Está en la página 1de 6

ANALISIS JURISPRUDENCIAL SENTENCIA T-341/18

DIANA KATHERINE VELASQUEZ PLAZAS

PAULA VALENTINA POLO CORTES

NATALIA ROA HURTADO

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA

TEXTO JURIDICO Y ARGUMENTACION

AÑO: 2021
ANALISIS JURISPRUDENCIAL SENTENCIA T-341/18

PRESENTADO POR:

DIANA KATHERINE VELASQUEZ PLAZAS

PAULA VALENTINA POLO CORTES

NATALIA ROA HURTADO

PRESENTADO A LA DOCTORA:

PAOLA ANDREA CASTELLANOS BRAVO

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA

TEXTO JURIDICO Y ARGUMENTACION

AÑO: 2021
ANALISIS JURISPRUDENCIAL SENTENCIA T-341/18

1. IDENTIFICACIÓN DE LA PROVIDENCIA
ORGANO: Sala Primera de Revisión de la Corte Constitucional
NUMERO: Expediente No. T-6.708.920
FECHA: Bogotá D. C., 24 de agosto de 2018
MAGISTRADO PONENTE: Carlos Bernal Pulido
PARTES: Demandante: Sandra Mayerli Agudelo Beltrán
Demandado: Juzgado Segundo Civil del Circuito de Fusagasugá y el Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Cundinamarca, Sala Civil Familia.

2. TEMA
a. Derecho fundamental al debido proceso.
3. SINTESIS DE LOS HECHOS RELEVANTES Y/O PROCEDIMIENTOS
a) Sandra Mayerli Agudelo Beltrán, por intermedio de apoderado, instauró acción de
tutela contra el Juzgado Segundo Civil del Circuito de Fusagasugá y el Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Cundinamarca, Sala Civil Familia, para que se
protegiera su derecho fundamental al debido proceso.
b) Consideró que el derecho invocado le fue vulnerado porque el Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Cundinamarca, Sala Civil Familia, profirió sentencia de
segunda instancia en un proceso ordinario de responsabilidad civil extracontractual
que se encontraba viciado de nulidad, por cuanto la sentencia de primera instancia,
que fue objeto de apelación, se dictó por fuera del término previsto en el artículo
121 del Código General del Proceso.
c) El 24 de octubre de 2013 la tutelante interpuso en nombre propio y en
representación de sus dos menores hijos, demanda de responsabilidad civil
extracontractual ante los Juzgados Civiles del Circuito de Fusagasugá (Reparto),
en contra de la Unidad Básica de Atención Coomeva EPS Fusagasugá, la Sociedad
Médico Quirúrgica Nuestra Señora de Belén de Fusagasugá Ltda. y el médico
Isaías Ramón Montes.
d) El 29 de noviembre de 2017, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil,
admitió la acción de tutela formulada por la señora Sandra Mayerli Agudelo
Beltrán y vinculó, en calidad de accionados, al Juzgado Segundo Civil del Circuito
de Fusagasugá, al Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cundinamarca, Sala
Civil Familia, así como a las personas naturales y jurídicas vinculadas en calidad
de demandados al proceso ordinario de responsabilidad civil extracontractual.
e) Al vencimiento del término del traslado de la demanda de tutela, el único de los
accionados que ejerció su derecho de defensa y contradicción fue el Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Cundinamarca, Sala Civil Familia. En el escrito
presentado el 1º de diciembre de 2017, la autoridad judicial solicitó negar el
amparo deprecado por cuanto la decisión de segunda instancia cuestionada no era
constitutiva de vía de hecho, toda vez que previo a anticipar el sentido del fallo, el
magistrado ponente resolvió la nulidad planteada por el demandante, negando su
configuración al considerarla saneada por no haberse alegado oportunamente.
Agregó que la decisión fue notificada en estrados y no fue recurrida en súplica
como era procedente.
4. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
¿la acción de tutela presentada por la señora Sandra Mayerli Agudelo Beltrán contra las
decisiones proferidas en primera y en segunda instancia por el Juzgado Segundo Civil del
Circuito de Fusagasugá y la Sala Civil Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Cundinamarca, cumple con los requisitos generales de procedencia de la acción de tutela
contra providencias judiciales, específicamente en cuanto corresponde al agotamiento de
los recursos procedentes frente al auto mediante el cual se desestimó la nulidad alegada
contra la sentencia de primera instancia?.
5. TESIS
Sala Primera de Revisión de la Corte Constitucional: No. Esta Corte ha señalado que es
necesario que la providencia judicial cuestionada no sea una sentencia de tutela, pues los
debates sobre la protección de los derechos fundamentales no pueden prolongarse de
manera indefinida.
En el presente asunto, las decisiones que se cuestionan, del Juzgado Segundo Civil del
Circuito de Fusagasugá y de la Sala Civil Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial
de Cundinamarca, no corresponden a sentencias de tutela.
Así las cosas, esta Sala de Revisión considera satisfechos la totalidad de requisitos
generales establecidos por la jurisprudencia para el análisis de procedibilidad de las
acciones de tutela presentadas en contra de providencias judiciales.
En esa medida, en la decisión del presente asunto la Sala de Revisión revocará las
decisiones proferidas el 6 de diciembre de 2017 por la Sala de por la Sala de Casación Civil
de la Corte Suprema de Justicia y el 7 de febrero de 2018 por la Sala de Casación Laboral
de la Corte Suprema de Justicia, que declararon improcedente la acción de tutela en primera
y en segunda instancia de tutela.
6. DECISION
Sala Primera de Revisión de la Corte Constitucional:
Primero.- REVOCAR la sentencia proferida el 6 de diciembre de 2017 por la Sala de por
la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, así como la sentencia del 7 de
febrero de 2018 proferida por la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia,
que declararon improcedente la acción de tutela y, en su lugar NEGAR el amparo por no
haberse configurado el defecto orgánico alegado en la providencia del 27 de abril de 2017
del Juzgado Segundo Civil del Circuito de Fusagasugá, proferida en el proceso declarativo
de responsabilidad civil extracontractual identificado con el radicado 2013-00483.
Segundo. - ORDENAR a la Secretaría General de esta Corporación proceder a la
devolución del expediente del proceso declarativo de responsabilidad civil extracontractual
identificado con el radicado 2013-00483, el cual fue remitido en calidad de préstamo.
Tercero. - Por Secretaría General, líbrense las comunicaciones de que trata el artículo 36
del Decreto 2591 de 1991, para los efectos allí contemplados.
7. FUENTE
Sala Primera de Revisión de la Corte Constitucional: artículos 86 y 241, numeral 9 de la
Constitución Política de Colombia, en concordancia con los artículos 31 y 36 del Decreto
Ley 2591 de 1991.
 8. EXTRACTO
Sala Primera de Revisión de la Corte Constitucional: “Considerando que la autoridad
judicial a cuyo cargo se encontraba el trámite del proceso adelantado en la jurisdicción
ordinaria en su especialidad civil, profirió sentencia el 27 de abril de 2017, no se observa
infracción al término de un año previsto en el artículo 121 del Código General del Proceso
para dictar el fallo de primera instancia, y en esa medida, el Juez Segundo Civil del Circuito
de Fusagasugá no perdió la competencia para conocer, tramitar y decidir el asunto. De
conformidad con lo anterior, no se encuentra configurado el alegado defecto orgánico,
como tampoco se advierte vicio o defecto alguno en la providencia de segunda instancia
que descartó el acaecimiento de dicha irregularidad procesal. En consecuencia, lo que
corresponde en este caso es negar el amparo solicitado”.
9. ANALISIS CRITICO
Hemos de manifestar que nos encontramos plenamente de acuerdo con los argumentos
expuestos por la Sala de Revisión de la Corte Constitucional, ya que, a partir de la
promulgación del nuevo Código General del Proceso en el año 2012, se ha establecido un
plazo razonable y muy importante para terminar los procesos en primera y segunda
instancia; en el primer caso no puede sobrepasar el año y en el segundo, seis meses
contados desde la admisión de la demanda. Por ello, a lo largo del presente texto, se analizó
la interpretación del artículo 121 tantas veces referido, acopiando criterios subjetivos para
justificar el vencimiento del término de duración del proceso que propone esta sentencia,
para que se equipara a la misma situación anterior del Código de Procedimiento Civil,
donde la excesiva carga procesal que afrontaban los despachos, era causal justificativa
suficiente para no proferir las sentencias en los cuarenta (40) días establecidos por el
derogado artículo 124. No obstante, en su aplicación se había venido presentando
interpretaciones diferentes que dejaban nuevamente en el limbo jurídico a las personas,
como antes de su expedición, y gracias a la jurisprudencia de las Altas Cortes, a la
Convención Interamericana de Derechos Humanos, así como a los principios de la
Constitución Política de Colombia, se unificó el criterio, ratificando la esencia de la ley.
Incluso se avanzó en zanjar la discusión para que los operadores judiciales y litigantes, se
atengan a las consecuencias en el evento de no cumplir con los términos, tales como la
nulidad y la pérdida de competencia. Así las cosas, el referido estudio sobre la norma en
comento, determina un plazo razonable, es decir, un término de duración expreso y a la vez,
sanciones, frente a su incumplimiento, de tal forma que a todas luces resulta dando
cumplimiento al principio de lealtad procesal, a una recta y pronta administración de
justicia, así como el desempeño cabal de la función pública, para beneficio de los sujetos
procesales.

También podría gustarte