CURSO MODELO OMI 6.

09 - Formación para Instructores Sesión 4

OMI

Sesión 4: Planificación y Diseño del curso

Preguntar en clase: Técnica de preguntas y respuestas

Objetivos:
1. Favorecer la intervención de los participantes en el desarrollo de las clases.
2. Facilitar el aprendizaje mediante la integración de conocimientos.
3. Resaltar la importancia de ciertos contenidos.
4. Permitir al participante evidenciar el dominio de los contenidos tratados.

Destreza práctica de preguntar en clase.

El instructor puede, con mucha frecuencia lo hace, usar distintos tipos de preguntas,
desde las que provocan la evocación de información hasta las que exigen juicios o
valoraciones.
Sin embargo, pocos instructores usan las preguntas de alto índice de dificultad que
exigen mayor esfuerzo para contestar. De hecho, los instructores prefieren las
preguntas que exigen recordar datos, tal vez porque son más fáciles de procesar por
su bajo índice de dificultad.
Se han realizado algunas investigaciones en torno al tema, las cuales revelan que la
periodicidad con la que el profesor interroga en clase esta relacionada con la
superación del alumno en las evaluaciones, siempre y cuando en ellas se le enuncien
preguntas del mismo nivel a las utilizadas en clase. Cuando se acostumbra hacer
preguntas de un grado de dificultad y después en el examen las preguntas son de
otro, las consecuencias son negativas.

Factores a considerar en la formulación de preguntas.

La calidad de las preguntas depende de las respuestas que ellas induzcan; por esta
razón, es necesario adoptar el nivel adecuado de la pregunta en correspondencia con
el tipo de aprendizaje que se desea suscitar. Además, es necesario saber cómo
formular efectivamente las preguntas.

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Factores que deben ser considerados en la formulación de preguntas:

1. Claridad
2. Coherencia
3. Dirección
4. Distribución
5. Sugestión
6. Sondeo
7. Pausa, y
8. Rapidez en la formulación de la pregunta.

Claridad y coherencia.
La programación de la pregunta a estos efectos, es significativa, fundamentalmente
para las preguntas de alto índice de dificultad.
Algunas preguntas tienen que ser procesadas cuidadosamente antes de la clase y,
aun así, con frecuencia el instructor tiene que reformularla para que sean bien
entendidas.
Una pregunta es clara cuando puede ser percibida fácilmente por el participante,
independientemente de que puede responderla o no.
Una pregunta es coherente cuando se le se halla adecuadamente en un determinado
contexto, es decir, que tiene correspondencia con lo expresado anteriormente o con
lo que será expuesto.

Pausa
Muchos instructores fracasan en conseguir respuestas a sus preguntas debido a la
ausencia de pausa entre la formulación de la pregunta y el momento en que se
solicita la respuesta.
Inmediatamente después de formular una pregunta, es preciso hacer una pausa para
buscar señales de comprensión o pretensión de contestar (señales no verbales). Lo
prolongado de la pausa debe a la vez ser una señal para el participante: largas
pausas de indican que debe pensar detenidamente en la respuesta; pausas cortas
seguidas de reformulación, indican que debe responder rápido, porque si la
respuesta no se logra rápidamente el instructor debe reformularla de inmediato.

Rapidez
La rapidez en la formulación de preguntas depende, virtualmente, del tipo de
pregunta. Las preguntas de bajo índice de dificultad pueden ser formuladas

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apresuradamente. Las de alto índice de dificultad requieren más lentitud y deben ser
seguidas de pausas, de lo contrario se da lugar a confusiones o silencio por parte de
los participantes. Sin embargo, es viable usar ciertas palabras que le indican que es
lo que se espera de él. Por ejemplo: “Piensa cuidadosamente antes de
responder”, “hagan un esfuerzo por dar una respuesta completa” y, en el otro
extremo, “responderán rápidamente a estas preguntas”. Las pausas y la rapidez
determinan el ritmo del proceso de formulación de preguntas.

Dirección y distribución
Algunos participantes están constantemente dispuestos a responder que otros, por
diversos motivos: son más perspicaces y aplicados o bien porque sólo desean atraer
la atención del instructor.
Habitualmente en la clase hay participantes que están en disposición y desean
contestar casi todas las preguntas y muchos instructores se restringen a preguntarles
exclusivamente a ellos o consienten sus respuestas voluntarias. Esta situación puede
provocar problemas disciplinarios, de tedio o de rechazo en el resto de la clase. Por
el contrario, dirigiendo personalmente las preguntas a los participantes,
distribuyéndolas en toda la clase, las complicaciones pueden ser disminuidas. Es
primordial, evitar admitir la respuesta de varios participantes a la vez, porque la
tendencia es a tomar la respuesta correcta del conjunto de respuestas, y esto impide
reforzar a los participantes separadamente.

Sugestión y sondeo
Es preciso considerar que algunos participantes detestan intervenir en discusiones o
contestar preguntas. Cuando uno de estos participe, debe ser recompensado. Cuando
no responda, la actitud no debe ser punitiva, en todo caso, sugerirle la respuesta o
formularle otra pregunta de exploración para facilitar su intervención.
El instructor debe evitar contestar él mismo las preguntas difíciles cuando no le ha
dado la oportunidad a los participantes para responderlas o cuando hay discordancia
en las respuestas logradas. El instructor puede utilizar las sugerencias y el sondeo en
estos casos. La sugerencia consiste en fragmentar las preguntas de alto índice de
dificultad en otras preguntas más sencillas, cuya respuesta está sugerida. El sondeo
consiste en formular preguntas más sencillas para que le permitan al alumno
aproximaciones graduales hasta llegar a la respuesta deseada.

Actitudes y conductas que puede adoptar el instructor al preguntar

1. Formular la pregunta, esperar 3 o 5 segundos, luego pedir a algún participante
que responda.

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2. Adoptar una actitud de comprensión (o aceptación) en un estilo no punitivo

ante las respuestas incorrectas.
3. Dirigir la misma pregunta a varios alumnos.
4. Formular la pregunta de forma que las respuestas tengan que ser completas.
a. Preguntar por conjuntos o grupos de datos correspondientes a una información
cuando la pregunta tenga un nivel de simple información.
b. Evitar las respuestas si o no.
5. Formular preguntas que requieran del alumno un proceso de elevado nivel
cognitivo (alto índice de dificultad).
6. Ayudar al alumno sugiriendo o dando información básica para iniciar o
continuar una respuesta o para mejorar una débil respuesta.
7. Buscar una clarificación posterior a la respuesta dada.
8. Reenfocar la respuesta del alumno.
9. El instructor no debe repetir sus preguntas
10. El instructor no debe responder sus propias preguntas
11. El instructor no debe repetir las respuestas del participante (con las mismas
palabras).

Uso apropiado de preguntas:

Las preguntas que formulan los participantes en un curso, suelen constituir motivo
de angustia para el instructor que se inicia, porque si no se manejan adecuadamente,
se puede generar confusión o desviación del rumbo preestablecido.
Sin embargo, la adecuada conducción de la pregunta permite mejorar la dinámica de
una sesión, hacerla amena, más ajustada a las necesidades de los participantes y más
positiva por el intercambio de ideas que allí se genera, permitiendo así la arraigo de
los aprendizajes requeridos.

Recomendaciones:
 Investigar previamente las posibles inquietudes e interrogantes del grupo en relación
al tema. Recopilar diez veces más información de la necesaria.
 Dar oportunidad para hacer preguntas, estableciendo pausas para que las formulen o
invitando a plantearlas de manera positiva: ¿Qué preguntas desean formular?
¿Qué otra cosa desean conversar o exponer?
 Escuchar activamente. Darse tiempo para examinar el contenido de la pregunta.
Percibir su significado.

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 Si la pregunta es oportuna y pertinente puede ser de interés desarrollarla brevemente

o explorar nuevas perspectivas. Las preguntas demuestran el interés y la motivación
de los participantes en lo que se está haciendo.
 Cuando una pregunta interfiere en la exposición, en necesario pedir a la persona que
espere hasta llegar al tema o punto al cual se quiere referir. Sugerir al participante
que anote su pregunta para plantearla después. Otras veces, será conveniente
responder muy brevemente la pregunta en los aspectos que se relacionen
directamente, retomando a la brevedad el hilo de la exposición.
 Cuando las preguntas revelan necesidad de más información, reformular la pregunta
al grupo o responderla directamente.
 Cuando las preguntas demuestren actitudes de inconformidad, escepticismo o de
hostilidad:
a) Escuchar muy atentamente.
b) Indagar mejor con el participante sobre el sentido de la pregunta, cuál es la
relación con el tema, etc.
c) Tratar de presentar la información desde otro ángulo de correspondencia mejor a
la necesidad planteada.
d) Ofrecer pruebas, evidencias, ejemplos.
e) Describir beneficios o ventajas.
f) Pedir al grupo informaciones y experiencias que tengan al respecto.
g) Sugerir y aceptar otras opiniones y alternativas.

Conducción acertada de respuestas:

Procesar correctamente las respuestas de los participantes permite cultivar
apreciables experiencias de aprendizaje, favorece la aplicación del conocimiento a
situaciones nuevas, y permite evaluar los conocimientos adquiridos.
Para que las repuestas que dan los participantes a las preguntas del instructor o de
otro miembro del grupo enriquezcan la experiencia de aprendizaje es preciso
recordar:
 Solicitar respuestas de manera cordial, no en forma autoritaria.
 Si es necesario, replantear la pregunta con cortesía.
 Permitir a la persona un tiempo prudencial para pensar y dar una repuesta.
 Evitar poner en evidencia a una persona que no ha estado atenta, o que no
sabe la respuesta.
 Cuando las respuestas son muy cortas, confusas o incompletas el instructor
debe insistir, tratando de que sea justificada (¿Por qué crees eso?, ¿Qué es
lo que te induce a afirmarlo?) completar la respuesta (¿Qué quieres decir
con…?); pedir a otros participantes su intervención para concertar la idea.
 Cuando el participante declara desconocer la respuesta, el instructor puede
formular la pregunta, ayudar dando algunas “pistas”, (¿Recuerdas
cuando decíamos…?) o replantear la pregunta al grupo.

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 Cuando las respuestas son incorrectas, el instructor puede hacer que la

persona reflexione sobre la respuesta que dio, orientándolo para que pueda
identificar dónde está el error. Propiciar la participación del grupo en el
análisis de la respuesta. Al final, dejar claro cuáles aspectos eran valiosos y
cuál es la respuesta acertada.
 Cuando las respuestas son correctas, elogiar al participante. Promover su
análisis, pidiendo al participante que mencione los fundamentos de su
respuesta o que la justifique. Pedir a los demás si tienen algo que añadir o si
desean aportar una idea diferente. Destacar los elementos que hacen que la
respuesta sea acertada.

Manejo de situaciones difíciles

 Procurar el establecimiento de un clima humano agradable y de confianza.
 Asociarse mental y emocionalmente con el programa y con el grupo.
 Establecer comunicación directa con todos los participantes.
 Dialogar lo antes posible con aquellos que hayan manifestado contrariedad
respecto a su inclusión en el curso.
 Determinar el problema verdadero (ante una situación de rebeldía, hostilidad
o sub-motivación).
 Ser honesto, sin disculparse.
 Mantener el control y no ponerse a la defensiva.
 Presentar su punto de vista con cortesía pero con firmeza.
 Mostrar cuál es la utilidad y aplicación de lo aprendido en el trabajo o en la
vida personal.
 Estimular con ideas los procesos y tareas nuevas que se van a aprender.
 Reforzar positivamente.
 Lograr el compromiso de los participantes con su propio aprendizaje.
 Evitar
 Perder la calma.
 Demostrar hostilidad al grupo o al programa.
 Subestimar o sobreestimar a alguno de los participantes.
 Discutir uno a uno.
 Tratar de ser el único que se “luce”, permita que otros lo hagan, sin perder
por ello, el control de la sesión.
 Fomentar discusiones, pero responder las preguntas.

Manejo de participantes difíciles

Participantes saboteadores, recelosos y testarudos: Interrumpen asiduamente,
presentan puntos de vista desiguales, se quejan, critican, cuestionan la postura del
instructor, preguntan para probar la solidez del conocimiento del instructor.

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Qué hacer
 Escuchar con atención
 Repreguntar, precisar (¿Qué quieres decir con eso?, ¿Cómo asocias eso con lo que
estamos tratando?)
 No reprimir la discusión, ni crear nivel de amenaza
 Establecer contacto personal (en los recesos) e indagar causas del descontento
 Utilizar contacto visual y lenguaje gestual para redireccionar intervenciones
 Solicitar opinión de otros participantes. Hacer discusiones en equipos
 Crear empatía. Escuchar, no engancharse, ni tratar de convencer
 Mostrar opinión con firmeza pero con gentileza
 Mantener la ecuanimidad y el control (ayudarse con la respiración)

Participantes “poco interactivos”: personas que se mantienen silenciosos, responden

con monosílabos, no manifiestan interés.

Qué hacer
 Propiciar confianza y valoración de las experiencias.
 Establecer contacto visual y acercarse invitando a la participación
 Expresar confianza e interés en sus opiniones
 Preguntar directamente sin presionar; ayudar a responder.
 Reforzar positivamente todas las intervenciones.
 Hacer referencia posterior a los comentarios hechos por ese participante.
 Desarrollar dinámicas de grupo que inviten a la participación

Participante dominante: quiere quitarle el liderazgo al instructor, hace intervenciones

extensas, se explaya hacia los detalles especializados, ante todo tiene su propio
enfoque.
Qué hacer
 Permitir que se exprese.
 No reprimir la discusión.
 Apreciar los aportes.
 Revisar si la persona está interviniendo porque quiere aprender o si es
porque está presionando por algún motivo
 Utilizar elementos de la intervención, para retomar el liderazgo.
 No estimular su intervención con el contacto visual o el lenguaje corporal.
 Utilizar las ayudas visuales para centrar de nuevo la atención del grupo.
 Neutralizar al dominante solicitando la intervención de otros participantes.

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Participante que fue enviado al curso, sin previa consulta o en contra de su voluntad.
Qué hacer
 Averiguar por qué no quiere estar allí.
 Tratar de comprender los problemas o situación de la persona.
 Mostrarle lo que puede obtener del curso.
 Reconocer y valorar experiencias y conocimientos.
 Reflexionar en grupo sobre la importancia del curso.

Sobre el uso adecuado

El instructor
 debe considerar los recursos instruccionales como apoyo; evitar atribuirles la
responsabilidad de lograr por sí mismos, el aprendizaje.
 debe conocer el uso correcto del recurso de acuerdo a los objetivos
planteados. Adaptarlo al contenido, a la audiencia y al tipo de modalidad y
estrategia de aprendizaje.
 evitar hablar mientras se mira el recurso instruccional que se esté utilizando.
Esto hace que las palabras se queden en el aire, se debe mantener contacto
visual con la audiencia.
 no dar la espalda al grupo cuando se habla o cuando se manipulan los
recursos instruccionales.
 al mostrar una nueva lámina o imagen, la atención de los participantes se
concentra en su contenido, esto proporciona suficiente tiempo (5-10
segundos) para que la audiencia pueda hacer un recorrido visual por ella. De
esta manera podrá captar de nuevo la atención del grupo y podrá comenzar a
explicar. Si desea que la audiencia copie algo, proporcione el tiempo
necesario para ello.
 asegúrese de que la imagen proyectada puede ser vista desde cualquier
ángulo de la sala. No interfiera la visibilidad con su cuerpo.
 si ha concluido la exposición o parte de ella, retire la imagen (si es pizarrón
borre, si es rotafolio voltee la hoja; si es transparencia o diapositiva, apague
el equipo).
 cuando aparece una nueva imagen, la curva de atención sube y se estabiliza
en su punto alto mientras ella tiene algo que comunicar pase a la imagen
siguiente antes de que la curva de atención decaiga.
 mantenga la mayor iluminación posible dentro de la sala en la que realiza la
proyección.
La imagen proyectada cobra fuerza con ambientes oscuros, sin embargo, esto crea
somnolencia en la audiencia. Sólo en el caso de diapositivas del cine y proyecciones
multimedia, es necesario tener cierto grado de oscuridad.
 colóquese siempre a un lado de la proyección, preferiblemente a la derecha
de la pantalla.

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 reduzca al mínimo la acción de señalar sobre la imagen proyectada.

De ser necesario utilice un puntero. Es posible de vez en cuando, y de acuerdo al contexto y

al tipo de lámina, tocar la pantalla y señalar lo que quiere resaltar. Esto permite crear la
sensación de que el instructor y el recurso son uno solo.
Recursos didácticos.
Los recursos didácticos son aquellos materiales didácticos o educativos que sirven
como mediadores para el desarrollo y enriquecimiento del participante,
favoreciendo el proceso de enseñanza y aprendizaje y facilitando la interpretación
de contenido que el instructor o facilitador ha de enseñar.
Recursos didácticos
Los recursos empleados para la enseñanza pueden mejorar el aprendizaje de los
estudiantes. La selección de los recursos variará según el tema y los objetivos de
aprendizaje. También hay que tener en cuenta la manera en que aprenden los
adultos y los eventos instructivos relacionados.
El instructor debería propiciar el uso de los sentidos en los participantes,
generalmente el que más utilizan es el oído, cuando el instructor se para a hablar
frente a la clase. Algunas investigaciones indican que la vista debe ser tomada en
cuenta como sentido principal en las sesiones de aprendizaje, captar en conjunto el
sonido y la visión fortalece la retentiva y la agudeza para el logro del aprendizaje.
Por esta razón se deben preparar recursos didácticos que refuercen el uso de estos
sentidos. Sin embargo, algunos recursos requieren de mucha elaboración y de
inversión de dinero. Es primordial establecer con claridad el lugar y la forma para el
uso de estas ayudas, porque representan una representación útil para hacer los
contenidos más interesantes.
Pizarras: representa un problema por el polvillo que produce el roce de la tiza
sobre su superficie. El mejor color para la tiza es el amarillo, porque resulta más
fácil de ver, por el contraste más definido con el color de la pizarra, sea negra o
verde.
La pizarra permite una amplia superficie, hace posible escribir, hacer dibujos,
esquemas, gráficos y cualquier representación dependiendo de la habilidad del
instructor. Además, todo se puede elaborar a una altura cómoda.
Pizarras o tableros acrílicos: usados de la misma manera que las anteriores, el
fondo blanco produce mayor contraste con cualquier color oscuro, se produce
menos polvo. Permite una amplia superficie.
Rotafolios: Son grandes piezas de papel generalmente blanco, los cuales se colocan
sobre un paral. Los contenidos a ser presentados pueden ser elaborados con
anterioridad, para lograr una buena elaboración.

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Recomendaciones para el uso de las pizarras o rotafolios

 Los estudiantes deben tener una vista clara de la ayuda
 Al inicio de la sesión la pizarra debe estar libre de cualquier trabajo
 Los escritos y diagramas deben ser simples y claros
 La letra empleada debe tener un tamaño adecuado para ser leída
 Se puede agregar color pero no en exceso
 Evitar usar abreviaturas
 Escribir sólo de forma horizontal
 No hablar a la clase cuando se está de frente a la pizarra, tablero o rotafolio.
Proyector de transparencias: es una especie de reflector que muestra sobre una
superficie ampliada, pared o pantalla, la información escrita en una lámina de
acetato. Puede ser muy ruidoso y su ventilador produce calor. Sin embargo es una
ayuda confiable, la transparencia dura mucho tiempo y pueden prepararse con
anterioridad, mientras se expone una transparencia el instructor puede observar las
reacciones de los participantes
Recomendaciones para el uso del proyector
 Se debe revisar y probar con anterioridad para verificar que esté operativo y que
la imagen que produce esté enfocada.
 La pantalla debe estar dispuesta angularmente para evitar que el tope de la
imagen sea más ancho que el fondo.
 Se debe facilitar un tiempo prudencial para que los participantes observen las
imágenes antes de quitarlas.
 El expositor debe evitar parase entre el proyector y la pantalla
 Cintas sonoras: Las grabaciones sonoras o audio-cintas son un buen medio para
las personas que aprenden de forma auditiva.
 Muy buenas para personas que aprenden por vía auditiva.
 Una alternativa para las personas que no pueden o no quieren leer. Los “libros
hablados” son una opción para personas ocupadas en tareas físicas sencillas,
quienes pueden escuchar una cinta sonora pero no pueden observar una
videocinta.
 Puede ser difícil repetir una sección si se omite algún punto.
 Es difícil “realzar” información.
Diapositiva: Las diapositivas o transparencias son el material de apoyo visual más
utilizado.
 Buenas para personas que aprenden de manera visual.
 Sirven de complemento a la presentación verbal.
 Buenas para presentar conocimientos.
 Pueden ser una distracción para el aprendizaje.
 Los instructores pueden quedar “encadenados” a las diapositivas.

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Proyecciones multimedia
 Puede incluir demostraciones y sonido.
 Puede apoyar el aprendizaje de habilidades psicomotrices cuando se combina con
ejercicios y prácticas.
 Más costosas que las diapositivas simples.
 Mayor potencial de distracción.
 Videocintas
 Muy buenas para las personas que aprenden de manera visual.
 En una videocinta bien diseñada pueden incluirse demostraciones de acciones
físicas y procedimientos correctos.
 La grabación de una situación o de un estudiante cuando realiza un ejercicio es
excelente como fuente de retroinformación.
 No son interactivas.
 Su producción es relativamente costosa.
 Pueden ser difíciles de usar si no tienen índices.
 Pueden volverse obsoletas por el costo de producción.
 Videodiscos
 Las películas de entrenamiento en videodisco tiene las mismas ventajas que las
videocintas.
 Almacenan más información que una videocinta.
 Pueden ser de acceso selectivo (es más fácil acceder a secciones específicas).
 Existe la oportunidad de integrarlos con el entrenamiento basado en computadora.
 Más costosos que las videocintas.
 No siempre está disponible el equipo que se requiere para reproducirlos.
 No son interactivos.
Muestras físicas o modelos
 Son eficaces para tareas cognoscitivas (habilidades mentales, como sumar números
sencillos), actitudes y sobre todo habilidades psicomotrices.
 Los modelos y el equipo real se emplean cuando es fundamental que los estudiantes
puedan realizar una tarea con alto grado de aptitud cuando concluyan el
entrenamiento.
 Por lo general se utilizan en conjunto con otros medios de enseñanza.
Aspectos importantes. Al considerar si los modelos o el equipo real son apropiados para el
entrenamiento deben determinarse las siguientes necesidades:
 ¿Estarán seguros los estudiantes e instructores al utilizar el equipo o los modelos?
 ¿Requiere cada estudiante un equipo o modelo, o pueden compartirlo?
 ¿Cuál es la proporción entre el número de estudiantes e instructores que se requiere
para la supervisión y para proveer una retroinformación eficaz? (Por lo general es
baja cuando se utiliza equipo real. La proporción también disminuye al aumentar la
complejidad del equipo).
 ¿Cuál es el ciclo de vida esperado del equipo?

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 ¿Cuáles son los requisitos de mantenimiento?

 ¿Cuáles son los componentes consumibles
 ¿Los modelos simulan el “mundo real” con la exactitud suficiente para justificar su
uso y el gasto correspondiente?
Entrenamiento basado en computadora
El medio de enseñanza más reciente es el entrenamiento basado en computadora. Este tipo
de entrenamiento por lo general se diseña para que sea interactivo y para que el estudiante
avance a su propio ritmo. El estudiante tiene acceso a extensos registros de información y el
nivel de detalle con el que accede a esta información depende de las necesidades o
preferencias del estudiante. La información adicional se provee mediante secuencias de
consulta y se pone a disposición del estudiante dependiendo de su capacidad para demostrar
ciertos conocimientos o aptitudes.
 Puede incorporar tecnología de videodisco para presentar segmentos de vídeo que
ilustren procedimientos o refuercen un punto específico del aprendizaje.
 Puede integrarse a los cursos de entrenamiento tradicionales, como segmentos auto-
dirigidos que forman parte del programa general.
 Puede emplearse en el centro de trabajo para que los trabajadores aprendan
información nueva o refuercen su entrenamiento.
 Acceso a extensos registros de información.
 El autoaprendizaje es ideal para los estudiantes individuales.
 Es muy costoso.
 La calidad y disponibilidad varían.
 No es aceptada para la certificación, salvo que la evaluación final sea supervisada.

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