Está en la página 1de 3

EL MITO DE LA CREACIÓN DEL HOMBRE Y LA MUJER EN EL JUDÍO CRISTIANISMO.

EL RELATO
YAHVISTA DE LA CREACIÓN.

EL CRISTIANISMO

El cristianismo (del latín christianismus, y este del griego χριστιανισμός) es una religión monoteísta
basada en la vida, enseñanzas y milagros de Jesús de Nazaret, tal y como se presentan en el Nuevo
Testamento, que es la segunda parte de la Biblia, el libro sagrado de los cristianos. Con 2400
millones de seguidores, una de cada tres personas en el mundo es cristiana, por lo que es la
religión más extensa del mundo. Los cristianos creen que Jesús es el hijo de Dios, así como el
Mesías (o Cristo) profetizado en el Antiguo Testamento. Las cuatro ramas más importantes del
cristianismo son el catolicismo (1300 millones de adherentes), el protestantismo (920 millones), la
Iglesia ortodoxa (270 millones) y las Iglesias ortodoxas orientales (86 millones). El movimiento que
busca restaurar la unidad de la Iglesia cristiana recibe el nombre de ecumenismo.

TRADICION YAHVISTA

La Tradición yahvista, de acuerdo a la Hipótesis documentaria, es una de las cuatro fuentes


principales a partir de las cuales se escribieron los libros del Tanaj (para los judíos) o Antiguo
Testamento (para los cristianos), datada entre los siglos X a. C. y IX a. C. Es la fuente más antigua, y
sus relatos representan la mitad del Génesis y la primera mitad del Éxodo, además de fragmentos
de Números.

Se denomina yahvista (abreviada J) porque sus autores suelen designar a Dios con el nombre
Yahvé (es decir, el tetragrámaton «YHWH»); suelen describir a Dios con reacciones y actitudes
humanas, como un Dios familiar y cercano, y tienen un interés especial en el territorio del Reino
de Judá y en personas relacionadas con su historia. Redactada ca. 950 a. C., fue más tarde
incorporada a la Torá (ca. 400 a. C.) En esta fuente, el nombre de Dios se escribe siempre con el
tetragrama YHWH, que los estudiosos transliteraron en los tiempos antiguos como Yahvé (o como
Jahveh, en ortografía alemana: Jahweh), y en épocas modernas, como Jehová, o simplemente
como “El Señor”.

HISTORIA DEL CRISTIANISMO

El cristianismo surgió del judaísmo a mediados del siglo I d. C. en la provincia romana de Judea. Los
primeros líderes de las comunidades cristianas fueron los apóstoles y sus sucesores los padres
apostólicos. Este cristianismo primitivo se extendió, pese a ser una religión minoritaria y
perseguida, por Judea, Siria, Europa, Anatolia, Mesopotamia, Transcaucasia, Egipto y Etiopía. El
cristianismo fue legalizado en el Imperio romano mediante el Edicto de Milán, en el año 313. El
emperador Constantino se convirtió al cristianismo y convocó el Concilio de Nicea (325), en el que
se formuló el credo niceno. El cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio romano en
el año 380, bajo el emperador Teodosio I el Grande. Durante estos primeros siglos, los Padres de
la Iglesia gradualmente consolidaron las doctrinas del cristianismo y supervisaron el desarrollo del
canon del Nuevo Testamento.

El cristianismo tiene su origen histórico en el judaísmo del Segundo Templo de comienzos de la era
actual. Si bien Jesús de Nazaret se autoidentificó siempre como un judío devoto, en su doctrina y
sus enseñanzas, Él mismo se identificó como el camino al Padre Celestial:
Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Juan 14:6

En los evangelios hay amplia evidencia de que Jesucristo aseguró ser el único camino a Dios, lo
cual sería enseñado así mismo por sus primeros seguidores, incluyendo a los apóstoles Simón
Pedro y Pablo de Tarso.

No se conoce con precisión el número de seguidores que pudo alcanzar el cristianismo en vida de
Jesús de Nazaret, ni cuántos seguían dentro de la comunidad cristiana por él fundada tras su
muerte, ajusticiado por las autoridades seculares. Pocos años después de su muerte, Pablo de
Tarso, un judío que —en el decir de los Hechos de los Apóstoles— poseía la ciudadanía romana,
tuvo un papel destacado predicando y poniendo en contacto a diversos grupos cristianos del
Oriente Próximo. El carácter misionero de Pablo de Tarso y otras figuras del cristianismo primitivo
influyó de forma decisiva en toda la historia posterior del cristianismo.

Al final del siglo I, ya se habían constituido las cuatro corrientes básicas del cristianismo primitivo
que terminaron por integrar el canon bíblico, y que podrían esquematizarse escriturísticamente
en: (1) el cristianismo paulino, integrado por el corpus de cartas escritas por Pablo de Tarso y su
escuela; (2) el judeocristianismo, representado por los escritos derivados de las posturas de
Santiago el Justo y de Simón Pedro; (3) el complejo cristianismo sinóptico (que abarca desde el
judeocristianismo del Evangelio de Mateo hasta el pagano-cristianismo del Evangelio de Lucas y de
los Hechos de los Apóstoles), y (4) el cristianismo joánico.

La tarea de estos primeros cristianos llevó a la formación de comunidades cristianas en numerosos


lugares del Imperio Romano, especialmente en su parte oriental. El sociólogo Rodney Stark, quien
estudió diversas fuentes históricas para su libro El auge del cristianismo, concluyó que hacia el año
300 d. C., el cristianismo estaba difundido tanto entre las clases populares como en un número de
personas ricas e influyentes de la sociedad romana, y se aventuró a situar la cifra de cristianos
entre el 10 y el 25 % de la población del Imperio. Con el edicto de tolerancia del emperador
Constantino I el Grande, el cristianismo se convirtió en religión legal y progresivamente en la
religión favorecida por el estado. Sin embargo, no fue hasta el Edicto de Tesalónica, promulgado
por el emperador Teodosio, que el cristianismo se convierte en la religión oficial. En las ciudades el
número de cristianos siempre había sido mayor, y hacia el siglo V la población no cristiana del
imperio se concentraba masivamente en zonas rurales (pagi), por lo que la religión olímpica acabó
llamándose paganismo por ser importante solo en esas zonas.

Una vez convertida en religión mayoritaria del Imperio, el cristianismo se expandió a toda Europa.
Los pueblos germánicos se fueron cristianizando progresivamente entre los siglos IV y IX. Cirilo y
Metodio predicaron a los eslavos en el siglo X. El cristianismo había llegado a las islas británicas en
el siglo V, cuando Patricio de Irlanda estaba activo en la región. A partir del siglo VII las potencias
cristianas de Europa rivalizaron con las potencias islámicas. En el sur y centro de Europa, con la
excepción de las zonas bajo administración musulmana, el cristianismo fue la principal religión
desde antes del siglo IX hasta la actualidad.

RELATO YAHVISTA DE LA CREACIÓN (SEGÚN LA BIBLIA)


EI origen del hombre según la Biblia en los dos primeros capítulos del Génesis nos relatan el origen
del universo y del hombre y lo hacen de tal forma que aparentemente parece haber contradicción
entre lo que en ellos se dice y lo que afirma la ciencia moderna sobre el mismo tema.

Esta contradicción surge cuando se consideran los textos bíblicos como una descripción científica
de los acontecimientos de los orígenes del mundo y de la historia del hombre.

Pero la Biblia no es un tratado de ciencia, ni una exposición filosófica, ni un conjunto de crónicas,


ni siquiera una historia en el sentido que hoy damos a este término. Sí es, sin embargo, la historia
de la fe; por consiguiente, su mensaje es estrictamente religioso

(Gen. 2, 4-25), este relato empieza con la creación del hombre y lo presenta en dos estados
diferentes:

 estado de inocencia, de alegría y de paz


 estado de pecado y promesa de salvación.

Gen. 2, 7, Dios crea el hombre con polvo, sopla en sus narices para darle el soplo de vida, así el
hombre deviene un ser vivo. El hombre no ha sido creado por la palabra de Dios según este relato,
sino que fue modelado con barro del suelo. La creación del hombre y de la mujer es el inicio de la
creación. La creación del hombre es una participación del ser de Dios.

CREACIÓN DEL HOMBRE Y LA MUJER (SEGÚN EL CRISTIANISMO).

Según el cristianismo Dios los creó hombre y mujer a Su imagen y según la biblia.

Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza
dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y
sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra. Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a
imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: Sed fecundos y
multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla; ejerced dominio sobre los peces del mar, sobre las aves
del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.

Prácticas religiosas (manifestaciones) (antropología teológica)

Símbolos

Relación del cristianismo con otras religiones

También podría gustarte