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MOSAICO

Revista de la Federación Española de Asociaciones de Terapia Familiar


Journal of the Spanish Federation of Family Therapy Associations

73
CON LA COLABORACIÓN DE
SPTF Sociedad Portuguesa
de Terapia Familiar

Las Emociones del Psicoterapeuta: Su uso en psicoterapia y en la formación


de profesionales.
Juan Miguel de Pablo Urban JUNIO 2019
Miradas y aspectos de la supervisión indirecta en grupo en servicios sociales (II).
Joana Alegret Hernández, Ana María Gil Ibáñez y Susana Vega Fernández
Elementos para una teoría de la colaboración interprofesional.
Ricardo Ramos Gutierrez
Navegar por la alianza terapéutica: lo que la investigación nos dice al oído
a los terapeutas familiares.
Valentín Escudero
Monográfico:
Introducción al monográfico. Paradojas confusionales y paradojas liberadoras.
Iñaki Aramberri
La desvinculación adolescente y la Violencia Filio-Parental como comunicación
paradójica de la dificultad de separación.
Ángel Estalayo Hernández, Olga Rodríguez Ochoa y Raúl Gutiérrez Sebastián
Las metáforas extendidas como herramientas paradójicas de intervención.
Francisco Javier Ortega Allué
Las paradojas en el trabajo con adolescentes consumidores de drogas y
con trastornos de conducta.
Juan Antonio Abeijón e Iñaki Aramberri Miranda
Reflexiones sobre la paradoja como contexto para el trabajo con profesionales,
equipos y organizaciones.
Asier Gallastegi Fullaondo
En portugués
Entrevista com Froma Walsh sobre “resiliência familiar”.
IV congresso Ibérico de Terapia Familiar.
Joana Sequeira y Maria Filomena Gaspar
Y más...
Entrevista. Un diálogo sobre familias y hogares.
Carolina Besoain y Marcelo Pakman
En el nombre del padre. Intervención sistémica con progenitores varones
de personas con discapacidad intelectual.
Juan Carlos Morcillo García, Patricia Zuriaga Jaraba y Rafael González Ferrandis
Terapia familiar y adopción internacional: Cuando el miedo paraliza a las familias adoptivas.
Eulalia Anglada
25 Años de la FEATF: Reflexión y Balance.
Roberto Pereira

Monográfico: Paradojas confusionales y paradojas liberadoras.


En este
número...

5 Editorial
7 Noticias de las asociaciones
10 Desde la presidencia
12 Las Emociones del Psicoterapeuta: Su uso en psicoterapia y en la formación de profesionales.
Juan Miguel de Pablo Urban
36 Miradas y aspectos de la supervisión indirecta en grupo en servicios sociales (II).
Joana Alegret Hernández, Ana María Gil Ibáñez y Susana Vega Fernández
74 Elementos para una teoría de la colaboración interprofesional.
Ricardo Ramos Gutierrez
85 Navegar por la alianza terapéutica: lo que la investigación nos dice al oído
a los terapeutas familiares.
Valentín Escudero

MONOGRÁFICO: Paradojas confusionales y paradojas liberadoras.


94 Introducción al monográfico. Paradojas confusionales y paradojas liberadoras.
Iñaki Aramberri
95 La desvinculación adolescente y la Violencia Filio-Parental como comunicación
paradójica de la dificultad de separación.
Ángel Estalayo Hernández, Olga Rodríguez Ochoa y Raúl Gutiérrez Sebastián
104 Las metáforas extendidas como herramientas paradójicas de intervención.
Francisco Javier Ortega Allué
116 Las paradojas en el trabajo con adolescentes consumidores de drogas
y con trastornos de conducta.
Juan Antonio Abeijón e Iñaki Aramberri Miranda
127 Reflexiones sobre la paradoja como contexto para el trabajo con profesionales,
equipos y organizaciones.
Asier Gallastegi Fullaondo

EN PORTUGUÉS
135 Entrevista com Froma Walsh sobre “resiliência familiar”.
IV congresso Ibérico de Terapia Familiar.
Joana Sequeira y Maria Filomena Gaspar

Y MÁS...
142 Entrevista. Un diálogo sobre familias y hogares.
Carolina Besoain y Marcelo Pakman
153 En el nombre del padre. Intervención sistémica con progenitores varones de personas
con discapacidad intelectual.
Juan Carlos Morcillo García, Patricia Zuriaga Jaraba y Rafael González Ferrandis
166 Terapia familiar y adopción internacional: Cuando el miedo paraliza a las familias adoptivas.
Eulalia Anglada
178 25 Años de la FEATF: Reflexión y Balance.
Roberto Pereira

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DIRECTOR
Francisco Javier Ortega Allué
COLABORADORES HABITUALES
Annette Kreuz Smolinski, Javier Bou, Mark Beyeback,
Neus Cauyola, Ricardo Ramos Gutiérrez
EDICIÓN
Federación Española de Asociaciones de Terapia Familiar (FEATF) Editorial
COORDINACIÓN DE LA EDICIÓN PORTUGUESA
Maria Filomena Gaspar
REDACCIÓN
C/ Aragón 659 1º 1ª – 08026 Barcelona Hemos vivido, justo es confesarlo aquí, una pequeña o gran crisis en
e-mail: mosaico@featf.org
el alumbramiento de este número tenéis (¿entre las manos?) a la vista,
si entendemos como crisis el estado de un sistema en que un cambio
es inminente, como señaló con fortuna Frank Pittman. Quienes tene-
CONSEJO EDITORIAL
mos una edad hemos visto crecer y cambiar a esta nuestra revista,
Norberto Barbagelata (Madrid) Edith Golbeter (Bruselas) Matteo Selvini (Milán)
Javier Bou (Valencia) Joakko Seikkula (Finlandia)
de la mano de los directores cuyo recuerdo señalamos en nuestras
Ana Gomes (Lisboa)
Philippe Caille (Niza) Jaime Inclán (USA) Carlos Sluzki (USA) contraportadillas y de cuantos con ellos colaboraron. Con aciertos y
Luigi Cancrini (Roma) Annette Kreuz (Valencia) Jorge de Vega (Las Palmas) desaciertos, en Mosaico hemos asistido a su proceso de crecimien-
Alberto Carreras (Zaragoza) Juan Luis Linares (Barcelona) Arlene Vetere (Surrey) to, manteniendo a lo largo del tiempo una identidad que se transfor-
Marcelo R. Ceberio (Buenos Aires) Raúl Medina (México) maba, enriqueciéndose, con las numerosas aportaciones de tantos
Jorge Colapinto (USA) Luigi Onnis (Roma).† DIRECTORES ANTERIORES
Jose Manuel Costa (Lisboa)
terapeutas como nos han acompañado a lo largo de los años. No tar-
Roberto Pereira (Bilbao) Roberto Pereira Tercero
Claudio Des Champs (Buenos Aires) Manuel Peixoto (Portugal) Norberto Barbagelata Churruarín daremos mucho en celebrar la publicación de los setenta y cinco nú-
Valentin Escudero (La Coruña) Ana Paula Relvas (Coimbra) Alfonsa Rodríguez Rodríguez meros de la revista y de ahí el camino hacia los cien quedara expedi-
Celia Falicov (USA) Elida Romano (París) Javier Ortega Allué to. Señal de la buena salud de la FEATF y del largo recorrido, ya, de
Regina Giraldo (Bogotá) Daniel Sampaio (Lisboa) Díez Puig su buque insignia.

CORRESPONSALES No es sencillo acostumbrarse a los cambios porque somos anima-


Carlos Merino Navas Nacho Rubio les de inercias y hábitos, que nos constituyen. El mundo en continuo
Asociación Castellano-Manchega Asociación Extremeña
E-mail: breivia@gmail.com
devenir obtiene un cierto orden de nuestra capacidad para hacerlo
E-mail: nachorubio@hotmail.com
Garazi Rivas Iosune Fernández
previsible, como nos volvemos nosotros a fuerza de restringir nues-
Maria Bethencourt
Asociación Vasco-Navarra Asociación Canaria tras posibilidades de actuación y aparecer de un modo parecido casi
E-mail: garapsi@outlook.com E-mail: siempre ante los demás. Pero a esta estabilidad a duras penas conse-
Laura Martínez Oria Yolanda Seco guida le acompaña como pareja de baile el cambio inevitable, el cre-
Asociación Castellano-Leonesa Asociación Balear
E-mail: lauramartinezoria@gmail.com E-mail:
cimiento, la actualización de las infinitas potencias en que también
Sergio Siurana Ricardo Ramos Gutiérrez
nosotros consistimos. Aprendemos y, al hacerlo, cambiamos y crece-
Asociación Aragonesa Asociación Catalana mos. Ocurre lo mismo con los objetos que nos rodean y a los cuales
E-mail: ssiurana@reyardid.org E-mail: ramosgutierrez@gmail.com nuestra mirada y nuestro uso llenan de vida. Conservamos lo mejor,
Sara Flórez Emma Tomás pero nos desprendemos de la ganga, de lo que sobra, de lo que, al
Asociación Madrileña Asociación Valenciana
E-mail: florezmontero@yahoo.com E-mail: espaciopsique@hotmail.com
dejar atrás, nos permite permanecer siendo.
Javier Vilches Alonso Conchi Caro
Asociación Andaluza Asociación Murciana Hemos sido testigos de numerosos cambios. Las organizaciones son
E-mail: javiervilchesalonso@gmail.com E-mail: difusion@atfrm.org sistemas abiertos que se auto-organizan, crecen y se transforman.
Dolores González Díaz Yosune Fernández Rementería También FEATF lo hace. Cada nueva hornada de terapeutas que ob-
Asociación Asturiana Asociación Cantabra
E-mail: dgonzalez@gijon.uned.es E-mail: astefamcan@gmail.com
tienen su acreditación trae consigo, como empujando, nuevas ideas
Roberto Antón Santiago y nuevas formas y nuevos caminos. Lo viejo y lo nuevo se encuentran
Asociación Gallega en un punto y se intercambian información, conocimientos, usos y
E-mail: roberto_anton_santiago@hotmail.com maneras. A veces, lo nuevo parece querer arrumbar lo viejo, como si
todo ello estuviera obsoleto y ya nada de lo que se dijo entonces tu-
DEPOSITO LEGAL: B-16180-2005
ISSN: 1887-0600. MOSAICO, junio 2019. Nº 73
«Mosaico no se identifica necesariamente con los juicios expresados en los trabajos firmados»
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Noticias de las asociaciones

ASOCIACIÓN DE TERAPEUTAS DE FAMILIA DE LA REGIÓN DE MURCIA (ATFRM).


viera el menor valor. A veces, lo nuevo necesita una cierta perspectiva
o profundidad, que, por fortuna, abunda en lo viejo. Nadie es impres-
cindible, pero todos somos necesarios. Porque traemos nuevas inquie-
tudes que enriquecen y fecundan las viejas. Así ocurre con la renova-
ción de los equipos directivos, como ocurrirá también en las próximas
Jornadas Nacionales en Santiago.

Y como ha sucedido en nuestra emigración digital. Este es un cambio,


también, con el que pretendemos mantener, sin embargo, los logros
conseguidos y, por qué no, superarlos. Los que estemos o los que va-
yan a estar. No hay una razón tan sólo económica en esta migración,
aunque no deja de ser una de las razones: nuestro esfuerzo por aho-
rrar gastos redundará en otros proyectos que FEATF podrá empren-
der gracias a este ahorro. La economía, pues, está detrás; pero, con
todo y ser importante, no es la única razón. En estos momentos, Mo- Entre los fines de la Asociación de Terapeu-
saico alcanza la cifra potencial de unos 2100 lectores, si sumamos a tas de Familia de la Región de Murcia está el
los socios de FEATF que la reciben el grupo hermano de la Sociedad contribuir a la difusión teórica y aplicada de la
Portuguesa de Terapia Familiar, y los suscriptores que, sin esas perte- Terapia de Familia y promover, avalar y ofre-
nencias tan vinculantes, están interesados en los contenidos de nues- cer, en su caso, una formación permanente
tra revista. Pero sabemos que el potencial de crecimiento de Mosaico sobre la misma; y este año 2019, nos hemos
podría ser mayor si nos lanzásemos a navegar en el proceloso mar de propuesto hacerlo intensamente.
las redes sociales. Numerosos terapeutas en Latinoamérica y en algu- Los pasados días 22 y 23 de Marzo, celebra-
nos países de Europa nos piden que les abramos nuestras páginas o mos las VI Jornadas de Relaciones Familiares
sienten curiosidad intelectual por sus contenidos. Nos une el mismo de la ATFRM. En esta ocasión, abordamos
interés y la misma vocación. Por eso Mosaico se hace también ella di- Conyugalidad y Parentalidad en la Familia los terapeutas de pareja para facilitar siner-
gital, para seguir creciendo y cambiando, pero manteniéndose en lo de Origen: Coordenadas Básicas de la Salud gias en esta enorme complejidad?
que fue, ha sido y será. Iter facere. Mental, de la mano de Juan Luis Linares. Fue El seminario tuvo lugar el 11 de mayo en Car-
toda una oportunidad para recordar las apor- tagena y reconocidas 8 horas de formación
Javier Ortega Allué. taciones teóricas de Juan Luís, así como revi- continua por la FEATF.
Director de Mosaico. sar las posibilidades de su aplicación prácti- Los días 20 y 21 de Septiembre, la ATFRM
ca. 12 horas de mucha intensidad formativa celebrará las VII Jornadas sobre Relaciones
y experiencia. Familiares. En esta ocasión abordaremos la
No queríamos perder esta ocasión para Violencia en Parejas, acercándonos a nue-
nombrar a Juan Luis, Socio de Honor de la vas aportaciones desde la Teoría del Trauma
ATFRM. y la Neurociencia. Todo ello de la mano de
Por otro lado, ya tenemos fechada la realiza- José Navarro Góngora.
ción del Seminario: “Trabajando con Parejas: En el desarrollo de la Jornada, también con-
Del amor al odio y del odio al amor”, con Te- taremos con un espacio de tertulia entorno
resa Moratalla. a la temática en el que contaremos con las
La propuesta formativa pretende, entre otras aportaciones de Juan Rodríguez Abellán.
cosas, encontrar respuesta a ¿cómo a partir Las Jornadas están reconocidas por la FEA-
de una relación de amor puede surgir el odio TF como 12 horas de formación continua y
y la rabia absoluta?, ¿cómo podemos hacer tendrán lugar en el NH Amistad de Murcia.

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SOCIETAT CATALANA DE TERAPIA FAMILIAR (SCTF).

Lo que se dice un último trimestre denso. bajar, presidida por la autocrítica y el respeto
Empezamos el 29 de abril con un clásico vi- al paciente.
vo: Karl Tomm. En colaboración con el Master
en Terapia Sexual y de Pareja y el Master de Casi sin descanso, el 3 de mayo, un seminario
Terapia Cognitivo Social, de la Universidad de de 4 horas con Rose Marie Moro. Médica, filó-
Barcelona, la Sociedad Catalana de Terapia sofa, psiquiatra infanto-juvenil y psicoanalista
Familiar nos trajo a este veterano profesor de (discípula de Serge Levobici). Esta española
la Universidad de Caligary, en Canadá, quien que trabaja en París, en la Universidad de la
a lo largo de su carrera ha recorrido diversos Sorbone y que es fundadora y presidenta de reflexivo de Tom Andersen. Un desafío aso- por Eduard Carratala (qué otro), e integrada
caminos que empiezan con el análisis de la la Asociación Internacional de Etnopsicoaná- marse a sus puntos de vista sobre la cultura y por Anna Ribas, Neus Soler y Ariadna Su-
primera escuela de Milán y llegan hasta los lisis, nos mostró las complejidades del trabajo su forma de intervención. reda (“Familia de origen: construcción de la
desarrollos de la terapia narrativa y el cons- transcultural con niños emigrantes y sus fa- identidad parental de las madres y padres
truccionismo social. milias. Y, ya con un poquito de respiro, el 14 de junio, acogedores en relación a su familia de ori-
la Jornada de Cierre de la Societat Catalana gen”), Marina Alba, Carmen Pedrajas y Ge-
En el seminario de 8 horas tuvieron cabida En un equipo intercultural, en el que se inte- de Terapia Familiar. Dos mesas redondas, la mma Pou (“Estudio de relaciones familiares
desde sus aportaciones a la entrevista como gran miembros de otras culturas (no necesa- primera sobre Terapia de Pareja, moderada básicas en familias con gemelos”) y Lidia Co-
intervención, publicados en tres celebres ar- riamente de la cultura de la familia consultan- (quién mejor) por Carmen Campo en la que lilles y Amanda Moreno (“Historias de vida de
tículos que vieron la luz en Family Process te), los miembros del equipo, tras una primera presentaron Dora Ortiz (“Integración del mo- madres solteras por elección”).
entre los años 1987 y 1988 hasta sus actua- fase en la que Rose Marie conduce la entre- delo IFS en la Terapia de Pareja”), Raquel
les propuestas sobre Patrones de Interacción vista, ofrecen las evocaciones que el caso les Maresma (“Trabajando con Parejas desde el Una satisfacción compartir tantas ideas inte-
(Patologizantes, de Interacción de Curación, despierta a la luz de su propia cultura para Enfoque Familiar Minimalista: terapia Breve, resantes con tantas compañeras y compañe-
de Interacción de Bienestar, de Transforma- integrarlas en la búsqueda de sentido de los Modelo de Palo Alto”) y Patricia Maguet; Pa- ros interesados.
ción, de Deterioro y Socioculturales Inter- problemas de los consultantes. Procedimien- blo Quiroga y Silvia Macassi (“Nuevas Infide-
personales) que viene desarrollando desde to sugerente que, en nuestro medio, no pudo lidades, Nuevas Tecnologías”), y la segunda
2014. Un placer conocer su manera de tra- dejar de evocar, con sus diferencias, al equipo dedicada a presentaciones preliminares de Ricardo Ramos.
trabajos de investigación en curso, moderada Corresponsal MOSAICO.

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Desde la
presidencia

Mosaico Digital

Hola a todos, de nuevo me dirijo a vosotros, aunque esta vez, de manera muy Ya somos 15 Asociaciones en la Federación, pues en el mes de mayo se ha inte-
especial pues con este número de Mosaico se abre una etapa nueva en la re- grado en la misma la recién creada Asociación Cántabra de Terapia Familiar que
vista de nuestra Federación: el 73 va a ser el primer número digital de Mosaico. acaba de realizar su primer acto científico reuniendo en Santander a grandes
profesionales que han reflexionado sobre el pensamiento y la intervención sisté-
Tras hacer distintos estudios y reflexiones en los últimos meses, como ya os mica en áreas tan importantes como las adicciones y la violencia filio parental.
habíamos informado, la Junta Directiva de nuestra Federación decidió que, te-
niendo en cuenta la evolución de las formas de comunicación en nuestra so- Asegurar una Formación Continuada y Acercarse a los Socios son también otras
ciedad, incorporábamos nuestra revista al mundo digital, aunque no para todos dos de las líneas de trabajo en las cuales las Asociaciones quieren poner el
los números anuales, pues cada año, el número que recoge el trabajo centrado acento en el trabajo a realizar en la Federación.
en nuestras Jornadas y Congresos seguirá, de momento, teniendo una presen-
cia física en papel. Son importantes los desafíos a los que nos estamos enfrentando, a la hora de
tener que definir el proceso de Acreditación del Terapeuta Familiar y su presen-
Vamos a intentar, como ya lo estamos haciendo con la pagina web de la Fede- cia en Áreas de Trabajo del Sector Público de la Salud Mental, en el Trabajo con
ración, con la App que hemos estado desarrollando y con la presencia en las Adolescentes y sus Familias, con los actuales cambios que se están producien-
distintas redes sociales, hacernos más cercanos, con una comunicación rápida, do, y en la promoción de las Investigaciones Científicas; estos desafíos van a de-
fluida y manejable. terminar el trabajo de las Asociaciones y de la Federación en los próximos años,
en el Estado Español y en Europa.
Esto no va a modificar el nivel científico de los artículos que se presenten en ca-
da número de la revista, que seguirá intentando, como siempre lo ha hecho, re- Los próximos congresos que se acercan, el de Relates en Barcelona y el de la
coger y difundir el pensamiento Sistémico-Relacional en los diferentes campos Efta en Nápoles, por no hablar de nuestras jornadas de Santiago, van a demos-
científicos y de intervención terapéutica. trar la actualidad de estos desafíos y la importancia de los mismos, buscando y
encontrando respuestas que demuestren su utilidad.
Es más, pensamos que esta forma de presencia nos hará estar más rápidamen-
te cerca de aquellas situaciones en las que nuestra sociedad necesita de un Hay trabajo, tenemos trabajo todos juntos y esta vez, además, aprovechando
análisis de los sistemas y de poder compartir la gran variedad y riqueza de inter- los espacios digitales en los que encontraremos de nuevo nuestra gran revista.
venciones en las distintas áreas de las nuevas formas de familia y de los grandes
desafíos en los cambios que se están produciendo.
Un gran saludo.
Bienvenida sea esta nueva presencia que hace que la Comunicación Fluida y la
Difusión de la Terapia familiar, que aparecían recientemente como dos puntos Juan Antonio Abeijón.
importantes en las expectativas que las asociaciones tienen con la Federación,
Presidente de la FEATF.
puedan realizarse mejor.

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MOSAICO 73 Las Emociones del Psicoterapeuta: Su uso en psicoterapia y en la formación de profesionales.

Las Emociones del Psicoterapeuta:


Su uso en psicoterapia y en la Abstract.

formación de profesionales.
The work with individuals, groups and families in psychotherapy, and the management of the
therapist´s own emotions and affections has a special relevance. Within this handling it is very
important how the therapist manages her own emotions. Recognizing the contributions made by
the psychoanalysis, in its studies about countertransference, and especially the point of view that
defends the need to incorporate the therapist´s feelings as an essential tool for the therapeutic pro-
cess. Therefore the recommendation for the therapist is to know well her family of origin, specially its
Resumen. Juan Miguel de Pablo Urban. relational patterns. The contributions of the transgenerational family therapy and other approaches
Psicólogo clínico, psicoterapeuta of systemic relational therapy are equally important. This is also the case for the concepts of reso-
En la labor del psicoterapeuta, con pacientes individuales, y supervisor docente. nance and assembly. An analysis of the levels of communication that concur in psychotherapy is
grupos y familias, es de especial relevancia el manejo Codirector de COOPERACION, Instituto performed and a methodological proposal is emphasized for working with emotions, especially with
de las emociones y afectos. Dentro de este manejo, de Formación Sistémica (Cádiz). those that arise in the therapist as a result of the emergence of affections in the patient system (in-
Director de la revista SYSTÉMICA. dividuals, groups and families). Finally, a work is proposed for training therapists in order to facilitate
es destacable el uso que es posible realizar de las jmdepablo@hotmail.com the knowledge of their family.
propias emociones del terapeuta. Reconociendo las Key words.
aportaciones realizadas en los estudios sobre la contratransferencia en Countertransference, resonances, emotions, psychotherapy, psychotherapist, family therapy.
psicoanálisis y, en especial, en la visión que defiende la necesidad de
incorporar lo que el/la terapeuta siente, como instrumento al servicio
1. La incorporación de las emociones del psicoterapeuta en la intervención
del proceso terapéutico, se aconseja la importancia de que, para ello, el
terapéutica y en la formación de profesionales de la psicoterapia.
terapeuta conozca bien su familia de origen y sus patrones relacionales más
destacables. En esta misma línea se asumen las aportaciones de la terapia En el artículo “De la contratransferencia a las resonancias: las emociones del
familiar transgeneracional y de otras corrientes del enfoque relacional profesional en psicoterapia” (De Pablo, 2017), realicé un recorrido por las dife-
sistémico como ocurre con los conceptos de resonancia y ensamblaje. rentes aportaciones que, desde el psicoanálisis y la terapia relacional sistémica,
se han venido efectuando en referencia a las emociones que los profesionales
Se realiza un análisis de los niveles de comunicación que concurren
de la psicoterapia experimentan en su trabajo con pacientes. De otra parte, in-
en la psicoterapia y se enfatiza una propuesta metodológica para tenté reseñar las distintas consideraciones que se han venido manifestando so-
el trabajo con las emociones, en especial con aquellas que surgen bre la naturaleza de su aparición y su posible uso o función.
en el terapeuta como resultado de la emergencia de los afectos De la atenta lectura de la literatura existente queda meridianamente claro que,
en el sistema paciente (individuos, grupos y familias). Por último, en primer lugar, resulta inevitable la aparición de emociones en la figura del pro-
se propone un trabajo para los terapeutas en formación fesional durante el proceso terapéutico y, como consecuencia de ello, la impor-
tancia de valorar este fenómeno como un recurso a utilizar para la mejora en el
al objeto de facilitar el conocimiento de su historia familiar
desempeño profesional en psicoterapia.
y de su posicionamiento dentro de esta. Para profundizar en las formas en que la experiencia emocional surge, se pre-
cisa primeramente analizar las diferentes vías de comunicación que se presen-
Palabras clave. tan en el proceso terapéutico y, posteriormente, en qué forma es posible su uti-
Contratransferencia,
resonancias, emociones, lización para una más adecuada intervención psicoterapéutica. De aquí que sea
psicoterapia, preciso destacar la necesidad de establecer herramientas metodológicas para
psicoterapeuta, mostrar posibles fórmulas que incidan en la mejor forma de afrontar esta emer-
terapia familiar. gencia emocional y convertirla en motor de activación y cambio en el consulto-
rio, con nuestros pacientes.
Esto nos lleva, al final, a destacar la importancia de implementar, en los pro-
cesos de formación de psicoterapeutas; contenidos y espacios para el trabajo
personal que incluyan la profundización en la historia emocional de los futuros
terapeutas, en el conocimiento sobre su familia de origen y en los roles, conflic-

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MOSAICO 73 Las Emociones del Psicoterapeuta: Su uso en psicoterapia y en la formación de profesionales.

tos, coaliciones, creencias; en las que se ha visto representado. En esta misma de los mensajes o la relación entre lo que se dice efectivamente y lo que se in-
línea, es muy importante dar prioridad a los aspectos personales y emocionales fiere del mensaje emitido, o sea, entre lo que decimos y lo que queremos de-
del profesional en los procesos de supervisión clínica. Las reacciones emocio- cir. Igualmente pueden observarse los aspectos gestuales, la mirada, la posición
nales del terapeuta, su emergencia en el proceso psicoterapéutico y la adecua- corporal, la proxemia.
da utilización de los mismos en la atención de pacientes (individuos, grupos y Siguiendo a Watzlawick y colaboradores (1965), se debe hacer especial refe-
familias) deben estar en el centro de los procesos formativos y de supervisión. rencia al quinto axioma de la comunicación descrito en su libro de referencia,
En los siguientes epígrafes se pretende desarrollar una descripción de los po- donde se señala que la comunicación incluye dos modos: la digital (verbal) (“lo
sibles niveles de comunicación que se presentan en el proceso terapéutico, que se dice”) y la analógica (no verbal) (“cómo se dice”). “El lenguaje digital
dando especial énfasis a los que hacen referencia a la aparición de reacciones cuenta con una sintaxis lógica sumamente compleja y poderosa, pero carece de
emocionales en los terapeutas. De la misma forma, se procura mostrar un pro- una semántica adecuada en el campo de la relación, mientras que el analógico
cedimiento de análisis de esas reacciones y su uso en la terapia. Por último, pro- posee la semántica, pero no una sintaxis adecuada para la definición inequívoca
pondré un diseño de trabajo con los aspectos emocionales y de familia de origen de la naturaleza de las relaciones” (Watzlawick et al., 1965, pág. 68). Es preciso
para terapeutas en formación. recordar que Watzlawick nos habla de tres áreas, la sintáctica, la semántica y la
pragmática. El área sintáctica hace referencia a la transferencia del mensaje, la
semántica se interesa en el significado o esencia del mensaje que se transfiere
2. Niveles de comunicación en la relación terapéutica. y la pragmática se centra en la afectación que la comunicación tiene sobre la
conducta humana.
En la bibliografía es habitual poder encontrar diferentes clasificaciones de los Desde cualquiera de estos órdenes se han realizado estudios de interés que,
diferentes niveles que se pueden encontrar en la comunicación existente entre según cada caso, se interesan en diferentes formas de acercamiento al proceso
las personas. Paul Watzlawick, Don D. Jackson y Janet Beavin Bavelas (1965), de comunicación y, por ende, a profundizar en lo que acontece entre terapeu-
en su emblemático trabajo Teoría de la Comunicación Humana, realizaron un ta y paciente. Se pasan a destacar aquellos que, por su particularidad, aportan
excelente acercamiento al fenómeno de la comunicación que, posteriormente, elementos novedosos en el análisis de la comunicación.
ha sido alimentado y perfeccionado por otros estudiosos del proceso comunica- Son de especial interés los estudios derivados de la aplicación del principio
tivo. De otra parte, es preciso destacar las aportaciones de Otto Kernberg (1977) de cooperación, enunciado por el filósofo lingüista británico Paul Grice (1989,
sobre los canales de expresión afectiva en la comunicación en psicoterapia, en 1975) y sus cuatro máximas (cantidad, cualidad/consistencia, pertinencia/rele-
primer lugar, por su especificidad en referencia al contexto donde ocurre la co- vancia y forma). El trabajo de Mary Main (2000) es un ejemplo excelente del uso
municación y, en segundo lugar, por incorporar niveles no contemplados en es- de este acercamiento, en el trabajo aplicado sobre la relación entre las máximas
tudios anteriores. Aunando la información recopilada y analizando este proceso de Grice y los tipos de apego descritos por Ainsworth (1978). En el artículo de
en la relación terapéutica pueden observarse, al menos, tres niveles diferencia- Main (2000), “Las categorías organizadas del apego en el infante, en el niño,
dos de comunicación a los que podemos describir de forma separada: el nivel y en el adulto; atención flexible versus inflexible bajo estrés relacionado con el
de comunicación verbal y no verbal, el nivel de metacomunicación y el nivel de apego”, se puede leer:
comunicación inconsciente. Vamos a detenernos en cada uno de ellos.

2.a. Comunicación verbal y no verbal. “Desde la perspectiva de las máximas de Grice, podemos afirmar que los
interlocutores capaces de mantener un discurso coherente y cooperador
El primer nivel, donde el eje está en la comunicación verbal y no verbal; conlle- mientras describen y evalúan sus experiencias tempranas relacionadas con
va de una parte, la información contenida en el mensaje o relato del paciente, el apego tienden a tener infantes seguros. Lo que es más la violación de
así como, de otra, y de forma contingente, las señales no verbales que acom- máximas particulares predice categorías particulares de apego inseguro. Los
pañan a los mensajes, siendo ambos más o menos concordantes o discordan- interlocutores que violan las máximas de forma, relevancia y cantidad tien-
tes entre sí. den a tener infantes resistentes/ambivalentes mientras que los que violan las
Este primer nivel es el más observable de forma directa. Podemos registrar de verdad o consistencia (la máxima de la cualidad) tienden a tener niños
la información contenida en los comentarios realizados, el relato primordial que evitativos” (pág. 1055-1127).
refleja la visión o mapa del mundo del paciente, la coherencia o incoherencia

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MOSAICO 73 Las Emociones del Psicoterapeuta: Su uso en psicoterapia y en la formación de profesionales.

También son de especial relevancia aquellos estudios realizados en el ámbito sus planteamientos, articulados en torno a preferencias o deseos, conjuntivos,
del constructivismo y del construccionismo social. Preciso recordar que existe, se centran en las posibles soluciones que están en nuestra mano, reúnen diver-
en este caso, una premisa común consistente en entender que el lenguaje es sas posibilidades sin que unas excluyan a otras, potencian la acción dirigida y
el eje central desde donde parte la intervención en psicoterapia. Villegas (1992) el deseo de mejora.
manifiesta al respecto: Todo el trabajo, tanto en psicoterapia como en intervención psicosocial en
contextos no clínicos, se centra en reconocer el tipo de relato que el paciente
presenta y que le mantiene en una situación de infelicidad y angustia, y comen-
“El instrumento de constitución de esta intersubjetividad es el lenguaje, no zar a rescatar relatos alternativos de la vida del paciente que presentan plantea-
en cuanto a sistema de códigos o reglas gramaticales, sino en cuanto a dis- mientos diferentes, más flexibles y abiertos, permitiendo una identidad más po-
curso o vehículo de constitución del mundo de significados compartidos” sitiva y resolutiva ante las dificultades de la vida.
(págs. 8-9). En resumen, este nivel de comunicación puede ser abordado de muy dife-
rentes formas. No sólo tiene que ver con la recepción que el terapeuta hace
de los mensajes de los pacientes, con el posible análisis sintáctico y semántico
John Shotter (1993 y 1996) manifiesta en esta misma línea que: que realicemos, con la estructura argumental del relato, con el acercamiento
socioconstruccionista (deconstrucción y coconstrucción), sino que incluye im-
portantes observaciones que, por ejemplo, señalan qué tipo de apego ha sido
“Nos constituimos y constituimos nuestro mundo en la actividad conversa- preponderante, qué modo sensorial es preferente en el sujeto (visual, auditivo o
cional” ...” hablar de una nueva manera es construir nuevas formas de rela- kinestésico), cómo son los descriptores del mapa del mundo para obtener una
ción social, y construir nuevas formas de relación social (de relaciones entre concordancia comunicativa, para permitir diseñar el tipo de intervención y con-
el yo y los otros) es construirnos nuevas maneras de ser (de relación entre trastar resultados de su aplicación.
las personas y el mundo)” (pág. 24).
2.b. Metacomunicación.

Pueden consultarse numerosos estudios y descripciones de mucha utilidad en Existe un segundo nivel que podríamos llamar metacomunicacional, es decir,
los procesos de comunicación entre terapeuta y paciente desde la clínica psico- que hace referencia a los aspectos relacionales de las personas sujetas al pro-
lógica. Autores como Harlene Anderson y Harry Goolishian desde la perspectiva ceso comunicativo, al contexto donde se ubican y a los juegos de poder, entre
dialógica colaborativa, Michael White y David Epston desde las terapias narra- otros, presentes en la relación.
tivas, Steve de Shazer en la terapia de las excepciones, William H. O´Hanlon y En este segundo nivel pueden enmarcarse los axiomas de la teoría de la co-
M. Weiner-Davis en la terapia centrada en soluciones, Marcelo Pakman, Carlos municación humana (Watzlawick et al., 1965) siguientes:
Sluzki entre otros; realizan en sus trabajos numerosas referencias en esta di- - Toda comunicación tiene un nivel de contenido y un nivel de relación (se-
rección. gundo axioma), siendo este último quien establece el marco donde se ubica
En un trabajo anterior (De Pablo, 1998.b), desde el punto de vista de trabajo el primero. Esto significa que toda comunicación tiene, además del signifi-
narrativo, detallé la importancia de discriminar los relatos que utilizan los pacien- cado de las palabras incluidas en el mensaje, más información sobre cómo
tes, diferenciando aquellos que son saturados de problemas de lo que denomi- quiere ser entendido quien habla, y cómo la persona receptora va a entender
namos relatos alternativos, en el sentido de que presentan y permiten el desarro- el mensaje recibido. Es la relación que las personas involucradas tienen, en
llo de una historia diferente, más abierta y flexible, al relato oficial que el paciente cuanto al poder que se ejerce en la propia relación.
presenta. En el mismo artículo se desgranan cuáles son las características del - L os intercambios comunicacionales pueden ser tanto simétricos como com-
relato saturado de problemas, a saber: suelen ser relatos que son cerrados en plementarios (quinto axioma): si la relación de las personas comunicantes
su trama sin permitir modificaciones, reiterativo en sus argumentos y estructura, está basada en intercambios igualitarios, es decir, tienden a igualar su con-
centrado en y saturado de problemas, absoluto en los planteamientos, disyunti- ducta recíproca se puede apreciar una relación simétrica; en cambio, si está
vo en las soluciones, articulado como una necesidad y justificado en sí mismo. basada en intercambios aditivos, es decir, donde uno y otro se complemen-
A diferencia de este tipo de relatos, se contraponen los relatos alternativos que tan, produciendo un acoplamiento recíproco de la relación, genera la pro-
son descritos con las siguientes condiciones: son relatos abiertos, flexibles en ducción de una relación complementaria.

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MOSAICO 73 Las Emociones del Psicoterapeuta: Su uso en psicoterapia y en la formación de profesionales.

La relación terapéutica es una relación asimétrica por definición, es decir, com- mación que a la que se tiene acceso a nivel consciente. El terapeuta tiene sen-
pone una relación complementaria basada en el poder-saber, donde el terapeuta saciones, intuiciones, a veces poco sustentadas en hechos y datos, al igual que
ocupa la posición alta y el paciente la posición baja (como en la relación médico- se generan emociones, unas más directamente ligadas a lo contado y sentido
enfermo). No en vano, muchos de los problemas como de las posibilidades de por el paciente en el momento de la terapia, mientras que otras para nada pa-
la propia relación terapéutica se sostiene en esta complementariedad. Jay Haley recen estar vinculadas con lo contado.
(1986) ha distinguido dos posiciones en el interior del comportamiento comple- Otto Kernberg describe tres canales de expresión afectiva en la terapia psicoa-
mentario: one-up (que designa a quien tiene el control y define la relación) y one- nalítica y el psiconálisis, el uno y el dos coincidirían con los aspectos (verbales
down (relativo a quien se encuentra en posición secundaria, inferior). y no verbales) descritos en el nivel primero de este artículo, no figurando en la
Las reacciones transferenciales que el psicoanálisis describe en la relación te- descripción de Kernberg los aspectos metacomunicacionales que considero im-
rapéutica, entre paciente y analista, son más factibles y productivas por la pro- portante diferenciar (nivel dos de este artículo). El canal tres que menciona Otto
pia complementariedad que la relación implica y que, a su vez, se dibuja como Kernberg es el más cercano a lo que se postula en este nuevo apartado. Hace
una réplica de la relación complementaria básica: padre/madre-hijo/hija. Esta referencia a las reacciones subjetivas del terapeuta hacia el paciente, como un
relación primordial reúne gran parte de los esquemas y patrones relacionales radar que capta los afectos del paciente proyectados en él, sobre todo los que
que las personas reproducimos en las relaciones humanas, ya sea en las rela- aquel tolera mal. El terapeuta además debe preguntarse hasta qué punto sus
ciones de pareja como en las relaciones con los hijos, en el trabajo, con los com- propios afectos provienen del problema del paciente o de sus propios conflictos
pañeros y amigos, etc. irresueltos. La atención a los tres canales determina el diagnostico dinámico del
Desde otro punto de vista, este diferencial de poder puede alimentar aspec- paciente (Kernberg, 2012) (Ruiz, 2013).
tos de desempoderamiento en el paciente, es decir, donde el poder del paciente La experiencia clínica nos lleva a intentar comprender el por qué de ciertas
no emerge, asfixiado por el ejercicio del poder-saber del terapeuta. De ahí que, emociones en ciertos momentos del proceso terapéutico, el por qué de la apa-
desde otras corrientes psicoterapéuticas, se realicen propuestas diferentes a la rición de algunas imágenes propias, de recuerdos más o menos ajenos a lo que
realizada desde el psicoanálisis, como pueden ser las propuestas del construc- ocurre, del por qué de ciertas sensaciones físicas en el terapeuta.
cionismo social (De Pablo, 1998), de los enfoques narrativos, etc. Es destaca- No es habitual en la bibliografía y publicaciones sobre el tema encontrar des-
ble, en este sentido, la denominada posición de “ignorancia deliberada” (Not- cripciones de este nivel comunicativo. Exceptuando los estudios sobre la con-
Knowing) que proponen Anderson y Goolishian (1992). tratransferencia en psicoanálisis (De Pablo, 2017) y las aportaciones de los te-
En este momento lo que interesa destacar es la presencia del nivel metaco- rapeutas sistémicos transgeneracionales (Bowen, 1978 y Framo, 1992; entre
municacional en la relación terapéutica. Hay terapeutas que no se cuestionan, otros) así como las descripciones sobre las resonancias y los ensamblajes de
o lo hacen de forma meramente residual, cómo es la metacomunicación en la Mony Elkaïm (1995).
relación terapéutica con cada uno de sus pacientes. Qué elementos invitan a Por otro lado, hay visiones inequívocamente críticas que cuestionan este plan-
ciertas simetrías positivas, cuáles suponen entrar en escalada simétrica con el teamiento, a modo de ejemplo:
paciente, qué aspectos de la complementariedad de la relación son nutritivos o
estructurantes, y cuáles son opresivos y asfixiantes. Qué elementos favorecen el
crecimiento y libertad de los pacientes y qué elementos son un remedo de situa- “las emociones del terapeuta no son ni una reacción a estímulos externos, ni
ciones donde se fomenta la indiferenciación y la pasividad. reflejo de las emociones de los otros, ni proyecciones de instancias fantas-
máticas. Las indicaciones de la investigación más reciente sugieren consi-
2.c. Comunicación inconsciente. derar las emociones del terapeuta como indicadores del modo en el cual el
terapeuta participa a través de sus propios mapas, sistemas de creencias y
El tercer nivel que pretendo describir es el que hace referencia a la comunica- de significado en la construcción de la relación terapéutica” (Fruggeri, 1992)
ción inconsciente. Evidentemente, gran parte de la información, verbal y no ver- (págs. 23-24).
bal (primer nivel descrito) así como la metacomunicación establecida en una
relación (segundo nivel), coadyuvan a la comunicación inconsciente aportando
multitud de referencias e indicadores: parte de lo dicho, de lo sugerido, de lo Si intentamos conciliar las aportaciones del psicoanálisis y de la terapia familiar,
metacomunicado, de la información gestual, de las inflexiones y el tono de voz, se producen complicaciones porque pueden darse conflictos epistemológicos
etc. A través de estos bits de información, el terapeuta tiene mucha más infor- que provienen de las conceptualizaciones diferentes de ambos modelos.

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MOSAICO 73 Las Emociones del Psicoterapeuta: Su uso en psicoterapia y en la formación de profesionales.

“Hablar de transferencia y contratransferencia en su propio sentido implica mas comportamentales. Manifiesta así que los sistemas comportamentales de
necesariamente la referencia a una epistemología, a una metapsicología y a dos individuos implicados en una relación significativa tienden a sintonizarse
un método de indagación que están centrados en la estructura del incons- (Liotti, 1993). Por ejemplo, las señales emocionales y comportamentales de
ciente...”, continuando con la observación: “en la óptica sistémica relacional demanda de ayuda tienden a activar en nosotros el sistema de cuidado; las
no se puede, obviamente, hacer referencia al inconsciente en el sentido ana- señales de competición por la dominancia en la relación tienden a activar en
lítico del término, por todos las referencias teóricas y prácticas que derivarían el otro el mismo sistema de lucha y competencia; las señales de seducción
de esto” (Loriedo y Vella, 1985) (pág.7). erótica tienden a activar también en el otro el sistema sexual, etc. Estas apor-
taciones de Liotti, las entiendo más cercanas al segundo nivel de comunica-
ción que se ha propuesto, al que hace referencia a los aspectos metacomu-
A pesar de estas visiones más críticas, considero que es posible y recomenda- nicacionales.
ble adoptar una posición integradora. En esta perspectiva conciliadora se debe Reiterando esta perspectiva, Liotti (1992) señala que para identificarlo explíci-
hablar de las emociones, de las reacciones del terapeuta en el proceso terapéu- tamente es necesario que se establezca un trabajo en tres etapas en las que se
tico, alimentada desde de los estudios y observaciones que se han venido reali- requiere hacer referencia a las complejas emociones que el paciente evoca en
zando desde diferentes ópticas teóricas y epistemológicas. Ya sea desde lo que el terapeuta, indagar hasta los sistemas motivacionales activos en el paciente y,
desde el psicoanálisis se ha profundizado sobre el fenómeno de la contratrans- por último, investigar las experiencias interpersonales originarias del paciente,
ferencia, asumiendo también la referencia a las dinámicas referentes de la es- responsables de la activación simultánea de diversos sistemas comportamen-
tructura del inconsciente, ya sea desde las observaciones que, desde la propia tales.
terapia relacional sistémica, y sus diferentes corrientes, se ha propuesto. Es ten- Desde mi propia experiencia puedo intentar describir, desde una lectura per-
tador reivindicar y defender una propuesta sumativa e integradora entre los dife- sonal, cómo entiendo el funcionamiento de este nivel y de qué forma podemos
rentes puntos de vista, incorporando aspectos relacionales diádicos propios de acceder a la información que aporta la comunicación inconsciente al objeto de
las terapias individuales (en referencia al mundo interno del terapeuta) y aspec- poder usarla para la mejor atención de los pacientes y familias.
tos familiares y grupales, más cercanos a los enfoques relacionales y sistémicos. Al igual que, en las familias que atendemos, se puede observar la transmisión
Las aportaciones que provienen de la terapia familiar confluyen, en general, emocional entre sus miembros, por ejemplo, cuando un hijo actúa en sesión de
sobre una idea clave. Lo que en esta se postula es: forma automática cuando la madre o el padre se han sentido incómodos ante
una intervención del terapeuta; existe análogamente una inevitable transmisión
emocional en las relaciones que mantenemos en consulta entre terapeutas y pa-
“las hipótesis de naturaleza sistémica, según las cuales la familia en su re- cientes, ya sea en el contexto de terapia individual como en el de familia, pareja
lación con el terapeuta tendería a reproducir patterns (patrones) interactivos o grupos. Evidentemente los miembros de una familia están en perfecto encaje
que la caracterizan y el terapeuta vendría a ocupar una posición en el sis- emocional, no en vano la familia comparte un campo común único, mantenido
tema de relaciones que ocupa normalmente alguno de sus miembros de la en el tiempo, siendo la intensidad emocional de las relaciones una de sus ca-
familia cada vez que dicha interacción se activa. Implica entonces que ocu- racterísticas. En esto participan factores biológicos, factores culturales e impor-
pando la misma posición el terapeuta pruebe los mismos sentimientos que tantes elementos de transmisión intergeneracional.
se asocian a esa posición. Las emociones del terapeuta se vuelven así una Efectivamente, los terapeutas no pertenecen a esa familia concreta, no han
“insustituible guía para entender lo que está sucediendo en la familia” y para compartido una vida, unos compromisos y unas lealtades que les caracteriza
escoger la modalidad de intervención más útil (Selvini e coll., 1989; Selvini, como clan (por ejemplo: “la familia Pérez”), pero provenimos de familias que
1990). Las emociones del terapeuta son valorizadas, constituyen un elemen- no son diferentes, al contrario, nuestras familias pueden ser extremadamente
to fundamental del proceso de auto-observación concebido en su acepción similares a las que atendemos. En lo amoroso, en lo patológico, en los modos
de espejeo. El terapeuta también en este caso, se observa a sí mismo para de triangulación, en la participación de los juegos familiares, nos sentimos reco-
ver al otro” (Fruggeri, 1992) (págs.23-24). nocidos y nos reconocemos en esas familias y pacientes. Podemos incluso ir a
más, sería sumamente peligroso y delicado que esto no fuera así, que pudiéra-
mos acercarnos con una asepsia absoluta, porque el reconocimiento emocional
En otro ámbito, desde el enfoque cognitivo, Giovanni Liotti (1992) se acerca a de los procesos es más fácil y certero cuando conecta en la propia experiencia
los fenómenos que acontecen en el terapeuta a través de la noción de los siste- emocional del terapeuta.

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MOSAICO 73 Las Emociones del Psicoterapeuta: Su uso en psicoterapia y en la formación de profesionales.

Me parecen de especial interés, las descripciones de Enrique Pichon Rivie- Evidentemente, la conexión es algo más compleja, no consiste tanto en una ré-
re (1985) con el concepto de emergente, cuando señala que: “la aparición del plica, o en una vibración, fruto de una emoción intensa sentida por el otro. En mi
emergente mental del paciente está en relación directa con la aparición de ten- experiencia, cuando la emoción sentida por el paciente es expresada de forma
siones particulares en el grupo familiar”. Concepto que, en su inicial formula- coherente, a nivel verbal y/o no verbal, o reconocida e identificada en el proce-
ción, “equipara al “emergente” con el “portavoz”, sujeto que enuncia, y con ello so conversacional, no ocurre que esa transmisión afecte o emerja en forma de
denuncia, una problemática latente del grupo al que pertenece y lo siguen en reacción contratransferencial. Por el contrario, cuanto mayor disonancia exis-
su evolución conceptual hacia todo aquel elemento que aporta un sentido a lo te entre la comunicación verbal y/o no verbal realizada, respecto a la situación
que sucede en la dinámica grupal” (Cifuentes et al, 2014). emocional del paciente, más probable es que el terapeuta experimente reaccio-
Las emociones del terapeuta y sus reacciones son, de igual forma, emergen- nes, imágenes, sentimientos de lo que podríamos entender como emergentes
tes solo que en este caso el portavoz no es un miembro del sistema familiar, si- del proceso.
no que acontece en el terapeuta como vehículo, como participantes en el cam- Dicho esto, es preciso explicar cómo se recoge y se expresa, en el mundo in-
po psicosocial del sistema terapéutico (Familia/Paciente – Terapeutas). Como tal terno del terapeuta, el contenido emergente del sistema paciente. Pongamos un
esas reacciones son signos del proceso latente en el sistema paciente (en plena ejemplo, Pedro, 41 años, que lleva varios meses en terapia individual, acude a
participación del sistema de los terapeutas). consulta y manifiesta de forma tranquila que se encuentra bien, que no tiene
Pichón habla del campo psicológico como el campo de las interacciones del grandes preocupaciones y comienza a contar al terapeuta acontecimientos más
individuo y el medio, y lo señala como el objeto de la intervención. o menos inocuos de su última semana. El terapeuta, mientras escucha lo que
Pedro cuenta, experimenta una fantasía en torno a una comunicación profesio-
nal en un seminario que tiene que realizar, donde podría ser criticado, sintiendo
“La resonancia del terapeuta de los factores psicológicos y emocionales de una mezcla de rabia y desazón si así fuese. El terapeuta piensa, entre preocu-
la sesión, hacen que él/ella se transforme en un radar ultrasensible puesto al pado e incómodo, “¿qué hago?, debo de estar atento a mi paciente y no dejar-
servicio de sus pacientes. La propia contratransferencia es un recurso fun- me interferir por mis temas personales”, con lo que se dispone a hacer un es-
damental para captar vibraciones íntimas del alma de los pacientes, enten- fuerzo para intentar reconducir su atención y aislar esa fantasía incómoda que
derlas y utilizarlas para una mejor comprensión y resolución de los proble- lo disturba.
mas presentados” (Canevaro, 2010) (pág. 171). Ahora bien, este movimiento puede ser interpretado como una excelente ac-
ción correctora del terapeuta en la medida que consigue “anular” interferencias

El aspecto energético de las emociones es el que subyace en la transmisión en-


tre las personas que participan en el proceso. Considero que las emociones son
los componentes más fácilmente transmisibles desde el punto de vista incons-
ciente. No se requiere información explícita de un estado de ánimo, simplemen-
te la permanencia junto a otras personas ofrece la posibilidad de recibir infor-
mación inconsciente, en forma de emoción.
Alberto Eiguer (1987), en su libro El parentesco fantasmático nos indica que;

“…a la familia se le presenta la posibilidad de vivir el fantasma que no pue-


de fantamatizar, los deseos que no puede desear y las palabras que no pue-
de hallar, a través de lo que el terapeuta pueda, él sí, pensar, fantasmatizar
o decirse. Añadiendo más delante “La contratransferencia constituye, en
terapia familiar, el conjunto de las emociones, representaciones o actos del
terapeuta que se manifiestan como ecos de la transferencia de la familia y,
por lo general, sin que él lo perciba, es decir, inconscientemente”. (Pág. 64).

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MOSAICO 73 Las Emociones del Psicoterapeuta: Su uso en psicoterapia y en la formación de profesionales.

personales en el diálogo terapéutico con el paciente. En este caso, podría real- En el campo psicosocial del sistema terapéutico (familia/paciente – terapeutas),
mente ser cierta esta aseveración, sobre todo si el terapeuta está preocupado cuando no se presentan manifestaciones explícitas y directas de lo emocional
con este seminario donde debe hacer una comunicación profesional y, además, (porque esto permitiría una expresión del nivel energético presente), lo que esté
en otros momentos fuera y dentro del consultorio ha barajado fantasías y emo- ocurriendo en lo emocional inconsciente habrá de emerger de alguna forma en
ciones del mismo tipo en torno a ese futuro acontecimiento. Pero imaginemos el contexto terapéutico. Una de las posibles maneras de que esto ocurra será a
que, por el contrario, no haya sido un tema presente en nuestra ideación ni en través del terapeuta, entendiendo que actuará como portavoz del sistema con-
nuestras preocupaciones o ansiedades en el periodo de tiempo transcurrido formado por la familia o paciente y equipo terapéutico.
en torno a la sesión de referencia. En este caso, ¿por qué resulta que, en el te- El terapeuta recibirá de forma inconsciente la emoción básica y flotante del
rapeuta, surge esta imagen acompañada de emociones incómodas en un mo- sistema paciente. Esta emoción deberá estar presente, de forma más intensa,
mento concreto y ante una persona determinada? en el campo psicosocial que se recrea en sesión y sin posibilidad de ser expre-
En este caso, propongo al paciente lo siguiente: “Pedro, puede que esto sea sada por los diferentes miembros de la familia o por el paciente (emoción ne-
algo que no tiene que ver contigo, pero me gustaría preguntarte si en estos días gada, oculta, sorda). En estas circunstancias lo que acontece en el sistema pa-
ha habido alguna situación en la que te hayas sentido criticado y enfadado por ciente, y que contagia a todos los miembros del grupo social recreado, tomará
ello”. Lo que se propone al paciente y se pone sobre la mesa es el sustrato emo- forma a través de contenidos propios del terapeuta (ideas, recuerdos, situacio-
cional de la ideación del terapeuta. No es infrecuente que tras una negativa ini- nes de su vida) que se engarzan al corresponder con estados emocionales con-
cial: “¡no, no recuerdo nada!”, surja un poco más adelante la comunicación de cordantes a los que la familia o paciente experimentan.
una experiencia que esté en consonancia con esa emoción que emergió en el El proceso por el que se produce una transferencia emocional entre sistema
terapeuta. Pedro comenta un poco después: “Bueno, estos días se ha dado una paciente y terapeuta podría formularse así descrito:
situación incómoda. Mis padres se han mudado de casa. Ellos me han pedido 1. Existe una emoción básica presente que, además, no es expresada desde el
que les ayude y he terminado discutiendo con ellos porque nada de lo que les sistema paciente, es decir, no es canalizada para su expresión y se mantiene
propongo es aceptado ni bien visto...”. en estado latente y, en gran medida, inconsciente (o preconsciente).
Cuando aparece este hecho relatado por el paciente podemos reconocer que, 2. Esta emoción irradia y contagia al sistema de los terapeutas, enmarcados todos
emocionalmente, este acontecimiento había estado presente en la vida del pa- los participantes en un mismo campo psicosocial recreado en el consultorio.
ciente en los días anteriores a la sesión de forma constante. Estaba molesto por 3. La emoción básica se enlaza, en el terapeuta, a través de un mosaico de
una conducta, bastante habitual de sus padres, en la que no se siente recono- experiencias, imágenes y sensaciones que son propias hasta engarzar con
cido ni escuchado y que, por ende, le suscita rabia y enfado. aquella que permite de una forma certera y adecuada la expresión y emer-
El paciente no ha omitido de forma voluntaria esta experiencia ni ha pretendi- gencia de esa emoción presente en el sistema.
do ocultar ante el terapeuta lo ocurrido, simplemente se ha producido un acon- 4. El terapeuta experimenta en sí mismo una fantasía, recuerdo, sensación, de
tecimiento en el que se reactivan los patrones relacionales construidos en la re- su mundo personal y privado, generado por la presión de las emociones pa-
lación con sus padres y que se encuentra presente, de forma intermitente, en ra su expresión en el grupo humano en el que está inscrito en ese momento
sus quejas o demandas. Al no ser comunicado de forma directa, pero tener pre- específico.
sencia emocional de importancia en la vida del paciente, emerge en el terapeu-
ta a través de imágenes, de una ideación propia. La utilización de la experien- Evidentemente, hay que explicitar de qué forma podemos rentabilizar este pro-
cia emocional del terapeuta, expuesta respetuosamente, permite reconducir la ceso. Las opciones existentes son básicamente dos:
conversación en la sesión a temas de mayor pertinencia. Este acontecimiento a) obviar este tipo de emergentes emocionales, intentando minimizarlos o anu-
permite focalizar en terapia una situación de triangulación habitual en la rela- larlos,
ción de Pedro con su familia de origen, donde además se presenta una vivencia b) aprovechar la reacción vivida desde el terapeuta para facilitar el trabajo emo-
de fuerte reactividad emocional (enfado, rabia) por parte del paciente. De otra cional de lo que está presente y es silenciado desde el sistema paciente (in-
parte, va a permitir que, en el contexto de la terapia, se puedan realizar accio- dividuo, grupo o familia).
nes correctoras de diferenciación en su familia de origen y que pueda, a su vez,
generalizarlas en otros contextos (amigos, pareja, trabajo). En el primer caso no se debe olvidar que, a pesar de las pretensiones para con-
Cómo entiendo que ocurre este proceso. En párrafos anteriores se detalla que trolar estos fenómenos emocionales, estos no cesarán de ocurrir y estarán ac-
los elementos primordiales de este nivel de comunicación son las emociones. tivos cuando las condiciones sean las necesarias, en las sesiones que mante-

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MOSAICO 73 Las Emociones del Psicoterapeuta: Su uso en psicoterapia y en la formación de profesionales.

nemos con nuestros pacientes. El que desdeñemos o hagamos oídos sordos a implicación de su segunda hija, Susana (15 años), tanto en el instituto como en
estas sensaciones, no implica absolutamente nada, y se desaprovechará el po- las relaciones sociales con los iguales y, de igual forma, en las propuestas que
tencial que significa incorporar estos fenómenos y su complejidad a la dinámica los padres le van presentando para motivarla. Aunque el tono de la sesión es di-
relacional de la técnica psicoterapéutica. vertido y la familia actúa con complicidad y buen tono, se produce una sensa-
Si se opta por la opción de trabajar estas emergencias por parte del terapeuta, ción de cansancio en el terapeuta, sintiendo incluso, por momentos, una fuerte
es importante contar con unas condiciones previas, estas consisten en garan- somnolencia.
tizar la realización de una adecuada discriminación entre aquellas reacciones Ante estas sensaciones, y la incomodidad que conllevan, busco primero razo-
que son producto de la inmersión en el campo psicosocial de la terapia y aque- nes en mí que pudieran justificarlo. Al no encontrar inicialmente ninguna justifi-
llas que son fruto de nuestra historia personal y familiar, nuestros conflictos y cación personal (falta de sueño, cansancio, temperatura, temas personales que
nuestros fantasmas. puedan estar afectándome), y pensando en la descripción que del síntoma de la
En la misma línea de lo propuesto por el psicoanálisis, por la terapia familiar paciente identificada (apatía, desidia...) hace la familia; les comento: “Sois una
transgeneracional y por otras corrientes y enfoques de la psicoterapia (en todos familia agradable y se os ve divertidos y cómplices, pero tengo una sensación
estos casos preocupados por la importancia de que el terapeuta sea consciente extraña como si algo pesado, triste, también estuviera presente entre vosotros.
y conozca los patrones relacionales, los conflictos y coaliciones presentes en su Puede ser que sea más una sensación mía que una realidad, pero quiero expo-
historia con su familia de origen); se requiere que la persona que se dedique al nerlo por si es pertinente o tiene sentido para vosotros”. La familia responde con
trabajo con pacientes, haya realizado un trabajo personal que le permita cono- cierta perplejidad, no saben qué decir al respecto, hasta que Susana, la pacien-
cer su historia familiar con la suficiente profundidad, que le permita mirar críti- te identificada, dice: “Desde la muerte de la abuela las cosas son diferentes...”.
camente su participación en los triángulos, coaliciones y alianzas presentes en Tras este comentario, el tono de la sesión cambia, se hace más sólido y trans-
su familia; y le ayude a reconocer las heridas existentes, constitutivas de queja parente. Dejo de sentir las sensaciones de cansancio y somnolencia, mientras
en las relaciones mantenidas con las personas afectivamente significativas, así la familia habla de lo doloroso de esta pérdida, de las dificultades para asumir el
como los efectos en su funcionamiento. fallecimiento de la abuela materna.
En el caso de que esto no fuese así, la otra opción que se articula es la de per- Podemos ver, entonces, diversos posibles niveles de respuesta emocional por
vertir el sentido del emergente emocional y suscitar una conducta o actuación parte de los terapeutas, a saber:
por parte del terapeuta, más relacionada con un mecanismo de defensa, expul- 1. La familia, en su menú habitual de patrones relacionales, realiza una pro-
sivo e incontrolado, donde se pierde la oportunidad terapéutica de analizar su puesta inconsciente en la que se adopta al terapeuta como miembro posti-
motivo, así como de su revelación ante el paciente. Esta actuación impulsiva, zo de la familia, a través de una sugerencia tácita para la asunción de un rol
exoactuación o paso al acto (descrita en psicoanálisis como Acting Out) (Freud, determinado. Por ejemplo, el padre busca una coalición con el terapeuta,
1914 y 1940), hace referencia a un mecanismo de defensa del terapeuta don- alegando la difícil situación de su esposa con una depresión de largo recorri-
de emerge una acción irreflexiva que permite evacuar la ansiedad evitando la do, para confirmar la visión que de la situación él presenta. Esta propuesta
comprensión del fenómeno y el valor de su uso. Aunque las referencias biblio- iría en consonancia con el concepto de Edith Goldbeter-Merinfeld (2003) del
gráficas a este término suelen estar relacionadas más con lo que los pacientes “Tercero Pesante” (ausencias con peso). En este caso es importante conocer
pueden actuar, ya sea en el marco analítico o fuera del mismo, también se pue- qué lugar ocupa el terapeuta en el sistema del paciente, lugar que le otorga
de hablar del acting out del terapeuta cuando se dan fenómenos de resonancia un papel y una función en su espacio emocional (juez, madre...) previamente
transferencial en los que el terapeuta actúa sin control sus propios conflictos, desempeñado por personas que ya no están.
precisa ser detectado precozmente y resuelto con ayuda de la supervisión del a) S i el terapeuta, por su historia familiar, resuena con esta situación (coali-
terapeuta (Ávila, 2014). ción con el padre ante una madre difícil), puede verse arrastrado y actuar
Además de la descripción realizada en torno a la emergencia de ideas, fanta- la coalición, no solo confirmando la visión del marido sobre lo que ocurre,
sías y recuerdos en el terapeuta en el momento de la terapia, hay otras fórmu- sino que, en correspondencia lógica, reforzando y alentando la desconfir-
las a través de las cuales se hace presente la situación emocional del paciente/ mación de la esposa (estigma, diagnóstico...).
familia. Por ejemplo, la aparición de sensaciones físicas, orgánicas, en el psico- -E n este caso sería aconsejable realizar supervisión del caso y sería reco-
terapeuta durante la sesión. mendable que el terapeuta realice algún tipo de trabajo personal (psico-
Una familia acude a consulta por problemas con una de sus hijas adolescen- terapia) para evitar este tipo de reacciones y actuaciones en los procesos
tes. Los padres, ambos profesionales, comentan preocupados la desidia y nula terapéuticos con sus pacientes.

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b) Si el terapeuta, aunque no aparezcan resonancias especiales con su familia


de origen, acepta el rol propuesto por otro tipo de razones personales (inse-
guridad, deseo de ayudar, juventud).
- En este caso, se recomienda supervisión del caso. Si este tipo de situación
se reproduce con frecuencia, también sería recomendable la realización
de algún tipo de trabajo personal.

2. La familia/paciente, no pretende un rol predeterminado para el terapeuta o,


el terapeuta, en el caso de que se le proponga no lo acepta ni lo asume. En
el proceso terapéutico, a pesar de esto, se generan emergencias de lo emo-
cional en el terapeuta. Estas emergencias pueden ocasionar diferentes reac-
ciones o acciones:
a) El terapeuta actúa (acting out) la emergencia emocional del sistema, no
se produce proceso de mediación para analizar lo que ocurre ni se intenta
anular o reducir su influencia. En este caso ocurre algo similar a lo plantea- El proceso de formación y supervisión de psicoterapeutas debe incorporar en
do cuando se acepta el rol asignado por la familia, lo que hace recomenda- sus programas y en su metodología, la presencia de espacios de trabajo perso-
ble la supervisión del caso y, si ocurre de forma frecuente, un trabajo per- nal que incidan en el descubrimiento y análisis de estos aspectos para la me-
sonal del terapeuta. jora del desempeño profesional (López Barberá, 2006) (Espina, 1995, 1997 y
b) El terapeuta es consciente de la emergencia emocional y actúa para mini- 2014). Por ello, se van a proponer una serie de áreas y técnicas para el trabajo
mizar su presencia, la aparta o anula, al objeto de evitar que interfiera en personal de las emociones del terapeuta. Esta propuesta no entra en colisión
el proceso comunicativo con el paciente. Se alimenta sobre el presupuesto con la importancia del trabajo personal a través de la psicoterapia en los profe-
de la neutralidad como excelencia. En mi modesta opinión esta alternativa sionales que se dedican a la salud mental o a la atención de familias en dificul-
ocasiona una importante pérdida de la veta de recursos que poseemos pa- tad. Este elemento, la terapia personal, lo considero primordial y aconsejable en
ra el trabajo con los pacientes y familias. todos los casos.
c) El terapeuta experimenta la emergencia emocional, la analiza y revisa, al La propuesta es que cada terapeuta en formación debe asumir y canalizar la
objeto de dilucidar (lo que no siempre es fácil) que esta no procede de difi- atención hacia la importancia de su historia personal, de su familia de origen, en
cultades actuales o históricas de sí mismo. Una vez realizado este paso: se la elección vocacional realizada y en el desempeño de tareas que el trabajo clí-
puede permitir ponerla sobre la mesa y someterla a la opinión del paciente nico o social le va a imponer. Partimos de la base de que no existe una fórmula
o la familia para que pueda ser utilizada y rentabilizada en el proceso tera- que permita mantenerse en una posición aséptica e impermeable, las opciones
péutico si así se estima adecuado. que restan son: la actuación ciega del profesional (a todas luces inadecuada),
la minimización de la emergencia emocional en el terapeuta (en el que se obvía
Para mejorar la disposición de la persona del terapeuta en el afrontamiento esta información del proceso pero donde se evita la interferencia en el proceso
de las reacciones emocionales que se presentan en los procesos terapéuticos, terapéutico) y, por último, el aprovechamiento de la experiencia como un indi-
es importante dedicar el tiempo y la energía necesaria para la investigación cador del paciente o de la familia en dificultad para mejorar el conocimiento del
y el desarrollo de los aspectos personales del profesional para el desempeño proceso emocional de los pacientes.
del trabajo en psicoterapia. Para ello, es importante diseñar un plan de traba-
jo que permita conocer nuestra familia de origen, nuestros roles o funciones,
nuestro genograma, las pautas de comunicación más habituales en nuestra 3. Áreas y técnicas para el trabajo personal de las emociones del terapeuta.
familia de origen, las secuencias interactivas de nuestra vida con las perso-
nas emocionalmente significativas, las transmisiones transgeneracionales, las Considerando la importancia que el trabajo de las emociones y del mundo per-
lealtades invisibles (Boszormenyi-Nagy I. y Spark G., 1973), las coaliciones y sonal del terapeuta tiene en el desempeño de su trabajo con las personas y fa-
triángulos en los que hemos subsistido, el sistema de creencias heredado, en- milias que se atienden, se propone un trabajo vivencial que recoja diferentes
tre otros aspectos. áreas con las que profundizar. Este formato fue presentado en el XXXV Congre-

28 29
MOSAICO 73 Las Emociones del Psicoterapeuta: Su uso en psicoterapia y en la formación de profesionales.

so Nacional de Terapia Familiar, celebrado en Sevilla en el año 2014. En el di- sostienen esas pautas. Es preciso también reconocer cómo se hace factible la
seño que se va a exponer se recogen, de una parte, aspectos estructurales de triangulación, es decir, con qué conductas, acciones y pensamientos se man-
la familia de origen; de otra, pautas de interacción y secuencias conductuales y, tienen los triángulos y la reactividad emocional que en ellos subsiste. Ayuda di-
por último, mitos y creencias de la persona del terapeuta enraizados en su his- lucidar aspectos como:
toria familiar. Evidentemente, se precisa también conocer cómo esto afecta a su – ¿Qué hago cuando mamá hace / dice / siente...?
vida personal y profesional (De Pablo, 2014). No es un menú único con el que – ¿Qué hago cuando papá hace / dice / siente...?
trabajar, pero se intenta realizar una sistematización en el que se señalan áreas – ¿Qué hago cuando papá y mamá están en conflicto?
de trabajo y, en correspondencia, técnicas o herramientas que pueden ser utili- – ¿Qué hago cuando papá y/o mamá están tristes o enfadados...?
zadas para una mejor revelación. – ¿Qué hago cuando papá y/o mamá riñen o corrigen a mis hermanos/as...?
– ¿Cómo es la comida familiar? Escenificación de la comida familiar.
a) Á
 rea estructural: reconocimiento de los roles preponderantes en la familia – ¿Cómo es el ritual ante la televisión, ir a dormir, saludo y despedida del ho-
de origen. gar, las salidas familiares?

En ésta área se pretende visibilizar el lugar que cada cual ocupa en su familia Las técnicas y herramientas que se proponen son aquellas que facilitan la re-
de origen, si es acorde a las coordenadas espacio-temporales que le correspon- presentación física y corporal de estos procesos y secuencias. También se pue-
derían, qué se espera de él o de ella, qué funciones tiene asignadas, triángulos den emplear técnicas plásticas, fotográficas, etc. Entre ellas pueden destacarse:
en los que participa, coaliciones preponderantes, etc. Para ello podemos inten- técnicas psicodramáticas, simulaciones de las secuencias interactivas, juegos
tar responder a preguntas de este tipo: de rol, especialmente destacables las técnicas de escultura, desarrolladas por
– ¿Quién soy en mi familia?, ¿qué lugar ocupo?: Hijo/a, padre/madre, pareja de Virginia Satir en 1972; Dhul, Kantor y Dhul en 1973; P. Papp, Olga Silverstein
uno de mis padres, hermano, exiliado, invisible... y E. Carter, en el mismo año (Espina, 1997). Representación de escenas fami-
– ¿Qué se espera de mí?: Sostén económico, acompañamiento, sostén afecti- liares, etc.
vo, perpetuar el apellido, etc...
– ¿Qué función tengo?: Cuidador, creador de conflictos, sintomático, consul- c) Área transgeneracional: reconocimiento de mitos y creencias en la familia.
tor, asesor...
– Coaliciones en las que participé: Con quién he estado coaligado y contra En este caso, resulta necesario analizar y reconocer cuáles aspectos míticos son
quién, pareja de alguno de los padres, hijo de los abuelos, hermano de los más importantes en la familia de origen y qué creencias sostienen los presu-
padres... Frontera entre los subsistemas. Dibujar triángulos en los que par- puestos de la identidad familiar. Hemos de recordar que los mitos familiares son
ticipo. elementos organizadores en torno a los cuales se estructura la familia. Andolfi
– Reparto de poder en la familia: quién ostenta el poder y en qué áreas. y Angelo (1989) definen el mito familiar como una serie de creencias, bastante
bien integradas y compartidas por todos los miembros de la familia, que atañen
Entre las técnicas o herramientas recomendadas pueden destacarse aquellas a todos sus miembros y a sus posiciones recíprocas dentro de la vida familiar,
que permiten una visualización de las relaciones y de la estructura familiar. Por es importante destacar que estas creencias no son cuestionadas por ninguna
ejemplo: genogramas (McGoldrick y Gerson, 1985) y diagramas relacionales. de las personas interesadas a pesar de las distorsiones de la realidad que sue-
Triángulos. Perteneciogramas y familiogramas (Neuburger, 1997). Ecomapas len entrañar. Norma Mollot nos dice que el mito familiar es la joya oculta que se
(técnica de representación gráfica propuesta en 1978 por Ann Hartman) (Silva transmite generación tras generación y que contiene la idea valiosa y diferencia-
y Ortiz, 2016), etc. da de quiénes somos.
De igual forma se precisan visualizar los elementos y aspectos más afectados
b) Á
 rea comunicacional y conductual: reconocimiento de las pautas de inte- por la transmisión intergeneracional, las lealtades vigentes y cómo se gestionan,
racción y comunicación en la familia de origen. los secretos familiares y su influencia, los episodios traumáticos de las genera-
ciones mayores, etc. Para ello pueden realizarse trabajos en torno a:
En esta área se requiere identificar cuáles son las pautas relacionales, las se- – ¿Cuál es el lema o lemas de la familia?, ¿cómo contribuyo a sostener ese le-
cuencias de interacción y comunicación más habituales al objeto de dibujar ma?
cómo actuamos ante las diferentes contingencias familiares y qué circuitos – ¿Cuáles son las “verdades” asumidas por todos?

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MOSAICO 73 Las Emociones del Psicoterapeuta: Su uso en psicoterapia y en la formación de profesionales.

– ¿Qué cosas sabes que serían imperdonables si ocurrieran? Las técnicas y herramientas que pueden emplearse en el trabajo del entrelaza-
– ¿Qué temas son tabúes y no pueden ser hablados? do pueden incluir:
– ¿Qué cosas no puedo cuestionar en mi familia? – Taller sobre escenas temidas del terapeuta (Descalzo, 2011).
– ¿Cuál es mi nombre y de dónde proviene? – Supervisión de casos.
– Personas “totem” (miembros que siempre son mirados por toda la familia, – Dificultades con el encuadre.
de forma prestigiosa o denigrada, y en torno a los cuales se organiza la ac- – Tipología de pacientes que, habitualmente, generan mayor número de reac-
ción y/o se paraliza el desarrollo). ciones contratransferenciales.
– Reiteración en el tipo de dificultad consultada.
En este caso, las técnicas y herramientas que se proponen son, especialmente, – Casos imposibles.
técnicas expresivas, plásticas y creativas, por ejemplo: historia fotográfica, dibu-
jos, collage, lemas, leyendas y escudos, títulos de películas, libros, etc.
4. Conclusiones.
d) Entrelazado intergeneracional.
Asumiendo la importancia de las reacciones emocionales del terapeuta en el
El trabajo realizado en las tres áreas anteriormente descritas debe interconectar- proceso de psicoterapia, así como su inevitable aparición; se propone que el
se con lo que acontece en las relaciones que actuales que se mantienen, tanto profesional pueda acercarse a estas emociones que emergen en el sistema te-
en la familia nuclear que se ha formado (pareja e hijos) como en el desempeño rapéutico, discriminar si las mismas responden a situaciones personales de sí
profesional como terapeuta. Se requiere, en este caso, establecer las relaciones mismo ajenas a lo que acontece en el consultorio o, por el contrario, si estas son
entre elementos estructurales, comunicativos, conductuales e intergeneracio- un emergente de las emociones que son pertinentes en el sistema paciente. Es
nales y, a la par, analizar su presencia en el aquí y ahora de la persona. Básica- el terapeuta, en este caso, convertido en portavoz de la familia, quien podrá ex-
mente esta interconexión debe hacer referencia a la familia nuclear que se ha perimentar el emergente emocional, y de esta forma, dar voz a lo que el pacien-
formado y a la conformación y desempeño del self profesional, en especial en el te o la familia no nombra. Con este proceso puede proponerse al/los paciente/s,
desarrollo de las tareas como psicoterapeuta. temas focales sobre los que emocionalmente el sistema familiar o individual se
Desgranar los elementos revisados y buscar la conexión en: está moviendo y que, por razones diversas y variadas, es acallado o silenciado.
– Cómo aparecen en la familia nuclear el rol asignado, las pautas y secuen- Por último, este asunto es de vital importancia en el proceso de formación y
cias, los mitos y creencias: supervisión de los profesionales que se dedican a la psicoterapia, en parte por
– Reflejo del rol en la relación de pareja y, cómo es el ajuste del rol de la pa- facilitar herramientas para leer lo que acontece en nuestro trabajo y, de otra,
reja en la relación. porque se precisa diseñar procesos formativos, incorporando espacios y conte-
– Reflejo del rol en la relación con los hijos y la forma en que se ajustan a los nidos que permitan este acercamiento al mundo emocional, permitiendo a los
roles de estos la respuesta a los de los padres. futuros psicoterapeutas encontrarse más capacitados en su desempeño profe-
– Pautas de interacción heredadas que aparecen en la relación con la pareja sional.
y los hijos. Puede analizarse también la participación en las pautas de las
existentes en la familia política.
– Transmisión de mitos y creencias en la familia nuclear. Bibliografía
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– Pautas de interacción que aparecen en la relación con las familias y pacien- ANDOLFI, M. y ANGELO, C. (1989). Tiempo y Mito en la psicoterapia familiar. Buenos Aires; Ed.
tes (evitación de conflictos, hacerse cargo de los problemas de otro...). Paidós.
– Intervención de nuestros mitos y creencias en la visión de las familias y pa- AVILA ESPADA, A. (2014). Psicoterapia psicoanalítica: principios conceptuales. En AVILA ESPA-
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MOSAICO 73 Las Emociones del Psicoterapeuta: Su uso en psicoterapia y en la formación de profesionales.

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34 35
MOSAICO 73 Miradas y aspectos de la supervisión indirecta en grupo en servicios sociales (II).

Miradas y aspectos de la
supervisión indirecta en grupo Abstract.
In this second part of the article we present real-life situations, properly protected for privacy, which
en servicios sociales (II)1. show the authors‘ praxis. Some examples are brief, while others are developed more extensively.
In some cases we got updates on the present-time status, to have feedback that we can use as
supervisors. Our goal is to transmit a working method, for which we are grateful to that people who
are request and protected our role. Group supervision in social services is full of dificulties, variety
and future promises.
Resumen. Joana Alegret Hernández. Key words.
Resumen de la primera parte. Terapeuta familiar. Social work, social services, group supervision, group consutation, catamnesis.
Psiquiatra.
Este artículo parte de la experiencia de las autoras Supervisora-Docente.
supervisando equipos profesionales, generalmente de joanaalegret@hotmail.com
servicios sociales, y recoge el recorrido por temas propios Ana María Gil Ibáñez. 1. Elementos para el cambio. Límites. Contextos. Clima emocional básico.
del espacio de supervisión: mapa, aspectos preventivos, Psicóloga Clínica.
Joana Alegret.
Terapeuta Familiar.
etapas del proceso, modalidades de equipo, estilos de Supervisora- Docente.
supervisión y técnicas utilizadas Por último se enumeran anagil@copc.cat Remitimos al lector a la primera parte del artículo (Alegret, Gil, Vega, 2017) para
tres tipos de constructos para el aprendizaje del quehacer Susana Vega Fernández. la ampliación de los conceptos de este título.
Psicóloga Clínica. Se los usará ahora en dos tipos de ejemplos: unos, breves, después de cada
grupal: los límites, los contextos y los climas emocionales.
Terapeuta Familiar. definición, en los límites; otros, más extensos, con tres situaciones de consulta
Supervisora-Docente. desarrolladas en el espacio de supervisión.
Resumen de la segunda parte. susana@susanavega.com

En esta segunda parte del artículo se presentan Agradecemos la colaboración Los elementos para el cambio. Breve recuerdo.
situaciones reales, convenietemente protegidas para evitar inestimable de Raquel Sabrafen.

su identificación, en las que se puede ver la praxis de Se supone que en una supervisión algo cambia en los profesionales. A eso le
llamamos elementos. Es una esquematización a efectos didácticos, pues habi-
las autoras. Algunos ejemplos son muy breves; otros se muestran con un
tualmente aquéllos se dan amalgamados, ingredientes de la conversación gru-
desarrollo más extenso. En algunos casos hemos conseguido una catamnesis pal, sin una delimitación consciente. Sólo de cara al aprendizaje tiene sentido
o actualización de cómo estan los casos en el momento actual, de cara a a distinguirlos:
tener una retroacción que nos sea útil como supervisoras. Nuestro propósito 1) los cognitivos 2) los emocionales 3) los pragmáticos
es transmitir una manera de trabajar, deudora de quienes en los ayuntamientos
han pedido y mimado nuestra función, para sostener y potenciar ese espacio, En los ejemplos largos señalaremos cuál es la predominancia de algunos de ellos.
lleno de variedad, dificultades y promesas, que es la supervisión indirecta en
Los límites. Breve desarrollo y ejemplificación.
grupo en servicios sociales.
Palabras clave.
“Cada situación se propone como “limitable” en determinado momento y con-
Trabajo social, servicios sociales, texto de la intervención. Por ello, no se trata de pensar que tales actuaciones
supervisión en grupo, consulta profesionales sean desaconsejadas en general, sino tan sólo en determinados
en grupo, catamnesis. estancamientos de los casos”, decíamos en la primera parte. Se repetirán las
definiciones que se adelantaron entonces.
1
L a primera parte de este artículo apareció publicado Cada una de las categorías va seguida de un breve relato de casos reales de
en el número 68 de Mosaico, noviembre de 2017. mi experiencia, donde se puede ver la esencia de lo que en supervisión se va-
Remitimos al lector a aquella primera parte para una
lectura completa de este texto. Avatares editoriales, loró disfuncional y por ello se intentó limitar. No siempre, sin embargo, se pre-
así como la extensión del texto, nos impidieron senta un caso por estancamiento, como veremos en los dos últimos ejemplos
publicarlos con la continuidad que habríamos de las categorías, donde prima la expectativa de lo que el grupo puede ofrecer.
deseado y que su lectura puede precisar (N.E.).

36 37
MOSAICO 73 Miradas y aspectos de la supervisión indirecta en grupo en servicios sociales (II).

Definición tomada por Realidad Inmóvil (RI): El profesional se adhiere a la defi- su hijo mayor tenía ese día problemas también de salud. ¿Sería una salida alu-
nición de una/as persona/as ( definición dada por ella/as misma/as o por otros ) dir a la preocupación (contexto de control) de forma transparente a la vez que
como si fuera una realidad estática e inmodificable. empática?
Ejemplo: Un profesional explica cómo le resulta difícil, en un caso de una se-
ñora de 80 años, convocar a un hijo que vive a 20 km. Su hermano, quien ini- Larga oferta ASistencial (AS): Se están ofreciendo recursos materiales o relacio-
ció la solicitud de asistencia en domicilio, se lo ha descrito como “Es un egoísta nales desde hace tiempo o con perspectiva futura indefinida a un sistema re-
desde siempre. Es inútil decirle nada, va a ser imposible que mueva un dedo ceptor que quizás pueda regenerar autonomía.
por nuestra madre”.La profesional lo cree y no ha iniciado nada nuevo desde Ejemplo: Jorge, de 28 años, fue diagnosticado de ataques de pánico hace 8.
ella que quizá pudiera cambiar su mirada. Por vivir solo, tener antecedentes de crisis epilépticas y estar sin recursos eco-
nómicos le valoraron en la revisión de la autoridad administrativa una discapaci-
DErivación dificultosa (DE): Se está proponiendo que el / los solicitantes vayan dad de un 30%. En el presente hace una solicitud económica a servicios socia-
a otro profesional y las respuestas hacen pensar que es un objetivo inadecuado les para una adquisición de gafas, que es aceptada. Se le envía a su centro de
por prematuro o por alejado de la cultura del usuario. salud para una actualización diagnóstica. El médico de cabecera que le atiende
Ejemplo: Un señor explica que no se ve capaz de ir a una unidad para el jue- da por hecho que Jorge está igual que hace 8 años, según la información que
go patológico situada en un gran hospital. “Era mi mujer la que se movía bien le es suministrada por el usuario, añadido a que la derivante alude por teléfono
por los transportes, y ahora que hace poco que ella ha muerto yo no me aclaro”. a una situación de carencia. Jorge aspira a la larga enfermedad. ¿Podrían la de-
La profesional explica que el señor tiene conductas en las máquinas tragape- rivante, a través de un informe al cabecera, comentado con el usuario, intentar
rras que le empobrecen. ¿Y si, antes que nada, ella se ofreciera para hablar de modificar algo una autoimagen del muchacho como persona con un futuro de
la pérdida de la esposa? dependencia?

FORmación desaprovechada (FOR): Se está ofreciendo un mensaje predomi- Visión PARcial (PAR): Determinada persona o grupo, entre los usuarios, es/son
nantemente educativo, pedagógico, y las respuestas hacen pensar que el usua- vista/os con ojos críticos sin contrastarlo, ya sea por adhesión a posiciones emo-
rio no lo ha pedido ni ha aceptado que le haga falta aprender algo. cionales de otras personas o profesionales, ya sea por prejuicios causados por
Ejemplo: José y Ana han pedido soporte económico por tener gastos que no los valores propios del mismo profesional.
pueden cubrir en la situación actual. Tienen tres hijos. Explican que el pequeño Ejemplo: Marga acude a servicios sociales por temor a que su hijo la agreda,
es muy movido, y que la escuela actual, concertada, lo está llevando muy bien. puesto que ya fue lastimada por su exmarido, que ahora vive en otro continente.
Servicios sociales les proporciona una cantidad temporal hasta que el padre El chico, de 17 años, se ausenta de la escuela y la señora cree que fuma droga
pueda volver a trabajar, lo cual parece probable. También se les ofrecen entre- con su pandilla. El educador social, con quien Marga conversó en la segunda
vistas para hablar de la crianza de los niños. Los padres se ausentan dos veces entrevista, dirige a la señora a la abogada para que se vea si hay que activar el
a las convocatorias enfocadas a ello, dando razones variadas. La profesional lo protocolo de violencia de género. La señora nunca aprovechó esa cita. No se la
toma como negligencia. ¿Qué podría hacer en lugar de esto? A lo mejor la acep- pudo localizar. Quizá el educador se privó de conocer directamente al chico y de
tación de las entrevistas era una cortesía para con ella, pero no se correspondía calibrar así el margen de una intervencion en la relación.
con que lo que los padres buscaban.
ENcargo aceptado (EN): El objetivo de la intervención adhiere determinada soli-
COntrol oculto (CO): Se está escondiendo el trasfondo de algunas ofertas o ac- citud de alguien, ya sea de su sistema jerárquico, ya sea de otros profesionales,
ciones de los profesionales, que aspiran a conocer más la cotidianeidad del fun- hacia una línea de acción para el usuario que éste no ha pedido.
cionamiento de los usuarios sin explicitar tal pretensión. Ejemplo: En una ciudad mediana el trabajador social de un pequeño equipo
Ejemplo: La trabajadora familiar que se desplaza al domicilio de Susana ha de tres recibe el encargo de facilitar una prestación económica a una usuaria
hallado dos veces la casa vacía. La señora lo razona por haber tenido que ir ella de 40 años. El profesional frunce el ceño pues la señora no cumple los requi-
al médico. Susana tiene pensión no contributiva y aceptó la ayuda en el domi- sitos para solicitar tal recurso, pero tampoco se opone pues la persona que lo
cilio, a pesar de que ella está en paro por un tiempo. La razón para proponerle pide tiene un cargo de poder reconocido desde hace años. La modificación de
tal recurso es que la escuela está preocupada por conductas de cansancio de tal automatismo dependerá de si hay jerarquías sensibles y conectadas con la
ambos niños. Susana no acudió a la convocatoria de las maestras diciendo que atención primaria.

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MOSAICO 73 Miradas y aspectos de la supervisión indirecta en grupo en servicios sociales (II).

Red Profesional Disfuncional (RPD): En el relato del caso predomina la dificul- a su papel de enfermo, pues le parece una persona inteligente atrapada en un
tad entre profesionales (ya sea de tipo simétrica, complementaria, de delega- diagnóstico no actualizado. Santiago le responde que tres personas antes que
ción, etc.) ella han validado eso que ella cuestiona. Ambos rostros expresan extrañeza y
Ejemplo: Se da la indicación de que un usuario vaya a salud mental. El joven enojo. Quizá María tiene una meta mejor que los anteriores profesionales, pero
dice que le han dado hora para dentro de dos meses. Al hablar de nuevo al ca- Santiago no lo puede percibir en ese momento.
bo de medio año con el equipo receptor el educador social se da cuenta que na-
die ha ido a solicitar nada. Las alternativas a tales frecuentes disfunciónes en la Consulta por Emociones Difíciles (CED): El profesional espera metabolizar los
red profesional son múltiples y ellas solas podrían ser un tema para otro artículo. afectos despertados por una situación donde ha sido inundado por las reaccio-
nes intensas de los usuarios.
Derivación Retenida (DR): El profesional trasmite al mismo tiempo una limita- Ejemplo: Ana, trabajadora social con mucha experiencia, pide hablar de lo
ción de lo que él puede hacer y la dificultad para canalizar el caso a quien sí que le ha despertado escuchar que una usuaria, madre de un adolescente, le
que podría. haya descalificado de forma desagradable frente a la coordinadora de equipo y
Ejemplo: Ana, psicóloga, expone el caso de una señora que ha sufrido grave a las educadoras del hijo. La señora le increpó: “Le pones en mi contra, es cul-
maltrato. La dificultad para darle hora con la frecuencia necesaria es muy clara. pa tuya que no me hable”. La dedicación a ese caso había sido grande. La se-
Pero Ana teme que si la deriva a otro dispositivo la señora se sienta abandonada. ñora había confiado a Ana muchas circunstancias de enorme sufrimiento. Ana
¿Podría la psicóloga pensar en acciones que protegieran a la señora del miedo se siente dolida por lo inesperado de tales expresiones.
a emprender sola un camino nuevo?
Momento Inicial (MI): El profesional plantea una situación muy al comienzo de
Saber por Otras Vías (SAV): El profesional recoge información en forma de corto- la intervención para recoger sugerencias.
circuito y después se pregunta qué hacer ya que el usuario no conoce el hecho. Ejemplo: Después de una entrevista inicial la psicóloga expone un caso para
Ejemplo: Un trabajador social habla de su dificultad para conectar desde el que el resto del equipo añada lo que se ha trabajado con ese usuario atendido
primer día con una señora que le muestra una actitud a la vez desafiante y des- desde hace 3 años. Hay tres personas que lo conocen bastante. La psicóloga
controlada en sus desesperos. Su solicitud es económica, pues no puede pa- agradece tener ese relato.
gar ahora la casa. La señora es dirigida al departamento de vivienda, y el profe-
sional les llama para ver si acudió, cosa que no ocurrió. Cuando la señora y el Tales conceptos pueden ser útiles para el supervisor y, a veces, para el grupo. La
profesional tienen un nuevo encuentro el clima está lleno de desconfianza por repetición de según qué límite debe hacernos buscar una hipótesis. Por ejem-
ambas partes; él no le comenta su llamada y ella elude el tema y habla de otras plo, en mi experiencia, EN era muy frecuente en equipos aislados donde era
carencias. Una transparencia, inicial o en ese momento, sobre los contactos con necesario un soporte que mejorara su autoimagen profesional y una conexión
otros profesionales, puede evitar tales vericuetos que empantanan la relación. con sus compañeros, de manera que su opinión técnica tuviera peso ante pre-
siones externas. ¿Puede el supervisor hacer algo para elevar la calidad de esos
Mensaje Ambiguo (MA): El profesional emite simultáneamente un mensaje de equipos? A veces sí.
capacidad e incapacidad en una misma área de competencia del usuario. La comunicación al grupo debe ser sopesada. ¿Va a ser positiva, con mayor
Ejemplo: José piensa que Antonio está engañándole respecto a su enferme- conciencia de sus redundancias, o es un momento en el que hay que esperar?
dad. Dice que no puede andar, pero ha sido visto por el barrio de su ex esposa En los equipos que he conocido, a mayor cohesión y funcionamiento satisfacto-
saliendo de esa casa. José le tramita ayuda para una silla de ruedas pero su en- rio, mayor disminución de determinados límites, como AS o FOR. Otros límites
fado hace muy difícil la conversación. ¿Qué recurso comunicativo hubiera podi- no precisan más que su desarrollo. Se trata de reconocerlos como útiles en esa
do aminorar ese enojo por sentirse engañado? circunstancia, por ejemplo MI o CED. Aparecen en grupos cohesionados y con
autoimagen satisfactoria.
Profesional Sustenta Alegación(PSA): El profesional toma el camino del cambio
frente a personas o familias en posición morfostática, con lo cual la motivación Los contextos.
reside más en aquél que en los usuarios.
Ejemplo: Santiago, de 38 años, lleva 5 recibiendo una paga por larga enfer- Los seis contextos posibles en servicios sociales son: de consulta, evaluativo,
medad. María es su nueva trabajadora social. Ella le propone una vía alternativa informativo, de control, asistencial y reorganizativo.Todos los contextos son

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funcionales si ambos participantes, los profesionales y los usuarios, tienen claro  ranquilidad no satisfactoria (T): En la relación hay un predominio del trans-
T
cuáles son las reglas del juego. Resumiremos su característica: curso plano, sin tensión. No hay ni crisis ni bloqueo de la intervención, sino
De consulta (C): cuando hay pregunta y duda de cómo seguir. Predomina un caminar sin perturbaciones. El profesional transmite el “ir haciendo”. Pero
en los primeros tiempos de la solicitud, pero se puede usar en una fase más no está satisfecho.
avanzada.
Evaluativo (E): cuando un usuario pide algo a lo que cree tener derecho. Tres desarrollos de situaciones La parte en negrita remite a los conceptos vis-
Informativo o Psicoeducativo (I): cuando se ofrece psicoeducación, sensibili- tos. La parte en cursiva comenta tales referencias.
zación, pautas y a ello el usuario responde con apertura, o incluso lo solicita.
Asistencial (AS): cuando se ofrecen recursos materiales o relacionales ante la 1) Sacándole brillo a las palabras.
carencia de ellos y la valoración de su pertinencia.
Reorganizativo (R): cuando se ofrece y acepta trabajo relacional por un tiempo Lucía es una trabajadora social nueva; llegó hace seis meses al centro. Presenta
limitado, en un marco espaciotemporal definido, después de lo cual se presu- su caso con cierta timidez. Se trata de una pareja de emigrados del Magreb, con
pone que habrá capacidades autónomas en los receptores. tres hijos de 7, 6, y medio año. Su problema es que el padre está imposibilitado
De control (CO): cuando estamos ante la sospecha de menoscabo de los dere- laboralmente, por la espalda, y la madre tiene un bebé, con lo cual el alquiler se
chos de un menor o discapacitado. No ha sido solicitado, salvo excepciones, les hace imposible por no poder trabajar ninguno de ellos. Realquilan una habi-
por los mismos usuarios, para los que se ha abierto el interrogante de si son o tación a unos familiares, pero últimamente han aparecido roces con una perso-
no carentes (o limitados) en su responsabilidad. na de los inquilinos “oficiales” y deben recluirse los cinco en un espacio peque-
La denominación “reorganizativo” es propia, y sustituye la de “terapéutico”, ño. Dice Lucía. “Si estuvieran de okupas les ofrecerían piso con facilidad, pero
en la enumeración de Lamas de la que se habló en la primera parte. “Reor- estos padres prefieren lo que para ellos es más legal. Conozco a ambos, pero
ganizativo” parece más aceptable por algunas culturas en el metacontexto de con él me cuesta mucho. Exige que le resuelva lo de la vivienda. Conseguí un
servicios sociales. piso en otra población, no muy lejos, pero no quieren mudarse.”

El clima emocional básico.


La profesional está en un contexto asistencial (AS),
Es la atmósfera relacional con los usuarios que los profesionales que presentan acordado con los usuarios. Hablan de una carencia
el caso transmiten en la supervisión. y se les reconoce que hay que ofrecerles recursos.
Desacuerdo Simétrico (DS): En la relación prima el desentendimiento explíci- No es esa la duda que motiva a Lucía.
to. Hay tensión negativa entre los interlocutores. El profesional transmite reto,
irritación, rechazo.
Desacuerdo Complementario (DC): A través del lenguaje no verbal, la/las per- Abro el problema al grupo que pregunta y sugiere.
sona/as comunican la no adhesión a la propuesta del profesional de una for- La familia es descrita como puntualmente carente.
ma poco explícita pero que desactiva el objetivo de aquél ( Ej.: el usuario no Lucía cree que cuando la madre pueda trabajar lo
se presenta, o no está en casa, o justifica el no haber podido cumplir, etc...). hará y dejarán de solicitar. La madre es mostrada
El profesional transmite impotencia, ya que a través del lenguaje verbal pare- como despierta, franca en su relato, colaboradora.
cía que se aceptaba el consejo. Incluso le explicó que en el embarazo estaba algo
Confusión (C): Hay desorientación, falta de línea compartida, desconcierto en preocupada y triste, pero que ahora su bebé es una
la relación en curso. El profesional trasmite la sensación de no saber hacia joya. Los otros dos hijos se desempeñan bien en la
dónde se va. escuela. Lucía se explaya en cómo el padre le sa-
TEmor (TE): Hay preocupación porque alguien reciba daños (físicos o psíqui- ca de quicio, pues su exigencia va acompañada de
cos) o está siendo objeto de negligencia en el momento de la intervención. El maneras poco fáciles. La jefa de equipo añade que
profesional transmite alarma. También el o los usuarios temen ser señalados. a ella le parece un señor algo limitado, con impulso
Satisfación(S): Los resultados del proceso dejan ver cambios que son valo- poco controlado. Lucía añade que cuando están los
rados como deseables. El profesional transmite interés. dos, padre y madre, el clima es tranquilo.

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El clima emocional básico, pues, parece ser distinto cuando está el padre a so- sejó ir a un centro de salud mental infanto-juvenil para el mayor de sus hijos, por
las. Se llamaría desacuerdo simétrico (DS). Mientras que eso no ocurre en la algunos problemas conductuales en la escuela, y ya están viendo mejoría gracias
presencia de la madre, con una conversación amable y sin tropiezos. ¿Es des- a tal servicio. Lucía comenta que lo que le dificulta es pensar que el padre vol-
acuerdo complementario (DC)? ¿Es tranquilidad no satisfactoria (T)? No me verá a su actitud “guerrera”. El grupo la tranquiliza. Puede ser que la oferta de
parece esto último, que precisa un tiempo largo de intervención y un estanca- recursos sea vivida por la pareja como algo justo, adaptado a sus necesidades.
miento. Hipotetizo que ambos padres reparten sus roles en aras a conseguir ser
ayudados puntualmente. Por ello me parece más DC. Los elementos emociona- La previsión de que el recurso asistencial está acompañado de una actitud de
les que dificultan a Lucía se muestran francamente. no usarlo más que en lo imprescindible es una información que dignifica el con-
texto asistencial, sin fomentar dependencias que anulen capacidades.
Una persona del grupo aporta que acaba de salir una ley por la cual tienen de-
recho en un futuro no lejano a la renta mínima garantizada. Hay muchas reac- El próximo paso es cómo cerrar la entrevista. Mi consejo es que Lucía se sitúe de
ciones de apoyo. Lucía se sorprende y se alivia. Le indican cómo enfocar a los nuevo en un contexto de consulta. Puede hablar de que están en un momento
padres a solicitar la nueva oferta. Han de ir a otro dispositivo. o de despedida, puesto que para la renta garantizada han de ir a otro lugar, o
bien de si quieren emprender un nuevo camino en servicios sociales. El grupo
En este momento vemos uno de los elementos que el espacio de supervisión aporta que la madre podría beneficiarse de un grupo de crianza, llevado por la
activa: el pragmático. La presencia de todo el grupo abre la posibilidad de que psicóloga del equipo en la biblioteca pública de la zona… Eso sería contexto In-
se sugieran maneras concretas de dar respuesta a un problema. Esto es, a mi formativo (I). Se puede continuar hablando para el clima relacional, de si den-
parecer, una herramienta más de las muchas que se pueden usar en las res- tro de la vivienda actual quisieran algún consejo o estrategia. Eso sería contexto
puestas a la consulta de caso. Reorganizativo (R)…Se puede preguntar si quieren ser informados de activida-
des de tiempo libre para los hijos mayores. Eso sería continuar en contexto de
Seguimos hablando de cómo manejar las futuras entrevistas. Mi consejo es que Consulta (C)…
se proponga como necesaria la presencia de los dos padres. Es una posición
más trabajosa, pero se basa en que la decisión de quienes han de venir es del La idea que para pasar de un contexto asistencial a otro hay que imaginarse
equipo de profesionales. La convocatoria, importante de ser calibrada, es una estando de nuevo en contexto de consulta (C) me parece ser ilustrada bien por
definición de a quienes se considera pertinentes para tratar un tema. En este este caso. El cambio de contexto ha de estar claro para uno mismo y, en lo esen-
caso, además, imaginamos que puede favorecer que el clima emocional sea cial, para los usuarios. Como en el principio, los distintos itinerarios posibles se
más contenido. ofrecen, y sólo si los padres quieren se iniciarán juntos. Sin un ritual de cambio
es más confuso el proceso. Un ritual puede ser la pregunta específica: ¿qué les
Es frecuente que el paso técnico de dar valor a la convocatoria se tenga presente parece otra etapa? Este paso, hecho en colaboración, da poder a los usuarios y
en metacontextos clínicos (Cirillo, Selvini, Sorrentino, 2015), pero que en nues- facilita el trabajo de los profesionales. Es lo que Lerma llama “contrato colabo-
tros servicios sociales se acople la entrevista a la presencia de quienes vengan. rativo”, (1992). Son excepciones de la necesidad de marcar el cambio de con-
La ausencia de los varones fue notoria en determinada época. En el presente, texto de forma colaborativa las situaciones donde un menor o un incapacitado
con el cambio de roles y con el aumento del desempleo, puede haber una au- están en riesgo, pues el contexto de control (CO) no depende de la solicitud de
sencia sea de ellos, sea de ellas. La sugerencia de que el equipo dirija la inter- los afectados. Vemos también que en todo este momento se intentan manejar
vención es también una forma de realzar la actitud activa hacia un papel de em- elementos cognitivos, por si les son de ayuda en éste u otro caso.
poderamiento técnico. Y de darle valor a quienes vienen a una cita, aunque sea
en el contexto asistencial. Lucía está más tranquila. Su comentario es que, de todas formas, no les ha po-
dido ofrecer lo que pedían: una vivienda para ellos solos. El grupo se activa y
Respecto a cómo tratar los contenidos de la entrevista, parece más oportuno em- varias compañeras dan su opinión: Lucía les ofreció eso en otra localidad. Ellos
pezar hablando de la nueva renta garantizada, que les ayudará temporalmente no la aceptaron. Es distinto…
en este momento familiar. Lucía piensa que en cuanto el bebé pueda ser inserta-
do en guardería la madre se pondrá a trabajar. La señora está mostrando que los El clima de satisfacción que me llega es el de un grupo cohesionado, con cultu-
caminos que se le indican son aceptados como útiles. Por ejemplo, se le acon- ra de trabajo consistente. Me siento cada vez menos necesaria.

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Les propongo que repartan 5 puntos, cada una en silencio, entre los componen- con muestras de estar cansado. El padre comenta que la escuela puede tener
tes emocional cognitivo y pragmático que hoy se han movido en el transcurso razón. Pero él no consigue hablar con su ex mujer, que le cuelga el teléfono. Lla-
de la reunión para ayudar a Lucía a estar más tranquila para su caso. Hay una ma la atención la desigualdad de edades, él tiene 15 años más. También resalta
curiosa coincidencia: excepto Lucía, que puntúa 3 en lo emocional, 1 en lo cog- la diferencia de estudios: la mamá no superó la primaria; el padre es abogado.
nitivo, 1 en lo pragmático, el resto damos 2 a lo emocional y pragmático y 1 a Siempre acude a las convocatorias, habla de que el chico se queja de lo que pa-
lo cognitivo. sa en casa de mamá: gritos, bebida… La señora minimiza lo que escucha, ex-
plica que tiene poco tiempo, tanto en casa como en la cita.
Me atreví a hacer la propuesta retroactiva por ver un buen clima de trabajo: res-
peto, ayuda, apoyo, transparencia, inclusión de lo afectivo… El clima emocional básico con la mamá es de TE (Temor). Los profesionales te-
men, y la conducta evitativa de la señora también puede ser motivada por pre-
Lucía dice que su visión de dificultad con el padre al principio era grande. Por suponer que se la va a confrontar con algo desagradable. Con el padre es de DC
ello su puntuación. (Desacuerdo Complementario).

Al guardar en mi carpeta el resumen de la reunión le pongo las siglas CED: con- Hay pocas posibilidades de concluir un encuentro con la madre que satisfaga a
sulta por emociones difíciles, una de las categorías en la lista de los límites. Martín y Susana. Han probado sin éxito fórmulas distintas, estando los dos pro-
fesionales en la entrevista o sólo uno de ellos. La situación se arrastra desde ha-
Le pregunto a Lucía qué palabra, o imagen, o metáfora, podría dar cuenta de ce 2 años. Les pregunto si han pensado en comentarlo al equipo de protección
lo que han hecho juntos, los padres y ella. Dice, con rostro algo decepcionado: infantil (EAIA) “Ya lo hicimos. Hace un año. Nos aconsejaron que el papá pidie-
“Les he acompañado” Algunas personas del grupo sonríen y se esmeran en co- ra la guardia y custodia para él. Así se evitaría lo que alarma. Sin embargo, el
mentarios de lo digno e importante que es eso. No es necesario dar un recur- padre, correcto pero inflexible, no se presta. Teme la reacción colérica de ella.
so tangible para sentirse buen profesional. Comentan que también a alguna de Delega en los profesionales “el problema del hijo”.
ellas le pasaba como a Lucía, en anteriores etapas. “Acompañar” es ahora una
palabra que reluce más que al principio. En este caso hay una expectativa de que el acuerdo de divorcio se modifique
y evite la negligencia. Pero el acuerdo de separación en los juzgados se firmó
Catamnesis a los nueve meses. en un contexto cuya solicitud lo definió como evaluativo (E), tomando en con-
sideración los derechos de los padres, a pesar de que la respuesta tuviera en
Lucía me comenta por teléfono: “He visto el caso hace poco. Siguen viviendo en cuenta el bien superior del menor. El régimen de convivencia fue aceptado por
la habitación, buscando alternativa. Han acordado vivir juntos con un primo, lo ambos hace tres años. No era previsible, o no se pudo prever, la deriva de la se-
cual les permite buscar algo mejor. Sin embargo, la última vez que lo pregunta- ñora. Ahora es preciso un contexto de control (CO), o sea, aquel que define su
ron se les dijo que no, a causa de su procedencia geográfica. Ella hará un curso entrada por verse en riesgo los derechos de menor. El hecho que haya habido
probablemente en septiembre, “ahora tiene su cabeza puesta en el cambio de un juez en el divorcio no implica que vaya a ser activada la protección infantil si
vivienda.” El tono de Lucía es sereno. nadie lo solicita.

El papá no quiere señalar la negligencia, espera que los servicios sociales actúen.
2) ¿Quién le pone el cascabel al gato? El chico ha pedido a su tutora hablar con el educador social. Este caso ilustra lo
que Trinder y otras (1998) señalan acerca de las iniciativas de los niños con ne-
Martín consulta por una situación que comparte con su compañera Susana. Se cesidad de protección. Conocía al educador porque habían acudido con la ma-
trata de una alerta por un niño de 11 años, Jorge, cuya escuela conectó con dre a servicios sociales a solicitar beca de comedor. Comento que ello es indicati-
servicios sociales. vo en el niño de sus capacidades conservadas, parece inteligente y con iniciativa.
Los padres están separados; él vive en otra ciudad a 100 km de distancia, por Nos permite “escuchar con los oídos del niño” (Gandolfi, Martinelli, 2008). No
lo que ve poco a su hijo. Ella es usuaria desde hace años. Después de conocer quiere vivir con su mamá. Debatimos cómo el camino iniciado hacia el sistema
el caso, Martín y Susana han tratado de conseguir cambios en la conducta de de protección se puede activar de nuevo: cartas, correos electrónicos, contactos
la señora. Fue la escuela la que avisó, pues Jorge llegaba tarde, sin desayuno, personales, en los cuales se transmita la no resolución de la situación, que puede

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empeorar por la edad del chico. La persona referente del sistema de protección so a otro profesional del grupo para tratamiento. Pero cree que, aunque no lleve
es nueva y muy joven. ¿Podría buscarse un contacto que, sin descalificarla, se ella las próximas etapas, le puede servir hablarlo, para el futuro. Desde una ONG
haga cargo de que un chico está emitiendo un mensaje de solicitud de cambio? les llegó la solicitud de ir rápido en la situación. El señor, emigrado de un país
La jefa de Martín y Susana proyecta que, en la próxima reunión, donde también de Europa con su familia, ha quedado sin trabajo, y su esposa también. Ella es-
asistirá la coordinadora del otro equipo, se amplifique la voz de Jorge. tá deprimida, ha llegado a decir “pienso que la solución sería llevarnos a todos
por delante”. Tienen tres hijas, de 14, 11 y 7 años. La pequeña tiene reconoci-
Los aspectos emocionales están lógicamente muy presentes en la exposición miento de disminución. En la ONG el padre tuvo una primera entrevista con una
del caso. Pero no se trata de minimizarlos, sino de ver cómo se articulan en trabajadora social y la segunda con un psicólogo.
la línea a seguir. El objetivo sería que la alarma no se quede en terreno de na- Se les atiende con presteza. El señor tenía un trabajo como aparejador, aho-
die. Un espacio de supervisión transforma el malestar en líneas de actuación. ra conserva media dedicación pero no le pagan. Ella regentaba un comercio de
El caso es un ejemplo donde se reflejan dos categorías de límites: CO (control lujo que ha tenido que cerrar. Se han ubicado en un piso nada barato y no pue-
oculto), en las entrevistas que se ofrecen a los padres, y RPD (red profesional den. Elena pregunta por la esposa y él aduce que no ha venido por su ánimo
disfuncional), por lo que respecta a la relación con el equipo de protección in- bajo. Elena aconseja ir al médico de cabecera para ella y pedir derivación a sa-
fantil. Alguien tiene que escuchar que suenan cascabeles (por decirlo de for- lud mental. También deriva a abogada para saber detalles de cómo hacer con
ma suave) en tierra de nadie, de momento. Es al gato al que hay que ponerle el trabajo. Su tercera indicación es ir al departamento de vivienda para que le
el cascabel. El contexto de control es el más difícil de gestionar en servicios so- informen de pisos alternativos. Al final de la entrevista Elena le presenta al psi-
ciales, y no tan sólo ahí. (Alegret, 2016). Ojalá la supervisión ayude a desblo- cólogo del equipo por si quisiera entrevista con él. El señor declina la oferta de
quear el atasco. forma correcta.
Al cabo de un mes se vuelven a ver. El señor lleva las gafas rotas. Elena le ofre-
Catamnesis a los tres años. ce subvencionar las nuevas pero él se remite a su solicitud: quiere conservar el
piso actual aunque sea caro. No ha ido al departamento de Vivienda. Elena le
Las referentes del caso nos escriben: “El padre, siguiendo nuestras orientacio- repite que es allá donde le ofrecerán soluciones.
nes y las del EAIA, pidió medidas cautelares para que su hijo no regresara al En la tercera entrevista explica que su esposa es atendida ya por salud
domicilio de la madre. mental. Está mejor y hace un curso con el cual probablemente podrá trabajar.
Durante un tiempo el niño se quedó con los abuelos, hasta que el padre se A su hija menor le han planteado ir dos días a la escuela ordinaria en el ba-
pudiera organizar para asumir la atención completa de su hijo. Se puso servicio rrio, y el resto en la escuela especial donde está bien integrada. De momento
de trabajadora familiar para dar apoyo a los abuelos, dada su edad. unos primos le han pagado las deudas de alquiler y le alargan el contrato de
Finalmente le dan al padre la guarda y custodia provisional del menor. En fe- vivienda. No tiene trabajo aún, pero imagina que si no se resuelve su situa-
brero del 2016 el niño empezó a asistir a su nueva escuela de la ciudad del pa- ción será probable que les echen del piso. Acepta ir al psicólogo que conoció
dre. El EAIA realizó unas entrevistas para sustentar nuestra intervención. el primer día.
El padre llamó al cabo de unos meses para explicar que estaban muy bien los
dos juntos y nos quiso dar las gracias. El caso se cerró en julio de 2016”. Elena presenta el caso pues se quedó mal. Todo el tiempo notaba un discur-
so ambiguo en el usuario. Y debía contrastarlo con los recursos indicados.
El buen manejo del contexto de control es notorio. También se puede admirar Por ejemplo, ayer llamó a Vivienda y le dijeron que el señor ha tramitado el
el trabajo en red profesional, y el aprovechamiento de la relación con el padre, paro y que se pueden quedar en el piso porque el desalojo se enlentece por
establecida desde el principio de la intervención. Nos alegramos por Martín. ese motivo. Elena no sabía eso, aunque se alegra. Por otro lado, llamó a la
escuela que en teoría debía ser la compartida para la hija y no saben nada.
Elena pasa de la angustia inicial a sentirse agobiada. El señor se mueve por
3) La trastienda de la intervención. su cuenta, parece informado. Llevan ritmos dispares. ”Quizá debí adaptarme
yo a su ritmo”.
Elena, trabajadora social bastante novata, se disculpa por no haber preparado
su caso. Pone el genograma en la pizarra. Nos habla de una situación que aten- Las situaciones actuales a atender en servicios sociales son muy variadas en
dió en primera acogida. Ha tenido tres entrevistas, y ahora se ha pasado el ca- cuanto a capa social de pertenencia y nivel educativo. Ello pide una gran flexi-

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bilidad de los profesionales. En el caso vemos que el señor declina ofertas, tie- maneras en nuestra mente como condicionante. Hablamos de que en el con-
ne su propio itinerario, habla de dificultades pero no es rápida su aceptación de texto de CO la confidencialidad se suspende en aras a la protección. Y que ello
consejos. El tiempo adecuado para que estos sean aceptados es un aprendizaje se puede divulgar a los profesionales que nos informan.
que los profesionales jóvenes precisan adquirir.
Se trata de poner límite al control oculto (CO). Es evidente que en el caso están
Es un acierto que Elena plantee el caso en supervisión, les comento. Sirve ya co- pesando los elementos emocionales de los profesionales al inicio. Otra de las ca-
mo traspaso a la compañera. Y a la vez transmite los movimientos intensos que tegorías enunciadas en los Límites es SAV, saber por otras vías, que ha lastrado
un caso despierta, sobre todo en las primeras etapas. en este caso como una losa.

El clima emocional básico es de DC (desacuerdo complementario) en algunos Agradezco la sinceridad de las compañeras. Sirve para que el caso sea seguido
temas. El señor aprovecha algunos consejos, pero el ritmo es el suyo, y Elena se ahora bajo otro prisma. Elena añade algo bien interesante: ella tiene una minus-
queda descontenta. A la vez tiene que contrastar con otras personas para ver valía desde hace años y sabe el trabajo que se da cuando eso ocurre. Por ello
si es cierto lo que el señor le dice, y eso le cansa. Se siente engañada. Varias su preocupación y angustia se vieron acrecentadas al pensar en la hija peque-
compañeras reconocen haberse sentido reflejadas en esa decepción. A veces ña. No sabe de qué tipo es la minusvalía de la niña. Comenta que el conjunto la
los usuarios les dicen una cosa inventada. Hablamos de maneras de evitarlo, hacía estar doblemente angustiada por la situación de los hijos. Todo el grupo
por ejemplo, llamando al servicio receptor, Vivienda, delante del señor. Dejan- refuerza el nuevo comentario. Cada cual tiene sus puntos dolorosos que los ca-
do claro que puede ir, será su decisión el hacerlo o no. Lo que se derive de ello sos activan, alguien dice. Es un logro que haya existido tal prueba de confianza
serán sus consecuencias. El clima de S (satisfacción) por lo logrado (derivación en la receptividad del grupo. El rostro iluminado de Elena muestra una nueva
de esposa, ida a Vivienda, petición de visita para psicólogo…) es aportado por el emoción: ha servido su esfuerzo en el caso. Su exposición no preparada ha sido
grupo, con lo cual Elena se sorprende. Mi pregunta es por qué, en un contexto reveladora de la trastienda de lo que se hace. Al acabar se percibe un clima de
asistencial, Elena se preocupa claramente por los hijos. cohesión muy cercano a una contenida alegría.

Elena y la jefa de equipo sonríen con pena. Lo cierto es que tenían presente un Catamnesis a los seis meses.
caso que, hace unos años, vivieron en el barrio donde una madre se suicidó
con sus hijos. En el caso presentado, la derivación de la ONG aludía a un pen- La referente del caso nos comenta:
samiento de muerte para todos. “El señor dejó de acudir. Hace bien poco ha regresado, siendo atendido por la
compañera de Elena. Su petición se centra en la vivienda, pues se han reprodu-
Entiendo ahora la profusión de ofertas que Elena hace en la primera entrevista. cido dificultades. Aclara que su esposa está bien y que sus hijos no tienen pro-
Entiendo también que haya un contexto explícito, asistencial, y otro, oculto, de blemas. La comisión de infancia del sector, que recibe información del marco
control. Se trata de la evidencia de cómo la historia precedente de los equipos escolar, lo corrobora”.
condiciona, de forma explícita o no, su cultura de trabajo. Intento sugerir ele-
mentos pragmáticos que les sirvan en otro caso parecido. La nueva profesional está ahora situada de forma que el contexto asistencial
es claro. Se moverá en él sin los apuros que su compañera ya experimentó. ¿Al
Hablamos de dos aspectos técnicos. La convocatoria en casos de solicitud de presentar su caso Elena ayudó a la mejor conducción de la etapa posterior? Así
recursos debería ser, con realismo pero con seguridad, a todos los adultos con- lo deseamos.
vivientes. La presencia de la madre ha sido pedida, pero sin ponerlo como con-
dición para seguir. Y la mención a la frase que en la ONG dijo aquélla se podía Síntesis gráfica de algunos de los aspectos conceptuales tratados en este
hacer de forma respetuosa en la primera entrevista, preguntando cómo estaba apartado.
la señora al respecto.
Se retoma el mapa introducido en la primera parte con la ubicación diferencial
Una persona del grupo habla de la discreción respecto a lo que otros profesio- de cada uno de los límites y de los aspectos del profesional. Véanse en rojo las
nales de salud mental nos comentan. Recogemos la necesidad de discriminar iníciales de los límites; en verde el clima emocional básico; en azul los distintos
lo que debe respetarse y lo que es importante explicitar, pues queda de todas elementos en cada uno de los profesionales.

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MOSAICO 73 Miradas y aspectos de la supervisión indirecta en grupo en servicios sociales (II).

Mapa 2. El relato de un caso: “Ni contigo, ni sin ti”, “encadenadas”.


Susana Vega.

El objetivo de la elección de este caso es intentar mostrar la metodología de su-


pervisión presentada en el artículo anterior (Alegret, Gil, Vega, 2017). Dicha me-
todología es explicada en la primera fase de acomodación y requiere ser acepta-
da como un contrato de base (participación activa, respeto, compromiso mutuo,
empatía, valoración y aceptación de las diferencias, corresponsabilidad y la pre-
misa básica: el sujeto sólo es abordable a partir del vínculo con el otro).
En la supervisión en relato, las opiniones son consideradas como diferentes
puntuaciones. Como aspectos multiparciales que dan cuenta de una realidad
compleja. Si la metodología no es entendida y aceptada desde el principio pue-
den producirse resistencias con la sensación de ejercer violencia sobre la per-
sona. Esto podría derivarse en tensiones fuertes y rechazos que perturbarán la
marcha del proceso.
Lo descrito, supone entonces, reflejar un estilo de supervisión en donde es
prioritario que se tengan en cuenta ciertos principios que faciliten aprender a
crear, desarrollar y mantener una cultura de equipo (marco de referencia com-
partido) que haga deseable y fructífero dicho espacio de supervisión. Como es
sabido, la cultura de equipo se construye a partir de una praxis, de una co-
nexión entre la teoría de referencia (creencias, valores, objetivos) aplicados en
Epílogo. una práctica congruente. La supervisión se transforma en una disciplina (méto-
Los desarrollos anteriores podrían ser útiles solamente si lo esencial del queha- do repetitivo) que trata de establecer un espacio para la reflexión de modelos,
cer en los profesionales de servicios sociales los articula y vertebra. Lo esencial, subjetividades, estrategias y posiciones con sus efectos (avances y límites ) en
a nuestro parecer, se trata de una actitud respetuosa y aceptadora de la perso- la práctica asistencial. Es una ventana abierta, un tomar aire frente a la presión
na, aunque puedan conocerse de ésta actos cuestionables o que requieran cla- asistencial que puede conducir a una intensificación de mecanismos actuado-
ramente un límite. Más que en otro metacontexto, algunas situaciones hacen res y/o de paralización ante la angustia que produce un caso cuando no hay
muy necesaria una distancia media y unos espacios de reflexión para poder re- tiempo para la reflexión.
accionar de forma proactiva y protectora. Ello presupone en el profesional una La mirada esta puesta principalmente en el cómo del funcionamiento grupal,
disponibilidad emotiva que le permite un uso de sí mismo y de los mecanismos en el logro o no de un trabajo conjunto, colaborativo que dé alguna respuesta a
interactivos, consciente de su propia capacidad para ir más allá de los aprietos lo planteado por el profesional.
y embates que su tarea conlleva. Siempre es un desafío de cada sesión, articular lo técnico -institucional con
los aspectos emocionales y vinculantes que se desarrollan en tiempo y espacio
La esmerada calidad de la relación que ofrecen los componentes de nuestros entre todos los integrantes.
dispositivos de primaria de servicios sociales nos ha animado a dedicarles este Este caso muestra también el desgaste que se produce en situaciones cróni-
artículo, con todo el reconocimiento y gratitud que nos despierta cada uno de cas de larga duración, así como los efectos de la interrelación con otros servi-
sus profesionales. Así mismo agradecemos a las instituciones (ayuntamientos, cios (en este caso salud mental) en profesionales y usuarios. En mi experiencia
diputaciones…) que nos han mostrado confianza en que nuestra función ayu- como supervisora de equipos, ésta es una temática repetitiva, delicada, que hay
dara a las buenas prácticas. La suya ha sido una revolución desde abajo, de las que afrontar para no perpetuar.
que propician mejores ciudadanos para su devenir y el de todos. Como dice Ke- Teniendo en cuenta los conceptos desarrollados en el artículo anterior, el equi-
vin Kelly, además de los conceptos de utopía (un futuro deseable pero sólo ima- po que lo presenta está en una etapa de consolidación después de una trayec-
ginario) y de distopia (un futuro desastroso), podemos pensar con optimismo en toria conjunta de tres años y en una posición de disponibilidad explícita para
protopía: un futuro algo mejorado, lentamente, día a día, acto a acto. el logro de la tarea.

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MOSAICO 73 Miradas y aspectos de la supervisión indirecta en grupo en servicios sociales (II).

El caso, presentado por escrito, se organiza (por elección del profesional) te- La hipótesis que realiza la profesional se refiere a que hay una patología de la
niendo en cuenta los contenidos de la guía que propongo y trabajo en la prime- relación madre hija. Mutua dependencia que genera un agotamiento en la ma-
ra etapa (ver anexo 1). También trabajo en esta primera etapa una guía orien- dre, e inquietud y tiranía en la hija, lo que conduce a una asimetría en la distri-
tativa para una intervención social, (ver anexo 2) (R. Sabrafen, S. Vega, 2000). bución del poder y del control. Lila asume el rol de hija dependiente, enferma y
Escribir un caso es una primera forma de ordenarlo, apuntar hipótesis y des- proveedora económica. La madre, Amalia muestra un posicionamiento ambiva-
cubrir vacíos de saber. Pienso, que la guía es una herramienta que facilita crear lente. Por momentos descalifica a su hija y la menosprecia y luego se muestra
un lenguaje común, activar elementos exploratorios básicos, darse cuenta de lo como protectora. Se evidencia con el tiempo que su rol de cuidadora se ha ido
que falta, definir e integrar efectos y resultados del proceso. A lo largo del tiem- deteriorando. Asume las tareas pero su estado psicológico le impide sostener y
po los equipos la han reconocido como una auto-supervisión. La guía supone contener la situación. En la actualidad se muestra desbordada.
siempre un trabajo de explicación para que pueda ser útil. El profesional elige La definición del problema en relación a la dinámica familiar por los profesio-
cómo presentar el caso, es una sugerencia, no una imposición. nales del CSMA y Centro de día, es que ven a la hija como víctima de una ma-
dre descalificadora. La madre siente que se alinean con la hija y no le dan so-
porte a ella.
RELATO DEL CASO.
Posición/interacción/intervenciones realizadas:
El requerimiento de la supervisión por la profesional es poder responder a las La profesional que presenta el caso se hace cargo del mismo por un cambio de
preguntas: ¿cómo abordar desde servicios sociales una intervención compleja equipo en 2007. Con el transcurrir del tiempo, la ligazón inadecuada de madre-
compartida con salud mental? ¿qué mas puedo hacer? ¿cómo puedo seguir in- hija es explicitada como una condena o maleficio del cual no pueden escapar.
terviniendo en este caso, con un diagnóstico de trastorno mental que hace que La metáfora que propone la profesional es “ni contigo ni sin ti, encadenadas”.
siempre se estén moviendo las mismas situaciones, y sintiendo que hay un pro- Al empeorar el estado de la hija, el servicio de salud mental intensifica el tra-
gresivo deterioro? ¿yo también estoy desgastada? ¿contener y acompañar es lo tamiento. La profesional dice que en ese momento su intervención consiste en
único que se puede hacer? ¿es adecuado lo realizado hasta ahora? dar apoyo a la situación en un rol de mediadora. Divide la sesión, para verlas
por separado primero y luego a las dos juntas al descubrir que este método me-
Exploración del sistema significante: jora la intervención.
La derivación se realiza desde el Servicio de Psiquiatría de un Hospital general, La asistencia al seguimiento psiquiátrico y psicológico en CSMA es regular,
donde la hija ha estado ingresada unos meses durante el año 2005 por intento así como la toma de la medicación bajo el control de la madre. Esta asiste a un
de autolísis, síndrome psicótico y problemática socioeconómica. grupo de familias y a las visitas programadas con los profesionales que atienden
Las demandas al servicio social pedidas por madre e hija en aquel momento a su hija. Su actitud de queja, les lleva a pensar a los servicios que intervienen
(2005) se refieren a trabajo para la madre, formación para la hija, ayuda para que es una carga para la hija.
alimentación, tramitación renta mínima, información sobre la posibilidad de ac- Al Centro de Día asiste la hija desde el 2006. Trabajan hábitos higiénicos y au-
ceder a la invalidez. Estas demandas se mantienen a lo largo de los años (7 años tonomía. Consideran que la evolución es negativa en relación a implicación y au-
de intervención) con variaciones. Se agrega con el tiempo, de manera persisten- tonomía. Han intentado trabajar la relación con la madre, lo dan como imposible.
te y cíclica la demanda de la madre de vivir sola. La definición del problema va- Una intervención intensa han sido las coordinaciones con los profesionales
ría con el agravamiento de la hija. Así, surge una queja de la madre de no poder del CSMA (Trabajadora Social ) y del Centro de Dia (Psicóloga y Trabajadora So-
soportar mas vivir con la hija y un deseo de la hija de no separarse de la madre. cial) con el objetivo de explícitar el trabajo que se realiza y llegar a establecer
Al comienzo, quién aporta los recursos económicos es principalmente la hija estrategias comunes. Se mantiene la diferencia de criterios en como se visualiza
con su trabajo y luego con la pensión de invalidez. La madre realizaba trabajos la dinámica familiar y el posicionamiento de madre e hija.
esporádicos y recibía alguna prestación. Ante el agravamiento de la hija, sus in- Trabajada la derivación de la madre como usuaria al CSMA, Amalia ha realiza-
gresos provienen del rol de “cuidadora no profesional”. Esto conduce a que, en do su primera visita y también ha comenzado una actividad informática.
momentos de crisis, ante la no colaboración de su hija en los hábitos higiénicos
y toma de medicación (le cuesta levantarse, ducharse, cambiarse de ropa) se La evaluación de los resultados que realiza la profesional señalan dos aspectos:
sienta su “esclava”, siempre a su servicio, sin vida propia, “atrapada” en la si- - El logro del objetivo de contener y dar soporte a las situaciones que se han da-
tuación. do cíclicamente, así como coordinarse con los servicios implicados.

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- H
 a logrado mejorar el entorno, al conseguir que pasen de vivir en una habi- La madre no trabaja desde el año 2008. Dice encontrarse mal físicamente y
tación en un piso compartido, a un piso para ellas solas, aumentando así el cuidar a su hija le lleva todo el tiempo. Se le ha derivado al Servicio de Ocupa-
espacio de intimidad. ción municipal. Le han hecho un seguimiento valorando que es difícil la inser-
ción por su actitud negativista.
A pesar de estos avances la situación de convivencia y estado de salud de am- Lila ingresa voluntariamente al Hospital de referencia de la zona en 2010, de-
bas se ha deteriorado, y el agotamiento es cada vez mayor. La profesional se rivada por CSMA ante la descompensación de su trastorno (esquizofrenia para-
siente atascada y desanimada. noide y trastorno obsesivo compulsivo). Dada el alta pasan a vivir a un piso de
promoción pública que se estaba tramitando.
Información de la Familia. La Sra Amalia, en 2011 comienza a expresar su malestar psíquico (llanto, no
recuerda las cosas, no puede centrarse). Pide hora a CSMA .
Madre: Amalia, 62 años, nacida en Túnez. Padre: Benito, 65 años nacido en Se produce un nuevo ingreso de Lila en el Hospital de referencia de la zona
Chipre. Padres separados. por intento de autolísis. Aún permanece ingresada en 2012, momento en que
Tres hijos: Aban de 34, Lila de 30 y Jan de 28. se trae el caso a supervisar.
En el año 1986 la madre y dos hijos, Lila y Aban emigran a Huesca desde Tú-
nez donde vivían provisionalmente con su familia de origen. Esta la acoge al huir
de su marido por maltrato físico. Deja al hijo menor con el padre. RELATO DEL PROCESO DE LA SUPERVISIÓN.
Luego en 2003, Amalia y Lila se trasladan a una población del cinturón de
Barcelona. Aban se casa y se queda en Huesca. La madre refiere no tener nin- El lugar donde se realiza la supervisión es amplio, luminoso y resguardado del
guna relación con el resto de la familia (hijo mayor y menor). Los datos que apor- resto del servicio. La disposición es alrededor de una mesa. Una consigna clara
tan son confusos y dice no recordar. que se logra el segundo año, es que no se debe interrumpir desde fuera durante
Desde que murieron sus padres no ha vuelto a Túnez. Dice tener tres herma- las dos horas que dura el espacio. Los mensajes deberán esperar.
nos varones que emigraron a Estados Unidos de los cuales no sabe nada. Para intentar mostrar la dinámica del equipo utilizaré una descripción basada
Durante la primera etapa la madre trabaja cuidando personas mayores y la en “momentos”.
hija de camarera.
Lila deja el trabajo al presentar un cuadro de irritabilidad, amenazas autolíticas, Primer momento:
aislamiento en el domicilio y desadaptación. Realiza en ese momento varios tra-
tamientos farmacológicos que no saben precisar, pero que atenúan la situación. El encuentro es cálido y se repara en si están todos presentes (12 integrantes).
En cierto momento se agrava la sintomatología y se instala un cuadro que pre- En general se da puntualidad y asistencia completa. Si alguno no puede venir,
senta ideación delirante: todo el mundo sabe lo que hace, hablan y se ríen de avisa, estos comentarios dan inicio a la sesión. Un miembro del grupo toma no-
ella, la televisión y la radio le envían señales. Según su madre se mostraba irri- ta de la temática de debate, clima, las sugerencias al profesional que presenta,
table, decía que llevaba un chip en la cabeza, solía hablar sola. Realiza sola una y las conclusiones. Lo llamamos “diario de la supervisión”, y es muy útil cuando
estadía en Túnez presentando un cuadro de mutismo de 6 meses de duración. se realiza el seguimiento de un caso, además permite visualizar la evolución del
Nuevo tratamiento farmacológico. Viaja sola de vacaciones y vuelve presentando equipo cuando se hace la evaluación del proceso al cierre del curso.
conductas agresivas hacia la madre.
Se produce en 2005 el internamiento por intento de autolisis con síndrome La profesional que presenta el caso lo ha enviado previamente a la superviso-
psicótico. En ese momento vivía en un piso compartido persistiendo las altera- ra y al resto de compañeros del equipo. Todo el grupo lo trae leído, por lo que
ciones de conducta y de ideación. se decide comenzar la sesión con las preguntas aclaratorias y de exploración.
Al salir del internamiento se trasladan madre e hija a otra localidad del extra-
rradio de Barcelona y viven en un piso con una habitación. Las preguntas aclaratorias giran en relación a:
Lila trabaja como dependienta en una granja y la madre realizando limpieza. a) los datos familiares, emigración y lazos interrumpidos; b) cronología de los
En el 2008 le diagnostican a Lila un trastorno obsesivo compulsivo. En el 2009 traslados y convivencia madre-hija; c) a los cambios de servicios de atención
pide baja laboral y deja de trabajar. Desde entonces es pensionista por invalidez en salud mental, dado los cambios de zonas. Las aclaratorias indagan sobre:
y sigue tratamiento en CSMA y Centro de día. a) existencia de un desencadenante explícito en el trastorno mental; b) en

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cómo ha sido la relación de la profesional con cada una; c) efectos de los in- la ayudamos”; otra “creo que es mejor decir
tentos de suicidio sobre la profesional: c) que apoyos ha recibido para poder cómo nos ayudamos”.
sostener la intervención a lo largo del tiempo; d) cómo ha gestionado las di- El clima cambia, de la confrontación directa
vergencias de miradas con salud mental; e) secuencia de las intervenciones de un integrante con su dificultad expresada
y expectativas frente a las mismas. se pasa a la colaboración para resolver, ha-
ciéndose el grupo partícipe de los efectos que
El equipo al auto-organizarse, muestra su disposición explícita a la tarea y so- produce una posición determinada.
bre todo se autorregula, por ejemplo: un compañero le dice a otro “yo creo que
no tiene sentido lo que estás preguntando, nos desvía” (en tono descalificador). La expresión de tensiones y emociones son
Otro responde rápidamente “pues yo pienso lo contrario, nos amplia informa- parte integrante del trabajo. Lo importante
ción, es evidente que la pérdida es un tema importante tanto para la madre co- es que puedan fluir libremente, encontrando
mo para la hija”, otro “todo lo que surge tiene que servir para hacer hipótesis, el lugar que les corresponde. Bien situadas
así que hay que aprovecharlo”, otro “ tenemos que buscar el sentido para armar contribuyen a que los participantes se ubi-
el puzzle”. Como supervisora no me resulta necesario intervenir ya que la situa- quen en relación con el conjunto y logren su
ción es afrontada de forma complementaria y colaborativa por el resto del grupo. toma de conciencia, individualmente, para que luego revierta en el funciona-
miento grupal. Es necesario que cada episodio termine de forma satisfactoria
Mi posición es de observación y acompañamiento a través de mensajes gestua- estimulando al grupo a que se lancen a nuevos retos.
les (afirmación, interrogación, sorpresa). El trabajo de equipo funciona operati-
vamente al estar en una etapa de consolidación. Diferente sería mi posición sino Mi posición es, en estas circunstancias, sostener el dinamismo sin ponerme en
se hubiern conseguido estas condiciones de disponibilidad explícita y no se es- contra y sin desviarlo. Me limito a seguir atentamente el trabajo, dispuesta a dar
tuviera en fase de consolidación. Muchas veces, sin éstas condiciones la super- una información precisa o una clarificación, siempre que me la pidan, o cuando
visión se transforma en un movimiento entre supervisado y supervisor (el grupo haya peligro de sobrepasar los limites establecidos por parte de algún miembro
espera pasivamente, la interacción y los aportes son mínimos). Recae sobre el del grupo (por ejemplo, escaladas simétricas entre dos integrantes sin que se
supervisor la responsabilidad de llevar a término la tarea. produzca un rescate grupal).

Segundo momento: El debate intenso perfila dos posiciones:


a) u
 na parte del grupo considera que la profesional ya ha hecho su trabajo de
El caso deja de ser el “caso de la profesional que presenta”, para pasar a ser forma sostenida y comprometida. Su trabajo ha sido esplendido dado que ha
“el caso del equipo”. Se comienza a intercambiar y debatir hipótesis entre todos ido sorteando las dificultades, a veces “apagando incendios”, siempre acom-
los integrantes. Se aplica la técnica de “equipo reflexivo” (Andersen T., 1994) pañando y sosteniendo. Su entereza, es elogiable ante las situaciones de
adaptada a la supervisión/formación. La profesional que presenta no puede in- riesgo de vida (autolisis). Se ha podido coordinar con los servicios de salud a
tervenir. Escucha la conversación reflexiva del equipo. Puede tomar nota, si pesar de las miradas diferentes, superando la frustración que provocaba el
lo desea. no realizar una intervención conjunta madre-hija. Ahora tiene que reconocer
todo lo realizado, bajar su autoexigencia, ponerse y poner límites y renunciar
En un momento del debate surge una situación de tensión. Una compañera le a una intervención que va más allá de lo asistencial. Su formación relacional
interpela a otra: “¿qué te pasa a tí que no dices nada?, ¿no te interesa todo es- le permitía mirar de otra manera y alentaba una expectativa de intervención
to?”; a lo que responde “si que me interesa, lo sigo todo, pero me cuesta mani- mas global. La situación crónica y de severo trastorno mental piden una in-
festarme veo, capto y asimilo y me callo en éste caso me he quedado en blanco. tervención terapéutica en un contexto específico. Consideran que ha logrado
En otros, conecto con un caso similar que he visitado y me quedo angustiada”. que la madre pase a ser una usuaria de salud mental y no solo la madre de
“Bueno yo quiero saber lo que piensas”; otra dice “ya te ha respondido, me ima- Lila. El cambio en ella ya se está produciendo, ahora tiene que materializar-
gino que tu pregunta le ayudará a ver que su posición tiene un efecto sobre el lo disminuyendo poco a poco la alianza con la madre e impulsándola a que
resto del grupo”; otra dice “muchas veces uno se queda en blanco, a mi tam- mantenga la atención pertinente. Es necesario cerrar una etapa y realizar un
bién me pasa”; otra “lo importante es que ya sabemos que le pasa, a ver como seguimiento de las ayudas.

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b) otra parte del grupo sostiene que la profesional, si bien ha realizado un traba- diante la división del equipo en subgrupos diferentes con tareas específicas
jo intenso y sostenido venciendo obstáculos, necesita continuar con el apo- asignadas a cada uno de ellos.
yo y seguimiento de recursos, pero sobre todo reforzar a la madre cuidadora Este caso también es un ejemplo de algo que como supervisora he podido de-
en sus emociones. Resaltar su historia de pérdidas, de inmigración y su gran tectar en los diferentes equipos supervisados, acerca de cómo los profesionales
amor a la hija enferma con su gran dolor e impotencia. Creían que solamen- de los servicios encaran el caso o situación con diversas actitudes ante el abor-
te, despues de hacer este ritual de transición podría poner un cierre de etapa daje de lo que se les plantea, y por tanto de con qué actitud gestionan las de-
y replantearse objetivos. cisiones que han de tomar para intervenir: expectantes, constructivas, de des-
confianza, de temor, etc.
Tercer momento: Es traído a supervisión por un equipo con el que estoy trabajando desde ha-
ce dos años, por lo que ya se ha instaurado un vínculo de confianza entre todos
Se le devuelve la voz a la profesional al preguntarle qué opina de lo escuchado los implicados en el espacio, y disponemos del uso de un “lenguaje común”.
y qué podría aplicar. Lo que permite la puesta en escena de un caso con la suficiente complicidad
Expresa que esta más de acuerdo con la segunda opción de continuar lo ini- como para poder jugar con las imágenes y opiniones acerca del caso de forma
ciado incorporando mas reconocimiento al rol de madre que sufre y trata de ha- clara, a la vez que con sentido de humor, o de ironía. Veremos que esto se ha-
cer lo mejor posible. Se ha dado cuenta que había hecho mucho, pero que se ce patente en la forma en que se realizó la presentación del caso, la tarea y el
angustiaba más porque ella misma no reconocía lo hecho y esperaba una me- desempeño de la misma.
jora dificil ,ocurriendo lo contrario. Había terminado como la madre, quejándose
y culpándose de no hacer más.
Propongo un ejercicio de role-playing de una visita donde la profesional de- DESCRIPCION DEL CASO.
bería salir del rol de exigencia interna y señalar todos los aspectos de recono-
cimemto. Esta actividad implicaría trabajar para no sentirse formando parte del Los datos, nombres, fechas, lugares etc. han sido modificados para preservar la
triángulo en el encademaniento. confidencialidad, aun respetando lo esencial.
El tiempo se ha terminado, agradecimientos entre todos. Satisfacción. Una
participante propone traer bibliografía sobre suicidio.
A los cuatro meses se hace un seguimiento del caso: se mantiene estable y Genograma
la atención en el servicio mental sostenida. El gran beneficio de la supervisión
ha sido detener en equipo la sombra del “quemarse profesional” ante objetivos
inalcanzables que por su gravedad y cronicidad no pueden ser logrados en un
contexto asistencial. Se necesita el pasaje a un contexto reorganizativo, don-
de haya una intervención psicoterapéutico-relacional, sin dejar de mantener lo
asistencial dada la carencia económica generalmente presente.

3. Un caso de supervisión con aplicación de una técnica: división en subgru-


pos.
Ana María Gil.

Introducción.
Jamal viene de una familia bien asentada, y acomodada de Argelia, que en la
He elegido éste caso o “situación” porque permite ejemplificar de forma clara actualidad ha bajado su status socio-económico por problemas con los negocios
los conceptos expresados en la primera parte del artículo que fue publicado en que tenían. Acabó estudios de secundaria, y marchó a estudiar a una universi-
la Revista Mosaico, nº 68 (Alegret, Gil, Vega, 2017) respecto a las técnicas que dad, en la ciudad donde conoce a Iryna, que estaba estudiando relaciones pú-
se pueden utilizar en el espacio de supervisión. En ésta ocasión en concreto me- blicas. Ella procede de una familia humilde pero trabajadora.

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“Se enamoran, o se encuentran, quién sabe…” como expresa la profesional INTERVENCIÓN realizada por la profesional de SERVICIOS SOCIALES.
que presenta el caso. Empiezan una relación de pareja complicada, pues no
hay aceptación de la unión por parte de las familias, ya que tienen creencias y Describe que las entrevistas iníciales son complicadas por dos motivos: dificul-
prácticas religiosas diferentes (cristianos, musulmanes). Ella se queda embara- tades en la comunicación por los problemas idiomáticos de la madre, y proble-
zada, y nace el hijo mayor, cuyo nombre a pesar de las mezclas culturales, se mas de salud de la misma, que ante sus fuertes dolores de espalda, no tolera
decantan por la rama materna. estar mucho tiempo sentada.

Según relatan… ante la necesidad de formar la familia, deciden abandonar los Los padres de esta familia se muestran desbordados por la situación, expresan
estudios e intentar subsistir en el país de ella. Dadas las dificultades para conse- sentir que tienen “la vida hecha una ruina”. Plantean que nunca habían tenido
guirlo comienzan el recorrido de emigración: inicialmente fueron a Francia don- que recurrir a servicios sociales porque antes vivían muy bien, y que sin embar-
de él tiene familiares, pero finalmente vienen a Cataluña. go ahora llevan un año en el que han sobrevivido vendiendo sus objetos de valor
(joyas, vehículo, etc.) y han subsistido recogiendo y vendiendo chatarra.
La descripción metafórica de la historia de esta pareja es “como una historia de
amor al estilo de Romeo y Julieta que inician su particular periplo por Europa, Los profesionales que les atienden plantean que los padres se muestran exigen-
en busca de su Ítaca particular”. tes, y “depositando su destino en nuestras manos”. No obstante parece que no
tienen claras sus prioridades. Vivienda y agua no les preocupan. Piensan mar-
La familia hace emigración por separado: hace once años que el padre ha ve- char a otro piso, ya que no tiene ascensor, y la madre no puede continuar allí
nido a España, y sólo hace ocho que lo ha hecho la madre con el hijo mayor El por sus problemas de salud. Agua la recogen de la fuente. Por lo que dan prio-
segundo hijo, con una diferencia de diez años, ha nacido en España. ridad a la comida, y la medicación de la madre. Y piden la posibilidad de co-
brar ayudas económico-sociales (PIRMI). El padre comunica que tiene previs-
Durante estos años el padre ha tenido varios trabajos con irregularidad, y no to asistir a reuniones donde otras personas se organizan e informan respecto a
siempre con contrato legal (construcción, hostelería,…), en algunos de ellos ocupación de pisos.
le ha favorecido su conocimiento del idioma ruso. La madre no ha trabajado
nunca. Se realiza derivación al banco de alimentos, dada la precariedad en la que están
viviendo. Y también se tramita la ayuda solicitada por el EAP para que los hijos
Es una familia poliglota. Dados los orígenes el hijo mayor habla diferentes len- puedan tener comedor escolar, lo que les facilitaría tener garantizada una comi-
guas (árabe, francés, ruso, inglés, castellano y catalán). Por contrapartida, en el da al día. Así como hacer empadronamiento de la familia en Barcelona.
momento de la intervención, la madre continuaba sin apenas hablar ni castella-
no, ni catalán, por lo que los servicios tienen que utilizar traductor de ruso en las Es un tipo de intervención que la profesional que interviene denomina de forma
entrevistas, ya que no quieren tener al padre como único portavoz e interlocutor. metafórica como “acupuntura asistencial a distancia”, es decir facilitar ayudas
que alivien lo primordial como puede ser alimentación y medicamentos, mien-
Hasta hace un año la familia estaba residiendo en una vivienda de alquiler en tras se gana tiempo para ver qué sucede, y poder estudiar en profundidad la si-
una población del cinturón de Barcelona pero han sido desahuciados por falta tuación de ésta familia.
de pago, lo que les ha llevado a ocupar de forma ilegal una vivienda en un barrio
marginal de Barcelona donde se instalan de forma precaria, sin apenas condi- El equipo de servicios sociales percibe la situación actual como confusa, y va-
ciones adecuadas, sólo disponen de luz –que obtienen manipulando las instala- loran que es contradictoria la demanda de ayuda basada en necesidades, ya
ciones-, pero no hay suministros de agua, ni de gas. que hay discrepancias entre los diversos servicios a los que está vinculada la
familia (servicios sociales, centro de atención primaria de salud, escuela infan-
Con el cambio de vivienda, los hijos interrumpen la escolaridad. Por tano es la til, instituto,…).
escuela la que notifica esta situación al EAP (Equipo de atención primaria) quie-
nes hacen exploración de lo que está sucediendo, y deciden derivar a Servicios Algunos servicios de la red observan que las conductas de los miembros de
Sociales. Paralelamente los padres también habían pedido visita en los servicios esta familia no son congruentes con las necesidades que expresan. Por ejem-
sociales de la zona donde están viviendo. plo, los chicos que antes se quedaban a duchar en el gimnasio del colegio, ya

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no lo hacen, el hijo mayor no quiere quedarse a comer en el comedor del ins- al caso), o ¿cómo sería desde una actitud generosa, y en ocasiones “asistencia-
tituto y prefiere marchar a casa; utilizan teléfonos y ropa de valor económico lista”? (“pensar bien”, pensar que hay que cubrir todas las necesidades y de-
medio/alto. mandas de los usuarios).

Y desde el centro, donde por ahora sólo se le has facilitado ayudas puntuales Esta reflexión fue la que me llevó a valorar la necesidad de trabajar con el equi-
para alimentación y medicinas, no han recibido más demandas urgentes, lo que po precisamente esta cuestión: ¿Cómo mirar este caso desde diferentes pers-
les hace dudar de si es tanta la necesidad cómo lo que expresan. pectivas?
Razón por la que el día de supervisión abordé directamente el trabajo con la
La profesional implicada en el caso, también comparte sus lógicas dudas ante técnica de división en subgrupos con tareas asignadas.
las incongruencias que presenta la situación descrita, y se siente como si fuera Todo el equipo tuvo 10-15 minutos para hacer la lectura del documento y te-
uno de los famosos inspectores Montalvano, Poirot, Sherlock Holmes,… bus- ner esta información como punto de partida.
cando las pistas que le ayuden a entender, también se interroga a sí misma so- Decido dividir a todo el equipo en tres subgrupos, con las misma tarea, pe-
bre ¿de qué lado estoy?, ¿necesito más ayuda?, ¿tal vez un Dr. Watson con quien ro diferente consigna:
compartir mis dudas?
1. La tarea es la siguiente: ¿Qué hipótesis hacen sobre lo que le sucede a es-
Se cuestiona también pensando acerca de cuáles son las posibilidades reales ta familia?
de remontar la situación de una familia que llega a una situación precaria, ¿qué
hacer con las familias que no tienen viabilidad económica?, ¿serán capaces de La consigna para cada uno de los tres subgrupos es dar respuesta a este interro-
cambiar creencias y conductas que no son funcionales para poder adaptarse a gante pensando desde tres posiciones reflexivas diferentes: emocionales, ra-
un cambio vital tan significativo? Para describir sus reflexiones utiliza imágenes cionales, equilibradas entre emocional-racional. Lo que implicaría “pensar con
metafóricas que hacen referencia al “tocar fondo” y la posibilidad de comenzar el corazón” “pensar con la cabeza fría” “pensar equilibrando corazón y cabeza”.
de nuevo, de renacer. Desde ahí se acaban configurando tres tipos de hipótesis que, tomando en
cuenta las metáforas y los matices propios de la presentación que había hecho
Los motivos que le inducen a presentar a supervisión son: “recibir la opinión del la profesional, dimos en denominar: “hipótesis ingenuas”, “hipótesis detectives-
equipo para poder alejarme emocionalmente lo suficiente, y que eso me permi- cas”, “hipótesis constructivas-realistas”.
ta poder tener una visión más neutral”.
2. Después de evaluar las hipótesis desde cada una de las posiciones asigna-
Los objetivos que expresa son: “reflexionar sobre el caso y sobre las familias que das, tienen que valorar y decidir con qué actitud profesional encararán la
no tienen viabilidad económica” situación planteada, y por tanto, ¿qué harían, qué tipo de intervención se
plantearían con esta familia?

DESCRIPCION DE LA TÉCNICA UTILIZADA EN SUPERVISIÓN. Los tres subgrupos integrados por 4-5 profesionales, distribuidos al azar, traba-
jarán durante 20-30 minutos repartidos en espacios físicos separados dentro del
En ésta ocasión, la profesional que presenta el caso a supervisión lo ha enviado servicio. Por tanto los profesionales que están dentro de cada grupo pueden tener
previamente a la supervisora, pero no así al resto de los compañeros del equi- perspectivas personales y profesionales diferentes a la hora de mirar la situación
po del centro. Es un documento que contiene la descripción de la demanda, la presentada, pero han de trabajar ciñéndose a la consigna dada por la supervisora.
situación actual de la familia, el genograma, reflexiones con imágenes metafóri-
cas, dudas y objetivos para la supervisión.
RESULTADOS DEL EJERCICIO DE TRABAJO EN SUBGRUPOS (Tabla 1).
Tras la lectura pormenorizada, como supervisora me surgen resonancias y re-
flexiones personales basadas en la experiencia tanto clínica como de supervi- Utilizo una pizarra, donde dibujo una tabla con tres columnas y dos filas, pa-
sión. Y esto me conduce a pensar acerca de: ¿qué actitud tomamos ante una ra que después del trabajo en espacios separados se puedan visualizar y com-
situación si la abordamos desde la desconfianza? (“ser mal pensado” respecto partir los resultados obtenidos en los tres subgrupos con sus tareas y objetivos.

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MOSAICO 73 Miradas y aspectos de la supervisión indirecta en grupo en servicios sociales (II).

Siguiendo este orden en la presentación de los contenidos: La reflexión final sobre el caso, y el trabajo realizado en subgrupos, compartida
por todos los miembros del equipo permitió clarificar y unificar criterios de inter-
1. El primer subgrupo (ubico los resultados en el extremo izquierdo de la tabla) vención ante situaciones similares. Y de forma concreta, en éste caso facilitó el
trae los resultados desde el “ser bien pensados”, pensando con el corazón, logro del objetivo planteado para el espacio de supervisión.
siendo comprensivos, con buena volun-tad, candidez, ingenuidad… ( es fre-
cuente que los trabajadores sociales que comienzan a desarrollar la profesión
impactados emocionalmente por las situaciones que abordan, desconozcan Y DESPUÉS, ¿QUÉ?
o desestimen la posible manipulación de algunos usuarios con el objetivo de
obtener beneficios económicos). Desde ésta posición hacen hipótesis que de- Había elegido éste caso para escribir este artículo, y me pareció oportuno com-
nominamos “hipótesis ingenuas” acerca de lo que está sucediendo. Y des- partir el resumen que había hecho con la profesional que trajo el caso a super-
de esta misma actitud, valorar como profesionales, qué respuesta darían a las visión, y al mismo tiempo aprovechar para solicitarle información sobre cómo
demandas de ayuda de ésta familia, y como se plantearían la intervención. había evolucionado.

2. El segundo subgrupo (ubico los resultados en el extremo derecho de la ta- Reproduzco literalmente la respuesta, porque no podría expresarlo mejor que a
bla) tendrían la misma tarea desde la posición del “ser mal pensados”, que través de sus propias palabras:
conectando con la imagen de “investigador” que nos traía la profesional que
supervisaba nos sugiere la actitud de desconfianza, ¿esto es cierto, o no es Hola Ana,
cierto? ¿es real que tienen carencias? ¿o tal vez no es real, porque tienen otros
tipos de ayudas, u otros medios que desconocemos?.. por tanto, sus hipótesis En primer lugar gracias por hacerme reflexionar sobre un caso que refleja mi
podríamos denominarlas “hipótesis detectivescas”, y deberían ser pensadas evolución y también la evolución de mi centro de servicios sociales en la mane-
con la consigna de “dejando volar la fantasía de los integrantes del subgru- ra de intervenir.
po”. Desde esta posición tenían que pensar qué respuestas dar, y cómo in-
tervenir con ésta familia. Mi centro, que siempre ha tenido mucha presión asistencial tenía hasta hace
un tiempo una manera de intervenir “reactiva”. Estábamos como atrincherados.
3. El tercer subgrupo (ubicado en el centro de la tabla) es el último que que- Después propusimos un cambio metodológico que conllevaba ser más proacti-
da reflejado en la pizarra, y tienen la misma tarea pero desde la posición de vos y acompañar más a las familias. Este modelo estaría alineado en un punto
“pensar razonablemente”, construir “hipótesis constructivas a la vez que intermedio entre las “hipótesis ingenuas” y las “hipótesis constructivas-realis-
realistas”, y desde ahí pensar cómo responder e intervenir en éste caso con- tas” que explicas en la técnica que utilizastes.
creto.
Y comento esto porque es la evolución que tuvo el caso. Antes de la supervi-
Después de haber trabajado por separado nos volvemos a reunir en la sala gran- sión y poco tiempo después dominaban las “hipótesis detectivescas”. Lo que
de, aportando los resultados de cada subgrupo que se registran en la pizarra. sucedió es que Jamal abandonó a la familia y la mujer se vio sola con los hijos.
Al compartir las respuestas se produce un doble efecto: al mismo tiempo que A partir de ese momento adopté una visión más “ingenua” y se le dio mucho
se pueden ir viendo claramente dibujados y descritos todos los elementos de la soporte a la familia. De hecho, la mujer, que tenía problemas de salud, pudo ir
tabla que hemos construido juntos, se va generando un rico debate en el que trabajando en limpieza de pisos turísticos mientras se intercalaban diferentes
se percibe la pluralidad de miradas, y la diversidad de recursos y habilidades ayudas. Se hizo un acompañamiento intensivo a la familia incluyendo numero-
que han de implementar los profesionales para trabajar con éste u otros casos sas visitas a domicilio (estaba en condiciones precarias, estaban de ocupas) y
similares. se pudo incluir en la intervención al hijo mayor. La mujer inició los trámites de
divorcio. El padre llevaba dos años sin dar señales de vida (contrastado por to-
Las sesiones de supervisión duran dos horas por lo que no se dió la posibilidad dos los servicios).
de entrar en una reflexión individual en profundidad con la profesional que traía
el caso a supervisión. Pero ella sí hizo un comentario final: la construcción de Cuando llegó el día del juicio por divorcio (que se retrasó pues Jamal no daba
la tabla había aportado objetividad a su mirada subjetiva. señales de vida) acompañé en persona a Iryna a los juzgados. Para mi sorpresa

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MOSAICO 73 Miradas y aspectos de la supervisión indirecta en grupo en servicios sociales (II).

apareció Jamal. Antes de entrar al juicio los dejé hablando solos un buen rato. Anexo 1.
Luego entraron al juicio y al salir me dijo Iryna que había retirado la demanda
de divorcio y que continuaban casados, con la intención que Jamal volviera a GUION DE PRESENTACION DE CASO.
convivir con la familia en unos pocos meses (él se había trasladado a Valencia y S. Vega.
estaba pendiente de unos juicios por temas laborales). Y yo, viéndolos a los dos
les dije: “Tomaros el día de hoy como el día de vuestra boda”. Caso elegido / Situación.

Luego yo cambié a nivel de encargo interno en el servicio, y siguió el caso una Nombre del profesional o profesionales.
compañera nueva. Por lo que sé, el caso ha adoptado una visión más “cons-
tructiva-realista”. Jamal ha vuelto y se está buscando la manera de resolver el A.- EL REQUERIMIENTO DE SUPERVISIÓN.
tema de la vivienda. El regreso de Jamal ha ayudado a Iryna a tomar las riendas
a nivel parental (ella se sentía muy desbordada, pues el hijo menor tiene rasgos 1.-Posición del profesional frente al requerimiento de supervisión. Definición
autistas y el mayor estaba consumiendo cannabis). La familia sigue intercalan- del problema –obstáculo percibido en la situación / caso.
do diferentes ayudas con el trabajo de Iryna. La evolución desde mi punto de -Definir el nivel en que se sitúa la dificultad y/o la necesidad de reflexionar:
vista es favorable.
Área tareas:
Personalmente, desde hace un par de años, coincidiendo con el cambio de a) en la hipotetización, comprensión y/o reunión de información útil.
modelo, mi intervención se mueve entre las “hipótesis ingenuas” y las “hipóte- b) en la planificación de las intervenciones.
sis constructivas-realistas”. Más hacia las primeras que las segundas. Para mí c) en los límites de la misma.
es más productivo pensar bien. Total, para el pequeño pero llamativo porcenta- d) en la aplicación de las intervenciones.
je que se aprovecha del sistema, creo que no es de recibo fiscalizar en conse- e) en la conducción del proceso,
cuencia a todas las familias. Mi manera de intervenir es ahora más horizontal y f)en la necesidad de contrastar, verificar, reflexionar sobre las intervenciones
me es más fácil generar vínculo (que al final es lo que importa) con las familias. /actuaciones realizadas.
g) en la sensación de ineficiencia en el desempeño profesional.

Área interpersonal:
Bibliografía a) en lo que piensa, siente, hace y comunica en su implicación con el caso.
Alegret, J. (2013). Los sombreros (y los zapatos) del terapeuta, Rev. Mosaico, n. 55. b) en la relación intra-equipo.
Alegret, J., Gil, A.M., Vega,S. (2017). Miradas y aspectos de la su-pervisión indirecta en grupo en f) en la relación con la red.
servicios sociales (I), Rev. Mosaico, n. 68. g) en su involucración emocional y/o resonancias personales en el proceso
Ayuntamiento de Barcelona. Por un modelo de atención centrado en la familia en Servicios Socia- realizado hasta el momento con el usuario y profesionales implicados (pro-
les. Servicios Sociales y Política Social (Abril-2017). XXXIII (113), 61-68. ISSN: 1130-7633.
pios recursos, manejo de emociones y grado de fatiga y/o desgaste, ¿cómo
Cirillo, S., Selvini, M., Sorrentino, A.M. (2016). Entrare en terapia, Milano: Raffaelo Cortina.
Gandolfi, M, Martinelli, F. (2008). Il bambino nella terapia, Gardolo: Erickson.
se ve a sí mismo frente al caso?
Gil Rodriguez, F, Alcover de la Hera, C.M. comp (2003).Técnicas grupales en contextos organiza-
cionales. Madrid: Ediciones Pirámide. Área organizacional:
Lerma, M. (1992). Metodo e tecniche del proceso di aiuto, Roma: Astrolabio. a) en la creencia o no de la propia capacidad de influir en la institución de
Trinder, L., Brandon, M., Gillian, S. (1998). Social work with children, London; Paperback Social pertenencia.
work with children. b) en la desorientación por conflictos de roles y expectativas:
- percepción de ambigüedad en el rol por falta de criterios claros en el des-
empeño.
- percepción de sobrecarga de trabajo (designación de pacientes / clientes
difíciles y/o poca experiencia).
- percepción de falta de reconocimiento en la tarea y apoyo profesional.

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MOSAICO 73 Miradas y aspectos de la supervisión indirecta en grupo en servicios sociales (II).

- percepción de dificultades para trabajar en equipo en términos de afron- Genograma trigeneracional que incluye ambas familias de origen, así como las
tamiento. características relacionales de las familias y entre familias. Etapa del ciclo fami-
c) en la posición asumida en la red o circuito asistencial. liar. Nivel de individuación /autonomía personal. Cronograma familiar.

7.- Encuentro y convocatoria. Peculiaridades de la convocatoria y encuentro


B.- EXPLORACIÓN DEL SISTEMA SIGNIFICANTE. Logros o dificultades en la acomodación del sistema de intervención.
Logros o dificultades en relación a objetivos mínimos o más amplios. Expectati-
Sistemas implicados en la petición / problema / solución. vas implícitas / explícitas del usuario, del profesional, (lo comunicado, lo acep-
tado) Contrato relacional, de disponibilidad, y de participación con usuario / fa-
2.- Derivación. Quién hace la derivación y desde que posición (a quién, cómo, milia / y red implicada. Evaluación de las posibilidades de tratamiento, de las
cuándo, dónde, quienes la conocen) Qué relación previa existía entre el deri- posibilidades de establecer la relación terapéutica y de la disposición al cambio.
vante y profesional / equipo / institución que recibe el caso.
¿Qué expectativas o pretensiones tiene el derivante. Circuito asistencial pre-
vio, concomitante. Implicación de los mismos. C.- PROCESO.

3.- Petición / Demanda. Quién hace la demanda y desde que posición (a 8.- Tipo de intervenciones realizadas.
quien, cómo, cuándo, dónde, quiénes la conocen). Objetivos terapéuticos prioritarios. Dificultades previsibles.
Visualización de los límites (técnicos, institucionales, propios del profesional)
4.-Tipo de petición y/o definición del problema. Definición o definiciones da- Foco de la intervención (línea de intervención predominante).
das a quién, por quién, cómo, dónde. Respuesta del usuario / familia / grupo a las intervenciones realizadas.
Obstáculos contextuales. Citas perdidas, canceladas, urgencias / citas extras.
5.- Posición e interacción del profesional / equipo / institución frente a la de-
rivación, petición, y definición del problema. • Evaluación de los efectos y resultados.
5.1. Profesional / usuario: grado de desvinculación / involucración. Avances, variaciones, logros, cambios mínimos.
5.2. Profesional / equipo / institución: grado de dependencia /autonomía. Dudas, obstáculos percibidos por el profesional.
5.3. Otros sistemas profesionales que intervienen: Grado de dependencia / Divergencias / convergencias con equipo / institución / red.
autonomía. Seguimientos.
5.4. Definición del problema por el profesional.
por el equipo.
por la institución. GUIA BREVE DE PRESENTACION DE CASOS A SUPERVISIÓN.
por otros sistemas profesionales (red). R. Sabrafen.
5.5 Informaciones referidas a la situación problemática / síntoma:
a) Inicio (etapa del ciclo vital en que aparece, soluciones intentadas). Profesional/es que intervienen:
b) C ronicidad (tiempo de evolución, duración del problema y del intento
de solucionarlo. 1.- Inicio del caso y vía de entrada.
c) C onsecuencias en la organización familiar: -Función del síntoma en el 2.- Genograma, con nombres y fechas de acontecimientos significativos. Seña-
sistema familiar y pautas de mantenimiento. -Actitud de los miembros lar relaciones de soporte.
de la familia en relación al síntoma, -Acomodación o rechazo del sínto- 3.- Ecomapa, relación con otros profesionales intervinientes.
ma por los miembros del sistema. 4.- Trabajo realizado, éxitos/dificultades que se han podido dar.
5.6 Sensaciones, reflexiones y expectativas que el caso le despierta. Metáfora. 5.- Motivo de la presentación del caso. Objetivos de traerlo a supervisión.
6.- Hipótesis. Tanto las que trae/n consigo la/s persona/s objeto de la interven-
6.- Información sobre el usuario/ familia/ grupo. Perspectiva transgeneracio- ción, como la de los profesionales.
nal. 6.- Figura metafórica que ilustra el sistema actual de intervención.

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MOSAICO 73 Miradas y aspectos de la supervisión indirecta en grupo en servicios sociales (II).

Anexo 2. e) Tener en cuenta los efectos.


f) Usarlas estratégicamente.
GUÍA ORIENTATIVA PARA UNA INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL. g) Considerarlas como instrumentos de intervención.
h) Entrenarse en el movimiento pendular de distancia- cercanía en el manejo de
1.- Utilizar un marco conceptual de orientación sistémica y un enfoque cen- ellas, de acuerdo al proceso vincular con la familia y con los otros profesionales.
trado en la familia. i) Crear espacios que faciliten el compartir y analizar emociones, intercambiar,
a) Partir de un modelo de observación y construcción de la realidad basado hipótesis y revisar alternativas de solución.
en una óptica lineal-circular, sin olvidar que siempre habrá un punto ciego
en esa mirada. 6.- Funcionar como equipos que contemplen formas de construir la realidad
b) Enfocar el sistema Familia / Agencias de Servicios. y desarticular problemas en base a descripciones profesionales múltiples
que incluyan la perspectiva de la complejidad.
2.- Conocer el contexto. a) el equipo como recurso de apoyo, estímulo y protección profesional.
a) Identificar a los miembros significativos de la familia y comunidad para ser b) como espacio de entrenamiento vivencial de habilidades conceptuales y
utilizados como recursos. expresivas.
b) Identificar los sistemas que han intervenido o que están interviniendo (co- c) como lugar de aprendizaje continuado y memoria de la experiencia.
nocimiento de la red). d) como entrenamiento en el manejo de diferencias y en la creación de co-
c) Hacer circular la información entre los servicios que intervienen rescatando operación y cohesión.
los aspectos positivos (reencuadramiento).
d) Coordinar objetivos de intervención teniendo en cuenta la pertinencia de R. Sabrafen / S. Vega . XX Jornadas de Terapia Familiar. Valladolid 2000.
cada servicio (servicios coligados).
Bibliografía
3.- Caminar hacia una escucha mas contextualizada e interactiva.
R. Anderson y I. Carter. La conducta humana en el medio social. Editorial Gedisa 1994.Barcelnona.
a) Conocer la singularidad de la familia en su funcionamiento organizativo, ex- J. Barudy. El dolor invisible de la infancia. Una lectura ecosistémica del maltrato infantil. Paidós 1998. Barcelona.
presivo y en su contexto de pobreza. P. Crittenden. Patrones familiares y diádicos de funcionamiento en familias abusivas. London Wiley and Sons Ltd.1988
b) Reconocer la disonancia cultural como instrumento de cambio, para enten- L. Cancrini y J. Colapinto. La familia multiproblemática en Europa y América. Dossier editado a partir del seminario. Es-
der a una familia y ayudarla a movilizar y desarrollar sus propios recursos. cola de Terapia Familiar. Noviembre de 1995.Barcelona.
c) Acomodarse a la familia en una posición de “antropólogo” o de “inferior in- M. Coletti / J. Linares, compiladores. La intervención sistémica en los servicios sociales ante la familia multiproblemáti-
formado”, para evitar el riesgo de “sabelotodo”. ca. La experiencia de Ciutat Vella. Paidós 1997. Barcelona.
C. Fishman. Tratamiento de adolescentes con problemas. Editorial Paidós 1990, Barcelona.
Aprender a negociar objetivos que posibiliten que la familia recupere los
C. Fischman. Terapia estructural intensiva. Editorial Amorrortu 1994. Barcelona.
procesos de información y opinión que pueden haber quedado diluidos en-
R. Fulmer. Familias profesionales y de bajos ingresos: una comparación de la estructura y del proceso del ciclo de vi-
tre los diferentes servicios. da. Dossier.
J. Linares. Familias multiproblemáticas: una perspectiva sistémica. Revista de Psicopatología (Madrid) 1994,14, 1º(31-34).
4.- Buscar metas significativas mínimas a través de acuerdos. Mc. Carthy. Servir a los pobres: ¿una colonización benévola? Revista sistemas Familiares, agosto 1995. Buenos Aires.
a) Trabajar con objetivos mínimos, concretos y evaluables (poner / ponerse límites. P. Minuchin /J. Colapinto /S. Minuchin. Pobreza, Institución, Familia. Amorrortu 2000, Buenos Aires.
b) Tener en cuenta que es un proceso en el que aparecerán diferentes nece- O. Mason. El síndrome del quemarse profesionalmente: Burnout. Revue de Therapie Familiale, Geneve,199, vol.2 N 4
sidades: apoyo, control, guía, estímulo. R. Sabrafen, N. Pi y S. Vega. Los cortocircuitos en la intervención con Familias Multiasistidas. Ponencia presentada en
las XVII Jornadas de Terapia Familiar, Las Palmas de Gran Canaria, octubre de 1996.
C. Sluski. La red social frontera de la práctica sistémica. Editorial Paidós,1996. Barcelona.
5.- Trabajar con las emociones propias y ajenas para evitar una excesiva in- M. Pakman. Terapia familiar en contextos de pobreza. Revista Sistemas Familiares. Año 10,Nº 3 noviembre 1994, Bue-
volucración emocional que bloquee la intervención y/o conduzca al burn-out. nos Aires.
a) Sentirlas. R. Perrone. Interacción del individuo con la ley. Revista Sistema Familiares, abril 1989. Buenos Aires.
b) Reconocerlas. J. Pluymaekers. Instituciones y redes sociales desde la perspectiva sistémica. Dossier Escuela de Terapia Familiar, Bar-
c) Nombrarlas. celona, enero 1996.
d) Redefinirlas. C. Ravazzola. Historias infames: los maltratos en las relaciones. Paidós 1997.

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MOSAICO 73 Elementos para una teoría de la colaboración interprofesional.

Elementos para una teoría de la


colaboración interprofesional. Introducción.
Es un lugar común entre los profesionales que resulta mas difícil entenderse y
colaborar con otros profesionales con los que se comparte un caso que con el
Resumen. Ricardo Ramos Gutierrez. propio paciente y/o su familia. Y esto no deja de tener consecuencias. En nues-
La colaboración interprofesional resulta tan dificultosa como Psiquiatra. tro caso, un terapeuta familiar tiene que asumir que raramente se va a encontrar
Supervisor Docente. Profesor en su labor profesional con una familia que no haya sido profundamente influida
obligada en muchos casos. Y las reuniones de coordinación Emérito de la Escola de Terapia por los sistemas profesionales (Imber Black, 2000).
son tan complicadas como ineficaces, quedando los acuerdos Familiar del Hospital de Sant Pau. Y en los casos complejos y multiasistidos las dinámicas derivadas de esta fal-
supeditados a los nuevos acontecimientos en la vida del ta de entendimiento conducen fácilmente a la fragmentación de las intervencio-
caso. En este trabajo se plantean una serie de conceptos Palabras clave. nes, lo que conlleva a complicar y estancar los problemas que ya tenía la familia,
Cooperación Profesional. añadir problemas nuevos a lo que ya existían o incluso crear problemas donde
interconectados para tratar de entender la lógica de las Sistemas de Preocupación.
intervenciones de los diversos profesionales y su encaje prácticamente ya no los había (Imber Black, 2000).
Sistema Determinado por el
Problema. Acontecimiento. Pero la presencia simultánea y/o sucesiva de varios profesionales no habría de
mutuo, con los que se pretende avanzar hacia una sinergia verse como una situación excepcional que solo se da en casos particularmente
interprofesional, a pesar del conflicto y sin renunciar a la complejos, sino como una eventualidad potencial en, casi, cualquier caso; con-
autonomía operacional. secuentemente deberíamos diseñar y realizar nuestra intervención desde el pre-
supuesto de que “no hay tratamiento fuera de la red, ni es posible pensar nues-
tra intervención profesional al margen de otras intervenciones, las conozcamos
Abstract. o no” (Ubieto, 2007).
Interprofessional collabo-
ration is as difficult as it is
necessary in many cases.
And coordination meetings Un concepto para pensar esa situación es el de Sistema Determinado por el
are as complicated as Problema (SDP) (Anderson & Goolishian, 1988). En el pensamiento sistémi-
they are ineffective, which
co tradicional un Sistema es un grupo con historia y con futuro (frecuente-
means that agreements are
often subject to new events mente, una familia) y el Problema por el que nos consultan es el resultado
in the case’s life cycle. de la Disfunción de ese Sistema.
In this work, a series of
interconnected concepts
are proponed to try to Pero para estos autores un Sistema es una Red Conversacional que se ha erigi-
understand the logic behind do a raíz de la Alarma que alguna conducta de un miembro de un Sistema Natu-
the interventions of the
different professionals and ral produce en un miembro de un Sistema Profesional. Esta alarma se propaga
their mutual fit, whit the a través de conversaciones infructuosas con otros miembros de ambos sistemas
goal of moving towards an (familia y profesionales), conversaciones que se mantienen más allá de lo que
interprofessional synergy, ocurra con la conducta que las generó. El Sistema sería, entonces el resultado
in spite of the conflict and de la Difusión de un Problema (Ramos, 2008).
without renincing operacio-
nal autonomy. Pero la Difusión del Problema no se produce de forma aleatoria. Los profesio-
Key words. nales que se van incorporando a esta red conversacional pueden proceder de
Professional Cooperation. distintos ámbitos sociales; a efectos pragmáticos vamos a tener en cuenta tres
Sistems of Worries. Sistem ámbitos pertinentes por su frecuente presencia en los casos: el ámbito pedagó-
Determinated Problem. gico, el social y el de la salud (mental).
Event. Y al incorporarse lo hacen trayendo con ellos enfoques (visiones y prácticas)
diferentes para influir en el caso. Postulamos que profesional es reclamado por

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MOSAICO 73 Elementos para una teoría de la colaboración interprofesional.

un caso y es aceptado y mantenido en el en la medida en que se considera que do a esta persona/familia), cognitiva (me preocupa porque veo que es posible
puede distinguir las cosas que otros pueden confundir (Bourdieu, 1993); y con que les ocurra) y pragmática (porque me afecta y lo veo posible me veo llama-
ello aportar (traer a las conversaciones) y promover algo distinto de lo que otros do a hacer algo).
han aportado hasta ahora, (ya que, en caso contrario se trataría de la mera sus- Pero una situación problemática casi siempre despierta mas de una preocu-
titución de algún profesional que ya estaba interviniendo). pación. Sostenemos que cada preocupación pone en marcha un Sistema de
La incorporación al SDP se hace pues, extrapolando de nuevo a nuestro terre- Preocupación, es decir un conjunto de preocupaciones articuladas y jerarquiza-
no las ideas de Pierre Bourdieu, (2005), bajo el supuesto de que se es distinto y das, propias de cada ámbito.
de que se pueden ver y, con ello hacer, cosas distintas. Porque la distinción, en Con todo, las preocupaciones que provoca una situación problemática no son
el mundo social, no es solo un proceso perceptivo. Es, simultánea e indisocia- necesariamente distintas de un ámbito a otro; puede ser bastante compartido
blemente un proceso de percepción, apreciación y apropiación. lo que preocupa a un pedagogo, a un psiquiatra infantil y a un trabajador social
Pero esta diferencia no puede ser tan marcada que no tenga ningún encaje que trabajan con una familia. Lo que es específico de cada ámbito es como esas
en lo que hasta ahora se ha hecho y dicho en el caso. Para que el SDP siga te- preocupaciones se articulan en el, que prioridades marcan para la intervención
niendo algún sentido y algún interés para los profesionales que se han visto in- de cada profesional, y como esas prioridades pueden ser valoradas desde los
volucrados en él (y para la familia que, a la vez, los padece y los reclama) ha de profesionales de otros ámbitos.
establecerse con los nuevos involucrados una dinámica de búsqueda y a la vez
de control y limitación de la distinción.
El trabajo colaborativo no puede consecuentemente entenderse, como una Y un último aspecto sobre este tema. Sostenemos que cualquier Preocupa-
cesión de las diferencias profesionales (visiones, prácticas y objetivos) a la bús- ción tiene dos dimensiones: la Dimensión Compasiva y la Ejecutiva. Al pro-
queda de un consenso. No se trata de cómo llegar a un utópico “mínimo común fesional, ante una Preocupación suscitada por una situación, se le hacen
denominador” preexistente al consenso, sino en como articular diferencias pro- presente dos aspectos: lo que le conmueve el percibir lo que esa persona/
fesionales que son constitutivas. El consenso no es tanto el fruto de un acuerdo familia está pasando y lo que tendrá que hacer, mal que le pese, si esa si-
ideal, cuanto el resultado conflictivo, temporal y extendido del convencimiento tuación no se reconduce (como podría ser declarar el desamparo de un me-
de que “mas nos vale” (Ramos & cols., 2015); porque solo es posible y se pue- nor, expulsar del colegio a un chaval, o ingresar a un paciente contra su vo-
de alcanzar en base a información nueva que, esta si, pueda propiciar una con- luntad).
vergencia eficaz (Diaz, 1996).
En el presente artículo se trata de proponer algunos conceptos interconec-
tados que, sustituyendo a otros conceptos mas clásicos que suelen guiar al te- Esas dos dimensiones deben ser complementarias (mientras mas pena me da
rapeuta en sus intervenciones (demanda, síntoma, problema, “mirada”) nos la situación de una familia mas difícil me resulta retirar al menor; mientras mas
ayuden a entender estas dinámicas y a situarnos lo mas eficazmente posible claro tengo que el menor está en riesgo, menos me paraliza el desespero de la
en ellas. familia), pero equilibradas. Demasiada compasión puede poner en riesgo a un
menor (o a un paciente psiquiátrico), demasiado intervencionismo puede asus-
tar y alejar a una familia (o poner en entredicho la adherencia de un paciente).
DE LA DEMANDA AL SISTEMA DE PREOCUPACIÓN.

Clásicamente se considera que la intervención de un profesional es la respues- DE LA MIRADA AL PRINCIPIO DE VISIÓN Y DIVISIÓN.
ta a la identificación de una Necesidad o a la decodificación de su expresión en
forma de Demanda. Por debajo de una demanda habría siempre una o unas Clásicamente se considera que nuestra pertenencia disciplinar (psicólogo, psi-
necesidades que subyacen a la expresión con que esa demanda puede apare- quiatra, trabajador social…) y nuestra elección epistemológica (psicoanalítica,
cer en distintos contextos o ámbitos. Nuestra propuesta es, sin embargo, que lo sistémica…) organizan nuestra visión del caso, nuestra “mirada” sobre el. Y
que mueve a un profesional a actuar es la Preocupación que en el suscita lo que que, al menos hasta cierto punto, no hay una mirada privilegiada, sino que las
va conociendo de los avatares de una situación en la que se ha visto implicado. distintas miradas deben tomarse como complementarias. Dejando a un lado
La Preocupación es el punto donde se cruzan en el profesional las dimensio- posturas dogmáticas, la visión individual debería complementar (y ser comple-
nes afectiva (me preocupa porque siento lo que le está y le puede seguir pasan- mentada) por la grupal y/o familiar y/o organizacional.

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MOSAICO 73 Elementos para una teoría de la colaboración interprofesional.

Pero el supuesto de este planteamiento es que cualquier profesional que in-


tervenga en un caso es capaz de alcanzar una visión parcial pero suficiente y
no sesgada de el. Se ve mas de cerca, mas de lejos, con mas detalle, de forma
mas global, pero se puede ver básicamente lo mismo (o una parte de lo mismo)
Y además el caso, en lo esencial (su estructura), está allí presente; no cambia,
no se mueve.
La metáfora de este planteamiento sería la contemplación de una pintura de
caballete (un retrato, un paisaje) y su lema podría ser la expresión de Nicolás
de Cusa cuando decía. “Donde quiera que se encuentre el observador, pensará
que está en el centro”.
En este artículo queremos proponer otro lema: ”Operamos siempre desde el
interior de una situación, involucrados en ella y determinados por el estado de
esa situación” (Pakman, 2011). Y también otra metáfora; la contemplación de
un mural. Vemos conforme nos desplazamos (nuestra mirada y nuestro cuer-
po); y nunca lo vemos todo.

lo que el profesional debe ocuparse y/o lo que debe resolver (o aliviar). Además
El profesional, implicado en el caso e inmerso en la acción, opera en base del síntoma los pacientes y/o los miembros de sus familias tienen otros proble-
a un Principio de Visión y División (PVD) (Bourdieu, 1995) que le guía para mas, pero se espera que se alivien cuando lo hace el síntoma.
decidir hacia donde debe mirar (que distinciones y apreciaciones hacer, que Lo que proponemos es que el paciente y/o la familia tienen, sufren y hablan
debe tomar en consideración) y a quien le toca (que nivel de apropiación, si de una amalgama poco precisa de problemas y que cada profesional delimita
le toca a el o no ocuparse de la que ha percibido). Y ello de forma intuitiva, entre ellos, en base a sus Preocupaciones y con la guía del PVD en función del
casi automática (aunque no irracional), fruto mas que de sus conocimientos, cual operan, las conductas que cada uno va a asumir como prioritarias (lo que
de su experiencia anterior de vérselas repetidamente en situaciones y en ca- sería para cada uno el Síntoma) y aquellas que va a percibir y lamentar, pero de
sos como este, de su propio lugar social y de su propio papel social, de su las que considera que no debe ocuparse prioritariamente, porque le correspon-
habitus (Bourdieu, 2007). dería hacerlo a otros (la Problemática).
Postulamos que los problemas y su jerarquía no se identifican como hechos
preexistentes a la observación, sino que son fruto de la actividad clasificatoria (y
El Punto de Vista, la “mirada” de cada profesional responde, mas que a su for- por tanto constructiva) de cada profesional en función de las prioridades del ám-
mación, a la posición en que llega y se coloca ante caso; al momento en que bito en que operan (como la dicotomía salud/enfermedad en el ámbito médico,
entra en la situación y al balance que puede hacer de lo que ya se ha hecho y o el bien superior del menor, en el de Protección); pero que tampoco son cons-
queda por hacer (y a lo que le tocaría a el de todo ello). trucciones arbitrarias sino mas bien, como dijo el sociólogo Max Weber a pro-
Y ese punto de vista tiene una traducción narrativa en la historia que se hace, pósito de la religión, “ilusiones bien fundadas”. Algo hay, debajo de lo que cada
y se relata, del caso en que se ha involucrado: el Protagonista que para el tie- uno ha construido como Síntoma o Problemática, que se podría considerar así.
ne la historia. Los ojos del miembro de la familia a través de los cuales el vería Una misma conducta puede ser Síntoma para un profesional en un ámbito
y contaría el caso, y todo lo que va a seguir sucediendo en el (Cancrini, 1991). y problemática para otro desde otro ámbito. Por ejemplo, las conductas depre-
sivas de una madre de hijos pequeños pueden ser Síntoma (Depresión) para
un profesional de Salud Mental y Problemática para uno de Protección de Me-
DEL SÍNTOMA AL BALANCE SÍNTOMA-PROBLEMÁTICA. nores, para quien el Síntoma sería la Negligencia que se puede derivar de esa
Depresión.
El síntoma, clínico o social, se considera como la expresión de un sufrimiento Un clínico no regula la dosificación de fármacos, o la intensidad y temática de
y/o de una disfunción. Y como tal es algo identificable y que tiene (y expresa) un las sesiones individuales en función de la edad de los hijos (aunque le preocu-
sentido. Se puede identificar con mas o menos precisión, pero indica aquello de pe), y una técnico de Protección no deja de valorar como factor de riesgo la de-

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MOSAICO 73 Elementos para una teoría de la colaboración interprofesional.

presión de la madre, por mas que entienda que retirar a los hijos de una madre que vaya a seguir pasando (que es lo que importa, que hay que hacer y a quien
deprimida no puede por menos que afectar su autoestima (aunque, a otro nivel, le toca hacerlo ante un menor que ha perdido a su padre, a pesar del duelo que
pueda llegar a ser un alivio para ella). pueda estar pasando la madre / o ante una mujer joven que ha perdido a su es-
En el contexto de un caso en el que intervienen varios profesionales de va- poso y que encima tiene un pequeño que se lo está pasando fatal).
rios ámbitos cuenta el peso de lo que cada uno considera Síntoma en relación Si estos PVD concurrentes no se alcanzan a conciliar y entran en competencia
al conjunto de la que cada uno considera Problemática (su balance), a la hora se produce una pugna para determinar cual va a dominar y, en consecuencia,
de calibrar la legitimidad de su implicación y peso en el caso. Por ejemplo, la cual va a ser la jerarquía y el balance de temas, problemas y preocupaciones
preocupación de un pedagogo porque un alumno deje un contexto escolar en que van a prevalecer en el SDP que se ha construido en base y en torno a ese
el que es apreciado, ante su posible retirada de una familia cuyo padre es dro- acontecimiento y sus consecuencias.
gadicto y cuya madre es depresiva es, de un lado legítima, pero de otro de poco Pero esa pugna no se dirime básicamente en lo que los distintos profesiona-
peso para frenar esa decisión. les se dicen unos a otros (reuniones de coordinación) sino en lo que hacen, en
como intervienen y en como esa intervención puede ser interpretada por los de-
más profesionales que están o estarán interviniendo.
LAS DINÁMICAS DEL SDP.

Un Sistema de Preocupación se activa cuando llega a conocimiento de un pro- Extrapolando, de nuevo, el planteamiento de Bourdieu podríamos decir que
fesional de un (o varios) ámbito algo que ha sucedido en la vida de un sistema cada profesional posee y pone en juego una representación, una idea aproxi-
natural, que es preocupante para ese profesional por si mismo o por sus conse- mada, vinculada a su posición en el caso, de su propia posición (lo que pue-
cuencias. Eso que ha ocurrido puede llegar a ser conocido bien porque es re- de, mas o menos hacer y como puede ser tomado) y de las posiciones de sus
portado por la familia (demanda), bien como resultado de los procedimiento de competidores (lo que pueden, mas o menos, hacer los otros profesionales y
los sistemas profesionales de un ámbito dado (por ejemplo, visita rutinaria con como se espera que él lo tome), representación que está en función de su
un pediatra que suscita sospecha de maltrato). información acerca del caso y de sus propias estructuras cognitivas.
Como resultado se ponen en marcha Procedimientos de Verificación de la
Preocupación propios de cada ámbito (aunque puede haber procedimientos
comunes, como la entrevista con el paciente y/o la familia, que se realizan tanto Aún cuando pueda haber varios PVD en liza, en el curso de la pugna estos prin-
en el ámbito de la salud, como en el pedagógico y social). cipios se polarizan, por lo que en términos analíticos pueden reducirse a dos
A través de estos procedimientos se va realizando la construcción de la divi- (Bourdieu, 1995), un PVD Dominante, que da cuenta de la lógica que subyace
sión Síntoma/Problemática propia de cada ámbito, a raíz (y en el curso) de la a las decisiones principales que se realizan en un caso (ingresar a una madre
cual se produce una intervención. Si esta intervención no es resolutiva (no hace depresiva a raíz de un duelo, aunque eso suponga una segunda pérdida para
desaparecer las preocupaciones activadas) o si en el balance Síntoma/Proble- el hijo; retirar al menor de una madre deprimida a raíz de un duelo, aunque eso
mática de ese ámbito el peso de la Problemática es importante (por ejemplo, di- suponga otro duelo para la madre) y un PVD Dominado, que subyace a otras
ficultades escolares de un niño - o una petición de ayuda económica – de una decisiones sustentadas por otras lógicas posibles, que se desecharon, después
familia en la que se descubre un miembro drogadicto) la activación de las pre- de algunos escarceos, en el curso que fue tomando el caso y lo que siguió su-
ocupaciones trasciende a ese ámbito. cediendo en el.
Por otra parte puede haber acontecimientos vitales que activan simultánea- Una vez que se establece el dominio de un PVD el SDP se mantiene en un es-
mente varios ámbitos; por ejemplo, el fallecimiento imprevisto de un progenitor tado próximo al equilibrio que puede perdurar sin que eso signifique que el ca-
puede activar al sistema de salud (riesgo de duelo patológico en el cónyuge so- so se haya resuelto o mejorado substancialmente. En la historia del caso y de la
breviviente), al escolar (preocupación por el huérfano) y al social (amenaza de familia siguen, lógicamente, pasando cosas; pero estas nuevas cosas tienden a
desahucio). ser tratadas con la misma lógica dominante.
En cualquier caso entran en liza varios sistemas profesionales con distintos Así, ante amenazas al estado de equilibrio del SDP si un paciente llegó a in-
balances Síntoma/Problemática (para un psicólogo infantil el duelo del menor gresarse se producen nuevos ingresos (el fenómeno de la puerta giratoria), si un
es lo mas importante, por mal que haya tomado el fallecimiento el progenitor su- menor se fugó del dispositivo de acogida para volver a su casa se le busca una
perviviente) y distintos PVD (y diferentes protagonistas) puestos en juego ante lo nueva acogida, si a un alumno se le expulsa del colegio se le vuelve a expulsar.

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MOSAICO 73 Elementos para una teoría de la colaboración interprofesional.

Lo que se produce cuando un PVD prevalece y un SDP se acerca al equilibrio O sorprenderían si alguien reparara en el, porque por su propia improbabi-
es una Clausura Distincional (Diaz, 1996). Las nuevas vicisitudes del caso se lidad pueden ser efímeros, pueden pasar sin dejar huella aparente (Badiou,
categorizan como “más de lo mismo” y las respuestas de la familia a lo que su- 1988) y sin poder ser identificados sino a posteriori por sus consecuencias tar-
cede en sus vidas, a las cosas que les afectan y que llega a conocimiento de los días (“Todo empezó cuando… pero entonces no lo supimos ver”).
profesionales se interpreta por estos en términos de la expresión de patrones re- Por lo tanto podríamos definir el acontecimiento como algo inesperado, pero
petitivos; y dejan de considerase en términos de nuevos episodios entre los que que interpela a alguien: en nuestro contexto un acontecimiento se podría carac-
se pueden identificar evoluciones y diferencias. terizar como algo que es inesperado y que, a la vez, “da que hablar”.
La proximidad al equilibrio de un SDP se relaciona con la fortaleza del PVD Da que hablar ¿a quienes y como? Por un lado a los profesionales del SDP ali-
dominante, y el nivel de acontecimientos que ocurren en la vida de la familia en neados con el PVD dominante que tratan de clasificar y responder al aconteci-
un momento dado. Si ocurren demasiadas cosas en la vida de la familia anclada miento con su lógica; era algo inesperado a priori, pero esperable a posteriori.
en una relación asistencial crónica o si acontecen cosas que fortalecen el PVD Estamos delante de lo que podríamos llamar Acontecimiento-Síntoma (o que se
dominado, el SDP se aleja del equilibrio y los temas, preocupaciones y proble- intenta tratar como síntoma) Por ejemplo, una tentativa de suicidio en un depre-
mas prevalentes pueden cambiar. sivo, o una fuga de una residencia en un menor retirado; ambos son ejemplos
Por ejemplo, en un paciente crónico estabilizado en una relación asistencial de cosas que pueden esperarse en casos como esos, pero que siempre sorpren-
que se ha ido manteniendo con diversos altibajos (ingresos repetidos), y con hi- den cuando llegan a ocurrir.
jos que han ido creciendo ante los ojos preocupados de los profesionales que De otro lado están otros miembros de los sistemas, tanto profesionales como
les atendían, la entrada tumultuosa en la adolescencia de alguno de ellos (co- familiares, que son interpelados por lo ocurrido y que sienten y sostienen que
yuntura nada sorprendente, por otra parte) puede aumentar el nivel de acon- algo ha pasado que llama a considerar la situación de nuevo. La emergencia de
tecimientos y fortalecer el PVD dominado (que es lo importante y que es lo que un acontecimiento conlleva la posibilidad de reconfigurar la problemática de un
habrá que hacer a partir de ahora) sustentado por los profesionales que se ocu- caso (Pakman, 2010); pero ello a condición de que esos miembros, reclutados
paban y ocupan de ese hijo. fundamentalmente entre otros miembros de la familia que son ahora activados
(familia extensa por ejemplo) y entre otros profesionales que son ahora reclama-
dos (la comunidad que comparece o co-aparece con el evento, Pakman, 2010)
EL ACONTECIMIENTO Y SU EFECTO. se mantengan fieles al mismo y mantengan su postura.

En el epígrafe anterior hemos introducido en la dinámica de las relaciones en-


tre la familia y los servicios la influencia de las cosas que siguen ocurriendo en
la vida de las personas (y de los servicios, como por ejemplo, la creación de
un nuevo dispositivo asistencial o de una nueva ley sobre los derechos de los
usuarios)
Y ello es así porque, por dominante que sea un PVD en el estado de equilibrio
de un SDP, y por potente que sea su lógica de interpretación de lo que ocurre
y de intervención sobre sus consecuencias, ningún PVD tiene la capacidad de
abarcar todos los acontecimientos que pueden ocurrir en la historia de una per-
sona, una familia y un caso.
Lo que provoca un desequilibrio en un SDP es la necesidad a la que se en-
frentan los profesionales de responder a un acontecimiento determinado; y la
sensibilidad de cada profesional a la respuesta que al acontecimiento dan, o
pueden dar, los otros profesionales. Vale la pena, pues, considerar algunas ca-
racterísticas de lo que se entiende por Acontecimiento.
La primera característica que nos interesa de un acontecimiento es su impro-
babilidad, o al menos su discontinuidad con el estado de la situación en que se
presenta. Un acontecimiento es algo que, en principio, sorprende.

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MOSAICO 73
Navegar por la alianza
terapéutica: lo que la
Un acontecimiento es solo una posibilidad de reconsiderar una situación. O
mas exactamente de reparar en cosas que ya estaban presentes en la situación
investigación nos dice al oído
pero en las que no se reparaba, que existían pero que tenían poca intensidad
de existencia (Pakman, 2014).
a los terapeutas familiares.
En algunas de esas cosas los profesionales que sustentaban el PVD dominan-
te se apoyan para intentar reconducir de nuevo el sentido del evento (ya había Valentín Escudero.
hablado de suicidio; ya había dicho que añoraba a su familia); pero el nuevo
sentido yace allí, detrás del acontecimiento, a veces apareciendo como lo que
denominamos Acontecimiento Secundario. Se ha puesto de moda. La alianza terapéutica es un factor común a todas las
Algo nuevamente inesperado y que nuevamente da que hablar sucede (por modalidades de psicoterapia y está despuntando como uno de los elementos
ejemplo, la tentativa de suicidio de un menor fugado y retornado a una institu- clave para conseguir buenos resultados. En el ámbito de la terapia familiar (si la
ción; o el embarazo de una madre depresiva tras una tentativa suicida) que lla- comparamos con formatos de psicoterapia individual) tiene además unas carac-
ma y se hace central para los nuevos profesionales y los nuevos miembros del terísticas especiales y únicas. Y esas características particulares generan mucho
sistema natural que se han incorporado al caso; y que pueden poner en liza interés, la hacen “más atractiva” (intelectual y técnicamente) ¡Pero también más
PVD distintos a la búsqueda de un nuevo sentido. complicada! De hecho, algunos investigadores hablamos de “alianzas terapéu-
Pero es una posibilidad que conviene conocer para permanecer atentos a ella ticas”, en plural, para enfatizar esa complejidad.
cuando nos incorporamos a un SDP alejado del equilibrio; y ello para intentar
utilizar lo que va a seguir sucediendo, no como el cumplimiento inexorable de
un destino sino como el comienzo posible de la promesa de un cambio.

Bibliografía
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MOSAICO 73 Navegar por la alianza terapéutica: lo que la investigación nos dice al oído a los terapeutas familiares.

Lo que pretendo en este artículo es sintetizar las implicaciones que tiene, pa- ¿Dónde está la complejidad?
ra nuestra práctica como terapeutas familiares, lo que hemos encontrado en la
investigación más reciente. Yo soy un terapeuta que hace investigación y un in- Aunque suena paradójico, la complejidad de investigar y construir en terapia fa-
vestigador que hace terapia. Sobrevivo a esa disociación con bastante buen hu- miliar una buena alianza terapéutica es en realidad sencilla de explicar. Debido
mor y sin medicación. Creo que eso me permite que pueda ofrecer una síntesis al contexto sistémico de la terapia familiar (conceptualizar relacionalmente los
aprovechable sin perdernos en formalismos de estadística. problemas, hacer hipótesis sistémicas, y atender a las familias conjuntamente
en las sesiones), la alianza personal de cada paciente con el terapeuta afecta y
se ve afectada por los niveles de colaboración/alianza de otros miembros de la
Los resultados no ofrecen dudas. familia. Debido a que los miembros de la familia a menudo buscan ayuda cuan-
do están en conflicto entre sí, las alianzas “divididas” (“si veo que mi padre tie-
“Psychotherapy relationships that work” (Relaciones de psicoterapia que fun- ne una buena alianza con el terapeuta yo me siento amenazado”) aparecen ca-
cionan) es el título de un libro que se considera una “biblia” de la psicoterapia si siempre. Al igual que las alianzas problemáticas dentro del sistema familiar
(quizás tendríamos que matizar “de la psicoterapia contextual o relacional” para (alianza intra-familiar: la definimos como el grado en que los miembros de la
no ofender a los que todavía sobreviven en el modelo médico y a los conductis- familia valoran positivamente su participación conjunta en la terapia y aceptan
tas no reciclados y en peligro de extinción). Su primera edición salió en 2001 y objetivos compartidos).
tuvo un gran impacto porque reunió a múltiples investigadores para ocuparse de Las alianzas en terapia familiar son similares y diferentes a las alianzas de te-
los diferentes capítulos que exploran los elementos que realmente funcionan en rapia individual. En ambas modalidades, los objetivos terapéuticos y las tareas
la relación terapéutica: alianza terapéutica, empatía, consenso y colaboración deben discutirse y acordarse temprano y durante todo el tratamiento. Los vín-
en objetivos, congruencia, manejo de la contratransferencia, etc. En su segun- culos emocionales entre el terapeuta y los clientes son esenciales. Sin embargo,
da edición de 2011 se incluyó por primera vez un capítulo para recoger la in- las alianzas en terapia familiar deben construirse y nutrirse con varias personas
vestigación sobre alianza terapéutica en terapia de pareja y familia (Friedlander, simultáneamente. Además, esas personas (los miembros de la familia) observan
Escudero, Heatherington y Diamond, 2011). No había todavía mucha investiga- el desarrollo de alianzas entre el terapeuta y los otros. La alianza de una madre
ción en esas fechas sobre cómo la alianza terapéutica influye en los resultados con el terapeuta puede mejorar (¡o empeorar!) al ver que su hijo se vincula muy
en terapia familiar, pero ya pudimos seleccionar 24 estudios para hacer un me- bien con el terapeuta; es difícil saber con exactitud qué determina la reacción
ta-análisis y llegar a la conclusión de que el impacto de la calidad de la alianza de la madre a la relación que establece su hijo con el terapeuta, pero la clave
en el resultado era significativo y muy similar al que se produce en la psicote- suele ser la relación previa que hay entre ellos y las expectativas de cada uno
rapia individual. de ellos sobre la terapia.
La tercera edición de ese libro acaba de publicarse (Norcross y Lambert, 2019),
y en diciembre de 2018 un número especial de la revista Psychotherapy ya ade-
lantó los principales estudios, incluido el que nosotros hicimos sobre la alianza
terapéutica en terapia familiar (Friedlander, Escudero, Welmers-van de Poll y
Heatherington, 2018, 2019). Es un estudio de tipo meta-análisis, es decir, hace-
mos una investigación estadística a partir de todos los estudios que existen en los
cuales se mide la capacidad de la alianza terapéutica para predecir el abandono
o el éxito del tratamiento. El resultado no deja lugar a dudas: a partir de 48 es-
tudios internacionales seleccionados por su calidad (incluyen en total los trata-
mientos de 2.568 familias y 1.545 parejas), se concluye que hay una asociación
clara entre una buena lianza terapéutica y mejores resultados de la terapia fami-
liar. El valor estadístico es claramente significativo y similar al que se halló en psi-
coterapia individual, es un valor que apenas se ha encontrado en otros factores
de la psicoterapia: r = .297, p <.001, d = .622; para aquellos que seáis aficiona-
dos a la estadística: utilizamos un modelo multidimensional de efectos aleatorios
de tres niveles, es decir, un meta-análisis de última generación.

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MOSAICO 73 Navegar por la alianza terapéutica: lo que la investigación nos dice al oído a los terapeutas familiares.

Múltiples alianzas interactúan, de manera encubierta y abierta, particular- 2019) es donde se describe detalladamente este modelo de trabajo, incluyendo
mente cuando los miembros de la familia están en conflicto, en diferentes nive- ejemplos de aplicaciones a ámbitos de especial dificultad (como el trabajo con
les de desarrollo, o tienen diferentes motivaciones para buscar ayuda. Además, familias multiproblemáticas, con trauma por maltrato o abuso, adolescentes y
dada la larga historia en común de los miembros de la familia, lo que subyace a familias en conflicto, parejas con una relación crónicamente conflictiva, etc.) y
las interacciones conflictivas es a menudo invisible para el terapeuta. Un simple también los instrumentos para valorar en la clínica la calidad de las alianzas. En
gesto, un ceño ligeramente fruncido de la madre, cuando el hijo adolescente co- ese modelo de alianza multidimensional, las alianzas de los clientes son fuertes
mienza a hablar de algo que sucede en casa, puede hacerlo callar; el chico sabe cuando logramos que (1) participen activamente en el proceso terapéutico, (2)
ya que ese gesto significa “¡ni se te ocurra hablar de eso!” se conecten emocionalmente con el terapeuta, (3) se sientan seguros en el con-
Si nos basamos en los resultados más cualitativos de nuestra última investi- texto terapéutico y (4) compartan un sentido del propósito de la terapia con los
gación, podemos decir que equilibrar múltiples alianzas es el sine qua non de otros miembros de la familia.
la construcción de un contexto terapéutico eficaz. Para hacerlo, los terapeutas Vamos a sintetizar aquí, brevemente, las recomendaciones que se derivan de
deben (1) fomentar deliberadamente la alianza dentro de la familia o el grado la investigación reciente y que se podrían considerar más útiles para la práctica.
en que los miembros de la familia comparten un sentido de propósito sobre los
problemas, los objetivos del tratamiento y (especialmente) el valor de trabajar en
colaboración en la terapia, y ( 2) evitar la creación de “alianzas divididas” (Pin- Promover fuertes alianzas dentro de la familia.
sof y Catherall, 1986), que ocurren cuando uno (o más) miembros de la familia
tiene una conexión mucho más fuerte con el terapeuta que los otros (Friedlan- Un resultado confirmado de la investigación nos dice que en los tratamientos
der, Escudero y Heatherington, 2006). Nuestro meta-análisis encontró que el que terminan con buen resultado, la alianza dentro de la familia se ha ido for-
equilibrio de las alianzas dentro de la familia predice mejor el resultado que las taleciendo a lo largo del proceso de la terapia, es decir, que lleva tiempo (Escu-
alianzas individuales con el terapeuta: es mejor conseguir una alianza modera- dero, Friedlander, Varela, y Abascal, 2008). La alianza y colaboración entre los
da con todos que tener una excelente alianza con la madre y pésima con el hijo. miembros de la familia suele evidenciarse después de la alianza de cada uno
Los resultados no dejan duda sobre esto: las alianzas más divididas o desequili- de ellos con el terapeuta. Sin embargo, algunas investigaciones muestran (por
bradas contribuyeron significativamente a los peores resultados de todos los tra- ejemplo, Friedlander, Lambert, Escudero y Cragun, 2008) que incluso los tera-
tamientos que analizamos en nuestro meta-análisis. peutas altamente experimentados tienden a descuidar este aspecto, empleando
más compromiso y conductas de conexión emocional para abordar a miembros
individuales de la familia y menos conductas que fomenten específicamente
Una advertencia: las alianzas divididas son bastante frecuentes, todo tera- una participación compartida intrafamiliar.
peuta familiar debería aceptar con naturalidad que aparezcan, pero cuando
esa división en la alianza es muy grande, hay que “ponerse las pilas” ya que
los miembros de la familia que ven su experiencia con el terapeuta de mane- Identificando los sentimientos compartidos de los clientes (“Los dos os sen-
ra muy diferente pueden volverse muy polarizados sobre el valor de la terapia tís sobrecargados y subestimados”), sus experiencias (“En relaciones ante-
en sí y abandonar (Escudero y Friedlander, 2017; Friedlander et al., 2006). riores vuestra confianza ha sido traicionada, por lo que comprensiblemente
ambos desconfiáis en esta relación”) y validando su lucha común (“Estáis
todos trabajando duro para superar esta crisis”) se fortalece la alianza dentro
de la familia Al igual que siendo muy cuidadosos al diseñar y proponer obje-
tivos a los que todos pueden adherirse (“¿Qué tal si juntos buscamos formas
Entiendo esa complejidad, pero ¿me aporta la investigación algo que pueda de compartir estrategias claras con los niños y así reducir esta tensión que
usar con mis clientes? todos estáis sufriendo?”).

A partir de la investigación, hemos creado un conjunto de directrices para hacer


terapia familiar basándose en la construcción de una sólida alianza terapéuti- La alta reactividad emocional y el conflicto sostenido pueden erosionar la alian-
ca. El libro recientemente traducido en español Alianza Terapéutica con Fami- za dentro de la familia. Pedir a uno (o más) clientes que salgan de la sala breve-
lias. Como Empoderar al Cliente en los Casos Difíciles (Escudero y Friedlander, mente o realizar sesiones alternas con diferentes subsistemas puede mejorar la

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MOSAICO 73 Navegar por la alianza terapéutica: lo que la investigación nos dice al oído a los terapeutas familiares.

sensación de seguridad de las personas, disminuyendo así las posibilidades de individual fuerte con la pareja masculina es importante para la retención y los
abandono (nunca se ha de confundir esta estrategia con hacer diferentes “te- resultados (Anker, Owen, Duncan, y Chispas, 2010).
rapias en paralelo” con miembros de la familia; se trata de crear seguridad me- En resumen, las alianzas en terapia familiar son sistémicas, es decir, son “más
diante espacios de terapia separados que se conectan con espacios conjuntos). que la suma de alianzas individuales”. Por ello, una terapia exitosa requiere no
De hecho, nuestro mantra es: “La seguridad es lo primero”. La terapia conjunta sólo poner atención a la alianza con cada miembro de la familia, sino también
se lleva a cabo en un foro “público”. Lo que un miembro de la familia divulga a su sentido compartido de propósito (alianza intra-familiar) y a su seguridad al
acerca de otro, no está bajo el control del otro, y los secretos revelados en una trabajar juntos en una sesión de terapia.
sesión familiar (por ejemplo, la infidelidad, el abuso, la intención de dejar a la
pareja, el consumo de porros, o incluso un suspenso en la escuela) no se pue-
de devolver a la “caja negra”.
Obtener información continua sobre la alianza, usarla para la terapia.

Evitar y reparar alianzas muy divididas. Finalmente, una conclusión procedimental que también se deriva de la inves-
tigación: Los terapeutas pueden mejorar la alianza pidiéndoles a los pacientes
Como hemos dicho más arriba, las alianzas divididas ocurren con frecuencia que completen un breve cuestionario de autoevaluación de la alianza después
(Muñiz de la Peña, Friedlander y Escudero, 2009), pero no tienen por qué ser de cada sesión. Está claro que cuando los miembros de la familia proporcionan
causa de alarma. Más bien, darse cuenta y tomar medidas para repararlos pue- información sobre su experiencia privada del contexto terapéutico que compar-
de prevenir la deserción e, idealmente, dar como resultado alianzas más fuer- ten con otros familiares, el terapeuta está mejor preparado para abordar direc-
tes. Hay que interpretar que los signos de un vínculo emocional inestable con tamente las tensiones o rupturas de
un miembro de la familia descontento con la terapia representan una oportuni- la alianza. Es una manera sencilla de
dad; nunca evitar o ignorar estas señales. Cuando los clientes cuestionan la uti- monitorizar el proceso de alianza du-
lidad de la terapia, o se comportan de manera altamente cautelosa, defensiva u rante toda la terapia.
hostil, el terapeuta puede responder con intervenciones deliberadas de mejora Nosotros tenemos una larga expe-
de la alianza, como pedir la disposición del cliente para participar en una tarea riencia de hacer esto en terapia fa-
específica en la sesión o “asignación de tareas” (en lugar de simplemente impo- miliar. El cuestionario SOFTA-s (ver
nerlas), o señalar pequeños cambios y razones para el optimismo. Escudero y Friedlander, 2019, Apén-
dice B) tiene 16 ítems y resulta senci-
llo pasarlo cada 4 o 5 sesiones. Pero
Lo esencial, sin duda, es explorar respetuosamente (es decir, de manera no también incluye una versión reduci-
defensiva) y reconocer las razones detrás de la “renuencia” de un cliente. da de sólo 4 ítems que nosotros he-
Aquí aparece otro de nuestros mantras: conectar antes que corregir. La in- mos pasado al final de cada sesión
vestigación nos advierte que el mediador fundamental para que un cliente durante más de una década con muy
muestre un buen enganche en el proceso de terapia es “sentirse entendido buen resultado: nos permite conocer
emocionalmente”, sentirse aceptado. Esto incluye que reconocer y legitimar la alianza en cada sesión, nos permite
su incomodidad con la terapia (Higham, Friedlander, Escudero, & Diamond, mostrar y comentar a la familia (o en
2012). particular a un miembro determinado
de la familiar) cualquier crisis que se
ha generado en la alianza, nos per-
La experiencia de seguridad y compromiso de un cliente puede verse amena- mite disminuir al mínimo el índice de
zada por la percepción de que el terapeuta está “del lado” de otro miembro de abandonos y mejorar por tanto la efi-
la familia. Por ejemplo, algunos estudios han encontrado que en la mayor parte cacia y eficiencia, incluso con clientes
(no es un patrón universal) de las parejas heterosexuales la persona que inicia obligados (Sotero, Major, Escudero y
el tratamiento es la mujer; y por ello sugieren que la promoción de una alianza Relvas, 2016).

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92
MOSAICO 73
La desvinculación adolescente
INTRODUCCIÓN AL MONOGRÁFICO. y la Violencia Filio-Parental
como comunicación paradójica
PARADOJAS CONFUSIONALES Y PARADOJAS LIBERADORAS. de la dificultad de separación.
Desde los inicios de la Terapia Familiar Sistémica se ha prestado especial aten- Ángel Estalayo Hernández.
ción a las paradojas existentes en la comunicación. La contradicción que supo- Resumen. Licenciado en Psicopedagogía,
habilitado como Educador Social
ne puede ser generadora de patología, pero también puede ser utilizada por los Desde un pensamiento circular sobre la paradoja y Psicoterapeuta FEAP.
y las terapeutas como técnica o como parte de una en los diversos contextos de comunicacional, se desarrolla una revisión de Director Técnico de IRSE-EBI.
intervención. aestaher@irse-ebi.org
determinados supuestos de Violencia Filio-Parental y la
Olga Rodríguez Ochoa.
Durante el próximo Monográfico los autores presentarán cuatro artículos con el disfuncionalidad de la misma, en la dinámica familiar, Licenciada en Psicología
objetivo de reflexionar y actualizar el conocimiento existente. Uno de los artícu- en el marco no solamente del contexto relacional, y Psicoterapeuta FEAP.
los tratará de hacernos reflexionar acerca de ciertos supuestos de la Violencia sino temporal, considerando las necesidades de Psicóloga-directora de centros
en IRSE-EBI.
Filio Parental a través del análisis de las paradojas existentes desde un pensa- desvinculación propias de ciclo vital adolescente. olgaotsoa@yahoo.es
miento circular. El segundo, nos mostrará cómo utilizar las metáforas que supo- Así mismo, compartimos una propuesta introductoria
nen las paradojas al dotarlas de nuevo significado. A continuación, se analizará Raúl Gutiérrez Sebastián.
diagnóstico-dimensional que incluya al sujeto y su Licenciado en Psicología,
la paradoja que supone el proceso de individuación de un adolescente para el Terapeuta Familiar FEATF
sistema familiar. Finalmente, en el último artículo se mostrará cómo abordar las entorno, así como diversos supuestos de tratamiento. y Psicoterapeuta FEAP.
paradojas en el contexto de las organizaciones. Palabras clave.
Psicólogo en FAIM.
raulgs@cop.es
Violencia filio-parental, circularidad, comunicación paradójica,
Iñaki Aramberri. supuestos de tratamiento.
(Presidente de la AVNTF).
Abstract.
From the circular reasoning
about the communicational
paradox, a revisión of certain
cases of Filial-Parental violence
and its dysfunctionality are
developed , in the frame of not
only the relational but also in
the temporal context, conside-
ring the disassociation needs
frequently attached to the ado-
lescent vital cycle. In the same
way, we are sharing an intro-
ductory dimensional-diagnosis
proposal which includes the
subject and his surroundings
as well as different treatment
cases.
Key words.
Filial-parental violence, circu-
larity ,paradoxical communica-
tion, treatment cases.

94 95
MOSAICO 73 La desvinculación adolescente y la Violencia Filio-Parental como comunicación paradójica de la dificultad de separación.

Introducción. De la individuación y la desvinculación, así como la clasificación de la


La Violencia Filio-Parental se evidencia como una realidad emergente que re- violencia según el momento de aparición y desarrollo.
quiere de la atención específica, no solo del/la adolescente que ejerce el com-
portamiento violento, sino del contexto en el que se encuadra el ejercicio de di- Ya Frick (2001), introduce la importancia de contemplar determinados subtipos
cha violencia y del pasaje adolescente, entendido como ciclo vital familiar que de trastornos de conducta en niños y adolescentes según se haya dado el inicio
transita el sistema. en la infancia (primariamente impulsivo o cruel e impasible) o en la adolescen-
cia, determinandos potenciales mecanismos causales relacionados con conflic-
Es por ello que proponemos una revisión de la VFP desde lo que denominamos tos o deficits (Kiligmo, 1989) en la constitución de la identidad.
“Circularidad dialógica” (Gutiérrez, R. 2018) comprendida como la reciproci-
dad existente entre la circularidad de las relaciones interpersonales (circulari- Subtipos Características clínicas Implicaciones para el Tto.
dad exógena) y la circularidad interna organizada por factores personales del
sujeto, que promueve cambios intrapsíquicos en el mismo (circularidad endó- Inicio adolescencia. Rebelde, rechaza jerarquías de Trabajo psicoterapéutico para
gena), bidireccionalmente influyentes y cambiantes en el espacio de mutuali- estatus sociales tradicionales, promover medios más adaptativos
dad relacional. asociación con pares transgresores. de desarrollo de la identidad como
un self autónomo.
- Interv. con pares y mentores
“Se trata de un proceso bidireccional de autorregulación intrapersonal, des- prosociales.
de procesos interpersonales y viceversa. Diálogos internos e interpersonales
que cohabitan en el sujeto y entre él y su contexto relacional y de mutuali- Inicio infancia, TDAH, altos niveles de reactividad - T rabajo psicoterapéutico
dad interpersonal, los cuales dan coherencia y continuidad al desarrollo del primariamente impulsivo. emocional, baja inteligencia verbal, encaminado al control emocional.
Self… Ambas circularidades, endógena y exógena, con figuras significativas, altos niveles de disfunción familiar. - E ntrenamiento en HH de
permiten explorar posibilidades relacionales dado que se relacionan entre resolución de problemas.
ellas y con las de los demás, configurando procesos transaccionales entre - Interv. Familiares intensivas.
las características personales de los propios participantes, así como entre
ellos mismos, lo que permite significar la experiencia y formularla” (Gutié- Inicio infancia, tipo Búsqueda de actividades de riesgo, - T to. intensivos incluyendo su
rrez, R. 2018 p. 143). crueldad-impasibilidad. menos sensible a castigos que a entorno vital (disfuncional).
recompensas, menos reactivo a
estímulos emocionales negativos.
En este sentido, entendemos determinados supuestos de Violencia Filio-Paren- Frick (2001)
tal como transacciones circulares dialógicas y comunicacionales (personales e
interpersonales), ciertamente paradójicas y disfuncionales, de aquellas necesi-
dades, deseos y anhelosafectivo-emocionales que, lejos de favorecer procesos Creemos que en la intervención de la violencia intrafamiliar resulta imprescin-
de desvinculación saludables con figuras significativas tempranas, resultan un dible explorar acerca de la etiología y la ecología de la violencia emergente, de
atractor relacional, logrando así, y he aquí la paradoja, una suerte de fusión re- aquellos aspectos complejos y complicados en el marco del pasaje adolescen-
lacional disfuncional del/la adolescente y sus referentes significativos. te, así como el momento de inicio, a través del cual posibilitar la definición de
una propuesta en condiciones de llevar a cabo la reorganización de su modo de
Resulta preciso, por todo lo anteriormente comentado, además de analizar de- construir el mundo, de pensar en ello y de actuar en consecuencia.
terminados supuestos de VFP como comunicación paradójica de la necesidad
de separación, definir propuestas de intervención según determinados supues- Un aspecto a tener en consideración, refiere al inicio del comportamiento violen-
tos diferenciales que atienden, por un lado, las dificultades de regulación del to en estadios tempranos, posiblemente afectados por un proceso de individua-
sujeto y, por otro, las dificultades de contención por parte del entorno, pues con- ción perturbado o invalidado, de la posibilidad que el propio sistema familiar le
sideramos que cada familia requiere una atención especial y de un tratamiento provea para diferenciarse emocional y afectivamente de la masa familiar y defi-
especifico que atienda las dificultades propias de cada caso. nir, por tanto, el “sí mismo” en el sistema familiar (Bowen, 1991).

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MOSAICO 73 La desvinculación adolescente y la Violencia Filio-Parental como comunicación paradójica de la dificultad de separación.

Complejizando más, si cabe, que si a lo largo de la exploración de los síntomas, puesta comportamental en su entorno, en el caso de la VFP, familiar, en nume-
“el desarrollo de los síntomas es lento en la familia nuclear, es probable que sea rosas ocasiones de manera desajustada, desproporcionada o, incluso, violenta.
producto de una lenta construcción en la familia. Cuando los síntomas se de- Por ello, es necesario que consideremos incluir un apartado que señale la
sarrollan más rápidamente, la situación merece una atenta investigación de los importancia de atender la angustia como eje vertebrador de la conducta sinto-
trastornos en la familia extensa” (Bowen, M. 1991. p.53), por lo que apostaría- mática, la cual subyace, en numerosas ocasiones, a la organización del com-
mos por indagar, más allá de la historia de individuación y diferenciación, aspec- portamiento violento filio-parental y la falla en la repuesta del entorno a dicha
tos transgeneracionales que puedan aportar datos al respecto de la etiología y desregulación afectivo-emocional.
ecología del síntoma expresado en el contexto relacional determinado. Nosotros, por nuestra parte, introducimos, desde una revisión psicodinámi-
Otra falla que podemos encontrar es, como anuncia Frick (2001), de inicio en ca relacional, la importancia, no solo de la vivencia de la angustia en relación
la adolescencia, comprendiendo que un aspecto sobre el que reflexionar refiere con movimientos de separación y su función positiva como eje que vehicula la
a los procesos de desvinculación introducidos por Cancrini (1996), (imposible, integración del Self en momentos de crisis, sino que atendemos los movimien-
inaceptable, aparente y de compromiso), los cuales pueden orientar propues- tos progresivos y regresivos por parte del sujeto que intentan responder a tales
tas de intervención encaminadas a favorecer espacios de diferenciación y des- vivencias de angustia, y ofrecemos una propuesta de respuestas contratrans-
vinculación. ferenciales que favorezcan la integración de aquellos aspectos del Self invali-
Nos referimos a que, en nuestra opinión, diversos tipos de desvinculación in- dados, reprimidos o disociados, facilitando así una transición madurativa salu-
vitan a pensar en diferentes propuestas de abordaje, terapéutico o psicoedu- dable para el sujeto (Gutiérrez, 2018).
cativo, familiar, en su conjunto o por subsistemas, grupal y/o individual, que
favorezcan el proceso de desvinculación respecto a la familia de origen. No re-
sultando la misma propuesta de intervención, un proceso de desvinculación in- En la relación transferencial-contratransferencial, el terapeuta debe cumplir
aceptable, que invitaría a poner el foco en el subsistema parental, que un pro- principalmente dos funciones, a saber, sostener (Winnicott, 1960) y conte-
ceso de desvinculación imposible, que exige trabajar transversalmente con la ner (Bion, 1962). Dicho en otras palabras, validar aquel contenido relacio-
familia en su conjunto y con el sujeto individualmente, así como un proceso de nado con experiencias vitales que fueron invalidadas en etapas tempranas
desvinculación aparente, que requiere de un abordaje, quizás, más centrado en del desarrollo y contener aquellos aspectos que se manifiestan de manera
el sujeto, y una desvinculación de compromiso, que demandaría probablemen- desregulada (Estalayo, Rodríguez y Romero, 2009), como es a través de la
te una intervención en red. angustia. Ambos aspectos, considero, forman parte del encuadre en el es-
Es por ello que atender al proceso de ciclo vital en la problemática relacional tablecimiento de la relación terapéutica para promover una relación segura.
de la VFP, así como la capacidad de regular la angustia que emerge del proce- (Gutiérrez, R. 2018 p.147-148).
so de separación por parte del/la adolescente, y la capacidad de contención del
sistema familiar de la angustia experimentada, nos puede orientar, incluso, en la
intervención con la familia, con diversos subsistemas, o el individuo, focalizando La comunicación paradójica de la VFP.
en determinadas cuestiones relacionadas con la elaboración de la experiencia
vital en cada miembro del sistema y de la familia en su conjunto. Desde el planteamiento teórico que proponemos de la “Circularidad dialógica”,
entendemos que la comunicación paradójica se debería contemplar en dos di-
mensiones diferenciales mutuamente influyentes y disfuncionales, por un lado,
La angustia de separación en las dinámicas familiares. los procesos “doble vinculares” interpersonales, entre el sujeto y el objeto de re-
lación, y, por otro, el proceso dialógico confusional intrapersonal, donde se ven
No es nuestro objetivo disertar sobre la angustia en el presente texto, pero ca- alterados estructuras yoicas que resignifican las relaciones objetales internaliza-
be mencionar algunos autores que nos parecen sugerentes por las aportaciones das alterando la propia organización psíquica del sujeto y, por ende, las relacio-
en torno a la vivencia de la angustia en el espacio relacional, como por ejemplo, nes con el entorno.
Juan José Martínez (2017), Jorge Tió, Luis Mauri y Pilar Raventós (2014), quie- Los teóricos de la comunicación introducen que la comunicación paradójica
nes hablan respectivamente de la angustia de crecimiento y las ansiedades claus- pragmática atrapa a la persona en una posición insostenible (Watzlawick, Bea-
tro-agorafóbicas de separación del adolescente como experiencia emocional que vin y Jackson, 1981), nosotros consideramos que dicha posición insostenible no
acompaña el desarrollo y la maduración del sujeto, a la par que organiza su res- solamente refiere a la relación interpersonal, sino que altera procesos afectivo-

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MOSAICO 73 La desvinculación adolescente y la Violencia Filio-Parental como comunicación paradójica de la dificultad de separación.

emocionales confusionales en el sujeto, provocando así la emergencia de la an- Estas dos variables, nos podrían arrojar un primer esquema que nos orientaría
gustia como experiencia emocional que vehicula la incomprensión lógica de la a desarrollar diversos itinerarios educativo-terapeuticos, centrados en el sujeto,
experiencia relacional (intersubjetiva), y es en este sentido, donde la expresión en el subsistema parental, o en la familia en su conjunto.
de la angustia (expresión de la confusión subjetiva), motivada por dicha parado-
ja, se traduce en comportamiento violento como medio para tomar distancia de
aquella figura de la que se depende, logrando así, como afirmábamos, la impo-
sibilidad de separarse pues, la misma conducta, separa y atrapa a los protago-
nistas de la violencia (expresión de la paradoja interpersonal).
Ambas dimensiones de la paradoja (intra e interpersonal), las vemos refleja-
das en la angustia expresada a través de la VFP, donde el/la adolescente persi-
gue disfuncionalmente, de forma inconsciente, desvincular de aquellas figuras
de referencia a las cuales se siente apegado, mediante un comportamiento que,
Estalayo, 2017.
paradójicamente, atrae a dichas figuras, pues les complejiza, si cabe, favorecer
procesos de desvinculación madurativos, sanos y saludables.
Vemos entonces que, en determinados supuestos, la VFP puede ejercer como Esta propuesta de intervención diferencial según la atención a la capacidad del
comunicación paradójica de las necesidades individuales y relacionales propios sujeto de regular su propia angustia, así como las posibilidades del entorno de
del ciclo vital adolescente, de tomar distancia y desvincular, mediante un compor- contener la angustia y el comportamiento externalizado, validando los estados
tamiento paradójico y disfuncional que imposibilita la transición de separación. subjetivos, describe cuatro posibles itinerarios de intervención que guardarían
relación con el tipo de intervención del que se podrían beneficiar atendiendo a
sus necesidades, que comportan dificultades y potencialidades del sujeto y el
Una propuesta de intervención según diversos supuestos de VFP. sistema familiar.
En el primer supuesto, observamos la capacidad del entorno de contener el
Habida cuenta de lo anteriormente expuesto y de la necesidad de contemplar malestar y la capacidad del sujeto de regular su propia angustia, consideramos
en los supuestos de VFP, no solamente la característica de la violencia, que tam- que la intervención podría organizarse en torno a un trabajo grupal, orientado
bién, sino todo lo que subyace a la expresión del comportamiento violento, lo a los padres y/o a los hijos, por separado o conjuntamente, donde favorecer un
cual organiza el síntoma, así como la necesidad de incluir el contexto en el que espacio de comprensión sobre algunas de las cuestiones propias de ciclo vi-
se da dicho comportamiento, y las relaciones entre los participantes de la violen- tal. Una intervención grupal de apoyo, orientada desde lo psicoeducativo, aten-
cia, creemos preciso desarrollar una propuesta de intervención que tengan en diendo a las preocupaciones particulares de la familia, donde la violencia aún
consideración, no solo al sujeto, sino su relación con el entorno y la respuesta no está instaurada, sino que tanto el sujeto como la familia, requieren de com-
que el mismo es capaz de ofrecer al malestar vivenciado del sujeto, más allá de prensión y empoderamiento respecto al ciclo vital por el que transitan, dadas las
la comprensión de dicho malestar, la posibilidad de contenerlo y validarlo (Esta- posibilidades propias de gestión del conflicto desde la seguridad que emerge de
layo, Rodriguez, y Romero, 2009). la relación entre los miembros.
Proponemos diversos itinerarios de intervención en función de los supuestos El segundo supuesto, contemplaría la dificultad o incapacidad de ejercer, por
previamente mencionados, que atienden a la posibilidad del sujeto de regular parte del entorno, la contención necesaria para ayudar al adolescente a integrar
su propia angustia, cierta capacidad de organización afectivo-emocional, una la experiencia, aunque podríamos encontrar el caso de que el propio adolescen-
estructura del Self ciertamente estructurada o, por el contrario, la incapacidad te, frente a la falta de disponibilidad por parte del contexto familiar, fuera quien
del mismo de regular la angustia, cierta desorganización afectiva y una estruc- desarrollara un Selfresiliente, suficientemente integrado y restaurativo de las
tura del Self fragmentada o dañada por determinados traumas, acumulativos o condiciones desreguladoras, como para sostener por sí mismo las crisis emer-
situacionales (Khan, 1983 y Bromberg, 2017). gentes de las situaciones traumáticas evolutivas o acumulativas (Khan, 1983).
Así mismo, debemos tener presente la capacidad del propio entorno familiar Este supuesto exige focalizar la intervención en el subsistema parental y re-
del sujeto para contener (en el sentido Bioniano del término), no solo el com- quiere también de un detallado análisis de las dificultades de dicho subsiste-
portamiento, sino el malestar del sujeto desregulado, así como validar la expe- ma, analizando tanto la dimensión de la parentalidad como de la conyugalidad
riencia subjetiva del mismo. (Linares, 1996), pues dependiendo de la dimensión donde se desarrollen di-

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MOSAICO 73 La desvinculación adolescente y la Violencia Filio-Parental como comunicación paradójica de la dificultad de separación.

chas dificultades, nos encontraremos ante diversas posibilidades terapéuticas dos patrones relacionales comunicacionales y paradójico-doble vinculares, todo
de intervención, proponiendo un trabajo con la pareja de padres, en relación a lo cual guarda relación con la emergencia de dicha sintomatología, entendida y
la paternidad y el significado de las crisis adolescentes que impactan en dichas puntuada, no solamente desde la individualidad del comportamiento violento,
funciones, como en la conyugalidad y, probablemente, el eco que dichas difi- sino de las dinámicas relacionales en las que se encuadra la violencia.
cultades en la pareja resuenan en la fratria, motivo por el cual puede desenca- Una revisión sistémico-relacional que implica dicha dinámica disfuncional en
denar comportamientos agresivos y/o violentos que responden defensivamente las relaciones familiares, atendiendo a las dificultades y potencialidades, tanto
a juegos triangulares, coaliciones y embrollos familiares. del sujeto como de su entorno familiar, y la necesidad de desarrollar propuestas
En el tercer supuesto, lo que se observaría es precisamente lo contrario al especificas para cada supuesto de intervención.
anterior, a saber, la disponibilidad y cierta capacidad del entorno familiar pa- Habida cuenta de todo lo anteriormente expuesto, consideramos la necesidad
ra contener las dificultades propias de ciclo vital adolescente, pero la dificultad de desarrollar propuestas de intervención focal, tanto en el sujeto que ejerce la
del adolescente para regular su propio malestar, exhibiendo un comportamiento violencia como del entorno donde se expresa la misma, desplegando diversas
descontrolado ante el malestar vivenciado, describiendo problemas relaciona- posibilidades de atención e intervención, psicoeducativa o psicoterapéutica, in-
dos con la falta de contención, fallas en la regulación afectivo-emocional,incluso dividual, grupal y familiar, que den respuesta no solamente a la demanda del
trastornos de conducta o de personalidad. sistema, sino a las necesidades que observamos en relación a las carencias, las
Este supuesto exige centralizar el foco de la intervención en el sujeto, un tra- dificultades, las capacidades y bondades, tanto del sujeto, como de su entorno,
bajo sistémico orientado a la individualidad del sujeto, apoyado por un proceso movilizando así aspectos del sistema que favorezcan procesos de cambio en el
sistémico familiar que soporte la comprensión de las dificultades propias y los conjunto familiar.
requerimientos, por parte del sistema, para sostener determinadas crisis emer-
gentes en la infancia/adolescencia. Proponemos entonces un trabajo intensi-
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Winnicott, D. W. (1979). Escritos de pediatría y psicoanálisis. Barcelona: Paidós.
transición adolescentepuede inducir al conjunto familiar, así como determina-

102 103
MOSAICO 73 Las metáforas extendidas como herramientas paradójicas de intervención.

Las metáforas extendidas


como herramientas paradójicas Hace muchos siglos, en la antigua Grecia, reinaba entre los locrios Zaleuco,
de intervención. Francisco Javier Ortega Allué.
un príncipe preocupado por los gastos exagerados que se producían en sus
tierras, amenazadas por ello con la ruina inminente. Para conseguir contro-
Escuela de Terapia Familiar
lar el desmesurado despilfarro de sus súbditos, ordenó que cualquier mu-
del Hospital de Sant Pau (URLL).
jer pudiera ser atendida por muchas doncellas, siempre y cuando estuviera
borracha, y que las damas de la alta nobleza cargasen con todas las joyas
Resumen. y lujosas vestimentas que quisieran, siempre que ejercieran la prostitución.
Las paradojas forman parte de Igualmente, permitió que los hombres se adornaran el cuerpo con medallo-
la vida humana y del lenguaje nes de oro y collares de plata y se llenaran los dedos de anillos, siempre que
fueran proxenetas. De la noche a la mañana aquella prodigalidad desapare-
con que nos comunicamos, nos ció, con el manso asentimiento de los súbitos, quienes obedecieron sin re-
relacionamos, damos sentido al belarse contra el príncipe porque nadie les había obligado, aparentemente,
mundo y al comportamiento de a nada.
las personas que nos rodean.
Algunas paradojas reducen
las capacidades de acción o 1. Introducción.
pensamiento de los individuos Como sabe cualquiera, leer resulta casi siempre más fácil que escribir, del mis-
o de los sistemas, limitándolos; mo modo que pensar suele ser más complejo que repetir y glosar. Ciertamen-
otras abren posibilidades te, uno no debería moverse por el afán de originalidad, y menos, si cabe, en un
por explorar. Unas paradojas asunto como éste de las paradojas, donde ya hay mucho escrito y desde anti-
atan, otras desatan, unas nos guo; en cambio, no estaría mal dejarse llevar por el imperativo de no fatigar al
enferman frente a otras que nos lector, imperativo que quien esto escribe echa de menos más veces de las que
quisiera reconocer en público.
sanan. Contra las metáforas De modo que, cuando comencé a pensar en redactar unas pocas -o mu-
estandarizadas al uso, que chas- líneas acerca de la paradoja como intervención terapéutica, tuve ocasión
ya no tienen capacidad de de poner en práctica lo dicho en el párrafo precedente: que no es tan fácil ser
introducir nueva información original en un asunto tan delicado y sobre el cual ya se han dicho tantas y tan
en el sistema, se propone interesantes cosas; y que conviene no fatigar al prójimo, extremo que no sé si
la técnica de extender las seré capaz de cumplir.
Lo primero que me vino a la cabeza, tras esta inicial desconfianza en mis pro-
mismas metáforas que utilizan pias capacidades, no fue la figura de algún célebre autor sistémico, aunque no
las familias para, de forma falten entre ellos quienes han tratado el tema con acierto y extensión; ni tampo-
paradójica, dotarlas de nuevos co se me ocurrió elaborar un listado exhaustivo de referencias bibliográficas so-
significados, perturbadores para bre dicha técnica, ni siquiera un oportuno, académico y perezoso estado de la
el sistema, y generadoras de cuestión… Todo cuanto me habría facilitado la vida y la redacción de este artí-
culo se negó a presentarse ante mí, mientras cobraba forma en mi imaginación
cambios en el futuro.
la figura del orondo y divertido G.K. Chesterton, a quienes sin duda ustedes co-
Palabras clave. nocen como el creador del Padre Brown, personaje de insulso nombre, y cura
Paradoja, metáforas prosaicas, católico y detective para más inri, quien, con la inapreciable ayuda de su amigo
extendidas o paradójicas, del hampa, el inefable ladrón Flambeau, se dedicaba a desvelar el misterio de
juegos relacionales. los más execrables crímenes como si fueran bromas y a resolver las bromas co-

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mo si fueran auténticos misterios, haciendo siempre uso de la paradoja como paradójica, al paciente sólo le quedó la honrosa salida de hacer laborterapia con
medio de indagación resolutiva. Tengo que confesar sin rubor que de aquellas unas estanterías, por consejo del atinado terapeuta.
fábulas de crimen y misterio viene mi afición por las paradojas. Si a estas alturas nos preguntásemos dónde está aquí la paradoja, acostum-
Recuerdo ahora una, titulada La ráfaga del libro (Chesterton, 1952) especial- brados como estamos a que lo paradójico se revele en la propia construcción
mente terapéutica, que hablaba de un libro maldito, cuya lectura hacía desapa- lingüística y en los diferentes niveles de significado, tendríamos que bucear en
recer en la nada a los osados que se atrevían a leer lo que sus páginas oculta- la etimología de la propia palabra “paradoja” para tratar de clarificarlo. Parado-
ban a los prudentes. Es decir, un libro escrito para no ser leído; un libro que, ja significa contrario a la opinión recibida y común (Ferrater Mora, 2005). Por-
acaso por ello mismo, guardaba su secreto, tan letal como anonadante, de ge- que es cierto que el lenguaje hace una referencia a sí mismo en las paradojas,
neración en generación. No desvelaré el final ni, entre líneas, creo haberlo he- pero también a algo que no es él, algo a lo que el lenguaje se refiere o apunta;
cho tampoco con el argumento de la obra, aunque lo parezca. Pero recordaré, una propiedad, un atributo, una interpretación, un sentido. Y al apuntar hacia
porque viene al caso, lo que hizo el curita para poner al descubierto la iniquidad ese algo, descubrimos que, por su construcción y tomadas dentro del mismo ni-
o la broma, y que tiene mucho que ver con la paradoja y con lo que hacemos vel de juego lógico, las paradojas resultan insolubles y atrapan a quien cae ba-
habitualmente los terapeutas: mirar donde nadie miraba y ayudar a poner voz jo sus redes.
a lo que no se dijo nunca. Quebrar, en suma, ciertas reglas consabidas, para En el caso de la pequeña historia que nos cuenta Erickson, el paciente aliena-
abrir espacios nuevos y nuevos derroteros que permitan a los sistemas seguir do se autodefine como Jesús, lo cual es, desde el sentido común y lo espera-
avanzando y desarrollándose, con menos sufrimiento y dolor. En suma, echar ble, una “definición identitaria loca” (aunque, sin duda, preferible a carecer por
un vistazo al libro. completo de identidad). Lo que Erickson propuso al comentar a vuela pluma
que creía haber oído algo acerca de su oficio, fue conducir esa definición loca
hasta sus últimas consecuencias. Si eres Jesús, eres carpintero; si eres carpin-
2. Paradoja, lenguaje, juego. tero, podrás ayudarme con unas estanterías; y si me ayudas con esas estante-
rías, tu actividad no es la comunicación de un loco, sino la de cualquier car-
La paradoja es una intervención clásica, y casi me atrevería a asegurar que se pintero con más o menos traza y oficio. Pero si niegas ser carpintero, niegas
trata de una seña de identidad del trabajo sistémico, si no fuera porque me también ser Jesús; al menos, el mesiánico. Atrapado en esta paradoja, el pa-
mueve el prurito de señalar que también es una seña del lenguaje y la comuni- ciente no puede evitar empujar hacia la salud porque hasta su “locura” ha de
cación humana en general. tener para alguien alguna coherencia. En primer lugar, para él mismo.
Desde los pioneros, con Milton Erickson o Carl Whitaker, hasta el más clásico Los filósofos y los lógicos han hecho muchas y sutiles distinciones entre las
y exhaustivo estudio del Equipo de Milán, capitaneado por Mara Selvini, la para- paradojas lógicas y las paradojas semánticas, entre las cuales la más conocida
doja ha estado en el centro de numerosas intervenciones terapéuticas, posible- es la de Epiménides, el cretense: Epiménides es cretense y afirma que todos los
mente por su capacidad transformativa de los significados y la pertinencia de su cretenses mienten.
utilización inteligente como herramienta de gran potencia e intensidad. Tales divisiones han aclarado mucho los tipos y subtipos de paradojas en que
Fue Aristóteles quien definió al hombre como zoón logistikón (Aristóteles, Po- el propio lenguaje nos encierra en sus juegos, pero el objetivo final de muchos
lítica, 1252 a), que en griego clásico quería decir tanto animal racional como de estos filósofos, analistas del lenguaje y matemáticos, sobre todo, estaba enfo-
animal que puede decir lo que son las demás cosas, es decir, que tiene la ca- cado a su solución, bien porque en su construcción se errara al confundir nive-
pacidad de nombrar. No tardaron mucho los griegos en crear el arte de curar les lógicos, solución propuesta por Russell (Ferrater Mora, 2005), bien porque el
por la palabra, conscientes de que ella conforma los mundos representativos a interés dominante era el de la elaboración de un lenguaje formal, adecuado pa-
través de los cuales dotamos de significado a lo que nos sucede. El mundo re- ra desarrollar un discurso científico que excluyera de su seno todo lo connotati-
lacional es un mundo plenamente lingüístico y lo mismo que el lenguaje puede vo que el lenguaje tiene en su uso (pragmática) y toda su ambigüedad, tachada
acabar constriñendo la realidad que creemos percibir, puede tener también la a menudo de irracional. Valga aquí irracional como sinónimo de incontrolable.
capacidad de transformarla y ampliarla. Usada, pues, con inteligencia, la para- Para la práctica terapéutica tales disquisiciones creo que resultan ociosas,
doja tiene un enorme potencial, como mostró Erickson con aquel paciente que aunque sean filosóficamente tan productivas como sugerentes. De modo que
decía, en su delirio esquizofrénico, ser el mismísimo Jesucristo redivivo. Erick- remito al lector curioso que quiera profundizar en estos aspectos a cualquiera
son, como cuenta el cuentecillo (Haley, 1989), lo acogió con simpatía y le dijo de las exposiciones que sobre estas paradojas encontrará en los tratados sobre
con interés: He oído que es usted carpintero… Atrapado, pues, en una situación lógica, si ese fuera su deseo.

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Hay, sin embargo, otro tipo de paradojas, que, por su contenido y por su in- a través de los juegos de palabras, los chistes, las adivinanzas, el ingenio verbal
tención, revisten un mayor interés terapéutico para mí. Se trata de las llamadas de nuestras bromas… Todas las sutilezas relacionales que el lenguaje puede
paradojas existenciales. En este caso, la paradoja ya no se refiere sólo a la for- manifestar o encubrir, como el amor, el desencanto, la tristeza, la alegría, etc.,
ma o estructura lingüística, sino también a la intención enunciada (Ferrater Mo- tienen aquí cabida. De ahí que no haya nada de infundado en el uso de la me-
ra, 2005), ya que nos lleva a un absurdo que tiene como finalidad revelar una táfora del juego relacional para expresar algo que ocurre en los sistemas huma-
nueva verdad, más amplia o profunda, y nos empuja más allá de las opiniones nos y que tiene en el lenguaje digital y analógico su más directa manifestación.
sostenidas hasta ese momento por el sentido común, el mito compartido por la Y si esto sucede entre nosotros en general, con mayor razón lo aplicaremos a
familia o la narrativa construida por un individuo. Son, por decirlo metafórica- los grupos de pertenencia realmente significativos para cada individuo, entre los
mente, paradojas de choque, que tienen como objetivo desatar aquellos nudos cuales es la familia, por su primacía respecto al resto, el de mayor transcenden-
que otras paradojas existenciales habían atado, restando así capacidad y com- cia, al menos en nuestro contexto cultural.
petencia a las personas enredadas en ellas. O, en otros términos, son parado- Cualquier grupo con historia, como lo es el de la familia, se construye con el
jas diseñadas para conducir al paciente a un estado de aporía o perplejidad, a tiempo por una mutua adaptación que se basa en una serie de ensayos, inter-
partir del cual ya no le quepa seguir haciendo la misma cosa que hacía u otor- cambios y retroalimentaciones correctivas, experimentando así lo que está y lo
gando los mismos significados a algunos elementos de su mapa mental, o en- que no está permitido en la relación, hasta convertirse en una unidad sistémi-
marañándose en la misma propuesta relacional para obtener de ella parecida ca original que se sostiene por medio de “reglas” que le son peculiares. Estas
satisfacción o idénticos beneficios secundarios, amén de malestar y sufrimiento. reglas se refieren a los intercambios que se suceden en el grupo natural, y que
Como señalaré más adelante, al hablar de las metáforas prosaicas, son para- tienen el carácter de comunicaciones tanto de nivel verbal como no verbal (Sel-
dojas que cierran un significado establecido y consensuado en la familia para vini Palazzoli et al, 1988).
abrir un nuevo espacio significativo que les libere del atoramiento al que les con- Conforme este grupo se constituye, sus miembros van a ir compartiendo un
dujo el uso de ciertas fórmulas comunicacionales, tanto a nivel de contenidos acervo de significados comunes, unos marcos mentales peculiares que se so-
como de relación. Para una mayor comprensión de este aspecto del tema, invi- breponen a otros más amplios, sociales o heredados, con los que “leen e in-
to al lector a que se pasee por algunos de los capítulos de Paradoja y Contrapa- terpretan” el mundo, y con los cuales atribuyen sentido a cuanto les sucede y
radoja (Selvini Palazzoli et al., 1988) con cuidadosa atención, pues es en ellos, afecta. La flexibilidad o la rigidez de estos marcos mentales darán una medida
a mi juicio, donde mejor queda explicitado el papel de las paradojas en ciertas de la salud o de la patología del sistema que los usa. Y serán una vía de acceso
patologías familiares graves, a través de mensajes doble-vinculantes y, por ende, para el terapeuta que quisiera conocer un poco el funcionamiento de un grupo
paradójicos en su misma formulación. distinto al que él pertenece como miembro de otra familia.
El uso de la paradoja lingüística tiene mucho que ver con una actividad que Pero conviene aclarar que estos marcos mentales, bien llamados mitos fami-
los seres humanos realizamos desde que somos bebés y empezamos a explorar liares por algunos autores (Linares, 2012) no tienen solamente un contenido
el mundo que nos rodea y concita: jugar. cognitivo, sino también una resonancia emocional y un efecto pragmático. De
El juego nos acompaña desde nuestra infancia, como una parte esencial en el modo que modificar alguna pequeña característica del mito tendrá necesaria-
desarrollo armonioso de nuestra psique y nuestro cuerpo. Es una actividad uni- mente repercusiones emocionales en los miembros del sistema y consecuen-
versal, que se remonta al alba de la humanidad. Y necesaria, aunque a veces cias conductuales en alguno de ellos.
se obture en situaciones extremas. “Quien tiene hambre no juega”, recordaba Se ha dicho, y creo que con acierto infinito, que el mito no puede ser desa-
Roger Callois en el prólogo de El niño y el juego. Planteamientos teóricos y apli- fiado de frente. Si queremos fracasar terapéuticamente con una familia es muy
caciones pedagógicas (Raabe, 1980). fácil conseguirlo: bastará con que enjuiciemos con docto aplomo educativo el
Pareciera que la infancia podría quedar así caracterizada como esa edad que mito que defienden, ya sea porque no se adecúa a otros mitos y discursos so-
promueve la capacidad humana de desarrollar juegos y de interaccionar por ciales dominantes, ya porque nos parezca políticamente incorrecto que alguien
medio de ellos con el ambiente y con los demás. Sin embargo, el juego no con- piense de ese modo, ya porque este mito esté muy alejado del que me ha cons-
cluye en ese límite impreciso en que se difumina la infancia, sino que sigue con tituido a mí como persona en el seno de mi familia de origen. El fracaso, si lo
nosotros, transformado, hasta el fin de nuestros días. Los seres humanos juga- hacemos así, está cantado.
mos siempre, constituyendo el juego un elemento importante de nuestro com- Sin embargo, hay formas de modificar algunos elementos del mito, de mane-
pleto desarrollo relacional. Ya de adultos, una parte de esa acción se realizará ra que, a través de un cuestionamiento suave, basado en una aceptación inicial
por mediación del lenguaje. Los seres humanos seguimos jugando con los otros de sus narrativas, de forma clara y genuina, el terapeuta consiga introducir, per-

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mítanme la metáfora, pequeñas bombas de relojería en el relato, como aquellas pias experiencias vitales. Sólo si el profesional es capaz de captar estas sutiles
minas que arrojaban desde una lancha acorazada al submarino enemigo que -pero prosaicas- metáforas podrá, creativamente, aplicarlas de forma paradójica
se deslizaba sigilosamente bajo su caso, siempre con aviesas intenciones. Si re- desde el mismo discurso que la familia está acostumbrada a utilizar, de manera
cuerdan esas películas bélicas, se acordarán también del clima de tensa alerta que, en primer lugar, no les resultará desconocido o peligroso su empleo, ni se
que se producía en el submarino, del silencio sepulcral en el que navegaban cerrarán frente a él de forma defensiva; ni les sonará al viejo discurso reiterado
para no ser detectados por el sonar, de la agitación que se producía en la nave del psicólogo y lo que de él se espera1.
cuando una mina estallaba bajo el mar, aunque no diera en el blanco, del peli- En segundo lugar, conseguiremos, hablando con su lenguaje, ampliar los es-
gro que traslucían los gestos contenidos de la tripulación. Era curiosa la ficción, trechos márgenes a que éste les había confinado. La creatividad terapéutica es-
porque al final el drama fílmico lograba que todos los espectadores del cine na- tribará no en disponer de una gran imaginación para crear nuevas metáforas,
vegáramos dentro del submarino amenazado y fuéramos, para bien o para mal, sino de un gran ingenio para convertir las metáforas con que las familias nos
parte de la tripulación. hablan de lo que les sucede en metáforas más elásticas, introduciendo un ele-
Los terapeutas guardamos algunas de estas cargas de profundidad. Se llaman mento nuevo en ellas cuya presencia las convierta en paradójicas. Para ello ha-
paradojas, se llaman lenguaje y, en definitiva, se llaman también metáforas. Pe- brá que “estirar” su metáfora inicial, hasta llevarla a una situación que la vuelva
ro hay que aprender a manejarlas para evitar que nos exploten en la cara. insufrible e inviable como descripción y definición de lo que ocurre en el siste-
ma. Ilustremos esto con algunos ejemplos.

3. La metáfora prosaica, extendida y paradójica.


María en una mujer desesperada porque su marido, Juan, empeñado en ha-
Me he permitido una larga metáfora fílmica para señalar que nuestra aproxima- cerse rico, realiza inversiones ruinosas que están llevando a la familia muy
ción relacional a la realidad del mundo y de los otros no es simplemente deno- cerca del colapso económico. Después de quejarse y maldecirle por esto,
tativa. Entre las personas, no ocurre que una misma palabra tenga siempre un amenazándole con el divorcio, María sorprende al equipo terapéutico con la
solo significado. Al imaginar a la familia como una cultura diferente a la propia, siguiente metáfora justificativa: “Es que Juan lleva el negocio en la sangre”.
a la que hemos de acceder haciendo un esfuerzo, una cultura con sus propios Con rapidez, el terapeuta le puntualiza: “Entonces, es posible que necesite
códigos y sus propios significantes, soy consciente de estar utilizando también una transfusión”.
una metáfora.
Sostengo que los sistemas abiertos, como lo es la familia, se autorregulan me-
diante metáforas compartidas en mayor o menor medida por sus miembros. La De forma suave pero inesperada, el terapeuta introduce un nuevo elemento en
metáfora es un instrumento de conocimiento del mundo, pues permite explicitar la metáfora original de llevar en la sangre los negocios, lo que vendría a dar pá-
experiencias de los individuos y, en la medida en que ello resulta posible, trasmi- bulo al empeño que Juan pone en arruinar a la familia. La transfusión es una
tir dichas experiencias a terceros, por medio de ese fenómeno que llamamos re- imagen vívida y ligada al mismo nivel de explicación, pero supone un reto para
sonancia de la metáfora (Elkaïm, 1998). Es decir, reconocer y compartir. Todo el quien haga de nuevo uso de esa metáfora justificativa en el futuro. Viene a decir-
conocimiento humano está construido sobre metáforas indagatorias, que luego, le al sistema familiar: pero ¿ustedes lo aceptan y se quejan o quieren otra cosa?
constituyendo la ciencia, fueron cristalizando en conceptos. Si buceamos en la
etimología de muchos de ellos, acabaremos encontrando la metáfora originaria
1
El contexto de la terapia ya nos define a los terapeutas como partidarios del cambio. La gente acude a terapia porque
de la intuición del objeto, que se nos da primero al lenguaje y a la mente de ese quiere (dice que quiere, mejor dicho) cambiar. Pero los cambios se revelan a menudo como amenazadores, sobre todo
modo, descubriendo lo desconocido a parir de lo conocido, por analogía. Metá- cuando estos afectan a la homeostasis familiar, a los juegos relacionales que se consolidan entre los miembros de
foras visuales para la ciencia y el conocimiento, metáforas de acciones guerre- un sistema y a las alianzas o coaliciones que se han ido gestado con el paso del tiempo. La gente lo que quiere es
sufrir menos, pero eso no implica necesariamente que quieran cambiar. Sin embargo, el mismo contexto terapéutico
ras o de ejercicios venatorios para el amor. Y metáforas prosaicas, paradójicas o ya nos pre-define como agentes de cambio, definición en sí misma esperanzadora y amenazante para quienes así nos
disonantes para facilitar el cambio terapéutico. consideran (lo cual no deja de resultar paradójico) e incapacitante también a menudo para nosotros, lo cual nos lleva
No indagaré más en esto ahora, porque lo que me interesa es el aspecto prác- muchas veces a actuar en exceso para demostrar que somos eso que el contexto identifica: unos buenos profesionales;
definición que lleva incluido en ella nuestro poder para cambiar. Nada más erróneo y más facilitador de la impotencia
tico que estas reflexiones tiene para el hacer terapéutico. del terapeuta, que habrá de ser testigo de cómo muchos de sus esfuerzos caen en saco roto, derrotados por el poder y
Conviene, en primer lugar, advertir que el terapeuta ha de tener un oído sen- la inteligencia del sistema familiar. Si logramos evitar esa tentación, la de buscar la definición de nuestra profesiona-
sible para captar las metáforas que las familias utilizan para referirse a sus pro- lidad en el conocimiento para cambiar a las personas, nos dotaremos de un poder más efectivo y no ficticio.

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MOSAICO 73 Las metáforas extendidas como herramientas paradójicas de intervención.

traerla del zapato. Así funciona la metá-


Lucas es un hombre abatido, que vive obsesionado por una infidelidad que fora extendida, generando esa idéntica
cometió su mujer después de un matrimonio de quince años. Han decidido molestia. La familia se la lleva, a su pe-
hacer una terapia e intentar reconducir la situación creada. Con altibajos, la sar y con sus inconvenientes concomi-
relación de pareja parece mejorar, pero continuos deseos de conocer lo ocu- tantes. Algo tendrán que hacer con ella.
rrido y reproches que no consigue evitar dan al traste con sus sinceramen- Por ejemplo, dejar de usarla como me-
te reiterados deseos de cambiar. Culposamente, Lucas dice: “Por más que táfora descriptiva de las relaciones entre
lo intento, no puedo controlar mi cabeza y no paro de darle vueltas a todo los miembros del sistema, ya sea que les
lo que ha sucedido”. “Es verdad, le responde el terapeuta, es verdad que sirviera para justificar un estado de co-
es muy difícil controlar los pensamientos cuando se disparan de ese modo, sas, ya para no cambiar. Algo tendrán
pero, aunque la cabeza no se puede controlar, la lengua sí.” Lucas asiente que hacer.
a esto último: “Es verdad”, lo que le da alguna esperanza de poder cambiar Esta paradoja tiene, además, una fun-
su conducta. ción añadida: devolver a los individuos
la responsabilidad sobre su propia exis-
tencia, la cual, tras la queja y la deman-
De nuevo aquí se hace uso de la misma metáfora, estirándola desde un con- da de cambio en el contexto adecuado,
texto en que el paciente se revela incapaz, a otro ámbito donde puede ganar querrían depositar sobre un terapeuta y
capacidad y control. La cabeza es incontrolable, pero desde luego no necesita- unas capacidades cuasi mágicas atri-
mos manifestar en toda ocasión lo que pensamos. No, al menos, cuando resul- buidas a su formación (el chamán de la
ta tan poco útil. No controlas tu cabeza, pero eres capaz, sin duda, de controlar tribu), a las que, en ocasiones y errónea-
tu lengua. mente, se suscribe el propio profesional,
En ambos casos, la metáfora alargada es la misma que utilizan los pacientes. por los títulos que lo avalan, el esfuer-
El terapeuta no ha tenido que devanarse la cabeza pensando en una metáfora zo realizado para conseguirlos y acaso
elegante, pero ajena al sistema, para enunciar lo que les quiere señalar. Le ha una cierta vanidad narcisista de la que
bastado introducir una pequeña variación en esa metáfora prosaica, que cada no siempre está exento.
uno de ellos utiliza para entender lo que les pasa, para ubicar a los pacientes La metáfora extendida cumple, pues, una función paradójica. Es suya, de la
en una situación paradójica: la de no poder enunciar impunemente a partir de familia, pero no la quieren, les molesta. Ilustra sobre lo que ocurre, pero desvela
ahora la metáfora que justificaba un cierto estado de cosas. Le ha dicho al sis- también lo que se quiere ocultar, y lo saca a la luz: la contradicción, la incerti-
tema: acepto tu marco conceptual, pero te ayudo introduciendo una variación dumbre, lo que inquieta. Es aceptable, pues parte del propio discurso familiar,
aceptable para ti, que lo vuelve inoperante. Con la metáfora estirada, te devuelvo pero contiene un componente preciso de reto y provocación, que nos permite
a ti la responsabilidad de hacer algo, si quieres. O de seguir en lo mismo, pero ampliar significados y cuestionar desde las mismas bases epistemológicas de
con mayor incomodidad. la consabida descripción que hace de sus relaciones la propia familia (Ortega y
La metáfora disonante, como la llamó Minuchin (Minuchin y Fischman,1992; Lema, 2017). Como ya señaló en su momento Mara Selvini, hay paradojas que
Minuchin, Lee y Simón, 1998, Minuchin, 2003), introduce elementos de incer- atan frente a paradojas que desatan (Selvini et al., 1988), metáforas que cierran
tidumbre en el marco conceptual con que el individuo explica su propia reali- frente a otras metáforas que abren; palabras, en definitiva, que enferman frente
dad. Alguien externo al sistema familiar, al que se ha incluido durante un tiempo a palabras que sanan. El lenguaje puede acariciar o golpear, herir o ser balsá-
en el sistema terapéutico, y al que por mor del contexto se le ha dotado de unas mico. Y el buen terapeuta tiene que llegar a convertirse en un atento “escucha-
capacidades específicas, se ha atrevido a introducir un elemento cuestionador, dor” del lenguaje con el que la gente construye sus marcos conceptuales si en
una pequeña china en el zapato sobre el que caminaban. Sucede como cuando verdad desea ayudarles a que los transformen.
paseamos y nos entra esa diminuta piedrita que hace insoportable la marcha. Un profesional inteligente reconoce que no debe empujar más de lo que lo
Movemos el pie, zarandeamos las extremidades, esperamos que la china salga hace la familia, sobre todo cuando percibe que esta voluntariosa intensidad la
milagrosamente por donde entró y, si finalmente no conseguimos arrojarla fue- puede vivir el sistema como algo amenazante, descalificándole en sucesivas y
ra o hallarle un acomodo dentro, nos veremos forzados a detener el paso y ex- muy inteligentes jugadas. Uno no ceja de admirar la maestría que utilizan las

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MOSAICO 73 Las metáforas extendidas como herramientas paradójicas de intervención.

familias para sostener sus juegos relacionales, lo cual es un indicio de la impor- elaboradas ad hoc y aplicadas mecánicamente, como si las familias estuvieran
tancia que estos tienen para ellos. La profesionalidad del terapeuta descansa en todas ellas cortadas por el mismo patrón y sus culturas familiares fueran inter-
esta capacidad para reconocer dichos juegos relacionales sin enjuiciarlos y sin cambiables. Que conozcamos el formalismo estructural de un juego relacional
tratar de presentarse ante el sistema como alguien capaz, por sus competencias no quiere decir que sepamos demasiado del contenido concreto como éste se
y habilidades aprendidas, de generar o provocar los cambios que dicho siste- manifiesta. Contenido concreto que nos permitirá, dicho sea de paso, elaborar
ma necesita para cambiar. Una de nuestras más necesarias competencias es la nuestras metáforas paradójicas, las cuales ayudarán a provocar cambios estruc-
de ser sensibles en reconocer la importancia que tiene su propio juego relacio- turales en las relaciones.
nal para cada familia concreta y singular que tenemos delante, su necesidad de Pero este tiempo que necesitamos los terapeutas para comprender también lo
mantenerlo –aunque veamos que habría otras maneras de proceder- hasta que necesitan los sistemas para cambiar. Hay un tiempo de comprensión y un tiem-
la familia lo viva como algo insoportable y empiece de ese modo a modificar las po de ensayo de nuevas formas de interacción. Un tiempo de pruebas y otro de
pautas de interacción que usa, sustituyendo aquellas que han devenido disfun- aprendizaje y consolidación. El tiempo corre, pero espera. El tiempo, tan esen-
cionales (y que antes, en otras etapas de la vida del sistema, no lo fueron) por cial en la vida, tan esencial en la conformación y mantenimiento de los siste-
unas nuevas pautas funcionales que den muestra de su capacidad adaptativa. mas, posee la misma naturaleza paradójica que tiene la vida: nos va matando
A veces este trabajo es como picar piedra, a veces hay que ir empujando con mientras nos hace existir. Lo paradojal está, en suma, íntimamente integrado
suavidad, aunque esto, en algunas ocasiones suponga, paradójicamente, retar en nuestra existencia como individuos, como familias y como sistemas abiertos.
al sistema de forma socialmente irreverente. Pero esta reflexión enlazaría con otros aspectos que superan en mucho el lí-
mite de este artículo y me confrontan definitivamente con la idea que expuse al
comienzo: la de no fatigarles más.
Hay que asumir que los sistemas quieren y no quieren cambiar, porque am-
bas cosas contienen peligros y generan miedos; y ambas son necesarias pa-
ra que el sistema exista: el cambio y la estabilidad. Bibliografía
Aristóteles. (2014). Política. Madrid: Gredos.
Esto supone, en suma, aceptar también nuestra propia condición paradójica: la Bakewell, S. (2011). Cómo vivir. Una vida con Montaigne. Barcelona: Ariel.
Chesterton, G. K. (1952). Obras completas, II. Barcelona: José Janés Editor.
de quienes nos ganamos la vida ayudando a las personas a cambiar… si ellas
Elkaïm, M. (comp.) (1998). La terapia familiar en transformación. Barcelona: Paidós.
deciden ponerse a ello. Escurridizo, sólido, loco, cuerdo, razonable, sentimen-
Ferrater Mora, J. (2005). Diccionario de filosofía. Tomos II y III. Barcelona: RBA.
tal, escuchador, directivo, alguien que sabe y entiende y es capaz de confesar Haley, J. (1989). Terapia no convencional. Las técnicas psiquiátricas de Milton H. Erickson. Bue-
que no sabe y no entiende, pasivamente activo y activamente pasivo… podría nos Aires: Amorrortu editores.
seguir en esta búsqueda de equilibrio entre opuestos para definir de forma pa- Linares, J. L. (2012). Terapia familiar ultramoderna. La inteligencia terapéutica. Barcelona: Herder.
radójica nuestra actividad profesional. Tal es la condición ideal que nos esfor- Minuchin, S. y Fishman, H. Ch. (1992). Técnicas de terapia familiar. Barcelona: Paidós.
zamos por alcanzar, lo cual no quiere decir que siempre (ni tan sólo a veces) lo Minuchin, S., Lee, W. y Simon, G. M. (1998). El arte de la terapia familiar. Barcelona: Paidós.
consigamos. Minuchin, S. (mayo de 2003). Salvador Minuchin y la terapia familiar. Seminario organizado por la
Societat Catalana de Teràpia Familiar, la Facultat de Psicologia i Ciències de l’Educació i de l’Esport
A menudo necesitamos tiempo para entender cómo las familias que solicitan Blanquerna (Universitat Ramon Llull), la Escuela de Terapia Familiar del Hospital de Sant Pau
nuestra ayuda elaboraron sus cuidadosas pautas relacionales, de qué forman (Master en Terapia Familiar Sistémica. Universitat Autònoma de Barcelona) y el Master en Terapia
se fueron entrampando en ellas, cómo acabaron en este tiempo muerto que les Cognitivo-Social (Universitat de Barcelona). Barcelona, España.
trajo a la terapia. Necesitamos explorar dónde aprendieron a hacer lo que ha- Ortega Allué, J., Lema, R. (diciembre 2017). «Estrategias y técnicas para aumentar la intensidad
terapéutica», en Redes (36), 151-170.
cen y cómo fueron aplicándose a mantener tales pautas durante años, en oca-
Raabe, J. (1980). El niño y el juego. Planteamientos teóricos y aplicaciones pedagógicas. Estudios
siones incluso durante varias generaciones, a pesar del dolor y sufrimiento que y documentos de educación de la Unesco. París: Unesco.
ello conllevaba. Cómo alguien se constituyó en chivo expiatorio, cómo aquél hu- Selvini Palazzoli, M. Boscolo, L., Cecchin, G., Prata, G. (1988). Paradoja y contraparadoja. Un nue-
yó alejándose sólo físicamente de la familia de la que se pretendía individuar, vo modelo en la terapia de la familia de transacción esquizofrénica. Barcelona: Paidós.
cómo el otro vivió buscando siempre un reconocimiento que le fue negado de
forma reiterada en su propia familia de origen… Necesitamos un tiempo efecti-
vo para la comprensión de esta complejidad, más que unas técnicas universales

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MOSAICO 73 Las paradojas en el trabajo con adolescentes consumidores de drogas y con trastornos de conducta.

Las paradojas en el trabajo


con adolescentes consumidores Introducción.
El ejercicio de la parentalidad en cada fase del ciclo vital tiene tareas diferen-
de drogas y con Juan Antonio Abeijón.
tes, y la adolescencia es un período en el que el joven desplaza sus inversiones
afectivas hacia sus pares, poniendo distancia emocional con su familia de ori-
trastornos de conducta. Médico psiquiatra.
Psicoterapeuta familiar.
Supervisor Docente de la EVNTF
gen, lo que conlleva a una nueva definición de las relaciones padres-hijos y un
aumento de las negociaciones en torno a los límites, qué se le permite hacer y
juanantonio.abeijon@gmail.com qué no, y qué nivel de autonomía va adquiriendo, concepto que los padres tien-
Iñaki Aramberri Miranda. den a relacionar con “la responsabilidad” mientras que para el adolescente va
Resumen. Psicólogo especialista relacionado con “la libertad”.
en psicología clínica.
El adolescente necesita al adulto para poder definirse a Supervisor docente de la Escuela
sí mismo, aunque rechaza aceptar necesitarle. Y a veces Vasco Navarra de Terapia Familiar Pero como dice Micucci (2006): Dejan de considerarlos [a sus padres] co-
el adulto no es capaz de responder a estas necesidades (EVNTF).
inaki@evntf-santpau.com
mo las figuras de autoridad todopoderosas y omniscientes de la infancia; en
del adolecente. Esto conlleva que la búsqueda del cambio, empiezan a distinguir sus fallas con notable claridad, y su forma de
adolescente se haga “por caminos tortuosos”, desafiando señalárselas suele caracterizarse por una notable falta de tacto. (p. 100).
las normas. Cuando estas familias acuden a terapia nos Palabras clave.
traen situaciones paradójicas. Es la forma de mostrarnos Paradoja, contraparadoja,
adolescencia, consumo, En esta fase hay un mayor cuestionamiento de los padres por parte de los hijos.
sus dificultades relacionales y de activarnos para que trastornos de conducta, Pero por parte de los padres también hay una disminución del consenso social
desafiemos su funcionamiento familiar. parentalidad. sobre cómo educar a los hijos. Al mismo tiempo está habiendo una menor pre-
sencia de los padres en la familia tanto por motivos laborales como por fractura-
ción de familias lo cual genera que estos progenitores esperen una aceptación
afectiva del hijo. Y también es un momento social en el que los padres con hijos
adolescentes hayan pasado también por sus períodos de contestación y rebeldía
a sus propios padres lo que pueda llevarles a sentirse inseguros sobre los límites
y normas que deben aplicar.
Los adolescentes se encuentran ante la paradójica contradicción de necesitar
al adulto que rechazan y los padres se encuentran ante la paradójica situación
de necesitar ser aceptados por los hijos a los que tienen que poner normas que
a su vez ellos en su tiempo desafiaron.

Adolescencia.

Como hemos comentado antes, la adolescencia es una fase de individuación


afectiva, con una necesidad por parte del adolescente de liberarse del senti-
miento de dependencia de los adultos lo cual les lleva a un rechazo de las reglas
que estos adultos y en concreto sus padres proponen. Este joven pone distan-
cia por temor a ser invadido por sus padres, pero también desde su inseguridad
percibe una necesidad de ser ayudado por ellos lo que le genera un sentimiento
de ansiedad debido a su temor a perderlos, y oscila entre decirles:
• “dejadme en paz, ya no soy un niño”
• “es que no me hacéis caso”

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MOSAICO 73 Las paradojas en el trabajo con adolescentes consumidores de drogas y con trastornos de conducta.

Jeamet (2011) lo dice de esta manera: “La contradicción, tal como la vive el Paradojas que aparecen en las sesiones de terapia.
adolescente, podría formularse así: Para poder ser autónomo, necesito una for-
taleza que no tengo. Puedo buscarla entre los adultos que posiblemente la ten- Esta fase del ciclo vital, es pues un momento difícil de gestionar, tanto para los
gan, pero esto amenaza mi autonomía” (p 579). progenitores como para los hijos adolescentes, apareciendo en éstos consumos
En resumen, es como si el adolescente dijese: Aquello que necesito es lo que de sustancias problemáticos así como trastornos de conducta.
me amenaza. Ésta es pues una de las paradojas ante las que se encuentra el Ante estas complicaciones, una de las formas de abordarlas es pidiendo ayu-
adolescente, en su relación con los adultos que necesita. da y realizando sesiones de terapia familiar.
En estas sesiones pueden aparecer y ser mostradas al equipo terapéutico
esas contradicciones de una manera que no puede dejar de sorprender e im-
pactar al profesional.
Las dificultades de los progenitores.

Los hijos se encuentran pues en una fase en la que reivindican más autonomía- Situación 1.
libertad y los padres se encuentran ante la tarea de valorar cuánta permiten, en
qué no deben intervenir, y en qué deben seguir poniendo límites y normas, des- La familia de Juan acude a la consulta prevista desde hace quince días. Juan
de una conexión afectivo-emocional con el hijo. es el segundo hijo de una familia formada por los padres y la hermana mayor
Son padres que en su adolescencia han tenido la posibilidad y el placer de li- que acaba de iniciar sus estudios universitarios en una ciudad distinta de don-
berarse de un buen número de obligaciones y normas que sus padres habían de habita la familia. Se ha iniciado una terapia de familia debido al consumo de
soportado sin ponerlos en cuestión. Y ahora se cannabis que hace Juan desde que tenía 13 años, hace 4, lo que ha ocasiona-
encuentran con hijos que pueden repetir cues- do bastantes discusiones en la familia. Juan ha interrumpido sus estudios de la
Y estos progenitores
tionamientos parecidos. b ESO, en la actualidad no estudia ni trabaja y además ha tenido bastantes proble-
se encuentran con
Hay algunos campos que podemos llamar mas de conducta en casa con discusiones que han acabado en enfrentamien-
muchos interrogantes
campos “clásicos” como el tema escolar, ho- tos violentos sobre todo con el padre y esto ha provocado que han debido llamar
sobre cómo intervenir
rarios de salidas, forma de vestir, sexualidad, a la policía en alguna ocasión.
en cuanto tales.
etc.., pero que ahora se abordan de forma dis- De hecho, es el juez el que ha sugerido una terapia familiar dadas las grandes
tinta a cuando él era joven, y hay nuevos cam- discusiones que se producían entre los padres y el hijo y que llegaron a inducir
pos como el tema de qué límites poner al acceso a internet o cómo manejar el una orden de alejamiento.
tema de piercings y tatuajes. Y uno de los campos “clásicos” aunque con algu- Juan reconoce el consumo, piensa que no es
nas variaciones es el consumo de sustancias, que antiguamente (para los pa- un problema para él, es más dice que esto le per-
dres de los padres) hacía referencia al tabaco y al alcohol, pero que para estos mite salir con los colegas y ganar algo de “pasta”
padres cuando eran adolescentes había más sustancias al alcance de la mano, con el trapicheo de la marihuana.
como la marihuana o el cannabis, o incluso sustancias más potentes. A la sesión de hoy no acude Juan, llegan los
Y estas interrogaciones que se plantean en torno a los límites van acompaña- padres diciendo que han tenido una discusión en
das de la capacidad de tolerar esa “rebeldía” del hijo que le permite no sentirse casa, “como siempre difícil” y que Juan les ha di-
dependiente. Rebeldía que deben afrontar con cierto umbral de tolerancia, pero cho que él no vendría a la sesión.
encauzándola, poniéndola límites y no personalizándola en exceso. Se inicia la misma hablando de cómo han ido
Jeammet (2008) percibe que el problema tiene que ver sobre todo con que las cosas en este tiempo cuando de repente,
los padres están cada vez menos seguros de tener el derecho de imponer a los mientras habla la madre el padre saca su móvil
hijos cualquier cosa que les pueda contrariar y evitan correr el riesgo de pertur- y empieza a enviar mensajes con él a través del
bar la relación que tienen con ellos. WhatsApp. Después de haberlo hecho varias ve-
Como decíamos en la introducción, los padres se encuentran ante la paradóji- ces el terapeuta se dirige al padre preguntándo-
ca situación de necesitar ser aceptados por los hijos a la hora de poner normas le si hay algún problema, dada la atención que el
que a su vez ellos en su tiempo desafiaron. padre está fijando en su teléfono móvil.

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MOSAICO 73 Las paradojas en el trabajo con adolescentes consumidores de drogas y con trastornos de conducta.

El padre mira a la madre y al terapeuta y les dice: “es Juan que está mandan- y está pendiente de iniciar un proceso de diálisis, estos procesos se han iniciado
do mensajes, me está preguntando cómo está la planta”. ¿Perdón? dice el tera- sobre todo tras el fallecimiento de su marido, es una mujer entregada a su fami-
peuta, “no entiendo, ¿a qué se refiere?”; “ya sabe dice el padre, qué cara dura, lia y dedicada al cuidado de los otros, participa junto con la hermana en unas
me pregunta si la planta está bien y si se la estamos cuidando, se preocupa por sesiones de terapia familiar que se ha iniciado y en la que dice que está harta
esto justamente hoy que no ha venido”. A una nueva pregunta del terapeuta, de las historias de consumo de drogas de su hijo y de sus comportamientos “si
que no sale de su asombro por lo que está produciéndose en la sesión, la ma- sigues así te tendrás que largar de esta casa” le dice y al mismo tiempo le dice
dre responde: “Ya sabe como son estos chicos no cuidan nada, si nosotros no “ahora tienes que ocuparte de mí que voy a empezar la diálisis”.
lo hacemos esta planta ya estaría muerta”. La madre proviene de una familia en Ignacio siempre dice que no tiene ganas de hacer nada, tan solo de quedar-
la que ha habido conflictos en las relaciones con los padres, ella salió de casa se en la cama, sin moverse, viendo la TV, sin trabajar, todo el tiempo acostado.
joven tras conflictos con su madre y estuvo viviendo con algunos colegas en una Se inicia un tratamiento en el que debe acudir a un Hospital de Día desde la
comuna “alternativa” durante algo más de un año y con cuyos miembros sigue mañana hasta la noche. En los grupos de Terapia siempre está hablando de lo
guardando relaciones. El padre viene de una familia más tradicional con mu- ansioso que se encuentra, con ganas de encamarse y de no hacer nada, acaba
chas reglas y normas. Incluso hay muchas diferencias en la forma de vestirse, de iniciar una relación con una chica que ha conocido por internet, ha salido al-
clásica, con camisa y corbata en el padre “es por el trabajo” dice y más provo- gunas veces con ella y a pesar que dice que le gusta su compañía en ocasiones
cadora en la madre con faldas en cortes y colores indios y el pelo con múltiples no acude a las citas que él mismo ha organizado; sus compañeros de terapia
colores muy llamativos. se extrañan de estos comentarios pues le devuelven una impresión de hombre
Se refieren a una planta grande de Marihuana que tienen en la casa. activo al que le gusta jugar al futbolín y participar en diferentes talleres activos
¿Cómo interpretar los mensajes que se han producido en esta sesión? del Hospital de Día. Cuando escucha esto es como si se hablara de otra perso-
El hijo que esta sin estar y además actuando de forma muy importante, intro- na, “yo no tengo ganas de hacer nada, estoy enfermo, solo quiero quedarme en
duciendo mensajes que son paradojas en la terapia ¿qué desvela en el evolutivo la cama”, “pero no te quedas le dicen los demás”, “estoy enfermo y sin ganas”
del trabajo que se está realizando? Ciertamente el mensaje es importante y co- repite. Ignacio va a celebrar sus 34 años y se propone que lo haga con su fa-
loca a la familia dentro de la terapia con una situación que se vive activamente milia invitándoles a una comida que él debe preparar. Celebran el cumpleaños
fuera de ella. y lo comentamos en la sesión de Terapia Familiar que se ha iniciado. La madre
¿Cuál es la pretensión de estos mensajes que se muestran sin ocultar dentro nos dice que ha estado a gusto y que le ha regalado a su hijo “un pijama nue-
de un territorio tan especial como es el territorio psicoterapéutico? vo” que le ha comprado.
¿Cuál es el mensaje que le envía la madre a su hijo con este regalo? ¿Te ten-
drás que ir de casa si sigues así pero yo te regalo un pijama para que estés mejor
Situación 2. con tu comportamiento? “Tu comportamiento me activa”. “No hagas esto que
haces y que me da tanta rabia y tanta preocupación y acción”.
Ignacio ha iniciado un tratamiento con el objetivo de parar con el consumo de
drogas, estimulantes tipo cocaína y anfetaminas, y alcohol. Ignacio tiene una
larga historia de tratamientos que se inician por trastornos de carácter depresi- Mensajes paradójicos como evidenciación de las contradicciones
vo que le han llevado a interrumpir sus estudios y trabajo en un taller, ha tenido parentales y como activación del sistema terapéutico.
dos intentos autolíticos, tomando medicación con OH y ha experimentado sen-
saciones extrañas con percepciones auditivas que han llevado a pensar en crisis Los mensajes paradójicos se expresan en la terapia con la activación y provoca-
de carácter psicótico. Ignacio viene de una familia formada por dos hermanas ción al sistema terapéutico que no puede “no leerlos”.
mayores que él y que viven con sus familias una cerca del domicilio donde se Los mensajes paradójicos desvelan los movimientos internos de la familia fue-
encuentra la madre e Ignacio y otra en otra ciudad lejana. El padre falleció hace ra de ella.
unos seis años, tuvo un trastorno psíquico importante diagnosticado de esqui- Los mensajes paradójicos activan las posibilidades de una intervención con-
zofrenia por el que estuvo en tratamiento con hospitalizaciones tras dos intentos traparadójica por parte del terapeuta en el espacio terapéutico.
de suicidio, su fallecimiento fue debido a un proceso infeccioso grave que se ¿Se podría leer el mensaje paradójico que la familia introduce en la terapia co-
produjo tras uno de estos intentos autolíticos. La madre ha atravesado dos pro- mo una signo de interés de cambio en la familia o como una resistencia al cam-
cesos cancerosos que han requerido tratamiento de quimioterapia y radiológico bio para así mantener la homeostasis?

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MOSAICO 73 Las paradojas en el trabajo con adolescentes consumidores de drogas y con trastornos de conducta.

¿Por qué una familia que no quiere cambiar lleva al espacio terapéutico un le preocupan. El consumo de drogas es una de esas cuestiones que van a bus-
mensaje paradójico? car expresarse a través de determinadas formas de comportamiento no siempre
¿Es un intento paralizador de la terapia o activador de la misma? problemático.
El espacio terapéutico cuando se ha construido, está definiendo una relación ¿Cómo deben los padres responder al consumo de drogas de sus hijos? ¿Acep-
entre los miembros del sistema familiar y los terapeutas. tar el consumo pensando que es una etapa pasajera? ¿Bloquear de cualquier
La propia contradicción presente en el mensaje paradójico activa las posibili- forma el consumo? ¿Compartirlo?
dades de cambio en la terapia. En nuestra práctica clínica nos encontramos con frecuencia con estas res-
No quiero ir pero envío un mensaje para estar presente en la sesión. puestas por parte de los padres:
“Estamos aquí porque no quieres que consuma marihuana y tú me cuidas la Juan deja mensajes a su hijo pegados a la puerta de su habitación: “eres un
planta y lo descubro (lo abro, lo dejo ver) en la sesión”. drogadicto, estás jodiendo tu vida” (situación 1).
“Me preocupa que no hagas nada y pases todo el día acostado y te regalo un Begoña, su madre recoge los restos del canuto para tirarlos a la basura pen-
pijama y lo cuento en la sesión”. sando que es tabaco de liar. (situación 1).
El espacio terapéutico permite al terapeuta ponerse en contacto y tocar las Felipe, padre de Antonio le recibe un día sentado en el sillón del salón dicien-
contradicciones del sistema familiar. do: “me he comprado una muy buena “maría” ¿quieres probarla? (otra situación
Hay que activar las respuestas del terapeuta pero ¿es esto posible? diferente no detallada).
El terapeuta no es un juez y no va a valorar los contenidos de los mensajes pa-
radójicos que la familia está aportando a la terapia.
El terapeuta va a devolver a la familia estos mensajes provocando una reorga- Debemos contestar a esta pregunta: ¿Dónde está el problema? ¿En el con-
nización de los componentes del sistema. sumo de sustancias del hijo o en las respuestas de los padres? ¿El consumo
El mensaje paradójico abre fuentes de información nuevas en la terapia. está relacionado con la necesidad de “romper”, típica de estas edades, o es
Los padres tienen posiciones distintas con respecto al cuidado de la planta un síntoma que nos avisa sobre dificultades evolutivas del adolescente con
de marihuana. las que él solo no puede? La conducta de los hijos “resuena” en la vida de
El padre (situación 1) nos dice que el hijo quiere estar en la terapia y que ellos los padres sea a nivel individual como de pareja.
no le traen.
La madre (situación 2) nos descubre que “la enfermedad del hijo y sus inca-
pacidades” la activan y no la dejan morirse.
Estos espacios abiertos deben activar al terapeuta y esta activación va a pro- Situación 3.
ducir un desafío en el funcionamiento del sistema familiar que podrá ser vivido
en el sistema terapéutico. Juan y Claudia están mirando el álbum de fotos familiar, comentan cómo, cuan-
Los mensajes paradójicos en las familias de adolescentes nos hablan de la ne- do eran jóvenes, ya hace 32 años recorrían el país con una moto y una mochi-
cesidad que el adolescente tiene del adulto y de cómo en muchas ocasiones el la, las fotos de los paisajes, de las acampadas, de la carretera, su hija Sofía de
adulto teme al adolescente y escapa de esta necesidad relacional. 17 años entra en la habitación, se acerca a los padres, les ve contentos y les
El adolescente se encuentra con las drogas de forma habitual en su medio na- pregunta: ¿Qué hacéis?, ellos le responden: estamos viendo fotos de cuando tu
tural, amigos, escuela, diversión, y en un momento de su desarrollo ha de res- madre y yo éramos jóvenes y hacíamos excursiones, Sofía mira las fotos y dice:
ponder a esta cuestión: ¿Quieres tomar algo? ¿Quieres esto: tomar esta pastilla, si teníais una moto y mira sin casco, la madre dice:” en aquella época no era
meterte esta raya, beberte esta copa, fumarte este canuto…?La respuesta de- obligatorio” Sofía aprovecha: “bueno eso quiere decir que para mi próximo cum-
penderá no solo de la información que el adolescente tenga de las consecuen- pleaños puedo replantear el tema de la moto”, “ni hablar” dice el padre, “ya he-
cias del consumo, sino de la percepción que sobre el consumo mismo tenga el mos hablado de ello”; “pero si vosotros también…” dice la hija; “no vas a com-
medio social al que pertenece y de la conexión que se establece entre la acción parar” dice el padre “nosotros éramos mucho más responsables”; “ya estamos”
de la sustancia con las necesidades personales y relacionales del propio ado- dice la hija gritando y pegando un portazo se va de la sala.
lescente. El padre no sabe que decir y la madre se levanta y abriendo el álbum de fotos
Por otra parte el adolescente cuestiona al adulto y con mucha frecuencia utili- comienza a retirar un montón de páginas; “¿Qué haces” dice el padre; “quitar
za su comportamiento como forma privilegiada para exponer las cuestiones que las fotos de nuestro viaje a Ámsterdam” responde la madre.

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El comportamiento de los hijos “resuena” en la historia de los padres, en oca-


siones esta resonancia se convierte en sentimientos de culpa paralizadores que
provocan la huida de los padres del encuentro con sus hijos, delegando en otros
la respuesta y la búsqueda de soluciones. Esta huida tiene un efecto negativo,
el bloqueo de los padres, pero también tiene un efecto positivo como es la crea-
ción de una Red de intervinientes que permite abrir el foco de los problemas,
desde los síntomas a las relaciones, siendo así más fácil encontrar vías de sa-
lida.

En su proceso de crecimiento el adolescente busca al adulto.

Ph. Jeammet (2008) en su libro cuyo título ya es de por sí significativo “Pour nos
ados, soyons adultes” (“Para nuestros adolescentes seamos adultos”) comenta
que nunca en la historia de la humanidad los jóvenes han recibido una educa-
ción de tan alto nivel, ni han tenido tanto acceso sobre el mundo, la información
y los medios de comunicación, con posibilidades de desarrollo inimaginables
hasta ahora. La mayoría de estos adolescentes y jóvenes van a aprovechar estas Resolver el abandono exigirá una estrategia relacional que en muchas ocasio-
posibilidades creativas pero unos pocos por el contrario van a bascular hacia el nes necesitará la expresión de rituales específicos para cada situación.
fracaso en la utilización de estas posibilidades. Este paso hacia la creatividad o Jeammet (2008) insiste en que el conflicto permite al adolescente tomar un
la destrucción va a depender ampliamente de la calidad de los encuentros que rol activo, tiene un valor de prueba con la que medirse y permite el manejo de
el adolescente va a hacer con personas significativas de su entorno entendido la agresividad en un clima positivo.
este en sentido amplio (familia, amigos, pares, educadores o medio sanitario) La confrontación adulto-adolescente es pues una necesidad, una puesta a
El adolescente necesita al adulto para poder definirse a sí mismo y cuando no prueba de la capacidad del adulto y una demostración de la necesidad que de
le encuentra no abandona su búsqueda sino que, pensando que ha equivoca- él tiene el adolescente. Esta confrontación se expresa en este caso con conduc-
do la estrategia de encuentro organiza nuevos caminos para poder encontrarle, tas muy disruptivas en las que se pierde el control fácilmente llegando a situa-
algunas veces tortuosos y complejos. ciones agresivas y violentas. Las pérdidas de control son vividas como expre-
La adolescencia es tradicionalmente un periodo importante de la vida caracte- siones de las dificultades del adolescente y se espera de él que adquiera una
rizado por cambios y convulsiones en el individuo en su proceso de ingreso en el mayor capacidad de control sobre ellas.
mundo adulto. Estos cambios se viven a diferentes niveles, físicos, hormonales ¿Pero cómo se adquiere un control en este tipo de conductas? ¿Se puede es-
y de crecimiento pero también psicológicos, afectivos, relacionales y de cons- perar un control?, más aún, ¿es el control deseable en esta y otras situaciones?
trucción del yo; en esta época se van a elaborar los procesos de autonomía y de ¿Hay que trabajar para introducir capacidades de control?
acercamiento crítico al mundo adulto. Las conductas agresivas y violentas expresan niveles de sufrimiento interno y
La relación de los adultos de la esfera familiar con los adolescentes es como va a ser necesario trabajar para que el sujeto adquiera cierta capacidad de con-
vemos especialmente significativa. Los adultos son un espejo en el cual el ado- trol, entendiendo este no como la desaparición de la conducta sin más sino co-
lescente se mira y se busca y solo se encontrará si el adulto es capaz de resistir mo la capacidad de “pasar del acto a la palabra”, es decir de poder verbalizar
ante esta mirada, encontrando a alguien con capacidad de respuesta. el sufrimiento interno.
El adolescente en su proceso de adquisición de autonomía necesita un marco El control de estas conductas no se adquiere de forma inmediata sino que es
referencial proporcionado por el adulto con la particularidad de que cuanto más un proceso. Hay que introducir elementos de control parcial aceptando fases
lo necesite peor lo acepta, lo que pone en cuestión constantemente el espacio de descontrol, y dentro de este proceso con etapas parciales la descarga es un
del adulto que frente a un adolescente que cuestiona su posición siente la tenta- elemento que posibilita el control posterior.
ción del alejamiento como forma de evitación del conflicto lo que el adolescente El control, aún ejercido desde el individuo sobre si mismo nos obliga a situar-
vivirá como abandono y no como espacio de libertad. nos en un sistema de fuerzas complejo y para el adolescente el sistema de re-

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MOSAICO 73
Reflexiones sobre la paradoja
como contexto para el trabajo
ferencia son los adultos significativos: sus padres. Es por lo tanto el “adulto sig-
nificativo” para el adolescente el eje sobre el cual el adolescente desarrollará su
con profesionales, Asier Gallastegi Fullaondo.
aprendizaje sobre el control personal.
Es necesario por lo tanto para el adolescente que desafía al adulto encontrar
equipos y organizaciones. Consultor, formador
y coach sistémico.
asier@korapilatzen.com
enfrente a alguien que no le teme, sino que más bien le contiene. Normalmente korapilatzen.com
el adulto no teme al hijo adolescente, puede sorprenderle y desorientarle, pero
no temerle. Si el temor aparece la relación se fija con características de escala-
“Toda la frontera real es difusa. Toda la frontera inventada es nítida”.
da, cuanto más temor más violencia y cuanto más violencia más temor.
Jorge Wagensberg.
En estos casos será imprescindible organizar estrategias que permitan desblo-
quear estas situaciones para avanzar en la resolución del problema relacional
establecido entre el adolescente y el adulto. “No hay fronteras, creedme, no hay civilización y del otro lado bárbaros: existe única-
La cuestión que se presenta tiene que ver también con el hecho de que si este mente el borde de la mutación que va avanzando, y que corre por dentro de nosotros.
proceso no se ha cerrado correctamente se crea una deuda que permanece ac- Somos mutantes, todos algunos más evolucionados, otros menos: hay quien está un po-
tiva en el adulto intentando cerrarla sintomáticamente, los síntomas en el propio co retrasado, hay quien no se ha dado cuenta de nada, quien todo lo hace por instin-
sujeto y/o en su contexto intentaran traer al aquí y ahora las cuentas no cerradas to y quien es consciente, quien hace como que no lo sabe y quien nunca es consciente
en el pasado y el pasado se expresa en el presente. quien hace como que no lo sabe y quien nunca lo va a comprender, quién clava los pies
en el suelo y quien corre alocadamente hacia delante. pero estamos ahí, todos nosotros,
Y estas problemáticas aquí comentadas, son difíciles de explicar para los a punto de emigrar hacia el agua. (...) el destino incierto y la esquizofrenia irrevocable
miembros de la familia, de ahí que su forma de aparecer sea mediante con- de los primeros mutantes es el mandato, jovial, que nos aguarda”.
tradicciones paradójicas. Alessandro Baricco. (2008).
Por ello la escucha atentas de estas contradicciones nos permitirá entrar a
cuestionar estilos relacionales cuya conflictividad no viene expresada de ma- Resumen.
nera directa, sino que viene escondida tras esas paradojas que nos traen a la
sesión. ¡Bienvenidas sean! Vivimos tiempos de paradoja, de transición. Una cosa y
la contraria aparecen como en un cuadro cubista. Líneas
y superficies fragmentadas y perspectiva múltiple representando
Bibliografía todas las partes del objeto en el mismo plano. En este contexto
desarrollamos nuestras vidas y profesiones hoy. En esta
Jeammet, P. (2008). Pour nos ados, soyons adults. Francia: Odile Jacob.
Jeammet, P. (2011). Síntomas y alteraciones de comportamiento en la adolescencia ¿son una res- realidad realizamos el trabajo de acompañamiento
puesta adaptativa aunque destructiva a una amenaza? En Pereira R. (comp) Adolescentes en el a organizaciones. ¿Cómo actualizamos nuestro saber
siglo XXI. Entre impotencia, resiliencia y poder. (pp 573-594). Madrid: Morata.
Micucci, J. A. (2006). El adolescente en terapia familiar. Cómo romper el ciclo del conflicto y el
sobre la paradoja y la gestión del cambio en esta
control. Buenos Aires: Amorrortu. realidad en transición?
Pereira, R. (2011). Adolescentes en el siglo XXI. Entre impotencia, resiliencia y poder. Madrid:
Morata. Palabras clave.
Paradoja, organizaciones, sistémica, coaching, consultoría,
empresa.

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MOSAICO 73 Reflexiones sobre la paradoja como contexto para el trabajo con profesionales, equipos y organizaciones.

Introducción: Tiempos de paradoja. tiempo donde la palabra “laboratorio” sirve de apellido a muchos proyectos im-
pulsados por instituciones públicas y privadas, las lógicas” políticas” necesitan
Escribe Alessandro Baricco (2008), “La sensación es la de vivir en tiempos de protegerse de los riesgos y cualquier atisbo de vulnerabilidad.
paradoja” (p. 210). Es el texto que uso al comienzo de este artículo. El nuevo “Sé espontáneo” es el “Experimentemos acertando” o el “Siéntete
Hay algo de esto en el ambiente. Las crisis económicas han roto la fantasía libre de obedecer”.
de crecimiento lineal y la función controladora de la realidad de los ejercicios
de planificación. La digitalización y la conectividad nos colocan en la posibilidad Las nuevas y viejas paradojas comparten, desde mi opinión, algunas pautas:
de aumentar la realidad que vivimos como cotidiano con una capa de interac-
ción y acceso a información cómo solo la ciencia ficción había podido describir. • Detrás de estas construcciones hay realidades. Quien así se expresa vive la
Con la capacidad de ver las conexiones invisibles, acceder a la complejidad tensión de las dos partes de la frase. Intuye algo importante en las nuevas
con el gesto de un “click”, acceder a una mirada y la complementaria, y la maneras de hacer y relacionarse y aún se siente atrapada en la anterior. Ne-
contraria. Continuar fijado a una única perspectiva de la realidad es un ejerci- cesita construir frases donde las dos partes de esta realidad tengan lugar.
cio que implica tozudez o rendición ante la intoxicación y la decisión de seguir
banderas. • La pauta de relación con la que nos conectan es muy probable que sea par-
Tiempos de incertidumbre, de transición. Todavía conviviendo con cierta es- te de un patrón más global y repetido. Están contándonos su manera de re-
peranza de encontrarnos en un salto entre estabilidades y teniendo la sensa- lacionarse. Estamos accediendo, sin que sean conscientes, a una informa-
ción que será tan largo el trayecto que la vida tiene más de desequilibrio que de ción más profunda. Nos conecta con una hipótesis si la percibimos como
equilibrio. Y esto, para el modelo que elegimos para conversar con la realidad un síntoma.
(la perspectiva sistémica), tiene sus implicaciones.
En este texto buscamos comprender el momento actual, las demandas que • Nos congelan. En el primer momento no sabemos a cuál de las dos partes
se contradicen y las posibles estrategias de un operador de cambio en organi- de la frase responder. Desde la lógica decimos o una cosa o la otra. El impac-
zaciones profesionales. to es la rigidez. Un mensaje que nos paraliza y hace pensar que no somos
capaces. Nos bloquean. No sabemos a cuál de los dos mensajes contradic-
torios debemos de atender. Es imposible acertar, siempre lo haremos mal.
La paradoja como demanda.
• Y luego, repetidas, las solicitudes paradójicas nos vuelven locos y locas. Nos
Las personas, organizaciones y comunidades que acompañamos se desarrollan lanzan a una trampa de la que solo podemos salir cuerdos cogiendo distan-
en este contexto en mutación. En esta vivencia de transición los mensajes mez- cia.
clados, ambiguos, contradictorios y paradójicos están muy presentes.
Cumpliendo a la perfección con la definición de prescripción paradójica que
describía Paul Watzlawick (1967) a modo casi de receta: Encuadres e intervenciones desde la lógica.

1. Una fuerte relación complementaría. Este juego es, a veces, parte de la encomienda que recibimos como facilitadores
de procesos de cambio. Nos piden una cosa y la contraria.
2. D
 entro del marco de esa relación, se da una instrucción que se debe obe- En este lugar hay una magnífica oportunidad de realizar una primera inter-
decer, pero también desobedecer para obedecerla. vención en la aclaración de la demanda. Hacer explícito este mensaje doble nos
puede ayudar a entender mejor las dos partes de la solicitud.
3. L a persona que ocupa la posición de inferioridad en esta relación no pue- Revelar el juego también normaliza la paradoja en el contexto de las tensiones
de salir fuera del marco y resolver así la paradoja haciendo un comentario sociales, organizacionales y personales. Y, además, ayuda a entender cómo, a
sobre ella, es decir, metacomunicando acerca de ella. (p. 180). veces, teniendo muchas consignas de por dónde deberíamos de avanzar no lo
hacemos. Comprender las contradicciones es una manera de atender a las ten-
Las organizaciones quieren que sus trabajadores y trabajadoras sean más res- siones clave en la organización. Lo que nos permite avanzar. Atender la nece-
ponsables y libres, a veces haciendo lo que sus jefes necesitan y quieren. En un sidad tras lo que llamamos “resistencia” y situarlo como parte del objetivo/reto.

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MOSAICO 73 Reflexiones sobre la paradoja como contexto para el trabajo con profesionales, equipos y organizaciones.

En algunos proyectos esta primera definición, antes del comienzo del proyec-
to o en sus primeras fases, ayuda a todas las partes implicadas a entender me-
jor lo que ocurre y puede ser la intervención más liberadora y clave del éxito del
resto de acciones.
Otra intervención en el marco de la lógica tiene que ver con acompañar en
la definición de frases, peticiones y objetivos que puedan rescatar aspectos de
ambas necesidades y puedan ser mas claros, integrados y matizados. En el
ejemplo de “Experimentar acertando” sería interesante plantear qué significa
“experimentar” y qué “acertar”, qué miedos pueden estar detrás, cuáles pue-
den ser los límites, dónde debemos de protegernos y dónde podemos probar a
hacer nuevo, ...
Necesitamos transitar por nuevos lugares, lo explica bien Frederic Laloux
(2016).

en itinerarios de exploración de soluciones. Nos declaramos personas expertas


Otro avance cognitivo revolucionario es la habilidad para razonar paradóji- en dinámicas y eso mismo acaba hipnotizándonos. Un enfoque centrado en so-
camente, transcendiendo el simple esto o lo otro con un pensamiento más luciones se aparta de una construcción épica de nuestra función. Escribe Insa
complejo de esto y lo otro. (…) El pensamiento “esto y lo otro” las ve cómo Sparrer (citando a Steve De Shazer) “Buscamos soluciones simples; simples,
dos elementos que se necesitan el uno del otro” Reinventar la organizacio- no fáciles”.
nes (p. 60). Lo que fue problema se disuelve como un terrón de azúcar en un vaso de
agua. Otro ejercicio contraintuitivo. El cambio a veces pasa por no contribuir con
nuestras palabras a hacer más presente y rígido la vivencia negativa. Desde el
En este contexto se revela especialmente interesante el ejercicio de dibujar los lugar que me corresponde en esta relación no invierto más energía en excavar
límites. En procesos donde la creatividad es clave hay personas que mantienen más en búsqueda de las raíces.
la importancia de volar libres sin obstáculos. Nuestra experiencia nos dice que Además, entramos en un terreno donde es pertinente recordarnos la necesi-
definir en el comienzo estas líneas rojas permite definir, paradójicamente si me dad de desenfocar del detalle y los contenidos para conectar con la totalidad y
dejáis hacer el juego fácil, todo lo que queda fuera de lo prohibido y por tanto es el sistema. Cuando trabajamos desde esta perspectiva lo relevante no se mueve
pertinente y está permitido cuestionar y evolucionar. en el mundo de los contenidos y las decisiones. Allí nos perdemos. Necesita-
Explicitación, normalización de la tensión, defensa ante los mensajes que nos mos entrenar nuestra manera de escuchar. Comprender la estructura. Si escu-
bloquean, tangibilización de los miedos/límites y formulación más clara e inte- chamos el contenido trabajamos con el contenido. Una solución no es un con-
gradora de las demandas. tenido, es una manera de acceder a los recursos, de aumentar la perspectiva.
Recuperamos de Gregory Bateson (2011) esta imagen que nos parece ilustra-
dora de esta afirmación: “Es como si la sustancia de que estamos hechos fuera
Enfoque centrado en solución. totalmente transparente y por ende imperceptible, y como si las únicas aparien-
cias de que podemos percatarnos fueran las quebraduras y los planos de frac-
Escribe Elisabeth Ferrari (2017) “Aquellas expresiones en donde “el conflicto” tura de esa matriz transparente” (p. 24).
no se codifica, es decir solidifica, ayudan a encontrar soluciones. A fin de cuen-
tas, solucionar un conflicto requiere de su licuación” (p.22).
A veces, y suele ser en los primeros momentos del proceso, levantamos el de- Aceptación como estrategia para el cambio.
do y afilamos una ceja para pronunciar la frase: “Resistencia al cambio”. Cari-
caturizo la situación porque tengo la sensación de que, a menudo, nos coloca- A veces en el trabajo con equipos nos topamos con una inversión importante
mos en el lugar del detective que busca síntomas y patrones. Creo que a veces de energía en la defensa de lo que somos. Nos sentimos amenazadas por infor-
contribuimos a fijar algunas dinámicas del problema y nos cuesta colocarnos mación más o menos fiable, que está más o menos decidida. Son equipos que

130 131
MOSAICO 73 Reflexiones sobre la paradoja como contexto para el trabajo con profesionales, equipos y organizaciones.

están centrados en la tarea y además dedican parte de sus, limitadas, energías cable a los sistemas complejos” escriben escriben
en la pelea. De alguna forma señalan lo que nadie parece querer ver o admitir. Y (O´Connor, J. y McDermott, I. 1998, p. 123).
como dedican tiempo a la reivindicación acaban etiquetados y en las siguientes Utilizamos el lenguaje del cambio y las estrate-
negociaciones deciden protegerse y poner límites a su implicación y entonces gias, permitidme la expresión, más contraintuiti-
dejan de estar disponibles para lo que emerge y las competencias más adapta- vas, cuando la sensación es de bloqueo, de males-
tivas acaban arrolladas por las defensivas. Y les pasa a ellos y a sus jefes, com- tar en el estancamiento, cuando diferentes datos
pañeros/as, se convierten en una característica de las relaciones, los equipos, nos reafirman en nuestras hipótesis y las estrate-
las organizaciones, … gias más lógicas no acaban de aportar movimien-
Se trata de la defensa como estrategia inconsciente de construcción de la rea- to a la situación. “Si no soy capaz de convencer a
lidad que temíamos. Esta mirada hoy, no sé lo que será mañana, me invita a alguien de que siga mis instrucciones, éstas, por
explorar los límites de la aceptación, a entender nuestras realidades como un eficaces que sean, fracasarán” escribe (Nardone
mar y a nosotros mismos como un pequeño velero buscando rachas de viento. 2010, p. 92).
Centrados en nosotros y en lo que va cogiendo forma. Escapando de las diná- Me gustó leer a William Hudson (1993) cuan-
micas que polarizan y contribuyendo a las que disuelven posiciones y certezas. do describe una estrategia que al parecer utilizaba
Rescatando nuestros potenciales desarrollados con anterioridad y en el tiempo Milton Erickson en algunas ocasiones “Se comu-
presente para avanzar hacia futuros que emergen. nicaba con pacientes y alumnos de una manera
ambigua; también solo ser ambiguo su comporta-
miento. Esto dejaba abierto a múltiples interpreta-
Encuadres e intervenciones desde la paradoja y la contraparadoja. ciones el sentido de los que decía y hacía”.
A veces me descubro utilizando cierta niebla que
Y dando un paso más, y como exploraban en la escuela de Milán y recogen Arist permite descubrir rincones escondidos parafra-
Von Schlippe y Jochen Schweitzer (2003), “La paradoja con la que la familia se seando a Mikel Laboa en Gure Bazterrak1 (1974).
enfrenta a los terapeutas es: “¡Cámbianos sin cambiarnos!”, y se responde -o se Considero que esta manera de provocar cambio
respondía- con la “contraparadoja”: “¡Sólo podemos cambiaros con la condición sirve como marco en el trabajo desde estrategias
de que no cambiéis!” (p.33). más verbales, incluyendo también otras maneras
Y si rescatamos esta mirada al trabajo con organizaciones, cuando la paradoja de hacer en el terreno del psicodrama, la metáfo-
se parece a esta frase, cuando resuena a una demanda para permanecer y no ra, las esculturas o las configuraciones espaciales/
cambiar, ¿Cómo es hoy la actualización o concreción de aquellas intervenciones constelaciones organizacionales.
contraparadójicas?
A veces probamos formulaciones similares a las exploradas en Milán. No son
muy habituales en el contexto de la empresa. Yo las utilizo con más naturalidad Cuatro ideas en relación a esta manera de inter-
en el “setting” de coaching individual, pero, también a veces, me doy el permi- venir:
so en contextos formativos o de acompañamiento a equipos.
Hay en el trabajo de acompañamiento en el contexto laboral, y desde mi ex- • Aceptar la defensa de una creencia como manera de formular la realidad,
periencia y perspectiva, una cultura de la escucha y la conversación más “ins- es una buena manera de contribuir a su cuestionamiento. Pelearnos levan-
tructiva”. El marco es el de la lógica y la hipótesis que, una vez descubiertas ta las murallas. Aceptar ayuda a bajarlas. De una manera estratégica y tam-
las dinámicas, podemos compartir nuestra visión como expertos externos y las bién profunda, entendiendo que hay algo importante que está debajo de la
personas comenzarán a desenredar sus nudos. El foco es la funcionalidad y las superficie que no hemos sido capaces de escuchar aún y que, quizás, he-
claves en el acompañamiento son el respeto y la certeza de una capacidad li- mos irritado antes de tiempo.
mitada por nuestra parte de incidir en la realidad. Lanzamos las preguntas y las
personas conectan con sus recursos.
1
Maite ditut maite geure bazterrak lanbroak izkutaztzen dizkidanean zer izkutatzen duen ez didanean ikusten uzten
orduan hasten bainaiz izkutukoa… nere barruan bizten diren bazter miresgarriak ikusten. (Amo nuestros rincones
“El lenguaje de la lógica se circunscribe, al ámbito del “si” y el “no”; el de la cuando la niebla me los esconde; cuando no me deja ver qué es lo que oculta. Pues entonces comienzo a desvelar lo
lógica difusa, al del “quizá” y el “tal vez”. La lógica difusa puede ser más apli- guardado. Aquellos rincones que comienzan a surgir dentro de mí).

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MOSAICO 73
Entrevista com Froma Walsh
sobre “resiliência familiar1”.
• Aliarnos con las personas que traen esta información y declaran su intención IV congresso Ibérico de Terapia Familiar.
de permanecer viendo la realidad de una manera diferente al resto de per-
sonas, incluidas el facilitador. Pedimos a estas personas que no cambien de
lugar. Que permanezcan protegiendo esta idea. Les necesitamos para traer
una información valiosa para el sistema que, de otra manera, perderíamos. Joana Sequeira2 & Maria Filomena Gaspar3
Sociedade Portuguesa de Terapia Familiar.
• No está en nuestras manos la solución. Nuestro foco no está en el conteni- Coimbra, Portugal Junho de 2019.
do. No focalizamos en los resultados, allí nos perdemos. Los conflictos no
son el hecho. Son la manera en la que nos relacionamos con el hecho. El 1. Como é que surgiu o conceito de resiliência familiar e qual a sua impor-
encuentro es siempre un proceso, no es un estado. Es posible que se que- tância na adaptação e nos processos de desenvolvimento das famílias que
de congelado, pero es un proceso. Se trata de hacer fluir algo que se con- enfrentam contextos de adversidade / stresse?
geló. Nuestras intervenciones buscan hacer más líquido lo que quedó soli-
dificado. O conceito de resiliência - a capacidade de superar a adversidade - chegou ao
primeiro plano no campo da saúde mental e nas ciências sociais. No passado,
• Una trampa a la trampa. Y ésta la conocemos bien porque hay mucha lite- a maioria das investigações e intervenções desenvolvidas concentrou-se na re-
ratura. En algunos casos de batalla más abierta con el facilitador, lanzar un siliência no desenvolvimento individual, particularmente nos jovens, que supe-
mensaje como: “No cambies” coloca a la persona en otro dilema diferente. raram maus-tratos ou as condições de pobreza da infância e conseguiram ser
Si sigo manteniendo esta posición, hago caso al facilitador y si no le hago bem sucedidos. Porém, mais recentemente, um corpo crescente de investi-
caso, cambio mi posición. gação expandiu a nossa compreensão da resiliência humana, evoluindo de uma
compreensão baseada em modelos estáticos e em traços individuais, para o re-
Hay muchos puentes aún por explorar entre el mundo de la psicoterapia y la conhecimento da interação dinâmica de processos sistémicos multi-nível (Mas-
consultoría sistémica. El reto sigue siendo importante. En tiempos de mutación, ten & Monn, 2016).
de transición y de paradoja, necesitamos de otras palabras, de otros lenguajes. 1
Froma Walsh, PhD é cofundadora e codiretora do Chicago Center for Family Health e Firestone Professor Emerita na
Lenguajes de cambio. University of Chicago.
2
Joana Sequeira é Professora no Instituto Superior Miguel Torga, Coimbra, Portugal.
3
Maria Filomena Gaspar é Professora na Faculdade de Psicologia e de Ciências da Educação da Universidade de
Bibliografía Coimbra, Portugal.

Bateson, G. (2011). Espíritu y naturaleza. Editorial Amorrortu.


Baricco, A .(2008) Los Barbaros: Ensayo sobre la mutación. Editorial Anagrama.
Ferrari, E. (2017). Solucionar conflictos con constelaciones sistémicas estructurales Syst. Edito-
rial Ferrari Media.
Garcés, M. (2017). Nueva Ilustración Radical. Editorial Anagrama.
Hudson, W. (1993). Raíces profundas: Principios básicos de la terapia y de la hipnosis de Milton
Erickson. Editorial Paidós. Terapia Familiar.
McDermott, I., O’Connor, J. (1998). Introducción al pensamiento sistémico. Editorial Urano.
Nardone, G. (2010). Problem Solving Estratégico: El arte de encontrar soluciones a problemas irre-
solubles. Editorial Herder.
Laboa, M. (1974). Geure Bazterra. En Zuzenean [CD]. Traducción en: http://www.ehu.eus/mike-
llaboa/es/kantak/gure-bazterrak.
Laloux, F. (2016). Reinventar las organizaciones. Editorial Arpa.
Sparrer, I. (2007). Enfoque centrado en solución en constelaciones sistémicas. Editorial Herder.
Von Schlippe, A., Schweitzer, J. (2003). Manual de terapia y asesoría sistémicas. Editorial Herder.
Watzlavick, P. (1967). Teoría de la Comunicación Humana. Editorial Herder.

134 135
MOSAICO 73 Entrevista com Froma Walsh sobre “resiliência familiar”. IV congresso Ibérico de Terapia Familiar.

O meu trabalho, de mais de duas décadas, procurou desenvolver a nossa com- mento de uma situação adversa. As forças e as estratégias de uma família po-
preensão da resiliência em sistemas familiares e aplicações práticas no trabal- dem variar de acordo com seus desafios contextuais/situacionais, os recursos
ho com famílias que enfrentam situações de adversidade altamente stressan- disponíveis e a diversidade das normas sociais e culturais existentes.
tes e traumáticas. A resiliência familiar refere-se à capacidade da família, como
um sistema funcional, para resistir e recuperar da adversidade (Walsh, 2003;
2016a; b; c). Em vez de um conjunto de características, envolve processos rela- 3. Quais são os principais aspetos a considerar em intervenções preventivas
cionais dinâmicos no lidar com desafios sérios na vida. Mais do que lidar com ou que visam promover a adaptação e a resiliência? Quais grupos (jovens, fa-
sobreviver a resiliência envolve adaptação positiva e à capacidade de prosperar. mílias em certas fases do ciclo vital familiar, famílias em transição, etc),
Com o sofrimento e a luta, tanto a transformação pessoal, quanto a relacional, e contextos (escolar, saúde, etc.) que escolheria para desenvolver este tipo
o crescimento positivo podem ser conseguidos. de intervenção e porquê?

Uma orientação para a resiliência familiar pode servir como um quadro orienta-
2. O
 que é que os resultados da investigações evidenciaram sobre famílias re- dor para uma vasta gama de intervenções em saúde mental e em serviços co-
silientes, nas últimas décadas? munitários com famílias que enfrentam adversidades. A abordagem é flexível e
adaptável para: (1) se adequar a diversas famílias e a diversos contextos sociais;
Tem havido um interesse crescente na investigação da resiliência familiar, nu- (2) ser relevante nas diversas situações de adversidade e seus desafios; e (3)
ma gama ampla de situações adversas, desde doenças, deficiências e perdas promover a viabilidade de muitos caminhos diferentes na resiliência.
nas famílias até catástrofes em toda a comunidade. A maioria das investigações
realizadas até agora utiliza métodos qualitativos ou metodologias combinadas Existe um crescimento acentuado na conceção e implementação de serviços
(Walsh, 2016a). orientados para a resiliência familiar numa vasta gama de configurações e con-
textos.
No Modelo de Resiliência Familiar (Family Resilience Framework) que desen-
volvi, nas últimas duas décadas, integrei os resultados de investigação exis- Ao longo de 27 anos, no Chicago Center for Family Health, desenvolvemos
tentes sobre resiliência e sobre famílias que têm um bom funcionamento, ba- vários programas para (para uma descrição mais detalhada consulte Walsh,
seando-me igualmente na minha própria experiência de investigação e prática 2016a e 2016 b):
(Walsh, 2003; 2016a; 2016b). Foram identificados nove processos transacio- • Recuperação de crises, traumas e perdas (por exemplo, abuso relacional,
nais chave em três domínios (ou seja, dimensões) do funcionamento familiar: luto complexo, desastre comunitário, traumas relacionados com a guerra e
- Os sistemas de crenças familiares, os quais promovem a resiliência dos situações de refugiados).
seus elementos ao: 1) dar significado às experiências adversas; 2) manter a • “Desafios de navegação” com transições perturbadoras (por exemplo, per-
esperança e uma perspetiva positiva de iniciativa ativa e perserverança; e 3) da de emprego, migração, separação, divórcio, acolhimento residencial de
basear-se em valores, práticas e propósitos transcendentais ou espirituais crianças e jovens, formação da famílias adotiva).
- Os processos organizacionais familiares, os quais promovem a resiliência atra- • Condições crónicas multistresse (doença grave ou deficiência, pobreza, dis-
vés de: (4) uma estrutura flexível, porém estável, com uma orientação forte criminação).
para o cuidar, orientar e proteger; (5) conectividade para apoio mútuo e tra- • Superação de obstáculos para o sucesso (jovens em risco, famílias e co-
balho em equipa; e (6) recursos familiares, sociais e comunitários alargados. munidades vulneráveis e comunidades - por exemplo, parcerias família-
- Os processos de comunicação, os quais promovem a resiliência através de: escola).
(7) informação clara; (8) partilha emocional, tanto de sentimentos doloro-
sos como de interações positivas - apreciação, alegria, humor e aceitação Esta abordagem pode ser útil para casais e famílias em processo de aconsel-
dos problemas; e (9) resolução de problemas colaborativa e proatividade na hamento ou terapia breve, grupos multi-familiares e fóruns comunitários. As in-
preparação para desafios futuros. tervenções utilizam princípios colaborativos e abordagens sistémicas baseadas
nas forças. Porém centram-se, de forma específica, na influência de stressores
Os profissionais que trabalham com as famílias devem desenvolver as inter- significativos nos problemas em curso e visam fortalecer as capacidades fami-
venções partindo das crenças e práticas que fortalecem a família no enfrenta- liares de adaptação positiva.

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MOSAICO 73 Entrevista com Froma Walsh sobre “resiliência familiar”. IV congresso Ibérico de Terapia Familiar.

4. Q
 uais são os principais aspectos a considerar nas intervenções clínicas seu espírito. Ela também cultiva o humor,
com famílias em situações multi-complexas e vulneráveis(pobreza, má alimenta amizades fortes e cuida da sua
gestão de recursos, exclusão social, etc.) para promover a adaptação e a irmã doente.
resiliência?
Acredito que a melhor maneira de alimen-
Precisamos ter cuidado para que o conceito de resiliência não seja usado in- tamos a nossa resiliência é através de co-
devidamente para rotular famílias como “não resilientes” se elas não estão a nexões significativas: para mim, com os
ser capazes de supercar as suas dificuldades. Famílias que enfrentam muitos meus entes queridos, amigos, colegas
obstáculos sociais e económicos são frequentemente culpabilizadas pelos seus e alunos, comunidades mais amplas e
problemas. Precisamos compreender que as famílias em dificuldade estão mul- além; através de recursos espirituais, mú-
ti-stressadas e têm muito poucos recursos. É crucial que as intervenções e pro- sica, arte e natureza, e através de ligações
gramas sistémicos tenham em conta esses obstáculos e promovam mudanças com animais. O meu querido cão, Shasta,
nos sistemas mais amplos e nas estruturas institucionais que possibilitem que trouxe-me imensa alegria: quando se en-
as famílias vulneráveis possam evoluir. rola nos meus pés, quando estou no com-
putador, quando me proporciona oportunidades diárias de pratica de meditação
ao caminhar e o seu conforto quando me encontro a recuperar de uma doença -
5. C
 omo é que podemos desenvolver a resiliência dos profissionais no trabal- agora sou eu que estou a cuidar dele nos seus últimos tempos de vida conosco.
ho com famílias que enfrentam desafios múltiplos e complexos?
Na minha própria experiência, e com clientes que sofreram perdas trágicas, a
Pilar Hernandez introduziu o conceito de Resiliência Vicariante (Vicarious Res- nossa resiliência também emerge através do contato compassivo com outros
ilience). Na investigação que desenvolveu na Colômbia descobriu que quando em necessidade; numa ação concertada pela justiça social e pelo nosso plane-
os profissionais exploravam e encorajavam a resiliência dos sobreviventes de ta ameaçado. A resiliência humana floresce através da nossa interconexão pro-
trauma, embora sofrendo, eram revitalizados pelas histórias inspiradoras das funda.
pessoas com quem trabalhavam e experimentavam um crescimento positivo,
quer no trabalho, quer na sua vida pessoal.
Sugestões de Leitura
Hernandez, P., Gangsei, D., & Engstrom, D. (2007). Vicarious resilience. A new concept in work with
6. C
 onsidera-se resiliente? O que é faz, como é que se cuida, para promover those who survive trauma. Family Process, 46, 229-241.
sua resiliência? Masten, A., & Monn, A. R. (2015). Child and family resilience: A call for integrating science, practi-
ce, and training. Family Relations, 64(1), 5-21.
Walsh, F. (2003). Family resilience: A framework for clinical practice. Family Process, 42(1), 1-18.
Adversidade - e resiliência - fazem parte da condição humana. Como todas
Walsh, F. (2007). Traumatic loss and major disasters: Strengthening family and community resilien-
as pessoas, enfrentei experiências na família e de vida desafiadoras (Walsh, ce. Family Process, 46(2), 207–227.
2016b). Ao trabalhar a minha família de origem, quando comecei a perceber as Walsh, F. (2009a). Human-animal bonds II: The role of pets in family systems and family therapy.
muitas perdas dolorosas e dificuldades que meus pais enfrentaram, vi as suas Family Process, 48(4), 481-499.
limitações através de uma nova lente, desenvolvendo compaixão pelas suas lu- Walsh, F. (2009b)(Ed.) Spiritual resources in family therapy. New York: Guilford Press.
tas e apreciando sua capacidade notável de resiliência, enfrentando desafios e Walsh, F. (2012/2016). Normal family processes: Growing diversity and complexity. Processos nor-
mativos da familia, 2016, Portuguese edition, Artmed Pub.
reinventando corajosamente. a sua vida. Sinto-me grata pelo amor e encoraja-
Walsh, F. (2016a). Applying a family resilience framework in training, practice, and research: Mas-
mento deles que alimentaram a minha resiliência. tering the art of the possible. Family Process, 55, 616-632.
Walsh, F. (2016b) Family resilience: A developmental systems framework. In Special Issue, Resi-
Na vida diária e nos momentos de dificuldade, cada um de nós precisa encon- lience in Developing Systems, A. Borge, A. Masten, & F. Monti, Eds., European Journal of Develo-
trar formas significativas e positivas de praticar a resiliência. Ada, uma mulher pmental Psychology, DOI: 10.1080/17405629.2016.1154035
Walsh, F. (2016b). Strengthening family resilience. (3rd ed). New York: Guilford Press. (1st edition.,
inspiradora de 99 anos de idade do meu grupo de yoga, partiçha que tenta to-
Spanish trans., 2004, Amorrotu editors; Portuguese translation, 2005).
dos os dias fazer algo para nutrir a sua mente, algo para o seu corpo e algo para

138 139
y más...
Entrevista.
Un diálogo sobre familias y hogares.
En el nombre del padre.
Intervención sistémica con progenitores
varones de personas con discapacidad
intelectual.
Terapia familiar y adopción internacional:
Cuando el miedo paraliza a las familias
adoptivas.
25 Años de la FEATF:
Reflexión y Balance.

141
MOSAICO 73 Entrevista. Un diálogo sobre familias y hogares.

Entrevista. Un diálogo
sobre familias y hogares. podamos sustraernos a que eso sea todo y así en-
tonces recuperar esa condición vivida que tam-
bién está siempre allí aun cuando no esté muy
a la vista. Pero lograr eso no es como recuperar
un territorio virgen, sino más bien sustraer de ese
Carolina Besoain y Marcelo Pakman proceso de desvitalización, que tiene mucho que
ver con la adquisición del habla, y recuperar en
Carolina Besoain: Hola Marcelo, muchas gracias por estar acá con nosotros en cierta medida la experiencia que está teñida por
la Facultad de Psicología de la Universidad Alberto Hurtado. En tus últimos li- el lenguaje pero que también excede al lenguaje.
bros, sobre todo en Texturas de la imaginación, pero también en tu último libro, Al respecto también agregaría que, cuando alu-
que lo continua y que nos viniste a presentar, El sentido de lo justo, que es el dimos a la idea de construir el conocimiento, es
segundo de una trilogía, hay una cierta insistencia en invitarnos a tus lectores a importante recordar que es una ilusión que el co-
pensar la vida que está más allá de la normatividad y que está más allá de los nocimiento sea una pura construcción, ya que no
guiones micro políticos que la disciplinan. Pero no solo eso, sino que también es como si fuera una construcción arquitectóni-
hay una invitación a ir más allá de aquello que, en tus palabras, trivializa o vuel- ca que uno puede planear y después hasta cierto
ve fútil la experiencia humana. Pienso que esa invitación resulta también provo- punto llevar adelante, porque no es una cuestión
cadora para la producción de conocimiento en general, no solo para la psicote- que dependa en primer lugar y totalmente de la
rapia. De hecho, en nuestro propio trabajo de investigación, muchas veces nos voluntad. La construcción del conocimiento no es un fenómeno puramente vo-
encontramos preguntándonos cómo hacer para construir un conocimiento que luntarista. Creo que hay una cierta arrogancia humana al pensar que nosotros
no domestique o trivialice lo que aparece en nuestro encuentro con los partici- construimos nuestro conocimiento porque nosotros estamos inmersos en el co-
pantes que entrevistamos, a quienes visitamos, a quienes les pedimos incluso nocimiento ya antes de la adquisición del habla, desde el momento en que ya
fotografías. Entonces, mi primera pregunta tiene que ver con cómo piensas tú, vamos conociendo por el hecho de estar vivos y la vida es en buena parte ese
o qué consideraciones sería importante tener, para poder construir un conoci- modo primario de conocimiento al que se agrega después el conocimiento más
miento vital, que no colapse la singularidad, que no sea algo que quede despro- reflexivo, más racional. Lo que pasa es que, una vez que se agrega, esa dimen-
visto del sentido del encuentro que dio origen a eso de lo que después vamos a sión es muy poderosa, tan poderosa que nos puede llevar a la ilusión de que
querer escribir o decir algo. el conocimiento es una construcción pura. Pero, sin embargo, el conocimiento
nunca pierde esa cualidad, esa potencialidad de conocer en el sentido de estar
Marcelo Pakman: Sí, bueno gracias a ustedes por la invitación, sé que han he- ya vivo en situación, y en ese aspecto hay un conocimiento vívido, el del sentido
cho un esfuerzo organizativo de todo tipo para que yo pudiera visitarlos aquí, lo primario del que van a surgir significados más adelante. Y ese sentido se pue-
cual siempre es muy lindo ya que implica volver a Chile. Estoy de acuerdo en de recuperar si uno logra sustraerse de esa nube de significados más abstrac-
que yo tengo esa insistencia en mi trabajo, insistencia acerca de qué movimien- tos y desvitalizantes y para lograrlo no es que haya que hacer algo muy especial
tos podemos hacer para no caer en la domesticación de nuestras prácticas o, tampoco. Lo que sí es necesario es estar avisado de que todas las fuerzas que
más bien, cómo podemos hacer para sustraernos a esa domesticación. Porque nos atraviesan, a las cuales concibo como fuerzas micropolíticas que se hacen
no es que haya una metodología para evitar que eso suceda, porque eso suce- dominantes, que domestican toda la experiencia, pueden hacer que ese senti-
de inevitablemente desde el momento en que no hay territorios previos libres de do vívido, sensual y material, quede totalmente marginado, que quede acallado,
esas fuerzas de domesticación, fuerzas de desvitalización. También es caracte- que quede sumergido, y ese sería el cuidado que hay que tener porque, por lo
rístico de esas fuerzas la trivialización, que le quita de algún modo la condición demás, siempre hay puntos de resistencia a esa domesticación a los que po-
vívida a lo que experimentamos. Entonces yo diría que no hay una metodología demos recurrir. Entonces, es importante que prestemos atención a esos pun-
previa para que se pueda evitar esa trivialización, contra la que uno se pudiera tos de resistencia que son puntos de indeterminación parcial, ya que tienen la
vacunar de algún modo, porque esa domesticación, desvitalización, trivializa- potencialidad de que se desarrollen a partir de ellos fenómenos de cambio que
ción es en alguna medida lo que ya sucede, ya estamos adentro de ese proce- nos sorprenden. Y nos sorprenden porque nos hemos desacostumbrado, a lo
so, nos encontramos en su interior. Pero lo que quizás podemos hacer, lo que largo de nuestra educación, de nuestro crecimiento y como se desarrolla, a que
podemos intentar al menos, es tratar de que eso no sea todo lo que sucede, que esa dimensión del sentido es como si no existiera, y eso ha sido legitimado en el

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MOSAICO 73 Entrevista. Un diálogo sobre familias y hogares.

discurso filosófico. Siempre hubo corrientes que legitimaron esta idea de que la CB: De dos maneras. Primero le pedimos a los
experiencia humana es básicamente lingüística, que está en el habla, que está miembros del hogar que traigan a la entrevista fo-
en el mundo del significado, pero esta postura se potenció con el giro lingüístico tografías históricas, de archivo, álbumes familiares,
durante el siglo XX, giro curioso por el momento en que se dio, en un siglo pla- que ellos puedan elegir, porque les parece que ha-
gado de cosas tremendas que nos sucedían. Y entonces es bueno recordar que blan o les ayudan a contarnos de qué se trata el ho-
cuando decimos “nosotros construimos el conocimiento”, hay un conocimiento gar para ellos. Pero también, luego, en un segun-
que se construye solo, como una sorpresa y que es anterior a “nosotros” mis- do momento, le pedimos a uno de los miembros
mos. También es parte de la predominancia del giro lingüístico que tengamos del hogar hacer un relato de vida en profundidad,
la idea naturalizada de que ese “nosotros”, esos “yoes”, o esos “sujetos” como sobre cómo ha sido su historia, o su experiencia
se hizo común llamarlo durante el siglo XX, presiden toda la experiencia, como de familia, en el hogar, en singular. Y entonces le
si fueran los dueños de la experiencia, cuando en verdad no lo son. Entonces, pedimos a esas personas que tomen fotografías,
para mantener la ilusión de esa predominancia del sujeto tenemos permanen- les pasamos una cámara o ellos las toman con sus
temente que hacer algo para anular esa dimensión de sentido que es anterior al propios celulares. Son fotos actuales de produc-
habla. Y lo hacemos. Pero entonces es esa dimensión la que hay que recuperar. ción libre.
Y hay que ver en cada situación singular cómo es que eso sucede, porque estas
son cosas de las que se puede hablar en general hasta un cierto punto, después MP: Creo que hiciste una distinción que es impor-
hay que hablar de situaciones específicas. tante. Decías que, para no quedarse solo con ele-
mentos discursivos, lingüísticos, y en la búsqueda
CB: Justamente para ir a una situación un poco más específica, nosotros, en de un acceso a ese ‘algo más’, encuentran la foto-
esta búsqueda de maneras de dejarnos tocar y construir conocimiento en la in- grafía. Y la fotografía es un prototipo de lo que nos
vestigación, hemos buscado distintas puertas de acceso a nuestra pregunta ini- sorprende en relación con lo que estamos viviendo.
cial de investigación: ¿qué es el hogar? Y una de esas puertas ha sido la foto- Porque incluso una fotografía posada, que trate de
grafía. Y la pensamos, desde el comienzo, como una manera de entrar más en cumplir con ciertas normas de la época acerca de
esa dimensión de las texturas de la experiencia, diferente de la aproximación lo que es un conjunto familiar, por ejemplo, tiene,
discursiva que también es muy protagonista en las ciencias sociales en gene- requiere, un trabajo para que suceda de ese mo-
ral. Ahora, en ese camino, ha sido muy importante para nosotros la reflexión de do. Si no sucede ese fenómeno que llamamos “salió mal”. “Salió mal” quiere
qué es una imagen y cómo encontrar un modo de poner a trabajar esa imagen, decir que no logramos totalmente apropiarnos de la escena, de domesticarla.
para poder desplegar su potencia. Y en ese sentido hemos pensado algunas co- Pero además está la instantánea, que tiene ya justamente la intención de dar-
sas. Pensamos que la foto, además de una operación de representación, de un le más lugar al instante y, con ello, a la sorpresa. De allí que a veces aparecen
ideal de hogar, por ejemplo, también ofrece otras posibilidades. Por ejemplo, es esas cosas que hacen que uno quiera descartarlas, romperlas, porque nos de-
un dispositivo que hace que algo se vuelva visible y al mismo tiempo torna algo cimos: “ay, qué feo lo que apareció, no somos así”. Pero sí somos así, también
invisible, no deja ver. También hemos pensado que la fotografía es una invita- somos así, lo que pasa que hay modos en que aparecemos que no nos gustan,
ción, mirar el hogar desde un particular punto de vista. Nos ofrece o nos invita a y sobre todo no nos gustan porque son juzgados desde un cierto lugar y ese lu-
vincularnos con la experiencia de nuestros participantes desde cierto ángulo. Y, gar muchas veces cumple con cánones estéticos e ideales de familia. Enton-
al mismo tiempo, hemos pensado que las fotos son en sí mismas algo así como ces fotografiar es un acto riesgoso. Uno fotografía lo que ve y va a aparecer al-
una operación de subjetivación, en tanto hay una modulación, una estilización, go que no es lo que uno ve. Porque el ver está ya un poco domesticado por los
de ciertos imaginarios de hogar o de familia, que se ponen en juego en esa foto cánones. Pero siempre aparece esa sorpresa con el caracter súbito que tiene.
particular. Tú has trabajado muchísimo el concepto de imagen, del imaginario Uno inmediatamente ve otra cosa, que no es un elemento discursivo, que tiene
social, de la imaginación, entonces ¿Qué consideraciones te parecen a ti claves que ver con la modulación espontánea e incontrolable en buena medida de la
para una aproximación a la fotografía? luz. No casualmente, cuando después de la muerte de Foucault, Deleuze co-
mo homenaje reflexiona sobre obras de Foucault y escribe sobre él, y hace allí
MP: Antes de decir algo más sobre esta cuestión, ¿Cómo usan la fotografía en una distinción entre la enunciación discursiva como concepto de Foucault, por
relación con el hogar? un lado, y lo que él llama la visibilidad por otro. Lo que contrasta a la enuncia-

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MOSAICO 73 Entrevista. Un diálogo sobre familias y hogares.

ción discursiva es la visibilidad. ¿Y qué es la visibilidad? Es la dimensión de la Que son expresiones de esa sorpresa que involucran un juicio estético casi in-
luz en la que nosotros existimos. Existimos en esa dimensión, de un modo in- mediato. Y en ese juicio estético, en parte, hay una comparación con los idea-
manente de modo tal que no la tenemos en cuenta porque es como el oxígeno les, que ya son ideales micropolíticos. Pero siempre hay algo más que se puede
que respiramos, es fundamental, parte constitutiva de la vida. Pero nos olvida- tomar y que síncopa, para usar un término de Nancy, a esas micropolíticas. Y
mos de eso y aparte nos hemos hecho la costumbre de decir “bueno, sí existe, ese algo más es lo que Barthes llamaba, justamente respecto a la fotografía, el
pero no importa, lo que importa es lo discursivo”. Y aunque hay justamente una ‘punctum’, el elemento singular sin el cual una foto no es esa foto única, siem-
dominancia de lo discursivo a través del desarrollo desde la adquisición del ha- pre que no sea totalmente estereotipada. Y esa foto no es totalmente reducible
bla Deleuze hace algo interesante que es decir que esa dimensión de la visibili- a la foto que nosotros hemos sacado. Es siempre algo que conserva la posibili-
dad sí que importa y él lo subraya en Foucault casi más que Foucault mismo. Y dad de sorprendernos. Y Barthes contrastaba el ‘punctum’, ese elemento singu-
es interesante que lo haga, porque está atento a algo que está más allá de eso lar, con el ‘studium’, que es todo lo que en la dimensión reflexiva se puede de-
que se dio progresivamente en el siglo XX por llamar el sujeto, que vino a reem- cir acerca de lo que aparece en la foto. Se puede estudiar la ropa que la gente
plazar a la persona, o a quien existe, al existente. Entonces, la fotografía es un usa, o que no usa. O se pueden estudiar cosas que tienen que ver con estudios
intento de entrar en esa dimensión de la cual depende, de no dejar desapare- antropológicos o con la psicología académica, etc. Pero más allá de todo esto
cer a la dimensión en la que existimos modulados por la luz. O sea que la foto- está el ‘punctum’, que es etimológicamente ese elemento en una fotografía que
grafía tiene una materialidad constitutiva muy intensa que no es la materialidad nos pincha, que nos toca y que nos traumatiza también. Y cuanto más estamos
del significante discursivo, que también es una materialidad, pero no es la úni- apegados como sujetos de una micropolítica dominante que intenta eliminar esa
ca materialidad. Está también la materialidad de la visibilidad que nos engloba dimensión de sentido, en lo que constituye una verdadera tradición eliminatoria,
permanentemente y aprendemos a hacer cosas con ella. Los fotógrafos, los que más nos traumatiza. Entonces es lindo que hayan utilizado la fotografía. Ahora
hacen cine, tratan también de jugar con eso. Pero jugar con eso quiere decir ju- bien, lo han hecho para un estudio que ustedes hacen sobre el hogar, ¿por qué
gar con algo que ya se da como una aparición. Entonces, si bien podemos po- usan el término hogar?
ner el acento solamente en lo que nosotros hacemos, en cómo construimos la
imagen fotográfica, la imagen también es algo que nos llega, que aparece. Esto CB: Sí, mira es una buena pregunta, porque para nosotros ha sido importante
es muy importante, cuando decías que no es solo representación trata creo del el hogar como un punto de partida para pensar en varias cosas. En un primer
reconocimiento de que es también aparición. Entonces es muy importante en la momento el concepto de hogar tenía que ver con traer la espacialidad y la mate-
fotografía esa posibilidad de entrar en la dimensión de lo que aparece, que es rialidad en la que cursan las relaciones íntimas. Para ponernos en contacto con
una dimensión previa al sujeto, en exceso del sujeto, porque el sujeto no es todo algo que ha sido un concepto muy importante para nosotros, el de las ‘geogra-
lo que somos tampoco, ya que también existimos más allá de un sujeto que es fías de poder’ de Doreen Massey. Entonces nos interesa cómo la vivencia ínti-
siempre también como yo lo veo una dimensión de sujeción a micropolíticas do- ma está situada en una cierta materialidad y en una cierta espacialidad, las que
minantes. Nos hemos hecho la costumbre de reemplazar existencia o persona están sujetas a ciertas relaciones de poder en la ciudad. Porque no es lo mismo
con el término sujeto y decimos el “sujeto” como si fuera un hecho natural, pero la vida íntima en un barrio de la periferia, donde tienes cuarenta metros cuadra-
si uno va atrás en el tiempo hace 200-300 años no encontramos que se hable dos y viven once personas, que la vida íntima en una casa con jardín, o en un
todo el tiempo del sujeto. La subjetividad como fenómeno de la experiencia en lugar, en fin, más tradicional, o producido por las políticas de vivienda contem-
el mundo, la experiencia vívida no es solo el sujeto. El sujeto es una abstracción poráneas. Esa dimensión la traemos de la geografía cultural. Ahora también el
que tiene que ver ya con el habla adquirida, con el significado. Por eso es que concepto de hogar nos ha permitido acercarnos con más suspicacia a la noción
me gusta recuperar ese nivel de la existencia vívida y la fotografía navega en ese de familia. Ese también ha sido un interés nuestro, a propósito de las normati-
nivel también. Lo que intento es poner en evidencia, subrayar, o hacer más difí- vidades que rondan la noción de familia. Entonces queremos aproximarnos al
cil pasar por alto a ese nivel. Pero estamos tan influidos por el discurso del giro hogar de una manera que busca tener justamente más apertura a la sorpresa,
lingüístico que también es muy común oír decir: “bueno sí, pero en última ins- con qué nos vamos a encontrar, qué tipo de hogares son los que son posibles,
tancia es otra construcción que hacemos porque todo es una construcción”. Sí, más allá de la familia conyugal, o del imaginario normativo sobre la vida familiar.
pero si entendemos por construcción como decía antes, algo que no está de-
pendiendo totalmente de nuestra voluntad y de un sujeto activo, sino algo que MP: Sí, al mismo tiempo, por lo que te comentaba al principio, no se puede
nos sorprende, como se hace evidente al decir: “uy mira cómo somos”, o “¡qué evitar que haya una micropolítica dominante de lo que es el hogar. Basta ver la
bien que salió!”, o “yo no sabía que éramos así”, o “¡qué horrible que salió!”. Navidad que te explica cómo tiene que ser un hogar. Un hogar tiene que ser fe-

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MOSAICO 73 Entrevista. Un diálogo sobre familias y hogares.

liz, por ejemplo, tiene que ser un lugar de bondad. Pero los terapeutas familia- micropolítica, contrastada con la política de la polis, de la ciudad. Entonces es,
res sabemos que ese no es el estado natural del hogar. Hay momentos felices, de entrada, una dimensión diferente. Y los cibernetistas, cuando empezaron a
momentos infelices, hay de todo, pasan cosas lindas, pasan cosas espantosas trabajar, tomaron acertadamente como nombre para su disciplina al kuberne-
todo el tiempo. Pero entonces, es en ese entrecruzamiento entre familia y el ho- tes, el timonel que navega, y el investigador, el que se acerca a investigar, como
gar que, como decís, se evoca un espacio material. Y en ese sentido se podría ustedes, es siempre un timonel, un navegador. Entonces la primera condición
hablar también de los lugares donde las familias viven, que ya está más cerca- es largarse a navegar. No se trata solamente de llevar los antiguos compases o
no a la dimensión que a ustedes les interesa en la fotografía. Porque ustedes ahora los GPS, aunque hay que llevar todo lo que haga falta y esté disponible.
no van solamente con sus ideas y sus inquietudes, sino que van también con Pero se trata también de entrar en el mar, en la situación, con sus luminosida-
una cámara fotográfica a la cual dejan ahí y, al dejarla, están interesados en ver des, con sus sorpresas. Entonces ustedes tienen como investigadores una sen-
aquellos puntos, en el sentido del punctum, de la vida familiar, donde apare- sibilidad a que sea incluido eso que está más allá de la tecnología lo cual es muy
ce algo más que la idealización del hogar, que la normatividad de cómo debie- lindo estéticamente y muy importante.
ra ser el hogar. Hay también en relación con esa normatividad ideal un montón
de dichos que tienen que ver con el hogar. Por ejemplo, cuando la gente dice: CB: Estaba pensando que, en esto de entrar a navegar por la vida familiar, noso-
“este es un hogar pobre, pero honrado”. Lo que también puede involucrar una tros nos hemos encontrado con algunas luces que nos hacen pensar, reflexionar
presión agregada porque si es demasiado pobre podría ser más difícil ser hon- algunas cosas. A propósito de esta distinción entre oikos y polis. Porque hemos
rado. Pero existe la presión de ser igual o más honrado que si es un hogar más visto, por ejemplo, una importante tendencia al repliegue de la vida familiar en-
rico, menos pobre digamos. Y hay entonces todo el tiempo esta problemática. tre nuestros participantes. El espacio de la polis aparece desde la figura del ex-
El hogar tiene que ver con el concepto de oikos que en Grecia tiene un origen traño, la amenaza, o muchas veces, la indiferencia. Lo importante, eso que tiene
en buena parte independiente del origen de la política, porque la dimensión de sentido en la vida, está ocurriendo dentro de las casas. Y desde ahí hemos visto
la política tiene que ver con la polis, con la ciudad, con lo que está fuera del ho- que la experiencia de hogar se ha llenado de expectativas importantes. Aparece
gar como ámbito íntimo de la vida familiar. Pero el oikos intentaba recuperar ese como el territorio privilegiado para desplegar la autonomía y la libertad. Manda-
elemento que estaba relativamente independiente de la política de la ciudad, a tos, ideales, imaginarios, de autonomía y libertad, muy presentes en nuestras
puertas adentro, suponiendo que haya puertas, o haya adentro, que no siempre sociedades neoliberales, donde habilitarse para ser sujetos es tener un lugar
hay, o lo hay con diferentes niveles de permeabilidad. Entonces está esa dimen- privado, una casa propia, en donde puedo desplegarme a mis anchas. Pero,
sión del oikos con sus órdenes morales incorporados. Como, vos decías, no es al mismo tiempo, hemos percibido una tremenda experiencia de fragilidad, de
lo mismo tener cuarenta metros cuadrados que tener doscientos, no es lo mis- pérdida. Incluso, a veces, una sensación de un hogar que se ha extraviado, una
mo tener un baño dentro de la casa que tenerlo afuera de la casa, no es lo mis- melancolía que incluso llevó a una de las participantes de la investigación, una
mo tener el baño afuera de la casa si uno vive en un lugar que hiela por la no- madre, a afirmar, “el hogar ya no existe”. Entonces vemos el hogar hoy día exigi-
che. Entonces uno se ve llevado a ser más o menos flexible con la privacidad si do por un montón de expectativas y, al mismo tiempo, como un espacio de una
hace mucho frío en la noche y el baño está afuera de la casa. Así también por alta fragilidad. ¿Cómo piensas tú, desde la psicoterapia, desde la terapia familiar,
ejemplo, sucede con el colecho, que no se puede tratar como un fenómeno que que tendríamos que enfrentarnos a estos nuevos, o antiguos y nuevos modos, a
hace sospechar en principio de la moral familiar, ya que lo que está juego no los particulares escenarios de la familia, de la vida familiar hoy?
es solo la moral familiar de un modo abstracto hecho de normas, aunque eso
es lo que las morales tienden a ser, porque la moral tiene que ver con cómo vi- MP: Bueno, el hogar es también el lugar del fuego, del fuego íntimo. Y prime-
ven las familias, como habitan sus espacios, porque hay montones de familias ro está el fuego concreto, material, con el que se cocina la comida, por ejem-
en las que el colecho es simplemente cómo se duerme dada la gente que tiene plo, con el que se da calor para vivir de un modo más acorde a lo que nuestros
que hacerlo en ese espacio que disponen. Las prácticas sexuales, por ejemplo, cuerpos toleran. Pero también es importante cuál es el combustible del fuego
cuán abiertas son, con cuánta exposición al desnudo o cuán ruidosas van a ser del hogar, qué es lo que se quema allí no sólo en términos simbólicos, sino aso-
las relaciones sexuales, también dependen de cuánta gente hay en una habita- ciado a una micropolítica de la vida familiar y a la macropolítica del entorno que
ción en la que duermen todos juntos. Entonces esta la dimensión del oikos, que la rodea en el afuera. Entonces me parece que hay una tensión entre el hogar
es una dimensión de relaciones íntimas que originalmente no se referían sola- como refugio en el cual, como decías, idealmente se queman los elementos de
mente a la intimidad familiar, ya que las relaciones con los dioses eran también la política, de la polis, expresado en el “en mi hogar yo soy rey”, “acá adentro
parte del oikos. Pero la familia tiene también mucho que ver con el origen de la no importa las normas que la ciudad me ponga”, por un lado, y lo macropolítico

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MOSAICO 73

del entorno. Porque ese hogar como refugio ideal resulta que no es sostenible complejas y en conflicto, no los aspectos abstractos solamente de las relaciones
porque, en primer lugar, las paredes de los hogares son semi permeables, como en la familia y las normas explícitas o implícitas.
las células que tienen membranas semi-permeables. Entonces, hay cosas que
ingresan con más o con menos facilidad. Los hogares están, en este sentido, CB: Sí, sabes, estaba pensando a propósito de todo eso que hoy día vivimos en
ubicados geográficamente en territorios que están totalmente atravesados por un mundo en el cual, están emergiendo nuevas formas de hacer familia, que
la economía y la macropolítica. Y, en segundo lugar, está también el nivel de la probablemente siempre existieron, solo que hoy día también están siendo más
economía doméstica, expresión que también proviene del oikos, oikos nomos, visibles. Y pensaba que muchas veces esas nuevas formas de hacer familia si-
la ley interior del hogar. Pero esa ley interior está obligada a cumplir con ciertas guen funcionando en torno a ciertos grandes imaginarios, grandes normativida-
normas de la polis, por ejemplo, pagar los impuestos o seguir las ordenanzas des. De alguna forma se responde a ellas, ya sea desde la crítica profunda y la
municipales. Porque si imaginamos que el hogar está en un territorio libre de diferenciación total, o bien desde el tratar de encontrar algún modo de sustituir
impuestos es porque se le está robando a la ciudad desde el punto de vista de o de recrear de otra manera esa norma. Entonces, por ejemplo, teníamos en uno
la misma, se crea un conflicto por definición. Y aparecen, además, todos los ór- de nuestros casos, un hombre que vivía solo, gay, de nivel socioeconómico me-
denes morales asociados con ese conflicto que designan una identidad de estar dio alto. Vivía en una casa como si fuera la casa de una gran familia, con espa-
fuera de la ley. Entonces el hogar es también el lugar en el cual, volviendo a cuál cio para recibir mucha gente. Y era muy interesante porque él pasaba la mayor
es el combustible que se quema, hay ya esa tensión. Se puede intentar quemar parte de su vida ahí solo, caminando por esos espacios, habitando una materia-
las leyes de la ciudad. El combustible básico es: uno entra a su casa, toma las lidad que alojaba a la familia que vivía en su añoranza, en su cabeza, en su pro-
leyes de la ciudad y hace el fuego para uno, aquí en nuestro adentro, para no pia experiencia de niño. Entonces, a propósito de las nuevas formas familiares,
vivir alienado por todos esos mandatos o normas de la ciudad, del exterior. Pero ¿cuánto hay de nuevo y cuánto en realidad no hay tan de nuevo, si tomamos la
nunca es posible hacerlo del todo y no hay un método previo para evitar estar experiencia misma, más allá de las formas, estructuras, o de los conceptos que
incorporado como sujeto a las leyes de la ciudad y a la macropolítica del afuera. abundan hoy día en la literatura.
El hogar aparece, entonces, como un territorio siempre tensionado por el con-
flicto que se da entre intentar usar como combustible las leyes de la ciudad y el MP: Sí, sí, este hombre que vivía con su familia fantasmática. Pero todas las fa-
echar al fuego la idea de refugio aceptándose plenamente como sujeto de las milias tienen también una familia fantasmática. En este caso se hacía más visi-
leyes macropolíticas y las normas micropolíticas. Pero, en ambos casos, se pue- ble porque vivía solo allí, rodeado por sus fantasmas. Entonces uno dice “este
den anular las singularidades que puedan suceder en la vida familiar, los even- hombre vive rodeado por sus fantasmas”. Si la casa está llena de gente se no-
tos de encuentro y de desencuentro que quedan atravesados por las leyes de la ta menos que está también habitada por fantasmas. Una de las formas que los
ciudad y por las normas de las costumbres de la ciudad, de lo que se hace, de fantasmas familiares adquieren o toman, cuando no son tan visibles, es como
lo que supone que hay que hacer en términos de educación, de reglas morales, ideales familiares no siempre totalmente explícitos. Los ideales familiares son
etcétera. Y es importante recordar también que la ciudad, de hecho, tiene per- parte justamente de fantasmática de la familia, expresiones de la sujeción a có-
miso, dado por el gobierno, para “entrar” en los hogares y exigir cierto tipo de mo debe ser una familia. Por ejemplo, en los Estados Unidos es muy común
cosas: pago de impuesto, la educación de los hijos, el no maltrato de los hijos. que la gente haga resoluciones de año nuevo. Ahora es octubre y pronto van a
Entonces no es todo malo, porque puede proteger, puede venir y recordarle a empezar a pensar en ello y es un tema de conversación: “¿cuáles son tus reso-
la gente, “no, no, momento que sus hijos no son propiedad suya absoluta, es- luciones para el año nuevo?”. Y la gente las cuenta a veces, lo cual es interesan-
tán a cuidado suyo, pero no son suyos como objetos”. Que haya un intento de te, podría ser que sean secretas las resoluciones, pero no, son también un tema
apropiación de contrabando incluso al proteger es parte de la complejidad de la de conversación. Si uno dice “no, no tengo, yo no juego a eso, no hago resolu-
situación. Entonces estamos, en relación al hogar y a la vida familiar, en un te- ciones de año nuevo”, se puede hacer un poco sospechoso, “este hombre no
rritorio de conflictos, en el que hay permanentemente navegar las fuerzas que está participando en la vida social de querer mejorar la vida en el año nuevo”.
los constituyen, y eso hace a la vida de la familia, ese es el territorio de la terapia Lo cual puede ser muy meritorio, pero puede haber otros modos de hacerlo. De
familiar, esa navegación singular en medio de fuerzas en conflicto. No es un te- hecho, todos estamos todo el tiempo tratando de mejorar la vida. No siempre es
rritorio hecho solamente de modelos acerca de las relaciones y cómo intervenir, claro para quién o para quienes, pero no es para uno solo. Y es esa inclinación
es mucho más. Y creo que ustedes como investigadores tienen esa vocación, a mejorar la vida justamente lo que he estado trabajando en este último libro y
ese interés por iluminar esos aspectos singulares, los eventos de sentido que llamándolo ‘el sentido de lo justo’. El sentido de que es justo mejorar la vida, y
siempre pueden surgir a partir de puntos de resistencia a fuerzas micropolíticas no hay que hacer nada para eso, ya que por el hecho mismo de estar en una

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MOSAICO 73
En el nombre del padre.
Intervención sistémica con progenitores varones
situación uno está permanentemente tratando de mejorar la vida. A veces en de personas con discapacidad intelectual1.
cosas que parecen detalles muy pequeños, pero que hacen a la vida cotidiana.
Por ejemplo, estamos acá hablando, pero cada vez está más intenso el sol, esta-
mos expuestos a la luz como decíamos antes, a la modulación de la luz. Enton-
ces hacemos pequeñas cosas mientras hablamos, no está en el foco de nuestra Resumen. Juan Carlos Morcillo García.
Terapeuta Familiar/Consultor
atención, pero para que sea más cómodo, si el sol empieza a ser irritante para Se presentan los resultados de un estudio cualitativo
Desarrollo Organizacional.
la vista tratamos de ponernos en posiciones levemente diferentes, nos movemos sobre el rol en la crianza de los progenitores varones juancmorcillo@hotmail.com
mucho en función de eso, mucho, aunque no esté por cierto en la dimensión de personas con discapacidad intelectual.
explícita de la reflexión. Estamos hablando de una cosa que no tiene que ver Patricia Zuriaga Jaraba.
directamente con la reflexión, pero nuestro estar aquí mientras hablamos tiene
La reflexión sistémica propone una redefinición de Terapeuta Familiar/Trabajadora Social.
patriciazuriaga@hotmail.com
que ver con esa dimensión implícita. Entonces está todo este otro aspecto de es- las jugadas relacionales conjugando la influencia de las
dinámicas disfuncionales familiares, organizacionales Rafael González Ferrandis.
ta situación. La vida fantasmática, que es en buena parte la vida de los ideales, Terapeuta Familiar/Sociólogo.
pero también está constituida por aquellos aspectos que quedaron acallados, y la cultura de género. rafelgonfer@gmail.com
las fuentes de sorpresa, las fuentes de lo nuevo que hay continuamente en la Los resultados devuelven una imagen más compleja,
vida familiar y que, muchas veces, la micropolítica de la vida familiar dominan- menos reduccionista y más comprensiva, acerca
te hace que no se tengan en cuenta, que no se vean, y que se pierda la sensi-
1
Trabajo final de máster en
bilidad a esos aspectos novedosos o potencialmente novedosos. También esto
de la figura del progenitor varón en estas familias. Terapia Familiar Sistémica.
Hospital de la Santa Creu i
es parte de la respuesta a la primera pregunta, ya que toda esta dimensión del Sant Pau UAB – Dictia Valencia.
Palabras clave. (España). Curso 2014-16.
sentido y de la inclinación inmanente hacia lo justo es otro recurso permanente Discapacidad intelectual, roles familiares, perspectiva de género.
para estar en contacto con la fuente inacabada de la vida familiar, un otro fue-
go. Cuando no se usa ese recurso, que lo que vemos con frecuencia, se da en-
tonces la necesidad de la que hablabas de la retracción de la vida familiar para
protegerse. Pero, junto a ella, existe también la necesidad de huir de la vida fa-
miliar estereotipada y sus formas pseudo-rebeldes estabilizadas. Cada vez más
hay gente que prefiere no hacer una nueva familia, vivir sin hacer una nueva
familia, porque es, por definición, vista como opresiva. Y tratan de mantener re-
laciones que no queden atoradas por las normas de la vida familiar. Porque vis-
lumbran, saben, que la vida familiar va a venir con toda una normatividad que
a veces esteriliza aquello que les gusta sostener en la intimidad. Cada vez más
gente vive esa perspectiva como un peligro, como opresiva, eso también eso se
está dando al mismo tiempo que la retracción. Y también se da la adopción de
algunas formas también estereotipadas rápidamente, reactivas a esa opresión,
pero con su propia micropolítica que también atora la potencialidad de singu-
laridad que tenemos disponible en la vida familiar y social, pero siempre como
timoneles en mares borrascosos.

CB: Bueno, muchas gracias Marcelo por este diálogo, y esperamos tenerte
pronto de regreso.

MP: Gracias a ti Carolina y espero irme enterando hacia donde van las fotogra-
fías y la investigación y la reflexión al respecto.

CB: Te estaremos contando, muchas gracias.

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MOSAICO 73 En el nombre del padre. Intervención sistémica con progenitores varones de personas con discapacidad intelectual.

Abstract. además de enfrentarse a las creencias estigmatizantes propias de la cultura de


This article expects to report on the qualitative results got from an investigation conducted on the
role that male progenitors of intellectually disabled individuals play on child rearing. la época sobre la discapacidad intelectual. Tras muchos esfuerzos se adopta la
From a systemic approach, this research intends to redefine the relationship between intellectually estrategia de impulsar un proyecto de calidad y un proyecto ético que sean hi-
disabled individuals and their relatives, considering both, the impact of dysfunctional familiar and tos determinantes. Valores que han sido muy acertadamente definidos y que, en
organizational dynamics, and gender issues. relación a las familias de las personas con discapacidad intelectual, se entiende
Our outcomes show a complex, no reductionist and more comprehensive point of view about the que son la principal palanca de la inclusión social de la persona y a su vez, un
role that male progenitors of intellectually disabled persons perform on their families. grupo humano necesitado de apoyo.
Key words. Por otro lado, destacamos una interesante reflexión sobre el poder en las or-
Intellectual disability, family roles, gender perspective. ganizaciones de acción social, refiriéndose concretamente a Plena Inclusión,
hace hincapié en el desplazamiento del poder político al poder técnico y se de-
1. INTRODUCCIÓN. fine a Plena Inclusión como una organización muy compleja en la que “el poder
formal está centralizado y descentralizado”. (Marín, De la Parte y López, 2005).
El estudio que se presenta pretende desarrollar la comunicación “Programa de Como modelo en la actividad de Plena Inclusión se advierte una orientación
apoyo familiar dirigido a padres varones de familias de personas con retraso humanista-comunitaria importante, así como un fuerte modelo ecológico, si-
mental” (Morcillo, 2000) presentada en el I Congreso Nacional de Familias de guiendo el enfoque de Urie Bronfenbrenner (1987). A pesar de ello, resulta cu-
personas con retraso mental. rioso que sea una rareza encontrar prácticas desde acercamientos sistémicos,
La etiqueta “padres periféricos” o ausentes es un constructo simbólico y cul- de la psicología transaccional, la Gestalt o cualquiera de sus desarrollos. Lo visi-
tural elaborado a lo largo de los años, basado en la abundante casuística referi- ble, el activismo y la conducta medible, así como los indicadores de resultados,
da a la significativamente menor presencia activa de los padres varones en los siguen superando con creces a los análisis relacionales.
ámbitos familiares, asociativos y de relación con los recursos de apoyo. Coexiste en el posicionamiento ecológico de Plena Inclusión, un alineamien-
to claro con la teoría de los sistemas familiares que concibe a cada familia co-
La idea permite sugerir dos preguntas: mo un sistema social dinámico y complejo, con sus características específicas
(Leal, 2008).
¿A qué factores obedece la menor participación de los padres varones en la Alrededor de la variable género del cuidador principal sólo encontramos en
crianza de sus hijos e hijas con discapacidad intelectual? Cunningham (2000) referencias de estudios que señalan la necesidad de que,
desde los servicios de orientación y apoyo a las familias, además de prestar es-
¿Participa de este hecho una “jugada” sistémico-relacional más amplia, en la pecial atención a la situación de la mujer cuidadora, se implementen medidas
que también son corresponsables las organizaciones que prestan apoyos? o programas de apoyo dirigidos a los padres varones para favorecer una mayor
participación y corresponsabilidad.
Esta última pregunta da pie al título y propósito esencial de este trabajo: dar voz En este estudio no ponemos en tela de juicio los modelos mentales y las hipó-
a los padres sobre cuyo rol se ha vertido toda una serie de imágenes, estereoti- tesis explicativas que se hallan en el seno de Plena Inclusión, pero su ambicioso
pos y creencias por parte de todos los grupos de interés relacionados. proyecto no será factible “hasta que se haga explícito un modelo psicológico de
El objeto de estudio se centra en el contexto de los servicios de atención de la las necesidades reales de las personas con discapacidad intelectual y sus fami-
organización Plena Inclusión, para reflexionar sobre una de las creencias clási- lias, para ponerlo en relación a las exigencias que las organizaciones les plan-
cas acerca de las dinámicas relacionales que operan en la base de las familias tean como socios y/o clientes de las mismas” (Morcillo, 2012).
de personas con discapacidad intelectual.

3. MÉTODO.
2. MARCO CONCEPTUAL.
3.1 Revisión bibliográfica.
Plena Inclusión es la Confederación española de organizaciones a favor de las
personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. Las familias impulsoras Desde el punto de vista de la investigación en discapacidad intelectual hemos
de este movimiento asociativo crearon y gestionaron servicios desde la nada, acudido a Siglo Cero, la revista científica sobre discapacidad intelectual más

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MOSAICO 73 En el nombre del padre. Intervención sistémica con progenitores varones de personas con discapacidad intelectual.

antigua en lengua española, nacida en 1967. La revisión se ha realizado sobre nes autonómicas y casi 900 asociaciones en toda España. A un segundo nivel,
256 números de la revista aparecidos en el período comprendido entre 1992 y Plena Inclusión CV es la federación autonómica en la Comunidad Valenciana.
2015, y a partir de una selección de aquellos artículos (86 en total) dedicados Es una ONG sin ánimo de lucro constituida por un total de 54 asociaciones,
por cualquier motivo a temas familiares. casi 8.000 personas socias y 6.000 usuarios, 120 Centros y más de 1.700
En el año 1997 encontramos el único número de Siglo Cero en el que se ha- profesionales.
ce referencia explícita a los padres varones. Así, en el artículo de Baker (1997)
titulado “Entrenamiento a padres” destacamos que: 3.3.1. Contexto de la muestra de progenitores varones.
“Los programas de entrenamiento a padres y las investigaciones se han cen- Para el trabajo directo con los progenitores varones nos hemos centrado en dos
trado casi exclusivamente en las madres. Aunque los padres son bienvenidos de estas asociaciones:
en la mayoría de programas, se sabe poco sobre su participación en el entrena-
miento y los beneficios del entrenamiento para ellos y para la familia” (Coplin y • Centre Ocupacional Tola.
Houts, 1991). Es una entidad de iniciativa privada, sin ánimo de lucro, dedicada desde
No hemos encontrado en toda esta revisión una referencia más explicita al te- 1979 a mejorar la calidad de vida de las 80 personas adultas con discapa-
ma que nos ocupa, lo cual nos parece un dato más que llamativo. cidad intelectual que acuden al centro, donde se fomenta su integración
No existen publicaciones especializadas en terapia familiar sistémica dedica- social mediante una atención global.
das en exclusiva al tema de estudio. No obstante, destacamos dos publicacio- En el momento de realizar este estudio la organización se encuentra impul-
nes clave de corte sistémico: sando un proyecto para crear espacios de encuentro de hermanos/as de
Handicap y rehabilitación: una brújula sistémica en el universo relacional del los usuarios debido al envejecimiento de la población atendida y de sus pa-
niño con deficiencias físicas (Sorrentino, 1990) donde se aporta un análisis sis- dres que provoca serias dificultades en el relevo generacional en las tareas
témico de los juegos relacionales familiares, los juegos propios de quienes pro- de crianza familiar.
pician la intervención y su mutua vinculación.
También hemos acudido al más reciente Familias, enfermedad y discapacidad • Patronato intermunicipal Francisco Esteve.
(Rolland, 2000), donde el autor analiza los efectos en las familias que se ven con- Ubicado en Paterna (Valencia), con servicios también en las localidades
frontadas con enfermedades de larga duración o discapacidad de alguno de sus cercanas de Manises y Quart de Poblet, se trata de una asociación sin áni-
miembros. Se nos muestran los conflictos y tensiones, las creencias subyacen- mo de lucro formada por padres y madres de personas con discapacidad
tes, que pueden surgir, haciendo un especial énfasis en la dimensión temporal. intelectual. Actualmente cuenta con un centro de educación especial, un
centro ocupacional, un centro de día para adultos y un centro de estimu-
3.2. Hipótesis. lación precoz.
Su actividad se remonta a los años 70 con la creación de un centro de edu-
La creencia según la cual los progenitores varones de personas con discapaci- cación especial que es en el que nos hemos centrado para obtener parte de
dad intelectual ejercen un rol distante, ausente o periférico respecto a la crianza nuestra muestra. El Centro de Educación Especial Francisco Esteve escola-
de sus hijos/as (entendida ésta desde el punto de vista de la nutrición emocio- riza a 54 alumnos que presentan necesidades educativas especiales como
nal, la asunción de responsabilidades y el reparto de tareas) genera una diná- afecciones motoras, autismo, retrasos madurativos y generalizados del de-
mica familiar disfuncional en la que se dan juegos relacionales mediados por sarrollo, y otros síndromes. Estos alumnos están distribuidos en 9 unidades
la cultura de género y la ostentación del poder y, al mismo tiempo, alimenta un educativas entre tres y 20 años de edad.
isomorfismo en las organizaciones sociales que prestan apoyo a estas familias
ya que reproducen al mismo tiempo la propia disfuncionalidad o, lo que sería lo 3.3.2. Otros contextos de observación.
mismo, reproducen los patrones disfuncionales que son propios de la familia.
• Profesionales.
3.3. Contexto de observación y procedimiento. En paralelo, se ha recogido una amplia información mediante grupos de
discusión y entrevistas individuales de un total de 32 profesionales del sec-
Como hemos señalado anteriormente, el presente estudio se centra a nivel tor de atención a la discapacidad intelectual:
macro en el contexto de Plena Inclusión que está formada por 17 federacio- - Profesionales de la red autonómica de familias de Plena Inclusión CV.

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MOSAICO 73 En el nombre del padre. Intervención sistémica con progenitores varones de personas con discapacidad intelectual.

- P
 rofesionales responsables del área de atención a familias de las federa- Entre noviembre de 2015 y mayo de 2016, nuestro campo de observación fue-
ciones autonómicas de Plena Inclusión. ron las familias de estos dos centros, a los que se les convocó para participar en
- Profesionales y colaboradores clave de Plena Inclusión. sesiones grupales donde recoger sus impresiones. El único criterio para partici-
par era el de ser progenitores varones.
• Personas con discapacidad intelectual.
Destacamos la participación del grupo de discusión formado ad hoc por De tal manera, la muestra resultante fue:
el centro ocupacional TOLA con 10 personas con discapacidad intelectual • Centro ocupacional TOLA: 10 padres con edades comprendidas entre los
usuarias del centro (ocho hombres y dos mujeres) con edades comprendi- 60 y 80 años. 4 sesiones realizadas.
das entre los 30 y los 45 años y que nos reportaron una valiosa mirada so- • Centro de Educación Especial Francisco Esteve: 14 padres con edades
bre el tema de estudio. comprendidas entre los 40 y 55 años. Dos sesiones realizadas.

• Sobre la perspectiva de género. Por otro lado, y en virtud de recoger más información sobre el contexto de obser-
Por la relevancia que tiene esta variable de manera transversal en nuestro vación, se han realizado entrevistas mediante cuestionario de preguntas abier-
estudio, se han recogido datos de prevalencia por género en las plantillas tas a profesionales de estos servicios:
profesionales de 24 de las 54 asociaciones socias de Plena Inclusión CV, • Centro ocupacional TOLA: 15 profesionales (toda la plantilla).
incluyendo al equipo técnico de la propia federación autonómica. Se han • Centro de Educación Especial Francisco Esteve: 2 profesionales (directo-
recogido ratios según género de: ra y psicóloga).
- Juntas Directivas de cada asociación.
- Plantilla profesional de los recursos.
- Género de la figura profesional con rol de gerencia o dirección.
- Género de la figura profesional con rol de Psicólogo/a o responsable del 4. RESULTADOS.
área de familias.
A continuación, presentamos los resultados del estudio en referencia a cada
En los siguientes gráficos recogemos estos datos de manera resumida: uno de los factores reflejados en la hipótesis de partida.

Gráfico 1: Porcentaje según género Gráfico 2: Porcentaje según género Gráfico 3: Porcentaje según género Gráfico 4: Porcentaje según género
en la composición de las juntas en la composición de plantillas en relación al rol de dirección de las en relación al rol de psicólogo/a
directivas de las asociaciones de profesionales de las asociaciones asociaciones de Plena inclusión CV. responsable de área de familias de las
Plena Inclusión CV. de Plena inclusión CV. asociaciones de Plena inclusión CV.

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MOSAICO 73 En el nombre del padre. Intervención sistémica con progenitores varones de personas con discapacidad intelectual.

Respecto a las creencias sobre los progenitores varones. cunstancias vitales, tiempos reales de dedicación y herencias educativas muy
El “león de la casa” es la imagen metafórica elegida por las personas con dis- negativas. En la mayoría de ocasiones reconocen su papel secundario y la so-
capacidad consultadas acerca de la percepción del rol de sus progenitores va- brecarga de sus mujeres en la crianza.
rones en sus familias. Describen a una figura seria que, en apariencia, toma las En alguna ocasión han mostrado su resignación ante la extrañeza de profe-
decisiones más importantes y en mayor medida las que tienen que ver con las sionales y otros familiares porque actuaban de manera implicada, digamos no
restricciones y el respeto a las normas. periférica:
“Pensaban que era viudo porque iba a todas las reuniones del centro, asam-
Desde el punto de vista de los profesionales de los recursos: bleas, entrevistas con los profesionales...”.

En general, describen una figura de padre cansado y resignado. La autoridad es Respecto a la nutrición emocional y la expresión de las emociones.
la facultad que más se les atribuye, así como la de establecer límites y normas.
También se les califica de “periféricos” en su mayoría y con el rol de sustenta- La mayoría de los resultados en este apartado nos remiten al binomio dolor ex-
dor económico y de mantenimiento del orden. La mayoría de profesionales per- presado-dolor percibido, manifestado en un esfuerzo de contención aprendido
ciben una parentalidad ansiosa, con dolor psicológico acumulado y sin resolver. culturalmente desde la perspectiva de su género masculino.
Respecto a esta cuestión la mayoría de los padres manifiestan que gestionan
Desde el punto de vista de los propios progenitores varones: sus emociones a nivel interno, es decir, no las comparten con otras personas.
Los padres también expresan que tienen, en comparación con sus mujeres,
De las sesiones con los padres más mayores, en términos comparativos, obser- mayor dificultad para verbalizar sus pensamientos, así como la tendencia a no
vamos una notable diferencia respecto al uso en la jerga técnica sobre la dis- compartirlos.
capacidad de sus hijos/as. Así pues, observamos como los más jóvenes son En este sentido, los padres jóvenes relataban beneficios secundarios por el
padres ansiosos en adquirir conocimientos técnicos que les permiten ser com- hecho de visibilizar e integrar a sus hijos/as en la sociedad. Hicieron uso de la
petentes en los cuidados del hijo/a. expresión “salir del armario emocionalmente”, precisamente para hacer refe-
Hemos recogido diversas creencias que los propios padres explican por la rencia a la importancia de mostrar al mundo sin prejuicios, ni miedos, la reali-
educación rígida y tradicional que recibieron, por ejemplo, la de que contar los dad de la discapacidad.
problemas que se vivencia como una muestra de debilidad: “yo no soy de los Expresan sus emociones desde una comunicación desajustada (pocas veces
que se lamentan”. contestan a lo que se les pregunta en materia de afectos y sentimientos) y utili-
También aparece la creencia de que quien se separa (abandono del hogar) es zan afirmaciones rotundas, pesantes, así como metáforas que reflejan una gran
porque no quiere saber nada de la discapacidad, “le molesta”. Es posible que angustia interior:
esta creencia, sumada al hecho de que es la mujer quien normalmente perma- “Estamos contentos porque no tenemos más remedio que estar contentos, no
nece en el hogar y el hombre el que se ve abocado a abandonarlo, confirme la vamos a hacer mala cara ni nada, nos toca cargar. Bien”.
hipótesis de que estos padres no se han desvinculado a nivel emocional de sus
hijos, lo cual añadiría una puntualización respecto a aquello de ser, que no el Respecto al reparto de tareas y responsabilidades.
mostrarse, padres periféricos.
Comprobamos, en relación a la hipótesis, que los padres han tenido un rol peri-
Respecto al rol distante, ausente o periférico de los padres. férico respecto a la crianza de los hijos/as, ellos lo atribuyen a una falta de tiem-
po por la obligación de cumplir con jornadas laborales extensas. Hay quien “no
De toda la información recogida destacamos la idea según la cual, en muchas se perdona” no haber dedicado más tiempo por este motivo.
ocasiones, la llamada actitud periférica del progenitor varón puede estar deter- Muestran empatía con las mujeres ante el hecho de pasar mayor tiempo y
minada por depresiones no detectadas ni elaboradas, ya que se tiene que en- dedicación con los hijos/as, admitiendo que están saturadas. La gran mayoría
frentar una doble pérdida: la del hijo esperado / idealizado; y la de la pareja que de las personas con discapacidad intelectual refirieron que pasan mucho más
se vuelca en el cuidado del niño como leitmotiv. tiempo con su madre que con su padre.
Cuando confrontamos a los padres sobre la etiqueta de “periférico”, la mayo- En ocasiones, se otorgan responsabilidades en la misma línea de la conten-
ría de ellos no lo niegan, sino que lo interpretan y lo justifican en base a sus cir- ción emocional: “El cabeza de familia sí que cumple una función. Si su fortale-

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MOSAICO 73 En el nombre del padre. Intervención sistémica con progenitores varones de personas con discapacidad intelectual.

za moral es mayor que la de su mujer e hijos, su obligación es que haya buen Respecto a la cultura de género.
ambiente en la casa”.
Una constante respecto a este tema se emparenta con los resultados respecto a
Respecto a los juegos relacionales. los roles de crianza establecidos y que adopta varias acepciones:
- Madres organizadoras/ padres ejecutores.
Son varias las dinámicas disfuncionales que hemos recogido: - Madres sobreprotectoras/ padres promotores.
- El resentimiento en la pareja, que puede iniciarse por la falta de apoyo en - Madres cuidadoras/ padres sustentadores económicos.
los cuidados en los primeros y críticos momentos que se van acumulando - Sobreprotección (madres) / autoritarismo o permisividad (padres).
junto a las discrepancias en las expectativas sobre las limitaciones del hijo/a
con discapacidad y su evolución. A los padres les cuesta hablar de sí mismos y cuando lo hacen tienden a resal-
- Este dolor interno nunca ha sido gestionado diferencialmente por las orga- tar cualidades negativas en contraposición a las positivas. Cuando lo hacen es
nizaciones en función del género de los progenitores, por lo que no se ha de una forma más indirecta, sin atribuirse directamente los logros o sin relacio-
transformado, sino que se ha expresado y afrontado también organizativa- nar la virtud consigo mismos.
mente. Se puede dar también por refutable el hecho de que estos patrones compor-
- Los cambios más importantes que se producen en una familia por el impac- tamentales se mantienen a pesar de una mayor disponibilidad de los padres en
to de una condición crónica como la presencia de una discapacidad se con- algunas ocasiones (por estados de desempleo o jubilación, por ejemplo).
cretan en los roles y las funciones, se altera la identidad familiar. “Puedo decir que organizaba desde un principio (mujer) y continúa organi-
- La aparición de un tercero en la pareja - “somos un matrimonio de tres” su- zando, que colabore yo más ahora que tengo más tiempo, por supuesto. Pero
pone en el padre un sentimiento de rechazo. Se establece una nueva día- no me siento más organizador que antes”.
da madre-hijo/a de la cual él se siente excluido. Esto se vivencia como una Aunque hay madres que trabajan, siguen viéndose familias en las que las mu-
falta de accesibilidad a la mujer, ella pasa a estar pendiente de otra perso- jeres, a pesar de tener estudios formativos, se dedican en exclusiva al cuidado y
na que no es él. tareas del hogar, esto no sucede a la inversa. En lo que sí se da un cambio sig-
- Las actitudes desconfirmatorias hacia el progenitor varón son una tendencia nificativo respecto al grupo de padres mayores es que hay padres jóvenes que
en este contexto relacional. han adecuado sus jornadas laborales a los horarios escolares de sus hijos/as pa-
- A consecuencia de la “ausencia” de los padres, son las madres las que im- ra poder prestarles una mayor atención.
plementan el orden y las normas. Se utiliza al padre como figura simbólica
de autoridad que sirve de yo subsidiario cuando la situación se escapa del En relación a los profesionales y la perspectiva de género:
control de estas mujeres. - Consultados por su facilidad a la hora de comunicarse con padres y madres,
- En comparativa con los padres jóvenes (éstos manifiestan mayores discre- lo profesionales varones declaran su preferencia y más facilidad con pro-
pancias o tensiones con sus mujeres), los padres mayores señalan que para genitores varones, la mayoría de profesiona-
que no se den conflictos o desavenencias en la pareja los hombres tienen les mujeres prefieren comunicarse con las
que asumir verdaderamente la discapacidad del hijo/a. madres.
- Explican que las mujeres “los utilizan” para volcar sus emociones, especial- - En la misma línea, la mayoría de profesiona-
mente la desesperación o la rabia. les consideran que su género influye en po-
“Ellas nos utilizan para descargarse, todo lo que has hecho lo haces mal, es- sitivo en la relación con familiares del mis-
tán esperando que llegues tú para desahogarse. Hay días que lo sabes en- mo género. Destacamos que la respuesta de
cajar y otros que las mandas por ahí. Compensar tus subidas de ánimo con cinco profesionales (mujeres) era la de no
sus bajadas no siempre es fácil”. habérselo planteado nunca.
- Los padres sitúan a sus mujeres en roles que tienen que ver con la organi-
zación, control y poder en el ámbito privado. Respecto al reparto del poder.
- Los hombres también nos hablan de inestabilidad emocional en sus pare-
jas, pero sin profundizar en las causas que se le pudieran atribuir. Es decir, Los padres comentan que “las madres organi-
nos hablan más en términos de queja y la dificultad que para ellos supone. zan y los padres ejecutan”. Utilizan la expresión

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MOSAICO 73 En el nombre del padre. Intervención sistémica con progenitores varones de personas con discapacidad intelectual.

“organizar la agenda” para hacer alusión al hecho de que ellas distribuyen las distancia o por delegación, sin interacción, excepto en lo estrictamente instruc-
tareas que tienen que ver con la atención al hijo/a discapacitado/a y ellos, por tivo, ni cercanía emocional.
su parte, se encargan de la ejecución. Desde la metáfora relacional de la triangulación no sólo apuntamos la idea de
Gran parte de ellos manifiesta no sentirse del todo cómodos con el rol de la la triangulación descalificatoria intrafamiliar alrededor de la figura del progenitor
madre pues sienten que “les organizan la vida”, dejándoles poco espacio en su varón, sino que la ampliamos con la entrada en juego de la cultura organizacio-
capacidad de decisión: nal y de género de los recursos profesionales.
No es menos importante destacar que da la sensación de que a estos padres les A nivel de las organizaciones y de los profesionales, se confirman las dificulta-
gustaría poder participar más de las decisiones y cuidado de los hijos, pero que el des y posibles malas prácticas que se derivan en su quehacer diario:
peso del rol de la madre es tan potente que, muchas veces, los sitúa a ellos o bien - No disponer de tiempo suficiente para atender con calma a las familias que
directamente fuera de juego (periferia) o a mitad, “en tierra de nadie”. se dirigen a los servicios.
- No contar con protocolos de acogida y de análisis de la demanda sistémi-
Respecto al isomorfismo en las organizaciones. camente diseñados.
El modelo de calidad de vida familiar (CdVF) de Plena Inclusión nunca podrá
En relación al género del profesional de referencia, la mayoría de los padres jó- llegar a implementarse si no se tiene en cuenta de primera mano el rol y las ne-
venes afirman que el género del profesional no es un condicionante a la hora cesidades de los progenitores varones.
de relacionarse. Sin embargo, sí hay quien dice que tiene mayor dificultad para Basándonos en los predictores de calidad de vida familiar concluimos que, si
relacionarse cuando se trata de una profesional, dado que reconoce tener ma- esta dimensión refleja la idea de en qué medida la familia como unidad es ca-
yor dificultad para expresar sus emociones con ellas. “De normal no hablo so- paz de satisfacer las necesidades de cada uno de sus miembros, nuestros re-
bre mis emociones y los temas que me preocupan con nadie”, es un argumento sultados vienen a decir que el método parar recabar esa información no está
prototípico para muchos de los progenitores varones consultados. siendo el adecuado ni con las cautelas suficientes para no incurrir en sesgos
Si aprecian diferencias significativas en la forma en la que estas profesionales por género o por dificultades a la hora de contactar directamente con todos los
se dirigen a uno u otro miembro de la pareja. Es decir, estos hombres han per- miembros de la familia.
cibido que las profesionales conversan de forma distinta con ellos que con sus
mujeres, ya que piensan que éstas presuponen que quien lleva la planificación
y ejecución en los cuidados de los/las hijos/as son sus mujeres. Este posiciona- Bibliografía
miento sitúa al padre en una situación periférica y desconfirmatoria, por lo que Baker, B. L. (1997). Entrenamiento a padres. Siglo Cero, 28 (5), 13-19.
queda demostrada la parte de nuestra hipótesis del trabajo en la que la orga- Bonino, L. (2003). Las nuevas paternidades. Cuadernos de Trabajo Social, 16, 171-182.
nización reproduce un isomorfismo de las pautas disfuncionales de la familia. Bronfrenbrenner, U. (1987). Ecología del desarrollo humano. Barcelona: Paidós.
Coplin, J., & Houts, A. C. (1991). Father involvement in parent training for oppositional child behavior: Progress or stag-
nation? Child & Family Behavior Therapy, 13(2), 29-51.
5. DISCUSIÓN. Cunningham, C. C. (2000). Familias de niños con Síndrome de Down. En Verdugo, M.Á. (Ed.), Familias y Discapacidad
Intelectual. (41-72). Colección FEAPS, nº 2. Madrid: FEAPS.
Leal, L. (2008). Un enfoque de la discapacidad intelectual centrado en la familia. Cuadernos de Buenas Prácticas. Ma-
Los resultados de este estudio resaltan la necesidad de implementar, dentro del drid: FEAPS.
sistema de apoyos de los recursos que atienden a las personas con discapaci- Marín, A. I., de la Parte, J. M & López, M. A. (2005). Introducción al análisis del poder en organizaciones de acción so-
dad intelectual, programas y planes de intervención centrados en la familia que cial. Siglo Cero, 36(2), 41-64.
tengan en cuenta las demandas y necesidades de los dos progenitores. Morcillo, J. C. (2000). Programa de apoyo familiar dirigido a padres varones de familias de personas con retraso men-
tal. En el libro de ponencias del I Congreso Nacional de Familias de Personas con Retraso Mental. (68). Barcelona:
Es justo reconocer las limitaciones inherentes a este estudio, por lo que en FEAPS-APPS.
ningún momento pretendemos extrapolar las conclusiones de este trabajo, que- Morcillo, J. C. (2012). Lo soft era lo hard: una reflexión sobre la gestión del dolor social en las organizaciones FEAPS
dando limitadas al contexto estudiado. como clave para su desarrollo organizacional. (Trabajo final de máster inédito). Máster en consultoría y gestión de pro-
No hemos encontrado de manera exacta el modelo de padre periférico au- cesos de desarrollo organizacional. Departamento de Sociología y trabajo social., Valladolid: Universidad de Valladolid
sente y desinteresado que la tradición cultural ha inculcado, aunque sí que de- Roland, S. (2000). Familias, enfermedad y discapacidad: una propuesta desde la terapia sistémica. Barcelona: Gedisa.
tectamos un modelo de progenitor que se acerca el referido por Bonino (2003) Sorrentino, A. M. (1990). Handicap y rehabilitación: Una brújula sistémica en el universo relacional del niño con defi-
ciencias físicas. Barcelona: Paidós.
como el padre patrón-educador que viene a ser el que educa y acompaña con

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MOSAICO 73 Terapia familiar y adopción internacional: Cuando el miedo paraliza a las familias adoptivas.

Terapia familiar y adopción


internacional: Cuando el miedo Abstract.
TAdopted adolescents with mental health problems constitute a big challenge for therapists. Several
paraliza a las familias adoptivas. studies have revealed an increased risk in the appearance of behavioral and psychological problems
among adopted teenagers. The story of Tomas, a 12-year-old adolescent, illustrates de potential of
systemic approach in the case of international adoption and mental health. The therapy consisted in
a treatment of the relationship between Tomas and his parents and between Tomas and his equals.
Resumen. Key words.
Eulalia Anglada. Adoption, International adoption, Family therapy, adolescence.
Los adolescentes adoptados en el extranjero que Psiquiatra infanto-juvenil por
la Université Catholique de Louvain
presentan un trastorno de salud mental suponen un
gran desafío para los terapeutas. Diferentes estudios
y Psicoterapeuta familiar.
Hospital de día para adolescentes de
Introducción:
epidemiológicos indican una sobrerrepresentación Gavà. Barcelona. Fundació Orienta.
La historia de Tomás ilustra el interés del enfoque familiar sistémico en la adop-
eulianglada@gmail.com
de adolescentes adoptados en el extranjero en ción internacional. Diferentes estudios clínicos muestran que, estadísticamen-
los servicios de salud mental y en los hospitales te, los adolescentes adoptados (incluidos los adoptados en el extranjero) con-
psiquiátricos infanto-juveniles en relación con el porcentaje que les correspondería sultan más al psicólogo o al psiquiatra infanto-juvenil que los no adoptados. De
hecho, Beine y Goffinet (2008) ya mencionaron que diferentes estudios epi-
por peso en la población. La historia de Tomás, un adolescente de 12 años, ilustra
demiológicos indican una sobrerrepresentación de adolescentes adoptados en
el interés del trabajo familiar sistémico en los casos de adopción internacional y el extranjero en los servicios de salud mental y en los hospitales psiquiátricos
trastorno mental. El trabajo terapéutico consistió en la restauración del vínculo, no infanto-juveniles en relación con el porcentaje que les correspondería por pe-
solo entre Tomás y sus padres, sino también entre Tomás y su grupo de iguales. so en la población. Los estudios clínicos también coinciden en señalar que los
problemas por los que los niños y adolescentes adoptados acuden a consulta
Palabras clave. derivan de problemas conductuales (dickson, Heffron y Parker, 1990; Goffinet,
Adopción, adopción internacional, terapia familiar sistémica, adolescencia.
Beine, 2012).
Sabemos que la historia de la pre-adopción del menor, la edad en que fue
adoptado, el sexo del niño, el país de origen, el nivel socio-económico de las fa-
milias adoptivas y la institucionalización son, entre otros, factores que influyen
en el desarrollo de los niños adoptados. Las múltiples y únicas experiencias de
los padres adoptivos y la gran diversidad de los orígenes de los niños adoptados
hacen que los estudios comparativos sean muy difíciles de realizar y por lo tan-
to que surjan un número importante de preguntas tanto para las familias como
para los profesionales, la mayoría de ellas aún sin respuesta.
En septiembre del año 2018 un estudio realizado por el Hospital Clínic, el
Hospital la Vall d’Hebron y el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y coordi-
nado por el Instituto Catalán de Acogida y Adopción puso de manifiesto que la
mitad de los 162 niños adoptados en Cataluña entre 1985 y 2015, procedentes
de Rusia y Ucrania, sufren Trastornos del Espectro del Alcoholismo Fetal. Esta
noticia alarmante sugiere, una vez más, que las condiciones adversas durante
los primeros años de vida se incorporan a nivel celular y molecular en la arqui-
tectura del cerebro, creando diferentes alteraciones que pueden culminar en un
incremento del riesgo de padecer un trastorno mental en la adolescencia (Heim
and Nemeroff, 2002).
En este sentido, los niños adoptados que consultan al psicólogo o al psiquiatra
infanto-juvenil en la adolescencia suponen un gran desafío para los terapeutas.

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MOSAICO 73 Terapia familiar y adopción internacional: Cuando el miedo paraliza a las familias adoptivas.

Según la literatura, existen dos grandes ideas respecto a la adopción (Rosen- pasarían todos juntos las dos semanas siguientes, antes de regresar finalmente
feld, 2006). Por una parte, la idea dominante de que el niño adoptado estará a Barcelona.
marcado por el traumatismo del abandono y, como consecuencia, tendrá pro- Tomás llegó a España con un leve retraso de desarrollo y algunos problemas
blemas de vinculación. Serán el tipo concreto de experiencias vividas durante de salud derivados de la malnutrición. El buen seguimiento pediátrico y el cui-
el embarazo y los primeros años de vida lo que determine las características de dado amoroso que recibió hicieron que rápidamente Tomás ganara en peso y
sus problemas y la persistencia de éstos después de la adopción (Nelson, 1985; talla para convertirse hoy en día en un joven de doce años guapo, alto y esbelto.
Newton Verrier, 2004). En contraposición, existe la idea de que el vínculo bioló-
gico no es esencial y que la adopción corresponde a otra manera de entrar en la
familia. Serán en este caso el deseo de los padres y la representación de estos Trastornos del vínculo y resiliencia.
respecto al hijo adoptivo y a su familia de origen lo que determinará las dificulta-
des en los niños adoptados (Neuburger, 2002, Cyrulnick, 1997). El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres o cuida-
El caso clínico de Tomás, un chico de doce años adoptado a los 3 meses de dores y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para la cons-
un país africano, que ingresó en el Hospital de día para adolescentes en el que trucción de la personalidad. El estado de seguridad, ansiedad o temor de un
trabajo, resulta de interés por integrar las dos teorías descritas sobre la adop- niño es determinado en gran medida por la accesibilidad, sensibilidad y sincro-
ción. nización en la respuesta de su principal figura de afecto, es decir, de la persona
Tomás ingresó por presentar un trastorno de conducta muy grave asociado a con la que establece el vínculo (Cyrulnik, 2002).
absentismo escolar. La hospitalización se desarrolló durante 8 meses. El trabajo Pero el apego no solo depende del carácter o personalidad de los cuidado-
terapéutico consistió en sesiones de terapia familiar sistémica a geometría varia- res. Sabemos que cada niño tiene un temperamento innato. Este temperamen-
ble: sesiones individuales con el paciente, con la madre y con el padre, sesiones to hace que cada niño se adapte de diferente manera a la actitud de sus padres
madre-hijo, sesiones padre-hijo, sesiones con toda la familia. Asimismo, Tomás creando un estilo de apego que se desarrolla desde una edad muy temprana.
participó en los diferentes talleres institucionales. El estilo de apego es indispensable para la formación de un modelo interno
Los padres del paciente, que desconocían los antecedentes familiares y la his- que integra, por un lado, creencias acerca de uno mismo y de los demás, y por
toria del embarazo y los primeros tres meses de su hijo, temían que éste pre- el otro, una serie de juicios que influyen en la formación y mantenimiento de las
sentara un trastorno mental irreversible. No entrar en esta dicotomía resultó tan dinámicas relacionales. A lo largo de la vida el modelo interno de cada uno pue-
difícil como determinante. La urgencia terapéutica en este caso consistió en la de modificarse en función de las experiencias relacionales que se tengan. Por
restauración del vínculo, no solo entre Tomás y sus padres, sino también entre lo tanto, la actitud de los cuidadores será determinante para la construcción de
Tomás y su grupo de iguales. la personalidad (Cyrulnik, 2002).

Caso clínico. Los padres de Tomás explican que su hijo se adaptó perfectamente a su
nuevo hogar y a la familia. Según su familia, Tomás siempre ha sido un niño
Tomás fue adoptado a los tres meses de vida en un país africano. Sus padres muy alegre, afectuoso y algo introvertido. Hasta hace algunos meses nunca
adoptivos, que ya tenían una hija biológica de tres años, deseaban ampliar la fa- había transgredido las normas. “Era el niño perfecto”, decía la madre.
milia al mismo tiempo que querían ayudar a un niño necesitado. África les pa-
reció el mejor sitio.
Los padres relatan que después de un año de mucha preparación por un En una sesión individual, la madre de Tomás, explica que después del naci-
equipo de adopción en Barcelona, finalmente pudieron viajar a África para co- miento de su hija mayor vivió un período muy difícil, momento que ella describe
nocer al que sería su hijo pequeño. Tomás y sus padres se conocieron en un or- como depresión postparto no diagnosticada. Explica con tristeza que el vínculo
fanato. El pequeño, de apenas tres meses estaba desnutrido. No se sabía nada que tiene con su hija nunca ha sido tan bueno como el vínculo que tiene con
de su historia anterior. Las monjas que cuidaban a los niños, dijeron a los pa- su hijo Tomás. La madre relata la llegada de su hijo como una bendición que la
dres adoptivos de Tomás, que se lo habían encontrado en la puerta del Orfana- ayudó a salir de la depresión. “Tomás me devolvió la confianza en mí misma”,
to. No traía consigo ninguna nota ni ningún objeto. Una semana después, To- “Finalmente me sentí una buena madre”. Aprenderemos más tarde que el gran
más se fue con sus padres y su hermana mayor a un hotel de la capital, donde miedo de la madre de Tomás era el de ser una “mala madre”.

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MOSAICO 73 Terapia familiar y adopción internacional: Cuando el miedo paraliza a las familias adoptivas.

Durante una sesión individual, Tomás me expli- y esto era necesario. Durante una sesión clínica la madre de Tomás pudo decir-
có que desde pequeño sentía que tenía que estar le a su hijo que él ya la había ayudado muchísimo y que ahora era su momento
agradecido a sus padres. Se esforzaba para ser el para pensar en él, que ellos estarían unidos de por vida. A partir de esta sesión
hijo perfecto, sobre todo para complacer a su ma- Tomás empezó a estar más relajado y colaborador.
dre, con la que aún hoy en día tiene un vínculo
realmente fuerte.
Podríamos hacer la hipótesis que la madre de La historia trasgeneracional.
Tomás, frágil tras su primera experiencia como
madre, tenía mucho miedo de que su temor a ser La transmisión transgeneracional permite que la historia de la familia se trans-
una mala madre se confirmara. Sin embargo, la mita de una generación a otra. Este proceso es necesario para que las informa-
llegada de Tomás cambió esta percepción ocasio- ciones, certezas y proyectos de la familia de origen se puedan articular con el
nando el desarrollo de un self falso en el paciente. proyecto individual de cada uno.
El concepto “self verdadero- self falso” fue de- Durante las visitas familiares con los padres de Tomás, aprendí que tanto la ma-
sarrollado por Donald W. Winicott (1965). Según dre como el padre de Tomás provenían de una familia donde existía la percepción
el autor, el recién nacido, que vive en un estado de que nunca nada era suficiente, siempre se podían hacer más cosas para ayu-
de indiferenciación primaria debido a su inmadurez neuronal, no puede pensar dar a los demás. Según la madre de Tomás, su vida, sus deseos, no le interesa-
en la existencia de otro ser y por lo tanto solamente se rige por sus sensaciones, ban para nada a su propia madre, quien solo estaba interesada en quedar bien.
es decir, por su estado pulsional. A lo largo del crecimiento, el niño va desarro- Todo el mundo tenía que ver que siempre iban a la iglesia y que eran muy bue-
llando un verdadero self al integrar estas sensaciones como partes de él mismo nos cristianos. Los abuelos maternos de Tomás, entre otras cosas, habían creado
y de su propia personalidad. una fundación que proporcionaba actividades a niños desfavorecidos de la zona.
Según Winicott (1965), si una madre es demasiado perfecta o excesiva en los
cuidados, anticipándose a las necesidades de su hijo, en éste existe el riesgo
que se produzca una disociación entre, por una parte, las sensaciones o pulsio- El proyecto de adopción de Tomás se construyó alrededor del mito familiar
nes percibidas y, por otra parte, los comportamientos aprendidos para adaptar- de somos una familia solidaria.
se al entorno, lo que el autor denomina self falso.

El mito familiar es el conjunto de creencias y de esperanzas irreales, que los


Podríamos hacer la hipótesis que Tomás empezó a ocultar sus sensaciones miembros de una familia comparten, ya sea con respecto a ellos mismos o bien
y pulsiones y aprendió a mostrar sólo lo que, por decirlo de alguna manera, con respecto a la naturaleza de las relaciones que los unen. El mito, compartido
su madre quería ver. y sostenido por todos los miembros de la familia como una verdad última que
escapa a toda crítica o cuestionamiento, determina el comportamiento de todos,
atribuyendo un rol a cada uno.
Al llegar a la adolescencia, momento de identificación identitaria, Tomás em- El problema surgió cuando, tres años después de la adopción, la madre quiso
pezó a darle más importancia a sus intereses personales y a los de sus amigos separarse. Según la madre, ella nunca estuvo enamorada del padre de sus hi-
que a los de su madre. Tomás podía decir en sesiones individuales que empezó jos, pero se casó porque era un buen hombre, católico y practicante y que gus-
a sentirse una mala persona. El paciente ya no se reconocía en el niño bueno taba a su familia. La separación no fue aceptada ni por la familia materna ni por
que siempre había sido y por lo tanto se identificaba como una mala persona la paterna.
fugándose de casa y saliendo con chicos que, según él mismo decía, eran tan La madre arrastraba, aún hoy en día, un sentimiento de culpabilidad y el pa-
problemáticos como él. dre todavía sentía mucho rencor e incomprensión.
El acto terapéutico consistió en hacer entender tanto a la madre como a To- La hermana de Tomás, tres años mayor que él, respondía perfectamente a lo
más, que habiéndose comportado como un buen niño Tomás había ayudado que los padres esperaban de ella y era el orgullo de su padre. Se definía como
mucho a su madre a sentirse buena madre y que estas nuevas identificaciones una chica solidaria a la que le gustaba ayudar a los demás. Participaba en dife-
eran un buen signo de salud mental. Tomás estaba creando su propia identidad rentes voluntariados y actividades organizadas por la iglesia del barrio y no en-

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MOSAICO 73 Terapia familiar y adopción internacional: Cuando el miedo paraliza a las familias adoptivas.

tendía que su hermano pudiera escaparse de casa, fumar y robar. Todos estos fugarse varias veces tanto de casa de su madre como de casa de su padre. Los
comportamientos eran contrarios a todo lo que sus padres les habían enseñado. padres, sin saber qué hacer, acudieron a urgencias en varias ocasiones. Final-
A partir de este momento las sesiones de psicoterapia familiar sistémica se mente, Tomás ingresó en el servicio de psiquiatría infantil de un hospital gene-
desarrollaron de manera variable: sesiones individuales con Tomás, sesiones in- ral y rápidamente fue derivado a una Unidad de Crisis de Adolescentes. Tomás
dividuales con la madre y con el padre, sesiones madre-hijo, sesiones padre-hi- preocupaba a los terapeutas por su escasa resonancia afectiva, irritabilidad y
jo, sesiones con los dos padres y sesiones con toda la familia. gran impulsividad. Por este motivo lo derivaron al Hospital de Día para que con-
El objetivo era el de trabajar alrededor del mito familiar. Aprendimos que el mi- tinuara con el tratamiento. El diagnóstico en el momento del ingreso era de un
to familiar para la familia de Tomas es el hecho que tenemos que ser solidarios, trastorno adaptativo y de comportamiento antisocial.
ser buenas personas. Este mito creó reglas de funcionamiento, es decir convic-
ciones sobre los roles que cada uno debe tomar en la familia y que dan las indi-
caciones sobre el mito y que se describirán a continuación. Como se ha mencionado anteriormente, Tomás dejó de participar en el mito
familiar. Él no se sentía una buena persona como sus padres y su hermana.
Los padres estaban desesperados y tenían mucho miedo de que su hijo los
Adolescencia: construcción de la identidad y un momento clave para la rechazara para defender sus orígenes biológicos.
filiación.

La adolescencia es un período de transformación identitaria y de gran ambiva- Es cierto que la construcción identitaria de los niños adoptados incluye el enig-
lencia. Esta ambivalencia se explica por el hecho de que el adolescente se ca- ma de la filiación biológica. El adolescente adoptado tiene una doble pertenen-
racteriza por defender su espíritu independiente desafiando a su familia, pero cia que es a la vez real, simbólica e imaginaria. Si el adolescente adoptado que-
aún depende emocionalmente de ella. Con estos desafíos, el adolescente aspi- da prisionero en un conflicto de lealtades entre su familia adoptiva y sus padres
ra tanto a mantener el vínculo como a tener la posibilidad de oponerse. Ambas biológicos puede quedarse bloqueado en una situación dolorosa de lealtad frac-
son necesarias para poder acceder al sentimiento de independencia personal. turada (Duret, 2006).
No hay nada peor para un adolescente que no tener a nadie contra quien rebe- Antes de seguir con el caso clínico me parece importante reflexionar sobre las
larse (Winnicott, 1965). representaciones sociales que acompañan esta cuestión filiativa y que pueden
La clave de este período sensible es el de acoger y entender el desafío relacio- influir a los padres adoptivos y a los terapeutas.
nal que lanza el adolescente hacia los adultos como una necesidad de diferen-
ciación y no como un ataque.
Los padres de Tomás me cuentan que los problemas de conducta de su hi-
jo empezaron al inicio de 1º de la ESO, coincidiendo con un cambio escolar, un
cambio en el grupo de amigos y el inicio de consumo de cannabis. Tomás se vol-
vió cada vez más provocador, llegando a insultar a los profesores del instituto y a
tener actitudes violentas en clase tanto con los iguales como con los profesores.
Poco a poco la familia vio cómo su hijo iba dejando de hacer las actividades
que más le gustaban como el baloncesto o la guitarra para irse, sin permiso, con
sus nuevos amigos. Tomás empezó a robar y se mostraba cada vez más irrita-
ble y violento.
El año anterior, la familia había consultado dos veces a una psicóloga privada
especialista en adopciones ya que notaron irritabilidad y disminución del rendi-
miento escolar en el paciente. La psicóloga concluyó que se trataba de un tras-
torno ansioso y proporcionó una serie de pautas a la familia.
El estado de Tomás empeoró a mediados de noviembre. Fue expulsado del
instituto por tráfico de marihuana, dejó de ir a las actividades organizadas por
la iglesia, cada vez se mostraba más inquieto, agresivo con los iguales y llegó a

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MOSAICO 73 Terapia familiar y adopción internacional: Cuando el miedo paraliza a las familias adoptivas.

Importancia de los vínculos de sangre en nuestra sociedad. Como explica Neuburger (1995) en su libro el mito familiar, explicar al niño
pequeño que es adoptado de manera precoz es concederle un estatus particu-
La cultura occidental difunde aún de manera predominante la creencia que los lar, el de niño adoptado que tiende a diferenciarse de los otros niños que ten-
lazos biológicos son más fuertes que los no biológicos. Esto se observa muchas drían un estatus legítimo por el hecho de ser hijos biológicos. “El niño adoptado
veces al nombrar a los padres adoptivos como “falsos padres” respecto a los tendrá que confrontar que no es querido por sí mismo, incondicionalmente co-
“verdaderos padres” que serían los padres biológicos (Rosenfeld, Duret, 2006). mo un hijo biológico, sino mientras haga felices a sus padres adoptivos. Pondrá
También se observa en la insistencia que practican muchos terapeutas e insti- a prueba el amor de sus padres a través de provocaciones y problemas compor-
tuciones en querer mantener el contacto a toda costa entre los niños tutelados tamentales. Los limites y la tolerancia de los padres, una vez agotados, confir-
y sus padres aun sabiendo que estos contactos son destructivos para el niño. marán su hipótesis, es decir que no lo quieren realmente y el niño no podrá sino
Este contexto cultural hace que exista el riesgo de que se cuestione la legitimi- vengarse”. (Neuburger, 1995, p.66).
dad de los padres adoptivos. También puede tener consecuencias sobre el niño,
quien verá cuestionada su filiación y su identidad por la sociedad que lo rodea.
En las sesiones individuales, Tomás no decía nada de sus padres adoptivos. Neuburger afirma que los vínculos de sangre y el color de la piel tienen más
Según él no pensaba en eso, no le interesaba. Por el contrario, sí le daba mucha influencia a nivel imaginario que a nivel real. La acción terapéutica que reco-
importancia al hecho de ser de raza negra. Se sentía muy orgulloso de ser negro. mienda en caso de escaladas de violencia en las familias adoptivas es crear
Tomás me contaba que no quería formar parte de la sociedad blanca “pija” a la un vínculo entre el ritual de la adopción y el mito de la familia. De esta mane-
que rechazaba. Él se sentía diferente y por eso se juntaba con jóvenes también ra se refuerza el grupo familiar. A este proceso terapéutico lo nombró “greffe
de otras etnias. La necesidad de identificarse con sus iguales podía justificarse mythique” o “injerto del mito familiar”.
por la ausencia de otros familiares negros en su familia, por la afiliación imagi-
naria a la comunidad del país de origen o por las dos cosas.
Cuando queremos pertenecer a un grupo de iguales, es importante demostrar En este sentido, el acto terapéutico consistió en buscar los parecidos y las dife-
que compartimos las mismas ideas, convicciones y creencias respecto a este rencias de carácter entre Tomás, su padre, su madre, su hermana y el resto de
grupo, pero también a la idea que tenemos sobre el entorno, sobre el mundo. la familia. Tomás y su familia estuvieron de acuerdo en que el carácter rebel-
Para Tomás, pertenecer a un grupo de iguales le daba muchas ventajas relacio- de lo comparte con su tío paterno quien también había vivido una adolescencia
nales, como por ejemplo la protección. convulsa. El “injerto del mito familiar” ya estaba en marcha y las tensiones fa-
Tomás cuestionaba los valores y las normas familiares y las confrontaba a los miliares disminuían.
valores de su grupo de “iguales”. Parecía imposible que Tomás y su familia pu-
dieran encontrar un justo equilibrio entre la construcción de la identidad de To-
más y los proyectos de su familia. La separación de los padres de Tomás:.
La representación de Tomás sobre sus orígenes debilitaba su construcción
identitaria. Como veremos a continuación, el objetivo terapéutico fue el de trans- La terapia familiar nos enseña que, muy a menudo, la preocupación de los pa-
formar el miedo de los padres al rechazo a los valores familiares con relación a dres en relación con un hijo agresivo esconde un conflicto de pareja subyacen-
la adopción como un movimiento de oposición y de crisis de la adolescencia. te. A través de sus dificultades, el adolescente de manera inconsciente lleva a
Como la necesidad imperiosa de Tomás de ser capaz de tomar sus propias de- sus padres a terapia (Andolfi, Angelo, d’Atena, 2011).
cisiones. Después de una visita individual con el padre y de otra con la madre, me di
cuenta hasta qué punto seguía existiendo un conflicto latente entre los padres
de Tomás.
Los malentendidos sobre la filiación. Como he mencionado anteriormente, los padres de Tomás se separaron tres
años después de la llegada del pequeño a Barcelona, a iniciativa de la madre.
Muy a menudo se le explica al niño, ya de muy pequeño, que es un hijo adopta- El padre de Tomás describía a la madre como una mujer egoísta que le había
do. Ya bien porque tiene un color de piel diferente y desde fuera se ve tan claro engañado y dejado por otro. La madre se refería al padre como un hombre muy
que no es un hijo biológico, ya bien porque muchos terapeutas lo recomiendan ansioso e inseguro. Según ella, se casó con él porque compartían los mismos
por razones de moralidad. valores, pero con el tiempo la convivencia se hizo insoportable.

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MOSAICO 73 Terapia familiar y adopción internacional: Cuando el miedo paraliza a las familias adoptivas.

La madre verbalizaba que entendía perfectamente que su hijo se pusiera más Conclusiones.
nervioso las semanas que pasaba en casa del padre y que con ella los proble-
mas de conducta eran mucho menos visibles. Poco a poco Tomás fue mejorando y volvió al instituto. Al final de la hospitaliza-
Tomás explicaba que no soportaba a su padre, que le ponía muy nervioso con ción, el trabajo terapéutico se centró en diferentes sesiones padre e hijo. El ob-
tantas reglas y normas en casa y reconocía que muchas veces lo provocaba a pro- jetivo era el de restaurar el vínculo y encontrar actividades o aspectos que pudie-
pósito fugándose para quedar con los amigos o consumiendo cannabis en casa. ran compartir los dos. Al tiempo del alta Tomás se había apuntado a diferentes
Los jóvenes, y particularmente los hombres jóvenes, necesitan el apoyo de la actividades con el grupo de la iglesia e hizo amigos nuevos.
función paterna para crecer. La función paterna es indispensable no sólo por- Poder pensar en uno mismo es buena señal de salud mental. Tomás aún si-
que permite al adolescente tener una figura sobre la cuál poder identificarse y gue manteniendo contacto con sus amigos del barrio. Ya no quiere jugar al ba-
cuestionarse, sino también porque les permite poder poner distancia con la re- loncesto ni tocar la guitarra, pero va dos veces por semana a clases de artes
lación de fusión establecida previamente con la madre. marciales.
En el caso de Tomás esta función paterna parecía estar desvalorizada por la No sabemos hasta qué punto han influido en esta situación la historia pre-
madre. El paciente, que tenía una relación mucho más próxima con su madre, adoptiva de Tomás, el hecho ser de otra raza o la relación entre los padres. Re-
sólo podía confirmar esta desvalorización. sulta evidente que todos estos factores no se pueden banalizar, pero lo primor-
El padre de Tomás, frustrado y triste por la situación, reconoció en una sesión dial en este caso clínico fue trabajar toda esta sintomatología como otra parte
individual que en ocasiones había pensado que adoptar a Tomás había sido un más del difícil proceso de oposición e identificación característico de toda ado-
error. Que su hijo era un delincuente y que todo estaba perdido. lescencia.
Según Bolwby (1985), “la violencia intrafamiliar se produce como distorsión y
amplificación de un comportamiento que en su origen es adaptativo y relacionado
con el vínculo”. A las definiciones clásicas de la violencia como lucha del poder,
expresión del instinto agresivo o reacción frente a la frustración, Bolwby añade Bibliografía
que en la violencia intrafamiliar existe una relación significativa con las personas Andolfi, M., Angelo, C., d’Atena, P. (2011). La Terapia Narrata dalla Famiglia. Milan: Ed. Raffaello
con las que el paciente establece el vínculo, con su separación y con su pérdida. Cortina.
Podemos hacer la hipótesis de que, en el caso de Tomás, parte de la violencia Beine, A., Constant, E., Goffinet, S. (2008). L’adoption, un risque accru d’hospitalisation psychiatri-
que? Etude préliminaire. Annales médico-psychologiques,166:516-522.
estaba determinada por un sentimiento de inseguridad y miedo al abandono.
Bowlby, J. (1985). La separación afectiva. Barcelona. Paidós.
Cuánto más miedo tenía el padre a que Tomás se convirtiera en un delincuente,
Cyrulnik, B. (2002). Los patitos feos La resiliencia: una infancia infeliz no determina la vida. Bar-
más actitudes provocadoras tenía Tomás. Ello sugiere que cuando en una rela- celona. Ed. Gedisa.
ción significativa, como la de un padre con su hijo, el comportamiento del otro Cyrulnik, B. (1997). Sous le signe du lien. Paris. Hachette Littérature.
es percibido como una amenaza de pérdida de vínculo, la violencia aparece co- Dickson, B., Parker, M. (1990). Children from disrupted and adoptive homes on an inpatient unit.
mo el único modo posible de respuesta para mantener el vínculo a toda costa. American Journal of Orthopsychiatry.60: 594-602.
Heim, C., Nemeroff, C. (2002). Neurobiology of early life stress: clinical studies. Semin Clin Neu-
ropsychiatry. 2: 147-59.
Neuburger, R. (1995). Le mythe familial. Paris. ESF.
Ni Tomás ni su hermana habían hablado nunca del sufrimiento que les había Newton Verrier, N. (2004). L’enfant adopté. Comprendre la blessure primitive. Bruxelles. Ed. De
provocado la separación de sus padres. Boeck.
Rosenfeld, Z., Duret, I. (2010). Représentations de la famille et de la filiation chez l’enfant adopté
et ses parents. Thérapie Familiale. 31.
El trabajo terapéutico en esta faceta consistió en permitir tanto a Tomás como Rosenfeld, Z. (2006). Adoption et construction identitaire. Cahiers critiques de thérapie familiale et
de pratiques de réseaux. 37:157-171.
a su hermana hablar del sufrimiento que les había producido la separación de
Winicott, D. (1965). La famille suffisamment bonne. Paris. Ed. Payot.
sus padres al mismo tiempo que trabajar con los padres el refuerzo del equipo
parental. Aunque no funcionaran como pareja, tanto el padre como la madre
pudieron decir que confiaban en las capacidades parentales del otro y que era
importante que hicieran equipo. Para Tomás fue muy importante escuchar co-
mo la madre valoraba al padre.

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MOSAICO 73 25 Años de la FEATF: Reflexión y Balance.

25 AÑOS DE LA FEATF: REFLEXIÓN Y BALANCE.

Roberto Pereira.
• Un mínimo de 6 meses de actividades prácticas en entornos públicos o pri-
En 1994 la FEATF llega a su cuarto año de vida plena de actividades, ideas e vados de Salud Mental, en los cuales el psicoterapeuta en formación pueda
iniciativas de todo tipo. La actividad es frenética, en diversos frentes: el de la co- tener experiencia directa de la clínica psicopatológica, permitiéndole tomar
municación con los socios, con la creación de un boletín informativo, el de la re- contacto directo con las diferentes formas de manifestación de los trastornos
cién creada comisión de formación y acreditación, que agrupa a las escuelas de mentales, y los distintos profesionales que intervienen en la Salud Mental.
formación para consensuar los criterios docentes, las reuniones con EFTA, que • Se considera necesario que los candidatos a psicoterapeuta realicen duran-
inicia también un proceso de consenso europeo de criterios mínimos de forma- te su formación un trabajo de formación personal. Se recomienda que se
ción, las de la Junta directiva, que en enero se reúne por primera vez en el año, incluya, dentro del programa de formación, un espacio de trabajo sobre la
volviéndolo a hacer en abril, junio, septiembre y octubre. Familia de Origen del Terapeuta (F.O.T.)
• Apéndice: Se recomienda incluir, dentro de los programas de formación,
A las 10 asociaciones miembro se une la Asturiana, incorporándose a la Jun- cursos dirigidos a todas aquellos que no van a ejercer propiamente como
ta Directiva su presidenta, Lola González. También lo hacen Carmela Pérez de psicoterapeutas, pero están interesados en
León, que ha sustituido a Ricardo Sanz en la presidencia de la Asociación Valen- los abordajes propios de la Terapia Familiar.
ciana, Emilio Gutierrez, que ha hecho lo propio con Luis Ferrer en la Asociación
Gallega y Marc Beyebach, que sustituye a pepe Navarro en la Castellano-leone- En enero se acuerda también distribuir, de ma-
sa. El total de socios que integran estas 11 asociaciones es de 862. nera periódica, un boletín informativo que sirva
de nexo entre los miembros de las distintas aso-
En la junta directiva de enero y a propuesta de la Comisión de Formación, la ciaciones federadas. El primero se distribuye ese
Federación aprueba los criterios mínimos para la acreditación y formación de mismo mes, y a lo largo del año llegarán otros
psicoterapeutas familiares, y acuerda que será la Comisión de evaluación y for- dos. En total se imprimieron cuatro, que fueron
mación la que, a partir de ese momento, avale los programas de formación que el embrión de la futura revista de la Federación
así lo soliciten. que aparecería dos años más tarde.

Los criterios mínimos de acreditación y formación aprobados son los siguientes: Otro hecho importante que merece la pena re-
• Poseer titulación de rango universitario para acceder a la formación. Las li- saltar ya que supone un paso importante para la
cenciaturas en medicina y psicología son las adecuadas, si no se han cur- psicoterapia familiar, es el reconocimiento de és-
sado las materias propias de dicho perfil tienen que cursar un conjunto de ta como prestación sanitaria por el Sistema Na-
materias propias de la salud mental que definirá la FEATF cional de Salud.
• Mínimo de tres años a tiempo parcial en periodo de postgrado universitario
dedicados a la formación teórica y clínica en Psicoterapia de familia y a la “La atención y asistencia sanitaria especializada, una vez superadas las posibi-
adquisición de habilidades básicas del psicoterapeuta, a través de cursos lidades de diagnóstico y tratamiento de la atención primaria, comprenderá: …
y seminarios, con un mínimo de 600 h e incluirá al menos 50 horas de co- … d) La atención de la Salud Mental y la asistencia psiquiátrica, que incluye el
nocimientos fundamentales de las diferentes modalidades y orientaciones diagnóstico y seguimiento clínico, la psicofarmacoterapia y las psicoterapias in-
de la psicoterapia. dividuales, de grupo o familiares y, en su caso, la hospitalización, de acuerdo
• Un mínimo de 2 años de práctica profesional como psicoterapeuta de fami- con lo especificado en el apartado anterior”.
lia, debidamente supervisada, e iniciada tras al menos un año de formación
teórica. La supervisión de la práctica profesional habrá de realizarse con EFTA
psicoterapeutas expertos acreditados como tales por las respectivas asocia- El 23 de enero EFTA invita a las asociaciones nacionales de TF a una reunión
ciones de psicoterapeutas. Preferentemente en vivo, bien como coterapeu- para discutir criterios comunes para la formación en TF. Será la 1ª de las mu-
ta o bien utilizando los medios técnicos necesarios -espejo unidireccional, chas reuniones que tuvieron lugar a lo largo de los años para hablar de estos te-
circuito cerrado de TV.-, con un mínimo de 100 horas y se exigirá que cada mas. A la reunión acudieron el presidente y el secretario de la Junta Directiva de
alumno se haya hecho cargo de al menos 2 casos. la Federación, Jose Antonio Ríos y Roberto Pereira respectivamente.

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MOSAICO 73 25 Años de la FEATF: Reflexión y Balance.

En el mes de abril celebra en Atenas su II Congreso, con el tema “Ética y liber- 2º nivel: Docente. Para acceder aI nivel de Docente, se exigirá:
tad: nuevos caminos en el desarrollo de la TF”. Durante el congreso se celebra- - Cuatro años de experiencia como Colaborador Docente.
ron elecciones a su junta directiva, resultando elegido Juan Luis Linares como - Cuatro años de experiencia clínica como Psicoterapeuta de Familia.
vocal, a quien la Federación había manifestado su respaldo en carta dirigida a -S olicitarlo y ser aceptado como tal por alguno de los Centros/Grupos/ Escue-
EFTA. Como presidente fue reelegido Mony Elkaim. las de Formación.
Unos meses más tarde, en la reunión de su JD se propuso y aceptó realizar el 3er nivel: Docente Supervisor. Para acceder aI nivel de Supervisor, se exigirá:
siguiente congreso de 1997 en Barcelona, con Juan Luis Linares como presi- - Dos años de experiencia como Docente.
dente del comité organizador. - Seis años de experiencia clínica como Psicoterapeuta de Familia.
-S olicitarlo y ser aceptado como tal por alguno de 1os Centros/Grupos/ Es-
Estatutos. cuelas de Formación.
Otro de los pasos importantes llevados a cabo en las reuniones es la modifica-
ción de estatutos de la FEATF. Se acuerda no modificar los artículos que hacen Jornadas.
referencia a las Asociaciones vinculadas. Además, a partir de la reunión cele- Los días 26, 27 y 28 octubre se celebran en Vitoria las XV
brada el 17 de septiembre se establece reservar el segundo trimestre del año jornadas de Terapia Familiar, dedicadas a “La Formación en
para actividades de la Federación, de tal forma que las Asociaciones evitarán or- TF”. Acudieron 206 personas se realizaron 4 ponencias, tres
ganizar jornadas, congresos, simposios o eventos durante esas fechas. comunicaciones a la Ponencia, una mesa redonda, 12 talle-
res, 10 comunicaciones libres y la comunicación de posters.
Comisión de evaluación y formación. 1ª PONENCIA: “Los diversos Contextos de Formación”
El 1 de julio, mediante convocatoria de la comisión de evaluación y formación, - F. Carrasco, F. Castillo y A. Sarro
se reúnen en Barcelona durante las Jornadas Dictia de TF, 23 representantes 2ª PONENCIA: “La supervisión en Terapia Familiar”
de asociaciones y escuelas españolas de formación de terapeutas familiares con - J. L. Linares, J. A. Ríos, R. Sanz, M. Martínez de Velasco
el objetivo de, tras los criterios de formación de terapeutas familiares aprobados 3ª PONENCIA: “La formación en Psicoterapia”
en enero, consensuar los criterios para acreditar a los docentes de las escuelas, - Luigi Cancrini
como paso previo a desarrollar criterios de acreditación de programas de forma- 4ª PONENCIA: “La implicación Personal en la Formación”.
ción. Los acuerdos a los que se llegan son los siguientes: - E. Lopez-Barbera y M. Beyebach
• Que los docentes tienen que ser psicoterapeutas, dejando a cada escuela la
libertad para designar otros colaboradores.
• Exigir un mínimo de 4 años de experiencia docente para ser acreditados como tales. Asistentes a la reunión de la asamblea de Escuelas de Terapia Familiar del
• Que todos los Programas cuenten con algún docente reconocido. 01-07-1994.
• Que la comisión de la FEATF convocará una Comisión de Notables que regule
todo lo relativo a este tema. Coordina: Roberto Pereira. Comisión de Formación de la FEATF.
• Volver a tener una reunión el 26 de octubre en Vitoria en las XV Jornadas na- Norberto Barbagelata (A. Madrileña) Esperanza Lopez (Dictia-Va1encia)
cionales de TF. José Barrera (A. Andaluza) Jose Manuel Lopez (N.A.V.E.N.)
La asamblea se reúne de nuevo en Vitoria el 26 de octubre, durante las XV Jor- Javier Bou (Dictia-Valencia) Rafael Manrique (A. Cántabra)
nadas Nacionales de Terapia Familiar, acordando crear tres niveles docentes, Eduardo Brik (A. Madrileña) Juan Miguel de Pablo (A. Andaluza)
cuyos criterios de acreditación serían los siguientes. Fernando Carrasco (E.V.T.F. Bilbao) Pepe Pascual (A. Asturiana)
Antonio Fernández (Instituto Szondi) Jose A. Ríos (STIRPE- Madrid)
Niveles docentes y criterios de acreditación acordados el 26-10-95 Carmen Garcia Valcarcel (A. Madrileña) Juan Rodriguez (C.A.V. -Castellón)
1er nivel: Colaborador Docente. Para acceder al nivel de Colaborador se exigirá: Anette Kreuz (C.T.F.F. Valencia) Alberto Sarro (C.T.F.B. -Barcelona)
- Estar acreditado como Psicoterapeuta. Itziar Landaburu (E.V.T.F. Bilbao) Maria Antonia Sanz (A. Asturiana)
- Una experiencia clínica de aI menos 4 años. Juan Luis Linares (E.T.F. H.S. Pau-Bar- Ricardo Sanz (A. Valenciana)
- Solicitarlo y ser aceptado por alguno de los Centros/Grupos/Escuelas de For- celona) Luis Torremocha (C-3 Málaga)
mación. Elisa Lopez Barbera (I.G.T.P. Madrid) Jorge A. de Vega (Rayuela-Las Palmas)

180 181
Normativa para publicación en revista mosaico Ejemplo: En un estudio reciente sobre tiempos de reac-
ción... (Calderón, 1994)
B.3 Ejemplar completo de una revista
Elementos:
La revista científica MOSAICO es un medio de difusión de dicarán nombre y apellido de el/los autor/es, profesión a.2. Citas textuales: 1. Editor(es): Apellido e inicial del nombre 2. Año de
actividades científicas y de promoción de la Federación y e-mail. El material que es citado directamente [palabra por pa- publicación (entre paréntesis) 3. Título del ejemplar 4.
Española de Asociaciones de Terapia Familiar (FEATF), En la siguiente línea se consignarán los datos de la ins- labra] de otro autor requiere un trato diferente para in- Nombre de la sección 5. Título de la revista (cursiva) 6.
así como de artículos e investigaciones relacionadas titución a la que pertenecen, dirección, ciudad y país. cluirse en el texto. Al citar textualmente, se representa la Volumen 7. Número (entre paréntesis)
con el ámbito de la Terapia Familiar, y el pensamiento Resumen (abstract): no debe poseer más de 70 palabras. cita palabra por palabra y se incluye el apellido del autor, Ejemplo: Barlow, D.H. (Ed.). (1991). Diagnoses, dimen-
sistémico-relacional. El resumen debe concentrarse en enunciar en lenguaje año de publicación y la página en donde aparece la cita. sions, and DSM-IV: The science of classification [Ejem-
Los objetivos básicos de la revista MOSAICO son: simple y directo el objetivo y alcance del trabajo presen- a.2.1. Cuando las citas directas son cortas [menos de plar especial]. Journal of Abnormal Psychology, 100 (3).
tado, como así también las conclusiones del artículo. Es 40 palabras], éstas se incorporan a la narrativa del tex- B.4 Artículo de revista
• Promover los fines y ser el órgano de expresión de la
obligatorio que esté en español o portugués e inglés. to entre comillas. Artículo de revista científica con un autor
FEATF.
Palabras claves: deben ser entre 3 y 7 palabras. Ejemplo: «En estudios psicométricos realizados por la Elementos:
• Publicar trabajos de carácter científico que estén rea-
Introducción: La introducción debe responder a la pre- Universidad de Connecticut, se ha encontrado que los 1. Autor del artículo: Apellido e inicial del nombre; 2.
lizados con rigor metodológico y que supongan una
gunta de por qué se realizó el trabajo. Debe reflejarse en niños tienen menos habilidades que las niñas» (Ferrer, Año de publicación (entre paréntesis); 3. Título del ar-
contribución al progreso en el ámbito de la Terapia
no más de 300 palabras y es conveniente que el último 1986, p. 454). tículo; 4. Título de la revista (en letra cursiva, seguido
Familiar y en la aplicación del modelo sistémico-re-
lacional. párrafo de la Introducción se utilice para resumir el ob- a.2.2. Cuando las citas directas constan de 40 o más de coma); 5. Volumen (seguido de coma); 6. Número; 7.
jetivo del estudio. palabras, éstas se destacan en el texto en forma de blo- Paginación (separadas por un guión).
• Abrir líneas de debate respecto a la teoría y praxis, de
manera general, de la Terapia Familiar. Referencias bibliográficas: bajo las normas de la APA, que sin el uso de comillas. Ejemplo: Prieto, A. (2001). Instrumento de evaluación de
anexionada al final de este documento, la extensión de Comienza este bloque en una línea nueva, desplazando campos clínicos para la enseñanza profesional de enfer-
• Difundir acontecimientos (congresos, jornadas, semi-
las referencias bibliográficas será como máximo de dos con el tabulador, la misma y subsiguientes líneas, cinco mería (ECCE). Horizonte de Enfermería, 12 (1), 11 - 21.
narios, cursos, encuentros, etc.) relativos a esta espe-
páginas. espacios a la derecha.
cialidad. C. Documentos electrónicos
• S er un elemento de unión y comunicación de activida- Trabajos de Investigación. Ejemplo: Miele (1993) encontró lo siguiente: El «efecto C.1. Artículos de revistas electrónicas
des de las distintas Asociaciones que conforman FEATF, Su estructura formal debe contener, además de las men- placebo» que había sido verificado en estudio previo, des-
C.1.1.- Artículos de Internet basados en una fuente im-
y de FEATF con otros organismos e Instituciones. cionadas en el apartado de los artículos, las siguientes apareció cuando las nuevas conductas fueron estudiadas
presa:
secciones: de esta forma. Las conductas nunca fueron exhibidas de
• F omentar y desarrollar la educación y formación en el 1. Autor (es): apellido e inicial del nombre; 2. Año de edi-
• Introducción nuevo aún cuando se administran drogas verdaderas. Es-
modelo sistémico-relacional y en sus diversos ámbitos ción o publicación (entre paréntesis); 3. Título del artículo;
• Método: muestra, instrumento y procedimiento tudios anteriores fueron claramente prematuros en atri-
de aplicación. 4. Coloque la expresión «versión electrónica» [entre cor-
• Resultados buir los resultados al efecto placebo. (p.276)
chetes]; 5. Título de la revista (en letra cursiva); 6. Volu-
Normas para la publicación • Discusión B. Referencias (no más de 15 referencias por trabajo men; 7. Número (anotar entre paréntesis y seguido de dos
de artículos en MOSAICO • Tablas y Anexos (opcional) presentado) puntos); 8. Páginas (separadas por un guión).
• Referencias bibliográficas, con las mismas condicio- B.1 libro Ejemplo: Nazer, J. & Ramírez, R. (2000). Malformaciones
Los trabajos presentados deberán ser originales e iné-
nes que para los artículos. Libro con un autor congénitas en los hijos de madres diabéticas [versión
ditos en cualquier otro medio hasta el momento de su
Uso de imágenes, figuras y tablas: Elementos: electrónica]. Revista Médica de Chile, 128 (9):1045-1052.
publicación en MOSAICO.
Se insertarán en el texto, con una identificación numé- 1. Autor: Apellido e inicial del nombre 2. Año de publi- C.1.2.- Artículo de revista científica, sólo disponible en
Extensión y estructura de los trabajos: rica que deberá ser correlativa, y una leyenda que expli- Internet:
cación (entre paréntesis) 3. Título del libro (cursiva) 4.
Características Generales: Los trabajos deberán reali- que lo que representa, centrada en el texto. Edición (entre paréntesis) 5. Lugar de edición (seguido 1. Autor (es): apellido e inicial del nombre; 2. Fecha de
zarse mediante procesador de texto Word y en documen- Referencias y bibliografía: de dos puntos) 6. Editorial. Si no tiene editorial se escri- edición o de publicación: año, día y mes (entre parén-
tos formato .doc, o similar, indicando título del trabajo. Todo trabajo deberá incorporar las referencias biblio- be [s.n.] del latín sine nomine que significa sin nombre. tesis); 3. Título del artículo; 4. Título de la revista (en
La extensión depende del tipo de trabajo: de hasta 14 gráficas al final del documento. Según el formato uti- Ejemplo: Flores de Fernández, R. (1965). Historia de la letra cursiva); 5. Volumen; 6. Coloque la expresión «Re-
páginas para trabajos de investigación y de 8 páginas lizado por la American Psychological Association (APA), enfermería en Chile: Síntesis de su evolución educacio- cuperado el»; 7. Fecha de consulta: día, mes y año; 8.
para trabajos de difusión científica, escritas en párrafo se usará el título Referencias y no Bibliografía. El orden nal. Santiago, Chile: [s.n.] Coloque la expresión «de»; 9. Dirección electrónica
a espacio simple. Todo el texto debe estar en letra tipo de las referencias debe ser estrictamente alfabético, por Ejemplo: Fredrickson, B.L. (2000, 7 de marzo). Cultiva-
B.2. Parte o capítulo de libro
New Times Roman, tamaño 12 pto. y espacio entre ca- apellido de los autores. El formato para las referencias ting positive to optimize health and wellbeing. Preven-
racteres simple. Elementos:
bibliográficas es el siguiente: tion & Treatment, 3, Artículo 0001a. Recuperado el 20 de
Configuración de página: se utilizará hoja tamaño A4 1. Autor(es): Apellido e inicial del nombre 2. Año de noviembre de 2003, de http://journals.apa.org/preven-
A. Citas en el texto publicación (entre paréntesis) 3. Título del capítulo del
(210x297mm). Los márgenes de todas las páginas deben tion/volume3/pre0030001a.html
a.1 Obras con un autor libro 4. En (seguido del autor del libro) 5. Título del libro
ser: márgenes izquierdo y derecho de 25 mm y superior
e inferior de 25 mm igualmente. Las páginas deberán ir a.1.1 Cuando el apellido del autor forma parte de la na- (cursiva) 6. Edición y paginación (entre paréntesis sepa- PRESENTACIÓN: Aquellos interesados en presentar pro-
numeradas todas ellas en el margen inferior derecho. rrativa, se incluye solamente el año de publicación del rados por una coma) 7. Lugar de edición (seguido de dos puestas para su evaluación y publicación deberán remitir
artículo, entre paréntesis. puntos) 8. Editorial. las mismas por medio de e-mail a: mosaico@featf.org
Cuerpo de los artículos (Estructura): Ejemplo: Calderón (1994) comparó los tiempos de re- Ejemplo: O’Neil, J.M. & Egan, J. (1992). Men’s and wo- Los miembros del comité de redacción y otros expertos
Titulo: Deberá expresar en forma sintética y completa el acción... men’s gender role journeys; Methaphor for healing, tran- de reconocido prestigio en este ámbito valorarán de for-
tema del trabajo. No debe poseer más de 15 palabras, a.1.2. Cuando el apellido y fecha de publicación no for- sition and transformation. En B.R. Wainrib (Ed.), Gender ma individual e independiente cada uno de los artículos,
incluyendo el subtítulo. man parte de la narrativa del texto, se incluyen entre issues across the life cycle (4a.ed., pp.107-123). Nueva para posteriormente acordar la idoneidad para su publi-
Datos de los autores: A continuación del título, se in- paréntesis ambos elementos, separados por una coma. York, EE.UU.: Springer. cación en la revista.
182 183
En el próximo
número...

MOSAICO 74
Suicidio y Violencia de género: relación invisibilizada
en los servicios de atención a la salud mental.
Tremoleda, J.; Salvany, M.; Mercadal, J.; Ortega, M.C.; Aguilera, C.;
Cabezas, M.V.

Nuevos modelos de parentalidad. Funcionalidad y disfuncionalidad.


Laura López Calderón.

Afrontamiento y apego en mujeres víctimas de Violencia de Género


en la Pareja.
Natalia Fernández Álvarez, Yolanda Fontanil Gómez, Esteban Ezama Coto,
Yolanda Martín Higarza, Cristina Diez Fernández, Roxana Fernández Galán.

Trabajo personal in directo en formacion online.


María José Durán.

Entrevista a Esteban Laso.


Javier Rodrigo.

MONOGRÁFICO:

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