Los capilares fenestrados se encuentran normalmente en las glándulas exocrinas y sitios de

absorción de líquidos o metabolitos, como la vesícula biliar, riñones, el páncreas y el tubo

digestivo. Los capilares fenestrados o viscerales se caracterizan por el hecho de que en su
revestimiento endotelial hay aberturas transcelulares redondeadas: fenestra (poros). Las
fenestras están limitadas por la membrana celular, formando canales continuos en ella que
conectan las superficies que miran hacia la sangre y los tejidos. Cada fenestra está cubierta por
un diafragma, que es más delgado que la membrana celular.

Observamos la lámina basal rodea el capilar que lo separa del tejido, después tenemos el
endotelio que es epitelio escamoso simple con sus fenestraciones que pequeños poros
circulares (60-80 nm de diámetro) que perforan las regiones más delgadas de las células
endoteliales. También podemos observar vesículas pinocíticas.