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EBMOP U2 Contenido
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Programa de la asignatura:
Operaciones unitarias de
U2 transferencia de calor
Índice
Presentación de la unidad
Para el diseño de los equipos de transferencia de calor deberás usar las herramientas
aprendidas en la unidad 1. Sin embargo, debido a la amplitud del tema, sólo se abordarán
los criterios de selección y los métodos más comunes de diseño.
Con los conocimientos que obtendrás de esta unidad, serás capaz de seleccionar y
especificar el equipo más adecuado para una aplicación de transferencia de calor, entre
los tres tipos de intercambiadores más comunes; y podrás diseñar un colector solar plano
o un panel fotovoltaico.
Competencia específica
Propósitos
Operaciones unitarias
Básicamente, una operación unitaria se define como cada una de las etapas individuales
u operaciones con una función específica diferenciada que, en conjunto, permiten llevar a
cabo un proceso físico o químico. Cada una de estas operaciones se basa en principios
científicos comunes y tienen técnicas de cálculo semejantes. Es decir, las operaciones
unitarias son los procesos individuales comunes que se pueden identificar y estudiar
como una unidad dentro de un proceso químico o físico, y que tienen fundamentos
idénticos, sin importar qué material vaya a procesarse.
Así, cada operación unitaria tiene una fuerza impulsora y un gradiente de alguna
propiedad, que especifica el mecanismo principal de transferencia:
1. De transferencia de masa:
Destilación: consiste en la separación de una mezcla de líquidos por su
diferencia de volatilidad.
Absorción: consiste en la separación de uno o más componentes de una
mezcla gaseosa con la ayuda de un solvente líquido con el cual forma
solución.
Extracción: consiste en la separación de una mezcla (líquido-líquido o sólido
líquido) mediante el uso de un disolvente selectivo.
Adsorción: consiste en la eliminación de un componente de una mezcla
(líquido-líquido o líquido-gas) al ser retenida sobre la superficie de un sólido
poroso.
Intercambio iónico: consiste en un proceso de purificación entre dos
electrolitos, en el cual se da la sustitución de ciertos iones de disolución por
otros.
2. De transferencia de energía:
Intercambiador de calor: consiste en la transferencia de calor de manera
directa o indirecta entre dos fluidos.
Horno: consiste en la generación de calor mediante combustión dentro de un
compartimiento confinado.
Acumulador de calor: consiste en la recuperación de calor de una corriente
de gas.
Colector solar: consiste en la aplicación de la radiación solar para el
calentamiento de un fluido.
Panel fotovoltaico: consiste en la transformación directa de radiación solar en
electricidad de corriente continua.
Como puedes ver, existen muchas operaciones unitarias; sin embargo, este curso se
enfoca sólo al estudio de algunas de ellas, específicamente la transferencia de energía y
la transferencia simultánea de masa y energía, las cuales son comúnmente más utilizadas
en los procesos de energías renovables.
Intercambiadores de calor
En los procesos industriales, la transferencia de calor entre dos fluidos se lleva a cabo,
generalmente, en intercambiadores de calor. Los más comunes son aquéllos en los que
un fluido caliente transfiere calor a uno frío sin que entren en contacto directo el uno con
el otro, sino separados por una pared de tubos o una superficie. La transferencia de calor
se efectúa en tres etapas: por convección, desde el fluido caliente hacia la pared o la
superficie de los tubos; por conducción, a través de la pared de tubos o placa, y
finalmente por convección, hacia el fluido frío.
La determinación del tamaño de los intercambiadores de calor incluye la selección del tipo
de construcción del intercambiador, el arreglo de flujo, la geometría y los materiales de la
superficie de transferencia de calor y el tamaño físico del intercambiador para lograr una
transferencia de calor y caídas de presión específicas (Kreight, 1999).
El diseño final debe cumplir los requerimientos del proceso al menor costo.
𝐴 𝑇 = 𝑄𝑇 ⁄𝑈 ∆𝑇𝑚
El coeficiente total de pérdidas de calor engloba todas las pérdidas de calor que se
presentan en el intercambiador, las cuales se deben al movimiento de los fluidos, la
resistencia de las paredes y el ensuciamiento. El cálculo de este coeficiente es complejo y
requiere de un conocimiento más avanzado de transferencia de calor, por lo cual en este
curso no se verá, sino que se considerará un dato preestablecido.
En general, existen dos métodos muy utilizados para diseñar intercambiadores de calor:
Sólo se explicará el primero (DTML) debido a que, para poder aplicar el método de
efectividad, es necesario que tengas conocimientos sobre transferencia de calor y
mecánica de fluidos.
La diferencia de temperatura entre los dos fluidos variará, en general, de punto a punto.
Una diferencia media de temperatura (DMT) puede calcularse a partir de las temperaturas
finales de las dos corrientes involucradas si se cumplen las siguientes suposiciones:
Para los casos en los que no se cumple alguna de estas suposiciones, es posible utilizar
la DTML. Si el flujo de las corrientes involucradas es completamente a contracorriente o
completamente en paralelo, o bien si una o ambas corrientes son isotérmicas (como en el
caso de condensación o evaporación de un componente puro con cambio de presión
despreciable), la diferencia media de temperatura que debe utilizarse para el análisis es la
DTML, que se define así:
Arreglos básicos para los cuales la DTML es válida: (a) contracorriente; (b) flujo paralelo; (c) fuente con
temperatura constante y receptor con incremento de temperatura; (d) temperatura constante en el receptor y
fuente con temperatura en decremento. Tomado de Shah y Sekulic (2003.
Para cada uno de los cuatro arreglos básicos simples indicados en la figura anterior, la
DTML se escribe así:
(𝑇1 − 𝑡2 ) − (𝑇2 − 𝑡1 )
𝐷𝑇𝑀𝐿 = Contracorriente
ln((𝑇1 − 𝑡2 )⁄(𝑇2 − 𝑡1 ))
(𝑇2 − 𝑡2 ) − (𝑇1 − 𝑡1 )
𝐷𝑇𝑀𝐿 = Flujo paralelo
ln((𝑇2 − 𝑡2 )⁄(𝑇1 − 𝑡1 ))
(𝑡2 − 𝑡1 )
𝐷𝑇𝑀𝐿 = Fuente con temperatura constante
ln((𝑇𝑠 − 𝑡1 )⁄(𝑇𝑠 − 𝑡2 ))
(𝑇1 − 𝑇2 )
𝐷𝑇𝑀𝐿 = Receptor a temperatura constante
ln((𝑇1 − 𝑡𝑠 )⁄(𝑇2 − 𝑡𝑠 ))
En la configuración más sencilla de este tipo de intercambiador, uno de los fluidos circula
en el interior de la tubería menor, y el otro lo hace en el espacio anular entre ambas
tuberías. Los fluidos pueden circular en paralelo o a contracorriente. Por lo general, la
longitud de cada sección coincide con la longitud normal de los tubos, de manera que, si
se requiere una superficie apreciable de transferencia de calor, se utilizan bancos de
varias secciones.
Cuando se manejan flujos más grandes que los permitidos en intercambiadores de doble
tubo, se usan intercambiadores de tubos y coraza. Éstos son los más usados e
importantes en las industrias de proceso, debido a que pueden diseñarse prácticamente
para cualquier capacidad y condiciones de operación: desde alto vacío hasta presiones
ultraaltas, desde temperaturas criogénicas hasta muy altas, y para cualquier diferencia de
temperatura y presión entre los fluidos. Son limitados sólo por los materiales de
construcción. Se pueden fabricar con una variedad de materiales metálicos y no
metálicos, y con áreas de superficie de menos de 0.1 m2 hasta 100 000 m2; además,
pueden diseñarse para condiciones de operación especiales: vibración, alto
ensuciamiento, fluidos muy viscosos, erosión, corrosión, toxicidad, radiactividad, mezclas
multicomponente, etc. Sin embargo, requieren de un espacio considerable, de estructuras
Los flujos de estos intercambiadores son continuos. Básicamente se usan muchos tubos
en paralelo con uno de los fluidos circulando en su interior. Los tubos, distribuidos en
forma de manojo, están encerrados dentro de una coraza, y dentro de ésta el otro fluido
pasa por el exterior de los tubos.
Intercambiadores de calor de tubos y coraza. Un paso por la coraza y un paso por los tubos. Tomado de
Geankoplis (1998).
Intercambiadores de calor de tubos y coraza. Un paso por la coraza y dos pasos por los tubos. Tomado de
Geankoplis (1998).
Sección longitudinal de un intercambiador de calor de tubo y coraza típico. Tomado de Foust et ál. (2006).
Para velocidades bajas, se recomienda el flujo en paralelo a través de todos los tubos, lo
que resulta en un coeficiente de transferencia de calor bajo y una caída de presión
pequeña. Pero cuando se requieren velocidades altas con buenos coeficientes de
transferencia de calor, es mejor la operación con pasos múltiples, en la cual el líquido
pasa a gran velocidad una y otra vez por cierta zona de los tubos, y el número empleado
de pasos de los tubos depende de la economía del diseño y de la operación, así como de
la disponibilidad de espacio. Su desventaja es la pérdida adicional de fricción y que la
complejidad del diseño implica una fabricación costosa, por lo que debe balancearse
contra la mejora de la operación (Foust et ál., 2006).
Del lado de los tubos debe circular el fluido más corrosivo (es más fácil y barato
cambiar los tubos dañados), más sucio (debido a que es más sencilla la limpieza
dentro de los tubos) o a mayor presión (la construcción es menos costosa).
Para retardar o eliminar la corrosión, se requiere usar aleaciones costosas, y por
tanto el fluido corrosivo debe colocarse en los tubos para evitar el costo que
implica el uso de una aleación cara en la coraza.
Del lado de la coraza se da preferencia a líquidos de alta viscosidad (que ocasiona
una caída de presión apreciable, pero pueden obtenerse coeficientes de
transferencia de calor más altos que en el lado de los tubos, al mejorarlos
mediante el uso de deflectores para inducir turbulencia) o a gases. Además, un
fluido que circularía normalmente con flujo laminar en los tubos debe colocarse en
la coraza para mejorar las características de transferencia de calor (Green y Perry,
2008).
Asimismo, puesto que con frecuencia existen grandes diferencias de temperaturas entre
los dos fluidos que intercambian calor, es posible esperar expansiones térmicas que
pueden minimizarse con un intercambiador de cabeza flotante, en el cual una de las
láminas que soporta a los tubos es independiente de la coraza; de esta manera se
minimizan los esfuerzos por dicha expansión, y es posible extraer el haz completo de
tubos de la coraza para la limpieza de ambos.
Así, una selección satisfactoria y un buen diseño del intercambiador de tubo y coraza
dependen entonces de un compromiso entre costo, temperaturas, presión de operación,
caída de presión, corrosión, facilidad de limpieza y riesgos. Sólo mediante un análisis
completo de las especificaciones de diseño puede realizarse una selección.
“Si el intercambio de calor se presenta entre dos fluidos en los que uno de ellos tiene una
resistencia muy alta a la transferencia de calor en comparación con el otro, el fluido de
mayor resistencia ‘controla’ la velocidad de transferencia de calor” (Foust, et ál., 2006). Es
decir, la transferencia de calor requiere de una gran superficie para obtener una velocidad
de flujo razonable, lo cual no se puede lograr con intercambiadores de tubo y coraza, ya
que resultarían extremadamente grandes y costosos. En general, esta situación se
presenta cuando se va a calentar o enfriar un gas.
El mayor tamaño que comúnmente se fabrica es de 1.2 × 1.2 × 6 m. Si el área frontal del
En los intercambiadores de placas con aletas, éstas son corrugadas (con secciones
transversales triangulares o rectangulares), o bien hay separadores tipo sándwich entre
placas paralelas, como se muestra en la figura de abajo. En intercambiadores de calor
gas-gas las aletas pueden usarse por ambos lados; y en aplicaciones gas-líquido las
aletas se usan sólo del lado del gas, aunque pueden llegar a colocarse del lado del líquido
para propósitos de mezclado y de resistencia estructural.
Componentes básicos de un intercambiador de placas con superficie extendida. Tomado de Shah y Sekulic,
(2003).
Las aletas de placas se clasifican, tal como lo menciona Kreight (1999) de esta manera:
Geometría de aletas para intercambiadores de calor de placa aletada: (a) aleta triangular plana, (b) aleta
rectangular plana, (c) aleta ondulada, (d) aleta de franja acodada, (e) aleta multipersiana, (f) aleta perforada
Tomado de Kreight (1999).
En este tipo de intercambiadores los tubos redondeados y rectangulares son los más
comunes, aunque también se usan elípticos. Las aletas pueden usarse del lado interno,
pero generalmente se emplean del lado externo: 1) aletas normales sobre tubos
individuales o simplemente tubos aletados; 2) aletas planas o continuas en un arreglo de
tubos; 3) aletas longitudinales sobre tubos individuales (ver las siguientes figuras).
Ejemplos de aletas en tubo: (a) tubos individualmente aletados, (b) arreglo de tubos con aletas continuas o
planas. Tomado de Kreight (1999).
Algunas veces los intercambiadores de tubo y coraza se construyen con tubos de bajo
aletado para aumentar el área de superficie del lado de la coraza, cuando el coeficiente
de transferencia de calor es bajo comparado con el coeficiente del lado del tubo. El
intercambiador con aletas planas es menos costoso en una base de unidad de área de
superficie debido a que su construcción es simple.
Tubos aletados individualmente: (a) helicoidal, (b) disco anular, (c) segmentado, (d) encadenado, (e)
espinado, (f) helicoidal ranurado. Tomado de Kreight (1999).
Los intercambiadores de tubo aletado pueden aguantar altas presiones del lado del tubo;
sin embargo, en cuanto a la temperatura están limitados por el tipo de unión y por el tipo y
espesor de los materiales. Su densidad de área comercialmente disponible es de
alrededor de 3 300 m2/m3. Las densidades típicas de las placas planas varían de 250 a
800 aletas/m, su espesor va de 0.08 a 0.25 mm, y su longitud de 25 a 250 mm (Kreight,
1999).
El Sol puede considerarse idealmente como un cuerpo negro (cuerpo que absorbe todos
los componentes espectrales de la radiación incidente, independientemente de la longitud
de onda y la dirección de incidencia), que emite energía radiante a una temperatura
aproximada de 5 762 K. La radiación solar emitida se compone de ondas
electromagnéticas, que pueden ser energía radiante directa y difusa, dependiendo de la
trayectoria que sigua durante su “viaje” hacia la superficie terrestre. La energía directa es
la que llega directamente del Sol sin haber sufrido ninguna desviación durante su trayecto;
la difusa se dispersa al atravesar la atmósfera y se refleja sobre la Tierra (Duffie y
Beckman, 1991).
De la radiación total que emite el Sol, una parte llega a la Tierra, la cual se puede
convertir en energía útil de manera directa o indirecta, usando diferentes tecnologías. De
manera directa, a través de su conversión térmica, producida por la absorción de la
radiación por diferentes dispositivos termosolares, y también por medio de su conversión
a electricidad.
Energía termosolar
Sin embargo, para aprovechar la energía solar de una manera más eficiente, es necesario
diseñar y construir dispositivos conversores con materiales adecuados que permitan la
conversión a calor con mejores eficiencias.
Energía fotovoltaica
En los siguientes dos subtemas se explican, por un lado, el dispositivo más simple de
conversión fototérmica de energía termosolar: el colector solar plano; y por el otro, el
panel fotovoltaico, para aprovechamiento de este principio.
Un colector solar puede ser definido como una especie de intercambiador de calor que
transforma la energía solar radiante en calor; sin embargo, difiere en varios aspectos de
un intercambiador de calor convencional. En este último usualmente se intercambia calor
por convección y conducción entre un fluido y otro, con velocidades de transferencia altas,
y en donde el factor de radiación no es importante. En un colector solar la transferencia de
energía es desde una fuente distante de energía radiante a un fluido. El máximo flujo de
radiación incidente es aproximadamente de 1 100 W/m2 (sin concentración óptica); y el
rango de longitud de onda en el que opera es de 0.3 a 3 m (Duffie y Beckman, 1991).
Principales tipos de dispositivos solares para obtención de calor. Tomado de Gómez (2002).
Básicamente, existen dos tipos de dispositivos para aprovechar la energía radiante del Sol
como calor: colectores solares planos (o absorbedor de placa plana) y concentradores
La forma más simple de captar la radiación solar es mediante un colector plano, que es
un dispositivo que intercepta y absorbe la energía solar utilizando una superficie plana, a
veces revestida por una superficie selectiva. Ésta, altamente absorbente de la radiación
solar, puede realizar la conversión directa de dicha radiación en calor, pero debe llenar
ciertos valores en sus propiedades ópticas: la absortancia (debe acercarse a la unidad en
el visible y el cercano infrarrojo), y la emitancia (debe acercarse a cero en el infrarrojo
medio y lejano) (Ortega, 2002).
Los colectores planos se encuentran fijos, por lo cual están diseñados para aprovechar la
radiación solar global (directa + difusa). Su inclinación y orientación se establece con base
en factores astronómicos de posición (latitud, declinación) y climatológicos regionales
(nubosidad).
Este tipo de colectores pueden diseñarse para aplicaciones que requieren energía a
temperaturas moderadas, alrededor de 100 ºC sobre la temperatura ambiente. Utilizan
ambos tipos de radiación solar, no requieren de seguimiento del Sol y necesitan de un
𝑄𝑈 = 𝐴𝐶 [𝑆 − 𝑈𝐿 (𝑇𝑝𝑚 − 𝑇𝑎 )]
𝑄𝑈 = 𝐴𝐶 𝐹𝑅 [𝑆 − 𝑈𝐿 (𝑇𝑖 − 𝑇𝑎 )]
En la cual:
𝑚̇𝐶𝑝 (𝑇𝑜 − 𝑇𝑖 )
𝐹𝑅 =
𝐴𝐶 [𝑆 − 𝑈𝐿 (𝑇𝑖 − 𝑇𝑎 )]
Donde 𝐹𝑅 es el factor de remoción de calor (la razón entre la transferencia de calor actual
y la máxima posible; la máxima ganancia de energía útil en un colector solar ocurre
cuando el colector está a la temperatura de entrada del fluido, y las pérdidas de calor
hacia los alrededores son mínimas); 𝑚̇ es el flujo másico; 𝐶𝑝 es la capacidad calorífica; 𝑇𝑖
es la temperatura de entrada, y 𝑇𝑜 es la temperatura de salida del fluido que circula por los
tubos del colector.
Esta ecuación es extremadamente útil. Con ella se calcula la ganancia de energía útil
como una función de la temperatura de entrada del fluido. Las pérdidas basadas en la
temperatura de entrada del fluido son muy pequeñas y por eso se introduce el factor 𝐹𝑅 ,
para reducir la ganancia de energía útil a la que se tendría si se considera el efecto de la
placa absorbedora completa.
Eficiencia instantánea
Para uso en simulación de procesos térmicos, los modelos menos complejos son más
adecuados. Entre ellos está el más generalizado, de eficiencia instantánea:
𝑄𝑈 𝑚̇𝐶𝑝 (𝑇𝑜 − 𝑇𝑖 )
𝜂𝑖 = =
𝐴𝐶 𝐺𝑇 𝐴𝐶 𝐺𝑇
Si la eficiencia 𝜂𝑖 se traza en función de (𝑇𝑖 − 𝑇𝑎 )⁄𝐺𝑇 , resulta una línea recta en la cual la
pendiente es 𝐹𝑅 𝑈𝐿 , cuando la curva se intercepta con el eje y se tiene el valor máximo de
la eficiencia, 𝐹𝑅 𝑆. El factor 𝐹𝑅 𝑈𝐿 en realidad no es constante, sino que es una función débil
de la temperatura de operación del colector; además 𝐹𝑅 𝑆 varía con el ángulo de incidencia
de la radiación solar.
Para el análisis del desempeño de un colector solar plano, básicamente se instala en una
unidad de pruebas experimentales, donde se circula agua durante el periodo de prueba y
se mide el flujo másico del fluido, la temperatura de entrada del fluido al inicio de la
prueba, la temperatura de salida al final de la misma prueba y la irradiación solar cada
minuto. Al finalizar la prueba, se integra la irradiación solar para todo el periodo y se
obtiene la irradiancia solar. Los datos se sustituyen en la ecuación de eficiencia
instantánea (el área del colector y la capacidad calorífica del agua se conocen), y se
obtiene la eficiencia instantánea de ese día para las condiciones específicas de
temperatura ambiente e irradiación. Con los mismos datos se encuentra la función
(𝑇𝑖 − 𝑇𝑎 )⁄𝐺𝑇 , con lo cual se obtiene un punto para la gráfica de eficiencia. Este
procedimiento se repite hasta tener mínimo 10 puntos. En la siguiente figura se muestra
una gráfica típica de eficiencia instantánea.
Para evitar que estas cargas se recombinen y neutralicen, debe crearse en el interior del
material un campo eléctrico local permanente, que separe las cargas positivas de las
negativas. Esta separación establece una diferencia de potencial entre dos zonas del
material; si éstas son conectadas entre sí mediante un circuito externo, mientras la
radiación electromagnética incide sobre el material, darán origen a una corriente eléctrica
que recorrerá el circuito externo. El flujo de electrones en el circuito exterior se llama
corriente de la celda, y su producto por el voltaje con el que se liberan los electrones
determina la cantidad de potencia generada. Este fenómeno se conoce como efecto
fotovoltaico y fue descubierto por Becquerel en 1839 (Markvart y Castañer, 2003).
Representación de una celda solar fotovoltaica y de un módulo fotovoltaico. Tomado de Lorenzo (2006).
Ahora bien, un sistema fotovoltaico consiste en más elementos que sólo los módulos
Los sistemas fotovoltaicos tienen una gran aplicación en regiones en donde se carece del
flujo eléctrico o éste es intermitente. Su carácter modular lo hace ideal ya que puede ir
aumentando la potencia instalada. Su mantenimiento es mínimo y su instalación es
relativamente sencilla. Sus aplicaciones son muy diversas: iluminación, bombeo e
irrigación de aguas, señalización marítima y terrestre, estaciones remotas de radio y
televisión, sistemas de control de cercas para ganado, telecomunicaciones y en general
Con esto se finaliza la sección sobre dispositivos solares; sin embargo, existe un amplio
número de dispositivos que no fueron estudiados y que analizarás en cursos posteriores.
Cierre de la unidad
Además, se explicaron los dos principales tipos de dispositivos solares que puedes
encontrar en la industria energética renovable: el colector solar plano y el panel
fotovoltaico.
Panel fotovoltaico
Fuentes de consulta