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UNIVERSIDAD YACAMBÚ

PROGRAMA DE ESTUDIOS POR COMPETENCIAS


CARRERA-DERECHO

Facilitadora: Prof. Milagro Alexandra Yustiz Ramos


Asignatura: Teoría General del Contrato (TJG-0753)
Participante: Jesús Rafael Cadenas C.
C.I. V-19.985.210
Sección: ED01D0V 2019-3

INFORME COMPLEMENTO DE LA TAREA 2


ELEMENTOS DEL CONTRATO. BASADOS EN EL CÓDIGO CIVIL

Un contrato es un acuerdo legal, oral o escrito, manifestado en común entre dos o


más personas con capacidad jurídica (partes del contrato), que se obligan en virtud del
mismo, regulando sus relaciones a una determinada finalidad o cosa, y a cuyo
cumplimiento pueden compelerse de manera recíproca, si el contrato es bilateral, o
compelerse una parte a la otra, si el contrato es unilateral. Es el contrato, en suma, un
acuerdo de voluntades que genera «derechos y obligaciones relativos», es decir, sólo
para las partes contratantes y sus causahabientes. Pero, además del acuerdo de
voluntades, algunos contratos exigen, para su perfección, otros hechos o actos de
alcance jurídico, tales como efectuar una determinada entrega (contratos reales), o
exigen ser formalizados en documento especial (contratos formales), de modo que, en
esos casos especiales, no basta con la sola voluntad. De todos modos, el contrato, en
general, tiene una connotación patrimonial, incluso parcialmente en aquellos celebrados
en el marco del derecho de familia, y es parte de la categoría más amplia de los
negocios jurídicos. Es función elemental del contrato originar efectos jurídicos (es decir,
obligaciones exigibles), de modo que a aquella relación de sujetos que no derive en
efectos jurídicos no se le puede atribuir cualidad contractual.

En cada país, o en cada estado, puede existir un sistema de requisitos


contractuales, diferente en lo superficial, pero el concepto y requisitos básicos del
contrato son, en esencia, iguales. La divergencia de requisitos tiene que ver con la
variedad de realidades socio-culturales y jurídicas de cada uno de los países (así, por
ejemplo, existen ordenamientos en que el contrato no se limita al campo de los derechos
patrimoniales, únicamente, sino que abarca también derechos personales y de familia
como, por ejemplo, los países en los que el matrimonio es considerado un contrato).

LOS ELEMENTOS DEL CONTRATO

Elementos esenciales y elementos accidentales del contrato

El mínimo de elementos que acredita la existencia de un contrato válido viene


representado por el consentimiento de las partes, el objeto y la causa. Pero, dado el
reconocimiento de la autonomía privada, es obvio que las partes pueden introducir en el
contrato previsiones complementarias (no requeridas legalmente) de las que dependa la
propia eficacia del contrato celebrado. Ello obliga a distinguir entre:

 Elementos esenciales del contrato, y


 Elementos accidentales.

Elementos esenciales del contrato

Los elementos esenciales, deben estar presentes en todo contrato para que se
pueda considerar válido. El artículo 1.261 del Código Civil formula la necesidad de
concurrencia de todos los elementos esenciales del contrato: “No hay contrato sino
cuando concurren los requisitos siguientes:

1. Consentimiento de los contratantes.


2. Objeto cierto que sea materia del contrato.
3. Causa de la obligación que se establezca".

Los elementos accidentales pueden estar presentes por voluntad de las partes en un
determinado contrato y su presencia no es esencial ni determinante para que pueda
hablarse de contrato válido. Fundamentalmente, tales elementos accidentales son la
condición y el término. Una vez integrados en un acuerdo contractual asumen una
extraordinaria importancia, por lo que difícilmente pueden ser calificados como meros
accidentes del mismo. En menor medida, respecto a los contratos gratuitos, asume cierta
relevancia el modo. El rechazo de la referida accidentalidad ha hecho que algunos
autores hablen de determinaciones o estipulaciones accesorias. En los contratos
formales o solemnes constituye un requisito estructural la forma, en sí misma
considerada. Los contratos reales, por su parte, requieren que de manera inexcusable se
haya producido la entrega de la cosa.

Los elementos naturales del contrato


Junto a los elementos esenciales y accidentales, los civilistas clásicos traían a
colación una tercera serie de componentes estructurales del contrato: los elementos
naturales. Los elementos naturales se identifican con ciertas consecuencias que, en
principio, se derivan de la propia naturaleza del contrato en cuestión.
El ejemplo más llamativo de “ elemento natural” es el carácter gratuito del contrato
de depósito (artículo 1.760): como regla y salvo pacto en contra, el depositario no tiene
derecho a retribución alguna, por ser un contrato basado en la confianza hacia el
depositario o en la necesidad del depositante. Llamativamente, sin embargo, la regla de
Derecho mercantil es precisamente la contraria, el carácter retribuido del depósito.

Basta dicha contraposición para apercibirse de que la naturaleza gratuita o el


carácter retribuido del depósito no constituye, propiamente hablando, requisito de
validez del contrato, sino un detalle normativo. Resulta comprensible, por tanto, el
abandono de la categoría de los “elementos naturales” por la doctrina actual.

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