Está en la página 1de 3

CON LIMPIEZA Y SANTIDAD EN LA VIDA

1 Timoteo 1:3-11

INTRODUCCIÓN

Una de las preocupaciones constantes de quienes creemos Dios, es siempre


tratar de hacer lo correcto, o el dar por lo menos un buen testimonio; dedicando gran
parte de nuestro tiempo a mostrar una apariencia espiritual, incluso en lo que hablamos
en nuestra vida cotidiana.

Pablo exhorta a Timoteo a poner un mayor énfasis en un aspecto fundamental de


la Iglesia (cuerpo de Cristo): la comunión en el evangelio, al lenguaje apropiado y la
práctica de los valores cristianos. Frenando de tajo aquellas situaciones que no edifican,
que solo confunden y para nada muestran que en verdad se es cristiano. Por lo que en
este punto valdría preguntarnos: ¿Qué es lo que más me apasiona de la iglesia en la que
me congrego?

Qué es lo que nos hace congregarnos o dejar de hacerlo, llegamos a este punto
entendiendo que existen consecuencias en nuestra vida espiritual, cuando nosotros
desatendemos la voz de Dios, cuando comenzamos a escuchar otras voces; Y ellos nos
lleva a frenar nuestro crecimiento espiritual, y nos lleva a discutir y a debatir sobre
aspectos que no me van a edificar.

Encontraremos en este pasaje la clave precisa para andar CON LIMPIEZA Y


SANTIDAD EN LA VIDA, y de paso impactar nuestras vidas contra el evangelio, de tal
manera que consideremos cual sea nuestra actitud frente a la Palabra de Dios, a la que
de manera decidida guardamos reverencia. Pero que como dijera el mismo Apóstol
Pablo a la Iglesia de Corintio: Si soy muy hábil/bueno en algo, pero lo hago, y no tengo
amor, de nada me sirve.

También veremos cómo es posible que pueda brotar en nosotros el Amor de


Cristo, hacia la vida, hacia el prójimo, hacia nosotros mismos, para lo que Dios nos va a
recordar tres condiciones indispensables para vivir una vida limpia y santa: Un corazón
Limpio, una buena conciencia y una fe sincera.

Y finalmente veremos cómo ello nos lleva a buscar a Dios, y entender el propósito
de su palabra en nuestro caminar por este mundo, porque tener una vida limpia y santa
no es un ideal: es una condición indispensable, para quienes nos consideremos hijos(as)
de Dios.
I. LAS COSAS QUE NOS EDIFICAN, SON AQUELLAS QUE NOS ACERCAN A DIOS, AL
PROJIMO, TODO LO DEMÁS NOS ALEJA DEL SEÑOR.
3  Advertencia contra los falsos maestros de la ley Al partir para Macedonia, te encargué que permanecieras en
Éfeso y les ordenaras a algunos supuestos maestros que dejen de enseñar doctrinas falsas 4   y de prestar atención a
leyendas y genealogías interminables. Esas cosas provocan controversias en vez de llevar adelante la obra de Dios
que es por la fe. (1 Timoteo 1:3-4 NVI)

a) J

b) L

c) L

II. EL TIPO DE AMOR QUE ABONA A UNA VIDA LIMPIA Y SANTA; ES EL QUE BROTA
DE UN CORAZÓN LIMPIO, UNA BUENA CONCIENCIA Y UNA FE NO FINGIDA.

5  Debes hacerlo así para que el amor brote de un corazón limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera.
6  Algunos se han desviado de esa línea de conducta y se han enredado en discusiones inútiles.
(1 Timoteo 1:5-6 NVI)
a) J

b) K

c) L

III. LA PALABRA DE DIOS, NOS MANTIENE CERCA DE ÉL, E IMPIDE QUE NOS
DESVIEMOS DE SU CAMINO, ASEGURA QUE NO ANHELEMOS NADA FUERA DE
ÉL.

8  Ahora bien, sabemos que la ley es buena, si se aplica como es debido. 9   Tengamos en cuenta que la ley no se ha
instituido para los justos sino para los desobedientes y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes
y profanos. La ley es para los que maltratan a sus propios padres, para los asesinos, 10   para los adúlteros y los
homosexuales, para los traficantes de esclavos, los embusteros y los que juran en falso. En fin, la ley es para todo lo
que está en contra de la sana doctrina (1 Timoteo 1:8-10)

a) K

b) D

c) F
CONCLUSIÓN

También podría gustarte