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El regalo del tiempo.

Texto:

"Ecl 3:1 Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada
suceso bajo el cielo:
Ecl 3:2 tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo
de arrancar lo plantado; Ecl 3:3 tiempo de matar, y tiempo de curar;
tiempo de derribar, y tiempo de edificar; Ecl 3:4 tiempo de llorar, y
tiempo de reír; tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar; Ecl 3:5 tiempo
de lanzar piedras, y tiempo de recoger piedras; tiempo de abrazar, y
tiempo de rechazar el abrazo; Ecl 3:6 tiempo de buscar, y tiempo de dar
por perdido; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; Ecl 3:7 tiempo de
rasgar, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; Ecl 3:8
tiempo de amar, y tiempo de odiar; tiempo de guerra, y tiempo de paz".

Introducción:

Los hombres pasamos por diferentes etapas en la vida: la lactancia, la


infancia, la adolescencia, la juventud, la adultez y la vejez. Cada una de
estas etapas están determinadas con sus propias particularidades. Todas
tienen en común algo: El tiempo. Una hora tiene 60 minutos y un día
tiene 24 horas que son 1440 minutos. En esta vida nos desarrollamos y
crecemos, y nos sucede de todo. Tenemos buenos y malos momentos.
Algunas veces nos va bien y en otras ocasiones nos va mal de acuerdo a
la sabiduría o insensatez nuestra. Aunque algunas veces tomamos
decisiones sabias pero de todas formas nos va mal. Hay sufrimiento en el
tiempo en que nos toca vivir, lo cual les pasa a todos los seres humanos.
Usamos la palabra tiempo en tres formas diferentes: decimos que hoy
hace buen tiempo, refiriéndonos al clima. También lo usamos con
respecto a la cronología y la última manera en que usamos la palabra
tiempo es para denotar los sucesos de la vida o lo que ocurre en nuestra
sociedad. La vida comienza en el útero de nuestra madre y luego continua
con el nacimiento y de ahí a la aventura o desventura de la existencia.
Todos tenemos tiempo. Lo importante es ¿qué hacemos con nuestro
tiempo? no es en vano lo que hacemos con el tiempo, porque al final
tendremos que rendir cuentas a nuestro Creador por lo que hicimos con
él. Solo los que rechazan a Dios vivirán en vano y en vano habrán
trabajado, porque sus vidas terminarán en el infierno. Pablo dijo: "2Co
6:2 pues El dice: EN EL TIEMPO PROPICIO TE ESCUCHE, Y EN EL DIA DE
SALVACIÓN TE SOCORRÍ. He aquí, ahora es EL TIEMPO PROPICIO; he
aquí, ahora es EL DIA DE SALVACION". Este es el tiempo indicado por
Dios para que recibas la salvación de tu alma y comiences a vivir
realmente. Si queremos vivir eternamente tenemos que aceptar a Jesus
en nuestros corazones y luego seguirlo. Si ya lo hemos hecho, entramos
en los tiempos de Dios para nosotros. Dice en el "Sal 90:10 Los días de
nuestra vida llegan a setenta años; y en caso de mayor vigor, a ochenta
años. Con todo, su orgullo es sólo trabajo y pesar, porque pronto pasa, y
volamos". Aquí vemos que el tiempo vuela y que la duración de la vida es
corta. Por lo tanto, tenemos cierta cantidad de tiempo en este planeta.
También vivimos diferentes tiempos aquí. Ya tuvimos dos guerras
mundiales y se está gestando la tercera muy lentamente, el hombre no
ha aprendido de sus errores del pasado, lo sigue cometiendo. No nos
queda mucho tiempo, tenemos que aprovechar al máximo el tiempo de
que disponemos y tenemos que discernir los tiempos en los que estamos.

1) ¿Qué es el tiempo?

"Debemos tener una precisa perspectiva de la eternidad para conocer el


verdadero valor del tiempo."

Muchos sabios se han dedicado a pensar el tiempo. Distingue Newton dos


tipos de t., el absoluto y el relativo. «El t. absoluto, verdadero,
matemático, transcurre en sí y por su naturaleza, sin ninguna relación con
algo exterior, de modo uniforme; también es llamado duración. El t.
relativo, aparente y vulgar, es una medida sensible y externa, exacta o
no, de la duración mediante el movimiento, y de la cual se usa
corrientemente en lugar del t. verdadero; tal es la hora, el día, el mes, el
año» Según el diccionario tiempo es: "Duración de las cosas sujetas a
mudanza. Parte de esta duración. Época durante la cual vive alguna
persona o sucede alguna cosa. Estación del año. Edad. Oportunidad,
ocasión o coyuntura de hacer algo". Estamos acostumbrados a pensar en
el tiempo y nos es difícil pensar en la eternidad, puesto que en la
eternidad no hay tiempo. Dice San Agustin en su libro Confesiones: "El
espíritu anclado en el tiempo no puede concebir lo eterno" y se pregunta
"¿Qué es, en efecto, el tiempo? ¿Quién sería capaz de explicarlo sencilla y
brevemente? Si nadie me lo pregunta, lo sé. Si quiero explicárselo a quien
me lo pregunta, no lo se. Sin embargo, con toda seguridad afirmo saber
que, si nada pasase, no habría tiempo pasado, y que si nada
sobreviviniese, no habría tiempo futuro, y que si nada hubiese, no habría
tiempo presente.
Aquellos dos tiempos, pues, el pasado y el futuro, ¿cómo son, puesto que
el pasado ya no es, y el futuro no es aún? En cuanto al presente, si fuese
siempre presente y no pasase al pretérito, ya no sería tiempo, sino
eternidad. Si, pues, al presente, lo que le hace que sea tiempo es que va
a dar al pasado, ¿como decimos también que el es, si la razón por la que
es, es que no será, de modo que, en realidad, no podemos decir en
verdad que el tiempo es, sino porque tiende a no ser?". Sigamos.

2) Nuestros tiempos están en las manos de Dios.

"El tiempo de Dios es siempre perfecto."

Dice el "Sal 31:15 En tu mano están mis tiempos..." Como vimos en


nuestro texto de hoy, todo tiene su tiempo. Es obvio que no es tiempo
para casarse el de un bebe, tiene que esperar el tiempo en que se
prepare para el matrimonio y tenga una edad adecuada para ello. Todos
estamos pasando por diferentes tiempos, algunos estan pasando tiempos
de enfermedad, otros de salud, otros de escasez económica y algunos de
prosperidad, algunos más están en tiempos de pruebas y otros están
saliendo de un tiempo de tentación. Cualquiera que sea el tiempo que
estas pasando, no nos tenemos que preocupar, porque nuestros tiempos
están en sus Manos. La Biblia del diario vivir comenta: "Al decir, "en tu
mano están mis tiempos", David estaba expresando simplemente su
creencia de que todas las circunstancias de la vida están bajo el dominio
de Dios. Saber que Dios nos ama y tiene cuidado de nosotros nos permite
mantenernos firme en nuestra fe a pesar de las circunstancias". Dios
sacará bien del mal que estás pasando. Los cristianos son los únicos en el
mundo en que pueden sacar provecho espiritual cualquiera sea el tiempo
en que esten viviendo. Aprenderemos cosas grandes y ocultas que no
sabíamos porque Dios nos lo enseñará. ¿Que tiempo estás pasando
ahora? Quiero animarte a que creas que eso que estás viviendo ahora
está en las manos de Dios y nadie te puede arrebatar de sus manos. La
Biblia dice: "Sal 37:23 Por Jehová son ordenados los pasos del
hombre..." Dios ordenó tus pasos a las circunstancias que estás
experimentando hoy, no tengas miedo, miralo a Él. Si estás pasando por
dificultades, es Dios que ordenó tus pasos hacia ahí, esa dificultad están
en sus buenas manos. Dale gracias por lo que Él hará en esa dificultad,
porque a través de ella tú saldrás bendecido. Dios hace que todas las
cosas nos ayuden a bien. Dios tiene el control de nuestras vidas, El no ha
perdido el control. Hay preciosas lecciones que aprender del tiempo que
estamos viviendo. Porque nosotros vivimos y morimos para el Señor y
para los demás, porque si somos atribulados es para consuelo y salvación
de los otros y si somos consolados también. Como ves Dios convierte la
maldición en bendición, las tinieblas en luz y las desgracias en gracia.
Esta palabra es de gran consuelo para nosotros, pues nuestros tiempos
están en sus manos y Él no dejará que nada nos destruya, porque todo lo
que no me destruye me fortalece. Esa escasez te fortalecerá, esa
enfermedad te fortalecerá, esa tentación te fortalecerá, porque nos
fortalecemos en el Señor cualquiera sea nuestro tiempo. ¡¡Aleluya!!

3) Discernir y entender los tiempos que vivimos.

El tiempo es el ángel del hombre. Friedrich Schiller

Discernir es "Distinguir una cosa de otra, señalando la diferencia que hay


entre ellas". Entender es "Tener idea clara de las cosas; comprenderlas.
Saber con perfección una cosa".
No todos disciernen los tiempos en que vivimos, ni muchos menos lo
entienden. El discernimiento va acompañado del entendimiento. Para
distinguir algo hay que entenderlo. Tenemos que tener una idea clara de
los tiempos que vivimos. En este caso se trata de entender y discernir en
qué momento de la historia estamos. Se trata de saber lo que sucede en
nuestro tiempo. Los fariseos por no distinguir las señales de los tiempos,
rechazaron al Mesías tan esperado y prometido, el Salvador del mundo.
Dice en "Mat 16:2 Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece,
decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. Mat 16:3 Y por la
mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado.
¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de
los tiempos no podéis!", asimismo pasa hoy. La sociedad no distingue el
tiempo que estamos viviendo. Pedro dijo en "1Pe 4:7 Mas el fin de todas
las cosas se acerca; sed pues prudentes y de espíritu sobrio para la
oración". La Biblia nos asegura que estamos en los últimos tiempos y que
por lo tanto nos tenemos que preparar como es debido. Las señales de los
tiempos nos indican que la venida del Señor está cerca, casi todas las
profecías se han cumplido. También eso quiere decir que la gran
tribulación, que es el juicio de Dios a un mundo impenitente está también
cerca. Jesus dijo que estemos preparados para su venida. La oración es
vital para estos tiempos. El modernismo llegó o está llegando a su fin, y
ahora vino el posmodernismo con todo un bagaje de actitudes
anticristianas. En el modernismo por lo menos se creía en la verdad
relativa, en el posmodernismo ya no se cree en la verdad, es la venida del
nihilismo total, no se cree en nada. Es una sociedad sin Dios y sin
creencia alguna de Dios. El hombre se quiere liberar por fin de toda moral
y ética, lo cual es un engaño total. El hombre de hoy es liberal, pero no
libre, sigue siendo esclavo de sus pasiones como antaño lo fueron
hombres con convicciones semejantes. Este tiempo es un tiempo
posmoderno, post verdad, poscristiano, posmoral. Se convierte así en una
sociedad muy peligrosa, en donde se reclaman derechos pero se niegan
responsabilidades. Es la sociedad del yo egoísta. De la liberación inmoral
del sexo. Los negocios son el dios de este siglo, Mamón aún reina en los
corazones humanos. Los hombres le rinden culto a las riquezas, al sexo,
al poder politico, al placer, solo cambiaron palabras para nombrarlos pero
son los mismos viejos pecados de la antiguedad. Son tiempos peligrosos
como dijo Pablo en "2Ti 3:1 También debes saber esto: que en los
postreros días vendrán tiempos peligrosos". Es esto lo que discernimos de
estos tiempos y entendemos que tenemos que estar preparados para
enfrentarnos a una sociedad desquiciada como por ejemplo la ideología de
género, ¿que clase de mente pergenio una ideología tan perversa? Solo
una mente en tinieblas puede pensar semejante insensatez. Y también el
lenguaje inclusivo que no es más que una tontería, quieren deformar el
lenguaje que es tan hermoso. En la Biblia leemos esto: " 1Cr 12:32 De
los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y
que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus
hermanos". La tribu de Isacar tenían 200 hombres entendidos en los
tiempos y por lo tanto sabían lo que tenían que hacer. Por supuesto era
un don espiritual de Dios para su pueblo, y si Él lo hizo en la antigüedad,
también lo hará por nosotros hoy, solamente se lo tenemos que pedir y
recibir. Entender los tiempos es de vital importancia, porque asi
estaremos mejor preparados para ello y no nos tomará por sorpresa. Pero
también es importante discernir y entender el tiempo personal en el que
uno está viviendo. Ya vimos algo de eso. Con una idea clara de los
tiempos en que vivimos podremos y sabremos qué hacer. Por un lado
algo tetrico se está gestando en el mundo, pero por otro algo glorioso
viene para la iglesia en este tiempo. La gloria de Dios vendrá como nunca
la hemos visto y yo no me lo quiero perder. Experimentaremos una
mayor medida de su poder y habrá una manifestación más grande y
global de los dones espirituales. Anhela . desea los tiempos de Dios para
tu vida, porque son los mejores tiempos que podamos imaginar.

4) Redimir el tiempo.

“El no saber manejar el tiempo es la consecuencia de no saber manejarse


a sí mismo.”
¿Cómo inviertes tu tiempo? Obviamente una cosa es si estas sano y otra
es si estas enfermo, los dos invertirán su tiempo de diferente maneras,
según la enfermedad de cada uno o la salud que tengamos. Todos
tenemos 24 horas al día, así que eso lo tenemos en común. La diferencia
en el uso del tiempo lo hace la necedad o sabiduría que tengamos para
saber darle un mal o buen uso. No debemos desperdiciar nuestro tiempo,
sino invertirlo sabiamente. Y lo primero en que tenemos que invertir
nuestro tiempo es en pasar tiempo con Dios, invertir tiempo en Dios es
gran ganancia. Lo invertiremos en oración y meditación de las Escrituras
en donde Dios nos habla a nosotros. Luego invertiremos tiempo en el
trabajo, haciéndolo de la mejor manera posible a nuestro saber. Luego
invertiremos tiempo en la familia, con la esposa y los hijos o si somos
solteros en alguna actividad que nos guste. Si no trabajamos podemos
invertir el tiempo en estudiar alguna carrera no importa la edad, nunca es
tarde para saber. Pablo dijo: "Efe 5:15 Mirad, pues, con diligencia cómo
andéis, no como necios sino como sabios, Efe 5:16 aprovechando bien el
tiempo, porque los días son malos". Los sabios aprovechan bien el
tiempo. Otra palabra para aprovechar es redimir, que significa comprar.
Compramos tiempo cuando no lo perdemos y lo utilizamos bien. Por
supuesto tenemos que tener tiempo para el esparcimiento y el descanso.
Cuando estamos en ocio podemos leer un buen libro que nos guste. Todo
cristiano tiene que ser un buen lector. Yo leo mucho y de esa manera
compró tiempo y lo aprovecho en mi crecimiento personal. La lectura te
expande la mente y ensancha el corazón. Según te lo permitan tus
fuerzas aprovechalo usando tu tiempo en algo constructivo. También
tenemos que hacernos tiempo para reunirnos como iglesia y no dejar de
congregarnos. Eso hará que avancemos en la vida cristiana y no que
retrocedamos. Nos servirá para ministrar nuestros dones dados por Dios a
los demás. Y tenemos que aprovechar el tiempo en todo lugar para
interceder por todos los hombres y todas las situaciones a las que Dios
nos guíe a orar. El dicho popular dice que el tiempo es oro. También
aprovecharemos el tiempo al máximo para hacer buenas obras, para que
abunde en nuestra cuenta como dice Pablo y seamos recompensados por
el Señor en el tribunal de Cristo. Al hacer buenas obras tendremos un
saldo favorable en nuestra cuenta celestial. Y en todo tiempo lo
aprovecharemos para ser llenos del Espíritu. El Espíritu nos guiará en el
buen uso del tiempo y nos dará sabiduría para emplearlo bien.
Compremos tiempo y habremos gastado bien nuestra inversión.

5) El tiempo, la maduración y la paciencia.


"Lo que yo haga con mi tiempo, va a determinar lo que yo llegue a ser."

Madurez.
Si perdemos tiempo, este, jugará en contra nuestra. Cada etapa de la
vida tiene su debido crecimiento. Nunca paramos de crecer en esta vida,
a menos que nos estanquemos en una meseta. Se requiere tiempo para
crecer. Nadie nació maduro. La madurez psicológica y espiritual lleva
tiempo. Como también lleva tiempo sanar las heridas de la vida, muchos
tienen traumas y complejos que sanar y no va a suceder de la noche a la
mañana. Dice el doctor cristiano Henry Cloud: "El tiempo es un acto de la
gracia de Dios, ...el tiempo no es un lujo, sino una necesidad...el tiempo
es la manera de Dios de procurar la integridad perdida en el Edén". Esa
integridad perdida comienza a ser restaurada solo cuando recibimos a
Jesus como Señor de nuestras vidas. Ahí comenzará el proceso de
sanidad de nuestras heridas. Aprenderemos muchas cosas que nos
llevarán a una madurez emocional y espiritual. Si nosotros sabemos cómo
responder ante cada herida recibida, creceremos y nos desarrollaremos
bien, pero si no sabemos responder bien, emocionalmente no creceremos
y nos quedaremos estancados en esa experiencia hasta que la
resolvamos. También aprenderemos a confesar nuestros pecados y a
arrepentirnos, y recibir así el perdón que sana nuestra culpa. Y así vamos
creciendo en la vida. Dice en "1Pe 2:1 Desechando, pues, toda malicia,
todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, 1Pe 2:2
desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para
que por ella crezcáis para salvación..." Para poder crecer necesitamos
desechar las cosas que Pedro menciona aquí, una vez que nos libramos
del engaño, envidias, celos, enojos, etc, crecemos naturalmente. Saber
resolver nuestros dolores emocionales nos permitirá crecer sanos y llegar
a ser cada vez más maduros en nuestro ser. Dice en "Col 2:19 y no
asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y
uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que
da Dios". Aquí vemos que Dios da el crecimiento por medio de Cristo y su
cuerpo. Nos necesitamos los unos a los otros para poder crecer. Somos
nutridos por el amor, la gracia y la verdad que nos demuestran nuestros
hermanos en la iglesia, y la unión espiritual con Cristo y sus miembros
producirán la madurez. Otra vez cito a Henry Cloud, dice: "Convertirse en
adulto es un proceso de tomar cada vez más poder y responsabilidad, nos
volvemos lo suficientemente mayores como para manejarlos... los adultos
toman sus propias decisiones sin el permiso de los demás, evaluan y
juzgan su propio desempeño, eligen sus propios valores y opiniones, o
estar en desacuerdo con los demás libremente y disfrutan las relaciones
sexuales con un conyugue equivalente". Llegar a la madurez, cosa que
nos lleva toda la vida, es la voluntad de Dios para nosotros, ser maduros
emocionalmente y espiritualmente es ser como Jesus.

Paciencia.

"Sabed que la virtud de la paciencia es la que nos asegura la mayor


perfección."

A nadie le gusta esperar. Naturalmente somos impacientes, por eso la


Palabra nos dice en "2Pe 1:5 vosotros también, poniendo toda diligencia
por esto mismo, añadid a vuestra fe 2Pe 1:6 ...paciencia". La paciencia
es: "Facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho...Capacidad
de padecer o soportar algo sin alterarse". Saber esperar sin enojarnos es
una virtud y saber sufrir sin alterarnos también. Necesariamente aqui
entra el factor del tiempo. Con el tiempo desarrollamos la paciencia, si
sabemos añadirla a nuestras vidas. Algunas personas no aprenden nunca
a ser pacientes, se enojan si lo que desean tarda o se alteran y revelan
ante el sufrimiento. Perseverar en la fe bajo el sufrimiento es paciencia.
Abraham esperó 25 años para ser padre de Issac. Y el hombre junto al
estanque de Betesda espero 38 años para ser sanado. Las pruebas por las
que nos hace pasar Dios, son para que desarrollemos la virtud de la
paciencia. Hay que aprender a esperar el tiempo de Dios. En Colocenses
Pablo nos dice que nos vistamos de paciencia, Col 3:12. Tenemos toda
una eternidad por delante, nuestras vidas jamás terminarán. Cipriano
escribió: "Y, a la verdad, no encuentro un razonamiento más útil para la
vida o más eficaz para la gloria que practicar por completo la paciencia
siguiendo los preceptos del Señor con espíritu de reverencia y entrega".
La paciencia no es algo de lo cual podemos prescindir, sino como dice en
Hebreos nos es necesaria. Dice el psicólogo Maurice Wagner: "Al confiar
en Dios, el autor del tiempo y el que gobierna el factor personal del
tiempo en nuestra vida, sincronizando nuestras situaciones, nos damos
cuenta que siempre hace las cosas en el momento justo. Podemos ser
pacientes con Dios cuando le confiamos el manejo de nuestro tiempo. La
paciencia es una virtud de la maduración cristiana. Es la capacidad de
sujetarse a lo que ocurra sin sentir enojo o resentimiento".
Dice San Agustín en el libro De Patientia : "Por la paciencia humana
toleramos los males con ánimo tranquilo, es decir, sin la perturbación de
la tristeza, para que no abandonemos por nuestro ánimo impaciente los
bienes que nos llevan a otros mayores".
La Biblia nos habla de la paciencia de Job y dice: "Stg 5:11 He aquí,
tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la
paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy
misericordioso y compasivo". Job fue paciente en todos sus sufrimientos,
perdió sus bienes, sus siervos, sus hijos y por último perdió su salud y sin
embargo perseveró en la fe. Esperó todo el tiempo de la prueba hasta que
apareció Dios y lo libró de sus aflicciones. Alguien dijo que la paciencia es
la reina de las virtudes, y además es fruto del Espíritu Santo en nuestras
vidas. Si andamos en el Espíritu desarrollaremos el fruto de la paciencia y
toda nuestra vida estará bien.

Conclusión:

No tenemos tiempo que perder, si no invertimos tiempo en el Señor no


cosecharemos una rica vida espiritual. Vivimos en tiempos peligrosos, por
lo tanto tenemos que prepararnos para enfrentar una sociedad cada vez
más hostil al cristianismo. También la venida del Señor está más cerca
que nunca, hoy es el momento de tener cuentas cortas con Dios, después
será demasiado tarde. ¿estás preparado para la venida de Cristo? o ¿te
sorprenderá cuando él venga? Pidamos la sabiduría prometida para saber
aprovechar bien el tiempo, y maduremos y seamos pacientes. Oremos.

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