cupuli tas de plata utilizada para
fajar las trenzas.
NGÜTON (E) Cinta o fajita que usaban en la cabellera.
PAICHA (E) Collar de LLANKAS.
PAYUITUHUE (E) Pinza depilatoria.
Sin. PAYUNTUE (Museo de Arte Popular Americano).
PAYUNTUVE.
PEIIETAL (A) En Panguipullii dos piezas de plata sirven para cerrar el
TRARILONKO.
PESHQUIN (M) El adorno que llevan las niñas en su cabello.
Cintas de colores flores o plum~s.
Sin. PERQUIN (M).
POLKÜ (A) En Panguipulli fajita tachonada con cúpulas de plata, se
caracteriza porque sus extremos son ensanchados (como una
humita), de estos cuelgan un adorno corto de plata formado
por cadenitas, planchas y conos de plata.
PUNZON (Término actual) alfiler o aguja que en su parte superior
tiene una esfera de variado tamaño. Del polo superior se
desprende un pequeño apéndice del cual cuelga habitualmente
cruz u otros adornos.
Sin. PONSON (E).
PONSHON (A).
PINPIN : (Término actual) colgante de formas variadas que se encuen-
tran algunas prendas del ajuar mapuche.
Sin. PÜÑ PÜÑ (E).
PYN PYI (A).
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Prendedor AKUCHA Prendedor formado por dos placas, una superior y otra , infe-
rior, que están unidas por tres cadenas. En el dorso de la
placa superior incorpora una aguja. Se utilizaba para unir
la ICULLA.
OUILOUIL (M) Sinónimo de KILKIL.
QUITRA (E) Pipa. Se conocen escasos ejemplares de plata. En su mayoría
están confeccionados de piedra y greda.
RAGUAO (Término actual) prenda formada por tres placas unidas por
cadenas terminadas en colgantes en forma de dedal. Se utili-
zaba como un colgante pectoral. Se unen a un punzón por
intermedio a una cadena.
Sin. RAWAI (G).
TRALAL TRALAL término actual Onomatopéyico.
RETRIHUE (G) Prendedor de colgantes formados por una sola placa del cual
penden varios PIN PIN.
Sin. RETRIÑ (A).
RETRIHUE (Lenz).
RUCHRIN (E).
R[TRIÑ ~[LL (M) Prendedor de palitos.
RUNI (A) Prenda de plata formada por tres corridas de tubitos de
distintas dimensiones unidas por chaquiras de plata, bronce
o vidrio. En su extremo inferior cuelgan PINPINES de diversas
formas.
Sin. RUGNI (E).
RUNI RUNI () Conjunto de tubos metálicos utilizados en distintas prendas.
Sin. RUNGI RUNGl.
RUMI Faja lateral del NITROWE TACHONADAS DE PLATA.
SIOUEL (E) Joya pectoral formada por placas o tubos y terminada en una
plancha metálica de la cual penden colgajos.
Sin. SHIKILL (A) •
SIOUIL o SIOUILL (M).
TRALAL TRALAL Ver RAGUAO.
TRAMAPH (M) : Collarín formado por una lámina rectangular de plata. Lleva
como base una pieza de cuero o lana en su interior~

Sin. TRAPAPEL(Guevara).
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TRAPELAKUCHA Colgante pectoral formado por cadenas o planchas de plata
terminadas en una cruz simétrica, de la cual penden colgan-
tes de diversas formas. Complementa esta prenda un punz6n • .
Sin. ·TRAPELACUDA (usado en Villarrica).
TRAPELNITRUVE (M y J) : Colgantes largos y cortos que penden del NITROVE (ver
KILKIL y TROLOL).
TRARIQUK (A) Pulseras confeccionadas por llankas, chaquiras, cuentas de
plata o placas.
Sin. TRARIKUHUE utilizado en Panguipulli.
TRAROLONKO (A) Ceñidor de la cabeza que en su última etapa fue confecciona-
do por una cadena de plata de la cual penden colgantes de
distintas formas.
TRARONAMUÑ (A y M) Pulseras de los tobillos .
TRARDPEL (A) Collar ceñido al cuello.
Sin. TRARUPEL LLAIKATU (A).
TROLOL Colgajos (ver KIL IIL).
TUPO (E) Alfiler o aguja que en su parte superior tiene un disco de
variadas dimensiones con elementos decorativos que lo carac-
terizan.
Sin. TEPU o TUPOU (M).
TUPO (Lenz).
UPUL (A) Variedad de CHAVAl de forma campanuliforme.
Sin. UPUL CHAHUAI (E).
UPUL CHAHUAI (M).
YOULLU Dedal utilizado como colgante en las prendas.
YIVE (A) Escudilla de plata.
Sin. YIHUE (Guevara).
119

EIJAEZADO DEL CABALLO DEL CACIQUE

Así como la mujer puso esmero en su atavío personal, el caci-


que y los miembros más ricos de su sociedad volcaron su atención en el adorno de
los jaeces del caballo, quizás sufriendo la influencia de los ricos adornos que
llevaban los caciques del lado oriental de la cordillera.

ARKOLLA (A) Argolla usada en la cincha.


ARKOLLALCINCHA (A): Pequeña correa que sostiene la argolla del avío.
CAFEZATUU Cabezada. Parte del freno que ciñe la cabeza del caballo.
Sin. KAriSHATU (A).
CRAÑUNTUCO Pieza de lana que se pone sobre la montura.
Sin. CHAÑUNTUKO (A).
CHUMEL Bota de cuero de potro.
Sin. SUMEL (expresión chilena).
DINGUENHUE (E) Fiador. Rodeaba el cogote del animal y estaba decorado con
tubos de plata.
ESTIPU (A) Estribos.
Sin. Charro ISTUPU ESTRIBO DE COPA.
TOllO ESTIPU: estribo con protección para el pié.
HUAILLIL (E) Rodaja de la espuela.
ISPUELA La espuela.
HUICHRANHUE (E) Cinchón de la silla de montar.
HUICHRAÑPURAMHUE (E) : Cabezada, parte del arnés del caballo.
HUITRANTUCUE Las riendas.
KASK-FILLA Cascabeles de los arreos.
?
KETREL La barbada. Pieza del cabezal adornada con plata.
KETRELPIYIÑA La barbada del freno.
LAMA Mandil de montura.
LASTRA-TIRADOR Cierta prenda de plata del cinturón del jinete.
LLOCHOKON Cabestro acolchado.
MAU (E) .Cabestro. Unido al bozal sirve para conducir al animal y
también para amarrarlo.
120
PINOLHUE Estribo.
PIRIÑA El freno. Em Panguipulli el freno con copa de plata (A).
PIYIIA Freno común.
PUYESIPUELA (A) Espuela de palo con espigón.
TRAHUAL ESTIPU Accioneras.
TREPUHUE Huasca.
Sin. CHREPUHUE (E) .
UKISH (A) La espuela (en Rupameica).

(A) AUGUSTA.

(M) MOESBACH.

(E) ERICES.

(G) GUEVARA.

(L) LENZ.

Sin. Sinónimo
ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE LOS ANGELES
Alcalde Sr. VICTOR PEREZ VARELA

~- MUSEO REGIONAL DE LA ARAUCANIA


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Textos : Héctor Mora O.
jorge lnostroza S.
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