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Dentro de las competencias claves para el aprendizaje permanente que la Unión Europea
plantea la competencia social y cívica, entendida como las herramientas que debe poseer
todo ciudadano para lograr una conexión social y cívica, ante su contexto. Para que junto a
las otras competencias lleguen a formar un ciudadano activo, que es el objetivo que busca
la UE. En ello se refleja la importancia de que las personas tomen parte de la sociedad de
forma colectiva de modo que conociéndola, la puedan transformar y por lo tanto formar
parte de ella.
En el caso del bienestar personal, se procura que el indiviso alcance un buen estado físico y
mental, de modo de poder repercutir en las relaciones que los individuos mantienen con su
familia, el entorno y sus contextos. En base a ello podemos ver que este valor alcanza
diversos niveles como el personal y social.
Una propuesta que presentamos en esta sesión de debate seria incluir una competencia que
estimule y fomente el pensamiento creativo en la ciudadanía. Esta competencia, implica el
desarrollo de la creatividad no solo centrada en expresiones artísticas sino como una
posible herramienta que pueda ayudar a resolver problemáticas, conflictos o generar ideas y
cuestionamientos, que puedan ayudar a la mejora o el óptimo desarrollo de todos los
niveles.
Esta competencia ha surgido por la necesidad que surge desde una sociedad que vive
aceleradamente en base a la modernidad, llevando al ser humano a conductas mecánicas,
dejando de lado la posibilidad de dedicar tiempo a la reflexión, al pensamiento, que permita
desarrollar la creatividad, en base a las características de cada sujeto, facilitando que la
ciudadanía alcance su mayor potencial.