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Historia Argentina.

1810-1860.
Desde ese instante se sucedieron distintas formas de organización política: una
Junta Provisional Gubernativa, una Junta Grande, Triunviratos, un poder
Ejecutivo a cargo de una sola persona: el Director Supremo. Estas propuestas no
dejaron de lado el objetivo primordial: la Independencia, Sancionada el 9 de julio
de 1816.

Paralelamente comenzaron otros enfrentamientos. Federales y unitarios lucharon


por imponer sus ideas, es decir, los partidarios de un gobierno fuertemente
centralizado (los unitarios quienes logran pequeños triunfos con la sanción de dos
constituciones de su cuño: la constitución de 1819 y la constitución de 1826,
aunque su vida fue efímera) y los de un gobierno que respete las autonomías
provinciales (los federales, facción que logra su triunfo definitivo con la sanción
de la constitución de 1853).

Estas luchas perjudicaron a los inestables sistemas de gobierno de la década del


´10, quienes no lograron resistirlas, y se vio perdida la inestable organización
nacional. Desde entonces (1820), cada provincia comenzó a gobernarse por sí
sola rigiéndose por una constitución o reglamento propio, lo que le otorgaba
autonomía bajo el mando de un gobernador.

Entre intentos e intentos, se trató de dictar una constitución que "reglamente" al


conjunto de provincias, para que se pueda hablar de país, con su propia capital y
sistema de gobierno. Y esto sucedió con la corta experiencia del Presidente
Bernardino Rivadavia, pero las circunstancias creadas al final de la guerra con
Brasil, llevaron a que el presidente renuncie y que todo cayera otra vez en la
nada; la organización nacional no era factible por la contraposición de intereses.

En un momento de este período (desde 1829 hasta 1852), se destaca la


trascendencia del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Don Juan Manuel
de Rosas, ya que en él se centraliza un poder mayor al que tenía cualquier otro
gobernador, a causa de las facultades extraordinarias que le habían sido
otorgadas, y más tarde la tenencia de la "suma de poder público". Sin duda, una
personalidad polémica. Pero más allá de las opiniones, lo cierto es que en su paso
como gobernador fue estructurando implícitamente la organización nacional.
En estos años, previos a la definitiva organización nacional, se destacan por su
incidencia, los pactos o tratados firmados, como pasos previos a la primer
Constitución Nacional, que se dictó luego de luchas por beneficios económicos
entre Buenos Aires y Entre Ríos, además de diferencias políticas en torno de la
ya demorada organización nacional, sellada en un constitución; y luego del
acuerdo de San Nicolás, en el que se establecieron importantes medidas
económicas y políticas creando un ambiente favorable para la sanción de la
nueva Constitución Nacional. A dicha Constitución adhieren casi todas las
provincias, excepto Buenos Aires, pues se sentía en inferioridad con respecto al
resto del país; y a partir de este momento se produce la separación de la provincia
de Buenos Aires del territorio argentino, y encontramos por un lado al Estado de
Buenos Aires y por el otro la Confederación Argentina.

El 3 de febrero de 1852, el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas,


fue derrotado en Caseros por Justo José de Urquiza, gobernador de Entre Ríos y
claro representante de los intereses del Litoral. A partir de esa fecha se comenzó
una nueva etapa en la historia Argentina que sería la etapa preparatoria para la
organización de un Estado centralizado.

Esta etapa puede ser dividida en dos partes claramente diferenciadas: una
transcurre entre 1852-1862 y estuvo signada por la separación de Buenos Aires
del resto del país (llamado "la Confederación") y la otra que va desde 1862 a
1880 en la que comenzó a diseñarse la política de construcción de la Nación.

1852-1862: Buenos Aires vs. La Confederación 

En el Congreso de Santa Fe, convocado por Urquiza, se reunieron todas las


provincias excepto Buenos Aires que aprobaron la Constitución Nacional a la vez
que designaron a Urquiza Presidente de la Nación. Estas resoluciones fueron
desconocidas por Buenos Aires quien se organizó como estado aparte.

Las causas de la separación 

Causas económicas

 El naciente estado necesitaba recursos fiscales para mantenerse y la principal


fuente de esos recursos era la aduana de Buenos Aires. La Confederación no sólo
había eliminado las aduanas interiores sino que también había nacionalizado las
aduanas exteriores y en particular la de Buenos Aires que con esto perdía su
principal fuente de poder financiero.
Otro problema que enfrentó a las provincias fue el proteccionismo o el libre
cambio que debía contener la política aduanera. Mientras Buenos Aires
coincidentemente con las provincias del Litoral (fundamentalmente Santa Fe y
Entre Ríos) eran partidarios del libre cambio que beneficiaba sus exportaciones,
las restantes provincias defendían a ultranza el proteccionismo porque los precios
de las mercaderías importadas competían de manera desleal con los de la
producción local.

Si bien Buenos Aires y el Litoral coincidían en el tema del librecambio existían


serias diferencias entre ellas por el manejo de los recursos de la aduana y el
acceso directo del Litoral al mercado externo a través de la libre navegación de
los ríos interiores (Uruguay y Paraná), lo que era cuestionado por Buenos Aires.

Es decir que, al proclamar como capital federal a Buenos Aires, la Constitución


Nacional le deba forma institucional a la apropiación de la riqueza hasta ahora
controlada por Buenos Aires y al permitir la libre navegabilidad de los ríos
interiores y levantar un puerto en Rosario, le otorgaba al litoral condiciones
similares a Buenos Aires sin necesidad de su mediación.

Causas políticas

 La Constitución le daba poderes amplios al Presidente de la Nación, poderes que


al ser nombrado Urquiza, quedaban en manos de un provinciano.

La misma Constitución organizaba el poder legislativo en un congreso


conformado por dos cámaras donde la más importante, la de senadores, ponía a
todas las provincias en un pié de igualdad al designar dos senadores por
provincia, sin importar el número de habitantes, con lo cual el poder de Urquiza
se fortalecía y la alianza interprovincial que él lideraba, era la mayoría política
del nuevo Estado.

De esta manera, Buenos Aires recortado su poder frente a las provincias del
litoral, decide separarse antes que ceder sus privilegios quedando en el país dos
estados: Buenos Aires y la Confederación.

La separación 

La Confederación comenzó a organizarse instalando la capital provisoria en


Paraná e intentando unificar el mercado interno de las 13 provincias que la
conformaban.
Las medidas económicas que adoptó consistentes en: abolir las aduanas interiores
entre las provincias, fomentar la cría de ovejas, instalar colonias agrícolas con
inmigrantes extranjeros, usar los ríos interiores (Paraná y Uruguay) para atraer el
comercio exterior hacia Rosario o Paraná salteando a Buenos Aires; no lograron
compensar las diferencias existentes con esta provincia.

La Confederación no pudo instalar un sistema financiero propio, todos los


intentos de organizar un sistema bancario fracasaron como así también todo
intento de instalar un sistema de crédito estatal. También fracasó la construcción
de una red ferroviaria que uniendo a Rosario con el resto de las provincias
posibilitara la construcción de un mercado unificado de la Confederación.

Buenos Aires en cambio, poseía con respecto a la Confederación, numerosas


diferencias a favor. Por empezar poseía el puerto, con comunicación directa con
el resto del mundo, más importante del país y, contaba con la aduana, principal
fuente de ingreso que una provincia pudiera tener. Poseía un banco que era la
más poderosa red financiera de todo el territorio. Su pujanza económica era tal
que pudo construir un ferrocarril, el primero de la Argentina, con capitales
privados de la provincia (el ferrocarril del Oeste).

La unión: triunfa Buenos Aires

 Es indudable que la competencia económica favorecía a Buenos Aires y por ello
Urquiza decidió dar por terminado el conflicto y anexarla por la fuerza, el
conflicto armado se desató y tuvo lugar en Cepeda el 23 de octubre de 1859 y el
triunfo fue de las fuerzas lideradas por Urquiza.

Este triunfo en el campo de batalla no fue tal en la mesa de negociaciones ya que


Buenos Aires logró imponerse logrando en el Acuerdo de San Nicolás como
condición para reintegrarse a la Confederación, la reforma de la Constitución.

Esta reforma llevada a cabo en 1860 significó que Buenos Aires aceptaba
federalizar los recursos de la aduana con la condición de recibir un subsidio
durante algunos años por los ingresos que perdería, siendo el tema de la capital
postergado hasta que el Congreso dictara una ley al efecto.

En el mismo año Mitre fue electo gobernador de la provincia de Buenos Aires y,


desde ese cargo desarrolló una política favorable a la unidad, pero los conflictos
profundos no habían terminado. La competencia pasaba, ahora, por el control
político del país. Esta competencia culminó nuevamente en el campo de Batalla,
Buenos Aires, con Mitre, y el interior, con Urquiza, se enfrentaron en Pavón de
donde las tropas de uno y otro se retiraron sin un resultado definitivo. Esta
situación fue aprovechada por Mitre quién depuso al Congreso de la
Confederación y a su Presidente, Derqui, e inmediatamente, Mitre fue declarado
Presidente Provisorio.

Cronología histórica de la separación

1852:

 Batalla de Caseros -3 de febrero-


 Acuerdo de San Nicolás -31 de mayo-
 Separación de Buenos Aires de la confederación -11 de
setiembre-

 1853:

 Proclamación de la Constitución. Urquiza primer Presidente -1


de mayo-

 1854:

 Buenos Aires se dicta su propia Constitución

 1855:

 La Confederación dicta la ley de derechos diferenciales

 1857:

 Inauguración del primer ferrocarril de Buenos Aires

 1859:

 Batalla de Cepeda -23 de octubre-


 Pacto de San José de Flores -11 de noviembre-

 1860:

 Convención constituyente que reforma la Constitución Nacional

 1861:

 Batalla de Pavón (17 de setiembre).

 1862:
 Presidencia de Mitre

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