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PROYECTO DE

LAS COMUNIDADES
INSERTAS
DE VENEZUELA
INTRODUCCIÓN
La vida marista en Venezuela, poco a poco, en un proceso de
discernimiento que ha sido largo en el tiempo y a través de acciones concretas de
muchos hermanos y laicos, se ha ido econtrando con el rostro popular de la
cultura venzolana. En tiempos más recientes se ha tomado conciencia de lo que
hemos dado en llamar vida marista inserta entre los pobres.

A partir de nuestras diversas experiencias de vida inserta hemos sentido la


necesidad de compartir lo vivido y diseñar unos referentes comunes que nos
permitan orientarnos y fortalecernos en lo que esto tiene de camino común.

Hermanos y laicos vamos compartiendo el sueño de una vida marista


inserta que despierta en nosotros un fuego de futuro.

En esta experiencia de inserción marista sentimos el acompañamiento del


pobre de Nazaret, de Marcelino, cura de pueblo, y María, madre de Jesús.

En este documento se trazan las realidades vividas y los horizontes por


vivir en las comunidades maristas insertas de Venezuela. Tiene cuatro partes
principales. En la primera se hace memoria del caminar de la inserción en
Venezuela incluyendo antecedentes, hechos significativos y un recuento de los
principales encuentros de reflexión tenidos.

En la segunda parte se señalan los horizontes de la inserción marista en


Venezuela, a partir de nuestro sueño de comunidades en un proyecto común.

En la tercera parte detallamos tanto los elementos generales como aquellos


más particulares de las comunidades de Tucupita, El Cristo y Punto Fijo.

La cuarta parte incluye algunos textos inspiradores para este caminar de la


inserción marista.

Finalmente en unos breves agregados se señalan:


a) algunas dimensiones urgentes que queremos seguir viviendo y
profundizando en nuestras comunidades a partir del encuentro con los
pobres;
b) y algunas preguntas que nos invitan a la contextualización del proyecto
dentro de la viabilidad marista de la provincia norandina.
1.- NUESTRO CAMINAR EN LA INSERCIÓN EN VENEZUELA

1.1.- Hechos significativos


En nuestro caminar de vida marista en Venezuela encontramos hechos
significativos que orientan nuestra presencia y misión marista popular.
Éstos son algunos hitos importantes en orden cronológico:

Junio 1958: La comunidad del Colegio Champagnat (Chacao) inicia un trabajo


apostólico que consistía en catequesis en el monte San Miguel (actualmente
Barrio San Miguel de Petare), zona poblada de ranchos y que no contaba con
presencia de la Iglesia. Años más tarde, en 1964, se amplía esta acción
estableciendo la Escuela Champagnat dedicada a la formación para el servicio
doméstico, con la participación de varias damas de la Asociación de Padres y
Representantes del colegio que impartieron cursos de cocina y repostería, corte y
costura, limpieza y decoración.

10–10-1966: El Colegio H. Ildefonso en un barrio del sur de Maracaibo: inicia las


actividades escolares con tres hermanos.

01–11–1966: Dos hermanos inician la presencia marista en Machiques, Edo.


Zulia, población de frontera y en zona indígena, con la misión de dirigir la
catequesis en las escuelas del Vicariato Apostólico de Machiques. En octubre de
1967 llega un hermano más, dedicándose dos hermanos a catequesis y uno al
colegio San Pablo.

12 al 27– 08-1975: Se realiza un Encuentro de Planificación Provincial con la


participación de 26 hermanos de la viceprovincia de Venezuela. Después de
analizar la realidad venezolana, y hacer un diagnóstico, se elaboran proyectos por
áreas. Entre estos proyectos se pone en consideración dejar el colegio San José, ir
dejando las casas de formación inicial de España y asumir mayor compromiso con
las obras populares. Un Objetivo Específico del Proyecto N° 3 (Evangelización)
afirma: Favorecer un movimiento de encarnación para promover humana,
religiosa y socialmente a los menos favorecidos. Y entre sus Políticas, se lee:
Favorecer la encarnación de los hermanos en las clases socialmente más pobres.
El Proyecto de Discernimiento de obras (N° 5) incluye en sus políticas: Impulsar
línea socializadora de obras actuales.

1976: Los hermanos participan en un proyecto popular en el barrio 23 de enero de


Maracay.

1978: Se establece el Escolasticado en La Pomona (Maracaibo). El 30 de agosto


de 1978 llegan a Venezuela los Hermanos Jesús Arce, Jesús Caballero, José Félix
García, Juan Antonio González, José Ignacio Rodríguez y Antonio Vico. Recién
profesos venían destinados a ser los iniciadores del Escolasticado en Venezuela
(los años anteriores se hacía en Guatemala). El día 21 de septiembre en compañía
de quien sería su superior de comunidad, el H. Teófilo Gurrea, argentino de
origen, se asientan en la sede del Escolasticado, en la Avenida Principal del barrio
La Pomona. Esta zona popular sirvió de cuna a la formación marista por un año
apenas. La clara opción por la formación en contextos populares no volvería a
retomarse sino años más tarde.

Octubre 1978: Nace Remar en Venezuela, bajo el impulso del H. Carlos


Ampudia. En los cinco primeros años ya hay carabelas en todos los colegios
maristas, y se ha estructurado un núcleo fuerte de experiencias de puerto:
embarque, reembarque, escuela de líderes, campamento misión… La obra social
semanal, los campamentos misión y los años de servicio sensibilizan a los jóvenes
para la vocación de servicio a los pobres y a los hermanos que acompañan a las
carabelas como timoneles.

07–07–1980: El H. Fernando Murgui (de la Comunidad Cardón) obtiene permiso


de ausencia de seis meses, que es prorrogado. Se establece en Pedregal, Edo.
Falcón y trabaja en la organización de una cooperativa con campesinos. En 1982
el Consejo General no le renueva el permiso, y en septiembre de ese año decide
dejar la congregación y se dedica a la animación del proyecto con los campesinos.

1980-1982: Los Escolásticos realizan experiencias de solidaridad en las


comunidades indígenas yuckpas de la Sierra de Perijá. Existía el criterio general
de solidaridad en la formación por el que los escolásticos participaban en
campamentos misión con los jóvenes de Remar, entre otras actividades.

21-23 de junio 1986: Se lleva a cabo la segunda sesión del VIII Capítulo
Provincial. Entre las conclusiones aprobadas sobre objetivos y líneas de acción de
la Provincia, en el aspecto de Pobreza y Justicia están: en cuanto a formación de
Hermanos el estudio de la espiritualidad desde la realidad y la inserción; y en
cuanto a las obras, reorientar las obras actuales para que se forme para la pobreza
y justicia, que se den hechos que testimonian esta orientación; realizar un
diversificado técnico en el Colegio H. Ildefonso; iniciar lo más pronto posible una
nueva obra.

1986: El Consejo aprueba que toda nueva obra se inserte en sectores populares.
Esta decisión se tomó a la luz de las conclusiones de la Conferencia
Latinoamericana de Provinciales realizada en Chosica (Perú).

1986: Los Escolásticos acompañan a las comunidades cristianas populares de


Petare en su trabajo pastoral de fin de semana. Asumen la participación en la
Comisión de Justicia y Paz de los Religiosos y Religiosas en Caracas. Desde este
espacio de participación acompañarán, años más tarde, a las familias de los
muertos y enterrados en masa en La Peste (zona de Cementerio, Caracas), a raíz
del Caracazo (1989).

A partir de este año, los escolásticos, junto con la Comunidad Remar - Arco Iris,
del Colegio Champagnat de Caracas, acompañan en las Pascuas Misión en
Barlovento.
1987- 1994: Nueva etapa en las experiencias de solidaridad en el Escolasticado. A
partir de este año, los escolásticos se trasladan a la comunidad indígena Pemón de
El Bonquén (Edo. Bolívar), en tiempo de vacaciones académicas, con fines de
apoyar la acción pastoral y solidaria de las religiosas presentes en esta comunidad.

Mayo 1987: El Consejo Provincial propone a la provincia abrir una nueva obra y
pide criterios sobre tipo de obra, zona y prioridades. Después de estudiar los
aportes recibidos, decide abrirla en 1988. Y se elige el Delta Amacuro, a
sugerencia de los padres claretianos (encargados de la atención pastoral de la zona
de Sierra Imataca), como lugar para la nueva presencia marista.

1988: La propuesta inicial fue la Escuela Granja Santa Catalina, que se


encontraba en muy mal estado en lo material y en lo educativo, y situada en la
población de Santa Catalina, junto al caño Piacoa. Los hermanos visitan la
Escuela, con los padres claretianos, en la semana santa de ese mismo año. De esta
experiencia se toma la decisión de asumir la escuela. Ese diciembre se realizaban
en el país elecciones presidenciales, por lo que no se pudo concretar el Convenio
con el Gobierno saliente. Hubo que esperar a la firma del Convenio con el
Ministerio, que se consiguió en 1989.

No obstante, en julio de 1988 se nombra la comunidad que iría por un año a la


población indígena de Nabasanuka (a sugerencia de Monseñor Felipe González,
para conocer la cultura guarao), preparando la presencia en Santa Catalina. Los
hermanos nombrados fueron: Miguel Santos, superior de comunidad, Gregorio
Meza, Pedro Martínez y Ángel González. El 7 de Octubre de 1988 llega la
comunidad a Nabasanuka. Les esperaba el padre Damián Del Blanco, capuchino.
Después de ligeras indicaciones sobre el funcionamiento de la casa, el padre y el
Hno. Gerardo, Provincial, regresaron a sus respectivas comunidades y la primera
comunidad marista en el Delta comenzó a hacer vida entre los guaraos.

1989: Trascurrido este año en Nabasanuka, la comunidad partió para el poblado


de Santa Catalina el 3 de Septiembre de 1989. Posteriormente se firmó el
Convenio de los Hermanos Maristas con el Ministerio de Educación. En ese año
se incorpora el hermano Francisco Espinosa, Patxi, a la comunidad, sustituyendo
al Hno. Gregorio Meza. Hasta el mes de diciembre de ese año se dedicó a
recuperar la planta física de la Escuela. En enero de 1990 se daba inicio al año
escolar con los internos criollos de las comunidades cercanas de Santa Catalina, y
con los jóvenes guaraos que venían de las comunidades indígenas del Delta Bajo.

1990: Desplazamiento del Postulantado al sector Los Lagos de Los Teques.Tras el


IX Capítulo Provincial de 1989 se decidió que los postulantes vivieran en una
casa sencilla, y con cierta relación vecinal. Se alquila una casa y ahí viven hasta el
año 1994. Su acción apostólica se realizaba en los barrios de Santa Eulalia, Las
Brisas y Retamal.

1990: Tras una Asamblea Provincial y a propuesta del hermano provincial,


Antonio Eguía, se comienzan a dar pasos para la apertura de una comunidad en
TUCUPITA.
1991: Los inicios de la comunidad de Tucupita aparecen ya con toda nitidez en la
carta del 16-02-91 que el H. Provincial dirigía a Monseñor Felipe González,
Vicario Apostólico de Tucupita, solicitando su apertura en estos términos
temporales que se cumplieron como sigue: Agosto: Presencia provisional en el
lugar, toma de contacto con la realidad. Septiembre a Diciembre: Curso de
Planificación Pastoral en el ITEPAL y propuesta para Tucupita. Enero 92: inicio
formal de la comunidad en Tucupita. Los objetivos de esta comunidad serían
inicialmente: ser apoyo a los hermanos de Santa Catalina y al Servicio del
Vicariato Apostólico de Tucupita en la formación de catequistas, en la educación
religiosa en las escuelas públicas del Estado, en la formación de líderes cristianos
y en pastoral juvenil. La primera comunidad nombrada para esta misión estuvo
formada por: Hno. Francisco López, Hno. Elías Amaya y el Hno. Oscar Revilla.

En 1994 se crea la Fundación Social promovida por la comunidad Marista de San


Pablo en el Barrio Primero de Mayo. Las carabelas de Remar hacían su presencia
social y pastoral en este sector de la población desde el año 1990.

Mayo 1994: Siguiendo las opciones congregacionales y provinciales de


solidaridad con los más necesitados como un imperativo evangélico se constituye
la Fundación Social Marista Maracay (SOMAM). Desde Mayo de 1994 tiene
personalidad jurídica. El barrio elegido para llevar a cabo esta obra social es San
Vicente, al sur de la ciudad. Se quiere que sea una obra de la Comunidad
Educativa del Colegio San José. Finalmente se construirá la actual Escuela San
Vicente. Esta obra tiene sus antecedentes en la presencia del H. Antonio Serrano
en el barrio Caña de Azúcar desde 1982, y su posterior presencia en los barrios
Las Flores y el Triunfo.

Agosto 1997: Desde la reflexión del Consejo Provincial, el Hermano provincial,


Hno. Landelino Ortego, decide nombrar la comunidad Primero de Mayo
conformada por los siguientes hermanos: Guillermo Antón, superior, Rafael
Cantera y Ángel González. Los hermanos hicieron vida junto con la comunidad de
San Pablo durante el año escolar 1997-1998. Se dedicaron a visitar la Fundación y
el barrio, y apoyar en la misión de los hermanos de la comunidad del Colegio San
Pablo en su labor educativa. En Agosto de 1998 se consigue una casa en alquiler
para que la comunidad se traslade desde el colegio al Barrio. Los hermanos
Guillermo Antón, superior, y Ángel González iniciaron la experiencia. Comienza
la creación de una escuela. Los hermanos tomarían una sección de primer grado
cada uno. Acompañaban a los hermanos dos aspirantes maristas: Julio Castillo y
Wilmer Fernández. En agosto de 2004 el Consejo Provincial toma la decisión de
cerrar la comunidad Marista de Primero de Mayo. Los hermanos que conformaron
la última comunidad fueron: Hno. Diego Antón, Hno. José Luis Rodríguez y Hno.
Francisco López.

1995-1996: Un grupo de escolásticos acompañados por el Hno. Gerardo, realizan


experiencias de Solidaridad (pastoral y pedagógica) en la población de El Samán
de Apure. Participaron en ellas los hermanos José Luis Rodríguez, Carlos
Sánchez, Luis Santos, Elvis Urdaneta y Diobenys Paternina. Esto ayudó a
visualizar lo que luego sería la misión marista en el estado Apure, que se llevó
adelante desde septiembre de 1996 hasta septiembre de 2006.

1996: La comunidad marista de Apure inició el 11 de septiembre de 1996. Dicha


comunidad estuvo conformada en sus comienzos por los Hnos. Gerardo Relloso,
José Miguel Caballero y Alberto Arrieta. Pasaron por la misma, durante los diez
años de presencia marista en los llanos apureños, los Hnos. Diobenys Paternina,
Jesús Mariano Alonso, Elvis Urdaneta, Luis Santos y Ángel Valle. Los primeros
meses en Apure los hermanos vivieron en el segundo piso del colegio Diocesano
“San Fernando” ubicado en la capital del estado, donde funcionaba un seminario
conformado por sacerdotes y jóvenes aspirantes a sacerdotes. A los pocos meses
se logró adquirir una casa propia en el sector Boca de Guerra, en la vía perimetral
de San Fernando a Biruaca. La misión principal de la comunidad fue la Formación
de Catequistas, la dirección del Departamento de Catequesis y Pastoral Juvenil de
la Diócesis y el apoyo a la parroquia Inmaculada Concepción de Biruaca. El Hno.
Gerardo trabajó por 5 años como tutor de la Casa Taller “Fray Buenaventura de
Benaocaz”, perteneciente al ya desaparecido INAM. José Miguel Caballero
trabajó como profesor en la escuela básica de las Hermanas Dominicas de la
Sagrada Familia, ubicada en la ciudad de San Fernando de Apure. El Hno.
Diobenys Paternina y Jesús Mariano Alonso trabajaron como profesores de
ciencias sociales en el Colegio Diocesano “San Fernando Rey” y la U.E. Liceo
“Miguel Ángel Escalante”. El Hno. Elvis Urdaneta trabajó en el liceo Francisco
Lazo Martí al igual que Luis Santos. En el 2001, la comunidad Marista de Biruaca
decide trasladarse a La Morenera, barrio de San Fernando, adquiriendo un terreno
donde se construirá la casa donde vivirá la misma. En conjunto con las Hermanas
Dominicas de la Sagrada Familia, y con el apoyo económico de SED (Solidaridad,
Educación y Desarrollo) de la Provincia Norte de España, se proyectó y luego se
construyó un Centro Comunitario de Promoción Popular destinado a apoyar a los
niños y jóvenes en el área pedagógica, deportiva y cultural, así como a los adultos
en el área de talleres profesionales. La acción social y pedagógica del Centro
Comunitario estaba dirigida además de La Morenera, a los barrios aledaños como
Santa Teresa, Luis Herrera, Dios-con-nosotros, Los Centauros, y Caramacate.
Todo ello sin dejar de atender la Formación de Catequistas, y apoyando la
catequesis y la pastoral, catequesis y Remar, de la parroquia María Auxiliadora de
Biruaca y de la misma Morenera. El 15 de septiembre de 2006 los hermanos
Gerardo Relloso y Ángel Valle abandonan Apure por orden del H. Provincial.

Febrero 1998: En el Capítulo Provincial de los Hermanos de Venezuela se


aprueba la creación de una comunidad de inserción; el establecimiento del
escolasticado en un contexto popular; y el dejar una obra colegial que se
determinaría tras la realización de un sondeo a los hermanos y la reflexión del
Consejo Provincial.

Junio 1998: Dos escuelas populares (del barrio Integración Comunal, en


Maracaibo) U.E. Manuel Ángel Puchi Fonseca, y U.E. Misael Vílchez, pasan a
la Fundación Maristas Chiquinquirá. El H. Antonio Eguía gestionó la
incorporación de las mismas al convenio Ministerio de Educación (M.E.)-
Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC) con lo que se aseguró la
estabilidad financiera de las Escuelas y el acompañamiento marista a las mismas.
Junto a ellas, dos ambulatorios pasan a la fundación marista Chiquinquirá. Así la
división de medicina social (FUNDIMES) comienza a funcionar ofreciendo los
servicios de medicina general, ginecología, pediatría, odontología, laboratorio y
entrega de medicamentos gratuitos a las poblaciones de escasos recursos
económicos.

1998 -2000: El Escolasticado se establece en El Cristo. Se había aprobado, en


capítulo provincial, la siguiente propuesta: “Reubicar la casa de formación
(escolasticado) en un barrio de Los Teques, en una casa pobre. (Y, junto a ello, ir
asumiendo -en discernimiento- un estilo de vida pobre desde las etapas iniciales
de la formación)”. Aprobada la propuesta, y con las indicaciones del Provincial y
su Consejo se traslada la comunidad formativa al barrio El Cristo. La casa se
compra en agosto de 1998 y la comunidad se va mudando progresivamente, a la
vez que se va arreglando la casa. En septiembre ya están todos. Juan Carlos
Rangel y José Gregorio Molina se incorporan a la comunidad (desde el noviciado
de San Salvador) a finales del mes. Además es nombrado para acompañar como
formador el hno. John Arrieta. Son ocho los miembros de la comunidad: Tomás y
John, como formadores; Juan Carlos, José Gregorio, Mauro, Rafael, Roderit y
Roberto. Durante dos años será la Casa de Formación del Escolasticado. Como no
profesarán más novicios en estos años, y tras la reestructuración provincial, ya no
tendrá más la función de escolasticado.

Septiembre 1999: Se establece el Postulantado en El Cristo. Había dos postulantes


para este curso y no se tenía una sede. En el Consejo Provincial se decide que se
incorporen a la Casa de Formación de El Cristo los dos postulantes que habían
hecho su experiencia en comunidades: Julio y Ladislao. Va el hno. Gustavo
Delgado como formador de los postulantes. De nuevo El Cristo acogerá
postulantes en septiembre de 2001 (en el 2000 no hubo): José Gregorio Jaramillo
y Luis Felipe, de Tucupita; Eduardo Méndez, de Machiques. Seis escolásticos y
cinco postulantes fue el total de jóvenes que pasaron por esta experiencia
formativa. La comunidad siguió acompañando a jóvenes por períodos más cortos,
tanto a los de Remar (sobre todo de Caracas) como a algunos aspirantes a
Hermanos.

2000: Escuela del asentamiento campesino en La Cañada. El Hno. Joaquín


Maestro, conoce la realidad del niño y adolescente campesino del municipio La
Cañada, Maracaibo: niños y adolescentes que no saben leer, con pocas escuelas
para que les eduquen. Presenta al Hno. Landelino Ortego, Provincial, su inquietud
de llevar a cabo un proyecto educativo en esa zona: educación primaria. El Hno.
Landelino le autoriza a comenzar la escuela. El Hno. Joaquín inicia el proyecto en
el curso 2000-2001 con dos maestras y él como docentes.

2001: En el consejo provincial se retoma la decisión de trasladar la comunidad de


Zarabón al Barrio Sector Universitario, atendiendo al llamado del capítulo
provincial de 1998, que había sugerido desplazar una obra. Tras un proceso de
discernimiento provincial de varios años, el hermano provincial nombra la
comunidad para hacer esta transición: hermanos Diego Antón, superior, Francisco
Felices y Ángel González. La mudanza se hace progresivamente. Desde
septiembre a diciembre de 2001 el Hno. Ángel comenzó dando clase en tercer
grado en la Escuelita “Andrés Bello” del barrio. En el mes de febrero de 2002 se
consigue una casa alquilada cerca de la Escuela, que se va adecuando poco a
poco. En el mes de julio se hace la mudanza total de la nueva comunidad,
constituida por los Hermanos: Miguel Santos, Andrés González y Jesús Mariano
Alonso.

Septiembre 2002: La comunidad de El Cristo pasa a ser comunidad de inserción.


Los Hermanos (algunos ahora son laicos maristas), que han hecho vida en ella
desde el 2002 hasta el presente han sido: John, Elvis y Tomás; Gustavo, Roberto,
Diobenys y José Luis Sebastián.

2009: Hacia el final del provincialato del Hno. Laurentino, a propuesta del Hno.
Ricardo Gómez, se hace la reflexión de establecer la casa de formación del
postulantado de Venezuela en el barrio Integración Comunal de Maracaibo.

Trabajo con laicos.


Desde la década de los noventa, aproximadamente, se inició un proceso de
participación más activa de los laicos a través de gestos o experiencias de
solidaridad, por medio de campamentos misión, en el que se integraban jóvenes,
con profesores y representantes de algunas de nuestras obras escolares como el
colegio Champagnat, de Caracas, Juan XXIII de Punto Fijo, San Pablo de
Machiques.
En esa misma década de los 90 varios laicos fueron a vivir con la
comunidad de Santa Catalina, como voluntarios o cooperadores, la mayoría de
ellos por un año. Varios eran ex–alumnos de los colegios maristas: Kiko Antolin
(de España), Mauro Rivas y José Díaz (Maracaibo). A este grupo de exalumnos
habría que agregar a Antonio Ascanio, Matías y Jorge, no exalumnos maristas,
sino compañeros de estudios de los hermanos escolásticos en la universidad de los
salesianos en la ciudad de los Teques. Es necesario mencionar la experiencia
vivida por Peggy Vivas, proveniente del Movimiento Remar, sin ser exalumna,
que compartió varios años con esta comunidad y continuó su proyecto de vida en
una nueva experiencia de compartir con los Hermanos de la comunidad de
Tucupita.
La segunda experiencia de la que quisiéramos hacer memoria, es la vivida
en Tucupita en los inicios del milenio. Esta experiencia entendemos que se acercó
más a lo que hoy denominamos Comunidad de vida de hermanos y laicos bajo el
modelo de compartir la misma casa y mesa. Dos ex–alumnas maristas vienen del
Colegio San Pablo de Machiques, fruto de su experiencia vivida en el movimiento
Remar y después de terminar sus estudios en la Universidad del Zulia en
Maracaibo, para vivir una experiencia misionera marista junto a la comunidad de
hermanos: Elba Espina y Karis Rincón, las dos Orientadoras en Educación.
Consiguieron trabajo en los liceos públicos, con lo cual se podrían mantener así
mismas. En la comunidad también compartían la casa, las oraciones, las reuniones
comunitarias, las comidas.
Otra experiencia, fuera de nuestra frontera, fue la realizada por María José
Torres en Ecuador, específicamente en el proyecto Casa Familia de Quevedo.
Allí desarrolló su vida y misión junto a los hermanos Félix Calvo, Luis Narganes
y Wilson Cruz, quienes compartían el trabajo en el proyecto con los niños y las
educadoras, el trabajo de formación con los aspirantes Maristas, las clases en el
Colegio América y el trabajo de catequesis de la parroquia San José. Esta
experiencia se llevó a cabo desde enero de 2005 a septiembre de 2006.

1.2.- Encuentros de reflexión de las comunidades insertas


En un segundo momento de este caminar histórico, pasamos revista a las
reuniones que hemos realizado como comunidades insertas en Venezuela.
A partir del año 2000 se destacan diversos encuentros que favorecieron e
impulsaron la reflexión y el caminar incipiente en la inserción marista.

En la tabla que sigue se hace referencia a los más importantes, indicando en la


columna izquierda algunos eventos significativos de los distintos periodos
provinciales que marcarán este caminar. En la columna derecha se señalan
algunos documentos producidos que recogen lo vivido y sirven de orientación
para los pasos subsiguientes. En la columna central se señala cada encuentro, con
los participantes y la temática general tratada:

Provinciales
y eventos ENCUENTROS DE LAS COMUNIDADES INSERTAS Documentos
significativo Participantes y temática general tratada producidos
s en el
Instituto
Ago 2000-  CIR de Nuevas Presencias en Querétaro: agosto – 2000. Carta al
ene 2003 - Participan los Hnos. Francisco López y Francisco Capítulo
Javier Pérez París. Y la laica Peggy Vivas. General 2001
 CIR de Nuevas Presencias (Los Teques): agosto – 2001.
- Carta al Capítulo General planteando inquietudes y
realizando propuestas sobre nuestra relación con el
pueblo, fraternidad, pobreza, espiritualidad y misión.
- Participantes: 36 hnos. y 8 laicos de futura Norandina,
Centroamérica y México; 12 de Venezuela: Andrés
González, Juan Carlos Rangel, José Luis Rodríguez,
Luis Santos, Ángel González, Gustavo Delgado,
Kharis Rincón, Arlenys Zambrano, Julio Díaz, Tomás
Martínez, John Arrieta, José Luis Sebastián.
 Encuentros intercomunitarios en Los Teques – 2002.
- Tucupita, El Cristo, La Morenera… Catalina,
Ildefonso…
PROVINCIA NORANDINA

Laurentino  Encuentro El Cristo – La Morenera: 07-03-2004 en Los


ene 2003- Teques.
dic 2005 - Participantes: Hnos. John, Tomás, Roberto, Gerardo, Conclusiones
Diobenys y Luis.
- Se comparte qué nos da vida, qué nos falta, y
propuestas para el futuro.
Laurentino
dic 2005-  Encuentro El Cristo – La Morenera – Tucupita – Punto
dic 2009 Fijo: 02-2006 en Los Teques – (Casa de formación). Documentos
- Se realiza este encuentro en una Asamblea del sector de tres
promovida por el Provincial. Dentro de la asamblea se comunidades
realiza la reunión en un grupo aparte.
- Participantes: Hnos. John, Tomás, Roberto, Gerardo,
Cierre de La Luis, Ángel Valle, Diobenys, Diego, Jesús, Ángel
Morenera. González, Pedro y Gustavo.
15 Setiembre - Cómo nos sentiríamos, cómo quedaría, qué se
2006 perdería… ante las posibles decisiones del
discernimiento de obras.

 Encuentro El Cristo –Tucupita: 20-12-2006 en Los Teques


–Con ocasión del retiro.
- Participantes: Hnos. John, Tomás, Diobenys, Gerardo,
Ángel González y Gustavo.
- Respuesta a invitación de hermanos de Colombia a
participar en un encuentro de comunidades de
inserción.
- Se fija un encuentro para febrero de 2007

 Encuentro Tucupita – El Cristo: Carnaval 2007 en Los


Teques (Cristo)
- Participantes: Hnos. John, Tomás, Diobenys, Gerardo,
Ángel G.
Documento
Agua de la - Presente y futuro de las comunidades insertas.
- Gerardo propone abrir la reflexión sobre la
Roca
Jun 2007 espiritualidad de la inserción marista.

 Retiro provincial. Julio 2007. En Armenia.


- El Hno. John participa en el retiro. Comparte con
algunos hermanos de las comunidades insertas de
Colombia nuestros puntos de vista sobre los
encuentros y la reflexión que vamos haciendo.

 Encuentro Provincial de Nuevas Presencias. Septiembre de


2007, en Colombia. Convocado por el Provincial y
Consejo.
- Sólo participa el Hno. Jesús Mariano Alonso por parte
de Venezuela (más José Luis Sebastián como
Delegado). Manifestación de inconformidad de otros
hermanos por el modo de la convocatoria y la
Espiritualidad
propuesta para el encuentro.
Marista
Documento
Inserta
En torno a la  Encuentro Tucupita – El Cristo. 2008. Los Teques.
misma mesa - Participan: Hnos. John, Tomás, Diobenys, Gerardo,
Jun 2009 Ángel González y Gustavo.
- Elaboración en fases del Documento Espiritualidad
Cap. General Marista Inserta (reforzado con citas de Agua de la
oct 2009 roca).
 Encuentro Tucupita - El Cristo - Punto Fijo. 12-2009, en
Los Teques.
Libardo - Participantes: Hnos. John, Tomás, Diobenys, Gerardo,
dic 2009 – Ángel, Diego. Se invita en un segundo momento a la
2012 laica marista María Torres y los Hnos. José Luis
Sebastián y Javier Pérez, consejeros por Venezuela, y
el Hno. Libardo, provincial, para compartirles las
inquietudes.
- Se solicita el apoyo del nuevo equipo animador Palabra al
provincial recién electo. Consejo
- Documento de apropiación del Capítulo General
2009. Acogida del
 Encuentro El Cristo, Tucupita y hermanos del Consejo.27- Capítulo
28 de marzo 2010, en El Cristo. General
- Participantes: Hnos. Andrés Miranda, Javier Pérez,
José Luis Sebastián y Libardo, por el Consejo
Provincial; los Hnos. John, Tomás, Diobenys, Gerardo
y Ángel González.
- Se abordó la reflexión sobre el presente y futuro de las
comunidades insertas en Venezuela y se retomaron los
recientes capítulos general y provincial.

 Encuentro Tucupita – El Cristo – Punto Fijo. Nov 2010, en


Tucupita.
- Participantes: Hnos. Javier Pérez, José Luis Sebastián
y Libardo, por el consejo provincial; los Hnos. John,
Tomás, Gerardo, Ángel, Jesús Mariano Alonso y el
laico marista Emilio Angulo.
- Se retoma el documento de Espiritualidad marista
inserta y se revisa el caminar que hemos ido haciendo
en Venezuela. Se abre la reflexión sobre la
participación de laicos en nuestras comunidades y el
establecimiento de comunidades de hermanos y
laicos.
- Se apuntan perspectivas de futuro y se propone el
nuevo tema de reflexión: la relación vecinal, relación
de familia abierta.

 Encuentro Tucupita – El Cristo – Punto Fijo. Carnaval. 5 y


6 de marzo del 2011, en Punto Fijo.
- Participantes: Hno. John y los laicos Mauro Bellesi y
Carmen Emilia Arráez de la comunidad de El Cristo;
Hnos. Tomás, Diego y la laica marista María Torres
de la comunidad de Punto Fijo; Hnos. Gerardo, Angel
y Jesús Mariano de la comunidad de Tucupita; los
Hnos. José Luis Sebastián, viceprovincial y Francisco
Javier Pérez, delegado.
- Se plantea el proyecto común de las comunidades
insertas en Venezuela.

 Encuentro Tucupita – El Cristo – Punto Fijo. 14 de Julio de


2011, en El Cristo.
- Participantes: Hno. John y laicos maristas Mauro
Bellesi y Carmen Emilia Arráez de la comunidad de
El Cristo; los Hnos. Tomás, Diego y la laica marista
María Torres de la comunidad de Punto Fijo; los
Hnos. Ángel, y Jesús Mariano de la comunidad de
Tucupita; los Hnos. José Luis Sebastián,
viceprovincial, y Francisco Javier Pérez, delegado.
- Se trabaja el proyecto de las comunidades insertas en
Venezuela: se desarrolló cada uno de los proyectos de
misión de Punto Fijo, Tucupita y El Cristo.
- Se reflexionó sobre el documento de trabajo
“Relación con el pueblo”, elaborado a partir de las
experiencias de los participantes.

 Breve encuentro de hermanos y laicos insertos presentes en


el retiro. Diciembre del 2011, en Los Teques.
- Se planifica el próximo encuentro de carnaval.

 Encuentro Tucupita – El Cristo – Punto Fijo. Carnaval 19 y


20 de febrero de 2012, en El Cristo.
- Participantes: Hno. John y los laicos Diobenys y
Carmen Emilia Arráez de la comunidad de El Cristo;
Hnos. Tomás, Diego y la laica marista María Torres
de la comunidad de Punto Fijo; Hnos. Gerardo, Angel
y Jesús Mariano de la comunidad de Tucupita; los
Hnos. José Luis Sebastián, viceprovincial y Francisco
Javier Pérez, delegado; los laicos maristas Ernesto
Rodríguez, Luisángela Rodríguez, Verónica Villar y
Andreina de la comunidad Remar de Caracas.
- Se le dio forma al Documento: “Relación Vecinal”.
- Se continuó con la elaboración del proyecto de
inserción de la vida marista en Venezuela.
- Se compartieron expectativas ante la coyuntura que
toca vivir en relación con la provincia Norandina.

Libardo  Breve encuentro de hermanos y laicos insertos presentes en


dic 2013 – el retiro. Diciembre del 2012, en Los Teques.
- Se planifica el próximo encuentro de carnaval.

 Encuentro Tucupita – El Cristo – Punto Fijo. Carnaval 09-


10 de Febrero del 2013, en el Cristo.
- Participantes: Hno. John y los laicos Diobenys y
Carmen Emilia Arráez de la comunidad de El Cristo;
Hnos. Tomás y Diego de la comunidad de Punto Fijo;
Hnos. Gerardo, Angel y Jesús Mariano de la
comunidad de Tucupita; los Hnos. Pau Fornells,
viceprovincial y Francisco Javier Pérez, delegado; las
laicas maristas Luisángela Rodríguez y Verónica
Villar de la comunidad Remar de Caracas.
- Se compartieron realidades y esperanzas de las
comunidades.
- Se revisó todo el Proyecto de Comunidades Insertas
de Venezuela.
Proyecto de
 Encuentro Tucupita – El Cristo – Punto Fijo. 13 y 14 de Comunidades
Septiembre, en el Cristo. Maristas
Temática: Insertas de
- Concretar el Proyecto de Comunidades Insertas de Venezuela.
Venezuela.
- Documento “Relación vecinal”.
2.- HORIZONTES DE LA INSERCIÓN MARISTA EN VENEZUELA

¿Cómo soñamos el caminar en inserción en Venezuela? ¿Qué


elementos debe tener?
Frente a estas preguntas cada una de las comunidades insertas
de Venezuela ofreció su aporte, a partir de un discernimiento
comunitario local, mediante el cual, después de ponerlo en común,
concretamos nuestros sueños de este modo:

Soñamos con:
1. Un proyecto común de vida, donde nos ayudamos y
apoyamos a nivel económico, formativo, pastoral… un
proyecto común de comunidades insertas.
2. Un camino hacia fronteras actuales y nuevas fronteras,
donde un grupo de hermanos y laicos van dando pasos
concretos en discernimiento comunitario, respondiendo a
una realidad cambiante y desafiante.
3. Comunidades que vivan la dinámica de vida de los
sectores populares.
4. Comunidades interdependientes que se apoyan
mutuamente.
5. Comunidades en las que el clima sea cálido y abierto,
para que cualquiera pueda ir a esa comunidad y apoyar el
proceso.
6. Comunidades que comparten sus bienes para impulsar la
vida; sensibles a mamás solas, enfermos, excluidos…

Nos soñamos:
7. Abiertos al lugar, sembradores de esperanza, animadores
de procesos.
8. Interconectados con otros grupos sociales, eclesiales e
incluso otras confesiones religiosas, que luchan por los
mismos procesos.
9. Con viabilidad económica, viviendo de nuestro trabajo y
teniendo en cuenta salud, estudios, posible ayuda a la
familia y nuevos proyectos comunitarios.
10.Con la necesaria formación de género, ecológica y
bíblica.
11.En comunión eclesial.
12.En apertura a los laicos y jóvenes, especialmente
voluntarios y vocacionales.
13.En relación con los vecinos e involucrada en procesos
comunales.
14.Privilegiando la educación de niños y jóvenes pobres.
15.Privilegiando espacios para compartir vida, reflexión y
oración.
16.Sintiéndonos junto a los hermanos de la provincia, sin
comparaciones.

Soñamos que esto:


17.Genere profetismo dentro de la provincia.
18.Sea una opción de la provincia marista Norandina.
3.- ELEMENTOS GENERALES Y LOCALES DEL PROYECTO

Como comunidades maristas insertas y en nuestro proceso de


reflexión y común compartir vamos descubriendo líneas generales y
líneas locales que constituyen los ejes de nuestro proyecto Marista de
Inserción en Venezuela.

En líneas generales, somos y queremos ser cada vez más:

- PRESENCIA MARISTA EN INSERCIÓN


 Una comunidad que viva los elementos fundamentales
del carisma marista.
 Una comunidad ubicada geográficamente en zonas
pobres.
 Una comunidad identificada con el barrio, viviendo en
contacto con los vecinos.

- COMUNIDAD DE VIDA DE HERMANOS Y LAICOS


 Una comunidad abierta a la diversidad, con diferentes
niveles de pertenencia, estilos de vida y presencia.
 Una comunidad de iguales, con voz y voto, respetando
los estilos de vida.
 Una comunidad cálida, que comparte vida y ofrece
espacios de acogida.
 Una comunidad que sea punto de referencia para jóvenes
maristas que quieran vivir experiencias de inserción.

- COMUNIDAD ENTREGADA A LA MISIÓN CON UN


PROYECTO EDUCATIVO EVANGELIZADOR
 Comprometida con los niños y jóvenes pobres y su
proceso educativo, en clave de inserción.
 Que apoya la organización social del sector y busca
conjuntamente respuestas a las necesidades del barrio.

- COMUNIDAD DE FE
 Una comunidad iluminada por el evangelio, vivido desde
el carisma marista.
 Una comunidad con espacios de espiritualidad
compartida, abiertos al entorno.
- COMUNIDAD MARISTA INCULTURADA
 Una comunidad que se entiende en clave de familia
popular venezolana, entrelazada con el sentido de familia
marista.
 Una comunidad con espacios comunitarios de formación
para madurar y aportar en la construcción de la misma y
poder abrirse a nuevos retos.

- COMUNIDAD QUE SE VIVE EN IGLESIA


 Una comunidad al servicio de la Iglesia local.
 Una comunidad en conexión con otras experiencias
eclesiales populares.

3.1.- PROYECTO DE COMUNIDAD MARISTA EL CRISTO

- PRESENCIA MARISTA EN INSERCIÓN


 Una comunidad abierta a la diversidad, con niveles de
pertenencia, estilos de vida y de presencia.
 Comunidad de hermanos y laicos, viviendo al lado de los
pobres como lo pobres.
 Una comunidad de vida, unida por un proyecto de vida
que engloba lo apostólico, pero sin que lo apostólico sea
el único motivo de ser comunidad.
 Una comunidad que sabe vivir con naturalidad la tensión
entre el carisma y la institución.
 Una comunidad de iguales, con voz y voto, respetando
los estilos de vida.
 Una comunidad ubicada geográficamente en zonas
pobres.
 Una comunidad identificada con el barrio, viviendo en
contacto con los vecinos.
 Una comunidad cálida, con espacios de acogida.
 Una comunidad punto de referencia para jóvenes
maristas.
 Una comunidad abierta a la posibilidad de tener
hermanos jóvenes en formación.

- MISIÓN: PROYECTO EDUCATIVO ALTERNATIVO


INCLUSIVO
 Compromiso con los niños y jóvenes pobres, en clave de
inserción.
 Trabajo organizativo con la gente del barrio (niños,
jóvenes y adultos)
 Apoyando la organización del sector.
 En búsqueda de respuestas a las necesidades del barrio.
 Apoyando el proceso educativo de los niños y jóvenes.
 Apoyando redes de casas comunitarias.
 Apoyando el proceso del barrio.
 Soñando una cooperativa juvenil de trabajo.

- ESPIRITUALIDAD
 Una comunidad iluminada por el evangelio, a lo marista.
 Una comunidad con espacios de espiritualidad
compartida.
 Una comunidad donde la tensión comunidad-proyecto
común- proyecto personal se vivirá en constante
discernimiento.
 Sencillez de medios en el trabajo.

- INCULTURACIÓN MARISTA
 Una comunidad que se entiende en clave de familia
popular venezolana entrelazada con el sentido de familia
marista.
 Una comunidad que ahonda en el tema de la cultura
popular venezolana y desde allí engranar el carisma del
Padre Champagnat.
 Una comunidad con espacios comunitarios de formación
para madurar y aportar en la construcción de la misma y
poder abrirse a nuevos retos.

- ECLESIALIDAD DE BASE EN SENTIDO ECUMÉNICO


 Una comunidad en conexión con otras experiencias
eclesiales populares, CEBs, CRIMPO, REBIVE…
 En un proyecto educativo popular, vinculados con otras
instituciones.
3.2.- PROYECTO DE LA COMUNIDAD DE VIDA DE HERMANOS Y
LAICOS: PUNTO FIJO

Queremos COMPARTIR LA MISMA CASA Y MESA, tal como


lo señala el equipo de reflexión para estas comunidades en Venezuela,
con estos rasgos:
 Un Proyecto de Vida y Misión en común.
 Bienes compartidos y proyectos definidos según los
mismos.
 La práctica del discernimiento constante como dinámica
de vida.
 Una espiritualidad renovada: estilos de oración, inserción
en la vida vecinal, nueva organización de vida según la
misma.
 Una opción firme de misión por los niños y jóvenes más
pobres.

- MISIÓN
Objetivo: Acompañar procesos educativo-evangelizadores populares
 Especialmente de los niños y jóvenes excluidos
 Desde la realidad de los destinatarios
 Desde la plataforma del Centro Comunitario José
Leonardo Chirinos.
 En la construcción colectiva de propuestas
Acciones
 Tareas dirigidas con niños, adolescentes y jóvenes
 Atención individualizada a los niños con dificultad de
aprendizaje
 Desarrollo del deporte, ajedrez…
 Cursos de computación
 Cursos de costura, cocina, repostería…
 Taller de hábitos de estudios…
 Promoción cultural (música, danza, teatro…)
 Encuentros para compartir la Palabra en las casas
 Catequesis y grupo juvenil

- ESPIRITUALIDAD
Objetivo: Discernir constantemente lo que vamos viviendo
 Desde la Palabra
 Abiertos a la realidad, a la vida, a su interpelación
 Con la gente, con los vecinos
 Para vivir lo que descubrimos como voluntad de Dios

Concreciones:
 Compartir la Palabra por la casas
 Oración comunitaria
 Encuentros comunitarios de discernimiento de vida

- COMUNIDAD Y ESTILO DE VIDA


Objetivo: Vivir como comunidad de vida de hermanos y laicos
 Inserta en el barrio
 Que comparte con los vecinos
 Con un estilo de vida sencillo, austero, abierto y solidario
 Con respeto a los procesos personales
 En constante discernimiento
 Que vive de su trabajo

3.3- PROYECTO DE COMUNIDAD TUCUPITA

- COMUNIDAD AL SERVICIO DE LA IGLESIA DEL


VICARIATO
 Apoyando el trabajo y la formación de catequistas.
 Cursos, retiros, convivencias, formación bíblica,
grupos de confirmación, catequesis de adultos.
 Apoyando la Pastoral juvenil y vocacional.
 Asesoría de la Pastoral juvenil y vocacional,
acompañar grupos juveniles, acompañar procesos
vocacionales.
 Apoyando la Pastoral indígena.
 Jóvenes de confirmación en Yakariyene,
acompañamiento en la formación bilingüe en Los
Caños.
 Universidad Indígena.
 Apoyando la Pastoral educativa.
 Formación en valores de los docentes,
administrativos, obreros y representantes en las
escuelas; formación en valores en Fe y Alegría;
trabajo como docente en alguna escuela, liceo o
universidad.
- COMUNIDAD INSERTA EN UN BARRIO, QUE
PARTICIPA DE SU VIDA, Y APOYA EL PROCESO DE
EVANGELIZACIÓN DEL SECTOR.
 Rosario en familia, encuentros deportivos, grupos
juveniles, celebración eucarística dominical, tareas
dirigidas…

- COMUNIDAD MARISTA FORMADA POR LAICOS Y


HERMANOS
 Que se alimenta del encuentro con Dios en la Palabra y la
realidad.
 Que da testimonio del ser marista mediante la fraternidad,
el servicio y la disponibilidad.

4.- ILUMINACIÓN BÍBLICA, ECLESIAL Y MARISTA

En esta sección retomamos algunos documentos que nos han


servido de inspiración e impulso en nuestro caminar. Se incluyen
textos de la Escritura, documentos eclesiales y documentos maristas.
4.1.- Iluminación bíblica
Jesús y su evangelio es la fuente primera y última de todo
cristiano y, por tanto, de toda comunidad de discípulos. Su Buena
Noticia ilumina y acompaña los pasos de aquellos que desean hacer
vida su proyecto: El Reino de Dios y su Justicia. Por ello su palabra es
fortaleza que impulsa el caminar de las comunidades maristas insertas
de Venezuela.

Fue a Nazaret, donde se había criado, y según su costumbre


entró en sábado en la sinagoga y se puso en pie para hacer la lectura.
Le entregaron el libro del profeta Isaías. Lo abrió y encontró el texto
que dice:
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido para que
dé la Buena Noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar la libertad
a los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los
oprimidos, para proclamar el año de gracia del Señor. (Lc 4, 16-19)

Al ver a la multitud, subió al monte. Se sentó y se le acercaron los


discípulos. Tomó la palabra y comenzó a enseñarles del siguiente
modo:
Felices los pobres de corazón, porque el reino de los cielos les
pertenece.
Felices los afligidos, porque serán consolados.
Felices los desposeídos, porque heredarán la tierra.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los misericordiosos, porque serán tratados con misericordia.
Felices los limpios de corazón, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque se llamarán hijos de Dios.
Felices los perseguidos por causa del bien, porque el reino de los
cielos les pertenece. (Mt 5, 1-10)

Fue recorriendo ciudades y pueblos proclamando la Buena Noticia del


reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que había
sanado de espíritus inmundos y de enfermedades: María Magdalena,
de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa,
mayordomo de Herodes; Susana y otras muchas, que los atendían con
sus bienes. (Lc 8 1-3)

...la multitud que lo escuchaba comentaba asombrada: “-¿De dónde


saca éste todo esto? ¿Qué clase de sabiduría se la ha dado, qué
tamaños milagros realiza con sus manos? ¿No es éste el carpintero, el
hijo de María, el hermano de Santiago y José, Judas y Simón? ¿No
viven aquí, entre nosotros, sus hermanas?” Y esto era para ellos un
obstáculo. (Mc 6, 2-3)

Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jesús, quien, a pesar de su


condición divina, no hizo alarde de ser igual a Dios; sino que se vació
de sí y tomó la condición de esclavo, haciéndose semejante a los
hombres. Y mostrándose en figura humana se humilló, se hizo
obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz. (Flp 2, 5-8)

4.2.- Iluminación eclesial


La comunidad eclesial antes que un conjunto de doctrinas, ritos
y tradiciones, es comunidad de seguidores de Jesús. Reconocemos en
los documentos de nuestra Iglesia el esfuerzo discernido, constante y
permanente, de escuchar los signos de los tiempos y de orientar a los
seguidores de Jesús a vivir lo más fielmente posible su proyecto que
es el Reino de Dios. En los documentos eclesiales que se citan a
continuación encontramos inspiración para llevar adelante el Proyecto
de Inserción Marista en Venezuela.
VATICANO II
Constitución Gaudium et spes.
Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres
y las mujeres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos
sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los
discípulos de Cristo... Nº1.

Para cumplir la misión es deber permanente de la Iglesia escrutar a


fondo los signos de las época e interpretarlos a la luz del Evangelio, de
forma que, acomodándose a cada generación, pueda la Iglesia
responder a los perennes interrogantes de la humanidad sobre el
sentido de la vida presente y de la vida futura y sobre la mutua
relación de ambas. Es necesario por ello conocer y comprender el
mundo en que vivimos, sus esperanzas, sus aspiraciones y el sesgo
dramático que con frecuencia le caracteriza... Nº4.

MEDELLÍN (segunda conferencia general del episcopado


latinoamericano)
II. Sentido humanista y cristiano de la Educación.
La Educación liberadora como respuesta a nuestras necesidades.
... nos conduce a proponer una visión de la educación, más conforme
con el desarrollo integral que propugnamos para nuestro continente: la
llamaríamos la “educación liberadora”; esto es, la que convierte al
educando en sujeto de su propio desarrollo. La educación es
efectivamente el medio clave para liberar a los pueblos de toda
servidumbre y para hacerlos ascender de condiciones de vida menos
humanas a condiciones más humana.
Para ello, la educación en todos sus niveles debe llegar a ser creadora,
pues ha de anticipar el nuevo tipo de sociedad que buscamos en
América Latina; debe basar sus esfuerzos en la personalización de las
nuevas generaciones, profundizando la conciencia de su dignidad
humana, favoreciendo su libre autodeterminación y promoviendo su
sentido comunitario... Nº8.

La Iglesia visible y sus estructuras


12. Religiosos
El religioso ha de encarnarse en el mundo real y hoy con mayor
audacia que en otros tiempos: no puede considerarse ajeno a los
problemas sociales, al sentido democrático, a la mentalidad pluralista,
de los hombres y mujeres que viven a su alrededor. Nº3.
PUEBLA (Tercera conferencia general del episcopado
latinoamericano)
2.3. Iglesia, Fe y Cultura.
Para desarrollar su acción evangelizadora con realismo, la Iglesia ha
de conocer la cultura de América Latina..., no sólo por vía científica,
sino también por la connatural capacidad de comprensión afectiva que
da el amor, podrá conocer y discernir las modalidades propias de
nuestra cultura, sus crisis y desafíos históricos y solidarizarse, en
consecuencia, con ella en el seno de su historia. Nº397.

La Iglesia, pueblo de Dios, cuando anuncia el Evangelio y los pueblos


acogen la fe, se encarna en ellos y asume sus culturas..., no una
identificación sino una estrecha vinculación con ella... Nº400.

Las culturas no son terreno vacío, carente de auténticos valores. La


evangelización de la iglesia no es un proceso de destrucción, sino de
consolidación y fortalecimiento de dichos valores; una contribución al
crecimiento de los “gérmenes del verbo” presentes en las culturas...
Nº401.
4.3.- Iluminación marista
El hermano Charles Howard decía, en el año de 1986, al
presentar las Constituciones y Estatutos que si “a la luz de la fe, nos
dejamos juzgar, día a día, por las Constituciones, nos iremos
asemejando a Jesús, como María, guiados por Marcelino Champagnat.
Esto supone una conversión, recomenzada siempre, que nos permite
ser fieles al Evangelio, al espíritu del Fundador y a los signos de los
tiempos, escrutados en comunión eclesial”. Estas palabras del Hno,
Charles no sólo son aplicables a las Constituciones, sino también a los
documentos que han ido iluminando la vida marista a lo largo de la
historia. Aquí nos referimos a algunos artículos de las Constituciones,
la 3a CLAP, En Torno a la misma Mesa y el XXI Capítulo General
que sustentan y animan la vida marista inserta en Venezuela.

CONSTITUCIONES
Nuestro espíritu de familia encuentra su modelo en el hogar de
Nazaret. Está hecho de amor y de perdón, de ayuda y de apoyo, de
olvido de sí y de apertura a los demás. Y de alegría. ART.6
En su amor por nosotros, Cristo, que siendo rico se hizo pobre,
nos apremia a participar en su pobreza. Nace en la indigencia, vive del
trabajo de sus manos, anuncia a los pobres la Buena Noticia y los
proclama bienaventurados. Consciente de haberlo todo recibido todo
del Padre, se abandona en sus manos y de despoja de sí mismo hasta
morir en la Cruz. ART. 28
Vivimos concretamente la pobreza personal y comunitaria
llevando una vida laboriosa y sobria y evitando lo superfluo.
Nuestra pobreza se manifiesta también en la sencillez, que ha de
caracterizar nuestra manera de ser, nuestro estilo de vida y nuestra
acción apostólica. ART. 32

Por fidelidad a Cristo y al Fundador, amamos a los pobres: son


bendecidos del Señor, atraen sobre nosotros sus bondades y nos
evangelizan.
Guiados por la Iglesia y según nuestra vocación propia, nos hacemos
solidarios de los pobres y de sus causas justas. Les damos preferencia
allí donde nos encontremos, cualquiera que se sea nuestro empleo.
Apreciamos los lugares y casas que nos permiten compartir su
condición y aprovechamos las ocasiones que nos ponen en contacto
con la realidad de su vida cotidiana.
La preocupación por los pobres nos impulsa a descubrir las
causas de su miseria y a liberarnos de todo prejuicio e indiferencia
respecto de ellos. Por lo mismo, nos sentimos más responsables de los
bienes que están a nuestro uso y que debemos compartir con los más
necesitados. Evitamos ofenderlos con un nivel de vida más holgado de
lo necesario.
Nuestra misión de educadores de la juventud nos compromete a
trabajar por la promoción de la justicia. ART. 34

La comunidad marista acoge a cuantos llegan como si recibiera


a Jesús en persona; vive así, de forma concreta, la fraternidad
universal. Inserta en su medio, como levadura en la masa, debe, al
mismo tiempo, abrirse a toda la humanidad en la oración y en el
apostolado. ART. 62

El Padre Champagnat encarna un celo evangélico que acierta a


dar respuestas adecuadas a problemas concretos.
Se siente llamado a formar religiosos para educar
cristianamente a los niños del campo, de quienes nadie se ocupa.
Según él, la misión del Hermano consiste en ayudar a los niños y
jóvenes a llegar a ser, ante todo, buenos cristianos y buenos
ciudadanos. Hombre de fe, estima la oración como el mejor medio
para hacer dócil el corazón de los alumnos. Para Marcelino
Champagnat el ejemplo y la presencia prolongada son elementos
importantes de la pedagogía marista, que él resume así: Para educar
bien a los niños hay que amarlos.
Hermanos Maristas, animados de un celo semejante al suyo,
continuamos el carisma del Fundador respondiendo a las expectativas
y necesidades de los jóvenes de hoy. ART. 71

Vamos al encuentro de los jóvenes allí donde están. Somos


audaces para penetra en ambientes quizá inexplorados, donde la
espera de Cristo se manifiesta en la pobreza material y espiritual. En
los contactos con los jóvenes, les damos muestra de atención
impregnada de humildad, sencillez y desinterés.
Les presentamos a Cristo, Verdad liberadora, que llama a cada
uno por su nombre. Los ayudamos a descubrir u propia formación en
la Iglesia y en el mundo. Permanecemos siempre abiertos al Espíritu
Santo, que nos interpela a través de la realidad de sus vidas y que nos
impulsa a acciones valientes. ART. 83

María, educadora de Jesús en Nazaret, inspira nuestra actitud


con los jóvenes. Toda acción apostólica es una participación de su
maternidad espiritual.
La contemplamos desconocida y oculta en el mundo y fiel a su misión
de dar a Dios a los hombres… Se eclipsa después para abrir espacio a
Jesús; pero vuelve a aparecer junto a él, en el sufrimiento y la
humillación de la Cruz, antes de asumir el papel de Madre en el seno
de la Iglesia. ART. 84

La fidelidad a nuestra misión exige atención continua a los


signos de los tiempos, a las llamadas de la Iglesia y a las necesidades
de la juventud. Esta atención nos permite adaptar las estructuras y nos
impulsa a tomar decisiones valientes, a veces inéditas.
Tomamos las opciones apostólicas en discernimiento
comunitario… Art. 168

3ª CLAP (Conferencia Latinoamericana de Provinciales, Chosica,


setiembre de 1984).
La prioridad, declarada en las conclusiones del encuentro,
expresa: “consolidar el proceso de conversión en el seguimiento de
Cristo pobre y Hermano Universal, de manera que se encarne
progresivamente en las provincias, a escala general, una real
operatividad de la atención preferente a los niños y jóvenes pobres”.
Y entre las Líneas de Acción se leen: “Motivar y animar a los
hermanos a favor de los menos favorecidos. Crear condiciones para
una inserción más clara y efectiva entre los más necesitados según el
carisma marista”.

EN TORNO A LA MISMA MESA


Comunidades de vida hermanos y laicos
Hoy existe un significativo número de comunidades maristas donde
hermanos y laicos comparten la vida en torno a la misión. Algunas
han surgido para ayudar en el discernimiento vocacional de jóvenes
adultos; otras, para el trabajo de inserción social; otras desarrollan
proyectos desde la vida y misión compartidas. Unas tienen carácter
temporal, otras son de mayor duración. Todas ellas son ejemplo de la
riqueza comunitaria generada por personas de distintos estados de
vida. Nº 90.

La encarnación de Cristo, el pesebre, nos enseña a compartir las


alegrías y sufrimientos de nuestras gentes, en medio del mundo; a
volver a lo esencial, adoptando un estilo sencillo de vida; a admirarnos
de los de los niños y a descubrir, en su fragilidad, el rostro de Dios.
- Allí está Dios, en los niños y jóvenes, especialmente en los
que no tienen sitio en la posada. Allí queremos contemplarle todos los
días. N º106.

María, mujer laica, es también para nosotros modelo de vida sencilla y


laboriosa. Junto a ella y a José, Jesús aprende a relacionarse, a ver el
mundo y a descubrir su vocación. Como ella, evangelizamos y
educamos con la presencia. En nuestras familias, en los lugares de
trabajo, en el encuentro con los amigos y vecinos, hacemos visible el
rostro materno de la Iglesia al estilo de María. Nº111.

Comprometidos en los procesos de liberación de los excluidos,


proclamamos el Magníficat de María, sabiendo que Dios es el que
impulsa y sostiene nuestros esfuerzos por conseguir un mundo en el
que los hambrientos son colmados de bienes. Nº 112.
Vivimos un momento de creatividad, interesante y complejo… Laicos
y hermanos debemos discernir juntos las mejores maneras de dar
cauce a la vitalidad que está brotando. Nº 143.

Creemos en la experiencia como camino de crecimiento: experiencia


leída, interpretada y compartida en comunidad. Nº 160

La formación incluye también la toma de conciencia de las causas de


exclusión de tantas personas en nuestras sociedades y el compromiso
con la justicia y la sostenibilidad. N º 162.

4.4.- Relectura del XXI CAPÍTULO GENERAL desde la inserción

El Capítulo General motiva e ilumina nuestra inserción popular


marista:
 Cuando valora como riqueza la diversidad de nuestras
vocaciones y de nuestras culturas, pues reconoce el derecho a
ser maristas de modo diverso, apuntando al necesario
discernimiento de las llamadas personales y a la valoración
positiva de cada cultura.
 Cuando impulsa el nacimiento de una nueva época para el
carisma marista, a través de un itinerario de conversión
tanto personal como institucional, pues suscita la creatividad
y llama a la puesta en práctica de modelos diferentes de vida y
misión marista entre los niños y jóvenes pobres.
 Cuando invita a una presencia fuertemente significativa
entre los niños y jóvenes pobres; a ser: hermanos entre los
hermanos, signos del Reino, en la sencillez de vida…
inspirados en la primera comunidad de la Valla… y
animados por el testimonio de nuestros hermanos mártires;
hermanos de los niños y jóvenes pobres, presentes entre
ellos… signos del amor de Dios y audaces para desplazarnos
donde otros no llegan… dejándonos evangelizar por el otro
–pobre-… memoria evangélica para el mundo; pues expresa
de manera clara y significativa lo quehoy queremos vivir en el
mundo popular: la sencillez de vida, inspirados en nuestros
orígenes, y la presencia entre los pobres como especificidad
propia de nuestro camino de inserción popular, con todo su
significado evangelizador y de propia conversión.
 Cuando nos invita a llevar a Jesucristo especialmente a los
niños más pobres, y nos explica cómo llevarlo, en un proceso
pedagógico particular:
1º Ver el mundo a través de los ojos de los niños
pobres, descubrirlo como lo hace un niño pobre, sin
prejuicios, con su carga de realismo, de sufrimiento, de
exclusiones y ausencias; descubrir el mundo poniéndonos
en el lugar del pobre…
2 º Salir deprisa al encuentro del joven Montagne;
encontrarnos con los pobres como lo hicieron Marcelino
y María de Nazaret; acogerlos en nuestro corazón, atentos
a sus personas, a sus situaciones vitales de dificultades y
carencias, y también a sus experiencias valiosas;
acogerlos con actitudes de solidaridad y entrega.
3º Descubrir en los rostros de los niños pobres el
rostro de Dios, su presencia sacramental e interpelante.
 Cuando en el de prisa relee la circular de Benito “Caminar en
paz, pero deprisa” tan iluminadora como fue y sigue siendo para
este caminar popular.
 Cuando vuelve a tomar, como lo hiciera el XIX C.G. el
encuentro con el joven Montagne como experiencia
carismática fundante.
 Cuando recoge como implicación del carisma marista para
hermanos y laicos vivir la opción por los pobres, sin
adjetivaciones ni reducciones.
 Cuando nos invita a descubrir que en nuestra pequeñez está
la fuerza de Dios, y que en nuestra debilidad está la mano
cariñosa del Dios amor.

Los capitulares animan nuestra comunión con el Instituto, en la


diversidad de modos de vida, cuando:
 Evocan el sueño de Dios para cada uno de nosotros… y nos
hacen continuadores del sueño de Marcelino: profetas de la
fraternidad y presencia del rostro materno de Dios y de su
amor.
 Apoyan a hermanos y laicos en otras expresiones nuevas de
vida y pertenencia marista que están surgiendo.
 Promueven una pastoral vocacional inclusiva, de invitación a
los jóvenes a unirse a ser hermanos maristas o laicos
maristas.
 Nos quieren hermanos abiertos y disponibles para acoger la
diversidad de nuestro Instituto.

Apreciamos la imagen que nos proponen de María, peregrina de la


fe. Nos sabemos con ella, con los hermanos, y entre el pueblo pobre,
haciendo esta caminata de Pueblo de Dios en marcha.

5.- DIMENSIONES DE LA VIDA DE LAS COMUNIDADES


MARISTAS INSERTAS

Este proyecto queda abierto para seguir profundizándolo y


actualizándolo en el encuentro con los pobres. Nuestra reflexión nos
ha permitido ir elaborando algunos documentos que iluminan lo que
vamos viviendo. A esta fecha de 2013 contamos con dos documentos
que nos sirven de inspiración:

5.1. Espiritualidad de las Comunidades Insertas en Venezuela.


5.2. Relación Vecinal de las Comunidades Insertas en
Venezuela.

Reconocemos la urgencia de seguir profundizando desde el


caminar concreto de las comunidades algunas dimensiones entre las
cuales hemos resaltado en nuestros encuentros las siguientes:
5.3. Economía Popular
5.4. Comunidades de Vida Hermanos y Laicos
5.5. Misión
5.6. Formación Inculturada
5.7. Pastoral Vocacional y Juvenil
5.8. Ecología y Buen vivir
5.9. Nuestras memorias de inserción.

6.- IMPLICACIONES PARA LA VIABILIDAD DEL PROYECTO

En cada uno de los últimos encuentros se ha abordado la


reflexión sobre las implicaciones coyunturales y a mediano plazo de
nuestra realidad provincial sobre la viabilidad del proyecto marista de
inserción en Venezuela. Es importante seguir preguntándonos:
- ¿Qué implicaciones tiene el caminar provincial sobre
nuestras comunidad insertas?
- ¿Cómo nuestras comunidades aportan vida al caminar
provincial?
- ¿Sentimos el apoyo de nuestras autoridades provinciales a
nuestro proyecto?
- ¿Cómo seguir en fidelidad al proyecto de Jesús y
Champagnat leído desde los pobres, en las distintas
coyunturas que se vayan presentando en el Instituto y en la
provincia?

Hno. John Arrieta, comunidad de El Cristo.


Carmen Emilia Arráez, comunidad de El Cristo.
Diobenys Paternina, comunidad de El Cristo.
Hno. José Luis Sebastián, comunidad de El Cristo.
Hno. Tomás Martínez, comunidad de Punto Fijo.
Hno. Diego Antón, comunidad de Punto Fijo.
María Torres, comunidad de Punto Fijo
Hno. Angelito González, comunidad de Tucupita.
Hno. Gerardo Relloso, comunidad de Tucupita.
Hno. Jesús M. Alonso, comunidad de Tucupita.
Ernesto Rodríguez, animador marista de Caracas
Luisángela Rodríguez, animadora marista de Caracas
Verónica Villar, animadora marista de Caracas
Andreina Solórzano, animadora marista de Caracas
Hno. Francisco Javier Pérez París, acompañante por el Consejo
Provincial
Contenido
INTRODUCCIÓN................................................................................1
1.- NUESTRO CAMINAR EN LA INSERCIÓN EN VENEZUELA. 2
1.1.- Hechos significativos................................................................2
1.2.- Encuentros de reflexión de las comunidades insertas...............8
2.- HORIZONTES DE LA INSERCIÓN MARISTA EN
VENEZUELA.....................................................................................13
3.- ELEMENTOS GENERALES Y LOCALES DEL PROYECTO..14
3.1.- PROYECTO DE COMUNIDAD MARISTA EL CRISTO.......15
3.2.- PROYECTO DE LA COMUNIDAD DE VIDA DE
HERMANOS Y LAICOS: PUNTO FIJO...........................................16
3.3- PROYECTO DE COMUNIDAD TUCUPITA...........................17
4.- ILUMINACIÓN BÍBLICA, ECLESIAL Y MARISTA................18
4.1.- Iluminación bíblica..................................................................18
4.2.- Iluminación eclesial.................................................................19
4.3.- Iluminación marista.................................................................20
4.4.- Relectura del XXI CAPÍTULO GENERAL desde la inserción
.........................................................................................................23
5.- DIMENSIONES DE LA VIDA DE LAS COMUNIDADES
MARISTAS INSERTAS....................................................................24
6.- IMPLICACIONES PARA LA VIABILIDAD DEL PROYECTO
.............................................................................................................25

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