Lo que te hará Grande

Por: David Valois

Seguramente tienes pendientes un par de cosas nada agradables

para mantener tu rumbo. No te apetece mucho, pero es necesario.
El primer reflejo es posponerlo… pero sólo alargarás la agonía.

Esa decisión difícil, ese proyecto largo que requiere algunas horas,
ese plan tuyo de mejora que al principio te costará… ¡tienes que
hacerlo! Te da miedo, lo sé, pero si quieres llegar lejos ¡tienes que
hacerlo! A todo el mundo le dan miedo, tranquilo, no eres único.
Pero si serás único si haces frente a tu miedo y te lanzas. Sólo el
1% de las personas se atreve con sus miedos, y tu eres de ellos si
estas suscrito a MasEficaz.

Tememos al fracaso más que a nada. Es el mayor temor al intentar

cosas nuevas. Pero sin fracasos no hay éxitos. Nada de renombre
se consigue sin errores. Cientos de citas históricas lo dicen con
palabras diferentes:

A lo único que has te temer es al miedo mismo.

Sobrevivimos a los mayores desastres, crisis laborales, divorcios, y

no pasa nada. Tememos al juicio de los demás, cuando la realidad
es que los demás están tan sumidos en sus propios asuntos que
son indiferentes a lo que hagamos. No esquives tus miedos
aparcando metas e intentando sobrevivir míseramente. Atájalos de
raíz y el problema no desaparecerá. Tememos las situaciones
personales incómodas, pero más vale ponerte una vez rojo que
ciento amarillo.

La solución es esta:
Dedícate primero lo que más miedo te de. Es la única
manera de romper ese círculo vicioso de tener miedo
y posponer. Nada te hará avanzar tanto como hacer
una vez al día algo que te de fuerte rechazo.
¿Y sabes qué? Al final nunca es para tanto: esa
llamada o conversación que parecía tan difícil, se
convierten en nada cuando las empiezas. La
satisfacción es enorme y das un paso de gigante.
Ganarás por la mano a la mayoría que no mira de
frente al miedo y pospone eternamente. (Y cuando
ellos se quejen, tú ya sabrás porqué.)

Nos pagan para solucionar problemas… sino no tendríamos trabajo

Tu primer paso es saber que todo es una sucesión de problemas, de que tu estas ahí
para solucionarlos. Los obstáculos no desaparecen, están ahí para ponernos a prueba.
(Además, si no hubiera problemas no ganarías dinero, el trabajo remunerado consiste
en solucionar problemas continuamente.)

Si no te enfrentas a ese problema que ahora te ronda en la cabeza, al de unos meses

seguirá ahí. Tu estrés será mayor y tendrás que completarlo igualmente… con la
desventaja de estar fuera de plazo. Piensa en lo que tienes pendiente y ocultas
sistemáticamente: ese cara a cara que pospones o esas tres horas seguidas sin
levantarte para terminar ese proyecto.

Nada es tan difícil como parece

Nos inventamos mil excusas para no agarrar el toro por los cuernos: “El día a día no
me deja tiempo”, “Total, ya iré tirando”… Y la mejor: “Tengo otras cosas urgentes que
hacer.” ¿Hay algo más urgente que hacer lo difícil?

Piensa en lo siguiente: ¿Qué es lo peor que te podría ocurrir de aquí a un año? ¿Y lo

segundo peor? Mira el futuro de aquí a un año y prevé. Tú lo sabes mejor que nadie.
Ahora anticípate y da un paso que te cueste, por pequeño que sea. Haz esa llamada,
lee ese libro o piensa en la solución a ese vendaval que se acerca. Empieza
visualizando el miedo en tu cabeza. Cuando lo tengas verás que no es para tanto y
tiene solución. Entonces pasa a la acción. Da un pequeño paso, otro más y ya lo
tienes.

Si tienes la disciplina para hacer cada día algo que te de rechazo,

conseguirás metas inimaginables

Se trata de hacer lo que temas, cuando necesite ser hecho y de la manera que tenga
que ser hecho. Estarás flotando cuando lo hayas afrontado y tu autoestima subirá
enteros.

Si haces cada día algo difícil, tus posibilidades se ensancharán y con tu nivel de
competencia aumentando día a día, no tendrás límite. Cada vez te creerás capaz de
más.

Todos nuestros miedos son internos, nosotros mismos nos ponemos frenos. Tememos
hablar en público por miedo a hacerlo mal, tememos abordar a un desconocido... Pero
nunca pasa nada. Al contrario: la gente admira a los que tienen el valor de lanzarse al
vacío, hagan como lo hagan.

¿Hay algo que sabes hacer bien y no te atrevas? Puede que hablar en público, conocer
gente nueva o cambiar de trabajo… o lo que sea que estés pensando. Pues enfréntate
ahora a esos miedos. Si haces siempre lo que no quieres hacer y pospones lo que si
quieres hacer, las cosas te irán muy bien. Métete con ese proyecto a priori tan difícil,
madruga, piensa más y ten valor para lanzarte a lo que no te atrevas.