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Lounors M,ingurz Monrinr

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LOg ntnOt¡ 7{$é=.1G


actores rociales ignoiadoe.
Irvanta¡rdo el velo, una mirada al paeado

lléxico, roro
a-ao uo*u¡ óAD
d. tutueorogE qe,p
é HitufÉ !69
d€ a rcpooer¿
e Hisroriá '.w p-fpmeg
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"So.¡ed¿d y Ms 0¡
SubqcGrla d. ldu@óñ S!¡.no¡
Pllsñ.l.r.to¿mitu ¿¡ 9ó¡.s¡6 M
ftwd. Él¿do .d lirri¡mrtu & l¡ 5.ftr¿,1¿ d. td@d. túbhd
Sub¡ettú d. Edu@.ión 5up.hoi üüod¡ 6d¡l ¡¡. Edudóñ fup.nor
U.il¿6n¡d 2baratu d. t1.jo¿mr.iro d¿l ft¡l&r.do. ?003.

Ér¡ pubhG.idn ño p.d¡í ar Épódu.d¿ p¡l¡lturq ¡ktur.ndo .l d'*ño


rorál o
d. pdi.d¿ ¡rllcao podá !' rñ,rüá tulE ¿l¡uÉ p.r.l¿ú¡
ni udlú.b d.
Ddr F s .Ldó'e &dn.c .lér.¡rlño o d. ñ Ipo r¡ &l.@frin
por e¡ro dd Cu.'ro A.¡dúr6 &i¿dád y slud .¡ p.bl¿.toG ..ritú'.

r¡ O ¿010 Iisniub N&ioÉl d. ¡¡hpobea . fiho.¡t


Cór¡oba,l5. olonb RoE 06t00, üai.o DF-
sb l@b.ErbÁ@lÉh¡otñ
Bo*b ¡rúi.¡ d.¡ftorololt . ¡lisú
P.réri.o 5ur r ¿poG 3/n .ól ItldF Fób.l¿ T¡¿lD.n D¡- tt l ,i 0'r 0
INDICE

/ I¡Íroducción
to!¡16 l¿ltúe l!.rÍn

PErrÉ .l¡rr
LrtÁNf¡NDo É rEro.-! ttssnlD ¡t DE 1 5"¡¡yB¡.l¡5'
?, v¡da. enf¿rmedad y muerte en la 6ntigú€dad:
lo que no6 o€rran 1o3 e3qu€lBror da los niñot
,6úr¡¡¡ tidr..¡

u La roclalizác¡ón d€ los nlñor en el paséda


Algunás reflexion€r y propueslas an iorno al rem¡
hd6 ¡lrE ¡,L,rll r EÍEr. ú¡r¡l¿
/5 Lo5 n'ños y las n'ña3 d.l añd€uo Xochimil€o,
prim€rot r.i!¡tadot
hrri.i¡ fmúrdar ¡uban tlú.rdo L¡tr¿

9.2 ld.rrifk¿ción del so(o a parir d.l ü¡¡


€n indllduos subadultos de lá s?rl€ de
Sán Gr.3ono Atláp¡rlco. Xo.himil.o
E &r 0. b (ru t¡ir., G.rdltz 01h6.
¡¡rcb ¡ñ D.... hl'E. ola¡ thñi{e Eri¡@
^|l¡ali6
t h¡¡ír Cl¡¡d. Ur¡t lL.¿ .
J49 t-a trisro¡a ¿e c.e.¡ml.nro de u¡ jrupo de D¡ños
de San Gr.Sorio a parlir d€ los hu.los larg6
r¡rÉ turd¡ ftn . (id.¡ G.drd . ¡s.¡. 8¡riúro.
Los Nrños Y r.',As NrñAs DEL ANncuo
Xocu¡t¡r-c0,.. pRr.rER.s REsuLT Dos

Patricie Olg¡ H.rnóndcz Espinoa


Rubén Eduado López Mendioh
ISCUELA NACIONAI, DE ANI'ROPOLOCfA E HISTORIA

La biorrqueología dc loe dño6 €s r¡¡¡ tcrültics reciente y


nwedoaa desarmüada a partir del enfoquc de género, que
propone hacer visibles a aquellos seres quc han permanecido
enla "oscu¡idad' dc r¡¡a historia en Ia que oólo han exhtido
los adultos, en especlfico los hohbres lMoore y Scoft 1997;
Mleman 20051. De los niños en elpasado y de su papel mle
sociedad mesoamedcrna, sabemoc poco, ya que su estudio se
há ciicunscrito a rcgisr¡r su prtsmcia ¡rero no r explicarL-
Recimtemente, los trabaios mn enfoque bioarqueológico
desarmllados por el Cuerpo Académico "Socicdad y Salud
en Poblaciones Antiguas" han planteado la necésidad de
h¿cer visible ¿ ese secto¡ de la población, tan¡o en el pasado
como en el presenre. develar el misrerio dc su presencia en
el regist¡o arqueologico, descubrir su pasado en eI registro
histórico y vislumbrar su fun¡ro etr las historias pr€sent€s
lHemández Espinoza, 2006a; Hemández Espi¡oza y Már-
quez Morfín, 2006, 2007; Márquez Morfln y Hernández
Espinoz¿, 2006; Márquez Modín e¡¿¿, 1998;Pcña R€yes y
I'anG Ox;^ HTRNANDEZ EsFrNoa / Ru0n Eur^rrc ló*z M¡NDróu

Hernándcz Espinoza, 200 ítPeñaReyes er dl.,2OO7l. Sin embergo,los t.¿b¿


jos ames citados abordan la problerrática infmtil desde la pcrspcctiva de la
salud y la demograla por grupos de cdad, pao no considerando cl impacro
diferenci¡l de la morbiüdad y la monalidad por sexo debido a la ausencia de
u¡ procedimiento metadológico confiable para deremúnar este parámetro
en restos dc i¡diüduos menores de 15 años.
En 2007 dio inicio el proyecto Conacyt "Búsqueda de Duevos parámetros
para la determinación de la edad y el sero en individuos subadultos", cuyo
objetivo está descrito e¡ el ¡ítulo del mismo y 6tá orientado a la solución de
problernas demog¡íficos en poblaciones artiguas. La primera ctapa de este
proy€cto consistió en recopilar la información sobre características sexuales
üsibles, cn específico en el cr.áneo, en la mandíbula y en los huesos que con-
forman la pelüs, de una se¡ie ost€ológicá de lá época prehispánica inreerada
por 25 esqueletos de individuos ne¡¡o¡cs de 15 años cuyo ¿ftilisis de ¡DN mi
tocondrial rcvcló que todos son de scxo masculino lDe La Cnz Lai¡a e¡ al.,
20061 . La serie procede de las ccavaciones de la plaza ce¡tr¿l de Tla¡elolco
y sus resultados pueden consultce en Hemández 120091.
A panir de los resultados obtenidos se defi¡ierc¡ l¿s caraderíslic¡s mor
fcoc.opicas del sexo mascdino que fueron identificadas en cl marei¡l estu
diado, y basados en Ja literatura médica y antropo6sica se obtuüeron l¿s del

El objctivo de este capítulo es presentar los resultados ob¡enidos de la


seguntla pane de este an,álisis, el es¡¡dístico, br¡scmdo el punro d€ confluen-
cia entre las dos iécnic6: Ia moloscópica y la esadínica. Los resultados
se aplicaron a los individuos subadultos de Ia colecció¡ cteológica de SD
Gregorio Atlapulco, Xocbimil@, p¡rá, uná vez dereminados el nú.ne¡o de
niñas y niños que hay en esa suie osteológica, reponder a la pregunra ¿cuál
a la proporción de niños y niñas en la saie squelérica de San Gregorio?
¿Qué nos ¿ice la dist¡ibución por scxo y edad acerca de la demografía de
esta población?

Lo QUr not o¡(!N Loi Nl¡or ff Twrrolco


En el estudio previo, Hemá¡¿ez t20091 comprobó lá co¡siltencia de siete
técnicás para sex¿r esqueletos de subaduLos en la se¡ie tatigo de Tlatelolco.
Los resr¡lmdos rnost¡am¡ que es posible idenriÉcar algunas caracterGticas

76
L6 Ml6. m!6
L'^ ¡Lños r ^m*r
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'oouE
x,rH'M
^s¡rL^Nlcuo 'o

morfoscópicas que se mantuvicron de m¿nera consistente como indicado¡es dc


sexo: la amplitud y profuDdidad del ángulo de escotadura ciática rnayor, la
elwación de la superficie auricular dcl illaco, la curvatura del hueso illaco y
la protrusión dcl tnentón enlámandlbula. Retomarnos el análisis de cada una
de estas cinco variables para asegurarnos de que fucra un rasgo morfoscópico
con c'apacidad predictiva del sexo del indiüduo y descartar la posibüdad de que
cstwiera¡ ¡sociadas l¡ edad dcl mismo.
a
La magnitud de la ab€nu¡¡ dcla cscotadu ra ciáric¡ mayor cs una caracte-
rística que va intrínseca ¿l sexo del indivirJuo y que es posible valorar ar3Ln cn
esqueletos denonatos, neon¿¡os, perhatos y recién nacidos lGenovés,1959,
19621. En el caso de los intlividuos adultos de sexo m¡sculino, l¿ abertura es
rncnor de 90 grados y eI borde superior forma un arco por arriba de1 plano
horizontal de referencia. En los individuos del sexo femenino l¿ ¿ber¡ur¿ es
mayor o igual a 90 gr¿dos y el bordc superior de la escotadu¡a cae sobre la
Ilnea del plano de referenciá [Lóp€z Alonso, 1971]. Esta técnica se aplicó en
los indiüduos de Tl¡telolco mostra¡do su eficacia como predictor dcl scxo
tv Hemdndez,20071.
Volvimoc a revisa¡ si la foma de la c¡rilla arid¡l,r tiene relación con d
sexo, de acuerdo con la pmpu€.ta de Pompa [197t1, y elirninar así el error
inter intra oberlador. En el transcu¡so de la revGión surgieron algunos pro-
e
blemas paniculares cuando an¿Iizamos los resultados por grupos de edad: por
ejemplo,la forma 'C" de Pompa 119751, considerada por él como catactcdsti-
ca femenina, €i muy común entre los vsrones de mmos de tres ¿ños; el análisis
cEtadGtico mostro ü¡a fuene asociación con lá edad de los sujeros (pS0,001),
por lo que lo descanamos como elemcnto diagnóstico del sexo.
La elev¡ción de la ca¡illa ¡uricular, propuesta po¡ Minler y Sheridan
0921 (basado6 a su vez en la propuesta de Weaver [1980]), €r un re6go
atribuido a loc individuos de sexo femenino, y si la superficie a¡iúcular €stá
¿planada se cohsider¡ que el indiüduo evaluado es de sexo masculi¡o. Al
rcvalo¡a¡ esla variable no mostró consistencia en su áplic¿ción €n la sene
dc Tlatelolco, pues entre los individuos meno¡es de trcs áños podemos ob"
servar uná elevación incompl€ta, elevada en la parte superíor de la crrilla y
aplonada en la pane inferior, situ¡ción que los mismos autores conside¡an
como pane del proceso de crecimiento lv Hernández, 20071. La ev¿luación
estadistica mostró r¡n¿ tuene ¿sociación con la ed¿d de los individuos anali.

77
P^rRtrtra O¡¡^ H.RN^NDEZ [s¡rNoza / Ru¡rN EúuÁkDo La¿z MTNDToLA

zados (p10.001), por Io que lo descanamos como rasgo útil en el proceso de


determinación del sexo del indiüduo.
La p¡otusióD del rDentón en la mandíbula y Ia watura del hueso ifaco mos
t¡aron una consistencia del 100o/o con el sexo de los indiüduos ana.lizados, y la
asociación estadística con la edad de los individuos resultó negativa (p>0.05 ). Se
evsluaron oras €aractelsticas urilizadas frecum¡emente por los antropólogos
físicos como indicadores discrimina¡tes del sexo, como la eversión del gonion,
el tamaño de 1a apófisis mastoides y el borde supeíor de las órbi¡as.
A.l realizar u¡a tabla cruzáda entre el comportamienro de esre indicador
e¡ rel¿ció¡ con la edad dental (Cuadro l), observamos que 77.3% tienen el
borde de la órbita redo¡deado, lo que es congruente con el sexo de los indi
viduos: las edades de estos indiüduos van desde recién nacidos hasta los 12
años de edad (Figlra l). Cinco (22.7%) presenraron este borde "co¡ta¡te",
caracte¡ística atribuida al sexo ferneni¡o, las edades fluctúm entre los seis
meses y los siete ános.
Debido a lo ¡educido de la nuest¡4 la variable "forma del borde superior
de las ó¡bitas" oo mosr¡ó sis¡ificancia esrádísricá con Ja edad, sin embargo,
al reálizal eI málisis de sisn;ficancia para valorar el er¡or otre obseradores,
éste resul¡o significativo (p<0.002). Ál .epetir las obse¡vaciones el enor dis-
mi¡uyó, pues detectar con las nano si et borde es "cortanre" o "redondea-
do" es una cuestión de ent¡enmierto. Dados estos señalamientos, se descar
tó esta variable como rasso predictor del sexo en esqueletos infantiles.
Los resultados de la evaluación del tama¡o de la apófisis mastoides tueron
diferentes (Cuadro 2), dicha variable mostró ma alta consistencia al regis
t¡arla e¡ los individuos de Tlatelolco con24 indiüduos {9r.6%) con apóñsis
mastoides voluminosas, utiüzadas por la mayoría de los antropólogos fGicos
como propios del sexo masculino lBass, I99i;B¡oth\rell, 1987; Buiksüa y
Ubelaker 19941 . En el üanscuNo de h r€üsión de este marerial y el registro
de sus características, observamos la presencia de una ránura eh la base d€la
apófisis, característica quenohabírmos regisrado en orras s€ries (Figura 2)y
nos preguntamos si es¡aba asociada alsexo o al grupo biológico, cuestión que
queda fuera de los objetivos de este trabajo y quese ¿bordará en un fururo.
La eversión del gonion eo la mándíbul, (Cuadro l) se evaluó en 20 indi-
üduos (76.9%) que tuüeron el elernento óseo neces¿rio para la observación,
al igual que el rasgo mterior rambiá most¡ó consisrencia con el sexo de los

78
l¡¡ N No¡ y N'ñ^s rll^N r.uoXdrLMr.o
^s

Bo,dc Supoior de h O¡bir.

0 ) 1).6 3 1)(
4.t 2 91
I
1.0 I 4'
I 1,5
20 18.2 221
t,0 t ,t.5
1

l
7.0 I
4.5
45
120 .1.5

t7 17.1 221 22 100,00

Fuenié: Élábóra.ón propia ¿ padnde b basé dé d¿los de llernán¡ez 120071

0 J D' t
I 4.2

09
I 4.2 2
t( 4,2
2.ó
l0 4,2 ,t2
4.2
4.0
12,
42
4.2 42
10.0
12 0 12 4,2
2 3.4 t00,00

Fuenre: elaboracón própiá a p¿nr de l¿ base de datos de Fernández [20071.

79
Par cLAOn,r Hr{\\\D, Esfl\ozr/ Rurr\ E.u¡u, rópr MENDrou

0
2 I0.0
0.9 I

I
2.0 20.0
t.0
40 I t.0
6.0 I t.0 t 150
t
8.0 I 50
10.0
't2.0 I 50
ri.0
I 20 100.00

F*nle el¿bdaciór proplá a parrr de r¿ b¿e de d¡bs dé N¿rñÁnde 120071.

indiüduos analizados, ya que 10 de ellos (95%) mosrraron el gonion evenido


(Fisura l). La asociación estadística con la edad dental de los individuos ¡e
sul¡ó no significativ¿, por lo que fue considerado corno buen elemento diag-

De 1o ante¡io¡ podemos resumir quc ,-l analtú las caracrerísiicas morfos


cópicas presentes o el cráneo,la ma¡dibula y el ilíaco, y que se utilizan fre-
cuentemmte por los antropólogos físicos como rásgos predictivos del sexo
del individoo, no nostraron consisrenc'a ni moloscópica ni esradísric¿ en la
forma de la carillá ¿uricular del ilíaco,la elevación de esta misma superficie y
l¿ lo'mJ del borJe superior de Ia orbua. Los rusgo. que si mos¡.a'ú. const
tencia, r2¡¡o estadística cono morfoscópica, son la magnitud de la abenura
de la escotadu¡a ciática mayor, la presencia de un "aco" fomado por eI
borde superior de dicha escotadura sobre un pl*ro ho¡izonral de referencia,
la cun'atura del ilíaco, la prot'.rsión del menrón y la cversión del gonion en la
nmdíbula y el amaño de las apófisis rnasroides.

8o
LG(úo¡,^ljllxEsl|lÁMt
Los irNos Y hs Nr^^s úL Xnnúr@
^mcuo

[^ v^uD¡r¡óN Ér ofmo: u ru¡tod¡ o¡ln¡n¡MNrl


La segunda etapa de este estudio consislió en cor¡e¡ una serie de pruebas esta.
dísticas buscando mayor consistencia entre las ¿nterio¡es o un mé¡odo qu€ nos
auxiliara en la verificación de la información que arrojaban los datos rnorfoscó.
picos. Así, baados en la propuesta de Schutkowski [ 1987] y ap¡ovechando l¡
base de datos que construimos con los datos métricos que proponíah las s¡e¡e
téc¡icas evaluád¡s po¡ Hcmá¡dez [2007], calculamos l¡s siete variablcs que
cste autor recomien¿a para construir l¿s funciooes discriñinartes.
¡ V I Pmfu¡didad escotadura / a¡chu¡a escot¿dura
. V2 A¡chura escotadüs / longitud üum
. V3 Anchura escotadura / longitud fémur
. V4 Protu¡didad escotadura / longirud ilium
¡ VJ Longitud escotadura / longitud fómur
¡ V6 Anchura iliun,/ longiiud ilium
. W Loncitud üum / longitud fémur

No obstarte, pese a que Shuúor¡¡ki t19871 nenciona cráles de estos


siac Íodic son loc óptimos para la det€rminación <le sexo, no indica o ¡e'
fiere la Émción dGcrimina¡te a la cua.l llegó pM lá válid¿ción de l¿s funcio'
nes propuestás, por lo curl procedimos al establecimiento de nu€s¡ra propi¡
función discrímínante para wlidar la propuesta matemática y confrontarla
tanto en la serie de Saa Gregorio Adapulco, Xochimilco, que sirvió para la
formulació¡ de la función disc¡imina¡tc, corno en 1¿ serie de Tlatelolco que
fuc utüzada co¡no muestra de contraste.
Pa¡a ello se establecieron como unidades de nedición tanto el ilíáco
como el fémur izquierdos, siguiendo la propuesta de Schutkowski [1987]
(Figura 4), y en d caso de que los irdiüduos no contaran con 106 elementos
ós€os ¡ecesaíos o que estuviera¡r inco¡Dpletos párá obrener la información,
se utilizó el lado derecho de los mismos. Las medidas se tomaron con un
vemicr calibrado en milímetros {mm). Pará evitar qr¡e las observaciories mor-
foscópicas influyerar en el análisis de la confiabilidad y ceneza de la función
discriminarte, se proc€dió a efec¡-¡ar el análisis de los datos ¡ través de las
pruebas de "ciego" y "doble ciego'r donde el "ciego" tue utilizado para la

r
1. P¿h elecluar el mélodo o ptu¿b¡ -¿iego", el i^vénigador q€n¿rá la O@pue$a y proporcion¿ á
otrc los d¿16 párá que él efedúe rls prcpi¿e ob!to¿.ióia y poftnom¿¡ré a .óntfab con la ¡nfom¿.

8r
P¡mrraOrc^HFRñ^Nnr/Eir^oz^/RUBÉNEDUAmoLotrrM.r,o¡

serie de Tlatelolco y el " doble ciego' se efectuó para la serie de San Gregorio,
a partir de la cual se generó la tu¡ción discrimi¡ante.
generaron divereos análisis dc fu¡ciones discriminantes con ayuda del
Se
progr¡ma estadísr¡co sPss (versión t5). Como toda prueba estadística a la
hora del cruce de información, el efectuar las funciones d¡scriminante! puc'
den conllcvar a comerer errores dc tipo I o de tipo Ll (Gráfica l),r por lo
que se procedió a estableccr el cotejo conformc al método de resustitución,
<loncle Ia serie de San Gregorio tuc la selcccionada para dectuar la función
discriminantc y así esrablecer la confiabilidad de la prueba, y la de Tlatelolco
lue el parámetro dc contraste con el quc sc detcrminaron los i¡divíduos clasi-
fic¿dos errónementc- esro con la fin¿lidad de ver la certez¿ de la función.

G¡¡trü l.
D¡dbución cdos p¿rá ..d¡ sro e id.dti6cació!
de los
de ld tipc dc cúor fl-op.z M6djola. 20081.

rT
T Falso masculino ettot tipo I o tipo tr
¡ Frlso femenino enor tipo I o tipo II

En un principio, el rasgo que rglutinó las caracrerísticas más discrimin¡¡-


tes respecto a los parámetros est.dísticos ñrc la evcrsión del gon¡on, y con-

c óñ <ónoc'd¿. P¿r¿ €l caso del método dobl. riego, ninquno d. loi mBlig¿dores .oMe 14 ¡esull¡tld
del oÍo hana qu€ e efecrú¿ l¿ @nrrana<ió. d. d.rór po. <ru.e de 16 m s 6.
los
2 Éléror ripó lq dá <u¡ndo r ¿@pra ur¿ hDór6ú {al! y elérrcrriFó ll se da (uando la h pór615
verdadé¡¿ er re.har¿d¿, en nuen@ Go lo5 eroB ripo I y ll corÉspónd¿rJ¿n á a.eptar iñd viduos leme.
n nos coño mas.u nos, y v¡.evefe.

8z
l,5N'Ños,AcToR.ssocÁLEslcNoNos
L.os N'Nosy ss Nrxas oEL aNlcuo X6x sn rco

Cl¡ss¡G¡atio¡ ¡¿suhs r"

Cros validatio. is do.e only for rhose .d.s in Lhe d¿lysi' ln .tus v¿Iütio¡, .dch .ac is
dssified by rhe tu.ctio.s d-i'ed ftrh dI .6s othd úd thd
92.9% of o¡iginal grcuFed cas6 co¡ré.dy cldsi[c.l.
o2.tu. or, ¡o.. \r',¡"."¿ aF. re¿.
",...,n-, dr'$. i.J

forme 1a propuesta de Shutkoski l¿s variables V4 y V5 presentaron 92.2%


de confiabilidad utilizando el método de resustitución por cruce de clatos
(Cuad¡o a).r
AI ir incrementando e1 número de individuos analirados de la colección
de San Gregorio, la confiabilidad fue reduciéndose signilicativamente, pre'
sentando una gran variabilidad en Ia eversión del gonion, por lo que proce-
dimos a revisar morloscópicamente esta situación. El análisis moúoscópico
nos indicó que la eversión del gonion presenta una gran variabilidad en los
subáduhos, principa.lmenie por la edad, ya que alirbrotando ranrolos mola-

3 E méiodo de ¡esuslitúción coníre en ul zar una múerra para a qenera.ón de l¡ fun¿óó


drriññante,ycuañdo afuncóne5táerab¡e.daseapiGen osindvduosde 05queprcvenedi.ha
fun.l6n, óbsétoando lós páráñet6 de cerl'dumbré/erór que ie diercn en a comprcba.ión de dalos

83
Pr H. Á OLcall¡RNArDv túNo^/ R0EN E¡u.¡MrorpM¡roro
^

res deciduales conro los pemanenres, los ¿lveolos del maxilar sc cxpeden,
y por tanto cs difícil determina¡ si el go¡ion está evenido o no, perdiéndose
prácticamente el ¡¿sgo en un problenra interobservador
funció¡ disoiminanre utilizando los mismos índi-
Se diseñó una segun¡la
ces. V4 V5,
y pero es¡a vez seleccionando como variable aglutinadora el ta-
maño de Ia apófisis mastoides, el cual prcsentó un nivel de confiabilidad dcl
96.2% pero a la hora de efec¡rar cl cr.uce de datos sólo nos arrojó 84.6o1, de
confiab¡idad (Cuadro t). No obsranre, se aplicó este esd,nado direct¿mente
clen¡ro de la serie de Tlatclolco. dándonos una grata sorprcsa al vc que de
toda la colección únicmcn¡e un individuo fue mal clasificado. elev¡ndo l¡
ceneza de lá prucbz has¡a 95%.

Classifcation ¡esulrs L'

Unsorpedc¡scs

U¡gronpcdc¿scs

Cos r¿liclaion ¡ done o.ly lo¡ thos css in the a¡rlys¡. I¡ c!o$ v¡l ¿rion, c¿.b cde i\
d6si6cd bv the tundions dúiv.d ftom illo$s orld tlDn Lhd
92.9% ot o¡isinal srouped cdcs (realy cl¿silied.
c'a o o', ¡¡.. \'rI¿¿'ed s o,'p r b<,!o'F.lJ,L..ir.J

84
Is MñG, ,@RB sñs rNoMmt
L.s nrñús y hs ñrt^s D!! ¡Mrcuó Xd H ñ co

La fórrnula establecida p¿ra la determin¡ción del sexo co¡Jome ¿ los


codici€ntes canó¡icos de la función discrimina¡¡e de lishcr cs la siguiente:

SGxo = -0-0ó6 (V4) + 0.426 (Vrl - 6.677 ,


dondetodo wlor que sea menor que 0.015 representa un individuo maso¡lino
y los mayores al valor discriminante corresponde al sexo femenino.
En el Cuadro 6 se puede observsr que de los 26 individuos que compren'
do la se¡ie de Tlatelolco, ú.icamenie el20 124 cuenta con un valor zuperior
al punro discriminmte 0.015, el cual fue epecificado como u¡ "falso fe-
menino" pucsto que sus características morfoscópicas pencncccn a uno del
sexo mascr¡lino, Asimismo, los rsultados de ao¡,¡ obte¡idos por De la Cru y
mlaboradora [2006] i¡dica que el rnaterial de esta colección corresponde al
sexo masculino, contuma¡do la certeza de la prueba del 95%. Es necesario
indicar que seis casos indicados como 'no dete¡minados" (N/D) no cuenran
con todos los elemenos óseos necesarios para la obtenció¡ de datos mérricos
y no tue posible aflicarles la (ución.
El desarrollo de las mat¡ices resultantes de la Ámció¡ demuesna que la
variable "apófisis nastoides" es la que meior disoimina f¡ente a la variable
"evexión dd gonion preseme" <.londc ambas aglutinan a las otr¡s oat¡o:
proÉmdidad y longitud de la escotadura ciátic¿, longitud del ilium y lo¡sirud
del fémur
La Gráfrca 2 presenta los resul¡¿dos de la aplicación de la funció¡ a l¿
serie de Saa Gregorio Adapulco, Xochimilco, en la que se identiÉcm los
cntroides para c¡da sexo, y vemoc cómo los casos s€ sepa¡an. Lá frr¡cién
discrimi¡anre ¡g¡up¿ zl total de los nueve individuos mascr¡lino! que cuen-
tan con la apóEsis nastoides volumi¡os¿ dd lado izqüerdo de la g¡áfica de
natr; conforme al eje de las X, y del lado derecho a trece de los diecisiete
indiüduos femeninos.on ta rp<irisis mastoide" pequeóa: asimismo. mue¡tra
la dGtdbución por sa<o de los casos e identifica los diferentes niveles de
eror, el tipo I co¡rcsponde aquellos individuos que no tuvieron algu¡o de los
It son los "falsos masculi¡os", es deci¡,
elementos óscos necesarios y el úpo
aquellos individuos que quedm qacta¡nente m medio de la distribución y

4 A 61e indMduo, áunqué élánálEú de aoñ molró qué és qeneicment mastulino, elanálúú
morrós.ópi@ dé Hehández l2oo71 ló c asilicó como morfo{óplcañénte remen no.


PÁLr( r aJr.a HLk\:\Dd [s¡¡Nozi/ RUB¡tr EDUARDo 1-.]u MFN
'ori

20 t2 2.1)t

2t J6 1550

,lt 6 I 8/l :]0

22t 2 .ll t.6 L188

1,9 2 t2 N/D N/T)

F,5 -2 2ti It -).191

15-22 2 N/O 20.t2 0.192

t tl 20.)) N/D

L'i9 0

22 )9

1.21 I 2.2) N/I)

t,.10 2.t96 r9-)ri .0.6.1t

8-1 It tt2 10.2ó 2 N/D

N,D
No dc¡ermi¡able por llLt¡ de
dlsún clenen¡o ¿e hedi.:lón

que habría que vohcr a rcvisar para definir cuáles c,rrrcterís¡icas mo¡foscó
picas pesan más. si las nasculinas o las fencninas.
Aplicando la función disoininanre a todos los individuos ubadultos de
la serie dc San Gregorio Adapulco, obtenemos los resuLrados que se mucs
¡¡a¡ cn e1 cuadro 7. En este nismo cuad¡o, con el símbo1o de " femenino " ( ? )
o 'nasculino" 1e ), sc idoti6caron a los indi,iduos que se les de¡ermi¡ó el
sexo por los medios norfoscópicos que tueron dcscritos enla primerx parte,
esro es por las caracterGticas del ilíacos y de la mmdíhula.
GRIÍ(¡ 2. F5
Apüc.ción d. l¿ tu¡.ión dis.rlnióante a la serie de San crceo¡io A¡l¿pdco,
Xochinilco, (proceso e¡ sp$ lJ por López Mendiola)
4a
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1

ra,rtrr^ O r,^ HRñ^N *7 ErrNoza / RUBÉN EDUARDo Ló¡rr M!N, !L^

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¡ 285 0.90 0 l
8 1000 6.421 172 1.00 0162 28ó (t
4.r0 \7i ,.00 1,110 27 1l

l0 1.60 r7t 0 05¡l J


0.00 N/D ,0..]81 288.2 t
"4.721 0.tr7 t
2I 10.00 .4.117 0.100

12.00 1.1i2 182 2.00 0.071 29t 2.038

297 \ 1.291

2.AO 25)t
)4 :1.00 ? ¿ 298 ?

¿ 0711
)1 4.00 1.808 r95 J00
2.J51 i96 N?D 101 {T

.11 t2 00 ?
12 2.00 .1.1r0 100 1 228

4t ,l 200 1.60 2.)9t 104 2.00 ?

1.60 (_{ 201

5.1 (t 4,00 0.161 )09 1.00

il 20ub 4.00 0.612 1.00 I


.0897 204 0,60 .0,18,¡ )14 ¡1.00 -2,52Q

1.00 I 205 .2 t, )11 0.00 I


1.00 4.4,t2 2n6 .028.1 1r8
0.251 207 ,00 I 100 ,t
1,00 209 121.b 200
12.00 2t0 ,21 160 4.241
'12 0123 211 0.r0 i24 r I
'1i J 12 00 t21 2 N¡)

88
Los Nrios, socMs rcNóMDos
lrs Nrños y^croREs
N x^s ¡ú ÁMrc!. xo.HMr.o
^r

090 ,0.91t 212b ? J29 1 t.00 ¿


2.t91 2li é 0.,¡1t
r.00 '1 ? 100 I
4.215 N/D 2.00 I
216 :1.00 ? ll3l
89 )ia2 1.00 ?
r.091 21t 2.00 I
91 ? 7.00

0.r07 ¿ )44 1.00

0.008 2J6i2 0.6 ,l 0-t07


101 12 00 2J9 1.00 )5r 1.00

107 t 244 0.t8t )r2


111 200 ? 2401 ,1 )r1 2

115 242 100 ¿ o112


r18 245 2.00 0.262 090 'n

r22 1.00 0527 ? 2.00 -0.t07


8,00 0.0.10

214 0 0.282

1'1r 2.0{) 0 .l :168

141 'l 1472


252 9 )10
d )71 2.00 -0.r09

? 26n 6.00 I I
152 d 0.00 0.079 )121 0.00
154 1.60 0.507 11i 1.00

1)54 264,2 0 t71 1.187

I'1 104 I 270 .1 )17


r59 r.00 ? 2J1 ? :t78 1.60

d 274 1 1.00 0511 0./92


1.60 1011

89
ParRrcra on,^ HrkNÁNDU !s¿r.?^/ Ru*N EDUARDo i opEz MEN¡roh

211 ,1

214 ,i 136 0Itl


.2.00 (.1

200 188 0.1:r5

161 N¡) 5 895

168 2.00 N/D 244 .i


N/D
No determinable por falta de
algúr elemento de nedición

Fuenle (á(uorpropos¿partide abasededálosde p.oyectocoñ^rr53r29lHernándéz 20071

l"os N¡ños t t-at N¡ñ¡9 DEL ¡tncuo Xocfir o


La posibilidad de efectuar un análisis demográñco que implique obtener in-
dicadores por sexo es muy remota cuándo se trata de poblaciohes dntiguas. A
padr de los dalos generados por esla investigación podcrnos obrener respu€s-
ta preguntas planteadas al i¡icio de este tLabajo ¿Cuál es la proporción
a las
de niños y niñas en la serie esquelética de San Gregorio¡ ¿Qué nos dice la
distribución por scxo y edad acerca de la demografíd de esra población? La
sedede San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, es una colección siagular donde
lnás del50% de sus individuos son menores de 15 años, 1o que en términos
paleodemográficos representa, por un lado, una alta mortatidad infantil y,
por el otro, altos nivelcs de fecundidad para reponer a los hijos muertos
É{emándcz Espinoza, 2006b; Horowitz ¿/,?1., 1988! Mei¡dl,20011. Para este
Í¿bajo roisaro¡ 191 esqueletos de individuos cuyas edades var de recién
se
nac'ido a los 1l años (Cu¿dro 7). De éstos, sólo 101 tuvieron los elemenros
óscos necesarios para obtener datos métricos y por lo tanto calcular lá funció¡
discrininante desarrollada para asignar el sexo. Otros 8l esqueleros contaron
con los elernentos óseos necesarios para deterrninar el sexo nodoscópica-
mente, de acuerdo con 1os crilerios descriros en la primera sección de esre
trabajo. Finalrnente, quedaron siete esqueletos que no tuviero¡ 1os elemen¡os
necesarios para determinar el sexo.

9a
l¡s x'ñoq rus ú ói^út
^mREs
16 f¡ÁYr^sNr DErar¡xn) X(rñño
^s

0 I 9

2 2,1

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1.6

2 1 1.4

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2 21
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7 0
8 I lt 2
9 2 2.2

t0 2 2.2 2 2.t
11 I I'
12 9 2 21

,0 100,0 100,0

rueñte cálcú16 prop os a párt r delCuódrc 7 de este tróbaio.

La proporción de indivicluos po¡ scxo cs muy simila¡ 90 hombres (51%) y


94 mujeres (49%), elíndicc de masculinidad calculado es de 95 hombres por
cada 100 mujeres. E¡ télminos demográficos, cl valor ideal de este índice es
de 105 hornbres por cada 100 muje¡es, dado que nacen más ¡iños que niñás,'
lo que signi6ca que falmn indivicluos de scxo masculino en esta serie.

5. De tusdo .ón Tapin6 f19901 t¿ pótódóñ de n¿dm'ú¡o5 6 de 512 ñiñ6 y 4{¡a nituj

9t
P¡ncn Orc^ HIRN^N¡¿ Es¡'N{rn / RU0EN EDUMo l¡Ez M¡NDLod

Ft Cuadro 8 presenta la disribución por sexo y edad a la muene, en este


momen¡o, ha¡emos enfasis en el a¡áüsis al interio¡ del sexo. En primer luear
en el caso de los va¡ones, hay individuos en cada grupo de edad, aunqr:e el
grupo de edad mayormente reptesentando es el de 1.6 años (18 meses) con
15,6% de niños en esa edad; despu6,las edades dc 0.6 meses, dos, lres y 12
affos con l0% cada una. Lo esperado es quc la mayor concenrración de indi-
viduos estén entre elnacimicnto ylos tres años de edad, haciéndose evidentc
el subregistro de recien nacidos y edades subsecuenres, lo que es posible
observar más fácilmente en la gráfica tres donde se hacc evidente la falt¿ de
individuos en los cuatro primeros gnrpos de edad y a los dos anos, el resto
de la gráfica riene el componamiento epcrado, es decir, baja la mortalid¿d
h¿sta niveles mínimos entre los nueve y los l0 años para elevarse a pardr de
los 12 ¿nos ¿Estará ¿sociádo este repute a algún tipo de mortalidad seteai-
va? ¿Ritos de iniciación? ¿Riesgos de rrabajo en las chinampas? Estas serían
algunc de las preguntx que surgen en este análisis.
Analizando ahora el gftpo de lm nims, lm nayores porcentaies de mor-
talidad los tenernos asupados casi en bloque enrre los 0.9 neses y los res
anos, el mayor porcentaje, 16%, corresponde a la edad de r¡n ano. En la crí
fica 3 vemos el conponmiento de la dismtución por edades a la muerte y
la s¡áflca de tas mujeres tiene el compo¡tamiento esperado, a excepción del
grupo de seis meses donde sólo Lay dos individuos. Si las edades las co¡n,
pactáranos en grupos homogéneos de rn mo, (GÍífica 4) la disribució¡
"se no¡nalizaría" y veríamos que son las lpicas de rina población antigua
donde las niñ¿s est¡á¡ más represenradas, pero las dos curvas riene¡ l¿ misma
tendencia. Por ot¡o lado, fi¡aliza¡do csre análisis, observamos que las edades
a la muerte con mayo¡ representación de individuos de sexo femenino se
concent¡a m los pdmeros tres años de edad y hay escasa rep¡esenrAcióo en
el resto de los grupos, lo que significa es que las mujeres est,ín muriendo r
o/o
edades más jóvcncs. T Lr de las niñ¿s que conform¿n la muesrr¿ murieron
entre los nueve meses y los tres eños de edad (Cuadro 8), ¡Pod¡ía¡ identi-
ficarse estas edades como grupos de riesgo2 ¿Es posible r¡ue este nivel de
mortalidad sea producto de las prácricas de ablactación? ¿T€ndría alguna
relación con la desigua.ldad de génerot
Los Nrños,a.rocs socralts rLNoR^Dos
Los Nrrcs y ra5 N,NAs D¡rarr in) xo,:Hnr .¡

'N,
't Ii tl l2
0.6 tr 2 tl ll
\2
6 )A 1' 8.6 2l 8.4
' 7.6: ,
L4 8.0 14 8.0 t5,2
1l 7:4 10,9
9 t.1 '' 12.0
1 t5
t 1.1 ll
I 2t 5 2.J
2.2
8 I 1.1 j
9 2 1.1 J
1.1 22
11 I 0 00 1

5l 1.1 1I

51,1 5J.i 18¡

El CuadLo9 presenta la rJisuibución porsexo y cdada la mueLteponiendo


cr cada glupo de edad Conforrnc
énlasis, ahora, en el porcentaje dc nrclividuos
a lo esperado, el mayor porccntajc sc acumulzr entre los indiviclLros r¡cnores de
un alio 4l hdividuos que dcünula 22.1%-, dcqruós 1as edades entrc
-ron
uno a trcs años con un porcentaje acurnulado dc 49.5%, ed¡des difícilcs dada
las plecarias concliciones de vida clc cstc grLrpo lHernándcz Espinoza,2006al
yla lragliclad biológica dcftx individuos a est¿s ed¡dcs. Los dcmás grupos de
edad están represcntados co¡ el ¡úme¡o de individuos que podríamos cor-
sider,rr adecuado para una sociedad prehispánica donde Ia morralid¿d baja
hasulos 10 años y después inicia su inc¡emento (v gLáfícas 3 y4).

9\
ParNda Oú^ HTRNANúIZ Es¡Noza/ Rúr¿N Ebú^RDO Lrrz MrND(r^

Po¡ último, si obserwamos la Gráfica 7, do¡de está la distribución por


sexo de los individüos, vemos que existen bloqües do¡de se acumulan indiü-
duos del mísmo sexo, estos bloques se repiten denor¡fldo algún orden¿mieñ-
to por sexo al interior del lugar de enterramiento. L¡ demostración d€ esta
hipótesis será obieto de otro trabajo.
Resumiendo, esre capltulo p¡esentó el d€sárrollo de nuevar téchicar para
obtener el scxo de los esqueletos de infantes de Ia colección de San Cregorio
que permitieran obtener m¿yor információn sobre patron$ de mortalidad
por sexo. Las técDicas ertadísricas y morfoscópic¿s propuestas hicieron pos!
ble que derermináramos el sexo de 18,{ i$diüduos (96olo de l¡ serie de sr.¡ba"
dultos). Con esta información obtuvimos la próporción por sexo o lndice de
masculinidad que tue de 95 hombres por cada 100 mujeres,lo que significa
una mayor monalidad femenina. Al analizar por sexo las distribuciones por
edad se confirrnó lo ¿nterior, ¿Lrnque la mortalidad en general es la esperada
para urla población an¡igua. Las nayores proporciones de individuos está¡
en los primeros cuatm ¿ños de üda (de cero anos a los tres) replicando de ata
manera,lo que explicm los historiadores de la población como el patrón de
mortalidad infantil de las sociedades con escaso desarrollo tecnológico y
condicione insalub¡es de v;da.

BrBuoGn¡rl^

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