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DANZAS DE COCHABAMBA

Varias de las danzas y ritmos de Bolivia se practican en Cochabamba. No todas


ellas tienen origen local, pero por su consonancia y difusión, forman parte del
atractivo y del acervo de la región del país, donde se ejecutan comúnmente en
festividades y demás celebraciones.

Se caracterizan por tener movimientos ágiles acompañados de ritmos y músicas


alegres, entre ellas podemos mencionar a la Cueca cochabambina, los Caporales,
el Salaque.

LA CUECA

El origen de la cueca cochabambina boliviana se remonta a la época colonial,


siendo resultado de la mezcla de lo indígena y lo español. Durante la Guerra del
Chaco (1932-1935), un momento histórico importante para la consolidación de la
identidad criollo-mestiza, la cueca se transformó en un discurso patriótico que
avivó y exaltó la moral de los soldados y de la sociedad boliviana. Desde
entonces, la letra de la cueca boliviana es poética y profunda, evoca épocas
históricas, historias de amor y desamor y sentimientos nacionales.
La danza cueca cochabambina es una danza popular de Cochabamba, es un
juego de seducción entre un hombre y una mujer. La mano derecha en la cintura y
con la izquierda bate el pañuelo acosando a la dama, mientras ella juega a la
indiferencia siguiendo coqueta el baile de su pareja.
En general esta danza es muy popular en toda Bolivia, tiene como ancestro
al zapateo español, en la época de la colonia estuvo reservada para la clase
aristocrática de dicho periodo y también de los primeros años de la independencia
boliviana.
DANZA SALAY (SALAQUE)

El origen de la danza Salay viene de los valles


de Potosí, Chuquisaca y Cochabamba. Según Uvaldo Romero, se origina de
danzas típicas ancestrales con raíces de las celebraciones del cultivo y agricultura.
Sus pasos imitan los de un agricultor cosechando y sembrando semillas.
La danza Salay, nació en el Barrio de Jaihuayco, donde se caracterizó los pasos,
el estilo y coqueteo de la danza.
El Salay llegó a la ciudad a través una fraternidad cochabambina y en 1990
surgen ya varias otras fraternidades que empiezan a bailar esta danza y le dan un
toque urbano. Por lo tanto, la danza se considera hoy en día una danza urbana
con características rurales.
La danza Salay también llamado Salaque se baila al son de huaynos, al ritmo de
los charangos hombres y mujeres van intercalando versos, generalmente
cantadas en quechua.
Es una danza de galanteo en la cual el varón, a través del baile se ingenia para
crear movimientos graciosos y zapateo, buscando ganar la atracción de su pareja,
la cual es finalmente atraída y convencida por los encantos dispensados, termina
en sus brazos.
El nombre Salay deriva de la palabra que, en muchas ocasiones, se repite a modo
de letanía en los huaynos que acompañan al baile.
CAPORALES

Los Caporales tienen una historia reciente, polémica, plena de cambios,


adopciones e innovaciones. La entrada del Jesús del Gran Poder fue el escenario
de la primera presentación pública de la danza. Por ese entonces el vestuario del
Caporal era una combinación que tenía guaracheras cubanas, pantalón
abombachado al estilo del gaucho argentino, botas con cascabeles, sombrero de
paja y, en las manos, un chicote y una máscara de negro.

Los caporales es una danza post-hispánica, cuyas raíces están ligadas a la Saya
de los afrobolivianos que habitan en la región de los Yungas de La Paz y que
definitivamente los identifica como tal.

La danza de los caporales resalta la demostración de poder, en lo que un capataz


o caporal se impone, y es quien manda al grupo infundiendo temor  y autoridad
con un látigo en la mano y los cascabeles en las botas.

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