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MARCO TEÓRICO

Descripción general de la provincia.

La Provincia de Bocas del Toro cuenta con una extensión territorial de 4,601,3 km2, un 6,2% del
territorio nacional y una población de 110,585 habitantes en julio del 2007. La provincia está
localizada en el extremo Noroccidental del País y limita al Norte con el Mar Caribe; al Sur con la
provincia de Chiriquí; al Este con la Comarca Ngäbe Buglé y al Oeste con la República de Costa Rica.
Administrativamente, la provincia de Bocas del Toro está conformada por tres distritos,
Changuinola, Chiriquí Grande y Bocas del Toro, y 17 corregimientos. El 77.8% del territorio se
encuentra bajo protección en diversas categorías de manejo.

Regionalización del territorio

La provincia de Bocas del Toro se divide en 3 subregiones: las planicies costeras, el archipiélago de
Bocas del Toro, y las estribaciones de la Cordillera Central y de la Serranía de Tabasará.

Unidades geomorfológicas de Bocas del Toro

En la provincia de Bocas del Toro se identifican dos unidades geomorfológicas bien definidas: la
región de montaña y la franja litoral que nacen en el Caribe Sur de Costa Rica como producto del
cambio en los patrones de relativa estabilidad tectónica en el norte con las deformaciones propias
del cinturón de Panamá en el sur. Las planicies costeras de topografía ondulada y de menos de 20km
de ancho de la provincia, extendidos desde el sur de Limón en Costa Rica a lo largo del Golfo de Los
Mosquitos aproximadamente por doscientos kilómetros, contrastan con la geomorfología
centroamericana y no se presentan en ninguna otra zona.

Características geomorfológicas de las costas

El área costera de Bocas del Toro está compuesta por una extensa cadena de islas e islotes,
desembocaduras y tierras inundables. La conformación geomorfológica de la provincial depende en
buena medida de los movimientos propios de las capas tectónicas del norte de Panamá. El
fallamiento de esta zona produce un proceso de constante elevación hacia el noreste, que también
se manifiesta con un balance de bajo relieve en el archipiélago de Bocas del Toro. El producto más
visible de este fenómeno se dio con el terremoto del Valle de la Estrella en 1991 cuando se dio un
afloramiento de terrazas coralinas al Sur de Limón en Costa Rica, y una inundación de humedales a
lo largo de la costa de Bocas del toro.

Los movimientos tectónicos han expuesto en la provincia de Bocas del Toro sedimentos de Neógeno
de carácter marino y terrestre, así como sedimentos volcánicos en las zonas costeras e islas. Estos
sedimentos son similares a los ubicados en la zona del Canal y en la Provincia de Bocas del Toro –
producto del cerramiento oceánico del istmo.

Características geomorfológicas de la región montañosa

La región de montaña se caracteriza por unidades geomorfológicas claramente confusas, y sujeto


de constantes presiones y delimitaciones por procesos propios de la región. Las Regiones
montañosas están constituidas en general, por rocas ígneas volcánicas y rocas intrusivas. Su aspecto
morfológico abrupto y profundamente escarpado es consecuencia del paroxismo tectónico del
neógeno. La red hidrográfica en esta zona presenta condiciones que limitan su correcta llegada al
mar u otro drenaje, por lo que se considera endorreica3. La mayor parte de los drenajes está
supeditada a las estructuras geológicas que allí existen, anticlinales, sinclinales y monoclinales;
muchos de ellos tienen fallas y fracturas. Esta condición facilita, en muchos casos, la penetración de
los flujos de agua y, por consiguiente, la alteración a lo interno de las colinas, provocando sus
derrumbes y así alterando los relieves.

Unidades geomorfológicas del Terciario y Cuaternario

La región de montaña está compuesta por rocas volcánicas y rocas intrusivas ácidas. Las rocas
volcánicas se componen de basaltos y andesitas, tobas, ignimbritas muy alteradas, fonolitas
vidriosas, cenizas y aglomerados bien cementados de color negruzco.

Las acumulaciones de piedemonte se presentan a consecuencia de las aguas superficiales que, en


su gran mayoría, están asociadas a procesos de saturación de agua y de los deslizamientos de flujo
de barro que dejan marcados los nichos de desprendimientos. Mucho de estos desprendimientos
son activos a pesar de la cobertura vegetal, fenómeno que se debe a los volúmenes de material de
piroclásticos y arcillas que circundan el área.

La red hidrográfica está compuesta por tres grandes drenajes: el río Teribe al noreste, al centro el
río Culubre y al sur el río Changuinola, todos con ramales de importancia.

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